"Ugh, que es ese asqueroso olor?" Spider-Man se preguntó en voz alta mientras se balanceaba por los edificios. "Ah, aire fresco." el dijo mientras respondía su propia pregunta.

Al arácnido le daba mucha curiosidad todo lo que veía y aún más lo que portaba.

Los edificios tenían un aspecto antiguo, tan antiguo como alguno de los cuentos que sus tíos le contaban antes de dormir.

Acaso esto es una ilusión de misterio o todo esto está en mi cabeza y despertaré en cualquier momento?

La duda lo carcomía.

Tomando una pequeña parada, Spider-Man se detuvo en una pared de un edición manteniéndose pegado a esta con la planta de sus pies.

"Veamos." Peter apretó con su dedo índice y pulgar su piel, pellizcandose a si mismo.

El sintió un pequeño dolor en su brazo pero no era algo demasiado doloroso.

Viendo a su alrededor Peter se dio cuenta de que efectivamente, esto no era un sueño.

"Ok, bueno, valía el intento." Resignándose, Spider-Man trepó la pared del edificio hasta llegar a la azotea.

El panorama que estaba enfrente de el era en pocas palabras, algo de otro mundo.

Pero lo que más le impacto era la estructura más notable en aquel panorama. Un enorme castillo, más grande que el castillo de Doom, si es que eso era posible claro.

"Ok, esto no puede ser una ilusión de Mysterio y si lo es, tengo que darle demasiado crédito al sujeto por su esfuerzo."

Demasiadas posibilidades pasaron por su cabeza.

Acaso estoy en un mundo alienígena?

La posibilidad de que eso fuera posible era bastante alta considerando todo lo que había sucedido en los últimos 15 minutos.

Pero de algo estaba seguro, esto no era la tierra y tampoco parecía ser Battleworld.

"Ahh, un fenómeno!" Una mujer grito a lo lejos.

Peter volteó su mirada hacia la calle donde una mujer junto a otras personas lo miraban con miedo y asco.

"Oh, disculpen pueden decirme-."

"Ahh! El fenómeno hablá!" La mujer grito nuevamente en desesperación.

Para Spider-Man este tipo de reacciones no eran nuevas para el, aunque desearía que a dónde quiera que fuera la gente no reaccionara así ante su mera presencia y lo más probable, su nuevo look no ayudaba en lo más mínimo.

Balanceándose fuera de la vista de losbpeatones, Spidey se oculto en las paredes de un callejón.

"Ok, supongo que Spider-Man no podrá obtener respuestas." Spider-Man dijo, pero al momento de terminar su propia oración, se le ocurrió otra idea, que tal vez pudiera funcionar. "Aunque puede que Peter Parker si pueda hacerlo."

Claro que había un pequeño problema con esa idea.

El no tenía nada de ropa y estaba bastante seguro de que nadie aquí le prestaría alguna prenda de ropa.

Tal vez alguien dejo algo de su ropa colgada por aquí. Aunque no puede que las cosas sean tan fáciles.

El pensaba mientras veía su nuevo traje oscuro.

Pero al momento de terminar aquel pensamiento el traje que portaba empezaría a moldearse a si mismo.

Y en un instante lo que antes era un traje se había convertido en una camiseta negra de manga corta junto a unos pantalones negros y unos zapatos del mismo color.

Peter Parker no podía creer lo que había presenciado.

Este traje alienígena podía leer sus pensamientos y responder a sus comandos mentales.

"Ok, la tecnología alienígena es genial, aunque creo que me costará acostumbrarme a esto."

Asegurándose de no haber sido visto por nadie a su alrededor, Peter descendió a las calles y así el empezó a rondar los alrededores de la extraña ciudad.

Merodeando la ciudad en la que se encontraba, Peter Parker pudo ver cientos de cosas, por lo que parecía estás personas hablaban el mismo idioma que el, lo que era un alivio, después de todo sería extremadamente complicado el tener que aprender un nuevo idioma.

El joven tuvo que caminar por lo que parecían ser al menos unos 20 minutos.

Caminando el pudo observar un puente que tenía un río por debajo junto a algunos puesto de mercadería.

