Muchas muchísimas GRACIAS a tooooooooooodas, Laura: Significa mucho para mi que estes tan pendiente de mi FF, Fleur: Bienvenida y muchísimas gracias por tus comentarios, significa mucho para mi que lo lean, Sana: Gracias por tu msg jejejeje... que bueno que te encante, por mi parte de por si es un honor que lo lean, Andre: muchísimas gracias por estar pendiente tambien, y si me olvido de alguien me disculpo por adelantado es que tengo una memoria que ni les cuento jejejeje... bueno sin mas que decir aquí les va....
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Capitulo 7
Una Noche Llena de Contratiempos
James, Sirius y Carol estuvieron a punto de gritar al ver que dentro del aula se encontraba un gran hombre peludo gigantesco y que en medio de esa oscuridad se veía tenebroso y macabro. El sorprendido los miraba fijamente a sus asustados rostros.
- ¿Hagrid? – dijo James sorprendido mirando al gran hombre peludo que se encontraba frente a ellos - ¿Qué estas haciendo aquí?
- Pues el profesor Dumbledore me mando a hacer un control de… un momento, la pregunta es ¿Qué están haciendo ustedes aquí? – dijo Hagrid con tono de regaño.
- Pues… nosotros estábamos… - tartamudeo Sirius.
- Estábamos buscando… buscando – intento sin éxito ayudar Carol.
- Merodeando por el castillo – dijo Hagrid como si fuera obvio.
- Hay dios… ¡Hagrid por favor no nos delates! – suplico James.
- No los delatare, pero… ¿Qué hubieran hecho sin en vez de estar yo los hubiera encontrado Filch en mi lugar? – dijo Hagrid enfadado. Ellos bajaron la mirada.
- Lo sentimos – dijeron los tres a coro.
- Bien, pero ya mejor váyanse a la cama que Filch podría aparecer en cualquier momento para terminar de hacer el control de plagas – dijo Hagrid.
- ¿control de plagas? – pregunto Carol - ¿para que?
- Bueno, podría decirse que tendrán una muy interesante clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, su padre es un gran profesor Sr. Black, pero no deseo arruinarles la sorpresa – dijo con una sonrisa – ahora si váyanse en silencio para que no los escuchan.
- Bien – dijo James y se fueron una vez fuera de la vista de Hagrid se pusieron la capa.
- Rayos, no pudimos encontrar el libro – se quejo Sirius.
- Si, pero al menos no nos expulsaron – dijo James.
- ¿Oíste lo que dijo? "tendrán una muy interesante clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, su padre es un gran profesor Sr. Black" – dijo Sirius molesto – como si mi padre sirviera para algo que no fuera…
- ¡Sirius! Baja la voz que nos podrían escuchar – dijo James.
- No lo puedo evitar, hablar de ese… "tipo" me saca de mis casillas – dijo Sirius.
- Ya se, pero trata de controlarte – dijo James.
- Tratare… - dijo Sirius.
- ¿te pasa algo, Carol? – pregunto James de repente, al notar que Carol no había dicho palabra después de salir del aula.
- No nada… solo pensaba en que… - empezó a decir ella y se sumió en sus pensamientos de nuevo.
- ¿Qué? – pregunto Sirius.
- Bueno, si Hagrid esta registrando el salón y nosotros no sacamos el libro… ¿Qué tal si el lo encuentra? – dijo Carol suspicazmente.
- ¿Qué quieres decir? – pregunto James sin entender.
- Que si encuentran esa cosa y logran comprobar es de Remus… Va a tener muchos problemas – dijo Carol.
- Pues ese libro no es de él si no de mi padre – dijo Sirius.
- Pero si el lo niega… ¿a quien le van a creer? – dijo Carol.
- ¡Es cierto!, rayos mejor volvamos a buscarlo – dijo James.
- ¿pero y si nos volvemos a encontrar con Hagrid o peor… a Filch? Además Remus se lo busco por estar recibiendo regalitos de quien no debe – dijo Sirius.
- ¡Sirius! No te pases, recuerda que el no sabe las cosas que ha hecho tu padre, no tiene la culpa – dijo Carol – pero si se lo dijéramos…
- ¡Fuera de discusión Carol! No les diré nada – dijo Sirius molesto.
- Bien, pero no te enfades – dijo Carol.
- ¡Bueno, bueno volvamos! – dijo James – aun hay tiempo.
- Bien – aceptaron los otros dos y trataron de correr lo más rápido que la capa les permitía.
Minutos más tarde llegaron al pasillo que conducía al salón en donde estaba el libro, frenaron el paso por si Hagrid o alguien más se encontraba en el aula. Sigilosamente se acercaron y con mucho cuidado (y sin quitarse la capa) abrieron la puerta, Hagrid ya no estaba allí… de hecho no había nadie. Entraron al salón y una vez seguros de que no había nadie vigilando por los alrededores se quitaron la capa y prosiguieron a buscar el libro.
