Capitulo 3:
"Aun cargando encima la culpa de la desgracia que ocurrió hace unas semanas atrás, mi concentración ha ido decreciendo. La calidad y daño de mis magias no es la misma que antes. Varias veces me ha tocado recibir reproches por parte de mis compañeros de viaje. Realmente creo que lo ocurrido en la villa Orca marcara mi vida hacia adelante... ¿Como podría olvidar que, por culpa de mi soberbia, un amigo salio lastimado, y por poco pierde la vida?... Solo el tiempo dirá que es lo que será de mí ahora... Dios quiera que nada malo ocurra ahora..."
"Entramos al cuarto de Yosuke, que aunque solo días atrás estaba postrado en su cama sin un futuro aparente y sin poder emitir sonido alguno por su dañada garganta, en esos momentos mostraba una sorprendente recuperación. Ya era capaz de expresarse como cualquier otro ser humano, pero sus palabras no podían esconder la frustración de no poder seguir el camino de los caballeros; profesión que desde pequeño era su motivo de vida, por decirlo en palabras simples. Pero aun así, no lamenta sus acciones. Me dijo que para él, fue mejor sacrificar su vida por mi, que haberse quedado parado viendo como la espada de tal Orco atravesara mis entrañas, tal como un cuchillo caliente atraviesa la frágil y voluble mantequilla. Sus palabras me estimularon a no sentirme tan culpable, pero aun así cierto grado de aflicción acosaba mi mente a cada momento.
Conversamos varias horas los cuatro, contando diversas historias y aventuras vividas, incluso algunas confesiones varias. Nos dedicamos a subirle el ánimo a Yosuke, contándole las aventuras recientes que habíamos tenido en las alcantarillas de Prontera. Hacíamos memoria de un momento particular, ocurrido en los desiertos de Morroc, cuando un mercante desesperado nos ofreció 50.000 zenys a cada uno si es que ayudábamos a matar a un enemigo que se encontraba dando vueltas por ahí. Nosotros, pensando en que seria un enemigo formidable, nos preparamos mental y físicamente para así enfrentarlo y salir victoriosos. Así fue como el mercader nos llevo unos kilómetros mas allá, a una especie de roquerio encontrado al noreste de Morroc. Ahí, vimos como había una conglomeración de Chonchons, criaturas similares a una mosca, y al medio, un bicho medio verdaceo, que el mercante llamaba "Dragonfly". Así fue como Kim preparó su espada, Tgth sus hechizos, y yo torpemente preparaba mi poder congelante. Corrimos los tres hacia el grupo de moscas, Kim blandiendo su espada y nosotros alejándole a los Chonchons, para que así pudiera pelear libremente contra el jefe. Llegado el momento de confrontación, a Kim le basto solamente un golpe certero para que el supuesto enemigo formidable y temible cayera al suelo, muerto. En ese momento los 3 quedamos con cara de incertidumbre, sin poder emitir palabras. Miramos hacia el agradecido mercante, y Kim dejo soltar unas palabras. "Y PARA ESTO NOS LLAMASTE! PARA MATAR A ESTE SIMPLE MONSTRUO, QUE AL FINAL RESULTO SER UNA BASOFIA! ME HICISTE GASTAR UNA POCION DE CONCENTRACION PARA ESTO!" dijo con una cara de pocos amigos. Yo y Tgth agarramos por los brazos para que el pobre Merchant no sufriera la furia de Kim. Pasado el momento de tensión, y después de recibir nuestra paga, nos miramos los 3 y no pudimos evitar soltar una carcajada que se debe haber escuchado hasta en los mas recónditos laberintos de la Torre del Reloj de Al De Baran.
Esta historia pareció haber alegrado la vida de Yosuke. Algunos dicen que la risa es el mejor remedio para el alma, y en ese momento no pude encontrarle más razón a aquella frase. Después de compartir algunas risas por el suceso, nos despedimos, prometiéndole volver pronto para seguir compartiendo historias. Al salir de la habitación, vi como una lágrima de tristeza rodaba por la cara de Yosuke. En ese momento, no pude haberme sentido más culpable por lo sucedido. Aun así, dejo soltar las últimas palabras antes de que se cerrara la puerta. "No te preocupes, este mundo no ha visto lo ultimo de Yosuke... te lo aseguro". Luego, una sonrisa se dejó aparecer en su cara, y posteriormente, la puerta se cerró.
