Ya era la hora de ir a clases.
Pasó toda la tarde, terminó el horario de clases. El trio se dirigió a la sala común, había sido un día muy cansador y, los amigos decidieron descanzar un poco. Mientras Harry y Ron jugaban un ajedréz mágico, Hermione le contaba lo sucedido a Ginny (por supuesto que solo le contó la historia de Ron). Luego bajaron a cenar y volvieron a la sala común. Hablaron entre los cuatro y luego los chicos se fueron a dormir. Ginny y Hermione se quedaron por un tiempo más en la sala.
¡Aún no puedo creer que seamos de la misma familia! Aún no puedo creer que Harry haya aceptado
ser mi novio y que Ron haya aceptado ser el tuyo -dijo Ginny emocionada.
-Tenes razón -dijo Hermione pensativa.
¿En qué estás pensando-le preguntó Ginny.
-En... -Hermione se quedó callada.
-Me voy a acostar¿venis-anunció Ginny.
-Vamos.
Se fueron a acostar. Hermione se puso el camisón y cerró las cortinas de su cama. Luego se acostó
boca arriba y se quedó mirando el techo. Estuvo así un buen rato. Estuvo un buen rato pensando.
Estuvo pensando en Ron, en Harry y Ginny, pero sobre todo estuvo pensando en Malfoy. No había
hablado mucho con él. Se levantó y abrió las cortinas de dosel de su cama. Se vistió y salió
silenciosamente del cuarto. Bajó las escaleras y llegó hasta la sala común. El fuego ya se había
extinto y la sala estaba oscuras, sólo una débil luz se diatinguía. Ésta luz era la que salía de la
ventana. Hermione se acercó a ella y se puso a observar los jardines del colegio. Luego de un rato
volvió hacia el cuarto para que no la encontraran en la ventana dormida. Se durmió. Y soñó. Soñó
que Malfoy la llamaba y que ella lo buscaba. Cuando lo encontraba se besaban y Harry que estaba
escondido, los observaba y luego salía corriendo. Hermione se daba cuenta y lo dejaba a Malfoy
y corría trás de él. Cuando lo encontraba, Harry ya le había dicho a Ron. Éste le gritaba a
Hermione y se iba.
Se despertó. Ginny estaba al lado de ella.
¿Qué pasó-preguntó Hermione.