- ¿Dónde esta? – pregunto Carol.
- Aquí – dijo James agachándose y sacando la tablilla falsa del piso.
- Wow, ingenioso – aprobó Carol.
- Si… ¿esta allí James? – pregunto Sirius.
- Si, aquí esta – dijo James aliviado – ahora vamonos antes de que alguien nos atrape aquí, de nuevo.
- Bien vamonos – dijeron Carol y Sirius a coro y los tres se dirigían a la puerta cuando…
- La capa – dijo susurro James.
- ¿Qué pasa con ella? – pregunto Sirius.
- ¡Tenemos que ponérnosla! – dijo James como si fuera obvio.
- ¡Cierto! – dijo Sirius corriendo a tomar la capa para ponérsela.
- Pero miren quienes rondan por el castillo a estas horas – dijo una voz. Los tres se sobresaltaron y al dar la vuelta la cosa empeoro aun mas.
- Papa… - susurro Sirius mirándolo con intenso odio al igual que James y Carol.
- Así es, ¿Qué haces fuera de tu cama a esta hora Sirius? – dijo el en tono de sermón.
- Ese papel de padre recto no te queda – dijo Sirius de manera fría.
- Creo que estas siendo muy duro conmigo Sirius yo no se porque estas actuando de ese modo con…
- Deja el teatro papa, James y Carol lo saben – dijo Sirius. El Sr. Black borro su falsa y forzada sonrisa del rostro y la cambio por una que reflejaba casi tanto odio y rabia como la de Sirius – ves, ese papel te queda mejor porque es lo que eres.
- Cierra la boca mocoso insolente e inmaduro – dijo entrando al salón y cerrando la puerta a sus espaldas.
- Al menos tengo la madurez de ver a través de tus caretas – dijo Sirius.
- Mira Sirius – dijo tomándolo fuertemente del brazo – estoy harto de tus escenitas cuando estas conmigo, se que me odias pero el resto del colegio no debe enterarse porque…
- ¿¿Porque eso arruinaría tu reputación de Agror famoso de la tercera Orden de Merlín?? ¿¿o porque realmente son tan tontos de creer que eres un buen padre?? – dijo Sirius soltándose de el y hablando sin una pizca de miedo.
- ¡Cállate Sirius! – dijo el furioso.
- O ya se porque… ¿Por qué descubrirían que eres un acecino? – dijo Sirius.
- He dicho que te calles – dijo avanzando para golpearlo pero cuando estaba a tres pasos de el…
- ¡Reflex! – gritaron James y Carol al mismo tiempo colocándose frente a Sirius y creando una barrera que los protegía. El Sr. Black después de chocar con la barrera cayó en el suelo.
- Vamonos – grito James, aprovechando el momento de descuido de Black. James vio que su mano sangraba. Por la tremenda intensidad con que había querido golpear a Sirius – si eso le hubiera dado a Sirius… no quiero ni pensar que hubiera pasado – pensó James.
- Vamos Sirius – dijo Carol tomándolo del brazo al ver que no se movía.
Los tres salieron corriendo, James al momento de cruzar la puerta hecho la capa sobre los tres por si acaso al profesor se le ocurría seguirlos y claro llevaba el libro en las manos, después de todo ese era el motivo por el que habían ido a ese salón aquella noche. Corrieron más de cinco corredores en increíble silencio, tanto que ni sus pasos apresurados hacían ruido. Una vez que estuvieran seguros de que nadie los seguía y que estaban lo suficientemente lejos del salón en que habían dejado a Black, James decidió preguntar.
- ¿estas bien verdad Sirius?
- Si… no me pasa nada – dijo el con una sonrisa irónica – no pudo hacerme nada gracias a ustedes.
- Si no nos hubiéramos impuesto… creo que ahora te estaríamos llevando a la enfermería… - dijo Carol.
- No exageres, no soy tan debilucho – dijo Sirius.
- Si… pero realmente iba con una fuerza extraordinaria… hasta extrahumana – dijo James.
- ¿Qué quieres decir? – pregunto Sirius.
- ¿no vieron su mano? – pregunto James.
- No… ¿Por qué? – respondieron ellos.
- Estaba sangrando, imagina con que fuerza quería golpearte – dijo James.
- ¡Ja! Así me odiara – dijo Sirius – pero el odio es mutuo, jamás voy a perdonarle lo que hizo…
- Aun no puedo creer que alguien sea capaz de hacer algo así – dijo Carol.
- Y para colmo el muy cínico tiene la desvergüenza de seguir viéndome a los ojos y actuar como si nada hubiera pasado… como si ella nunca hubiera existido – dijo Sirius triste.
