DIARIO PARA TINO
CAPÍTULO TRES: La vida en rosa
Al día siguiente nos encontramos en el recibidor del hotel como habíamos acordado, cerca del mediodía. Bajé rápidamente, esta vez me vestí de manera más deportiva como suelo hacerlo generalmente. Cuando llegué lo encontré hablando por su teléfono.
-¿Problemas? –preguntó Azumi.
-Hum... no, no... ¿Cómo estás?
-Bien. ¿Adónde vamos? –preguntó ella.
-¿Adónde te gustaría ir? –preguntó Misaki.
-¿Conoces la parte sur de la playa?
-No.
-Es bastante alejado de la ciudad, pero hay una vista hermosa. ¿Quieres ir?
-Iremos adónde tu quieras...
-¿Qué? –preguntó ella riéndose -¿Si te pidiera que me llevaras hasta el otro lado del mundo lo harías?
-Si tienes pasaporte para salir de Europa...
-Hum.. mejor la playa entonces.
Caminamos varias kilómetros, sin preocuparnos por el cansancio, hasta encontrar el acantilado. Allí las rocas se elevan imponentes por encima del no menos imponente Mediterráneo. Las olas chocaban suavemente contra la arena, pero bajar hasta el mar era tarea arriesgada y así se lo dije.
-¡Qué bonito es este lugar! –exclamó Azumi. En esta parte de la playa hay hasta estrellas de mar...
-Vamos a verlas...
-¿Pero y si nos caemos?
-Descuida. No voy a dejar que te pase nada malo.
Des yeux qui font baisser les miens / Un rire qui se perd sur sa bouche(Unos ojos que hicieron bajar los míos / Una risa que se pierde sobre su boca)
Voilà le portrait sans retouche /De l'homme auquel j'appartiens
(He ahí el retrato sin retoques / Del hombre al que pertenezco)
Después de bajar, sin demasiadas dificultades, nos sentamos en la arena. Las aguas azules del Mediterráneo golpeaban suavemente la arena, dejando un rastro de espuma en cada movimiento. Él estaba muy callado, miraba fijo al mar, sin darse cuenta de que yo lo observaba. Había un aire de melancolía, más acentuada de lo normal y no pude evitar sentir curiosidad...-¿En qué piensas tanto?
-En nada... cosas... –respondió como al pasar...
-Hum.. –frunció la chica el ceño. –Conociéndote, seguramente estás pensando en algún partido de fútbol o algo...
-¿Qué crees? –preguntó él riéndose.- ¿Que me la paso pensando en el fútbol todo el día?
-¿Y entonces? ¡Ah, ya sé! Seguramente tienes alguna novia allá en Japón y me lo estás ocultando... –dijo, más conjeturando que creyendo lo que decía.
-¡No tengo ninguna novia! Si la tuviera no estaría aquí contigo...
-¿Y entonces?
-Nada... el ruido de las olas... me pone un poco melancólico. Seguramente tú entiendes eso...
-Sí... –contestó ella pensando en la noche anterior... -Mira, yo sé que ayer no estuvo muy bien la cena, así que hoy tratemos de disfrutar el día...
-Me parece bien –respondió Misaki mientras sacaba su celular para apagarlo- Hoy haremos sólo lo que tú quieras... –sonrió.
Quand il me prend dans ses bras/ Il me parle tout bas/ Je vois la vie en rose,
(Cuando me toma entre sus brazos/ me habla muy bajito / veo la vida en rosa)
Il me dit des mots d'amour/Des mots de tous les jours/Et ça me fait quelque chose(Me dice palabras de amor/ palabras de todos los días/ y hago cualquier cosa)
Il est entré dans mon cœur/Une part de bonheur /Dont je connais la cause(Entró en mi corazón / Una parte de felicidad/ De la que no conozco la causa)
-¡Mira Taro! ¡Caracoles! ¡Vamos a buscarlos! –gritó mientras corría por la arena.
-¡Creí que le tenías miedo a esta playa! –siguiéndola.
-¡Dijiste bien: le tenía! –respondió Azumi mientras se metía en el agua para buscar un caracol –¡Prueba el agua, está hermosa! –agregó luego de arrojarle un poco de agua
-¿Qué haces? ¡Me mojaste!
-¿Y que esperabas? ¿Quedarte seco en una playa?
-¿Ah, sí? ¡Ahora verás! –dijo Misaki mientras la alzaba de los pies acercándose al mar.
-¡Ey, ey! –exclamó mientras una ola los arrastraba sobre la arena, haciendo que los dos quedaran tendidos en la arena. –¿Ves? Eso te pasa por malo.
-Por lo menos ya estamos a mano, si fuiste tú... ¡Espera, arena no! –se defendió mientras la chica le tiraba arena suficiente como para hacer un castillo. -¡Ahora sí va en serio! –agregó mientras la volvía a cargar en dirección al mar.
C'est lui pour moi/ Moi pour lui, dans la vie(Él es para mí / yo para él, toda la vida)
Il me l'a dit, l'a juré / Pour sa vie.
(Me lo ha dicho, lo ha jurado/ Por su vida)
Et dès que je l'aperçois/ Alors je sens en moi / Mon cœur qui bat.
