¡¡¡Hola!!!

Cocojajas: Gracias, Nieves. (Dale un besito a tu niño de mi parte, jeje, qué mono...) Siempre hay esperanza. En Matrix Reloaded, el Arquitecto dice algo así como "La esperanza... que es al mismo tiempo vuestra fuente de mayor poder y vuestra mayor debilidad". Y sí, es cierto, pero sin ella no habría razón por la que abrir los ojos cada mañana. No cuando somos unos animales que han dejado de pensar en cómo conseguirse la siguiente comida o en mantenerse vivos el tiempo suficiente para procrear, para ponerse a pensar en cosas tan inútiles como el sentido de la vida... entre otras cosas.

Lucumbus: últimamente no hago más que echar broncas por lo mismo... ¡En las prácticas no se leen fics frikis, por Diox! En las prácticas se hacen las prácticas, por muy aburridas que sean. Y aunque me halaga que digas que el capi te la alegró no puedo dejar de decirte que esto no merece la pena suficiente como para que te distraigas de tus clases, ¿entendido? Juer, parezco McGonagall, colega... Bah, pero sabes que lo digo con cariño. ¡Un besote precios)!

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Capítulo 12: Los Brujos Desterrados

Harry miraba los adornos navideños con aire ausente. Sentado a su lado en el autobús estaba Ron, que miraba hacia delante sin decir nada. Iban a casa de Hermione. No había mucho que decir.

Desde que despertaron en la habitación de San Mungo algo había cambiado en ellos. No sólo estaban más unidos que nunca, sino que habían comprendido que en el instante en que alguno de ellos cayera, los demás lo sostendrían, sin dudar ni un instante y contra viento y marea.

Lo que les había hecho ponerse en marcha inmediatamente después era, ni más ni menos, la absoluta convicción en esa certeza. Por eso no había mucho que decir.

El plan de Ron ya estaba trazado y gracias a Dumbledore ya se habían dado los primeros pasos de la primera fase.

En primer lugar se había reordenado el funcionamiento de la Orden y los aurores relacionados con ella, así como la gestión de los departamentos ministeriales que, ignorando a Fudge, apoyaban la lucha, de manera que se funcionara como un todo unitario pero desde células muy pequeñas y casi indetectables.

Nunca se quedaban en ninguna parte demasiado tiempo. Sólo Grimmauld Place continuaba siendo el centro de operaciones gracias al encantamiento Fidelio que lo protegía. Los pisos francos que tenían distribuidos por toda Gran Bretaña e Irlanda fueron desmantelados y convertidos en paradas eventuales. El equipo básico se redujo a lo mínimo indispensable y se trabajó en el reforzamiento de las barreras mágicas de ciertos lugares estratégicos, como Hogwarts, el Ministerio y San Mungo.

Aún era pronto para evaluar los resultados, pero todo el mundo se había mostrado muy de acuerdo con el nuevo plan y estaba yendo como la seda. El objetivo era volverse invisibles para todos, incluyendo para ellos mismos a ciertos niveles.

El segundo paso de la primera fase se basaba en "husmear y localizar". Serían pequeños objetivos: mortífagos de poco nivel, criaturas oscuras que pudieran estar relacionadas, cubiles, magos manipulados por la maldición Imperius...

Y un tercer paso en esta primera fase era terminar el trabajo que había comenzado Hermione hacía meses con ciertos colectivos interesantes para la lucha contra Voldemort.

Ron se levantó ágilmente y pulsó el botón de parada. Un par de segundos después Harry le siguió. La puerta se abrió y los dos jóvenes saltaron del autobús a la fría noche de Diciembre.

Con los pasos seguros de quien sabe adónde va fueron derechos al portal de la chica. Llamaron al telefonillo y un instante después la puerta se abrió. Al llegar al pequeño apartamento de la joven entraron sin decir nada y cerraron la puerta tras de sí. En el salón vieron a un hombre vestido muy elegantemente al modo muggle. Estaba ligeramente calvo y su postura denotaba cierta incomodidad al verlos.

