Capitulo 2:
"Ya muchos meses han pasado desde la prueba de Magos, desde aquel día en donde mis sueños comenzaron a realizarse. Ya he viajado por miles de lugares, y he conocido amigos y enemigos por miles. Varias veces me he tenido que enfrentar a enemigos formidables, pero siempre he salido adelante. "Soy omnipotente, demasiado poderoso para cualquiera" eran las palabras que cruzaban por mi mente. Poco sabia yo que el destino vendría a enseñarme a no ser soberbio, y que manera mas dolorosa escogió para mostrarme mi error... Solo lamento que haya tenido que ser así, que tales acciones ocurrieran para darme cuenta..."
"Paseando por las calles que alguna vez me vieron nacer, y siendo esta la primera vez que regresaba a Prontera, desde que partí hacia la cacería de enemigos en los cuales probar mis habilidades, me he dado cuenta que poco a poco, Prontera se ha ido poblando de distintos tipos de personas. Pareciera como si mas personas aparecieran por segundo... Esos eran mis pensamientos mientras esperaba a Tgth, que estaba vendiendo los artículos que recolectamos en nuestras travesías diversas por Rune. Mientras esperaba, note como dos swordies preparaban sus morrales para partir, y gritaban a los cuatro vientos "Magos culiaos, que me vienen a atacar a los monstruos que estoy atacando yo, me usan de tanque y ni siquiera me dan las gracias después, se llevan todos los ítems y me dejan pelado y wea y...". Yo me acerque a uno de ellos, para decirle que no fuera tan insultante, y que los magos somos una clase respetable, a lo cual, cuando iba a decir la primera palabra, me responde con un "Y QUE QUERIS TU, MAGO DE MIERDA". Sin poder responderle, se fueron ambos del bar. Yo estuve a punto de salir a la siga de ellos y conjurarles mis hechizos de fuego encima, cuando llego Tgth y me dio la repartición del dinero. Le conté sobre lo ocurrido, a lo cual me respondió sencillamente con un "No le des Importancia...". Aun sin poder olvidar lo ocurrido, lo dejé pasar, pero siempre teniendo en mente de, si me los encontraba por ahí, probarían en toda su magnitud como un mago cobra venganza de aquellos que los osan atacar.
Ya con el equipo en mis manos, un simple bastón de madera que conseguí matando en el desierto, y unas ropas que compre en la tienda, por unos miserables 1000 zeny, partimos con Tgth en busca de lo desconocido, hacia un camino que pocas personas habían recorrido a pie, por existir este servicio de transporte especial por medio de las serviciales Kafras. Un camino que, según contaban las lenguas, estaba lleno de criaturas semi humanas, que, por siglos y siglos, prometían venganza sobre los humanos. Criaturas que eran conocidas como Orcos. A pesar de los obvios riesgos, y no importándome las miles de precauciones, puesto que ya, en ese momento, sentía que nadie podía detenerme. Ya tenia el poder de congelar a los enemigos, y con eso, sentía dentro de mí, que el sueño ya se iba cumpliendo. Así que, comenzamos una travesía hacia ese lugar conocido como "la villa de los Orcos".
A medida que íbamos caminando, uno a uno caían los enemigos detrás de nosotros. Tgth se había quedado noches despierto practicando un nuevo conjuro, así que, haciendo gala de este poder, iba él matando por su lado, y yo solo escuchaba las palabras "Soulstrike", y segundos después, veía como varias almas iban en busca del enemigo, para golpearlos. Usualmente, solo con un conjuro, cualquier enemigo caía bajo sus pies, pero aun así, si el caso era el contrario, yo estaba más que preparado para dejar caer lluvias de fuego y de hielo sobre el malherido monstruo. Hacíamos buen equipo entre los 2 magos, nuestros ataques estaban coordinados a su mayor expresión, esa coordinación que solo es posible mediante la practica conjunta. Poco a poco íbamos coordinando mejor los tiempos, hasta que llego un momento en el cual el poder destructivo era el máximo. Estos combos nos habían salvado millones de veces en el pasado, y yo diría que nos salvaría a ambos en el futuro.
