Capitulo 8

"Por fin encontré a mis amigos. Ya era hora de que mi sufrimiento terminara... pensar que me trajiste tantas penurias, y ahora comprendo que fue para esto. Para valorar más a mis amigos. Para poder comprender el poder de la amistad, y como ella puede llevarnos a ser mejores"

""Increíble verte con vida Tgth. Pensé que te habían comido las tarántulas" le dije a viva voz, sin poder esconder el tono de felicidad que emanaba. "Pero lo que mas me asombra es verte con vida Yosuke. No te imaginas cuantas experiencias hemos tenido en este ultimo tiempo...". Realmente la emoción de encontrar a un amigo perdido por tanto tiempo es una experiencia enriquecedora de alma. Sentí que ahora realmente estábamos en buen camino para seguir adelante con nuestra meta de capturar un castillo. Les iba a contar sobre todas las cosas que habían pasado desde que se perdieron, pero la voz de Tgth interrumpió mi historia: "Encha, ya habrá tiempo para contarnos sobre todo lo que ha pasado. Ahora salgamos de aca, que es un lugar peligroso" y me paso una ala de mariposa para tele transportarnos directamente al exterior de la Torre del Reloj, fuera del alcance de aquellos artefactos demoníacos. Después de todo, ya habría tiempo de sobra para desquitarme del daño que me hicieron.

Ya afuera de la torre, fuimos al bar local de Al De Baran, y ordenamos unos tragos para poder descansar y tener oportunidad de hablar sobre lo que había pasado en nuestras vidas. "Oye Encha" comenzó a decirme Yosuke: "Ha pasado harto tiempo desde que nos separamos. Yo ya te veía como un Wizard todopoderoso como este otro pues. ¿Porque tan flojo?". "No creas que es de flojo. Incluso en este momento, me dirigía a la cima de esta torre a hacer el test de Wizard, cuando me pille con ustedes" le respondí. La expresión de sus caras cambió súbitamente, se levantaron de sus sillas y me miraron a la cara. "¿MESTAYWEANDO?" dijeron ambos a coro, y comenzaron a reírse a carcajadas. Viendo que en mi cara no habían atisbos de "estarlos weando", comenzaron a detener las risas y a emitir opiniones mas serias sobre el asunto. "Pero Encha" - comenzó Tgth - "La prueba para hacerse Wizard no es aca, sino que en Geffen, en la torre que esta en el centro...". "Si" acompaño Yosuke "Yo acompañe a este hueon, así que puedo dar fe que en ese lugar es donde uno se hace Wizard. ¿Donde se te ocurrió que podía ser aca? después de todo, Geffen es la ciudad de los magos, era mas que OBVIO que allá debía ser...". En ese momento parecía que ambos estaban en contra mió, como que el tiempo que habían pasado ellos solos había mellado en la relación que teníamos antes. "Puta, mala cuea pues. Un assa me dijo que era aca, así que tome su palabra y me vine para aca, no es culpa mía no estar tan informado..." les respondí con un cierto enojo, provocado por sus acciones y respuestas anteriores. "No es posible que por un error me anden crucificando. Cualquiera puede equivocarse" seguí comentándoles "Uno tan feliz de verlos a ustedes después de tanto tiempo y me agarran para el leseo el momento en que cometo un error...". "Oye, no seas tan llorón Encha" se aprontó a responder Tgth "Si es solo una broma". Ya habiendo terminado los vasos de alcohol que teníamos enfrente, decidimos ir raudamente hacia Geffen para poder convertirme en Wizard lo antes posible.

Fui a conversar con las Kafras para que nos ayudaran en nuestro viaje. Le consulte cuanto seria la tarifa para transportarnos a Prontera, a lo cual recibí una respuesta para nada placentera: "Lo siento, pero desde esta ciudad no ofrecemos ningún tipo de transporte hacia el exterior...". Mi cara se torno blanca: Acababa de meterme en un embrollo gigante, no sabia donde quedaban las otras ciudades y no sabía que cosas me encontraría allá afuera. Tgth llegó detrás mió y, al verme pálido, supo altiro que ocurrió. "Parece que ya supiste la noticia. Esta ciudad es una de las más remotas de Rune, y los terrenos exteriores a ellas están rodeados de monstruos difíciles. Según me dijeron en la central de Kafra, ellos no están dispuestos a perder carruajes en un trayecto tan poco transitado, así que decidieron prescindir de tal servicio". Al principio me sentí desmoralizado, pero no podía dejar que esto me detuviera; ya había pasado por tantos obstáculos, y este solo seria uno más para poder llegar a mi meta final. Tgth luego mencionó "Si quieres llegar a alguna ciudad, la mas cercana es Prontera, cruzando el monte Mjolnir. Incluso, si seguimos derecho al sur, llegaremos a Argiopelandia y de ahí los castillos. Te deberías acordar pues, si ahi fue donde...". Interrumpí a Tgth, diciéndole que era innecesaria tanta explicación, que ya había entendido la idea. Ahora solo restaba equiparme bien y partir hacia el sur, a la ciudad de Prontera.

