Capítulo diecisiete. El verdadero ladrón.
Wakabayashi y Misaki miraron a la chica con asombro.
¿Qué dices?.- le preguntó Wakabayashi a Lily, incrédulo. Misaki no podía articular palabra.¡Pero eso es imposible¡No pudo haberla secuestrado el Artista de la Noche!
Yo sé que suena imposible.- respondió Lily, hipando.- Al principio creí que era un truco de Misaki para hacer que Lara lo perdonara, pero... Después de leer esta nota me di cuenta de que la cosa va en serio. Va dirigida a ti, Misaki. La encontré sobre la mesa de nuestra cocina cuando regresé de comprar los boletos de avión.
Lily le extendió a Taro un trozo de papel doblado; éste lo tomó, lo abrió y leyó con gran sorpresa:
El juego terminó, Taro Misaki. Si quieres que la detective Del Valle siga con vida ven a la Torre Eiffel esta noche, en punto de las 12. Pero ven tú solo, si la policía se entera tu amiguita las pagará.
Atte.
El "auténtico" Artista de la Noche.
¿Pero cómo...?.- Misaki cada vez entendía menos.- No puedo creerlo...
¿Qué es lo que está ocurriendo, Misaki?.- lo interrogó Lily.¿Tenías un cómplice que se ha revelado contra ti por no robarte la Mona Lisa?
¡No! Yo nunca tuve cómplices... .- Taro se interrumpió al ver a Genzo sonreír.- Bueno, sí tuve aliados, tres para ser exactos, pero estoy completamente seguro de que ninguno de ellos haría algo así.
Tus amigos, Tsubasa y Sanae, ellos no... ¿Harían algo así?.- preguntó Lily, inquieta.
Nunca.- contestó Misaki, con firmeza.- Sé que no los conoces, pero te puedo asegurar que ellos nunca harían algo así.
Pues la verdad no sé que pensar.- dijo Lily, muy seria.- Como que últimamente ya no confío en ninguno de ustedes.
Pues tendrás que decidirte ahora.- habló Genzo, algo molesto.- Si después de todo lo que hice ayer para convencerte de nuestra inocencia no te basta para confiar en nosotros, para confiar en mí, entonces no sé que otra cosa hacer.
Lily miró a Genzo retadoramente unos instantes, después volvió a ver a Misaki y su expresión de duda aumentó más.
Escucha.- continuó Wakabayashi, más calmado.- Tienes que confiar en nosotros. Yo sé que en el fondo sí nos crees, pues de lo contrario no habrías venido buscando nuestra ayuda.
Eso es cierto.- señaló Misaki.
No sabía que otra cosa hacer.- replicó Lily.
Como sea, bien sabes que no tienes otra opción. O confías en nosotros y hacemos lo posible por salvar a tu hermana o te vas y le entregas esta nota a la policía.
Lily lo meditó por unos instantes. Qué más daba, después de todo no tenía un mejor plan. Y realmente temía por la seguridad de Lara. Suspiró al tiempo que asentía con la cabeza.
Qué más da, pues entonces pongámonos a pensar en qué podemos hacer.- dijo.
Pues tengo que ir a la Torre Eiffel, eso es seguro.- acotó Taro.
¿Estás seguro de eso? Es muy probable que se trate de una trampa.- señaló Genzo.
No, no es muy probable, es cien por ciento seguro que se trate de una trampa.- replicó Misaki.- Pero debo ir, de lo contrario ese desgraciado puede hacerle algo a Lara.
Wakabayashi notó que Misaki estaba enojado, pues él nunca usaba ese tipo de palabras.
¿Y tienen alguna idea de quién pueda ser el verdadero ladrón?.- preguntó Lily.
Nota de la autora: Bueno, supongo que para estas alturas ya debieron de descubrir quién es el autor intelectual de los robos
La verdad... Sí, sí tengo una sospecha.- murmuró Misaki.- No sé cómo pude ser tan tonto como para no darme cuenta antes. Era bastante obvio. Lo que aun no sé... Es el por qué está haciendo todo esto...
¿De quién sospechas?.- preguntó Wakabayashi.
De... .- Misaki no pudo terminar la frase porque el timbre volvió a sonar en ese instante.
Eran Tsubasa y Sanae. Los tres jóvenes los pusieron inmediatamente al corriente de la situación.
Válgame, la cosa ya se puso fea.- comentó Sanae.¿Qué vamos a hacer ahora?
