DIARIO PARA TINO
CAPÍTULO SIETE: Traición
Cuando Azumi despierta, se descubre en su cama. El sol ya está bajando como puede ver a través de la ventana; ventana frente a la cual está Misaki cargando al niño.
-¿Y eso de allá? ¿Qué es?
-Tori... –responde el niño, en su media lengua.
-¿Ah, sí? Parece que hablas japonés también ¿eh?... Oh, Azumi, ya despertaste. Mira Tino, tu mamá ya se despertó...
Azumi se incorpora como puede en su y cama y enseguida comprueba que la imagen en su mente de Taro cargando al niño, no ha sido un sueño.
Tan grande es el miedo que yo siento cuando te vas
temo que no vuelvas más pero siempre regresás
muchas dudas, que no me dejan en paz
adoro estar junto a ti pero a veces me cansás.
-¿Qué... qué tuve? –pregunta ella, aún aturdida.
-Bueno, el médico dijo que tuviste un ataque de pánico. Pero tranquila, no fue algo grave.
-Ah, sí. Ya recuerdo... Gracias por llamar al doctor –responde mientras recuerdo lo ocurrido. Vuelve a tomar conciencia de que será un día de muchas explicaciones- Supongo que debes tener muchas preguntas...
-Bueno, sí... supongo que tú también –responde mientras deposita a Tino en su cuna, junto a la cama de su mamá –Tenemos muchas cosas de las que hablar, pero no es bueno que hagas esfuerzos ahora.
-¡Azumi, Azumi! –entra corriendo Charlotte- ¿Cómo estás? ¿Qué pasó? –a Taro- ¿Está bien?
-Sí, solo fue un susto –responde su amiga, intrigada de que a Charlotte la presencia de Misaki no parece sorprenderla –¿Cómo pensaste en venir?
-Yo la llamé. –explica Taro- Tuve que revisar tu libreta de teléfonos, igual que con lo del médico, perdona. El doctor dijo que tienes que guardar reposo al menos hoy.
-Yo la cuidaré Taro. No te preocupes, estaremos bien.
-Entonces vendré mañana. Hasta mañana Azumi.
Taro se despide del niño en la cuna y luego se marcha ante la mirada desconfiada de la madre de Tino. Luego dirige sus ojos furiosos hacia Charlotte.
-¿Qué hace él acá? ¡Le dijiste algo! ¿Cómo hiciste?
-Lo encontré a la salida del estadio del Paris Saint German. ¡Fue casualidad, te lo juro!
-¿Y le dijiste algo de Tino? ¿Por qué vino así de repente?
-¡Claro que no! ¡Yo no hice nada!
-¡No te creo!
-Bueno... yo sólo le dije que si quería pasar a visitarte esta era tu dirección. ¡Pero no le dije nada sobre ustedes ni nada! ¡Te lo juro! –grita Charlotte, acorralada por el interrogatorio.
-Tu y yo también tenemos mucho de lo que hablar –advierte Azumi, amenazante.
-Y lo haremos.... mañana... Ahora tenés que descansar.
"¡Cómo si fuera a poder!" –piensa Azumi mientras se incorpora para tomar a Tino.
Al día siguiente, en un café de Paris.
Azumi lleva a su hijo a la sección de juegos. Tino llora, pero al encontrar a otros niños en el castillo inflable, rápidamente se despide de su madre. Ella lo deja y se va a sentar a una de las mesas, dónde Misaki la está esperando.
–Charlotte me dijo que ayer a la noche llamaste.
-Querías saber cómo estabas; y si podrías salir hoy. ¿Te sientes mejor?
-Ya estoy bien, gracias. Mira Taro, yo...
Brotan mil preguntas con respecto a nosotros dos
odio hacer balance de si estamos mejor o no
cada cosa nueva no es nueva ya se probó
todo se volvió lineal y así no lo quiero yo.
eso siento y no sé si decírtelo.
-Sí, yo... no pude dormir en toda la noche, así que lo mejor es que vayamos al punto....