Se sentaron alrededor de la mesita de fumador del salón y se presentaron. Leonard Pane miró un instante a Hermione y después comenzó a hablar:

-Soy el representante de los Brujos Desterrados.- dijo.- Somos una comunidad de más de 100 magos de todas las nacionalidades que vivimos de espaldas a la comunidad mágica, no siempre por propia voluntad. Muchos de los nuestros fueron acusados de crímenes que no cometieron y se les rompió la varita y el regreso. Otros, como yo, decidieron vivir de otro modo hace mucho tiempo.

El hombre hizo una pausa muy significativa. Mucho se temía Harry que ese tiempo fuera en el que Voldemort había alcanzado la cúspide de su poder, más de 18 años atrás.

-Debido a los... acontecimientos de un tiempo a esta parte muchos de nosotros nos sentíamos muy inquietos. Habíamos querido escapar de esa vida, pero se hizo imposible después de los primeros asesinatos.- Harry asintió. Durante sus últimos años en Hogwarts habían llegado noticias de asesinatos de brujas y magos en todo el mundo a manos de mortífagos.- Entonces me llegó una carta de un tal Philip Myers – el hombre hizo un gesto señalando a Hermione.- y se mostró muy... persuasivo. Nos acabó convenciendo, pero aún había muchos cabos por atar y fue cuando quise tener una reunión con él. Y llegamos a un acuerdo.

-En cifras.- comenzó Hermione poniendo un par de papeles sobre la mesa.- Son 46 magos y brujas plenamente cualificados con experiencia en combate y dispuestos a colaborar con nosotros. Además tienen un "ejército" de elfos domésticos preparado desde hace años. Su magia es poderosa y pueden ser un arma insustituible.

-¿Número?- preguntó Ron mirando los papeles.

-Alrededor de 150.

-¿Sería posible organizar ese tipo de grupos élficos entre los elfos que conocemos?- preguntó Harry.

-Todo sería preguntarles si estarían dispuestos.- dijo Ron.

-Estoy seguro que algunos de los nuestros se prestarían para entrenarlos.- apuntó Pane.- Son unas criaturas muy razonables.

-¿Para cuándo podríamos contar con ustedes?- preguntó Harry.

-Para ya.

El moreno asintió.

-Todo lo que hablemos será absolutamente confidencial.- dijo.- Recibirán las instrucciones cada vez de un modo diferente. No nos busque. Nosotros le encontraremos. Mantenga un medio de comunicación muggle siempre activo. Este teléfono – Harry apuntó su teléfono en un papel.- memorícelo y queme el papel. Sólo lo utilizará si es cuestión de vida o muerte o tenga una información vital. Manténganos informados en todo momento de lo que hagan y lo que descubran vía e-mail. En cada respuesta le enviaremos una dirección diferente, así que estén atentos. Y sobre todo, por favor, tengan cuidado.

El hombre se quedó mirando al joven durante unos segundos. Después asintió, se levantó y se fue.

Mientras bajaba las escaleras no podía dejar de pensar en lo abrumadoramente adultos que parecían aquellos jóvenes.

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Hermione fue a buscar algo de beber mientras Harry y Ron se relajaban lo que podían en los sillones de la chica. Harry se frotaba los ojos tras las gafas, pensativo. Cuando Hermione le puso el vaso de coca cola delante dijo:

-Hay algo que no os he dicho aún porque no estaba seguro.- Harry cogió el vaso y lo agitó suavemente dejando que los hielos chocasen musicalmente entre sí.- Y realmente aún no lo estoy, pero no me extrañaría nada. Creo que el atentado del Ligthtening fue obra de mortífagos.

-¿Qué?- dijo Hermione.- ¿Por qué? No dejaron la marca tenebrosa ni nada por el estilo.

-Creo que vi a uno de ellos escapar antes de la última explosión.

Los tres se quedaron callados un momento, intentando buscarle un sentido.

