Capítulo seis. Besos.

Misaki no tenía nada de ganas de ir a la fiesta a la que lo había invitado a Azumi, pero no tenía muchas opciones. Al menos, no iría solo, se llevaría a sus amigos con él. "Si yo me hundo, ellos se hunden conmigo", pensó, divertido. Aunque después se arrepintió de sus palabras, ya que si lo llegaban a atrapar, ellos también serían encontrados culpables por encubrimiento.

Tsubasa, Sanae, Wakabayashi y Misaki abordaron el automóvil rentado de Genzo y partieron rumbo a la casa de Nicole, aunque antes hicieron una parada para recoger a Azumi. La fiesta apenas estaba comenzando a animarse cuando llegaron; inmediatamente Azumi se acaparó a Taro y se llevó a bailar, mientras que Tsubasa y Sanae se pusieron a platicar con un jugador del Barcelona que casualmente estaba allí, acompañado por su esposa.

Wakabayashi estaba de franco mal humor; él no quería estar en ese lugar. Nicole era la prima de Nadia, una antigua novia que tuvo cuando él aun estaba jugando para el Hamburgo. Su relación había quedado en malos términos debido a los celos excesivos de ella, quien no soportaba que ninguna chica se le acercara. Incluso, mucho después de que ya habían terminado, ella seguía reclamándole cada vez que él salía con alguna muchacha, por lo que Genzo optó por dejar de dirigirle la palabra. Y ahora, estaba otra vez allí, en la zona de peligro. Él esperaba que Nadia no estuviera presente en esa fiesta...

Misaki bailaba con Azumi, pero su mente parecía estar en otro lado... No dejaba de pensar en los robos que había cometido y... tampoco podía dejar de pensar en Lara. ¿Qué era lo que ella tenía que lo mantenía tan distraído?

Taro, ¿te sientes bien?.- le preguntó Azumi.- ¿Te pasa algo?

"Pues la verdad es que sí, fíjate que las dos últimas noches he robado obras de arte del museo en donde trabaja mi padre y no puedo dejar de pensar en los ojos grises de la bella detective que investiga el caso", pensó Misaki.

Eh... No, es solo que, tú sabes... Los robos que se han cometido en el Louvre nos tiene a mi padre y a mí muy preocupados... .- contestó Taro.

Ya entiendo.- dijo Azumi.- ¿Tienen alguna pista?

Ninguna.- una vocecilla en el interior de Taro volvió a llamarlo "mentiroso".

Wakabayashi vio de pronto una escena que le produjo una gran desazón: Nadia venía bajando por la escalera que conducía al segundo piso del lugar, y era evidente que ya se había percatado de su presencia. "Me lleva", pensó Genzo, "Voy a colgar a Misaki y no precisamente de los pies...".

Nicole y Nadia se acercaron a la mesa en donde estaba sentado Wakabayashi; éste cortésmente se puso de pie y saludó a las jóvenes con una reverencia.

Buenas noches.- dijo

¿De cuándo a acá tanta formalidad, Genzo?.- dijo Nadia, con una sonrisa.

Nos da gusto que hayas venido, Wakabayashi.- dijo Nicole.- Por cierto, ¿podrías hacerte cargo de mi prima? Tengo que atender a mis invitados.

Wakabayashi notó el intercambio de miradas que se dio entre Nadia y Nicole, cosa que terminó por enfadarlo.

Cuánto tiempo ha pasado.- murmuró Nadia.- Tenía tantas ganas de verte de nuevo...

¿A qué te dedicas ahora, Nadia?.- preguntó Genzo, secamente.

Uy, no tienes por qué ser tan frío conmigo, después de todo lo que hemos pasado juntos...

Nadia intentó acercarse al joven, pero en ese entonces el ruido que había en la fiesta comenzó a hacerse más fuerte y empezaron a escucharse murmullos de admiración. Misaki y Wakabayashi, desde sus respectivos puestos, vieron entrar, muy asombrados, a las dos mujeres que menos pensaban encontrarse allí: Lara y Lily. Ambas se veían preciosas en sus trajes de fiesta, y era sorprendente el cambio que el maquillaje y el atuendo hacían en Lara: se veía más bella que nunca. Taro la contempló con la boca abierta, se quedó paralizado a mitad de la pista de baile mientras que Azumi lo miraba con extrañeza. Genzo, por su parte, no perdió ni un instante y se paró de la mesa para ir a saludar a Lily.

