Capitulo 10:
""Ya, con eso, terminamos nuestro entrenamiento básico en las artes de las GW...". Siendo yo el único que había recibido entrenamiento sobre como pelear en Guild War, me sentía en la obligación de enseñarles a mis nuevos compañeros el arte de la sobrevivencia en estas guerras, mientras Enchanter estaba en su prueba en Geffen, y Kim en una más de sus expediciones por equipo. Tenia como meta, el lograr que NMIN fuera destacada, puesto que, después de todo, NMIN era la guild de todos nosotros. Enchanter, Tgth, Kim y Yosuke..."
"Lo que no le conté a Enchanter fue que, apenas termine mi prueba de Wizard, me encontré con un Knight que estaba buscando incesantemente refuerzos para su equipo, y así poder participar en las Guild Wars que se acercaban en ese entonces. Como era un Wizard recién "salido del horno", sentí que esta seria una perfecta oportunidad para "aprender un poco más", así que me presente y le pregunte si podía unirme a su Guild. Hacia poco tiempo, muchos de sus compañeros lo habían abandonado, puesto que su guild "no poseía el prestigio y respeto que ellos deseaban tener", según me contaba en nuestros entrenamientos. Este Caballero hacia honor a su nombre: Su cuerpo estaba cubierto de pies a cabeza con una armadura brillante de acero, en sus manos, una lanza con punta dorada que, al embestir su blanco, parecía congelarlo al menor roce. Y, para completar la imagen, siempre montado en un Peco Peco, "su fiel compañero de guerras" como decía el. Siempre amable y respetable, era realmente un modelo a seguir. Su mano derecha, un Wizard con notoria experiencia bajo el cinturón, lo acompañaba siempre en sus aventuras. Aquel Wizard me enseño varias técnicas de ataque, y me dio consejos que nunca olvidare. "Nunca estés solo, siempre ten listo el hechizo para lanzarlo, y lo mas importante: Nunca, pero NUNCA dejes tu espalda descubierta. Nunca sabes cuando puede aparecer un enemigo y noquearte al segundo". Como Wizards, me comentaba, nosotros éramos unos de los blancos preferidos de los enemigos, debido a nuestro poder de destrucción masivo. Siempre me acordare de aquellos compañeros que, a pesar de la deserción masiva que habían tenido, estaban orgullosos de lo que había formado: "Una guild en la cual no nos sentimos presionados a batallar, una guild donde el esfuerzo de cada uno era valorado realmente. Una guild de amigos de verdad, como debe ser".
Las sesiones de entrenamiento eran rigurosas. No podíamos nunca bajar la guardia, porque siempre salía un enemigo que debíamos despachar inmediatamente, antes que avisara de nuestra llegada. Nunca estaba solo en el ataque: Siempre tenia a un priest que, con sus dopas, me aclaraba la mente para poder atacar mas rápido; un Arquero, que con sus flechas, despacharía inmediatamente a cualquier ser que se acercara a nosotros. Y, mas importante, siempre tenia a mi lado a un caballero que, con su vida, me defendería a mi y a todos nosotros el tiempo suficiente para que dejararamos caer una tormenta de meteoros encima de sus cabezas. Todo era bien simulado, cada detalle debía ser cubierto, puesto que, si íbamos a participar en estas "guerras", no podíamos dejar que nada nos sorprendiera.
Acercándome al día del torneo, mis expectativas crecían, pero no me sentía preparado para pelear. Por eso, fui a entrenar aquel día a Aldebarán con Yosuke, ese día donde me encontré con Enchanter, y lo salve de los relojes. Al ver su reacción de regocijo por haberme encontrado, supe inmediatamente que el lugar al que pertenecía no era esta guild, sino que era con mis amigos de antaño. Por eso es que, solamente ayer, hable con aquel caballero que me recluto, y le dije que no podía participar con ellos en las guerras que venían acercándose, puesto que mi lugar era con mis amigos. Con tristeza me dijo "buena suerte en tu nueva guild" y se retiro a seguir entrenando. Mientras me iba, el Wizard se acerco a mi y me abrazo fuertemente, me deseo la mejor de las suertes, y me hizo prometerle una cosa: "Todo lo que te enseñamos aca, enséñaselos a ellos. No deseo pillarme contigo y ver que la Guild a la cual perteneces, no es mas que un grupo de ignorantes que no saben una sobre como pelear en equipo". Le respondí que no seria así, que los entrenaría día y noche, y que, al momento de encontrarnos, veras que todo este entrenamiento que recibí yo, rendirá frutos en mis compañeros de batallas. "No te preocupes" le dije. "Al momento de encontrarnos, sabrás que las enseñanzas de aca están en sus mentes, y en sus corazones solo habrá deseo de triunfo". Le di la mano, y seguí mi camino hacia el bar de Prontera."Ahora estoy cómodo donde estoy, pero nunca olvidare esto" me dije a mi mismo mientras caminaba.
