GRACIAS LE SIGO! JEJEJE.. MANDENME RR!!!!!!!
Capitulo 19
"Develando Misterios"
A la mañana siguiente los chicos se levantaron, no muy seguros si lo que habían escuchado la noche anterior había sido un sueño o realidad, cuando se encontraron todos en la sala común, se limitaron a saludarse y seguir de largo, el desayuno fue cayado, todos tenían preguntas, todos tenían dudas, todos se morían de deseos por saber que era lo que pasaba, pero nadie se atrevía a ser el primero en traer el tema, y mas aun porque parecía que con excepción de ellos y de los nerviosos profesores, nadie mas se había dado cuenta de lo ocurrido la noche anterior.
Los chicos se dirigían a su primera clase del día cuando tropezaron con Snape y Malfoy, esto hizo que estallara una pequeña pelea que no llego a mayores, aunque fue extraño que ningún profesor llegara a detenerlos, entraron en silencio a clase de Transformaciones, la clase comenzó algo tensa pues la profesora cada tres segundos miraba a la ventana en dirección al bosque, claro que los chicos no dejaron de notar esto, lo que aumento aun mas su curiosidad, cuando estaban a mitad de la clase la puerta se abrió de golpe.
- Minerva, reunión en el despacho de Dumbledore, ¡Ahora! – dijo Donaldsoon casi gritando y llevándose a la profesora que solo tubo tiempo de decir:
- Tienen la hora libre, pero si algún Gryffindor se mete en problemas será expulsado antes de que pueda preguntar porque – antes de ser llevada por Donaldsoon.
Hubo un murmullo colectivo en el que todos comentaban y especulaban que podría estar pasando para que los profesores mas estrictos y correctos de todo Hogwarts se comportaran de tal modo, lentamente todos fueron recorriendo sus cosas y dirigiéndose a la sala común las especulaciones seguían, los amigos esperaron a que estos se fueran para hablar.
- ¿Tendrá algo que ver con lo de anoche? – pregunto Lily de repente.
- Claro, estoy seguro – dijo James.
- ¿pero que es eso del Reloj de Arena? – pregunto Carol.
- Ni idea, creo que eso es lo que tenemos que averiguar – dijo Remus.
- No, lo que tenemos que averiguar es donde esta el despacho de Dumbledore – dijo Sirius.
- ¿el despacho de Dumbledore? ¿para que quieres saber eso? – dijo Katie.
- Porque hay es donde están los profesores – dijo James.
- ¿y eso de que nos va a servir? – pregunto Lily.
- Nos servirá a averiguar que rayos es lo que esta pasando – dijo Sirius.
- Pues si, pero también es importante saber que es el Reloj de Arena y si paso algo mas en el bosque prohibido – dijo Remus.
- Es cierto – acepto James.
- ¿qué haremos? – pregunto Peter.
- Bien, Remus, Lily y Tina vayan a la biblioteca y traten de buscar en todos los libros posibles a ver que es eso del Reloj de Arena – dijo James.
- De acuerdo – aceptaron los tres.
- Peter y Katie vayan a las afueras del bosque a ver si ocurrió otra explosión o si hay alguien vigilando allí, pero recuerden tener cuidado por que se supone que no debemos ir allá – dijo James.
- Bien – dijeron ellos.
- Carol, tu y Mary suban a la lechucearía y envíen una nota a tus amigas, incluso si es posible trata de hablar con ellas por el fuego de la sala común – dijo James.
- Bien – dijo Mary.
- ¿para que quieres a mis amigas? – pregunto Carol.
- Ayer dijeron que paso algo así en Salen ¿no? Conociéndolas ya debieron haber averiguado algo que te digan que es – dijo Sirius.
- Bien – acepto Carol.
- Sirius y yo iremos al despacho de Dumbledore para tratar de ver que pasa – dijo James – ahora rápido, todos a actuar ¡ahora!
Todos salieron corriendo en diferentes direcciones menos Sirius y James, que tenían un pequeño problema no sabían donde estaba el despacho de Dumbledore, sus plegarias fueron escuchadas pues de un salón salió Black, y por lo apurado que iba supusieron a donde se dirigía, el ni siquiera noto su presencia, ellos se escondieron tras una gárgola mientras James sacaba de su bolso la capa invisible (fue una suerte que aquella mañana hubiera recordado traerla, pues pensó que era mejor estar listo para todo, y no se equivoco), el Profesor parecía sentir que lo seguían pero como no lograba ver a nadie termino creyendo que era su imaginación y siguió adelante.