Ya les dije, iré a la cita esta noche.- replicó Taro, decidido.- No voy a dejar que nadie lastime a Lara.
¿No sería mejor que llamaras a la policía?
Ya leyeron la nota, si la policía va, matarán a Lara..- gruñó Misaki.- Tendremos que hacerlo nosotros solos.
Al caer la noche, los jóvenes ya tenían un plan, muy simple, pero un plan al fin y al cabo: Misaki se presentaría solo a la reunión, pero en las cercanías rondarían Wakabayashi y Tsubasa, por si acaso su amigo llegara a necesitar ayuda. Sanae esperaría en el automóvil rentado de Wakabayashi, lista para ir a recogerlos o para llamar a la policía en el caso de que algo saliera mal. Lily insistió en ir a acompañarlos también, pero Genzo se resistía.
Tengo más derecho que cualquiera de ustedes a ir.- reclamó.- Lara es mi hermana.
¿Pero qué no te das cuenta de que esto es muy peligroso?.- rebatía Genzo.- Puedes salir lastimada, no sabemos contra lo que nos vamos a enfrentar.
¡Ustedes no se habrían enterado de esto si yo no hubiera venido a decírselos!.- gritó Lily.¡No es justo que un grupo de personas que apenas conocen a Lara vayan a hacerse los héroes rescatándola mientras que yo, que tengo veintitrés años de estar con ella me tenga que quedar sentada, esperando noticias! Sin ofender.- les dijo Lily a Tsubasa y Sanae.
No te preocupes.- Tsubasa sonrió.
Wakabayashi, ella tiene razón.- intervino Sanae.- Ella es su hermana y no le podemos impedir que vaya. Además, ya está lo bastante grandecita como para tomar sus propias decisiones¿no crees? Ya deja de sobreprotegerla tanto.
Estás actuando igual que Lara.- refunfuñó Lily.
Al escuchar esto, Wakabayashi sonrió
¿Qué te causó gracia?.- preguntó Lily, molesta.
Nada. Es solo que ahora puedo entender a tu hermana.- respondió Genzo.
¿Cómo?
Sí, ahora sé por qué te cuida tanto. Tiene miedo de perderte. Igual que yo.
Lily se puso muy colorada. Misaki, Tsubasa y Sanae intercambiaron sonrisas de complicidad.
Bueno, está bien.- aceptó Wakabayashi.- No puedo impedirte que vengas con nosotros.
Misaki comenzaba a preocuparse por su padre. Ya eran más de las once de la noche y él aun no llegaba. Ichiro Misaki rara vez llegaba tarde, pero Taro decidió que se preocuparía de eso a su debido tiempo. "Una cosa a la vez", pensó, "Yo sé que mi padre estará bien. De seguro logró convencer a la policía de que lo dejaran pasar esta noche en el Louvre".
Al filo de la medianoche, los cinco muchachos partieron rumbo a la Torre Eiffel. Ninguno de ellos sabía lo que se encontrarían allá, pero fuera lo que fuera, estarían listos para hacerle frente.
A las doce en punto, Misaki estaba parado justo enfrente de la Torre Eiffel. A lo lejos, se escucharon las campanadas de la catedral de Notre Damme. Había tanto silencio que Misaki podía escuchar cada uno de los latidos de su corazón...
De pronto, un bulto surgió entre las sombras, lentamente fue haciéndose visible, y de pronto, se partió en dos. Taro notó que eran dos personas las que se acercaban a él, y la persona que venía al frente era Lara. Se veía muy demacrada y tenía el rostro surcado por las lágrimas. Su boca estaba amordazada y tenía las manos fuertemente amarradas a su espalda. Sus ojos grises le pedían a Taro que huyera de allí lo antes posible. Pero él no se marcharía sin ella...
Eres puntual, como siempre, Taro.- dijo la persona que venía sujetando a Lara. Misaki no tardó en reconocer esa voz grave. Ya se lo esperaba.
Déjala ir.- ordenó Misaki.- Ella no tiene nada que ver en esto. Soy yo a quien quieres. Aunque no entiendo por qué...
¿No es bastante obvio? Lo que me sorprende es que hayas tardado tanto tiempo en darte cuenta de que era yo quien estaba detrás de todo esto.
La verdad, nunca pensé que un amigo de mi padre pudiera traicionarme en esta forma.
Misaki ya sabía que el verdadero Artista de la Noche era Louis Lacouture.