(Y desde que le conocí/ Desde entonces siento en mí/ Mi corazón que late)
Nos quedamos todo el día en esa playa. Yo había llevado una canasta de picnic y almorzamos allí mismo. Nos reímos. Al final cayó la noche con su enorme manto negro. La luz de la luna se reflejaba sobre el agua calma del Mediterráneo. Él preparó una fogata con unas ramas secas y una piedra. Luego nos tendimos en la arena, frente al fuego.-Que hermosas son las estrellas... Cuando era niña, me tiraba en el jardín de mi casa a verlas y trataba de contarlas... pero siempre me perdía antes de terminar...
-Cuando era niño, creo que tenía cuatro o cinco años, le dije a mi papá que en ves de pintar un cielo de día, pintara un cielo estrellado...
-¿Y qué pasó?
-Pues se puso una noche a tratar de pintar el cielo, pero al final no pudo seguir... Resulta que las "modelos" se movían todo el tiempo y al final salió el sol... Entonces me dijo que no iba a poder terminar el cuadro..
-¿De verdad se quedó toda la noche?
-Ajá... el ya sabía lo que iba a pasar, que aunque las estrellas se quedaran quietas la tierra rota y el cielo nunca es igual... pero lo hizo para darme el gusto...
-¿Lo quieres mucho, verdad?
-Sí. Yo quiero a mi mamá y a mi hermanita, pero con él tengo un... no sé como expresarlo... un vínculo especial...
-Lo mismo me pasaba con mi mamá... hay veces que la extraño mucho... yo no sé si será verdad que las almas se van al cielo, pero prefiero pensar que ella esta allí, entre esas estrellas cuidándome como siempre...
-Era tan lindo ser niño... a veces me gustaría volver atrás, a todos eso momentos felices...
-Lástima que sea imposible regresar el tiempo. –hace una pausa. –Taro, ¿Crees en eso de que la felicidad es apenas unos instantes de lo enorme que es el camino en la vida?
-Tiene sentido. Puede ser... Nunca me había puesto a pensarlo...
-¿Eres feliz?
-En estos momentos sí... ¿Y tú?
-También... –respondió a la vez que se tomaba los brazos...
-¿Tienes frío?
-Un poco... ya es bien de noche y baja la temperatura mucho en la zona de playa...
-¿Quieres que volvamos? –preguntó mientras le ofrecía su campera.
-Sí, por favor... es largo el regreso.
Caminamos de regreso más o menos una hora hasta volver al hotel. Nuevamente me acompañó hasta mi cuarto, igual que en la jornada anterior. Y allí pude comprobar que aquel primer tímido beso se había convertido en un torbellino de besos desesperados...
-Definitivamente no eres nada tímido...
-Soy tímido, pero no lento... –respondió, con un poco de picardía en sus ojos.
-Si no fueras tan guapo no te dejaría hacer lo que estás haciendo... –fue lo único que pudo decir mientras él continuaba besándola, casi sin darle espacio para respirar... -Taro... –dijo ella soltando un suspiro. –Espera un momento...
-Lo siento, creo que me dejé llevar. –contestó frenándose rápidamente- Yo no quise.. Mejor me marcho... –dijo dándose vuelta listo para marcharse.
-¡Espera! –dijo Azumi mientras lo sujetó del brazo -¡No te vayas, por favor! –imploró con los ojos nublados de lágrimas.
-Es que..
-¡¿Por qué siempre te estás yendo, Taro?! ¡¿Por qué siempre que quiero que te quedes te marchas?! ¿Es por mí? ¿Tan fea soy acaso?
-No... Tu eres muy hermosa... –respondió él.
-¿Y entonces?
-Yo... –desvió la mirada- No quiero lastimarte...
-Me lastimas cada vez que te marchas... –dijo, escondiendo su rostro bañado en llanto.
-Azumi, estás llorando...
-Siempre que te vas lloro, aunque tú ni te des cuenta...
-¿Pero por qué?–preguntó Misaki; su rostro reflejaba una expresión entre perplejo y apenado.
-¿Acaso no te das cuenta? ¡Lloro porque tu indiferencia me lastima el corazón! Antes... antes podía soportarlo; podía pensar que era una tontería de niños, que ya se me pasaría; pero desde que volví a verte... me di cuenta de lo que realmente siento y ahora ya no resisto más sin decírtelo. ¡Te amo Taro Misaki! ¡Te amo con toda la fuerza de mi alma! –gritó, arrojándose a sus brazos.
-Y yo te amo a ti... –susurró Taro. Luego acarició su cabello mientras volvía a besarla, suavemente.
-Llévame hasta el cielo, por favor... –susurró. Y fue lo último que se dijeron con palabras.
Des nuits d'amour à plus finir / Un grand bonheur qui prend sa place(Las noches de amor que jamás terminarán/ Una gran felicidad que toma su lugar)
Des ennuis, des chagrins s'effacent /Heureux, heureux à en mourir(Las penas, las amarguras se borran/ felicidad, felicidad que no morirá)
"Sin retoques" entendiéndolo como "sin alteraciones"
30 de noviembre del 2004
La canción de este capítulo es la misma que escuchan Azumi y Taro en el capítulo anterior, "La vie en rose" el tema de Le piaff (a quien llamaban "el gorrión de París") quien es su creadora pero después se hicieron muchas versiones (la original es de 1945!!!) Originalmente es en francés pero existe también en inglés e incluso en castellano lo canta Thalía, pero con un ritmo horrible. Si no la conocen bájenla de internet, es hermosa (la versión original). Espero haber hecho la traducción correctamente, hace mucho que no practico mi francés... Como dije la vez anterior es la canción más francesa de amor que puede existir.