Salidos del castillo, y sin ningún rumbo aparente, escuchamos una conversación entre algunos pobladores de Prontera. "¿Escuchaste?" - dijo uno de ellos - "El reino de Rune Midgard ha ofrecido grandes recompensas para aquellos clanes que salgan victoriosos en las "Guild Wars"". Otro prontamente respondió "Lo mas probable es que BH o TO ganarán aquellos tesoros". Nos miramos los tres, con cara de pregunta, e hicimos la pregunta del millón: "¿QUE DIABLOS SON LAS GUILD WARS?". Fuimos recorriendo Prontera, buscando alguien que pudiera aclararnos esa duda, pero todo el pueblo corría desde arriba hasta abajo y no atendían a nuestras consultas. Por suerte, un amable acolito nos vio dando vueltas sin rumbo y se acercó para preguntarnos que buscábamos. "Buenas Tardes, mi nombre es Angie" dijo sin sentirse amedrentado por hablar con desconocidos. "Los veo medios despistados, caminando sin rumbo... ¿Que es lo que les pasa?". Prontamente me puse delante y le dije "Hola, Mi nombre es Enchanter. Ellos son Tgth y Kim Kaphwam. Estábamos saliendo del castillo cuando escuchamos de un evento llamado "Guild Wars", y nos preguntábamos...". Sin que pudiera terminar la frase, Angie comenzó a explicarnos. Básicamente, este evento consistía en que los equipos, conocidos como "Guilds", debían capturar y defender "castillos" previamente establecidos y repartidos por varias ciudades del mundo de Rune Midgard. Contaba que esos eventos eran grandes y que frecuentemente se veían batallas dignas de admirar entre guerreros cuyos nombres repercutían por todo el ancho y largo del mundo.
Nosotros 3, estimulados por aquellas palabras, decidimos participar de aquellas batallas y le demostramos a Angie las ansias de inscribirnos. El, después de soltar una risa burlesca hacia nosotros, nos siguió contando. "Estos grupos eran conformados por varios guerreros. No creo que ustedes tres estén lo suficientemente preparados para participar y tener simplemente la oportunidad de obtener algo mas que una desilusión". Viendo nuestra determinación y notando en nuestras caras la seriedad que le dábamos al asunto, nos contó los prerrequisitos para participar. Primero debíamos conseguir un ítem llamado "Emperium", el cual era muy raro de encontrar o comprar, ya que su precio ascendía fácilmente a los miles de zenys. Luego, si es que lográbamos conseguirlo, debíamos ascender al trono real y presentarnos frente al Rey, que les daría una prueba para mostrar que son dignos de batallar en GW. Y por si no fuera poco, como ultimo paso debían capturar un castillo, tarea mas que imposible, puesto que la mayoría de ellos eran controlados por Guilds como BH o TO. Le preguntamos a Angie si es que él sabia donde conseguir el emperium. El había escuchado una vez que un mercante tenía tal ítem y que su precio era cercano a los 100.000 zenys. Aquel mercante se dirigía a su ciudad natal, conocida comúnmente por todos los viajeros como la ciudad de Alberta, en la cual se quedaría varios meses. Viendo esta ventana de la oportunidad y aun entusiasmados con la idea, entre los 3 juntamos todo el dinero que teníamos en los bolsillos y llegamos a la suma de 98.500 zenys. Viendo que el dinero que teníamos se acercaba a la suma dicha, decidimos embarcarnos en una aventura que nos dirigiría hacia la ciudad más remota de Rune, la cual bordeaba el mar. Aquella ciudad nos traería nuestro sueño. Aquella ciudad... llamada Alberta.