Mientras James y Sirius seguían a Black, Lily, Remus y Tina, se internaron en la biblioteca a buscar como locos en docenas y docenas de libros, menos mal que eran súper rápidos para leer por eso no se tardaban mucho, aunque por mas que buscaban no parecían encontrar nada que sirviera. Katie y Peter tuvieron algunos problemas para llegar a las afueras del bosque, porque profesores parecían estar vigilando la zona y Hagrid estaba fuera de su cabaña, lograron burlar a los profesores pero cuando llegaron cerca de Hagrid este los llamo.
- Jóvenes, ¿qué están haciendo tan cerca del bosque? ¿no saben que es peligroso? – pregunto Hagrid.
- Señor nosotros… - empezó a decir Peter, pero Katie lo interrumpió.
- ¿al bosque? No Hagrid, como crees, eso es muy peligroso para nosotros solos – dijo Katie.
- Me alegro que lo sepa, señorita Jhonson – dijo Hagrid.
- Aunque si usted nos acompañara… - dijo Katie.
- ¿acompañara? Claro que no señorita – dijo Hagrid.
- Por favor, es que… - dijo Peter, ya que Katie lo empujo para que dijera algo.
- ¿qué quieren hacer en el bosque niños? – pregunto Hagrid suspicaz.
- Es que…
- Es que… a Peter le gustan mucho los animales – dijo Katie.
- ¿qué a mi que? – dijo Peter incrédulo – ¡¡Auch!! – soltó porque Katie lo piso.
- Si Peter, te encantan los animales – dijo dándole una mirada significativa.
- ¿es cierto eso? – pregunto Hagrid.
- Si, claro me encantan, los amo – dijo Peter mirando a Katie con ganas de matarla.
- Lo ve, por favor queremos entrar a ver, sabemos que si vamos con usted nada nos va a pasar, ¡Por favor! – suplico Katie.
- Generalmente lo haría pero es que… - dijo Hagid.
- ¿es que? ¿acaso paso algo en el bosque? – dijo Katie fingiendo, y muy bien, sorpresa.
- ¿Qué? No, claro que no – dijo Hagrid.
- ¿entonces? – pregunto Peter - ¿cuál es el problema en entrar?
- Cierto, ¿cuál? – insistió Katie.
- Es que… - dijo Hagrid.
- ¿qué…? – insistieron ambos.
- Bueno esta bien – dijo Hagrid después de un rato al fin rindiéndose – pero no se lo digan a nadie.
- No te preocupes – dijo Katie en tono triunfante.
- Somos una tumba – dijo Peter.
Mientras ellos se internaban en el bosque Carol y Mary terminaban de enviar la carta e iban ahora al fuego de la sala común, desgraciadamente aun había gente allí, así que tendrían que ingeniárselas para sacarlos, Carol y Mary subieron a su habitación y Carol saco algo de su baúl que dijo las ayudaría a sacar a los demás de allí, bajaron y mientras Mary distraía a los demás, Carol acciono lo que traía en las manos, una bomba de humo, los chicos comenzaron a salir gritando "Incendio", apenas todos abandonaron la sala y solo quedaban ellas dos corrieron al fuego sabían que no había tiempo que perder.
- Al menos pudiste decirme que ibas a hacer, casi salgo corriendo yo también – dijo Mary.
- Lo siento – dijo Carol mientras sacaba de su túnica un pequeño bolsito lleno de polvos Flu – Instituto las Brujas de Salen, tercera torre empinada lado norte, habitación 25, Miriam Fanerix.
- ¿no es la primera vez que llamas verdad? – dijo Mary algo impresionada por la precisión.
- Claro que no – dijo Carol – ahora viene lo que no me gusta – dijo Metiendo la cabeza en el fuego.