"Ok, esto parece tener un estilo algo europeo, pero donde estoy exactamente?"

Deteniéndose por un momento en uno de los puestos, Peter le hecho un ojo a los productos del vendedor.

Enfrente de el habían una variedad de frutas y vegetales.

Sin embargo había algo curioso, cada uno de los productos tenían unos pequeños carteles con lo que el podía deducir eran letras con sus nombres.

El único problema era que el no podía entender en lo más mínimo lo que estás decían.

Para el aquellas letras no eran más que simples garabatos.

"Que, quieres una?"

El vendedor preguntó, el hombre resultaba ser alguien no muy amigable por sus apariencias, claro eso junto a su tono de voz algo cansado, aunque pudiera que fuera por el cansancio.

Recordando que el había dejado su billetera en su apartamento, el joven sabía que no tenía ni una miseria moneda.

"Oh no, lo siento, pero puedo preguntarle, dónde estoy exactamente?" El castaño pregunto al vendedor mientras rechazaba su oferta.

"Te encuentras en el Reino de Lugunica por su puesto, puedo suponer que no eres de aquí por tu vestimenta." El hombre había adivinado, sin embargo probablemente desde su perspectiva este se refería a que Peter era de algúna ciudad lejana o algo parecido.

El nombre 'Lugunica' no le recordaba a nada, el estaba bastante seguro de que no había ningún país o capital con ese nombre, pero puede ser que se le hubiera olvidado.

"Disculpe pero donde queda exactamente Lugunica? Es en Europa o en asia?" Parker pregunto, dudoso de su propia ubicación.

"Chico no se de qué estás hablando, ahora vete si es que no vas a comprar nada!" El hombre dijo en voz alta, tal vez para intimidarlo y hacer que se fuera, algo que hizo sabiendo que probablemente recibiría la misma respuesta de las demás personas.


Sentándose en las escaleras de un callejón, Peter Parker empezó a analizar toda la información que el había obtenido.

Ok, estoy en un lugar llamado "Lugunica", las personas a mi alrededor en su mayoría son humanos y algunos otros tienen una apariencia animal. El lugar parece como si fuera la época victoriana. Y nada de esto es una ilusión o sueño.

Con toda esa información recolectada el podía teorizar dos posibilidades.

"Estoy en un mundo alienígena parecido a la tierra o..." La segunda posibilidad a pesar de ser incluso más alocada que la anterior era igual de posible. "Estoy en un mundo paralelo."

El sabía que la Teoría del multiverso era solo eso, una teoría, pero dado a todo lo que el había visto en su vida era totalmente posible.

Dioses nórdicos, alienígenas cambia formas, clones, súper soldados congelados durante décadas, peronas con super poderes, era un universo de posibilidades.

Aunque quien sabe?

Según la teoría del multiverso cada acción que tomamos tiene una consecuencia en nuestro mundo, y que en un universo alternativo cada decisión que tomamos una decisión distinta, lo que llevo a un desenlace distinto, y tomando en cuenta a cada persona que existe junto a las decisiones que ellos toman cada día implicaba la existencia de universo infinitos.

Tal vez existía un universo alternativo el nació antes de la primera guerra mundial.

O un universo alternativo donde el Capitán América nunca fue congelado en hielo.

O un universo alternativo donde Thor es una rana.

De cualquier forma, el tenía algo claro.

Tenía que volver a su mundo.

"Vaya, vaya, miren que tenemos aquí." La voz de un hombre resonó en el callejón.

Voltendo su mirada hacia donde sonó la voz, Peter pudo ver a tres siluetas.

Una grande, una mediana y una pequeña.

Cuando las tres figuras se acercaron más, Peter pudo distinguir a cada uno de ellos.

El más grande era bastante robusto de una tés morena con una barba desarreglada.

El otro era un hombre bastante flaco con pelo gris y unos grilletes en sus muñecas.

Y finalmente un pequeño hombre con ojeras en sus ojos.

En comparación aquel hombre parecía ser ligeramente más alto que algunos de los nomos que uno de sus vecinos tenía en su jardín cuando el era solo un niño pequeño.