Ya habiendo llegado los 3 a Payon, nos reabastecimos con todo lo necesario para no encontrarnos con sorpresas. Yo estrenaba un bastón mas prolijamente hecho, consistente en un mango bañado en oro de 18k adornado con una preciosa gema de color rojizo en la parte superior de ella. Kim se había comprado una espada de 2 manos hecha de un metal demasiado durable, como es el Oridecon. Tgth había conseguido por su parte otro bastón, no tan exquisito como el que poseía yo, pero de todas maneras bien adornado en toda su extensión. Después de comprar las pociones, alas de mariposas y artículos variados, emprendimos nuestro viaje a pie hacia la ciudad de Alberta, en busca del preciado Emperium para hacer nuestra "Guild". En el camino íbamos pensando cual podría ser un nombre que fuera acorde a nuestras cualidades mas variadas. Pensamos llamarla "Wahut", simulando los sonidos escuchados de los animales que habitan en los altos montes Mjolnir, pero luego fue desechado, por la posible respuesta que tendrían los demás equipos al nombre. "¿Se imaginan acercarse a un castillo, y que te digan "Aca están los Wahuts"? Provocaría demasiadas risas, y seriamos el hazmerreír de toda la competición!" dijo Kim, a lo que Tgth respondió "¿Y QUE NOS IMPORTA?". Últimamente nos hemos caracterizado en ser personas frías con el resto de las personas. Incluso entre nosotros somos fríos, no demostramos muchos sentimientos. Tal vez lo que paso con Yosuke nos "despertó" este sentimiento de no preocuparnos por nada mas que nosotros mismos, para no caer de nuevo en culpas, alegatos y frustraciones. Pero gracias a esa cualidad de los tres, se nos vino una grandiosa idea para nombrar la Guild. Un nombre que representara las características que nos hacían "hermanos" entre nosotros. Algo que nos diferenciaba del resto. Fue así como nació la sigla "NMIN". El nombre era perfecto: Indescifrable para cualquier entidad fuera del grupo, un nombre respetable y misterioso, y, lo mas importante de todo, solo nosotros sabríamos su significado real. Así se nos paso todo el día discutiendo como lo conformaríamos, quien seria el "Mandamás", como nos organizaríamos para atacar, y miles de cosas mas que debíamos saber antes de aventurarnos a conquistar un castillo.
Llegada la noche, y después de mirarnos las caras maltrechas por los indicios de cansancio causado gracias al incesante caminar de todo el día matando monstruos bajo el sol inclemente, decidimos pasar la noche. Buscando un sitio para el dicho descanso, llegamos a un paraje con suficiente campo libre para establecer nuestro campamento provisional: Alumbrado parcialmente por la luz de la luna, se veía despejado, sin ningún monstruo que pudiera atacarnos desprevenidos. Ese lugar parecía realmente un mirador al cual llevar a sus enamoradas, para disfrutar de una dulce compañía. En otras palabras, era el lugar perfecto. Así fue como levantamos las carpas y encendimos una pequeña fogata para mantenernos calidos mientras compartíamos unos vasos de Alcohol, especialmente importado desde las lejanas tierras de Cómodo, conocidas por sus inmensas playas, que regularmente eran frecuentadas por los famosos Bardos y Dancers, para hacer sus conciertos y presentaciones. Luego de muchas risas e historias entre nosotros, decidimos dormir para despertarnos temprano en la mañana y proseguir el camino que nos traería un paso mas cerca de ser una Guild Oficial.