Carol pudo ver una habitación muy hermosa que se encontraba en una acogedora mazmorra, iluminada con antorchas y velas, habían tres camas con doseles y cortinas de color azul Rey, junto a una había una gran pila de libros, la otra estaba completamente ordenada y la ultima algo desordenada pero no demasiado. Junto a esta ultima había una chica alta, de cabello negro corto por los hombros y piel morena, vestida con una falda negra, una camisa blanca y túnica azul oscuro sobre esto, la chica se encontraba en el escritorio leyendo un libro frente a la chimenea y sonrió ampliamente al ver el fuego.
- ¡¡Carol!! – dijo soltando el libro y alzando la vista.
- Hola Miriam – dijo Carol.
- Y este milagro, tienes como dos semanas sin llamarnos – dijo Miriam.
- Eso no es cierto y lo sabes, pero no tengo tiempo solo llamaba para preguntarte algo – dijo Carol.
- Claro, el interés tiene pies – dijo Miriam.
- Miriam…
- Bien, bien ¿qué quieres preguntarme?
- ¿Es cierto que hubo un atentado en Salen? – pregunto Carol.
- ¿cómo supiste eso? – pregunto ella suspicaz.
- Ese no es el punto, ¿es cierto o no? – pregunto Carol.
- Bueno… - dijo Miriam levantándose del escritorio – si, lo es.
- ¿qué paso? – pregunto Carol en seguida.
- Pues, al parecer alguien intento entrar al castillo y robarse algo, nuestra profesora de Pociones salió lesionada en ese atentado – dijo Miriam.
- ¿y que intentaron robarse? – pregunto Carol.
- Pues supuestamente eso nadie lo sabe – dijo Miriam.
- Nadie lo sabe excepto tu, Kata y Angie – dijo Carol suspicaz - ¿o me equivoco?
- Nop, no te equivocas, claro que la U.L.Q.L. no se iba a quedar con la duda, escuchamos a los profesores y a los prefectos hablar sobre lo que paso aquella noche – dijo Miriam.
- ¿y?
- Al parecer alguien en el pasado escondió algo en uno de los castillos antiguos que ahora son utilizados por los colegios de Magia – dijo Miriam – aun no sabemos que pueda ser eso, pero sospechamos que es un objeto llamado…
- El Reloj de Arena – interrumpió Carol.
- Así es – dijo Miriam - ¿esta escondido en Hogwarts?
- No lo se – dijo Carol – puede ser.
- Tampoco se si esta aquí – dijo Miriam.
- Oye ¿dónde están las otras dos?
- Kathleen en la biblioteca y creo que Angie esta en la sala común – dijo Miriam.
- Será mejor que me vaya, envíales saludos y en la noche volvemos a hablar ¿vale? – pregunto Carol.
- Vale, bye niña – dijo Miriam.
Carol saco la cabeza y volvió a la realidad de la Sala común de Gryffindor.
- al fin, te has tardado años – dijo Mary.
- Lo siento – dijo Carol.
- ¿Sabían algo tus amigas? – pregunto Mary.
- No mucho – dijo Carol.
- ¡Sirius me pisaste! – se quejo James.
- Lo siento – se disculpo Sirius, habían llegado a lo que parecía era el lugar pues Black se paro en seco.
- "Grageas de Betty Botts" – dijo Black a una gárgola y mientras los chicos lo miraban como si hubiese perdido lo que le quedaba de mente, la gárgola se movió dejando ver una puerta secreta, esta se abrió y por ella salió Donaldsoon.
- ¿por qué tardaste tanto? – dijo Donaldsoon.
- No preguntes – dijo Black pasando hacia adentro, pero Donaldsoon la agarro el brazo - ¿qué?
- ¿qué estabas haciendo?
- Este no es el momento para…
- ¿qué estabas haciendo?
- Bien, encontré información sobre el Reloj de Arena – dijo Black.
- ¿qué clase de información?
- Valiosa ¿bien? ahora déjame entrar – dijo Black.
- ¿lo contaras? – dijo Donaldsoon.
- No – dijo Black - ¿entro?
- Bien – dijo Donaldsoon entrando.
Los chicos intercambiaron miradas y trataron de seguirlos adentro por la puerta secreta, pero apenas entraron los profesores esta se cerro de golpe, dejándolos a 20 cm de la entrada la gárgola volvió a su lugar, ellos se miraron y decidieron volver a buscar a los demás, de todos modos dudaban que hubiera algo mas de utilidad que pudiera ser oído a través de un enorme muro de concreto. Mientras tanto una molesta Katie iba con un asustado Peter y un fascinado Hagrid.
