Capitulo 1- La nueva Orden
Las ventanas llevaban rotas varios años. Solo los rayos del Sol y la Luna visitaban las polvorientas habitaciones de la destartalada y abandonada casa. Los vecinos miraban con temor la ya conocida como casa encantada de River Cry. Ni siquiera los chiquillos más revoltosos y valientes osaban poner sus pies en el interior de la casa. Un parque descuidado rodeaba las ya enmohecidas paredes. En el interior de la casa un silencio perpetuo gobernaba durante las largas jornadas, un silencio que esa noche había perdido su primera batalla, pues unos nerviosos pasos se oían es una de las habitaciones del piso superior. En esa habitación había una gran mesa colocada y alrededor varias sillas, las cuales desentonaban con el resto de la casa al estar limpias y en un aparente buen estado. Una tenue luz iluminaba la sala, y dejaba ver como un hombre caminaba nerviosamente de un lado a otro de la habitación mientras era observado desde un asiento por otra persona que parecía aburrida.
El hombre que caminaba era de cabello rubio y ojos grises que demostraban una gran preocupación. Su tez era pálida, y a pesar de tener unas grandes ojeras, seguía pareciendo joven. Vestía una túnica negra y sobre los hombros llevaba una capa verde, que volteaba violentamente cada vez que cambiaba de dirección. Su ropa estaba sucia y parecía no haber comido bien en bastante tiempo, pues estaba bastante delgado, demasiado delgado. Su nerviosismo iba en aumento poco a poco mientras su compañero le seguía mirando divertido desde su asiento. Este hombre era moreno y de ojos marrones, pero no demostraban ninguna emoción, por lo menos a aquellos que no supieran buscar. Vestía unos pantalones marrones y una camisa blanca, mientras que colgada en respaldo de la silla una gabardina de cuero combatía con el polvo por hacerse un lugar en el suelo. El hombre moreno empezó a tamborilear los dedos sobre la mesa, ajustando la cadencia de sus golpes al paso de su compañero.
-Draco, por favor, estate quieto un momento o me vas a volver loco.-Dijo finalmente cansado de ver el interminable paseo de su acompañante.
-Perdóname si estoy preocupado porque no aparezcan nuestros compañeros. Les podría haber pasado algo, Neville, y tú estás ahí sentado tranquilamente como si fuera lo más normal del mundo.-Dijo Draco parándose durante un momento y echándole una mirada enfadada al ahora de nuevo sonriente Neville Longbottom.
-Ya llegarán. Si no llegan sabremos que nuestras sospechas eran ciertas y entonces ya estarán muertos.-Dijo Neville simplemente a la vez que se encogía de hombros intentando quitarle importancia al asunto.
-Me alegra ver que nuestra suerte te preocupa tanto, Neville.-Dijo una voz irónicamente desde el umbral de la puerta. Era un hombre pelirrojo y de ojos azules, su tez estaba inundada de pecas, y parecía terriblemente cansado. Estaba abrigado con una gruesa capa de piel negra, que llegaba hasta la altura de sus tobillos. Cuando se la quito dejo ver el elegante uniforme gris de los miembros de choque del ministerio de magia, los Aurores.
-Estaba especialmente preocupado por ti, Ron. Al trabajar hoy eras el más vulnerable de todos..-Dijo Draco acercándose a Ron y ofreciéndole una mano que el pelirrojo estrecho al momento.
-Si me hubiesen dicho hace unos años que vería esta escena pensaría que las palabras provenían de un borracho, de un demente, o de un demente borracho.-Dijo burlonamente Neville torciendo la boca en lo que parecía ser una sonrisa.
-¿Te han seguido?.-Preguntó Draco alejándose de Ron y sentándose en una de las sillas pesadamente sin dejar de mirar al recién llegado.
-No. Nadie. Y he estado atento. Ninguna sombra, ninguna sensación. Nada. ¿no nos estaremos volviéndonos unos paranoicos?.-Comentó Ron sentándose al lado de Neville.