Las armas estaban afiladas a su máxima expresión. Los hechizos estaban a flor de piel. Todo preparado para otro viaje más allá de lo evidente. Las mochilas, cargadas con itemes preciados: El sonido de los frascos de pociones de curación, antídotos y variadas cosas más, interrumpía el silencio sepulcral que había en el exterior de la ciudad. Era primera vez que viajaba a Al De Baran, y como tal, era primera vez que hacia abandono de ella, para cruzar el monte Mjolnir y llegar a los valles verdes y frondosos de la tan afamada ciudad de Prontera."

"El terreno de las afueras de Al De Baran era oscuro: Típico campo montañesco sin el verde característico de los valles, sustituido por un color café oscuro. La subida al monte Mjolnir estuvo acompañada de varios percances: Como mi conocimiento de la flora y fauna de esta región era desconocida para mi, varias veces me cruce con arbustos que a primera vista parecían inertes, pero al acercarse a ellos comenzaban a correr al ataque. Era difícil poder diferenciar entre matorrales inertes y los "con vida", así que varias veces me encontré calcinando arbustos, y contribuyendo más y más al exterminio del verde en estas tierras. Además de estos arbustos, existían mantis religiosas de gran tamaño, y con una repulsión a los humanos a tal punto de, al ver uno, lanzarse con sus afilados brazos en forma de hoz, y con un filo comparable solamente con aquellas espadas de caballero. Por suerte para mí, una muralla de fuego podía mantenerlos a raya mientras los neutralizaba con mis agujas ígneas. Trataba siempre de mantener un mínimo de independencia, pero era inevitable que de vez en cuando, al mirarme hacia abajo, Tgth se concentraba en eliminar los enemigos que yo estaba matando, y decirme "No te preocupes, yo te ayudare, si eres un POOOOOOBREEE MAAAAAAAGEEEE" y después reírse a carcajadas. No entiendo como una persona puede cambiar su forma de ser de tal manera. Pero no importaba en ese momento: El solo saber que Tgth iba a estar con nosotros para las ya cercanas GWs, era para relajarme y olvidarme de cualquier mofa que él me pudiera hacer. Además, no solo Tgth estaba acompañándonos en aquel momento. La fiel espada y escudo de Yosuke, aquel escudo que me salvó del ataque del Orco gigante aquella vez, fue reemplazada por una espada mas pesada, que no permitía llevar un escudo de protección. Esta espada era notoriamente artesanal, y con cada azote de Yosuke, esta se encendía como si tuviera un corazón interno. Realmente éramos un buen equipo, tal cual como aquel que invadió los terrenos orcos: Faltaba solo Kim, quien estaba entrenando en las profundas cavernas de Payon, vengando su anterior encuentro con las damiselas cantoras del demonio, las cuales lo habían hipnotizado con sus bellas canciones, solo para poder acercarse y asestarle un cuchillo por la espalda. Buscaba un equipo que para varios es invaluable: Una especie de prenda que se llevaba en los hombros, perfecto como articulo de defensa, puesto que su constitución era de cuero duro. Además, poseía la habilidad de poder incrustarle una carta mágica, que le daba propiedades sobrenaturales. Esta prenda no era una de las mejores, pero para el momento que cruzaba Kim, era algo para "salvar el rato".