- No hay absolutamente nada aquí – se quejo Katie de mala gana, en el bosque prohibido, pues no habían encontrado nada.
- ¿cómo que no señorita? Aquí hay muchas cosas interesantes – dijo Hagrid.
- ¿interesante? ¿es aso como llama a todos estos animales aterradores y asquerosos? – dijo Peter algo histérico.
- Creí que a ti te gustaban los animales – dijo Hagrid.
- Pues mentí – dijo Peter halando a Hagrid por el brazo – ahora por favor sáquenos de aquí.
- Bien, bien tranquilo, volvamos – dijo Hagrid.
- Bien – dijo Katie pensando "¿para que vinimos a meternos en este bosque? Para nada, que perdida de tiempo".
- Salgamos de aquí, salgamos de aquí – repetía Peter una y otra vez.
- Peter – dijo Katie halando a Peter por el brazo.
- ¿Qué? – dijo el de mala gana.
- Mira eso – dijo Katie señalando a su derecha.
- ¿qué cosa?
- ¿qué mas? Aquello que brilla cerca de aquel claro – dijo Katie.
- Oh… ¿Qué es eso?
- Ni idea – dijo Katie.
- Chicos, muévanse – dijo Hagrid - ¿no que estaban desesperados por salir?
- Eh… si claro – dijo Katie caminando y halando a Peter.
- Es inútil les dije que esa clase de información no se encuentra aquí – dijo Tina haciendo al lado el onceavo libro que leía.
- Pero tenemos que encontrar algo sobre el tema, y no tenemos muchas opciones mas en la biblioteca – dijo Remus.
- Pero no esta aquí – dijo Lily – es decir, prácticamente me he leído la mitad de estos libros durante el año y esta noche, no hay nada aquí, afrontémoslo.
- Tal vez – acepto Remus – pero no nos queda otra opción que seguir buscando.
- Supongo que tienes razón – acepto Lily.
- Bien, devolvamos estos y busquemos mas – dijo Tina levantándose y dirigiéndose al estante con sus libros, Remus y Lily la imitaron.
- ¿buscan algo en especial, chicos? – pregunto la encargada, ellos intercambiaron miradas.
- No, nada – dijeron los tres a coro.
Se separaron y comenzaron a ojear prácticamente todos los libros del ala norte de la biblioteca, cada uno tomo un lado y se puso a revisar, cuando Lily llego al lugar que le toco su vista se clavo, prácticamente como por arte de magia, en un libro en particular era plateado y con letras doradas, parecía ser un libro muy antiguo, de la edad media aproximadamente, Lily se acerco al libro y lo tomo entre sus manos, fue como si cayera en un sueño profundo, la biblioteca desapareció por completo y ante sus ojos apareció un bosque, pero no cualquier bosque, el Bosque Prohibido de Hogwarts, había alguien a unos cuantos metros de ella, llevaba capa y túnica negra y estaba frente a una especie de objeto brilloso, Lily cerro los ojos y al abrirlos de nuevo estaba de nuevo en la biblioteca, agarrada fuertemente del estante, con Remus y Tina a su lado.
- ¿te encuentras bien? – pregunto Tina.
- Si… ¿qué paso? – pregunto Lily.
- No lo sabemos – dijo Remus – solo te tambaleaste y te agarraste del estante, fue como si perdieras el conocimiento, ¿segura que estas bien?
- Si, solo fue un mareo, no desayune bien esta mañana y ya paso la hora del almuerzo – dijo Lily.
- ¿segura? A mi no me pareció que… - pero Lily nunca supo que le pareció a Remus porque en ese momento entraron dos muy agitadas personas a la biblioteca.
- ¡Lily! ¡Remus! ¡Tina! – gritaban Katie y Peter casi sin aire.
- Guarden silencio niños – regaño la encargada.
- Lo sentimos – dijeron a coro y luego se dirigieron a donde estaban ellos – vengan.
- Bien – acepto Remus y todos comenzaban a salir cuando Lily recordó algo aun tenia aquel libro en sus manos.
- ¿llevara eso, Srta. Evans? – pregunto la encargada.
- Eh… bueno yo… - dijo Lily no parecía tener las menores intenciones de llevarse el libro pero tampoco de soltarlo – si, me lo llevo.