Claro que aquello aquel nomo decorativo resultaba más intimidante que aquel hombre que tenia enfrente de el.

"Muy bien payaso, si no quieres problemas entonces danos todo lo que tengas, ahora!" El hombre del medio le ordena, levantando su voz para intimidarlo.

Peter Parker estaba más que acostumbrado a este tipo de trato, claro que siempre terminaba con el mismo resultado, pero incluso así el sabía bastante bien lo que iba a suceder.

"Lo siento chicos pero deje mi billetera en mis otros pantalones, pero si lo que quieren es una pelea entonces-!

"Quítense del camino!" Como si el universo se burlara de el, fue Interrumpido por la voz de una desconocida.

Observando por encima del hombro de los asaltantes, Parker pudo observar a la desconocida enfrente de el.

Ella parecía ser almenos 4 años menor que el y mucho más pequeña.

Sus ropas parecían desgastadas, tanto su camisa, como sus pantalones, como su chaqueta marrón y zapatos.

Lo que más resaltaba de la pequeña niña rubia que venía corriendo a su dirección era su larga bufanda roja, esta era tan larga que llegaba hasta sus rodillas.

"Oye niña creo que deberías ir por -

Pero antes de siquiera poder terminar aquella oración. La niña había logrado saltar por encima de él, claro que no estaba totalmente seguro de lo que ella estaba haciendo después de todo destras de el solo había un callejón sin salida, la chica salto sobre una tabla de madera que estaba en el fondo del callejón logrando alcanzar el tejado del edición detrás de el desapareciendo de su vista.

-otro lado."

Dándose cuenta de lo que acababa de suceder, Peter Parker logró terminar su oración.

Qué... Qué acaba de pasar?

Después de cinco años de ser Spider-Man, Peter Parker nunca encontró muchas cosas que lo sorprendieran.

Por un momento parecía que el día de hoy superaría esa racha.

Aunque pensándolo bien, ya hay personas en mi mundo que pueden hacer eso. Yo puedo hacer eso.

"Bueno, en que estábamos?

El ladrón mediano, dijo mientras sacaba un par de dagasda de su pantalon.

"Oh no, mi debilidad!"

Inmediatamente después de haber visto aquellas armas, Peter se arrodilló en el suelo, suplicando por su vida.

"Así es, ahora suelta todo lo que tengas y-

Thwip!

Antes de siquiera poder decir algo más, las manos del matón habían sido cubiertas con un líquido negro viscoso.

Sus manos estaban totalmente cubiertas.

"Pero que?!" El heredero exclamó, tratando de zafarse de aquel líquido que había sido disparado por la mano del sujeto enfrente de ellos.

"En serio caíste por eso?" Peter preguntó con asombro ante la ingenuidad de los ladrones.

"Que demonios es esto?!" Sus manos no podían escapar de aquella viscosidad. El material era extremadamente resistente.

Incluso el más grande y fuerte de los tres trato de ayudarlo pero el material era demasiado fuerte, incluso para el.

"Es solo una red que invente, pero creo que ese es el menor de sus problemas."

Disparando dos redes de sus muñecas, Peter apuntaría a los rostros del ladrón mediano y del más grande de los tres.

En el momento en el que su telaraña impacto en sus objetivos el jalo ambas redes con fuerza en lados opuestos, chocando las cabezas de dos de los tres ladrones.

Ambos terminarían en el suelo, noqueados por el impacto.

El más pequeño de los 3 parecía aterrado, sus cómplices habían sido derrotados con extrema facilidad.

"Que clase de magia es esa?" El sujeto susurró entre dientes, aunque no fue lo suficientemente callado como para que Peter no lo escuchará.

"Magia? No. Ciencia!"

En un rápido movimiento, Peter dispararía una serie de redes al pequeño ladrón.

Las redes se adherirían al torso del ladrón, cubriéndolo por completo, luciendo como una mosca atrapada por una araña.

Acercándose al ladrón este cerraría los ojos, esperando lo peor de la persona a la que el y sus compañeros se habían dispuestos a robar.

Pero lo que el sintió fue un pequeño toque en un frente, y así el hombre perdió el equilibrio cayendo al suelo.

