DIARIO PARA TINO

CAPÍTULO CATORCE: paso en falso

"¡Y estamos en los últimos minutos del segundo tiempo! ¡El Camps des Loges tiembla por el grito de los espectadores en esta tarde en que el París Saint German y el Bordeaux van empatados dos a dos! ¡La defensa del PSG resiste el ataque del Cid Pierre que busca el gol del desempate!"

-¡Vamos Paris Saint German! ¡No se rindan! –grita Azumi desde el palco del estadio a punto de morir de tantos nervios mientras sujeta bien a Tino que, vestido con una camiseta del PSG agita una banderita en miniatura con los colores del equipo.

-¡Ay, ya se termina el tiempo! ¡Tienen que hacer algo! –exclama Charlotte al borde de la histeria. -¡No soporto cuando los juegos se ponen así!

-Y entonces... ¿si empatan tienen que seguir jugando? –pregunta un sudoroso Jack desde el palco del estadio.

-Van a tiempo suplementario para el desempate... –responde Charlotte tomando mucha gaseosa.

-Oh, Sacre couer! Que se termine pronto por favor.. –suplica el sufriente chef. El calor en el estadio es casi insoportable y él se está derritiendo.

-¡Vamos Jack! ¡No te quejes, si ni siquiera tuvimos que pagar las entradas! –justifica su novia (en efecto, las entradas fueron regalo de Taro por haberlos invitado a comer el día del casamiento) –Ay, Azumi, ¡dile a tu marido que haga algo pronto; por favor!

-Charlotte, se nota que no lo conoces...

-¿Eh?

-Fíjate en su expresión; Taro está sonriendo. Cuando sonríe, es porque sabe perfectamente lo que va hacer...

"¡Ya sólo nos quedan dos minutos para el final del tiempo! ¡Ahora Le Blanc tiene el balón y va decidido al ataque!"

-¡Este partido ya es nuestro! –grita Le Blanc mientras se deshace de los defensas. -¡Misaki, no tienes posibilidad!

-¡Eso es lo que tú crees! –grita Taro robándole la pelota y avanzando justo hacia la zona contraria. -¡No te olvides que el que ama el fútbol...

"¡Misaki ya entra en el área chica, en vano los defensas tratan de interceptarlo! ¡Va a tirar, el balón parece escapársele...!"

-¡Vamos Tino! ¡Unas porras para papá! ¡Vamos Taro; eres el mejor! ¡Tu puedes!

-...será el número uno. "¡Este gol es para ti, Tino!"

Casi como en cámara lenta el balón vuelve al pie de Misaki, que lo arroja nuevamente pero esta con más potencia; es el famoso "Boomerang Shoot". El portero trata de detenerlo pero es muy tarde...

"¡GOOOOOOOOOOOOOL! ¡SOBRE LA HORA EL PARIS SAINT GERMAN LE GANA AL BURDEAUX 3 A 2 CON UN GOL DE MISAKI! ¡EL CAMPS DES LOGES GRITA Y FESTEJA POR ESTE PARTIDO E-MO-CIO-NAN-TE!"

-Sacre couer! –exclama Jack saliendo de su aburrimiento -¡Eso fue...!

-¡Impresionante! –agrega Charlotte -¡Nunca vi algo así!

-Ya ves Tino, que la tía Charlotte no conoce de lo que es capaz tu papá. -dice Azumi, sonriendo.

-Bueno, reconozco que fue un partido interesante –dice el Cid estrechando la mano de Misaki.

-Lo mismo digo, Pierre... espero que tus fans no se sientan decepcionadas...

-¿Ah, y te ríes de mí, eh? Mira que no estuvimos tan lejos... pero siempre se mete esa japonesa enamorada tuya. Con tantas porras que te tira te sientes siempre muy valiente... –señala al palco -Mira, allí está saltando en este momento..

-¿Eh?

-¡Taro! ¡Felicitaciones! –grita mientras muestra a Tino que aplaude con sus manitos infantiles. (kawaii! )

-¡Azumi! ¡Tino! ¡Gracias! –saluda Taro mientras se acerca al palco.

-¡Llévate a Tino a festejar! –dice ella mientras le da el bebé.

-¿Eh? ¿En serio?

-¡Claro! ¡Te lo presto! Pero me lo devuelves, ¿eh?

-¡Estuvieron muy bien! –grita Charlotte. -¿Quieren venir a comer esta noche al restaurante?

-Bueno... no sé... ¿Qué crees tú Azumi?

-Oh, es que yo había preparado ya de comer pero... no sé.. si quieres...

-¡Si es por el dinero... Jack paga! ¿Verdad, cariño?

