De cómo seducir a tu chico sin morir en el intento…
¡¡SCC no me pertenece!!
"xxxxxxx" diálogo
'xxxxxxx' pensamiento.
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Capítulo 11
"¿De verdad no quieres ir a comer afuera?" Preguntó Eriol suavemente a la muchacha entre sus brazos.
"Mnnnnooooo!" Respondió ella por tercera vez, riendo. La insistencia cuasi infantil de su novio le resultaba tierna "De verdad tienes hambre…"
Eriol no necesitó responder a eso. Lo hizo su estómago.
"Jajaja!!" Rió Tomoyo "Si quieres podemos pedir algo. O puedo cocinar. Pero no quiero salir, hacía días que no estabamos as" dijo mimosamente.
Realmente, desde que el "plan" había empezado, los dos habían extrañado sus tiernos momentos juntos, y solo hoy, después del estallido de Tomoyo, habían logrado volver. Y, lógicamente, ninguno de los dos quería separarse del otro ni por un segundo. Pero ya era tarde, y el hambre estaba empezando a molestar a Eriol.
"Me conformaría con una pizza, al menos" dijo él.
"Ok, voy a llam…" RRRRIIIIIIIIIIIIIINNNNNNNNNGGGGGGGGGGGGG "…ar, luego de atender el timbre"
"Mejor yo llamo mientras tu atiendes, no se si podré esperar tanto. Además, ha de ser Sakura ¿quién más sería a estas horas en tu casa?" Tomoyo se encogió de hombros ante la pregunta; podía ser cualquiera, en realidad, nadie la visitaba a estas horas, no sin avisar.
Se acercó a la puerta y observó por la mirilla.
"Tenías razón, es Sakura" dijo Tomoyo, a lo que Eriol solo respondió con una sonrisa mientras marcaba el número de la pizzería. 'Sí que está concentrado' pensó Tomoyo divertida.
Con tranquilidad abrió la puerta, demasiado contenta estaba como para ponerse a pensar en las posibles razones de la inesperada visita de Sakura. Por eso se sorprendió cuando vio en qué estado estaba su amiga.
"¡Oh, Tomoyo! Lamento molestarte a esta hora, ¿puedo pasar?" Preguntó Sakura conteniéndose de llorar.
"¡Claro! Por favor, entra. ¿Qué fue lo que pasó?" preguntó ansiosamente Tomoyo tomando a su amiga del brazo luego de cerrar la puerta.
"¿Estás sola?"
"No, Eriol está aqu"
"Oh, entonces mejor me voy, no quiero molestar…"
"No, no Sakura" dijo Eriol asomando desde el living. Luego se dirigió a Tomoyo "Voy a la cocina a esperar la comida, ustedes hablen tranquilas" y luego de guiñarle el ojo desapareció dejándoles privacidad.
Tomoyo llevó a su amiga hacia el sillón grande. Sakura se veía sumamente desdichada.
"Y ahora cuéntame. Supongo que se trata de Syaoran"
"Mmh" respondió pobremente la angustiada chica secándose una lágrima "Le dije de nuestro plan hoy por la tarde."
Sakura se quedó callada pero Tomoyo no emitió sonido de su parte, para no presionarla. Al cabo de unos momentos Sakura volvió a hablar "En realidad, cuando llegué, él me pidió disculpas por ponerse tan celoso. Pero yo no podía seguir ocultándole… lo que realmente pasó. Y cuando le dije que todo había sido parte de un plan que se nos fue de las manos, simplemente enfureció."
"¡Oh, Sakura!" Exclamó Tomoyo solidarizándose con ella, tomándo su mano con fuerza.
"Quise explicarle todo, cómo habíamos sentido que nuestras relaciones se derrumbaban y decidimos hacer algo al respecto, pero él no quiso escuchar!!" con esto se puso a llorar con fuerza, lanzándose a los brazos de su amiga.
"Shhh, tranquila" susurró Tomoyo acariciándole la cabeza a la angustiada chica "Tranquila, tenemos tiempo"
"L-lo siento Tomoyo, ¿crees que debí haber hablado con cuidado para que Eriol no escuchara?"
"No te preocupes por eso" respondió la morocha.
"P-pero" insistió Sakura incorporándose nuevamente "… no quiero perjudicarlos"
"Sakura" dijo Tomoyo con firmeza en la voz "Eriol ya lo sabe"
"¡¿De verdad?!" Tomoyo asintió "¡¿Y cómo lo tomó?!"
Había mucha ansiedad en la voz de la chica, además de angustia, y a Tomoyo casi le molesta decirle una verdad que la lastimaría.
"Bien, Sakura. Eriol comprendió y ahora estamos juntos de nuevo"
A Sakura la noticia le cayó como un rayo sobre el árbol ya partido. No es que no deseara felicidad para su mejor amiga; pero ¿por qué Syaoran no la había perdonado si para Eriol no había inconveniente?
"Eriol y Syaoran son personas muy diferentes, Sakura" comentó Tomoyo, sabiendo lo que pensaba la joven castaña "A veces me pregunto cómo es que son amigos. Pero en realidad nosotras también somos muy distintas. Y puedes estar segura de que tienes toda mi amistad. Y mi apoyo." Aseguró con dulzura en la voz "Sabes que puedes contar conmigo en cualquier momento. De hecho, quédate a dormir hoy, no quiero que vallas a tu casa, es muy tarde ya, y aquí no te dejaré sola".