"Acaso sus padres no les dijeron que robar esta mal. Estoy muy decepcionado de ustedes señores." Peter dijo mientras movía su dedo anular de un lado a otro. "Ahora si ne disculpan, tengo asuntos más importantes que atender."

Lo que había sucedido era un simple retrasó.

Lo único que tenía que hacer era encontrar a alguien que supiera un modo de como volver a su mundo.

Eso o quedarse esperando a que el beyonder se de cuenta de que ya no está en el mundo de batalla y lo traiga de vuelta.

No era la mejor opción, pero mejor estar en un lugar en el que tiene aliados que un lugar totalmente desconocido para el.

"Eso ya fue suficiente, rufián!"

Una voz resonó desde el otro lado del callejón. Logrando superar el sonido de sus propios pensamientos.

Por un momento Spider-Man pensó que el tiempo se había detenido en el momento en el que apareció aquella mujer.

Una hermosa chica.

Eso fue lo primero en lo que Peter Parker pudo pensar al fijar su mirada sobre aquella desconocida.

Su largo cabello plateado estaba recogido llegaba hasta sus caderas.

En el se encontraba una rosa blanca del lado derecho de su cabeza. A su lado izquierdo había un clip blanco en su cabello. Por alguna razón la mirada de la chica le pareció muy parecida a pesar de ser la primera vez que el la veía. Y a la vez, su mirada era cautivadora, era la primera vez que el veía a alguien con ojos violeta.

Su rostro era joven, pero daba una sensación de madurez al mismo tiempo.

Por alguna razón ella rebozaba un aire de nobleza.

La chica parecía ser unos 15 centímetros más baja que el, lo que la haría tener al menos 1 metros y 60 centímetros de altura.

Sus ropas blancas no eran nada especiales, sin embargo aquella simplicidad, junto a aquellos acentos en azul lo cautivaba. Junto a aquel símbolo en forma de halcón que se encontraba en sus mangas la hacían ver algo imponente.

Son embargo una sensación en su cabeza lo sacaría de su propio trance.

Su sentido arácnido había sido activado.

A los lados de la chica acaban de aparecer alrededor de unos 5 pilares de hielo.

Todos y cada uno de ellos apuntando en su dirección.

"Por favor, regresa lo que robaste y discúlpate por haber golpeado a esos pobres hombres."

.

.

.

Espera...QUE?!

A Peter le tomó más de un segundo el procesar aquellas palabras.

Palabras que sonaban como campanas de navidad, la chica en verdad tenía una bonita voz.

"Creo que ha habido un mal entendido señorita, se que esto se ve mal, pero no es lo que parece... más o menos." Peter trato de explicarse, aunque el sabía perfectamente bien lo sospechoso que se veía en este precisó momento.

"No me engañarán tus mentiras! Se lo que vi y tu-!"

"No parece estar mintiendo, Lía." Otra voz más había hecho eco en el callejón. Sn embargo no podía ser de la chica, aquella voz sonaba ligeramente más masculina y a la vez más aguda.

El no podía ver a nadie a su alrededor. Pero antes de darse cuenta una existencia desconocida había hecho presencia enfrente de él.

Era peludo y pequeño, tal vez del tamaño de la palma de su mano.

Tenía orejas muy grandes y una cola.

Sin duda alguna, lo que Peter tenía enfrente era sin duda alguna.

Un gato.

Un gato que hablaba.

Un gato que hablaba y flotaba.

Por un segundo Peter contemplo una localidad pero posible idea.

...No estoy drogado...Verdad?

Lo que parecía ser una posibilidad extremo diminuta parecía ser más y más posible a cada segundo en el que el pasaba en este extrañó lugar llamado 'Lugunica'.

"Parece que el no tiene nada que ver con la que robo tu insignia." El pequeño gato parlante volvió a hablar

En menos de un segundo la expresión orgullosa que llevaba la chica se había desaparecido en su totalidad, siendo remplazaba por el pánico.

"Eh?! Pero entonces... Ay no! Que vamos a hacer, Puck?!" La chica puso sus manos sobre su cabeza, en verdad se veía muy preocupada.