-...pero quieren estar solos, Charlotte... –murmura Jack a su novia. –Mejor no te metas.

-Ahhh... claaaro... entonces nos vaaamos ya... nos vemos mañana ¿eh? –le guiña un ojo a Azumi que la mira con cara de "what?"

-¡Ja! ¡No me divertía así desde que era adolescente! –exclama Azumi mientras Taro descorcha una botella de vino. -¡Ah, ya extrañaba el aroma de los estadios! ¡La expectativa, la emoción, la incertidumbre... todo es tan apasionante!

-Veo que te has sentido en tu medio, Azumi... –responde sirviendo un poco del vino en la copa de ella.

-¡Vaya que sí! Las que no estaban nada felices eran las fans de Pierre... ¡la cara de desilusión que tenían! Realmente no sé que le ven a ese tipo. Yo me acuerdo que las veía y me decía a mí misma: "oigan chicas, entiendo que les guste ¡pero no por eso tienen que andarse desmayando en las gradas!". Lamentable descubrir que después de tantos años ni ellas ni el Cid no hayan madurado para nada...

-Bueno, el fútbol es un espectáculo; supongo que algunos creen que la imagen pertenece a él... ¿Un brindis?

-Claro. –responde Azumi; luego choca su copa con la de Taro. -O quizás sea como opinaba Michael "¿Quieres tener a las mujeres a tus pies? Entonces aprende a cantar o aprende a jugar a la pelota."

-¡Ahhh! ¡Es verdad! ¡Oye! ¿Supiste algo de Michael alguna vez? La última vez que supe de él fue antes del Word Youth... pero después le perdí el rastro. ¿Tu lo has visto?

-Pues yo... tampoco supe más nada de él. Desde que empecé la universidad me desconecté un poco de todos los muchachos y más cuando murieron papá y mamá... Después de eso ya nació Tino y me mudé aquí, no tuve tiempo para ocuparme de esas cosas...

-Claro; comprendo... –su voz refleja un poco de tristeza que Azumi no percibe...

-...pero son cosas que pasan. Paris es una ciudad tan grande, la gente se muda... es la vida. Oh, espera un poco, voy a acostar a Tino. ¿Te gusta el pastel de carne, verdad? Espero que sí, porque creo que preparé demasiado... –dice Azumi llevándose al bebé.

Así la cena transcurre entre risas y recuerdos de viejas épocas, todo parece perfecto... hasta que...

-Voy a lavar los platos... –dice Azumi retirando los platos de postre.

-¿Quieres que te ayude?

-No, gracias, sólo será un momento.

Azumi levanta los platos de la mesa y los lleva al fregadero para lavarlos. Misaki también se levanta y como quien no quiere la cosa se acerca a ella y la toma de la cintura por la espalda. Sin ningún reparo comienza a besarla en la mejilla, calmo pero seguro...

-Taro... ¿qué haces...?

Pero él no le contesta; sólo sigue besándola, en el rostro, en el cuello y bajando hacia el hombro. Azumi trata de moverse, pero le resulta imposible; está como paralizada por un mar de sensaciones, algunas que creía olvidadas contradictorias a las actuales y sólo consigue susurrar...

-No... esto no tiene que ser... no me hagas esto... –murmura cerrando los ojos.

Misaki finge no escucharla, solamente la sujeta suavemente haciéndola girar hasta quedar cara a cara. Primero la mira, con una de esas miradas que desarmarían a la mujer más fuerte, luego se acerca y sujetándola con una mano en la cintura y la otra en su cabello vuelve a besarla, esta vez en los labios. Ella corresponde al beso, aún en contra de su razón...

-Taro.. no.. no por favor... déjame por favor... –suplica con un hilo de voz mientras su espalda se reclina sobre la mesada y sus brazos se aferraban a la de Taro. –Es una locura...

-Shhh... no pienses...déjate llevar...

-¿Eh?

Al oír aquellas palabras, Azumi reacciona inmediatamente; ¡Claro, si todo esto empezó aquella vez por justamente no pensar y darle rienda suelta a sus impulsos sin medir las consecuencias!

Como si hubiera recibido corriente eléctrica, Azumi recupera la movilidad y el control de su cuerpo y dominada por un impulso (de autodefensa, probablemente) empuja a Taro separándose bruscamente.

-¡Te dije que me dejaras! –grita mientras le da una bofetada. Taro la mira y tiene que sujetarse de la mesada para no caerse con el envión del empujón.

-Lo siento, yo no quise...

