DIARIO PARA TINO
CAPÍTULO OCHO: okurimono
Azumi entra cargada de bolsos del supermercado de un brazo y del otro a Tino. Ella vive en un cuarto piso de un edificio con el ascensor descompuesto y realmente subir es un trabajo tedioso. Cuando llega al pasillo se encuentra con el dueño, el señor Tanaka.
-Buenos días señora Hayakawa. –saluda el hombre.
-Ah.. buenos días señor Tanaka. –responde nerviosa, recordando que aún no pagó la renta. -Mire, sobre el alquiler...
-Ah, sí, el señor Hayakawa ya me explicó. Ya arreglamos todo.
-¿El señor Hayakawa? –pregunta intrigada. ¡Si el único señor Hayakawa había sido su padre y ya había muerto!
-Sí... su esposo ya me explicó el problema con su contrato de trabajo. ¡Me hubiera dicho, no la hubiera presionado tanto..!
-Ah, no? –pregunta entendiendo menos.
-Sí... discúlpeme por favor. Ah, está esperándola en la puerta, parece que se olvidó la llave. Ahora si me disculpa debo ver a otros inquilinos... Mata ne.
-Por supuesto... –dice ella mientras ve al señor Tanaka marcharse. Cuando llega a la puerta de su departamento se encuentra con Taro en la puerta, cruzado de brazos y sonriendo.
-Ay, debí imaginarme que tenía que ver contigo... señor Hayakawa...
-Yo no le dije nada, el sólo lo supuso... –responde Misaki sonriendo inocentemente mientras toma algunas de las bolsas del supermercado.
-Claro que sí...-murmura ella con tono irónico.
Azumi lo mira; como si esperase que dijera algo más; él también como esperando un reproche o algo así, pero ella sólo lo abraza con el brazo que no sostiene a Tino cosa que deja muy sorprendido a Misaki.
-¡Ay, muchas gracias, no tenía ni idea de cómo iba a hacer este mes! –exclama ella dando un suspiro de alivio. -¡Te prometo que te lo devolveré pronto; la semana que viene la señora Férieux me tiene que pagar y...!
-No tienes que darme nada. Es un regalo.
-¿Qué? ¡Claro que no! Yo puedo con el departamento.. sólo estuve un poco ajustada estos meses pero...
-Pero ya está. Vamos que te ayudo con estas bolsas...
-Claro que no, lo vamos a seguir discutiendo en la cena que voy a preparar...
-Entonces también vamos a hablar de tu trabajo en la casa de la señora Férieux...
-¿Qué tiene que ver mi trabajo en esto? –pregunta Azumi mientras abre la puerta...
-Azumi, vine a traerte la nota de la monografía, no podía esperar hasta mañana. –dice la profesora Millicic entrando al departamento -¡Sacaste distinguido!
-Qué bien...
-¿Qué? ¿No te alegra?
-Sí –dice ella golpeándose la cabeza –Discúlpeme profesora que olvidé mis modales, es que.. mire llega en un momento justo. Pase, pase.. –la hace entrar sigilosamente. -Mire para allá –señala a la ventana dónde Taro juega con el bebé haciéndole cosquillas en la panza.
-Oú la lá, así que este es el famoso Taro Misaki, ¿eh? Ya tenía ganas de verlo en persona.
-¿En persona?
-¡Claro! Apareció en todos los diarios como la nueva adquisición del Paris Saint German... No olvides que antes de que tú nacieras yo ya cubría la liga nacional y me sigo manteniendo muy bien informada. –observa a Taro- Hum, es un joven muy apuesto, ahora entiendo porque te gusta tanto.
-Taro no me gusta, sólo es el padre de mi hijo. Además aun no sé si puedo confiar del todo en él...
-¿Te pidió un examen de ADN?
-No... yo ya le he dicho pero no quiso saber nada. Dice que con mi palabra basta.
-Entonces deberá bastarte con la suya, linda.. –murmura mientras ve a Tino ir gateando hacia ella. -¿¡Hola Tino, cómo estás!?
-Tino, no vayas a molestar a tu mamá cuando tiene visitas... –dice Taro gateando por detrás del bebé.
-No te preocupes Taro, está bien. Ella es la señora Millicic, mi profesora de la que te hable, que llamó hace un rato...
-Ay, perdone la entrada –se disculpa, incorporándose mientras se fija de no tener las manos sucias antes de estrechar la de la visita. –Yo soy Taro Misaki, soy...
-Si, Taro, sé quien eres. Espero que esta muchacha te haya dicho cosas buenas sobre mí.
-Le aseguro que sí... Muchas gracias por cuidar tanto a mi hijo, se lo agradezco de verdad.
-No tienes qué. Lo hago porque Azumi es como una hija para mí.. –dice sonriéndole a Taro que se ruboriza un poco.
Sólo viendo que ambos congeniaron, Azumi se anima a preguntar...