-No lo creo. Las criaturas tenebrosas están nerviosas, expectantes, esperando que ocurra algo. Pero lo peor es Azkaban, los mortifagos hablan en sueños, llaman a su señor, incluso los que entraron después de la muerte de Voldemort.-Dijo Neville pausadamente haciendo caso omiso del estremecimiento de los otros dos hombres.-Desde que me convertí en Auror he visto muchas de las caras de la magia negra. Pero me temo que se acerca algo malo.
-Pero... Voldemort... murió hace cinco años.-Dijo Ron apretando los dientes cuando pronunció el nombre del tenebroso mago, que aterrorizo a la comunidad mágica de tal forma, que incluso ahora su nombre lo pronunciaba poca gente.-Entonces, ¿ a quién llamarían los mortifagos su señor?.
-Ya sabes lo que opino sobre eso. Sobre la posible identidad de nuestro enemigo.-Dijo Draco apretando su mano derecha con fuerza.
-Si sabemos tus estúpidas teorías al respecto de mi ahijado, Malfoy.-Dijo un hombre de pelo negro y sin lavar, sus ojos negros apenas se veían a través de mugriento cabello. Las ropas que llevaba una vez debieron ser elegantes, pero ahora la suciedad se había echo dueña de ellas.-Tu familia no es un ejemplo a seguir para echar acusaciones tan rápidas.
-Bienvenido, Black, me sorprende que sigas vivo todavía. Si a eso se le puede llamar vivir.-Dijo Draco despectivamente mirando a Sirius de arriba abajo, y torciendo la nariz en gesto de repugnancia cuando el olor que el antiguo preso de Azkaban llegó hasta él.-¿Quién es el que ha invitado a esta reunión secreta a este perdedor?.
-He sido yo.-Dijo una pausada voz que venía del pasillo, unos pasos se aceleraron y dejaron ver a un hombre ya mayor, rondaría los 50 años. Su pelo negro estaba ligeramente encanecido, pero sus ojos de color negro demostraban una fuerza intensa. Vestía una túnica negra, que tenía el escudo de Hogwarts cosido a la altura del pecho.-Yo soy el primero que tiene sus diferencias con Sirius, pero lo necesitaremos, si deja de auto compadecerse de una vez.
-Mira quién tenemos aquí. Al gran director de Hogwarts. Pobres alumnos les compadezco.-Dijo Neville mirando con furia al recién llegado.-Era mejor que te quedarás en el colegio, Snape.
-¡Longbottom! ¡Que sorpresas que me da! La primera fue que un incompetente como tú llegará a ser auror, y encima de los buenos. Y ahora estás en una reunión que se supone que debe atraer a las mejores.-Dijo Snape cruzando una mirada de enemistad con Neville.
-Intentemos guardar nuestros rencores personales. Estamos aquí por una razón importante.-Dijo Ron levantando la voz.-Saber si la oscuridad ha regresado, quien la ha traído y sobretodo luchar contra ella por nuestra cuenta. Draco, no creo que Harry tenga que ver con esto. Recuerda que él fue el que acabo con Voldemort hace cinco años.
-Lo recuerdo. Pero también te recuerdo que desde que salió del colegio nadie le ha vuelto a ver. Desapareció sin dar una explicación ni siquiera a sus seres queridos. ¿O acaso sabes donde esta Harry, Black?.-Preguntó Draco.
-No lo sé. Pero eso no quiere decir nada. Harry sufrió mucho por la muerte de Hermione, quería huir de un mundo que lo trataba como un héroe, cuando él mismo se sentía culpable de muerte de la única chica a la que creía poder amar.-Explicó Sirius entristecido.
-Eso no explica nada, según tú. Pero, ¿y el asesinato de Petrigew?. Lo llamó asesinato porque no lo quiero denominar carnicería. Ese día lograste ser indultado de tus crímenes. Murió dos semanas después de que Harry desapareciera. ¿Acaso no parece un regalo para su padrino? Otorgarle la libertad y vengar la muerte de sus padres.-Continuó Draco.
