Capitulo 6:

"Que es esto... alguien esta cerca mió... lo presiento... como si el de arriba quisiera que me encontraran aquí, ahora, en este momento... ¿Porque me odiaran tanto como para tratarme así? ¿Que hice de malo? Pero no importa, NO IMPORTA ME OISTE! Tirame toda la mierda que quieras tirarme, échame acido en las piernas, quémame con una lupa todo el día, que cada vez que me haces caer, me recobrare con el doble de fuerza!. No me llevaras sin que te de un poco de pelea... PALABRA MIA! ¿ESCUCHASTE! NO ME LLEVARAS SIN QUE TE RAJE LA CARA!"

"Me quede solo en el bar de Prontera, sentado con mi vaso de alcohol en una mano, y un cigarro en la otra, pensando "Se fueron los maguitos a levelear, y me dejaron mas solo que la chucha. Que son maracos los mamaguitos, aunque igual me da paja hacer de tanque... pero igual era un trabajo regalado. ¿Que puedo hacer ahora que me quede solo?". Realmente había pasado una buena cantidad de tiempo desde que salí solo a levelear. Ya estaba acostumbrándome a "mantener distraídos" a los enemigos mientras los maguitos hacían sus conjuros sobre ellos. "Igual será un buen cambio, quien sabe que cosas nuevas me encuentre por mi solo, y además, si ellos se fueron a subir nivel, ¿Porque he de quedarme solo aca como weon?". Deje de pensar tanto, e hice algo al respecto: "allá voy Morroc" me dije a mi mismo, ya que, según había oído, unas "tulas de arena" llamadas Hodes daban buena experiencia para un swordman de mi nivel. Aprovechando mi actual estado económico, me fui para allá por Kafra. "Total, tengo plata " dije, antes de subirme al carruaje que me llevaría a la ciudad desértica del sur de prontera: Morroc.

Al bajarme del carruaje de la compañía, me impactó de lleno el calor casi insoportable que es característico de esta región. "Bueno, estoy en el desierto, ¿Que chucha mas quiero?" me dije a mi mismo, mientras engullía vasos y vasos de agua para capear la sed que me dio. Era demasiado seco el ambiente. El solo caminar unos pasos cansaba hasta al mas vigoroso de los personajes. Pero, como siempre, no me importaba nada. "A ownear putas tulas" grite, a lo que recibí unas miradas que parecían transmitir un mensaje parecido a "y este weon que le dio". Pero no me importo, nunca me ha importado lo que piensen de mí, puesto que yo vivo para mí, y el resto a la chucha si no acepta eso. Deje atrás la ciudad de Morroc y partí mas al sur, hacia el lugar donde estaban los Hodes.

El camino se me hizo eterno. Tenia que parar cada 30 minutos a tomar unas botellas de agua para no deshidratarme. De repente me encontraba con alguna mosca que otra, y probaba mi puntería. "¡¡¡Puta que estoy pajero!" gritaba cada vez que la mosca esquivaba mi ataque. La falta de ejercicio con mi espada realmente había cobrado su tarifa en mí, pero era solo cuestión de tiempo para que mis habilidades anteriores volvieran a mí. Igual de repente extrañaba como las agujas de fuego de Enchanter, o el Thunderstorm de Tgth podían hacer mas rápido el trabajo, pero rápidamente me despertaba de mi trance y me decía "Ya po, ¿Te volviste dependiente de un par de magos?", y seguía dándole duro a todos los enemigos que osaban interponerse entre yo y Hodelandia