Llegando al área de destino, y con nuestra confianza por el cielo, considerábamos a los orcos como criaturas pobres e indefensas contra nuestro poder conjunto, y ya no podíamos esperar para hacer nuestra presencia por aquellos campos. Aun así, y a vista del cansancio evidente en la cara de Tgth, decidimos recuperar fuerzas, para que así, realmente, los orcos no olvidaran nuestras caras durante varios siglos a venir. Así fue como comenzó todo...
En la mañana, fuimos despertados por unos gritos de ayuda, que venían directo desde muy adentrado en el territorio orco. Con premura, ambos pescamos nuestros equipos, y corrimos, dirigidos por los gritos de auxilio. Cuando llegamos al lugar, vimos como habían 2 personas, a las cuales yo identifiqué inmediatamente, siendo atacadas por varios enemigos, de tez verdacea oscura, armados con espadas gruesas, y con vestimenta de cuero que cubría su torso, y unos cascos mas o menos rústicos, pero que cumplían su propósito. Tgth me dijo "Vamos, no podemos dejarlos ahí solos", pero yo dije "Déjalos, ellos son los swordies que me insultaron en el bar de Prontera. No merecen que los ayudemos". Prontamente, Tgth me golpeo en la cabeza con su bastón y me dijo "¿TE GUSTARIA QUE TE HICIERAN LO MISMO?". Con cierta renuencia, pero encontrándole razón a sus palabras, ambos fuimos acercándonos cuidadosamente hacia ellos. Vimos como las espadas golpeaban incesantemente los escudos de los afectados, y como estos mismos aguantaban a duras penas aquellos embates de los monstruos. Así que, con un agitar de mi bastón, y pronunciando las palabras "Frost Diver", mientras Tgth, por su lado, se disponía a mostrarme un nuevo conjuro que tenia preparado "para una ocasión especial". Es así como, de un momento a otro, comenzaron a juntarse nubes encima de aquellos monstruos que sin piedad, destruían las armaduras de los valientes, que aguantaban a más no poder. Las nubes se veían cargadas de rayos eléctricos, dispuestos a caer en cualquier momento. En ese momento, yo dispare mi Frost Diver hacia uno de los distraídos atacantes, congelándolo en el acto. En ese momento, escuche como Tgth hacia salir de su boca las palabras "Thunderstorm", y prácticamente al instante, rayos cayeron sobre todos los enemigos, y los electrocutaron. Lo más asombroso, para ambos, fue que el monstruo que estaba congelado, pareció recibir un daño mayor que aquellos que se encontraban en su estado normal. Aquel monstruo, cayó rendido al suelo, mientras los otros se escaparon en dirección a opuesta a donde nos encontrábamos. Nos acercamos hacia los swordies, los cuales estaban tirados encima del pasto, casi inconscientes después de aquella batalla. Vimos como levantaban sus cabezas, e hicieron gestos que interpretamos como un "Gracias". Después de eso, sus cabezas cayeron como 2 rocas hacia el suelo...
Luego de un rato, uno de ellos pareció reaccionar por si solo. Al verlo lastimado, alcancé mi bolso con pociones, y le di una hecha a base de hierbas amarillas, para que sanara sus heridas. Es increíble ver como una poción tan minúscula, pueda poseer tal poder para sanar las heridas mas profundas, sin dejar huella ni cicatriz de que alguna vez, el mismo individuo estuvo en peligro de perder la vida. Después de ingerirla, como por arte de magia, se paro y se presentó. "Buenas, mi nombre es Yosuke, y ese pobre tipo que esta todavía dormido es Kim Kaphwam". Tgth los miró, y les dijo "Yo a ustedes los conozco... una vez, ustedes me ayudaron a matar a un rocker, cuando aun era un novicio". Así, comenzamos a entablar conversación con Yosuke, y posteriormente con Kim, cuando se despertó de su inconsciencia. Después de un rato, y sus buenas dosis de Alcohol, decidimos ir los 4 juntos a matar a esos orcos desgraciados que se habían aprovechado de que Yosuke y Kim estaban durmiendo. Tal vez fue un error de parte de ellos hacer campamento dentro de su territorio, pero eso ya no importaba. Llegada la noche, planeamos el como vengarnos de tal acto de cobardía, hecho por los orcos. "Vamos a patear traseros orcos!" dijo Kim, después de engullirse una poción de concentración, que lo hizo mas hábil y mas acelerado. En ese momento, decidimos partir e infiltrarnos dentro de su villa, y sorprenderlos con una prueba de su propia medicina.