-A Peter le podía haber asesinado cualquiera. Tenía muchos enemigos entre los mortifagos. Muchos lo culpaban de la caída de su señor, pero muchos otros le culpaba aún más por traerlo de vuelta.-Dijo Sirius apretando los dedos con fuerza sobre la superficie de la mesa.
-La forma de morir de Peter no fue normal. Fue mi primer trabajo como Auror.-Dijo Neville de improviso.-No fue asesinado con ninguna maldición, fue atado y golpeado durante días, hasta que finalmente su cuerpo no pudo resistir más. Todavía lo recuerdo, como colgaba atado por las muñeca, como su cabeza caía pesadamente en su pecho sanguinolento, su cuerpo presentaba varios pequeños cortes, que habían derramado mucha sangre que en ese momento estaba seca. Cuando le levantamos la cabeza vimos que los ojos le habían sido arrancados al igual que la lengua. Fue horrible, esa escena casi me hace renunciar. Aunque no creo que Harry fuese capaz de hacer algo por el estilo.
-Bien, esa sigue siendo vuestra opinión. Espero que no estéis equivocados. ¿Vendrá alguien más?.-Preguntó Draco, apoyándose cansado sobre el respaldo de su silla.
-Mis hermanos están dispuestos a unirse, pero no han podido venir ya que sería demasiado sospechoso para el ministerio. Me han proclamado su portavoz, al igual que Seamus. Mis padres no se unirán, siguen fieles a la antigua orden y a Dumbledore.-Contestó Ron.
-Dumbledore ya no es útil, se ha vuelto loco. Las muertes de Hermione y Ginny acabaron con su mente.-Dijo fríamente Draco, mientras el resto de los participantes de la reunión le echaban miradas de desaprobación.
-Duele, pero Draco tiene razón. Dumbledore ya no es de ninguna utilidad.-Suspiró Sirius.-Gran parte de la Orden del Fénix todavía cree en él. Es posible que hasta nos persigan por hacer lo que pretendemos.
-Es un riesgo que estoy dispuesto a aceptar. Yo represento a Dean y Justin, y sigo a los hermanos Crevey, pero no me fío del todo de ellos. Ron, tú tampoco deberías estar aquí, de todos nosotros eres el único que tiene una familia que mantener, tienes a tu esposa y a tu hijo. Nosotros no tenemos nada que perder, ni nadie echará nuestras vidas demasiado de menos.-Dijo Neville mirando intensamente al más joven de los Weasley.
-Estoy de acuerdo con Neville. No deberías involucrarte más ahora que todavía tienes tiempo.-Insistió Draco, que dejó de hablar al ver el rostro serio de Ron.
-Es posible que tengáis razón. Pero no quiero que mi hijo crezca con miedo. No si yo puedo hacer algo para impedirlo. Y creó que esta es la única solución.-Contestó Ron rotundamente.
-Crear una nueva orden. Nuestra única salida ante la ceguera del resto del mundo mágico.-Dijo Snape finalmente.-Nadie debe saber de nosotros. Pero todavía no estamos todos. Moody dijo que se uniría a nosotros, y es extraño que se retrase.
-Hay una chimenea en la sala de la izquierda. Veré si esta en su casa. Tal vez se le haya olvidado, Moody no es ya un jovencito.-Dijo Draco levantándose de su asiento y saliendo de la habitación para dirigirse al cuarto que contaba con una chimenea.
La chimenea estaba enfrente de la puerta. Estaba llena de mugre y hollín. Un sofá lleno de agujeros se encontraba apoyado contra la pared izquierda de la oscura sala, seguramente los ratones fueron los responsables del mal estado del sofá. Una mesa cubierta por una sabana era el otro mueble que adornaba el cuarto. Draco saco su varita y lanzó un sencillo hechizo para poder ver. Se llevó la mano a la cintura y saco una bolsita pequeña que contenía unos polvos verdes. Cuando se acercó a la chimenea se arrodilló y echo una pequeña cantidad de estos polvos en su interior. Una gran llama verde se encendió en el interior de la chimenea. Draco metió la cabeza y dijo el nombre de la casa del viejo Auror. Tras hacer esto vio el interior de la casa de Moody, su salón estaba a oscuras y estaba muy desordenado, como si alguien hubiese estado buscando algo. La luz verde que había en la chimenea iluminaba ligeramente los alrededores.
