6to cap...
Disclaimer: Inu Yasha y CO no me pertenecen si no a la sensei Rumiko Takahashi
6. Sesshoumaru...
Un hermoso paisaje; un valle extenso solo cubierto por pasto, un cielo semi despejado, ninguna interrupción en el camino....nada ni nadie que los molestara mas que el propio silencio.
Un hombre y un animal de dos cabezas caminaban por ese valle...
Las nubes se habían ido dispersando poco a poco y habían dejado ver la luna que alumbraba junto a las estrellas en ese negro manto que cubría todos los días las vidas de las personas durante algunas horas.
La luna estaba reflejada en sus plateados cabellos que se mecían suavemente por una exquisita brisa que había tomado parte de este paisaje y hacía además que sus ojos color ámbar tuvieran un brillo muy especial aquella noche sin tener un motivo en especial por el cual pudieran estar así, o si...tal vez si había uno...llevaba una compañía muy agradable tras el.
Caminaba lentamente sin la mayor prisa de llegar al lugar donde podrían descansar después de haber estado todo el día caminando para encontrar el nuevo escondite de Naraku.
El dragón de dos cabezas llevaba en sus espaldas a una pequeña niña y a un demonio sapo quienes iban durmiendo tranquilamente.
De vez en cuando Sesshoumaru miraba a Rin y veía su angelical rostro para esbozar una pequeña sonrisa y volver a mirar hacia delante.
Llevaba tomada en su mano las riendas de aquel dragón para evitar que se quedara atrás y que esa pequeña niña y su acompañante corrieran un peligro innecesario.
No sabía como ahora podía viajar con una humana pero ciertamente ese niña tenía un poder especial que había hecho que el quisiera su compañía durante sus viajes.
Era todo muy extraño...
No lo podía explicar...
Meses atrás no le importaba matar humanos, y ahora tampoco le importaba claro pero el solo hecho de que esa niña lo viera le daba terror, es por eso que prefería dejarla a cargo del sapo y del dragón diciéndoles que si le pasaba algo lo pagarían con sus vidas y esta vez el no haría nada por revivirlos y los dejaría ahí.
Sabía que en todas las peleas en las que el estuviera involucrado serían un riesgo para la niña a la cual el no la quería exponer, un sentimiento en el lo obligaba a protegerla a toda costa.
Desde el momento en que la vio ahí tirada, muerta por los lobos y la revivió con Colmillo Sagrado sintió que debía seguir con ella, pues algo lo impulsaba a hacerlo, se sentía bien protegiéndola aunque el mismo no lo quiso aceptar durante meses, más no pudo contra aquella criatura que hablaba mucho y reía; había traído una felicidad que hace muchos años el no sentía.
Así amenazados de muerte se quedaban los dos protegiendo a la niña mientras Sesshoumaru iba a pelear o iba a algún lugar muy riesgoso en el cual el sabía que su pequeña acompañante humana podía correr peligro de muerte.
Pensamientos así todas las noches abarcaban su mente.
La noche era el mejor momento para poder detenerse a pensar y meditar todas las cosas que habían pasado durante este último tiempo, que habían sido muchas por cierto.
Le había tomado un cariño especial a esa niñita, aunque no lo reconociera ante nadie ella lo sabía, pues leía en los ojos de su protector los sentimientos que guardaba en un cofre con un fuerte candado llamado orgullo... y la única persona que tenía la llave, por ahora...era ella...
Sin dar cuenta ya había llegado a sus tierras y en ellas ningún demonio los atacaría de eso estaba seguro pues ya se sabía en todos lados que quien entraba a esas tierras sin su consentimiento no salía de ellas con vida, jamás se volvía a ver a la persona o demonio que entraba a las tierras del gran Taiyuokai Sesshoumaru.
Al menos durante años había tenido este pensamiento, de que nadie lo atacaría mientras estuviera en sus tierras pero que sorpresa se llevó cuando vio que una morada nube se posó en el cielo y una gran ventisca apareció de la nada.
Supo inmediatamente que vendría después así que tomando a la niña en su brazo la alejó del lugar mientras el dragón volaba llevando al sapo con él.