Buenas noches, Lily.- las saludó.- Buenas noches, detective Del Valle.

Buenas noches.- respondieron éstas.

¡Qué maravillosa sorpresa encontrarte aquí!.- le dijo Genzo a Lily.- ¿Me permites invitarte algo de beber?

Me encantaría.- respondió Lily, con una sonrisa. Sus ojos brillaban y se había puesto algo colorada.

Espera, Lily, no me dejes aquí sola... .- comenzó a decir Lara, pero sus palabras cayeron en oídos sordos, pues su hermana ya se había prendado del brazo del portero japonés.

Lara no supo qué hacer, no conocía a nadie allí, había ido por insistencia de su hermana pero la verdad era que ella prefería estar trabajando en el caso del Louvre. "Ojalá el capitán Sauniére no me hubiese impuesto este descanso obligatorio", pensó. Así que decidió irse al balcón a esconderse.

Era una noche de luna preciosa; a través del balcón podía apreciar a lo lejos la Torre Eiffel y parte del río Sena. París le había gustado a Lara desde el primer instante en que lo conoció. Ella podría quedarse allí toda su vida, aunque sabía muy bien que su hermana no era de la misma idea, Lily era un espíritu libre que no podía quedarse por mucho tiempo en el mismo sitio. Contempló con cierta melancolía el cielo estrellado y lanzó un suspiro.

Un suspiro es aire que sobra por alguien que falta.- susurró Taro, muy cerca de su oído.

Lara dio un respingo.

¡Me asustó!.- reclamó, un tanto ofuscada.

¿Cómo? ¿Ya otra vez me vas a hablar de usted?.- preguntó Taro, con suavidad.- Creí que ya habíamos hecho las paces...

Ah... Es que... Bueno... .- tartamudeó Lara.

Vamos, dejemos toda la formalidad de lado, al menos por esta noche. Yo soy simplemente Taro.- él sonrió.

Y yo... Yo me llamo Lara...

Ambos sonrieron, al tiempo que se estrechaban la mano. Ninguno de los dos hubiese querido soltar al otro.

De verdad que fue una sorpresa muy grande para mí el verte aquí.- comentó Taro.

Lo mismo digo...

¿Eres amiga de Azumi, de Nicole, o de Nadia?

De ninguna. Lily conoció a Azumi en la universidad y ella la invitó a esta reunión y le dijo que podía traer a quien quisiera. Yo no quería venir, pero Lily insistió en que debo de distraerme del trabajo por un rato.

Y tiene razón, has trabajado mucho últimamente.

Y no es para menos.

En los ojos grises de Lara se reflejó la tristeza y Taro comenzó a sentirse muy mal consigo mismo...

Mientras tanto, Lily y Genzo platicaban animadamente en un apartado rincón; cada vez era más evidente la atracción entre ambos, y Genzo comenzaba a sentir el fuerte deseo de besar aquellos suaves labios y de estrechar a aquella chica entre sus brazos. Lily era una niña muy dulce que no sabía coquetear, pero precisamente ésa era una de las cosas que más le gustaban a Wakabayashi de ella. Él sintió que podría llegar a enamorarse con muchísima facilidad... Lily, por su parte, estaba más que fascinada; se había prendado de aquel joven desde el momento en que lo vio en el Louvre, realmente le gustaba muchísimo y era sorprendente el hecho de que pudiera controlar los latidos de su corazón cada vez que él se le acercaba... Y aunque ambos platicaban de trivialidades, los dos se sentían como dos personas que llevaran mucho tiempo de conocerse...

¿Y cómo te va con el Bayern Munich?.- preguntó Lily.

Muy bien, esta temporada seremos los campeones.- respondió Genzo.

¡Guau! Debe ser fascinante ir a un partido de fútbol, yo siempre he tenido muchas ganas de ir a uno pero no he podido...

¿Y eso?

Ah, pues es que a Lara no le gusta mucho el fútbol y no me deja que yo vaya sola... Ni con alguien más...

Uhm, creo que te sobreprotege, ¿cierto?

Así es, ya sabes, con eso de que es mi hermana mayor... Me trata como si tuviera 17 años y no 23... Como si aquello pudiera volver a repetirse.- Lily de pronto se puso muy triste.

