"HARRY POTTER Y LA DESAPARICI"N DEL MÁS PODEROSO"(Título original)
CAPÍTULO NÚMERO SEIS : Último día en la Madriguera.
Antes que nada, quisiera agradeceros como siempre el haber leído mi fic, algo que me alegra enormemente!! Y si me dejáis reviews... ya FLIPO!!
FLOR: mil gracias por leerlo y, bueno, no pasa nada que te rayases un pelín... a mi me pasa con frecuencia!! Sigue así y continúa tu historia de Lilian y James.
NooRY: Simplemente... TE QUIERO UN WEVO LOKILLA!! LOKAS DEL BARRIO POR SIEMPRE!! No cambies y enganchate de una vez a Harry Potter y podré comentrar los books con alguien!!
CLAUDIO-POTTER: gracias por aguantarme y por leer mi historia.
NIÑAS: os kiero muchísimo!!!!!!! (YA SABEIS KIENES SOIS... SI ME DEJAIS REVIEW YA OS PONGO EL NOMBRE EN EL PR"XIMO CAPÍTULO :P)
En el último capítulo...
bueno Harry, decisión tomada... allá voy; espero no arrepentirme...
Se levantó de un impulso y sólo pudo pronunciar:
- Se hace tarde Ginny, deberíamos continuar con el trabajo.
- De acuerdo - aceptó la chica con cara de desilusión. Seguramente ella pensaba que algo iba a suceder con Harry allí y en ese mismo momento.
Los dos siguieron trabajando duramente. Ninguno de ellos fue capaz de pronunciar una simple palabra más. ¿Qué les había pasado? Ginny siempre había estado coladita hasta las tranchas de Harry pero, por casualidad ¿sentía ahora él lo mismo hacia ella? No, no. Mi cabeza se va a volver loca como continue así. Se convencía Harry forzosamente.
Media hora más tarde aproximadamente habían acabado su trabajo en el jardín. Había sido duro y pesado, los Weasley no tenían tiempo para mantener un jardín y cuando, una vez a al año más o menos, a uno o dos de ellos les tocaba arreglarlo, se dejaban la piel entre las rosas y jazmines, era posible que cogieran una ernia discal incluso, ya que la señora Weasley no les permitía realizarlo con magia, pues según ella aunque hubiesen tenido la grandísima suerte de ser magos, debían aprender a arreglarselas sin varita alguna.
Volviero a la casa, pero Ron aún no había regresado de lo que, según él, iba a ser una despedida corta, breve y sin ningún tipo de senitimentalismo por medio. Ja! - pensaba Harry - estás tú que Ron cumple su palabra y más estando con la chica de sus sueños...
Harry subió al cuarto de baño a darse una buena y refrescante ducha. Cogió un par de toallas del armario del aseo, unas muy blancas, abrió el grifo y dejó que corriera un poco el agua. Siempre decía que un día de esos se ducharía con agua completamente fría o, más bien, completamente helada, pues el agua que salía del teléfono de la ducha de la Madriguera era peor que bañarse en el lago de Hogwarts en pleno Diciembre... Cuando es agua se hubo tornado algo tibia (N/A: estaban en verano...estás tu que en España te vas a duchar en pleno verano con agua tibia... :P) se introdujo en la ducha y empezó a enjabonarse el pelo...
- Uf, menos mal, una duchita reconfortante antes de cenar y luego a la cama a soñar con los angelitos... o con mi diosa - y se le escapó una sonrisita de placer. Lo dijo tan fuerte, que hasta cierta persona le oyó... (N/A: ya sé que es un poco cutre pero si no no tiene gracia... SORRY!!)
Alguien estaba ante la puerta medio abierta del cuarto de baño... ¿Su diosa? No sabía que la gente me tomara por una diosa... Jejejeje - pensó la individua que se ubicaba en la salida del aseo. La persona de la puerta entró en el cuarto de baño sin temor a que alguien le viera. Estaba claro era...
¡¡Ginny Weasley!! La chica, se quitó toda la ropa, corrió la cortina de la ducha y se introdujo en ella.
Harry la miró con los ojos como platos soperos.
-Ginny... - dijo con todo suave pero sorprendido. - ¿Qué hac...? - Harry no pudo terminar la pregunta.