-¡No mientas! ¡Claro qué querías! ¡Pero por supuesto no se te ocurrió pensar en lo que yo quiero! –grita al borde de las lágrimas. Taro trata de acercarse nuevamente y tomarla del brazo pero ella se aleja bruscamente -¡¿Qué diablos te pasa? ¿Qué demonios te crees; que porque pagues el departamento dónde vivo tienes derecho sobre mí? ¡¿Qué puedes tomarme cuando se te antoja como si fuera una de esas "queridas" de las cortes de los reyes, siempre lista para satisfacer tus caprichos? ¡Pues fíjate que no soy de esas mujeres que necesitan un hombre que las mantenga! ¡Todo este tiempo me las arreglé muy bien sola sin necesidad de nadie, así que si todo esto va a ser un pago por mis servicios desde ya te digo que gracias pero no!

-Azumi, cálmate por favor...

-¡No me calmo nada! ¡No quiero estar calmada! ¡Quiero gritarte, golpearte si pudiera, pero sé que es inútil porque aunque te matara nunca lograría que comprendieras mínimamente lo mal, lo frustrada... todo el dolor que he sentido todos estos años! ¡Pero estaba bien, estaba sino feliz tranquila! ¡Pero apareciste tú y nuevo y todo se dio vuelta! ¿Tienes una mínima idea de todas las cosas por las que tuve que pasar por tu culpa? ¿Qué todo es tan fácil como tu lo ves? ¡Claro, tu llegas y de repente te encuentras con que todo está bien, que puedes hacer llegar y reclamar tu lugar en mi vida y en la de mi hijo como si no pasara nada! ¿Y lo que yo sufrí? ¿Quién me lo devuelve? ¡Me rompiste el corazón, maldita sea!

-¡Yo no quise hacerte daño!

-¡Pues no habrás querido pero lo hiciste! ¡Hablamos de Tino, de qué trabajo o de cualquier otra cosa menos de lo que deberíamos hablar! ¡Pero a ver, si dices que te importo te doy la oportunidad de que me digas la verdad! ¿Qué fui yo para ti? ¿Una aventura, una práctica, eh? ¿¡Si no me querías porque no me lo dijiste de entrada? ¡Claro que no lo hiciste porque sabías que de otra no hubieras podido convencerme! ¡Tal ves no signifique nada para ti, pero fuiste el primer y único hombre al que pude amar porque después de ti no pude volver a sentir nada por nadie más, maldito seas! ¡Y maldita sea yo porque pese a tener el corazón en mil pedazos todos esos pedazos aún están llenos de ti!

-¿Sirve de algo que te diga que...?

-Mira, yo nunca me arrepiento de lo que hago, pero si pudiera cambiar algo de mi pasado... creo que borraría lo que hubo entre nosotros...

Azumi se desploma sobre el suelo al borde de la crisis de nervios; Taro solamente la mira y auque quiere acercarse, prefiere no hacerlo. Una disculpa o una explicación en esas circunstancias no cambiarían anda, entonces sólo murmura...

-Creo... que lo mejor es que me vaya...

-Sí, yo también. –responde ella tomándose la cabeza.

Taro solo se marcha, avergonzado; en un segundo había arruinado todo. O quizás no. Quizás solamente de esa manera logró que Azumi le demostrara sus verdaderos sentimientos, aquellos que incluso ella misma ignoraba. Sólo cuando escucha el ruido de la puerta del edificio cerrarse, Azumi se acerca para cerrar su propia puerta. Desde el otro cuarto se siente el llanto de Tino, que se despertó con los gritos. Entonces ella corre a cargarlo y luego toma el teléfono...

-Se ha comunicado con el 40 -87-52- 34... Deje su mensaje y le responderé con brevedad..

-Aló. Madame, yo sé que es muy tarde pero si está ahí contésteme por favor...

-¿Azumi? ¿Qué pasó? Te oyes mal... ¿Tuviste un accidente?

-No... pero sí estoy muy mal... Discutí con Taro muy fuerte y... ¡ay, Dios me siento tan mal!

-Espera, voy para allá...

Mientras, en otro lugar, la discusión había dado motivos para otra llamada telefónica...

-Papá... lo arruiné todo... La perdí... la perdí definitivamente...

-Bueno, trata de calmarte a ver si pensamos en algo...

26 de enero de 2004

Este capítulo se lo dedico a Adriana, a quien tuve el gusto de conocer el otro día (me acuerdo de aquello de "pequeña igualada" por Eva y me río sola). También a Karen de Argentina (una compatriota, ¡por fin!) que se confesó "adicta" a los fics, entre ellos este... Bueno muchas gracias por tu mensaje en la lista, veo que hay gente que no escribe pero sin embargo lee.. aunque es importante que todos escriban al menos una vez porque de ese modo los que escribimos medimos la audiencia...

No se pierdan los próximos capítulos, nos acercamos a los momentos cumbres de la historia.