- Bien, déjeme anotarlo por aquí – dijo la encargada buscando un libro.
- Lily no es el momento de llevarte lectura para la cama – dijo Katie-
- Sh… - dijo Lily de manera severa.
- Esta nunca cambia – dijo Katie.
En unos cuantos minutos la encargada registro el libro y Lily se lo llevo, ni siquiera dejo que la encargada lo tomara entre sus manos, no sabia porque, pero no quería soltar el libro, al salir por el pasillo venían cuatro personas en diferentes direcciones, por un lado Carol y Mary, y por el otro Sirius y James. Los 9 hablaban al mismo tiempo así que en consecuencia nadie entendía nada, después de unos minutos se logro el silencio y decidieron ir a un aula vacía para hablar con tranquilidad, no hubo problema en encontrar una vacía pues todas lo estaban, entraron y se acomodaron en el escritorio para comenzar a contar, todos contaron lo que habían averiguado, entonces…
- bueno, esto no fue del todo provechoso – se quejo Sirius pasándose las manos por su cabello.
- Al menos estamos mejor que antes – dijo Carol.
- Si a eso se le puede llamar mejor… - dijo James.
- Bueno, animo – dijo Katie.
- Si, tenemos que seguir adelante – dijo Lily.
- Creí que tu no querías quebrantar las normas – le recordó James.
- No quiero – corroboro Lily con una mirada severa – y no estoy haciendo nada malo, leer no es delito.
- Tal vez no para ti – dijo Sirius.
Esa noche los chicos se fueron a dormir tarde especulando sobre las posibles funciones del Reloj de Arena, James guardo su capa en su bolso sin las menores intenciones de sacarla de nuevo, sabia que en cualquier momento la iba a necesitar y era mejor tenerla a la mano, Lily por otro lado guardo en la mesa de noche aquel extraño libro, era muy extraño pues ni siquiera tenia titulo, solo el nombre del autor: A. Smith, Lily dejo el libro en su gaveta y se olvido por completo de el, sin saber que allí encontraría la respuesta a muchas de sus preguntas. Al día siguiente todo en Hogwarts volvió, relativamente, a la normalidad, los días fueron pasando y los chicos pasaban largas horas en la biblioteca buscando información sobre el Reloj de Arena o sobre castillos antiguos, pero su búsqueda era totalmente en vano, pues sin importar cuanto buscaban no lograban encontrar nada.
Las semanas pasaban con una rapidez abísmante, tanto así que los chicos ni siquiera estaban muy seguros de cómo hacían para entregar los deberes a tiempo, el final del segundo periodo estaba cada vez mas cerca, lo que hacia que cada vez se hiciera mas difícil pasar tiempo revisando información en la biblioteca, las vacaciones de Semana Santa se fueron en un abrir y cerrar de ojos, aunque aquí tuvieron un poco mas de tiempo para leer, aunque sin éxito. En fin los días, semanas e incluso meses pasaban a la velocidad de la luz convirtiendo los días de Hogwarts en días totalmente monótonos y rutinarios, claro excepto por el día que las chicas causaron un pequeño incidente, en venganza a lo de las ratas, en la habitación de los chicos que inundo media torre (Nota de la Autora: algo del todo normal jejeje…) y esto causo que fueran sentenciados a recoger el desorden. Esa tarde mientras recorrían el desorden…
- chicas para todo hay un limite inundar la torre ya fue el colmo – se quejaba Remus.
- Como digas, pero prefiero agua que ratas cualquier día – dijo Carol y las demás la apoyaron.
- Así, pues ten tu agua – dijo James tomando uno de los balde con los que se llevaban el agua y bañándola de arriba abajo.
- ¡James Potter! Me las vas a pagar – grito Carol mientras corría tras el en medio de la pequeña piscina.
- Hay van otra ves… - se dijo Peter.
- ¿por qué tenemos que hacer este trabajo a la antigua O_o? – pregunto Katie.
- Porque si lo hiciéramos con magia, técnicamente no seria un castigo – dijo Lily.
- ¿y lo malo extraía en…? – susurro Mary como sin muchas intenciones de que la oyeran, pero los que lo hicieron rieron de esto.
- Lo que yo no entiendo es porque nos castigaron a nosotros también, o sea, nosotros no inundamos la mitad de la torre de Gryffindor – dijo Sirius.
