The Lost Letter

Por Core BloodDrinker

'Aioria:

Lo escribo por que así lo siento, aunque quizás nunca te entregue esta carta. ¿Cobardía? No, creo que simplemente es el miedo a perder tu amistad y ganarme tu indiferencia. Pero lo que siento fue creciendo dentro de mí a pasos agigantados. Nunca te diste cuenta. Tan solo me ves como a una hermana, tu amiga. No me ves como a una mujer, no me ves como quiero que me veas.

Por las noches sueño que te tengo a mi lado, que duermo entre tus brazos y que entre besos me dices que me amas. Pero son sueños, la realidad es diferente. Hay abrazos, pero solo fraternales; hay besos, pero solo de amistad.

Durante años te he visto entrenar, crecer y convertiste en el hombre que hoy eres.

Te amo, pero me duele, me hace sufrir. Este sentimiento no compartido, este sentimiento reciproco. Sin darme cuenta te entregue mi corazón. Pero la culpa es tuya; por ser tan bondadoso, justo y cariñoso; por protegerme siempre; por levantarme los ánimos cuando estuve mal y por quererme de esta manera que me da esperanzas vacías.

¿Tan perdida me encuentro?, Que veo tus cabellos color miel, tus facciones, tus ojos azules; en todo rostro y escucho tu voz brotar de labios desconocidos, ¿Estaré enloqueciendo?.

Mi destino es amar u odiar al hombre que vea mi rostro desnudo, pero te he amado desde el primer instante en que te vi.

Eres diferente a los demás. Para mí eres perfecto, a mis ojos no saltan tus defectos.

Ya no quiero sentirme culpable por lo que siento, ya no quiero derramar mas lagrimas, ya no quiero sufrir. No quiero perderte, aunque nunca te tuve.

Te confieso esto, por que ya no puedo conformarme con loo que tengo. Pero quizás sea hora de decir adiós…'

"Wow" exclamo Aioria al terminar de leer la carta inconclusa. Se encontraba sentado en el sillón de la biblioteca del recinto principal. Nunca se imagino que al abrir el libro que había estado leyendo se encontraría con esa carta…que estaba dirigida al.

"OH!…Aioria" Dijo Marin que había entrado precipitadamente

"Hola Marin" Le saludo "¿Pasa algo que entras así?"

"Emm…Estoy buscando…" El asombro se pintó en el rostro de la amazona, lo que estaba buscando, estaba justamente en las manos del santo dorado. La carta que se había olvidado el día anterior "…estaba buscando a Atena" Mintió

"Atena ha partido a Asgard con los santos de Bronce, al parecer algo raro esta pasando allí" Le explico a Aioria mientras volvía su vista a la carta "Encontré esto…" Le muestra la hoja "…Y esta dedicada a mi" Dijo con incredulidad

"Quien será la despistada" Fingió asombro

"No esta terminada, ni tampoco firmada"

"Que lastima…EH, me tengo que ir" Dijo Marin sin preámbulo

"Marin…" Aioria se puso de pie. Había reconocido la letra de la carta. Nunca se imagino que Marin albergara esos sentimientos hacia él. Pero como decirle; el la quería, pero no como ella deseaba. No quería herirla, no quería ver lagrimas en ese dulce rostro. Ella era lo mas cercano a una hermana que el tenia.

"¿Sí Aioria?" Marin se dio vuelta, estaba nerviosa

"Quizás estoy sea de alguna chica del recinto" Se hizo el desentendido " Me harías el favor de regresarcelo a su dueño, dile que tu la has encontrado. No me gustaría romper el corazón de una amazona, tu bien sabes…"

"…que la mujer de tu vida no ha llegado" Completo la oración con una mueca, ya que ese era el discurso cabecera de Aioria

"Gracias" Le entrego la carta

"De na…" Aioria la abrazo sin previo aviso. Marin se quedo inmóvil, este abrazo era diferente a los demás.

"Perdón" Dijo Aioria en un susurro, casi tan bajo que Marin apenas lo oyó "¿Te he dicho lo mucho que te quiero?"

"Sí" Marin comenzó a sentir que las lagrimas se agolpaban en sus ojos

"¿Te he dicho que eres como una hermana para mí?"

"Sí" En vano trato de retener las lagrimas ya que una rodó por su mejilla. Había entendido el significado de esas palabras.

"Debo regresar a mi templo" Le dijo mientras se separaba de ella "¿Estas bien?" Le pregunto al verle los ojos llorosos

"¿Ah? Sí, es que me ha entrado algo en el ojo" Le sonrío

"Ven a cenar luego" Le invito estando ya en la puerta

"Esta bieen" Le dijo con fingido fastidio, Aioria le sonrío y se marcho.

"Se dio cuenta" Se dijo mientras miraba la carta. Se acerco al hogar que permanecía encendido, últimamente hacia mucho frío para ser primavera. Rompió en dos la carta y la arrojo al fuego "Adiós Aioria" Dijo con una sonrisa melancólica.

Se despidió de ese sentimiento; de ese amor que nunca podria ser; para darle la bienvenida al único sentimiento que podía albergar hacia ese Santo Dorado : El de amistad.

Fin