- Tsss - espetó Ginny, mientras le ponía su dedo índice en los labios. Tenía la piel suave y muy tersa. Sus uñas estaban perfectamente cuidadas y coloreadas con un pálido tono rosa y el final de la uña color blanco (N/A : quizá no se haya entendido bien, pero me refería a "uñas a la francesita") La chica acarició el torso desnudo y humedecido de Harry. Era impresionante el cuerpo atlético que había adquirido el joven mago poco a poco durante estos años. Su pelo negro azabache increíblemente oscuro contrastaba con esos dos profundos ojos verde esmeralda, esos ojos que trasmitían lo que Harry quería en esos momentos. Bésame pensó el chico Bésame salvajemente, como sé que puedes hacer ¿Qué le estaba sucediendo? ¿Se había enamorado de Ginny? No, él sabía que no. Él amaba (N/A: verbo muy cursi, pero es para darle intesidad al asunto xD) a Cho, pero Ginny le atraía y mucho. No podía explicar qué era lo que le aferraba a ella pero era imposible dejar de mirarla a los ojos. Bueno, no le resultó del todo imposible, ya que al percatarse de que la joven Weasley estaba totalmente desnuda bajó la mirada y recorrió sus cuerpo con los ojos.
Después de haberla estudiado a fondo, Harry fue capaz de pronunciar alguna palabra, a pesar de la gran admiración que sentía al contemplar el cuerpo de la chica.
- Ginny, por favor... - suplicó Harry, aunque que Ginny saliera de la ducha, le dejara sólo en ella, se fuera sin besarle y que no pudiese acariciarla no entraban en sus planes en esos momentos.
- Harry, lo estás deseando - dicho esto comenzó a mordisquearle los labios.
El chico no lo evitó, cogió entre sus brazos a la pelirroja y empezó a besarla.
- Me gustas mucho Harry, desde hace ya demasiado tiempo... - le susurró sugerentemente Ginny. En realidad a él no le gustaba hasta tal punto de que se encontraran ambos desnudos en la ducha (N/A: golfillos... xD) pero no podía dejar la oportunidad de estar con un chica como Ginny... era lo que más le apetecía en esa situación. La chica le dio un beso dulce y jugetón y Harry le contestó con uno apasionado y salvaje...
- HOLA!! Ya estoy en casa!! - se oyó a Ron gritar desde el recibidor de la casa, seguido de un portazo. - ¿Hay alguien? - volvió a gritar el chico.
···EN EL BAÑO···
- Mierda!!Mi hermano y en este preciso momento... - suspiró Ginny muy desilusionada - salió de la ducha rápidamente, tan rápido como si en ello se le fuese la vida (N/A: más o menos como en esos momentos...) se enrrolló en un toalla, recogió su ropa y tuvo tiempo de decirle a Harry:
- Yo me acabo de duchar, tu te estás duchando ahora ¿de acuerdo? Ni una palabra... - y antes de salior apresuradamente del cuarto de aseo le plantó un, cómo no, rápido beso en los jugosos labios a Harry. Llegó corriendo a su habitación y comenzó a dar saltos de alegría. A eso, alguien llamó a la puerta.
- ¿Quién? - preguntó ella, disimulando, ya que era obvio que Ron llamaba a la puerta.
- Soy Ron. ¿Puedo pasar? - le preguntó él.
- Claro . - y acto seguido entró un contento hermano por la puerta.
- Hola!! ¿Dónde están todos?
- Harry está en la ducha, es que hemos estado trabajando en el jardín (N/A : el trabajo de la ducha no cuenta, verdad? xD) y no sé dónde estará mamá.
- y tú ¿de dónde vienes? - le interrogó Ginny, aunque sabía de sobra la repuesta.
- Estaba con Patricia - dijo esto con una amplia sonrisa de oreja a oreja.
- Ya, entiendo. - le contestó la hermana con una frase reflejada en sus ojos qué tío más pesado. - puedes irte? Tengo que vestirme... - señaló la puerta con la mano.
- Yes, bueno hasta ahora. Voy a ver si Harry termina.
- Ok. Cierra bien la puerta, eh? (N/A: para qué? todos los de la casa te han visto en pelotillas guapa...)
Como Ginny le había ordenado, Ron abandonó su femenina habitación y se dirigió dirección el cuarto de baño, cuatro puertas más allá . Al llamar a ella, Harry le dijo que podía pasar. Mientras el chico acababa de lavarse el pelo (no había terminado de hacerlo con la "visita" de Ginny al plato de la ducha) su amigo le fue contando las últimas novedades entre Patricia y él.
- No hemos cortado - comenzó diciendo.
- Ah, ¿no? Pensaba que lo tenías muy claro.