Pese a todos los retrasos, llegue por fin a mi meta: Hodelandia. "Ya verán Hodes del ass, ¡¡¡LES VOY A PATEAR EL CULO!". Busque por todo el mapa a ver si alguna de esas tulas se atrevía siquiera a mostrar su coyomezca estructura ósea, para así destruirlas con mi espada. Recorrí altos y bajos del mapa, pero al parecer las tulas no se atrevían a mostrarse. Me extraño esto, así que le pregunte a un archer que iba pasando por ahí, sobre los Hodes. "Mira, sabes, debes buscar bien, ya que estos monstruos son subterráneos: se esconden en la tierra. Fíjate mas de cerca y veras que las tulas están ahí". "Ya po" pensé: "A mirar como weon la tierra para ver si sale algún Hode". Caminé con la cabeza baja, mirando cada centímetro de arena frente a mi durante harto tiempo, y ningún hode salió siquiera a mirar. Me dio tanta rabia que mande todo a la cresta y media. "Puta la wea, gaste plata para venir a este pueblucho de mala muerte, me cague de calor, estuve como weon mirando el piso a ver si aparecía una puta tula de arena... ¿y todo por las puras? wea indigna, me voy para Prontera mejor será". Así que agarre mi equipo, mi arma y el escudo, y me mande a cambiar del lugar. Pero, justo cuando iba saliendo, veo a un Merchant siendo atacado por muchos monstruos. Ya con ganas de sacarle la chucha a cualquier cosa que se me cruzara enfrente después del fiasco de los Hodes, corrí en su auxilio. Pero el Merchant me gritó "No, déjamelos" y después, con un movimiento de caderas, impulsó su carro hacia delante, y lo uso como arma. Ahí, como si hubiera caído una bomba, quedaron los monstruos, muertos en el piso. El Merchant procedió a pescar todos los itemes que botaron los monstruos, me imagino que para después venderlos, quien sabe. Me dio las gracias eso sí por correr a auxiliarlo. "Eres uno de los pocos que cuando ve a alguien en problemas, corre a ayudarlo. La mayoría se habría hecho la tonta y seguido adelante. Gracias por el gesto. Innecesario, pero buen gesto al fin" me dijo, mientras caminábamos ambos con dirección a Morroc. Le pregunte que hacia ahí y porque no estaba en prontera vendiendo sus itemes, y me contó que estaba esperando a un amigo que se supone iba a llegar, llamado Angie. En ese momento, me acorde de que Angie contaba de un Merchant que tenia un emperium, así que le pregunte si es que tenia un Emperium a la venta, puesto que queríamos hacer una guild con unos amigos y todo eso. "Si, aca esta el Emperium. Nadie me lo ha comprado, parece que lo tengo muy caro... por haberme "salvado", te lo dejare en 90k". Altiro solté todo el cambio que tenía guardado, y le pague inmediatamente la cantidad mencionada. Por fin tenía el emperium en las manos, y estábamos 1 paso más cerca de ser NMIN.

Volviendo a Prontera a pie, ya que la compra del empe me dejó vacío de dinero, fui inmediatamente al bar a tomar un vaso, para saciar las penas y rabias del viaje, y celebrar la compra del emperium. Esperaba encontrarme con los magos para ver como les había ido, pero no estaban por ninguna parte. Pregunte en el mesón si es que habían visto a los 2 magos que me acompañaban. Como respuesta solo recibí "Algo ha pasado...".

Mi cuerpo no respondía a ninguno de mis pensamientos. Trataba de abrir mis ojos, pero no lograba ver mas allá de mis parpados cerrados. "Me siento mareado y mi cabeza me duele enormemente... ¿Que paso? Lo ultimo que recuerdo es haber estado escapando de unos argiopes..." dije al aire. Una voz salia en respuesta: "Calma, estas a salvo en el hospital de Prontera. Yo te traje hasta aca..." me dijo con aires de tranquilizarme. "¿Quien eres? ¿Porque no puedo abrir mis ojos?" le dije enfáticamente. "A ver, espera un poco, deja sacarte las vendas". Luego sentí como me levantaban la cabeza, y me sacaban los vendajes de la cara. La luz que entraba por la ventana me encegueció, así que me costó un poco lograr enfocar y ver la cara de la persona que me acompañaba, pero finalmente los rasgos de su rostro se hicieron notar. De tez más o menos blanca, con unos anteojos de piloto, vistiendo ropas de color café y con zapatos que parecían tener plumas saliendo de sus bordes, identifique altiro que era un ladrón de la Cofradía de Morroc. Su contextura física era más o menos delgada, con piernas bien desarrolladas, y brazos largos. "¿Donde están mis cosas? No confió en los ladrones, y tenia muchos itemes que vender en mi bolso. Si llevo a ver que..." dije con voz de exaltado. "No te preocupes" me interrumpió. "A pesar que soy un ladrón de profesión, nunca me aprovecharía de una persona inconsciente. Tus cosas están guardadas en la custodia del hospital. Te aseguro que todo lo que tenias aun esta dentro del bolso". Me extrañaba la sinceridad y buena disposición de este personaje. Yo conocía ya a varios ladrones, y no todos eran como el... podría arriesgarme a decir que ninguno era como este servidor. Incluso me sorprendió el hecho de que él me haya salvado. Un ladrón cualquiera hubiera revisado todo, robado lo valioso, y después se hubiera ido sin mirar atrás. Con esas dudas dando vueltas en mi cabeza, me dedique a conocer más a mi "salvador". Le pregunte su nombre: "Me llamo Talo, ladrón de profesión, pero honesto de corazón" respondió "Si quieres saber porque estoy aca, te contare inmediatamente. Deja ir a buscar mis dagas al herrero y te cuento todo lo que pasó".