"Muchas gracias, pero no quiero que Eriol se valla por mí, además realmente necesito pensar, ahora que me he desahogado"
"Permiso…" se oyó desde la puerta. Era Eriol "siento interrumpir chicas, pero en la cocina hay pizza, si es que quieren"
"¿Qué dices?" Preguntó Tomoyo con una sonrisa invitadora a su amiga.
"En realidad…" dudó Sakura "no he comido nada en todo el día, así que ¡por supuesto!" Exclamó. Ya estaban secas las lágrimas de su rostro.
Tomoyo rió, se alegraba de ver a su amiga cambiando la cara, aunque más no fuera por un corto lapso de tiempo.
"¿Papá? Soy yo, Sakura. No, estoy bien, estoy en lo de Tomoyo. Si, ya comimos. Voy a quedarme a dormir, es muy tarde. Si, volveré en la mañana. Adios"
"Me alegro de que hallas decidido quedarte. Usa el cuarto desocupado que está junto al mío. Ayer lo limpió Yui así que está en condiciones de ser usado. ¿Quieres que te despierte en la mañana?" Preguntó Tomoyo.
"Gracias, a las 9 estaría bien, si no te molesta"
"¡Perfecto!" Exclamó Tomoyo con una sonrisa "Ahora ve a dormir, estas exhausta" dijo, y dándole un abrazo, la despidió.
"Nos vemos Eriol" saludó Sakura, y subió las escaleras. Pero a mitad de camino se volteó por un instante "No se acuesten muy tarde" dijo guiñando un ojo.
"¡Sakura!" Exclamó Tomoyo frunciendo el ceño, mientras Eriol se reía silenciosamente. Sakura, sonriendo, desapareció por las escaleras.
La morocha se quedó mirando la escalera por unos instantes, ocntenta de que su amiga hubiera podido bromear con algo. Aunque quizás hubiera preferido otro tipo de broma. Pero pensándolo bien, tenia algo de razón…
"Y bien…" dijo tranquilamente volviéndose hacia Eriol "¿Y ahora?"
El mago sonrió "Es tarde, voy a dejarte descansar. Ha sido un día particular para todos".
Tomoyo caminó hacia él lentamente y levantó los brazos abrazándolo por el cuello "¿No te gustaría quedarte… un rato más?". Cariñosamente rozó su nariz con la de él y lo besó suavemente.
Eriol la observó cuidadosamente, y cuando pudo encontrar sus ojos mantuvo la mirada fija en ellos por unos momentos. Al cabo la beso con ternura y, abrazándola fuertemente por la cintura murmuró "Podría…"
Tomoyo notó la vacilación en su voz "¿Pero…?"
"Pero… no quiero que hagas nada de lo que luego te arrepientas"
La muchacha lo miró fijamente, hundiéndose en las profundidades de sus ojos negros, y lo besó apasionadamente hasta que ya no le alcanzó el aire.
"Eriol" dijo una vez recuperado el aliento "No vamos a hacer nada de lo que yo vaya a arrepentirme." El chico no sabía bien si tranquilizarse o desanimarse ante esas palabras "Pero deja que sea yo la que decida de qué voy a arrepentirme y de qué no" terminó ella.
Con un nuevo beso, más intenso aún, Tomoyo terminó de convencerlo.
La manos de la chica masajeaban la nuca y la espalda del muchacho, mientras las de él buscaban acercarla cada vez más, cubriendo distancias solo imaginarias, ya que ya estaban absolutamente pegados el uno al otro.
Retornando un poco a la lucidez ella se separó lo mínimo indispensable como para tomarlo de las manos, y, mirándolo con deseo y pasión, y a la vez toda la ternura que poseía, conducirlo hacia arriba subiendo las escaleras.
Entraron a su cuarto olvidando la puerta. Eriol la tomó por la cintura y la sentó en la cama, acomodándose junto a ella para besarla y acariciarla con ternura y algo de timidez.
Poco a poco fue pasando su mano por debajo de la remera de la chica, pero para su sorpresa era Tomoyo la que avanzaba más rápido: la morocha ya había colocado su mano derecha sobre el trasero de él y ahora iba acercándola al borde de sus pantalones. Esto era, no solo inesperado, sino también desinhibidor para él, que creía que la chica tomaría con mucha más timidez esta ocasión, especialmente por ser la primera…
"¡¡Jajaja!!" Eriol no pudo menos que reírse, sin soltarla por supuesto. Teniéndola aun firmemente entre sus brazos dijo mirándola a los ojos "Sabes que realmente te amo, ¿verdad?"
Ella algo confundida, solo asintió con la cabeza. No había retirado su mano.
"Veo que estás verdaderamente decidida" comentó él.
"Creí que había sido clara al respecto" respondió ella con más firmeza que antes. Eriol la observó unos momentos más y luego se levantó.
Tomoyo, temiendo haber hecho algo mal, haber sido demasiado apresurada, temiendo que él se fuera solo atinó a exclamar "¡no te vallas!".
Eriol volteó y la vio asustada, pero solo rió para sus adentros, se volvió hacia la puerta y la cerró. "No querrías dejarla abierta, supongo".
Tomoyo respiró aliviada y, tan pronto como Eriol volvió a su lado, olvidó todo lo que no fuera él, el amor que por él sentía, el deseo que la colmaba más que nunca y el par de manos y de labios que poco a poco fueron integrándola al cuerpo de él hasta hacerlos uno, con tanta pasión, pero a la vez con todo el amor que Eriol le podía dar.
Que era bastante…
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¡Epa!
¿Valió la espera? Ojalá que sí.
Bueno, solo faltan uno o dos capítulos.
Saludos a todos
Ai