Bien adentrada la noche, cuando los tres ya estábamos profundamente dormidos y con varios vasos de Alcohol en el sistema, un ruido incesante de arbustos moviéndose nos despertó a mí y a Tgth. Apenas pudiendo enfocar cosas mas allá de mi propia nariz, me levante súbitamente a revisar que es lo que pasaba en el exterior. Lo único que logre ver fueron sombras difusas, acompañadas por unos gruñidos fácilmente audibles, los cuales se comenzaron a hacer más y más insoportables. Usé un tronco para levantarme y poder observar más detalladamente lo que ocurría en mí alrededor. En ese momento, sentí como 3 afiladas garras infringían una profunda herida en mis brazos, los cuales soltaron inmediatamente el tronco que me mantenía de pie. Inmediatamente, e incentivado por mis gritos de dolor, Tgth despertó con un buen golpe de su bastón a Kim, quien no se había percatado de la situación que ocurría en el exterior. Torpemente, y aun bajo los efectos del Alcohol, Kim tomo su espada y salio a enfrentarse a los enemigos cubiertos por la oscuridad de la noche, y la neblina de nuestras miradas. Estuvimos toda la noche peleando contra un enemigo que no podíamos ver, solo oír. La batalla parecia imposible de ganar, puesto que cada vez que tratábamos de golpear a uno, solamente bastaba una acción evasiva simple para que nuestras habilidades hubieran sido gastadas en vano. Entre embate y embate de su espada, Kim recibía arañazos en todo su cuerpo, producidos por las garras de los enemigos. Tgth trataba de usar sus habilidades para crear un rayo de luz que descubriera a nuestros atacantes, pero no podía obtener la concentración necesaria para conjurar los hechizos, ya que si se mantenía quieto por mas de 5 segundos, era susceptible a un ataque que fácilmente podía dejarle malherido o, en el peor de los casos, muerto. Aun así, luego de que se nos pasaran un poco los efectos del alcohol, Yo, con ayuda de Kim y Tgth, me puse en medio del campo de batalla, y conjuré un hechizo que fácilmente nos ayudaría a ver los enemigos. Pero, al momento que las palabras "Sight" salían de mi boca, estos enemigos corrieron a esconderse y perderse entre los arbustos y bosques que nos rodeaban. Pensé en seguirlos, pero decidimos mejor no seguirles el paso, y solo hacer guardias en el campamento, esperando que se hiciera de día y pudiéramos seguir adelante con nuestro camino. Horas después sentí como la suave brisa mañanera pasaba por mi cara, despertándome con su suave masaje que entro por el interior de mis ropas. Desperté a Kim y Tgth, y después de una deliciosa paila de huevos de peco-peco con tocino, nos equipamos de nuevo y proseguimos nuestro camino.
El viaje no tuvo mayores contratiempos, pero aun así estuvimos pendientes observando si es que los atacantes de la noche anterior se atrevían a aparecer y atacarnos. Después de solo unas horas, llegamos a nuestro destino final, la ciudad de Alberta, ciudad natal de los mercantes y blacksmiths del mundo. Buscamos y buscamos a aquel mercante, pero nadie parecía haberlo visto recientemente. Luego de estar más de dos días buscando aquel negociante, nos rendimos y dejamos de lado la idea de encontrarlo y poder comprarle el Emperium. Así fue como nos dimos cuenta que el viaje había sido en vano. Tanto sufrimiento para llegar a Prontera con las manos vacías. "Por lo menos, esta será una buena historia para contarle a Yosuke cuando volvamos" dije, con una voz que reflejaba lo desafortunado de la situación que nos había ocurrido.
Tomando ahora un bote para ir de vuelta, aprovechamos de ver el océano. Es increíble pensar que todo este tiempo que llevábamos viajando, nunca nos diéramos el tiempo de viajar por barco para observar toda esa majestuosa agua que nos rodeaba. Parecía realmente como una pintura. El atardecer de esas noches de viaje fueron los más bellos que he visto, incluso hasta ahora. Como el viento masajeaba la superficie del agua, haciendo pequeñas olas, que chocaban contra el casco de nuestro transporte. Como saltaban los grupos de delfines que habitan esas aguas. Como se podían apreciar fácilmente los peces que estaban nadando alrededor del barco. Que hermosos momentos, me sirvieron para descansar la mente y estudiar mis libros de hechizos, que hace tiempo no veía ni estudiaba.
Finalmente regresamos a la ciudad de Prontera. Después de vender todo lo que recolectamos en nuestro viaje, partimos en dirección al castillo, para encontrarnos con una sorpresa de grandes proporciones... El hospital parecía haber sido atacado por una horda de enemigos. Se veían como enfermeras corrían a socorrer a los caballeros y arqueros heridos en el ataque. El piso estaba bañado en sangre de diferentes tonalidades de rojo. Inmediatamente, corrimos a ver a Yosuke: En su estado, las hordas enemigas podían asesinarlo en un abrir y cerrar de ojos, sin que el pudiera defenderse. Llegamos a la pieza, la cual estaba totalmente destruida, como si alguien hubiera estado buscando algo ahí. La cama de Yosuke estaba totalmente destruida. Inmediatamente pensamos que Yosuke pasó a mejor vida. Buscamos su cadáver por todo el hospital, pero no lo encontramos. Algo dentro de mi decía que Yosuke no estaba muerto..."