- ¿estas bien? – pregunto Carol colocando su mano en el hombro de Sirius y mirándolo dulcemente.
- Si… es solo que… es difícil – dijo Sirius.
- Lo se, pero saldrás adelante eres Sirius Black el chico imposible de intimidar, siempre sales adelante – dijo Carol. James prefirió quedarse callado no sabia nada de cómo consolar a nadie.
- Gracias Carol – dijo Sirius.
- De nada para que somos los amigos – dijo ella dedicándole una sonrisa - ¿crees que tu padre le cuente esto a alguien?… es decir podrían expulsarnos – dijo Carol después de un gran rato de silencio.
- ¿y tener un hijo expulsado que arruinara su reputación? No cuentes con eso – dijo Sirius.
- Bien al menos por ese lado podemos estar tranquilos ¿no? – dijo James.
- Totalmente – aseguro Sirius.
Llegaron por fin al frente de la Sala Común, dijeron la contraseña y deseosos de que por fin terminara esa larga e interminable noche entraron a la Sala Común, desgraciadamente las esperanzas de que la noche terminaría pronto se desvanecieron en dos segundos al ver que en la Sala Común les esperaba una nueva sorpresa…
Dentro de la Sala Común en el sillón mas cercano al fuego y con aspecto de haberlos estado esperando por mucho tiempo, estaban nada mas y nada menos que: Lily y Remus. Al ver que finalmente ellos tres se habían dignado a aparecer, los dos se levantaron y se dirigieron hacia ellos.
- Oh, oh esto no es bueno – dijo Carol.
- Creo que estamos muertos – dijo James.
- Oh si… ¿creen que al menos tengamos un lindo puesto en el cementerio? – dijo Sirius.
- No cuentes con eso, tal vez ellos no lo permitan – dijo James.
- No exageren, no puede ser tan malo ¿o si? – dijo Carol.
- Oh si, creerme que si – dijo Sirius.
- ¿Dónde estaban? – pregunto Lily en tono de regaño (Nota de la Autora: aunque Lily no tiene mucho que ver aquí es una maniática cumplidora de las reglas…)
- Afuera… - murmuraron los tres.
- De eso me puede dar cuenta la pregunta es ¿Haciendo que? – dijo ella muy molesta.
- Pues… - empezó James.
- Bueno… - intento ayudar Carol.
- Es que… - siguió Sirius.
- Nosotros…
- Estábamos en…
- Haciendo…
- ¡Estoy esperando! – grito Lily y ellos tres pudieron tener la certeza de que habían vuelto al momento en que la Profesora McGonagall los regañaba por llegar tarde a su clase.
- Pues es que… nosotros estábamos en… - empezó James.
- Haciendo… bueno ya sabes – completo Carol.
- Pues ese es el problema, ¡Que no se! – dijo Lily.
- Bueno ya respira y cuenta hasta diez no vale la pena que te pongas así Lily – intento calmar James.
- Si Lily, te pondrás vieja mas rápido – ayudo Carol.
- ¡Solo díganme que rayos esta pasando con ustedes! – dijo Lily.
- Pues… la verdad – dijo Sirius como recordando algo - ese no es tu problema, no eres profesora, ni prefecta ni nada importante solo eres… Lily.
- ¿Qué diji… – luego guardo silencio a pesar del tono arrogante en que lo había dicho Sirius tenia razón.
- Con permiso nos vamos a dormir – dijo James con una sonrisa de satisfacción en el rostro y escondiendo el libro de Remus envuelto en la capa invisible que llevaba en las manos.
- Pero… - intento decir Lily.
- Lily creo que no podemos hacer nada – dijo Remus casi tan molesto como Lily.
- ¿tienes el libro? – murmuro Sirius mientras se alejaban.
- Si, lo tengo – dijo James.
- ¿No notaron nada? – pregunto Carol.
- No lo creo – dijo James – pero mejor dejemos de hablar y separémonos.
- De acuerdo – aceptaron Sirius y Carol.
- Adiós – dijeron a Remus y Lily, y los tres subieron a sus respectivas habitaciones no sin antes hacer señas para encontrarse a la mañana siguiente.
- No puedo creer esto… - murmuro Lily.
- ¿Alguna idea de lo que pudieron haber estado haciendo esos tres afuera a esta hora? – pregunto Remus con suspicacia viéndolos subir las escaleras.
- Bueno… algo pero… parece que tu también – dijo Lily dándose la vuelta y mirándolo.
- Si… debieron ir a buscar el libro – dijo el.
- Si eso pensé yo – dijo Lily – pero si pensaste lo mismo ¿porque no los detuviste? Es tu libro no tienen derecho.
- Ya se… pero hay algo que me dice que debería confiar en lo que me dicen… que tal ves lo que paso entre Sirius y su padre fue algo grave – dijo Remus.