- Pero es que esa chica me gusta de verdad. Le he dicho que tenía que volver mañana al colegio, que era un internado y que hasta Julio no la vería... o con mucha suerte hasta Navidad. Entonces ella me ha pedido la dirección del colegio pero yo le he dicho que no nos hacían llegar cartas del exterior, que eran muy estrictos. Que sólo se podía recibir cosas que los padres nos enviaban.
- ¿Y eso, Ron? Claro que nos dejan recibir correo... - le cortó Harry mientras salía de la ducha enrrollado en la toalla.
- ¿Es que no piensas, tío? Cómo me va a enviar ella, siendo una muggle, una carta? - le reprochó esto con cara de impresión, impresión de comprobar lo tonto que parecía Harry en esos momentos.
- Vale, vale no hace falta que me hables así... - recordó Harry a su amigo, que ahora se mordía las uñas.
- Bueno sí, pero es que dices unas cosas... Entonces, ella con cara de ¿me estás mintiendo? me ha dicho que le daría las cosas que me tuviera que enviar a mi madre y así que ella me las envie a mí. Y nada, hemos prometido intentar sacar la relación adelante.
- Ya veremos cómo os va, espero que bien, pero seguro que tú no aguantas un curso en Hogwarts sin enrrollarte con una tía.
- Y tú, - dijo cambiando de tema - ¿qué has hecho esta tarde? - sabía que el moreno llevaba razón, pero no quería enfrentarse a esa posibilidad.
Harry le contó todo lo que habían trabajado esa tarde en el jardín de la Madriguera, que no quedaba una sola mala hierba y que ya se podía comtemplar que lo que allí se ubicaba eran bonitos arbustos y flores, no como antes, que aquello podía tratarse de matojos, una plantación de patatas o un campo de cebolletas... Eso sí, se saltó una parte de lo que había hecho durante la tarde. Le hubiese gustado que se hubiese tratado de otra persona y no de Ginny, para poder así contárselo a Ron y que él le aconsejara qué hacer. Pero no podía comentarle ese tema a su pelirrojo amigo. Aunque si no se hubiera tratado de Ginny, no le daría ese morbito que le daba todo lo sucedido aquel día. ¿Le gustaba Ginny o sólo había visto una mujer bella y se le había saltado un tornillo? Sí, debía de ser eso... Pero tampoco le gustaba saber que le pasaba eso con las chicas, ya que no podía sucederle lo mismo siempre que se encontrara con una. A lo tonto a lo tonto, se hizo bastante tarde. La señora Weasley ya había llegado, continuaba tan mosqueada como antes. Había salido a hacer la compra para los bocadillos que les prepararía a sus hijos en edad escolar y a Harry, para que se los llevaran y comiesen un poco durante el viaje. Aunque siempre acababan comprándose medio carrito de golosinas en el expreso, y más ahora, que con lo que a Ron le pirraban las grageas y los ranas de chocolate y tenía su propio sueldo, podía acabar con todas las existencias.
Después de media hora, la señora Weasley había preparado la deliciosa cena a la que ya estaban acostumbrados. Estaba vez, cocinó mero con ensalada de lechuga, nueces y pasas y de postre pastel de queso y frambuesas. Cuando hubieron comido hasta rebentar, los dos amigos subieron a la habitación del Weasley.
Echaron un vistazo, comprobando que nada habían olvidado y que todo se encontraba empacado.Así era. No sabían qué hacer, sólo hablaban de cómo sería el nuevo curso y de que se les había pasado muy rápido esos años juntos. También tocaron el tema de El-que-no-debe-ser-nombrado, que siempre aparecía en los momentos menos oportunosy de dónde se encontraría Dumbledore. Era muy, muy pero que muy extraño. ¿Por qué habían desaparecido así del mapa? ¿Por qué había dejado sólo al mundo mago, cuando le era bien sabido que a él era al único que Voldemort temía? Rondaban muchísimas preguntas por la mente de Harry, quizá demasiadas.
- ¿No tienes sueño? - le preguntó Ron, cuando ya se habían introducido en sus respectivas camas, habían apagado la luz y se habían deseado buenas noches.
- No me puedo dormir - le le respondió Harry seguido de un suspiro.
- Pareces preocupado, ¿qué pasa? - le preguntó algo intrigado el pelirrojo al moreno.
- Si te dijera que, de repente te ves en la ducha, desnudo con una mujer y sientes la necesidad de hacerla tuya aunque no te guste de verdad... ¿qué me dirías? - soltó de carrerilla Harry. Ron le miró con los ojos como sartenes de las grandes y luego añadió:
- ¿¿Cómo?? ¿Te has visto desnudo con una mujer en la ducha? y eso, ¿cuándo ha sucedido? ¿y con quién? ¿habeis hecho algo?- preguntó él, no más despacio que como lo había hecho su amigo.