Esa mañana, mientras Misaki cavilaba acerca de lo que su alter ego le confesó, le vinieron a la mente los recuerdos que le faltaban de la fiesta en honor al nombramiento de su padre como director del Louvre (ya mencionada en el capítulo trece). Recordó que había sido Lacouture la persona que señaló el apodo futbolístico de Taro, y otro amigo de su padre preguntó, sin que viniera al caso, que si al muchacho no le agradaba salir de parranda nocturna, a lo que Lacouture respondió que esperaba que no fuera así, pues de lo contrario tendrían que cambiar su apodo de "Artista del Campo" al de "Artista de la Noche".
La respuesta estuvo enfrente de mí todo este tiempo y no me di cuenta.- comentó Taro.¿Cómo pudo ser?
Eres muy ingenuo, muchacho. Es muy fácil engañarte.- respondió Lacouture.- Haciéndote creer que necesitaba tu ayuda para un estudio de investigación... Fue muy fácil para mí hipnotizarte y hacer que obedecieras mis órdenes. Fui yo quien le ordenó a tu pequeña y manipulable mentecita que cometiera todos esos robos. Y lo mejor de todo era que tú siempre creíste que la terapia no funcionaba para nada. Para que lo sepas, era la música que te hacía escuchar lo que te provocaba el trance.
Ahora comprendo.- Taro esta comenzando a enojarse.- Solo quiero saber... ¿Por qué hizo todo esto, señor Lacouture? Usted no necesitaba cometer esos robos... ¿Cuál fue su motivo¿Qué fue lo que yo le hice?
Tú no me hiciste nada, muchacho. El culpable de todo esto es tu padre.
¿Cómo?
Sí. ¡Yo debería de haberme quedado con el puesto de director general del museo más famoso de Europa¿Por qué un maldito japonés tuvo que llegar a usurparme el lugar¡Yo luché durante años para eso¡Y llega tu padre y me lo arrebata todo!.- el rostro de Lacouture estaba distorsionado por la ira.- Por eso ideé la manera de arruinarlo, haría que su propio hijo fuese acusado de robo del mismo museo en donde él trabaja. Sería destituido y su reputación quedaría manchada para siempre...
Misaki apretó los puños; ahora estaba más que enfadado.
¿Y por qué ha secuestrado a Lara?.- preguntó, de pronto.- Ella no tiene nada que ver en todo esto.
Porque en vista de que mi plan ha fracasado, me vengaré de Ichiro Misaki en otra forma.- Louis Lacouture sonrió con maldad.- Haré que el corazón de su hijo se despedace de dolor matando a la mujer que ama.
Dicho esto, Lacouture jaló a Lara y se alejó con ella rumbo a la Torre Eiffel. Misaki salió inmediatamente tras ellos.
Se supone que la Torre Eiffel está cerrada de noche. Se supone que tiene instalado un sistema de seguridad. Se supone que debería de haber guardias vigilándola. Pero esa noche no había nada de eso. Lacouture entró a la Torre, empujando a Lara delante de él. Misaki voló, más que corrió, y saltó las barreras que había en la entrada de la Torre. Trato de alcanzarlos, pero durante un momento se le perdieron. ¿Qué haría Lacouture¿Tiraría a Lara desde lo más alto de la Torre? Misaki obtuvo pronto una respuesta.
Unos pisos más arriba, Taro notó que Lara estaba peligrosamente parada cerca del borde de una plataforma. Al observar con más atención, notó también que alrededor de su cuello había una soga que colgaba de una barra. Misaki comprendió¡Lacouture ahorcaría a Lara! La haría saltar para que el nudo alrededor de su cuello se apretara y terminara por asfixiarla. Taro llegó hasta el nivel en donde se encontraban Lara y Lacouture. Éste le sonreía con saña.
Y bien¿qué harás ahora?.- le preguntó.- Si das un paso más, empujo a tu chica al vacío. Y si no te acercas, no podrás evitar que ella caiga.
El resultado es el mismo.- musitó Misaki.
Exactamente. ¿Qué harás ahora, Taro?
Lacouture estaba por empujar a Lara, pero justo en ese momento otra figura surgió de entre las sombras.
Basta ya, Lacouture.- dijo.- Tu problema es conmigo.
Lara, Taro y Lacouture miraron con sorpresa al hombre que había hablado. Era Ichiro Misaki.
Notas:
¿Qué tal? Supongo que ya se lo esperaban¿no¿Sino qué otro papel tendría Louis Lacouture en esta historia? xD
