CAPITULO 2

Eran la seis de la mañana Mitsui había despertado para ir al baño, seguía un poco aturdido y adolorido pero pensaba en el sueño que minutos antes y había tenido, donde él besaba a Aida, por lo general desde que lo había conocido siempre soñaba algo así con él, entonces ¿seria que Aida le gustaba¿O simplemente se estaba volviendo loco, Esas dudas hacían que su cabeza le diera vueltas.

De nuevo ese aroma, no había duda era de Aida, camino hasta la sala donde lo vio descansar, Mitsui se sentó aun lado, le veía dormir tan tranquilo. Con la mirada recorrió su rostro era perfecto miro sus labios y de ahí no salía eran tan tentadores que no lo resistió, inclino su cara y con sus labios rozo ligeramente los de Aida, pensando que esto no lo despertaría se aparto pero. Ya unos lindos ojos le miraban con sorpresa.

- yo... yo Aida, yo no..., Mitsui no sabia que decir Aida le miraba buscando una respuesta.

- Hikoichi yo... bueno yo... demonios Aida yo... tu me... tu me gustas.

Tras decir esto se inclinó para besarlo en los labios tiernamente, Aida no sabia que decir solo se dejo llevar notando como la lengua de Mitsui lamía sus labios invitándolo a abrirlos, Aida dejo entrara despacio, que sus lenguas rozaran, siguiendo sus movimientos.

Para Mitsui el sabor de la boca de Aida era calida, y demasiado dulce. Nunca se hubiera imaginado cuan dulce serian los labios de su lindo Aida.

La lengua de Mitsui continuaba lamiendo la de Aida, entrando aun más profundo, haciendo que el aire les faltara, Aida emitió un ligero gemido. Las manos de Mitsui sostenían su rostro, acariciándole dulcemente mientras le besaba. Aida subía sus brazos lentamente para rodearle con ellos, empezando a corresponder a las caricias de Mitsui y a su beso, haciendo que su lengua se moviera con de la de el, saboreando mutuamente cada centímetro de sus bocas. A ambos empezaba a faltarles el aire, esto hizo que se separaran para a tomar oxigeno. Mitsui miraba a Aida tiernamente. Mitsui volvió a acercarse pero esta vez fue Aida quien reinicio el beso.

Aida comenzó esta vez el beso, los brazos de Mitsui recorrían el cuerpo de Aida, las caricias se intensificaban, Mitsui comenzó a quitarle el pijama a Aida, sus manos se movían sobre el pecho de este, Aida suspiraba ante sus caricias, ya Aida estaba casi desnudo solo sus boxers los tenia puestos, Aida solo sentía las manos maestras de Mitsui que subían y bajaban por todo su cuerpo envolviéndolo en sensaciones totalmente desconocidas pero placenteras para el.

- Quiero que seas mío, susurro Mitsui en el oído del joven, en un tono que hizo estremecer cada parte del lindo niño, Mitsui recorría con sus besos el pequeño y frágil cuerpo de Aida, Mitsui comenzó a notar el calor dentro de el y comenzó a desnudarse dejando para el final su trusa,

El cuerpo que dejaba ver Mitsui era grande marcado y bien dotado sin pensar mucho la situación Mitsui comenzó a acomodar el joven y el clima del cuarto comenzaba a ponerse ardiente pero en eso...

¡Aida! Ya llegue... ¿Aida donde estas? Herma... no..., Era la hermana de Aida que apenas llegaba de la casa de una amiga y al entrar se había topado con la escenita¿¡¡¡¡De su hermano, medio desnudo, con otro hombre aun más y en la sala?.

Había pasado casi ya semana Mitsui y Aida salían juntos, mejor dicho Aida iba a ver a Mitsui a su casa, puesto que Mitsui se recuperaba sus lesiones, por lo que Mitsui estaba encantado con los cuidados de su Hikoichi; Pero ese jueves en casa de Mitsui.

5:30 PM cuarto de Mitsui.

- Hola Mitsui perdona la demora pero el director Taoka me pido que le ayudara y se hizo tarde.

- No te preocupes, así hoy te podrás ir mas tarde, por lo general Aida llegaba 3:00pm y salía de su casa siempre a las 6:00pm, por lo general cuando estaban solos siempre se besaban y hablaban pero no llegaban a más; al principio por sus heridas, después por alguna interrupción de parte del molesto amigo de Mitsui,

Ósea Kogure; pero por suerte solo venia a verlo un momento pues por lo que Aida sabia él estaba ayudando a Hanamichi a estudiar en las tardes… Mitsui comenzó a mirar a Aida muy pícaramente.