-Tengo que hacer la cena, ¿se quedan?
Casi al mismo tiempo ambos responden
-¡Claro!
Rato después...
La cena es bastante animada; se tratan temas diversos: primero algunas cosas de rigor como el clima, luego algunas nuevas cosas que Tino ha aprendido recientemente, como los colores; luego se pasa al deporte y el fútbol, así que allí es cuando Misaki habla ante el atento estudio de la profesora; luego es ella quien habla de un poco de su vida: sus comienzos en la universidad, anécdotas sobre el mayo francés del que fue partícipe, después Francia y el problema de la discriminación que van contrarios a los principios de "Libertad, igualdad y fraternidad" de la Revolución Francesa...
-Comprendo lo que dices sobre el prejuicio de los europeos sobre le fútbol de los japoneses. –explica la señora. –Una cosa así nos ocurría a las periodistas de deportes hasta no hace mucho. –a Azumi- Gracias a Dios no tienes que pasar por esto, ma cherié...
-Madame fue la primera profesora mujer de mi universidad... –explica Azumi.
-Veo que tienes un buen ejemplo a seguir –opina Taro.
-Oh, esta muchacha tiene un gran potencial... aunque un poco terca y orgullosa...
-¡Y me lo dice a mi! Ya le pedí que se dedicara a Tino y a su estudio únicamente pero no quiere hacerme caso. –dice Misaki como quien no quiere la cosa.
Ambos miran a la muchacha; ella no responde nada, hasta que se da cuenta de que Taro y madame si habían complotado tácitamente para convencerla. De repente exclama.
-¡Claro, tú lo haces todo tan sencillo! Yo ya estoy comprometida con la señora Férieux y...
-Y le dices que lo sientes, pero que no puedes ir más y listo.
-¡Yo no voy a dejar de trabajar! ¿O qué voy a hacer cuando sea periodista; guardar el título en un cajón? ¿Para qué me esforzado tanto sino?
-Trabajarás en el tiempo que ahora estudias... y el resto podrás pasarlo con Tino. Ojalá yo tuviera más tiempo, pero aquí en Europa las condiciones son más duras de lo que creí...
-Quizás deberías considerar la oferta de Taro, linda.. –interviene la profesora. –Cuanto más estudies, más pronto te recibes. Además no creas que no sé que hace un mes que faltas a tu clase de "Historia del deporte" –agrega con tono de reproche. –Como dije, estoy bien informada.
Azumi se pone colorada, descubierta en su falta. Con un gesto de control, se sacude el pelo al mejor estilo Lisa Hayes y contesta...
-Bueno, lo voy a pensar...
-Eso ya me dijiste la vez pasada. –replica Taro.
-Azumi... –insiste la maestra.
-¡Está bien! Acepto... porque es temporal, nomás.
-Nadie dice lo contrario Azumi...
-Más te vale Taro. Ahora vamos a comer el postre.
Misaki y Millicic sonríen; una batalla ganada contra el orgullo de Azumi.
-¡Hola a todos! ¿Cómo han estado; me extrañaron? –pregunta Taro al abrir la puerta del departamento (Azumi le había dado una copia de la llave por si tenían una emergencia).
-¡Ah, Taro; ya llegaste! –exclama ella desde la cocina.
-Les traje unas cositas...
Azumi se seca las manos en el delantal de cocina y luego se dirige a la puerta. Allí ve a dos hombres de la mueblería trayendo un carrito de bebé, una cama-cuna y un placard de bebé. A su vez Taro trae con dificultad unos paquetes diversos, casi todos envueltos.
-¿Qué... qué es todo esto?
-Unas cosas para Tino... tu sabes, los niños crecen y necesitan sus propios espacios... así que pasé por la mueblería y no pude resistir la tentación. –explica mientras le da una propina a los de la mueblería que se marchan. –Siéntate, que tengo que mostrarte algo –agrega mientras Azumi llega con el niño en brazos.
-A ver... –dice ella mitad sorprendida, mitad asustada por la sorpresiva situación.
-Bien... -va sacando unos paquetes -...aquí hay pañales, leche en polvo, unos muñecos de peluche...
-¡Un osito de peluche! –exclama ella -¡Pero mira que cosas bonitas te trajeron Tino! ¿Taro, cuanto te costó todo esto?
-¿Vamos a empezar de vuelta con eso? No me gusta hablar de dinero...
-Pero es necesario ser realistas. Además te tengo que dar la mitad, es lo justo.
-¿Qué? ¡Claro que no! –dice Taro haciendo un gesto de "despreocúpate" –Además todo no lo compré...
Taro saca una pelota de una bolsa de cartón. Se trata de un balón lleno de firmas, el que le regalaron sus compañeros del Nankatsu a Misaki cuando era un chico. Azumi lo mira incrédula, esa pelota es el recuerdo más querido de Taro.