Creo que hay muchas preguntas que contestar, pero creo que las tuyas van encadenadas con las mías, así creo que lo mejor es que empiece contestando yo.
Supongo que la primera será porque no volví después de esa noche...
Azumi no contesta; esa pregunta ya se la había hecho mil veces anteriormente.
-¿Te acuerdas de que te dije que mi papá no se sentía bien y por eso no había viajado?
-Si...
-Esa madrugada recibí una llamada del hospital Notre Dame de Paris. A mi padre le había dado un infarto y estaba en terapia intensiva.
En ese momento no pude pensar en otra cosa que correr a su lado. Tomé el primer vuelo a Paris y entonces...
Flashback Taro (a):
Taro corrió hasta la cama de Don Ichiro cuando los médicos le dieron la autorización para verlo. Tomó su mano, aunque estaba conciente, el pulso era muy débil.
-¡Papá! ¡Papá! ¿Qué te paso? –preguntó llorando.
-Taro... parece que te arruiné las vacaciones... –respondió, con una sonrisa leve pero tierna.
-¡Olvídate de eso! ¡Casi te...!
-No te preocupes, ya ves que no. Parece que la innombrable cuando me vio tan feo, le dio tanto susto que no me quiso llevar... –dijo riendo como pudo.
-Pero te faltó poco. ¡Es mi culpa, si me hubiera quedado contigo nada de esto hubiera pasado! ¡No te preocupes, papá! ¡No me moveré de aquí ni un segundo hasta que te hayas mejorado!
Fin del flashback (a).
Quiero que me mires y que me digas la verdad
hace cuanto tiempo ya que lo hacemos todo igual
en un punto yo siento que te engañé
pero creo corazón que no me arrepentiré.
-Azumi, mi padre es la persona qué más ha hecho por mí en esta vida y ¡si no fuera porque los encargados del hotel lo encontraron a tiempo se hubiera muerto...! Tenía que quedarme con él, pero si hubiera sabido...
-Claro, por eso te fuiste tan rápido. ¡Si hasta el celular te dejaste! Ahora entiendo.... ¿Pero por qué no me avisaste enseguida? Te hubiera acompañado...
-Bueno... sobre eso no tengo ninguna excusa...
Flashback Taro (b):
Una semana después, en el hospital de Notre Dame.
-¿Y entonces... conociste a alguna chica allá en la playa? –preguntó Ichiro a su hijo.
-Bueno, yo... sí, bueno, no exactamente la conocí, pero... –respondió quedando del color de los tomates.
-Te pusiste colorado. ¡Ahhhh! ¿Pasó algo, eh?
-Papá, por favor... me haces sentir vergüenza...
-Qué pena que tengas vergüenza de hablar con tu padre...
-Papá... es algo privado...
-Como quieras.... En fin... ¿Y, cómo quedaron? ¿La estuviste llamando, verdad?
-Bueno... la verdad... es que toda esta semana estuve tan al pendiente de tu salud, que se me pasó...
-¡Muchacho tonto! ¡Va a pensar que te escapaste! ¡Llámala ahora mismo, al menos para decirle que aún vives en el planeta Tierra! ¿Tienes su teléfono?
-De hecho... ella tiene mi celular...
-¡Entonces llámala ya, si no quieres que me dé otro infarto!
Fin del flashback (b).
Para eso hubiera sido mejor
ser un poco prudente con nuestro amor.
-Ese día te llamé mil veces al celular, pero no me contestó nadie. Y después me contestaban que estaba fuera de servicio. Seguí insistiendo un par de días... pero comprendí que estarías pensando lo que me dijo mi papá y ni tenías intenciones de atenderme...
-Taro... el celular me lo robaron una semana después de que te fuiste. Yo iba por la estación de trenes y un hombre en moto me quitó la cartera. No lo pude alcanzar y... ¡ay, no, no puede ser cierto todo esto!
Azumi se cubre la cara, presa del llanto.