- No te lo puedo decir...
- ¡Vamos Harry! Responde... - le rogó Ron.
- No Ron, responde tu primero. ¿Qué dices, por qué me ha pasado eso?
- Pues bueno, principalmente porque eres un tío con 16 años. Es así Harry, estamos diseñados para eso, lo llevamos en los genes. - le contestó Ron muy serio.
- Ya, vale, pero ¿qué me consideras? ¿un golfo? - le volvió a preguntar el chico.
- ¡Para nada! Me pareces... ¡mi ídolo! - contestó Ron sin tener la menor idea de quién podía tratarse esa chica.
- Ya. Bueno, gracias.sisupieras quien es la chica, no me considerarías tu ídolo, te lo aseguro pensó Harry probando a dormirse finalmente.
Cuando ya estaba a punto de conciliar el sueño, algún ave picoteó la ventana. Harry miró hacia ella y, "tenebrosamente" de nuevo, allí estaba el maldito cuervo.
- ¡Ron! ¡Ron! - intentó despertar a su amigo que estaba medio dormido.
- ¿Qué quieres? - dijo él de mala leche, molesto porque le hubiese despertado de un precioso sueño con Patricia (N/A: qué estaría soñando? =S)
- Está ahí...
- ¿Quién coño (N/A: SORRY!!) está ahí? - preguntó Ron, de nuevo con mala leche.
- El cuervo...
Ron se despertó completamente. Miró hacia la ventana, hacia donde Harry señalaba. Miró dos veces y después dijo:
- Harry, yo no veo nada. - pronunció esto con su tono de preocupación al que todos estaban acostumbrados (N/A: recordais la segunda peli, Harry Potter y la Cámara Secreta? Pues igual que en la versión en español cuando dice : arañas? por qué arañas?No podían ser...mariposas!!?? Jejejejejeje me encanta esa voz!! Es patética pero se sale!!)
- ¿Cómo que no? Está ahí, mira bien Ron...
- No Harry, ahí no hay nada...
- Me estás asustando... ¿estás diciendome que sólo yo veo al asqueroso cuervo negro? - preguntó Harry muy preocupado.
- Sí, eso parece... Venga, vamos los dos juntos y abrimos la ventana, ¿vale?
- Bueno... es que tú no lo ves pero es... tenebroso Ron - le comentó Harry al pelirrojo, en un mero intento de describirle al cuervo más o menos.
- Ya, bueno pero ¿te atreves a cogerlo y lo desplumamos? - le sugirió Ron, en una de sus descabelladas ideas. Harry asintió con la cabeza. Salieron de su gigantesco nórdico y se plantaron ante la ventana.
- ¿Sigue ahí? - interpeló Ron de nuevo. Era alarmante que Harry fuese capaz de divisar el cuervo y él no; cuando algoi así sucedía en sus vidas, nunca tenía buen término.
- Sí. Me está mirando desafiante. A la de tres abrimos la ventana, ok? Yo intentaré cogerlo rápido y a ver qué hacemos. Ron asintió moviendo la cabeza, demostrando que esta deacuerdo con la idea de su amigo Harry.
- Allá vamos...
- Uno...
Ron ponía cara de miedo, no sabía a lo que se enfrentaba, ya que le era imposible verlo. No le gustaba eso. Por muy tenebrosa que fuese la descripción del cuervo que Harry le ofrecía hubiese sido mejor poder verlo, pues cabía la posibilidad de que el cuervo le picase, le cagase o se le posara en la cabeza, cosa que no le hacía ninguna gracia.
- Dos...
Ahora era Harry quien estaba agobiado. ¿Y si el cuervo se transformaba en Voldemort al abrir la ventana? ¿Y si era entonces cuando la Profecía se cumplía, ahí que estaba indefenso y sin varita? ¿Y si era él quien no salían bien parado? Se estremecía de sólo pensarlo. Según tenía entendido ninguna Profecía había fallado hasta la fecha y tendría demasiado suerte si la suya, una malévola y diabólica, fallaba.
- ¡TRES!
Abrieron la ventana de golpe y de par en par. No fueron capaces de reacionar, ya que el cuervo bramó como un oso enfurecido que va a cazar a un animal que se le ha avalanzado sobre su robusto cuerpo y le ha hecho una sangante y dolorosa herida, fuerte y ferozmente. Y , acto seguido, salió volanto.
- ¿Qué ha sido eso? - dijo Ron, tembloroso mientras se sentaba en la cama derrotado.