- No, pero lo que hicieron ustedes fue mucho peor – dijo Tina estremeciéndose – ratas…
- Hay por favor, son unos animalitos indefensos ellas estaban mas asustadas que ustedes – dijo Peter.
- Son asquerosas – dijo Katie.
- Delicadas – dijo Sirius.
- ¿qué dijiste? – pregunto Lily.
- Nada, nada – dijo Sirius.
- ¡ah! Auxilio, Carol esta loca – escucharon decir a James.
- Hay no seas bebe – escucharon decir a Carol a su vez.
- ¿dónde están? – pregunto Mary.
- Por allá – dijo Remus.
Allí encontraron a James y a Carol mojándose el uno al otro y tratando de hundir al otro en el agua, los chicos rieron al verlos y luego pidieron que mejor terminaran de limpiar, luego de terminar se cambiaron y bajaron a desayunar, era la primera tarde que tenían libre aquella semana, y eso se debía en parte al castigo, entonces Tina, Remus y Lily decidieron ir a la biblioteca a investigar, mientras que los demás salieron del castillo y se sentaron bajo su árbol habitual frente al lago, llevaban rato ya sentados allí sin hablar cuando apareció una linda chica de cabellos rubios y hermosos ojos azules.
- Hola Cartter – saludaron ellos sin muchas ganas.
- Hola chicos, y llaméenme Hanna, Sirius… ¿te gustaría acompañarme a dar un paseo? – pregunto la chica sonriendo tontamente y jugando con un mechón de su cabello.
- Bueno… ¿para que? – pregunto Sirius.
- Ya veras – dijo ella suspicazmente - ¿vienes?
- Si, supongo – dijo Sirius levantándose y alejándose con ella. Al ver esto los chicos quedaron totalmente desconcertados y Katie se puso roja de furia, se levanto y salió corriendo.
- ¡Katie! – llamaron Carol y Mary.
- ¿qué le paso? – pregunto James.
- Bueno es que… mejor vamos por ella – dijo Carol levantándose.
- Si mejor – dijo Mary.
- No, espera – llamo James.
- ¿qué pasa?
- Tengo que hablarte – dijo el.
- ¿de que? – pregunto Carol sorprendida.
- No puedo decirte, pero necesito que me acompañes a… un lugar – dijo James - ¿vale?
- Pero es que Katie…
- Déjalo Carol, yo voy – dijo Mary.
- ¿segura?
- Si – dijo Mary alejándose.
- Bien…
- En ese caso… vamonos – dijo Carol.
- Perfecto – dijo James halándola por el brazo – vamos por allá.
- Por allá esta el bosque – le recordó Carol.
- Lo se – dijo James.
- ¿qué vamos a hacer en el bosque?
- En el bosque nada – dijo James.
- ¿entonces? – pregunto Carol confundida.
- Ya veras, no seas curiosa – dijo James.
- Pero es que…
- Nada, solo camina – dijo James.
- Bien…
Mientras tanto Katie iba muy afligida y triste por los pasillos del colegio, no sabia bien a donde iba ni porque, solo sabia que se estaba muriendo de los celos y de la rabia, en cierto modo a ella le hubiera encantado ser así de hábil con los chicos, pero ella era muy tímida para eso, iba tan rápido que ni siquiera se daba cuenta de adonde se dirigía, sin darse cuenta llego al pasillo de la biblioteca.
- Lily – recordó ella, y así decidió entrar a buscarla.
Lily estaba sentada frente a Remus leyendo interesada un libro antiguo, Remus por el contrario tenia un libro en las manos mas no lo estaba leyendo, solo se quedo mirando a Lily, viéndola cambiar de pagina, viéndole sus hermosos ojos brillar al encontrar algo interesante, viendo como tomaba un mechón de su cabello y lo colocaba tras su oreja, tan solo el mirarla era el mejor regalo que la vida podría darle, por eso odiaba tanto cuando una vez al mes tenia que alejarse de ella, y pasar todo un día sin verla.
- ¿Remus? – llamo Lily.
- ¿Si? – dijo el saliendo de sus pensamientos.
- ¿por qué me observas tanto? – dijo Lily.
- Porque sencillamente no me canso de mirarte – dijo Remus y Lily se puso muy roja.
