De cómo seducir a tu chico sin morir en el intento…
�¡SCC no me pertenece!
"xxxxxxx" diálogo
'xxxxxxx' pensamiento.
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Capítulo 12
Bajó las escaleras con mucho cuidado de no ser oída, tomó su abrigo y salió sin emitir sonido alguno. Afuera se puso el saco, pero luego de caminar una cuadra se lo sacó: hacía calor.
Sakura se había despertado con la salida del sol, pero estuvo un tiempo en la cama, remoloneando, pensativa. Finalmente se había dormido la noche anterior, luego de mil vueltas. Pero Syaoran seguía acosándola dentro de su mente.
Ahora caminaba tan despacio que una tortuga hubiera llegado antes a la esquina siguiente. No importaba.
Estaba decidiéndose entre volver a su casa o a la Syaoran. Podía aparecerse, del mismo modo que ayer, con la misma ropa, desarreglada, y forzar en su cabeza todo lo que tenia para decir, aprovechando las frases frescas en su cabeza y el impulso del momento. Pero llendo a su casa podía bañarse, arreglarse, y esperar un poco para hablar con él, quizás un par de días.
Se decidió por la primera, no por ser la mejor, sino justamente por el impulso del momento.
Cambió de rumbo y de velocidad abruptamente y en quince minutos estuvo frente a la puerta del muchacho.
Tocó el timbre en un toque corto y decidido. Esperó. Oyó pasos detrás de la puerta, un golpe, un quejido de dolor, silencio. Momentos eternos después, la puerta se abrió lentamente. Apareció detrás un Syaoran recién levantado y semidesnudo, pero muy despierto. Sakura no se preocupó por saludar y entró sin esperar a ser invitada. Luego de escuchar la puerta cerrarse, volteó para ver de nuevo a Syaoran, pero no lo encontró. Los sonidos venían de la cocina. Por lo tanto estaba ignorándola, y eso no lo iba a permitir. Con toda su impulsiva decisión al máximo, tomó aire y se dirigió con pasos firmes a la cocina. Parado frente a una máquina de café estaba él, aparentando concentración. La gran taza terminó de llenarse. Syaoran la llevó hasta la mesa pequeña y comenzó a beberla.
Sakura esperó a que estuviera sentado y empezó a hablar.
"Syaoran, a pesar de lo que pienses, entiendo que estés enojado porque si se como te sientes, o al menos puedo imaginarlo. Y realmente me gustaría que me escucharas, por eso vine a esta hora. De todas maneras seré breve. Sabes que lo que Tomoyo y yo hicimos no comenzó por un simple capricho. Realmente ninguna de nuestras relaciones iba bien, y no sabíamos que hacer para mejorarlas. Elegimos mal, si, pero no lo hicimos a propósito, ni por dañarlos. Todo lo contrario, lo hicimos por interés, por cariño, por deseos de volver a lo que en algún momento tuvimos de maravilloso en nuestras relaciones. Se me fue la mano. Lo se. Y no me siento bien al respecto. En ningún momento fue divertido. Pero no sabía cómo pararlo. Ahora me odias." Aquí realizó una pausa, pues estaba a punto de ponerse a llorar. "Y eso me hace odiarme" Aquí empezó a llorar "Pero no puedo dejar de pensar, que si realmente, sinceramente, me quieres todavía, puedes perdonar un error tan infantil como el que cometí. Y si no puedes, pues, lo entenderé como el final necesario de nuestra relación y…" las lágrimas en esta parte casi no la dejaban hablar " Te dejaré en paz."
El silencio a continuación fue arrollador. Sakura prácticamente contenía la respiración a la expectativa de cualquier señal que significara una respuesta.
Syaoran hubiera dado cualquier cosa por tener una él mismo. No solo estaba enojado. Siempre había sido muy orgulloso y eso es difícil de ignorar cuando, para colmo, de verdad no estaba del todo equivocado.
Pero tenía que decidirse. Aquí y ahora. Si seguía esperando él mismo explotaría. Apenas había dormido esa noche.
Finalmente, levantó la vista (una vista severa, una mirada seria) y miró a Sakura, de pie contra el mármol de la mesada, pequña, frágil, insignificante.
"No me gusta ser engañado, de ninguna forma" dijo.
Sakura solo pudo reprimir un gemido de tristeza. Tenía la vista en el piso.
"Tampoco me gusta que no me tomen en serio" continuó el muchacho poniéndose de pie. "Y especialmente no me gusta que jueguen con mis sentimientos de la manera que tu lo hiciste".
Los ojos de Sakura eran ya una sola catarata de lágrimas, y con las fuerzas que pudo rescatar empezó a correr hacia la salida.
Pero un brazo fuerte y firme la detuvo.
"Pero te amo" concluyó Syaoran con un suspiro. Sakura ahora si lo miró a los ojos y ya no vio rencor, sino ternura, y volvió a correr pero para abrazarlo y ser abrazada. Y lo consiguió.
Y no quiso volver a separarse.
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Bueno se acabó acá este capítulo.
Lo hice medio con ganas de terminar, aunque me parece que me quedó bastante lindo. Ahora me voy a la cama porque tengo sueño y me muero de calor.