- ¿También lo has oido? - preguntó Harry sorprendido, ya que si Ron no podía ver al cuervo, no se imaguinaba que el chico fuese capazde escucharlo o sentirlo.
- Por supuesto... ha sonado como un aullido... ¿procedía del animal?
Harry asintió con la cabeza, después también él se tumbó en la cama.
No consiguieron conciliar el sueño, se quedaron jugando al ajedrez mágico, con la ventana muy bien cerrada. Ninguno de ellos
estaba concentrado en juego, más bien lo sucedido horas antes acaparaba sus mentes. Después de dos partidas largas y aburridas al ajedrez mágico, ambas ganadas por el imparable Ron, tres partidas de pórker y una conversación poco consistente sobre quidditch, sonó el despertador que por la noche habían programado con la intención de que les despertara de dulces y placenteros sueños. Se vistieron poco a poco, bajaron sus baúles por la escalera y entraron en la cocina. Allí la señora Weasley les preparaba el desayuno.
- ¡Buenos días! ¡Qué pronto os habeis vestido y arreglado! Aún no he acabado pero ayudadme a poner la mesa.
Hicieron lo que la señora Weasley les había pedido y, cuando el desayuno hubo estado completamente preparado, bajaron los gemelos Fred y George de sus habitaciones con cara de sueño. Saludaron y dos minutos después bajó Ginny, que al coincidir con la mirada de Harry, se sonrrojó de una manera impresionante. Todos comenzaron a desayunar apresuradamente, unos porque tenían que ir a la estación a coger el expreso hacia Hogwarts y otros porque debían ir al Callejón Diagon y abrir la tienda de artículos de broma. Todos desayunaron en paz y armonía. Parecía que a la señora Weasley ya se le había pasado el enfado de la tarde anterior, pero en realidad lo que quería era poderse despedir de su hijo a gusto y no con cara de malas pulgas. Harry y Ron a penas desayunaron, habían perdido el apetito por completo.
- ¿Qué os pasa, queridos? - preguntó la señora Weasley, mientras servía otra cortada de bacon en el plato de Fred o George Weasley.
- Es que no tenemos muchas ganas de desayunar, señora Weasley - le contestó Harry con voz de chico bueno. (N/A: si supiera lo que hace con su hija no le adoraría tanto... =D ay,ay,ay,ay...)
- ¿Pero estás enfermo o algo? - preguntó demasiado preocupada una enamorada Ginny, que después se arrepintió de haberse preocupado por la salud de Harry tan efusivamente.
- No, gracias por preocuparte Ginny - respondió encantador Harry, con su mejor sonrisa y un brillo espectacular en sus ojos. No le des esperanzas Harry, no te puedes tirar (N/A: ups!!)a todas las chicas que se te ponen por delante... ¡¡pero joder, es que ella lo está deseando... y yo también!!
- Ay, Ginny no le atosigues tanto... - le contestó Ron.
- ¡Ronald! No hables así a tu hermana... - le espetó la madre. Los gemelos no entraron en el trapo, últimamente se mantenían al borde de toda discusión familiar, a no ser que el tema les tocara verdaderamente la moral. Ron miró a su madre como diciendole "de acuerdo, mam"...
Cuando teminaron de desayunar, tuvieron que diriguirse a toda prisa hacia la estación de King´s Cross, aunque con la vía de lasl chimeneas flu no tardarían demasiado, a pesar de que hoy habría bastante tráfico. No fueron en coche, ya que el señor Weasley lo había cogido para ir al Ministerio. Al haber ascendido también le habían cambiado el horario; él ya se había despedido por la noche de los niños : "estudiad mucho, no os paseis de la raya y cuidaos mucho, especialmente tú, Harry"
Había demasiado tráfico. Tardaron tres minutos en llegar . ¿¡Tres minutos y dicen que hay tráfico!? En el mundo muggle se volverían locos-
HELLO GENTE!!
¿Os esperabais que fuese Ginny? ¡POR SUPUESTO! La chica esa está un pelín salida, desde mi punto de vista... tiene cara de... bueno, dejémoslo estar. Que no se enfaden sus fans, pero es mi opinión, yo respeto la de los demás perfectamente!!
Ya va a empezar el curso... ¿Qué sucederá en Hogwarts? ¿Aparecerá Dumbledore? ¿Habrá sorpresas? ... LO VEREMOS EN EL PR"XIMO CAPÍTULO!! (Siempre kise decir esa frase jejejejejejejeje)
MIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIL BESITOS!!
MaRiNeTa