Por alguna razón aquella preocupación se le había sido contagiada al arácnido.

La chica enfrente de el necesitaba ayuda.

"Creo que deberíamos volver por donde veniamos."

El gato... No, Puck dijo, mientras volaba a la palma de la chica.

La joven asentiría ante la idea, así volviendo por donde había venido.

"Ah, espera!" Peter grito, en un intento por detenerla, pero sus gritos no fueron escuchados. La chica ya había salido de su vista.

"Demonios." Siguiéndola por ese mismo callejón, Peter se encontró de nuevo con una pequeña multitud de personas, pero incluso así entre ellas el pudo reconocer a la chica.

Sin embargo no podía llegar hasta ella con tanta gente ahí.

Aunque había otra opinión.

Esperando el momento justo, Peter tomó impulsó y salto lo más alto que podía. Logrando superar con facilidad a los edificios.

Y en menos de 10 segundos había logrado aterrizar justo enfrente de aquella chica de pelo plateado.

"Pero que?!" La chica se sorprendió ante la aparición del joven de hace un momento. "Que es lo que quieres? Por que nos estas siguiendo?" La chica en frente de el le preguntó, y no era difícil el deducir porque.

El no estaba realmente seguro del porqué, pero la razón más simple que el podía encontrar dentro de su ser era el hecho de que la hermosa extraña de pelo plateado necesitaba ayuda, y el simplemente no podía ver hacia el otro lado.

Aunque no era como si le brindará su ayuda a cualquier desconocido/a.

La chica enfrente de el había entrado a aquel callejón prácticamente para salvar a aquellos ladrones y enfrentarse a él.

Claro que ella no tenía ningún contexto sobre aquella situación.

Pero el podía recordar el como hubieron ciertas ocasiones en las que el mismo no sabía todo el contexto sobre algunas de las situaciones en las que el se entrometida, y muchas veces aquel que el creia era el malo no resultaba ser tan malo, pero al final del día ,el haría lo que creyera correcto

"No es eso... Osea si te sigo, pero no es lo que crees."

"Entonces porque me sigues?" La chica pregunto.

"Simple, quiero ayudarte." Peter declaró, casi orgulloso de lo que había dicho

"Pero dijiste que no sabias nada sobre-."

"Y es verdad, no se donde esta la que te la robo, pero pude ver su rostro. Además, no tengo nada más que hacer."

La chica enfrente de el no podía comprender exactamente porque el muchacho quería ayudarla, que ganaba el con todo ésto.

Pero según Puck, el no tenía nada que ver con el robo de su insignia.

La chica miró con cautela al chico enfrente de ella. "No voy a darte una recompensa si haces esto, me escuchas!" Dijo la chica, esperando a que el muchacho enfrente de ella se retractase de ayudarla.

"No es por eso que lo hago."

"Entonces por que?"

Por un segundo, Petee pensó en aquella pregunta.

"Uh... pues es difícil de explicarlo. Pero mi tía siempre decía que cuando ayudabas a alguien los ayudabas a todos."

Pero incluso con aquellas palabras, ka chica aún parecía no estar segura si el aceptar la ayuda de un extraño sería la mejor opción. Sin embargo el gato en su hombro empezó a tocar su mejilla con su pequeña pata, llamando su atención.

"No siento ninguna malicia venir de el, además será mucho más sencillo el encontrar tu insignia con la ayuda de alguien, la capital es muy grande para que busques algo tan pequeño tu sola."

"Pero-"

"Te ves adorable cuando te pones así, pero la situación no amerita esta actitud. Además, no me queda mucho tiempo, cuando caiga la noche no podré ayudarte, se que puedes manegartelas tu sola, pero solo por si acaso."

La chica aún se angustiaba ante la situación sin embargo aquel último punto la había hecho entrar en razón.

Y después de muchos 'Peros' y 'y si' ella finalmente se decidió.

"Lo digo en serio, no puedo darte nada a cambio de tu ayuda."

/Fin/

Si se preguntan cuando es que sucede ésto, es en el número 8 de Secret Wars de 1984. Y antes del número 252 de Amazing Spider-Man

Siguente episodio: Vecindario Poco Amistoso.