Conozco lo mal
conozco lo vil
conozco lo horrible que te hice sentir
me apena que esté
saliendo al revés
pero sin embargo me quedo.
Podrías decir con toda razón
que fue demasiado el tiempo que yo
tarde para hablarte..
que te traicioné.
-Yo sé que pasaste cosas muy difíciles, pero si me hubieras buscado; me hubieras dicho... ¿Por qué no lo hiciste?
-Bueno, yo...
-Supongo que me odiarías lo suficiente como para no quererme ver nunca más, pero...
-No fue por rencor, Taro. Te juro que no fue por eso...
-¿Y entonces?
-¿Qué hubieras hecho si de repente aparecía frente tuyo y te decía que estaba embarazada? Ibas a pensar que lo hice a propósito.... Yo no soy de esas mujeres que usan a sus hijos como rehenes para conseguir sus fines... Y la verdad es que no tenía derecho a pedirte nada. Además tú no tenías ninguna culpa de nada en el fondo. ¿De qué te iba a acusar? ¿De olvidarme pronto? ¿De no amarme lo suficiente? Tú tenías tu vida y yo era conciente de que no era parte de ella...
Que obré sin pensar
que eras vulnerable tal vez por demás
imbécil de mi
que no percibí
que estaba metido adentro de ti
te juro por dios
que nunca busqué
haber provocado el mal que te causé
ahora cambié
ahora ya sé
y todo terminó.
-Azumi, yo no quise lastimarte... Nunca fue mi intención...
-¿Oh, Dios mío? ¿Por qué todo tuvo que ser así? –se pregunta ella, tratando de secarse las lágrimas.
-Supongo que ya es un poco tarde, pero... –la abraza- ...al menos déjame ayudarte con el cuidado de Tino. Ayer hablé con tu amiga...
-¡Ay, Charlotte! ¿Cuándo aprenderá a tener su boca cerrada?
-No, no te enojes con ella, yo la obligué a que me dijera. Me contó todo: lo de la renta, que trabajas en casas de familia y que estás a punto de perder la universidad. También me dijo cuanto quieres a Tino y que todo lo haces por él...
-Taro, si viniste a ofrecerme dinero...
-No, no es eso. Bueno, sí, también; pero no es eso solamente. Lo que yo quiero es cuidar de Tino. Yo me doy cuenta de que eres una buena madre, pero es mucho para ti sola....
Azumi levanta la mirado aún empañada en lágrimas y con tono suplicante dice.
-No me lo quites, por favor... Es lo único que tengo...
Conozco lo mal
conozco lo vil
conozco lo horrible que te hice sentir
me apena que esté
saliendo al revés
pero sin embargo me quedo.
-¡No, no, es eso tampoco! Escúchame Azumi; cuando vi a Tino yo no te puedo explicar el cómo pero de repente empecé a sentir que lo quiero mucho. Yo me di cuenta que este niño tan bonito es mi hijo, y yo quiero ser su padre. Y si tú me dejas yo podría cuidarlos a los dos... Ya que no puedo cambiar como fueron las cosas, al menos déjame tratar de mejorarlas un poco, por favor.
-¿De verdad lo quieres?
-Claro que si. Mira, yo sé que hice todo mal pero...
-No es eso. Tuvimos mala suerte, eso es todo. Está bien, puedes ver a Tino cuando quieras.
Podrías decir con toda razón
que fue demasiado el tiempo que yo
tarde para hablarte..
que te traicioné.
23 de diciembre de 2004
Bueno, esta canción no era parte del plan original. Pertenece al grupo de música (¿alternativa? Esa clasificaciones me resultan muy estúpidas) Miranda y se llama "Traición"(de ahí el nombre del capítulo) de su nuevo CD "Sin restricciones". Una vez pasado el chivo, la razón porque la incluí: porque estaba escribiendo y justo la escuché y apenas lo hice se me hizo que ilustraba perfectamente esta situación, así que la incluí. Para mi el Songfic no solamente tiene que ser de amor, puede la canción tratar de cualquier otro tema, no? Escucho opiniones.
