A la mañana siguiente se despertó, se vistió lo más rápido posible y bajó a desayunar sin haber saludado ni a Harry ni a Ron.
Decidió evitarlos todo lo posible. Decidió no hablarles por un tiempo para ver que pasaba.

Al salir de la clase de pociones, no logró escapar de los brazos de alguien que no logró reconocer.

-¿Intentando escapar de mi, Granger? -le dijo la voz de Draco Malfoy.

Hermione no podía soportalo más, ¿qué sucedía que todos los varones la buscaban?

-¿Qué quieres...?

Malfoy no le había dado tiempo ni de hablar. Había controlado si alguien miraba, la había abrazado con todas sus fuerzas y en ese momento se encontraban cara a cara, labio a labio. Se estaban besando y se sentía maravilloso, aunque fuesen enemigos. Malfoy la tiró fuertemente contra la pared al escuchar que alguien se aproximaba. Ron la había ido a buscar. Por primera vez Hermione estubo feliz de que Ron la estubiera buscando.

-¿Te está molestando? -le preguntó Ron a Hermione.
-No.-contestó Hermione con voz temblorosa.
-Piensa en lo que ha sucedido.-le dijo Malfoy al oído antes de irse por el corredor.

Estaba sola de vuelta con Ron. Éste insistió con las preguntas, hasta que Hermione lo besó para que se callara. Ron se quedó inmóvil, ya que Mc Gonagall los había visto.

-No se preocupen, no se lo comentaré a nadie. Los profesores no nos metemos en estos asuntos.-les dijo para tranquilizarlos.
-Gracias profesora.-dijieron a coro.

Mc Gonagall se alejó por el corredor y ellos se fueron para el lado contrario. En el camino se encontraron con Harry.
Se dirigieron juntos hacia los jardines para la clase de herbología. Hermione se sentía un tanto incomoda entre sus dos amigos con los cuales el día anterior se había besado. Tiró su bolso al piso, como escusa para parar y quedarse atrás. Los dos amigos continuaron caminando por los terrenos hacia los invernaderos. Hermione recogió sus cosas y se quedó observando como Ron y Harry, indiferentes de los sucedido, seguían charlando animadamente, todavía amigos.

Durante la clase, Hermione sólo se limitó a dar indicaciones sobre como trabajar a la vez que ella lo hacía.
Sus amigos la notaron un poco rara y, por este motivo, la acorralaron después de clase para preguntarle que le pasaba.
Por todos los motivos habidos y por haber Hermione intentó escapar de esta pequeña invasión, pero en vano fueron.
Se la veía muy nerviosa, por lo cual, la llevaron hacia la desierta sala común, para que se tranquilizara.

-No me pasa nada, ya se los dije -dijo Hermione por cuarta vez.
-Estás actuando de una forma muy rara -dijo Harry.
-Es como si ya no fueses la misma -agregó Ron.
-Es que... mis padres se están peleando mucho y no se que hacer -inventó Hermione.
-Ah, ya entendemos -contestó Harry por los dos.
-Voy a bajar a almorzar, ¿vienen? -preguntó Ron.
-Bueno, ¿vienes Hermione? -le preguntó Harry.
-Ahora los alcanzo -dijo Hermione.

Los vio salir por el retrato y esperó a que sus pasos no se oyeran más, luego salió.

Camino al comedor se encontró por segunda vez en el día con Malfoy.

-Hola Granger -dijo Malfoy- ¿pensaste en lo sucedido?
-Estuve todo el día con ello en la cabeza -dijo Hermione casi sin aire.

Se acercaron lentamente y se abrasaron. Controlaron que nadie los estuviera mirando y se besaron.