- No digas esas cosas, me haces sonrojar – dijo Lily mas roja que su cabello.
- Solo digo la verdad – dijo Remus.
- ¡¡Lily!! – dijo una chica de cabello marrón, ojos grises, en este momento llorosos, entrando a la biblioteca.
- ¿Katie? ¿qué paso? – pregunto Lily.
- Necesito hablar contigo – dijo Katie con voz temblorosa.
- Si claro – dijo Lily levantándose.
- Pero Lily… - llamo Remus.
- Lo siento Remus – dijo Lily saliendo de la biblioteca con Katie.
- De acuerdo… - murmuro Remus. Fuera de la biblioteca las chicas encontraron a Mary y las tres subieron a la sala común a hablar.
- ¿qué te pasa? – pregunto Lily.
- Cartter se llevo a Sirius a dar un paseo – respondió Mary al ver que Katie no lo hacia.
- ¿y? – dijo Lily.
- ¿cómo que y? ¡se llevo a Sirius! ¡MI Sirius! – dijo Katie.
- Pues… no es exactamente Tu Sirius – dijo Lily.
- Ese no es el punto – dijo Katie - ¿por qué tiene que irse con ella? ¡y mas en mi presencia!
- Bueno… hay que admitir que Sirius no sabe nada de lo que sientes por el – dijo Mary.
- Exacto no puedes pedirle que sea adivino, y mas, con lo despistado que es de por si – dijo Lily.
- Pero…
- Pero nada, Katie, tranquilízate – dijo Lily.
- ¿tranquilizarme? ¿cómo me pides eso? – dijo Katie.
- No ganas nada poniéndote así – dijo Mary.
- Además, no sabes que esta pasando allá, quizás no este pasando nada – dijo Lily.
- Es una posibilidad sumamente remota… - dijo Katie – pero supongo que es una opción – Al mismo tiempo por el pasillo.
- Si se supone que daríamos un paseo ¿qué hacemos dentro del castillo? – dijo Sirius.
- Es que en las afueras hay mucha gente – respondió ella, estaban justo frente a la entrada de Gryffindor.
- ¿y el problema seria que…? – dijo Sirius.
- Que quiero estar sola contigo – dijo ella acercándose mas a el.
- ¿por qué? Es decir, no te ofendas, pero apenas y te conozco – dijo Sirius extrañado.
- Precisamente… estoy tratando de que eso cambie – dijo Hanna, cada vez acercándose mas.
- ¿a si? – pregunto Sirius, sin prestarle mucha atención.
- Si… - dijo Hanna aun acercándose mas y finalmente plantándole a Sirius un beso en los labios.
- Bueno… creo que mejor vuelvo con Remus y Tina – dijo Lily levantándose dentro de la sala común.
- Si, y nosotras afuera – dijo Mary.
- Si tengo que buscar a Sirius – dijo Katie.
- Veraverium – dijo Lily y la puerta se abrió…
Al hacerlo, vieron a Hanna y a Sirius en pleno beso, Katie cuando vio esto casi se desmaya, si no hubiera sido por Lily y Mary que la agarraron por los brazos, Sirius empujo instantáneamente a Hanna y esta, ofendida, hizo lo mismo (Nota de la Autora: aunque no se quería separar de Sirius ¬¬, llaméenla boba). Hubo un silencio incomodo en el que nadie hablo, al ver esto Lily sintió que debía reaccionar.
- Será mejor que me valla, Remus esta esperándome – dijo Lily roja y comenzando a caminar.
- Yo voy contigo – dijo Mary – nosotras vamos contigo – corrigió luego halando a Katie que parecía incapaz de volver a moverse jamás.
- Creo que yo también debo irme – dijo Sirius dándose la vuelta también.
- ¡espera! Tu no puedes irte – dijo Hanna.
- ¿por qué no? – pregunto Sirius.
- Acabamos de besarnos, no crees que esa es una razón – dijo Hanna ofendida.
- Tal vez si nos hubiéramos besado como tu dices, pero yo no correspondí ese beso, es mas, ni siquiera quería que lo hicieras – dijo Sirius.
- Pero…
- Pero nada, yo no tengo nada que hacer aquí – dijo Sirius.
- Creí que te gustaba – dijo Hanna, con lagrimas en los ojos.