Los dos habían tenido un brusco despertar y Rin estaba aferrada al pecho de Sesshoumaru con mucho miedo pues Kagura había lanzado su Danza de las Cuchillas justo en el momento en el que él la había sacado del lugar donde estaba.
Kagura y Kanna bajaron a tierra firme y la chica mas alta sonrió al ver a Sesshoumaru protegiendo a una humana.
- a lo que puede llegar uno no Sesshoumaru? -decía la joven de rojos ojos-
Sesshoumaru solo la miraba fríamente, no cambiaba su expresión en lo mas mínimo ante las palabras de Kagura pero ésta comprendió a través de esa mirada que una sola insolencia más contra él y no le perdonaría la vida.
Ella muy bien conocía los poderes del Taiyuokai y no quería averiguar que tan peligrosos podían
- a q vienes... -contestó el yuokai con su típica fría voz-
- a q mas? -respondió la joven-
- si no vas a hacer nada productivo lárgate de aquí..-le contestó el taiyuokai sin siquiera molestarse en mirarla-
- ups...lamentable no puedo irme de aquí sin algo...Danza de las cuchillas!!!
Sesshoumaru esquivó con mucha felicidad los ataques de Kagura a pesar de que llevaba a la niña con él.
En ese momento Kanna giró su espejo hacia Rin y comenzó a absorber sus almas, lo cual hizo que en un par de segundos la pequeña niña perdiera totalmente el conocimiento en los brazos de su querido Señor Sesshoumaru.
Esto enfureció al Taiyuokai y sacando a Tokijin lanzó un ataque contra Kanna pero al llegar el ataque contra ella se devolvió en parte hacia Sesshoumaru quien lo esquivó sin problemas pero el espejo no resistió tanto poder y se hizo trizas deteniendo el daño que le estaban causando a la pequeña.
Kagura miraba con asombro el poder que este hombre poseía, el cual al parecer aumentaba cuando le hacían algo a su pequeña acompañante, era como lo que le pasaba a Inu Yasha si lastimaban a Aome...o a alguno de sus amigos...
Estaba tan segura que podría derrotar a Naraku que no dudaría en ese momento en pedírselo pero sabía que se negaría rotundamente e incluso antes de poder terminar de decirle la frase completa sabía que ya habría dejado de existir.
Naraku había comprobado nuevamente que el oponente más difícil de todos sería Sesshoumaru pues no era como los otros dos demonios a los que planeaba destruir tb, el era mucho más serio y perdía con mas dificultad la calma, sabía lo que su oponente sería capaz de hacer y no se arriesgaría a quedar en ridículo, así que tomaba todo con más calma y sus ataques eran con determinación.
-por esta vez ganaste Sesshoumaru, pero no saldrás victorioso a la próxima...-dijo Kagura-
La chica tomó una de sus plumas y alzando el vuelo junto a su hermana desapareció del lugar de la misma forma en la que había llegado.
Sesshoumaru se puso de la misma forma de cuando la había revivido aquella vez, una de sus rodillas estaba en el piso mientras sostenía a Rin con sus brazos y la miraba esperando a que despertara sin cambiar su expresión pero con un dejo de preocupación en sus ojos. (Kaissa: si no quiero dejarlo con un brazo pobrecito T—T)
Ah, Un y Jaken se acercaron para ver como estaba y en unos segundos la pequeña abrió sus ojos, viendo primero solo sombras borrosas hasta q logró distinguir a las personas con las que estaba viviendo hace algún tiempo.
Rin miró a Sesshoumaru mas este solo se limitó a dejarla de pie en el piso, levantarse, dar media vuelta y comenzar a caminar.
- Ah Un lleven a Rin en su espalda...-dijo mientras se daba media vuelta caminando-
Y con estas pocas palabras Rin sonrió.
En el próx cap...
"Ya comenzaba a atardecer en el Sengoku y el cielo se tornaba de hermosos colores violetas y rosados dados gracias al sol que se escondía tras las montañas para dar paso a la oscuridad de la noche y a la luna junto a sus acompañantes más fieles: las estrellas, sin embargo un yuokai con sus ojos de un rojo intenso apareció frente a los chicos mirando fría y directamente a Kamishiro con una espada en su mano..."