Estaba yo caminando por argiopelandia, matando arañas para sus itemes. Necesitaba dinero para comprarme dagas mejores, ya que todavía estaba con el cuchillo que usan los novicios para defenderse, y tenia en vista unas dagas irrompibles que servirían para hacer harto daño. De repente vi como nubes invadían un territorio que estaba en altura de donde yo estaba. Corrí hacia allá para ver que pasaba, y lo único que logre observar fue a ti caído en el suelo, un grupo enorme de monstruos acercándose a ti, y unas túnicas de mago desgarradas detrás de ellos...". Mientras me decía esto, no pude evitar pensar que Tgth había caído. El mago que compartió conmigo tantas aventuras, cayo bajo las garras de un grupo de insectos... Lagrimas cayeron al suelo, desde mi rostro malogrado. La perdida de 2 de mis amigos era demasiado para poder soportarlo, así que rompí en llanto inmediatamente. Talo intervino inmediatamente: "No te preocupes, las prendas no tenían marcas de sangre ni nada. Asumo que esas prendas no habían sido desgarradas, sino que dejadas de lado. Quien quiera que haya sido el que las usaba, debió haber escapado...". Aun cuando sus palabras sonaban sinceras, no pude evitar sentir que me decía esas cosas solo para evitar que siguiera dolido por mi amigo recién perdido. Entonces prosiguió su historia: "Como te decía, vi como se acercaban estos enemigos hacia ti, y decidí actuar para salvarte. Corrí rápidamente hacia ti, te agarre de los hombros, y use una ala de mariposa para tele transportarte a la ciudad. Llegando allá, note tu tobillo y lo tenias inflamado y veía como tus venas comenzaban a sobresaltar en tu pie. Altiro pensé que una de las bestias te había tirado un dardo venenoso, así que use mis técnicas de curación para evitar que el veneno llegara a tu corazón y murieras inevitablemente. Ya habiéndote sacado de peligro, aun estabas muy débil, así que te lleve al Hospital para que te cuidaran mejor. La venda en tus ojos era para evitar que...". En ese momento llego Kim al cuarto vociferando "Y QUE CHUCHA TE PASO MAGO RQ!". Le dije que el me había salvado de la muerte, que Tgth estaba perdido, que porque no nos acompaño, y muchas otras cosas mas. Cualquier cosa que me sacara de la mente que Tgth ya no estaba con nosotros... quizás donde estaría...

Ya habiendo salido del hospital, Kim me comentó que había comprado el Emperium, y que ya tenía todo listo. Nos unió a mi y a Talo a la guild, y partimos los 3 al cuarto del rey, para hacer los trámites necesarios para poder batallar en las Guild Wars. Después de unas pequeñas pruebas que rápidamente cumplimos, no quedaba más que recibir el visto bueno del Rey. Ojala Tgth y Yosuke hubieran estado ahí... pero no importaba eso ahora. Nuestros sueños comenzaban a tomar forma... En ese momento, salio a la luz: NMIN había nacido... Ahora, solo faltaba la llegada de la temporada de Guild Wars, para mostrarles a todos que aca íbamos..."