-¿Moody?.¿Estas ahí?. Soy Draco.-Empezó a preguntar Draco, cuando le pareció ver como una de las sombras de la sala se movía. Se fijo detenidamente pero no volvió a notar nada. Entonces se dio cuenta que había estado conteniendo la respiración y soltó su contenido aliento. En ese mismo momento vio de nuevo un movimiento, esta vez estaba seguro. Los rayos verdes provenientes de la chimenea habían iluminado claramente a una persona vestida de negro y que estaba encapuchado. Se iba acercando lentamente a la chimenea, con movimientos silenciosos, casi felinos. Tuvo suerte de haberle visto moverse la primera vez.-Quédese donde esta y responda a mis preguntas. Soy un Auror del ministerio y le puedo asegurar que se ha metido en problemas. ¿Dónde esta el dueño de esta casa?. ¿Dónde esta Alastor Moody?
-Un Auror del ministerio. Estoy francamente impresionado, y asustado debo añadir. Por eso contestaré a tus preguntas, señor Auror. Para no incurrir en su ira.-Dijo pausadamente, casi arrastrando las palabras, la sombra que ahora se había detenido. Su voz no tenía expresión, pero Draco notó un tono de burla inconfundible en ella.- ¿Moody?. ¿Dónde esta Moody?. La respuesta a esa pregunta es sencilla. Ojoloco Moody está muerto. Ahí concretamente.-El tono de la voz ahora era más cruel y con un movimiento tan rápido que Draco apenas pudo verlo sacó la varita y señaló al frente iluminando el cadáver de Alastor Moody.
El cuerpo de Moody estaba atado de pies y manos, formando sus brazos y piernas una cruz. La cara deformada de Moody ahora era una visión horrible. Parte de la carne de su cara ya no estaba, y se podía ver el cráneo. Lo mismo ocurría en varios partes del cuerpo del ahora muerto Auror. Había sido torturado con extrema crueldad. Su ojo mágico reposaba roto en el suelo Unas arcadas resonaron en el estómago de Draco. La persona encapuchada aprovecho esa distracción para acercarse más. Estaba a unos dos metros y Draco pudo percibir un brillo del interior de la capucha, aunque no fue suficiente para ver el rostro que se ocultaba bajo ella.
-¿Alguna pregunta más?. Si es así espero que no sea una obviedad como la de quien le ha hecho eso o quien soy yo. La primera por parecerme demasiado estúpida, y la segunda porque no quiero facilitarte el trabajo. Hay que admitir que el viejo estúpido era valiente, resistió todo ese dolor sin decirme nada sobre vosotros. ¿Resistirías todo ese dolor sin ceder, Draco?.-Preguntó el encapuchado acercándose un paso más.
-¿Cómo sabes mi nombre?.-Preguntó asustado Draco, en ese momento su mirada se cruzo con la del encapuchado y pudo ver la mitad de su rostro. Era pálido y tenía la piel pegada a la carne, sus ojos eran verde esmeralda y parecían arder por entre las hebras de pelo negro que surcaban su rostro. Draco reconoció ese rostro y se pudo echar hacia atrás justo a tiempo para no ser atrapado. Por el impulso se golpeó en la cabeza, y acabó tumbado en el suelo boca arriba. El ruido había alertado a los ocupantes de la sala contigua, que lo miraban con rostros preocupados.
-¿Qué ha pasado?. ¿Esta Moody bien?.-Preguntó impacientemente Snape.
-Las razones para formar esta orden estaban fundadas. La oscuridad ha regresado y he visto su rostro. Mis sospechas eran ciertas. Y no, Moody no esta bien, Harry Potter lo acaba de asesinar de una forma horrible.