Nos acercamos al campamento orco, y notamos que solo habían 2 guardias. Yo, aprovechando un descuido de parte de ellos, congele a uno de ellos, y deje que Tgth se encargara de matarlo, usando el poder de los rayos, uno de los más efectivos para infligir mayor daño, como habíamos visto anteriormente. Yosuke y Kim se acercaron al otro, y con 3 sablazos, silenciaron sus gritos de auxilio. Todo había salido como planeamos: logramos entrar a la villa sin ser descubiertos. Buscamos casa por casa; yo con Yosuke, y Kim con Tgth. Básicamente, Orco que pillábamos, Orco que sucumbía bajo nuestras habilidades. Es increíble ver como una simple espada, usada de una forma maestra, como la manejaba Yosuke, podía hacer un trabajo de 1000 hombres, en solo 3 segundos. Pero no me daba envidia, puesto que yo sabía que mis poderes, fácilmente mellaban cualquier oportunidad de recibir daño por parte de cualquier persona. O al menos eso creía...
Después de un rato, ya habiendo pasado por muchas casas Orcas, y asesinado a varios de sus integrantes, escuchamos un trompetazo ensordecedor. Salimos a juntarnos en el bosque, cuando vemos a lo lejos una tropa de enfurecidos Guerreros Orcos de tonalidad diferente a la conocida por nosotros, dirigidos por uno gigante, que sostenía en su mano un escudo de oro, y usaba una gran cornamenta en su frente. Ese guerrero, se puso al frente y comenzó a hablar hacia las tropas: "MIREN A ESTOS VILES HUMANOS, CREEN QUE PUEDEN LLEGAR Y ASESINAR A NUESTROS HERMANOS DE GUERRA, CREEN QUE CON SUS ARMAS DE JUGUETE PUEDEN LLEGAR Y HACER LO QUE HICIERON... ¿QUE ES LO QUE LES HAREMOS A ESTOS HUMANOS INSIGNIFICANTES?" gritó, y la respuesta recibida fue "MORIRAN COMO BICHOS QUE SON!". En ese momento, el jefe corrió hacia nosotros, con su espada blandiendo hacia el sol. Parecía como si el aire era cortado por esa espada brillante. Yo, sin mayor preocupación, y alentado por las previas batallas, decidí enfrentarlo. Invoque mi poder congelador, y lo dirigí hacia él. Bloques de hielo salieron del piso en su dirección, los cuales, con solo un movimiento, esquivó, y se preparo a mandar un espadazo dirigido a mí. En ese momento, y de la nada, salio Yosuke, y me empujó a un lado, recibiendo el embate con su escudo, el cual sucumbió frente a la magnitud del golpe, y golpeo de lleno en el abdomen del desafortunado. Kim, enceguecido con la rabia de ver a su colega caído, corrió con su espada, y trato de golpear al agresor, solo para que este ultimo se protegiera con su escudo, y lo usara para impulsarlo lejos. Ahí, Tgth se apresuro en rodearnos con una pared de fuego infranqueable para los enemigos, y me gritó "SACA LAS ALAS DE MARIPOSA, Y VAMONOS DE AQUI EN EL ACTO!". Benditas sean esas Alas de Mariposa, que con su poder mágico, nos llevaron directo y sin retraso a la ciudad de Prontera. En la ciudad, y al ver el estado de Yosuke, lo llevamos directo con el Jefe de Enfermería, que se encontraba en el castillo.
Pasado el susto, y gracias a la pronta ayuda recibida por las Enfermeras del castillo, Yosuke logro salvarse, pero a un gran costo. Sus heridas eran demasiado serias, y debía resignarse a seguir adelante como swordman. En ese momento, rompí en llanto, al ver como un acto de soberbia mió, trajo tales consecuencias. Aun cuando Kim y Tgth expresaron sus palabras de aliento, para que no me sintiera tan mal por lo ocurrido, creo que nunca podré perdonarme a mi mismo, por haberle traído tal sufrimiento, y el haber mellado el futuro de tan brillante swordman, como era Yosuke..."