- ¿de donde sacaste eso? Es decir, eres una linda chica y muy guapa debo añadir, pero en ningún momento te di alas para esto ¿o si? – dijo Sirius.
- Bueno… no pero… yo creí que… - dijo Hanna.
- Lo siento mucho si, en algún modo, tuve culpa en esto – dijo Sirius.
- Déjame en paz – dijo ella secándose las lagrimas.
- Lo siento mucho, no era mi intención hacerte llorar, ten – dijo el dándole un pañuelo.
- ¡No quiero nada tuyo! – dijo Hanna – ¡Perdedor! – grito mientras se perdía por el castillo.
- Mujeres – gruño Sirius dándose la vuelta y entrando a la Sala Común.
- ¿estas bien? – pregunto Lily unos pasillos lejos de allí a su amiga.
- ¿Katie? – dijo Mary, llevaban mucho rato hablándole y esta no respondía.
- Si me disculpan – dijo de repente deteniéndose – quiero estar sola – y sin esperar respuesta se desapareció corriendo.
- Cierra los ojos – le decía James a Carol, mientras la llevaba de la mano por los terrenos del colegio.
- Bien – dijo Carol haciéndolo.
- No hagas trampa.
- No estoy haciendo trampa – se defendió ella.
- Mas te vale – dijo el en broma.
- ¿a dónde me llevas?
- No seas curiosa.
- Me conoces de toda la vida, ya sabes que soy curiosa – dijo Carol.
- Pues si – dijo James – pero tranquila casi llegamos.
- Si esta es tu venganza – dijo Carol de repente – mas te vale que…
- No es eso – dijo James – eso vendrá mas tarde.
- ¿Qué?
- Es broma.
- Bien.
- Ahora.
- ¿Ahora que?
- Abre los ojos.
- ¡ah! De acuerdo – dijo ella abriendo los ojos.
- ¿qué tal? – pregunto James expectante.
- Wow… que vista tan hermosa – dijo Carol, deslumbrada.
- ¿verdad que si? – dijo James.
- Si… - dijo Carol.
James la había llevado a una especie de mirador de allí se podía ver por un lado todos los terrenos, el castillo y el lago de Hogwarts, y por el otro, se podía observar el pueblo de Hogsmade, sus pequeñas casas y negocios con chimeneas humeantes, era una vista realmente hermosa y muy romántica, pues comenzaban a mostrarse los primeros rayos del atardecer, que anunciaban la próxima llegada de la noche. Carol se sentó en el pasto a observar tan hermosa vista, y junto a ella se sentó James.
- ¿qué te parece? – pregunto el.
- Hermoso… - fue lo único que Carol fue capaz de decir.
- Sabia que te gustaría – dijo el.
- No veía algo tan hermoso desde que salimos del valle – dijo Carol con la vista perdida.
- Entiendo – dijo James. Guardaron silencio por un rato y cuando ya caían los últimos rayos del día, rompieron el silencio.
- ¿solo me trajiste para mostrarme esto? – pregunto Carol.
- Bueno…
- No es que no sea suficiente, por que si fue solo para eso yo entiendo que…
- Espera.
- Eso sea todo, es decir, no tienes nada que explicarme.
- Carol, escúchame…
- Yo entiendo perfectamente – dijo Carol y no pudo seguir pues James se adelanto y le planto un beso en los labios.
- ¿ahora me escucharas? – pregunto el.
- Yo… este… bueno… - tartamudeaba Carol muy roja.
- Carol, últimamente he estado teniendo… sentimientos confusos respecto a ti – dijo James muy rojo. Carol guardo silencio – y bueno… pensé que debías saberlo.
Carol, de nuevo, se hundió en un silencio incomodo.
- eso era todo… ahora podemos volver al castillo – dijo James levantándose mientras pensaba "tonto, metiste la pata".
- Espera – dijo Carol.
- ¿si?
- Yo también… he estado teniendo sentimientos confusos por ti – dijo Carol muy roja.
- ¿en serio? – pregunto el.
- Si… - dijo Carol – desde hace mucho ya – dijo perdiendo la mirada en el paisaje de nuevo.
- ¿entonces? – dijo James - ¿quieres ser mi novia?
- ¡que pregunta! – pensó Carol, pero solo respondió – claro.