Después de mucho andar, por fin llegamos a un lugar de descanso: Una meseta en medio de la montaña. El color del suelo iba poco a poco adquiriendo un tono verde claro, gracias a las inusuales lluvias que alimentaban a toda la flora del lugar. A lo lejos se podían ver flores de tamaños variados, entre las mas pequeñas, útiles para regalar a alguna enamorada en una ocasión especial, como también algunas gigantes, que daban pie a creer que en este sitio, las abejas nunca se morirían de hambre. Tal belleza del lugar daba una sensación de relajo extremo en nuestros cuerpos, e iba drenando poco a poco las ganas de seguir el camino a Prontera. Viendo que ya se hacia de noche y el lugar parecía calmo, decidimos pasar la noche en aquel sitio. Acompañados con nuestras fieles botellas de alcohol, comenzamos a conversar sobre lo que había ocurrido ese día donde Tgth desapareció. "Como bien sabes, mi estimado Encha" comenzó a contar Tgth "Estábamos campeando argiopes, cuando de repente nos rodearon. Para salvar tu trasero, decidiste correr. Partiste delante mío y te caíste al suelo, ya que al pasar entre los argiopes, uno de ellos te lanzo una de sus "saetas envenenadas" en tu pantorrilla. Viendo que ya estabas prácticamente inconsciente, decidí sacarte el grupo que tenias detrás de ti así que inmediatamente deje caer una lluvia de rayos sobre ellos, para que comenzaran a seguirme a mí. Corrí hacia el otro lado, pasando entre las arañas, las cuales me desgarraron la ropa. Viendo que ya no tenia salida, busque incesantemente en mi bolso por una ala de mosca para tele transportarme. Al encontrarla, no perdí más tiempo y la active, desapareciendo del lugar en el acto. Cuando reaparecí, comencé a buscar la salida cuando veo una bota entre los arbustos. Revise más prolijamente y note que había un ser inconsciente dentro de aquel frondoso arbusto. Lo traje para afuera, vi sus heridas y procedí a ver quien era. La sorpresa que me llevé al ver la cara de aquel herido fue inmensa: Era nada más y nada menos que Yosuke. Prontamente me lo lleve a un rincón apartado y comencé a ..." En ese momento sentí unas ganas incontenibles de reírme de la frase recién dicha, pero la cara de Yosuke previno cualquier atisbo de risa sobre el tema. "A ver A ver A ver, ¿Te vas a reír? No lo creo mi estimado mamaguito: yo veo una sonrisa en tu cara por este tema, y te juro que mi espada no solo tendrá propiedades de quemar monstruos, sino que también de cauterizar. TE PROMETO QUE TE VOY A VIO..." a lo que Tgth dijo "DEJA TERMINAR LA HISTORIA MIERDA". Después de haber resuelto todo ese embrollo, prosiguió: "Como decía, lo lleve a un rincón apartado y le vi sus heridas que tenia por todo el cuerpo. Al parecer, había salido recién de una batalla campal, y apenas podía moverse después de ella. No me imagino que es lo que pudo haberle ocurrido...". Mire directamente a Yosuke y le pregunte "¿Que fue lo que te paso? cuando fuimos al hospital, vimos tu cama toda destrozada. Ya te hacia muerto yo..." a lo que solo recibí un "¿Y que te importa? Eso no es algo de lo que quiera hablar ahora con ustedes... tal vez mas adelante, cuando tenga tiempo, y cuando tenga todo claro sobre el tema. Ahora todo es difuso para mi, creo que el alcohol me esta tocando" No paso ni un minuto cuando vi que Yosuke se desplomo al suelo. Después de que Tgth y yo evitáramos que se ahogara en su propia baba, decidí dar por terminada la noche e irme a dormir también.