- Si, puede que tengan razón… pero… solo me gustaría que confiaran en nosotros – dijo Lily.
- Si… tienes razón, aunque no hemos sido los señores confiables exactamente – le recordó Remus.
- Cierto, siempre tratando de saber… yo mas que todo – dijo Lily.
- Creo que ya deberíamos clamarnos y… tomarlo mas con clama tal vez nos lo digan cuando sea hora – dijo Remus.
- Tienes razón dejemos las cosas así – concluyo Lily.
- ¿crees que nos lo digan? – pregunto Remus.
- Talvez, al menos eso espero – dijo Lily.
- Si, pero por ahora dejemos de averiguar, bien dicen que la curiosidad mato al gato ¿No? – dijo Remus.
- Si… bueno entonces dejaremos todo hasta aquí ¿No? – pregunto Lily.
- Si creo que si lo haremos – dijo Remus.
- Bien – acepto Lili no muy segura.
- Bueno, creo que mejor vamos a dormirnos ya es muy tarde – dijo Remus.
- De acuerdo – acepto Lily.
- Buenas noches Lili – dijo Remus.
- Buenas noches Remus – dijo Lily.
Remus fue a su habitación y encontró a James y Sirius completamente dormidos, se sorprendió al ver lo rápido que alguien se podía dormir luego se cambio y se acostó en pocos minutos el también se durmió, Lily por otro lado después de cambiarse iba a acostarse cuando recordó que no escribía en su diario hacia mucho tiempo, entonces, tomo su diario y la linterna que estaban en su maleta y decidió escribir bajo las sabanas lo que había pasado ese día y esa noche, sabia que al escribir siempre encontraba las respuestas a sus problemas ya que escribir es la mejor manera de sacar las cosas que llevamos por dentro cuando no deseamos que nadie mas las sepa. .
16 de Septiembre
No había escrito en ya mucho tiempo y es por que realmente no había tenido mucho que quisiera contar, sin embargo, hoy no ha sido un día que podamos llamar común. El descontento de Sirius con su padre parece que empeora cada día realmente parece que lo odia, pero eso es posible ¿es posible odiar a nuestros padres de esa manera?, es decir, todos podemos pelarnos con ellos y decir que los odiamos en muchas ocasiones, generalmente por tonterías, pero de hay ha hacer lo que hace Sirius… no se y lo que mas me asusta es que siento que el tiene la razón… pero dios ¿Qué cosa tan mala pudo haberle hecho su padre? se que Sirius no es alguien que odia por que si, lo puedo sentir, se que debe tener una buena razón… pero, ni la menor idea de que rayos pueda ser. Hoy Remus y yo prometimos que no íbamos seguir a tratando de saber que les pasa, se que James, Sirius y Carol esconden muchas cosas pero creo que dejare las cosas como están, por lo menos por ahora, ya veremos después; aunque ya no es solo las ganas de descubrir este misterio… realmente me preocupa que le pasa a Sirius, siento que esta pasando por un momento muy difícil y que de verdad necesita la ayuda de todos los que podamos brindársela, pero ¿Qué hacer si el me cierra las puertas y me quiere fuera de su vida? Ralamente creí que éramos amigos, pero creo que no me tiene la confianza para decirme que pasa, se que no me he comportado como la chica comprensiva que no necesita que le expliquen para consolar, pero eso es porque yo no soy así ¿eso lo decepcionaría? No lo se…, bien creo que mejor dejo el tema de Sirius por un rato, hoy las chicas estaban hablando de algo que realmente me hizo recordar a Petunia… y ahora que toco el tema de odios familiares ¿Petu me odia? Realmente espero que no eso me derrumbaría pero… y si es así ¿Qué pude haberle hecho para que me odiara? Tal ves estas preguntas estén pasando por la mente del Padre de Sirius también, a veces nos odian y no sabemos por que, o nos odian por un mal entendido, ahora comienzo a dudar que las razones de Sirius sean totalmente valida ¿a quien engaño? No tengo idea de cómo pero algo me dice que mi corazón no se equivoca y que debo apoyar a Sirius… espero que no se este equivocando.
Lily cerró su diario con las palabras que acababa de escribir aun dando vueltas en su mente ¿y si había dado en el clavo? ¿Y si iba tras la pista correcta? Y en el caso hipotético de que fuera así ¿Qué haría? Inmediatamente a su cabeza vino la conversación que tubo tan solo contados minutos antes con Remus y pensó en ¿Qué haría ahora que había prometido no entrometerse? Debía cumplir su promesa y dejar las cosas como estaban ¿No?, comenzó a dudar sobre lo que debía hacer.
- De ningún modo Lily – se dijo a si misma – deja todo como esta, deja de pensar y vete a dormir – Después de eso le costo mucho conciliar el sueño finalmente.