¿Qué te ocurre?.- le preguntó Genzo, con suavidad.

Nada. Es solo que... Me vinieron recuerdos a la mente... .- los ojos de Lily comenzaron a llenarse de lágrimas.

Ey, tranquila, ¿por qué lloras?.- Genzo secó con ternura sus lágrimas.- ¿Qué fue lo que recordaste?

Lily miró un momento a Genzo a los ojos, al tiempo que se mordía los labios. ¿Podría confiar en ese joven? Su corazón le decía que sí.

Es que... Hace años, alguien intentó violarme...

¿Cómo?.- Genzo sintió un arrebato de ira e indignación.

Sí, en una fiesta en la que también estaba Lara... Yo... Yo estaba con un chico que medio me gustaba, pero él comenzó a darme más y más bebidas hasta que hubo un punto en el cual yo ya no me podía defender... Él me llevó hasta una de las habitaciones de la casa y había comenzado a quitarme la ropa cuando Lara apareció y detuvo todo...

¿Pero por qué no apareció antes?.- Genzo estaba cada vez más enojado.

Porque ella también estaba siendo engañada. Un amigo del tipo que me quiso violar la estuvo engatusando para que se mantuviera apartada de mí y el otro pudiera ponerme las manos encima... .- Lily suspiró.- Desde ese entonces ella no quiere ni oír hablar de los hombres...

¿Y tú?.- le preguntó Wakabayashi.- ¿Tú tampoco quieres oír hablar de hombres?

Durante un tiempo así fue.- Lily sonrió.- Pero yo tiendo a aceptar las cosas muy rápido, no porque me fue mal con un desgraciado voy a perder la oportunidad de conocer a alguien que sí valga la pena.

Te aseguro que hay muchos hombres que harían todo lo posible por cuidarte y que nunca te lastimarían.- murmuró Genzo.- Y puede que haya uno mucho más cerca de lo que te imaginas.

Lily acercó su rostro al de Genzo, cerró los ojos y entreabrió sus labios; Genzo no dudó ni un instante y los besó con delicadeza...

La música flotaba suavemente hasta el balcón en donde estaban Lara y Taro. Él sintió deseos de tomar a la chica de la cintura y llevarla entre sus brazos al compás de la música.

¿Quieres bailar conmigo?.- le preguntó a Lara.

Eh... No soy muy buena en esas cosas.- contestó ella, muy apenada.

¿Y qué? Yo tampoco.

Pero allá adentro todo el mundo nos verá...

¿Y quién dice que bailaremos adentro? Aquí hay mucho espacio, estaremos a nuestras anchas.

Ella vaciló unos instantes antes de tomar la mano que le ofrecía Misaki. La canción que en esos momentos se escuchaba era Love is all around . Lara se dejó llevar por la calidez de los brazos de aquel joven japonés...

I feel it in my fingers.

I feel it in my toes…

Love is all around me,

And so the feeling grows…

Te ves muy hermosa esta noche.- susurró Taro, al oído de Lara.

Gra... Gracias... .- tartamudeó ella.

Cuando te vi entrar... No supe de mí... Me dejaste completamente hechizado...

Lara se sentía hipnotizada por aquellos ojos sinceros. ¿Qué era lo que ese muchacho tenía que le ponía el corazón a temblar?

Taro... .- susurró Lara.- Creo que debo irme...

Ella intentó zafarse del abrazo, pero Misaki no la soltó.

No huyas de mí, yo nunca te lastimaría.- le dijo en voz baja.- Confía en mí.

Yo... .- Lara miró a Misaki a los ojos una vez más.

You know I love you, I always will...

My mind's made up by the way that I feel...

¿Sabías que tus ojos tienen un tinte azulado muy hermoso?.- dijo él, tomándola por sorpresa.

¡Ahh! Nadie lo había notado antes...

Me sorprende mucho, nadie puede dejar de observar ese detalle en tus ojos que te llenan de vida.

There's no beginning,

There'll be no end

'cause on my love you can depend...

Lara ya no pudo más: se dejó caer en el abismo. Cerró los ojos y sintió como los labios de Misaki se posaban suavemente sobre los de ella.

Notas:

Love is all around, interpretada por Wet Wet Wet.