A la mañana siguiente, gracias al "rocío matutino", que más que rocío parecía aguacero de los 1000 demonios, tuvimos un despertar bien agitado. "PUTA LA WEA, LUGARCITO QUE ESCOGIMOS PARA ACAMPAR" vociferó Yosuke, que parecía estar muerto después de una abrumante noche. Se notaba en su cara que no estaba en un estado muy adecuado para viajar, pero no había más remedio que hacerlo, no podíamos quedarnos debajo de la lluvia. Desperté a Tgth, que a pesar de la lluvia, seguía en el mundo de los sueños. Después de raudamente agarrar todo el equipo y ordenar todo, corrimos hacia un techo de roca que había cerca, para así capear la lluvia. Aprovechando un poco el momento muerto que había, saque una Panacea de mi bolso y se la di a Yosuke: "Toma, para el malestar estomacal y el dolor de cabeza". Después de ingerirla, pareció recomponerse del todo, y andaba con ánimos nuevamente. "Gracias, me salvaste la vida Encha" me dijo de respuesta "Ahora que estamos aca mas sanos, y se me paso el dolor de cabeza, les voy a contar que paso ese día en el Hospital: Resulta que llego alguien de mi pasado, cuyo nombre no deseo nombrar, a buscarme por algún motivo raro e inexplicable. Como sus secuaces no pudieron encontrarme, destrozaron todo el hospital para hacer parecer como un simple robo. Aprovechando un momento de descuido, tome mi espada y corrí hacia la ventana y la crucé. Lamentablemente mi estado físico deplorable me jugo una mala pasada, así que la caída me afecto enormemente. No importando el dolor físico que tenia, seguí corriendo en dirección norte, cruzando los castillos, siendo perseguido por una banda de variados hombres que parecían estar bajo las ordenes de ella... Resulta que..." Mientras que Yosuke contaba la historia, mis oídos se enfocaban en un sonido distante que parecía hacerse más audible por cada segundo que pasaba. Me pare y ví hacia el horizonte ya calmo después de la lluvia incesante de la mañana, cuando de repente veo un grupo gigante de insectos acercándose a nuestra morada de capeo de lluvia. Le avise prontamente a ambos que se acercaban problemas, y partí corriendo al encuentro de los enemigos. Rápidamente comencé a proferir un conjuro para hacer salir llamas del suelo que me sirvieran de pared defensora, pero una voz dulce y melodiosa me detuvo en el acto: "NO, no te acerques a Mistress, te va a matar de un golpe!". Aquella voz emanaba de una Priestess que estaba cerca de aquel lugar, una bella silueta que opacaba el sol que estaba directamente en su espalda. De la nada salieron 2 personajes ocultos entre las sombras y comenzaron a correr hacia la abeja atacante. Uno de ellos parecía tener un aura roja alrededor de su cuerpo, y varios orbes girando a su alrededor. El otro poseía una espada y un escudo de proporciones magnánimas. Mientras que la priestess conjuraba poderes de bendición sobre ambos combatientes, el valiente caballero del escudo gigantesco se posiciono delante de Mistress y actuó como escudo protector mientras el otro comenzaba a concentrarse y emitir palabras. De repente, vi como sus espíritus orbitantes comenzaban a migrar hacia la punta de sus puños, y comenzaba a poner sus ojos fijos en la mortal abeja. Con la mayor de las concentraciones, dejo salir un grito: "ASURA STRIKE!" y de un solo golpe derribó al suelo a su contendiente. Después de que mi asombro por aquella demostración de poder se disipó, corrí a darles las gracias por salvarme y a preguntar sus nombres. "Bueno" dijo la priestess "Yo me llamo Rosette..." iba diciendo cuando Tgth se acercó y le dijo "Que bello nombre para una flor tan exótica como usted" y guiñó el ojo. En ese momento se escucho una voz con cierto grado de enojo "Hola, yo soy Suppi, Monje de la orden de Rune. Soy su novio" y miró a Tgth con cara de pocos amigos. Después de los perdones correspondientes, me quedó la duda de sobre quien era el tercer integrante, así que dije al aire "Y el del escudo es...". Una voz profunda invadió el ambiente: "No le digas mi nombre. No merece saberlo. Ahora vamonos a Al De Baran, debemos ir a prepararnos para las Guild Wars... No perdamos mas el tiempo aquí". Después de despedirnos de aquellas personas, seguimos nuestro camino hacia el sur.

Ya habiendo llegado a Prontera, mi primera meta era buscar a Kim, Talo y el resto de los integrantes. Fuimos al bar y los encontramos ahí. Ahí estaba Talo, el thief que me salvó, Kim, ya convertido en caballero de la orden del Rey. También estaba Jaime, el swordie ingenuo, y Naru, la acolita salvadora. Iba a aprovechar de darle la sorpresa a Tgth y Yosuke: "Bueno mis estimados, les presento a la guild NMIN. La creamos hace poco, pero ya contamos con el permiso del Rey para participar en los torneos". Después de unas pocas presentaciones, y unos reencuentros emotivos, estábamos listos para comenzar nuestro entrenamiento en conjunto. Casi listos, puesto que yo debía cruzar por otra misión mas antes de entrenar a full: Yo debía hacerme Wizard de la Orden de Geffen..."