-Pero... esto es tuyo, Taro. ¿Estás segura de regalarle esto? Es muy valioso para ti...
-Pues sí, pero por eso quiero regalárselo. Estoy seguro que Tino le dará más uso que yo...
-Bueno, supongo que es tu decisión...
-No lo sientas, yo no lo siento. A mi me hace más feliz que lo tenga Tino que tenerlo yo.
-A ver Tino, ve y dale un abrazo a papá que te trajo todas esas cosas para ti...
-Maman... –dice Tino usando su todavía pequeño vocabulario...
-No.. yo soy "maman", él es "papa", papá, tu papá...
-Papa...
Azumi le da el bebe y él lo toma. Tino no llora, ya se ha acostumbrado a los brazos de su papá y solamente trata de jalarle el pelo. Pero es Taro el que no está acostumbrado a que lo llamen "papá"
-¿Me dijo papá? ¿De verdad?
-Sí.. bueno, todavía no sabe decir muchas cosas, hay que tenerle paciencia. Ahora es la primera vez que lo dice, pero aprenderá rápido ya verás...
-Okurimono... –dice el pequeño Misaki tratando de agarrar la pelota.
-¡Si! Estos sí son "okurimono" –felicita a su bebé riéndose por la palabra que antes no podía pronunciar. Tino sólo hace algunos esfuerzos para practicar alpinismo con su padre sin darse cuenta de que Taro lo mira casi como enamorado. Luego ve la cara de Azumi que le sonríe emocionada, hacía mucho tiempo que no la veía sonreír. Él recuerda que la ultima vez que la vio así no le dijo que su sonrisa le parecía más bella que ninguna; lastima no haber hablado antes...
-¿Qué pasa? –pregunta ella casi al punto de reírse.
-Nada.. –contesta mientras los recuerdos se esfuman. -¡Ah, me faltó otra cosa! Dime; ¿cómo haces cuando tienes que presentar trabajos de la universidad? –pregunta haciéndose el tonto mientras saca una caja negra y delgada.
-Bueno.. siempre pasaba los trabajos en la casa de Charlotte y... ¿Me compraste una laptop?
-Pues... creo que si de verdad anda sin cables debería serlo. Todavía le falta la conexión a Internet, pero me dijeron que te llamarían para darte el número de usuario y todo eso... Anda, mírala y dime que te parece...
Azumi abre la computadora ¡Cuanta falta le había echo una, sobre todo cuando estaba embarazada y no podía estar demasiado tiempo sentada sin que le doliera la espalda! Además, esta es preciosa, como la de la propaganda de la televisión. Pero... la laptop y Tino no tienen nada que ver, no hay ninguna razón para que ella reciba una.
-Taro, todo es muy bonito pero no puedo aceptarlo. –dice mientras cierra la tapa.
-¿Por qué no? Yo sé que te hace falta, tienes mucho de lo que ocuparte y te ahorrará tiempo.
-No sería correcto. Acepto los muebles, pues porque son para Tino y en realidad sí los necesitaba, pero no es necesario que hagas nada más.
Se hace un silencio de esos que son molestos. Taro se sienta en el sillón mientras Azumi sólo mira por la pequeña ventana...
-Piensas que estoy tratando de comprarte ¿verdad?
-No es que dude de tus intenciones pero... no puedo. No sería correcto. Yo no soy ni fui tu esposa, así que no tienes que darme nada.
-Cuando dije que quería ayudarte, lo dije en serio...
-No tengo palabras para agradecerte esto...
-No lo hagas... además necesito pedirte algo. Quiero hablarles a mis padres sobre Tino. Mi papá tiene que venir unos días a Francia y quiero que lo conozca, ¿lo puedo invitar acá?
-¡Claro! Será genial que Tino conozca a su abuelo... ojalá mi padre estuviera con nosotros también... Dile que venga cuando quiera.
Okurimono: significa en japonés "regalo" ("o regalos") auque suelen usarse también otras expresiones como "presento" u "omiyage"
3 de enero de 2005
¡Feliz año nuevo! Espero que este año sigan acompañándome como lo han hecho hasta ahora, realmente me dan mucha fuerza para seguir escribiendo.
Bueno, este capítulo se lo dedico especialmente a Alisse, que pese a la muerte del foro de CT (un minuto de silencio por favor ) sigue leyendo este fic el cual todavía tiene mucho que decir!!! (yo tengo mucho que escribir y a este paso no lo voy a hacer en el tiempo que tenía planeado) En realidad este y el siguiente iban a ser uno sólo, pero se estaba haciendo muy largo y no quería limitarme en el largo (aunque ahora me quedaron medios cortos...). También a Lynn Minmei, que es nueva en la lista de "Wakabayashi's friends" y que me ayudo con una pequeña idea que apareció aquí. Por cierto, soy una gran fanática de Macross también. No se pierdan el próximo capítulo, que viene con una novedad importante.