Mientras tomaba un trago con mis compañeros de guild, comencé a hablarles para conocerlos más. Partí por Jaime, quien me contaba que venia de un rancho cerca de Geffen, y que desde pequeño, siempre había soñado con ser un mago como yo, pero que un día, mientras cosechaba, vio pasar por enfrente de su casa a un caballero fornido, y detrás de el varios monstruos le hacían cacería. Aquel personaje se detuvo, dio la vuelta y, con un solo movimiento de su lanza, abatió a todos los monstruos que habían en su alrededor. Aquel espectáculo había cambiado su decisión: DEBO SER CABALLERO DE LANZA. Por eso es que ahora hacia gala de su lanza. La llevaba a todas partes y trataba de hacer lo que hacia aquel caballero, pero solamente caía al suelo abatido por el peso de su arma. Mientras compartía otro Alcohol mas con Yosuke, Talo y Jaime, note que faltaba alguien. En una mesa de la esquina, vi como Naru jugaba con un par de Jellopies que tenia sobre la mesa. Me excuse de la barra y me dirigí hacia ella, haciendo caso omiso a los "uuuu" que me decía Yosuke. "Hola, no se si me conoces, soy Tgth". Ninguna respuesta por parte de Naru, así que decidí adoptar una postura mas directa. Me senté en frente suyo y le dije "Disculpa, es que note que estabas aca alejada de nosotros... ¿Estas triste acaso?". Levanto la mirada, me observo por un rato y dejo salir algunas palabras de su boca: "No realmente, solo estoy pensando...", y siguió jugando con sus gemas. Ante tal muestra de frialdad, la tome de las manos y dije "Este no es momento para tristezas, ahora se baila!". Aprovechando que había un bardo en el bar, le pedí amablemente que tocara una tonada alegre y movida, y me puse a bailar con ella. Al principio estaba como piedra, pero de a poco comenzó a soltarse y seguirme el paso. Después de un rato, estábamos haciendo furor en el pub. Todos los presentes nos miraban con una cara de sorpresa y risa por el ridículo que estábamos haciendo, pero a mi no me importo. Seguí bailando con Naru, porque sabía que así podía llegar a conocerla más. Quien sabe, puede ser que de a poco nazca algo... pero solo el tiempo lo dirá.
Ya pasado el bailoteo y después de unos tragos, Naru comenzó a ser mas expresiva con el resto de nosotros. Ahí descubrimos que tenía un pasado más o menos represivo y que por eso era callada y reservada. Resultaba que su padre había sido asesinado cuando era una bebe, y su tío, quien asumió cargo de la familia, había sido malo con su madre ella durante su infancia, y que por eso se escapó de su casa, y se había unido a la iglesia, para así por lo menos, acallar sus "gritos internos". La paz y quietud del camino del Acolito le trae paz interior, gracias a su capacidad de "ayudar al prójimo". Le dije que no se preocupara, que con nosotros podía tener la confianza que quisiera tener, y que siempre la ayudaríamos en cualquier cosa. En ese momento me miró, me abrazo y me dio un beso en la mejilla. El resto de los integrantes solo se limito a mirar en asombro, y yo me quede estupefacto mientras esto ocurría. Al parecer, algo se esta formando entre nosotros...
Al día siguiente, después de la resaca mañanera, salí a caminar por la plaza de Prontera, solitario como siempre, cuando de repente veo a lo lejos una caravana de Kafra. De su interior, emerge una figura que fácilmente identifique. Era Enchanter, vestido de Wizard, y con una cara sonriente de oreja a oreja. "Por fin soy Wizard Tgth" dijo al verme. "Felicitaciones pues, ya estamos a la par, ahora entrena para que puedas alcanzarme" respondí, y lo abrace fuertemente. Una nueva época había comenzado para NMIN..."