- Sabes estuve pensando, por que no terminamos lo que tu inoportuna hermanita llego a interrumpir ese día, al decir esto Mitsui ya tenia a Aida por la cintura acariciándolo y recorriéndolo a besos a su lindo Aida.

- Mitsui... hmm... ya hable... hmm... con ella y creo que hmm... lo entendió. Aida a duras penas podía pudo decir.

- Si pero no perdonare el que nos haya interrumpido. Dijo Mitsui fingiendo enojo puesto que estaba ya muy cómodo sobre de el.

¿y que piensas hacer? Pregunto inocentemente Aida.

- Simple, Fue la respuesta de Mitsui mientras lo acerco mas eliminando todo espacio existente entre ellos. Dentro del cuarto Mitsui, le besaba con inmensa pasión al pequeño; como ahora le llamaba a Aida, sus besos eran profundos que hacían que el aire les faltara; metió lentamente sus manos bajo el uniforme de la escuela, acaricio sus pequeños pezones hasta ponerlos duros, Aida jadeaba y se dejaba llevar, no solo por las certeras caricias, sino por los besos de su ahora "amante Mitsui" sí, hasta él en sus adentros se le hacia raro; él llamarle "amante", por lo general Mitsui no era tan apasionado; Bueno, tal vez si lo era solo que no había tenido la oportunidad de serlo con él, por sus heridas o las interrupciones; pero ahora que el ya estaba recuperando y al parecer, nadie vendría en la tarde a molestarlos y claro, Mitsui no dudaría en desaprovechar aquella preciada oportunidad para compensar el tiempo perdido.

Aida ya estaba desnudo y recostado en la cama siendo ahogado literalmente entre los besos y las caricias de Mitsui; este sin esperar mas, bajo sus labios hacia la zona mas preciada de su pequeño Aida, Mitsui lo miro con cierto aire lujurioso, con urgencia su lengua comenzó a recorrer el contorno de su pene y sus testículos, probaba, chupaba y mordía ligeramente, bajando aun más llegando a sus piernas, las cuales eran para el hermosas, las acaricio con cuidado cosa que a su lindo Aida hizo perder la cabeza, Mitsui como experto Don Juan volteo con gracia a su "niño" comenzando a lubricar el sitio; realmente le encantaban las blancas nalgas de su "niño " eran apetecibles y ricas, sin pensarlo cosa que realmente nunca hacia; metió su lengua dentro, lubricando y no queriendo traspasar aquel sitio que esperaba ya muy ansioso a su "amante". Aida al sentir la húmeda y cálida lengua de Mitsui comenzó a hacer arcadas tratando de seguir el ritmo que aquella lengua le imponía y parecía querer traspasar su zona virgen.

Mitsui sin compasión seguía con su juego de caricias, las cuales ya tenían impaciente al pequeño Aida; poco a poco su recorrido de besos y caricias pararon momentáneamente; Mitsui le puso frente de el quería ver su rostro, aquel en el que reflejaba la inocencia del pequeño esa misma que había visto esa tarde desde lejos, y le fascinaba, que lo enloquecía; sin esperar mas le beso y continuo a penetrarlo...

- Mmm... haaaa... hmm... aaaah... mmm, gemían los dos; tanto Aida como Mitsui, les envolvía el placer, la pasión, el amor ante todo, sus cuerpos cubiertos de sudor, ardientes y hambrientos por pertenecerse mutuamente, por ser parte del otro en aquel rito el cual solo era la comprobación de sus sentimientos, la entrega máxima de su propia vida, se amaban, se atraían, y no querían separarse por eso mismo se poseían.

Mitsui a cada embestida entregaba su alma, su vida a aquel hermoso ser que ahora le pertenecía, en cuerpo y alma, aquel que ahora gritaba su nombre con desesperación pidiendo por mas, suplicando por que no detuviera su ritmo, por que tocara el fondo de su ser.

- Aaaaaaaaah, Los dos amantes gritaron en unísono, signo de haber llegado al clímax, al su punto máximo, en que los cuerpos se liberan totalmente, dejando a sus almas juntarse para ser una y no separarse jamas.

Mitsui había terminado dentro de su pequeño y amado Aida, este por su parte sé y había corrido en el vientre de Mitsui, el cual ahora le veía con una ternura aun mayor que la primera vez que le viera.

- Hikoichi te amo, dijo Mitsui con suavidad en su oído, mientras dejaba caer su cuerpo en la cama junto con el de su pequeño Aida.

- yo no solo te amo... te necesito, tras decir eso y se abraso al cuerpo desnudo de Mitsui, el cual se aferro con la misma pasión de Aida, dejando que sus cuerpos aun calientes y sudorosos descansaban sobre la cama sin que les preocupase el mundo exterior, ahora solo les importaba el estar juntos.

CONTINUARA...