-Bueno, siempre dijeron que iban a ir a por los muggles, ¿no?- dijo Ron.- Tiene su lógica.

-Es repugnante.- dijo Hermione. Ambos chicos la miraron durante un instante.- Se están volviendo locos. ¡Ni siquiera la primera vez fue tan a lo bestia! ¿Qué pretenden?

-No lo sé.- dijo Harry.- Ni siquiera sabemos cómo lo hicieron.

-Oh, eso es cuestión de tiempo y paciencia en la biblioteca.- dijo la chica haciendo un gesto con la mano para quitarle importancia.

-Lo que me gustaría saber es cómo conseguiste salvarnos aquel día, Harry.- dijo Ron de repente. Harry clavó en él sus ojos verdes y meneó la cabeza.

-No lo sé. Sinceramente. No tengo ni idea.- dijo. Tomó un sorbo de su refresco pensando en lo que ocurrió.- Cuando vi la sombra de lo que creo que fue un mortífago... no sé. Lo supe. Que iba a haber una nueva explosión. Fue algo... muy grande...

-¿Algo grande?- preguntó Hermione.- ¿En qué sentido?

-Algo instintivo en el más puro sentido de la palabra.- dijo Harry con seguridad.- Más que hacerlo yo, lo hacía cada célula de mi cuerpo. Y era muy, muy poderoso. Creo que por eso perdí el conocimiento. Por el shock o algo así.

-Qué extraño.- dijo Hermione mirándole evaluativamente.- Esto merecería una visita a la biblioteca si no estuviera a más de 600 kilómetros.

-No creo que lo encontraras en ningún libro, Herm.- dijo Ron.

-¿Por qué no?

-No lo sé. Es un presentimiento.

-Hace tiempo que aprendí a temer tus presentimientos, Ronald Weasley porque suelen ser ciertos.- dijo Hermione.- ¿En qué piensas?

Ron, que jugueteaba con un hielo de su vaso, sacó el dedo y se lo chupó inocentemente antes de contestar.

-El poder que no conoce.

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-Y posiblemente tenga razón, Harry.- dijo Dumbledore detrás de su escritorio en su despacho de Hogwarts al día siguiente.- La noche en que Voldemort trató de poseer tu cuerpo te dije que fue tu corazón y no tu mente lo que te salvó. Creo que lo que hizo que os salvarais en el Centro Comercial fue exactamente lo mismo.

-¿Y cómo puedo controlar un poder tan enorme que aparece y desparece a voluntad? ¿Cómo se activa? ¿Cómo se utiliza?

-No lo sé.- dijo Dumbledore con sinceridad.- Eres la primera persona que muestra una capacidad así. Deberás descubrirlo sobre la marcha.

Harry resopló deprimido. Cuando por fin había descubierto lo que quizá, en el futuro, fuera la diferencia entre matar o ser asesinado parecía que estaba tan fuera de su alcance como al principio.

-Profesor.- dijo al fin.- Quisiera entrar en la sala del Departamento de Misterios que siempre está cerrada.

-Eso está fuera de toda negociación, Harry. Es imposible.

-¿Por qué?

-Porque te mataría.

-¿Está seguro?

-La respuesta sigue siendo no.

-¿Y si fuera la clave para todas mis preguntas? ¿No habíamos quedado en que la magia pura era ese poder que Voldemort ha buscado tanto y que al parecer yo mismo tengo? ¿Y si lo que hizo que aquel pasillo no estallara fuera esa magia? ¡Tengo que saberlo, profesor!

-Nadie ha sobrevivido a una exposición directa, Harry.

-¿No lo entiende?- dijo Harry acercándose a la mesa.- Yo ya he estado expuesto. Dos veces al menos.

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Sí, amigos. Ésto es un capítulo de transición. No pasa nada, pero es necesario para la trama. Lo sé, lo sé... qué rollo... pero era necesario, en serio. Os prometo que cap 13 será más interesante... seguro que a Eva Vidal le encanta... jejejeje....