"HARRY POTTER Y LA DESAPARICI"N DEL MÁS PODEROSO"
Nuevo título: ¿Quién me lo iba a decir?
Capítulo número doce: Hacia los terrenos
Por dónde pasaba, todos le miraban. No era algo normal que un alumno se levantara en medio de la hora de la comida y andara a sus anchas por el Gran Comedor. Cho también le vio y Harry no quitaba la mirada de sus ojos. Seguramente la chica intuyó lo que se le venía encima, Harry caminaba "demasiado" decidido hacia ella. Ya estaba en su mesa, entre todas sus amigas y se acercó a Cho. Se sentía algo incómodo, pero era el momento de reaccionar. Si tardaba un poco más, la perdería para siempre.
Se inclinó y le susurró:
- ¿Podemos hablar?
- Claro.
Harry cogió de la mano a la chica, cosa que ella no evitó. Ahora todos los miraban: Harry Potter y la guapísima y emparejada Cho Chang, saliendo apresuradamente del Gran Comedor, cogidos de la mano. Como no, Michael también les vio, pero Cho se ocupó de tranquilizarle con la mirada, en señal de "Tranquilo, no pasa nada".
En la mesa de Gryffindor, Ron y Hermione se extrañaban:
- ¿La ha cogido de la mano? - exclamó Hermione confusa.
- Sí... vaya zorrona de tía!!
Hermione le miró con cara de desaprobación, pero el pelirrojo llevaba razón: Cho era como el perro del hortelano: ni comía ni dejaba comer a los demás.
La pareja salió a los terrenos de Hogwarts. Estaba nublado pero no hacía a penas frío. Continuaban cogidos de la mano, andando por una pequeña hilera de robles que debían tener más de 200 años.
- ¡Estás loco, Harry! - rió ella, cariñosamente.
- Pues, la verdad, un poco.
- JAJAJAJAJAJAJA. Me gusta tú locura, Harry.
- Y a mí me gustas tú.
La cara de Cho parecía algo más triste.
- Sabes que no puedo. Estoy con Michael...
- Pues déjale, Cho. - Harry cogió la mano de la chica y comenzó a besuquearla. Siempre le habían gustado las manos de la morena.
- No es tan fácil...
- Es que, sólo oír tu voz, ver tu foto en blanco y negro, recorrer este castillo y hacer cosas que me recuerdan a ti ya consigue que me muera de amor...
- No me lo pongas más difícil, Harry por favor...
- Y es que, me despierto soñando que estás a mi lado y luego me quedo pensando qué tienen tus manos - volvió a cogerla y la acarició suavemente. - sé que no es el momento para que pase algo, pero yo te quiero volver a tener...
A Cho le cayó una lágrima por la mejilla; el chico se la secó y la morena comenzó a besarlo. Era lo que Harry había estado esperando durante tanto tiempo, los apasionados besos de su querida Cho. La chica comenzó a jugar con los negros mechones de Harry, retorciéndolos entre sus dedos. Él recorrió toda la espalda de la chica, lo que hizo que tuviera un escalofrío. Ella hizo lo mismo, y notó lo trabajada y dura que estaba la espalda de Harry. Al rato, pararon de besarse y Cho abrazó muy fuerte el cuerpo del chico de su vida.
- Además, todos los días me siento como un niño, imaginándome contigo y es que hemos ganado por habernos conocido...
- Harry, para, por favor... No continúes...
- Déjame que acabe, por favor. Llevo todo el tiempo desde que lo dejamos pensando en este momento y... por fin ha llegado. No sé por qué, pero tengo una sensación muy extraña, que se adueña de mi alma y que no deja que se dibuje una sonrisa en mi cara... Y , ¿sabes por qué es? - Cho le miró escéptica - Porque ni siquiera sé si sientes tú lo mismo...
Estas palabras hicieron que Cho se abalanzara sobre Harry y ambos cayeran sobre es césped. Se besaron, se besaron como nunca antes lo habían hecho y, poco después, los dos se tumbaron en la hierba mirándose, con la mirada que les delataba: estaban enamorados.
- Bueno y ¿qué dices? - preguntó Harry con una sonrisa espléndida.
- Déjame que hable hoy con Michael, ¿vale? No le va a sentar nada bien, pero... ¡qué se aguante! - y le dió un dulce beso a Harry en los labios. - Y sí, sí que siento lo mismo... Te quiero, Harry.
- Yo también te quiero.
Quedaron en el césped, ahí, con la cabeza de Cho en el torso de Harry, el torso de un jugador profesional de quidditch. él le acariciaba el pelo a su chica, cosa que sabía que le encantaba y de vez en cuando se daban tiernos besos en los labios que hablaban por ellos solos.
Cho miró su reloj Rolex plateado, regalo de su padre por Navidad.
- Es súper tarde. Las clases empiezan en 5 minutos.
- Sí, regresemos al Castillo.
Se levantaron y anduvieron hasta el Castillo. No tardaron ni dos minutos en llegar, ya que se habían parado casi en la misma puerta de entrada a "hablar". Se despidieron con un simple "luego nos vemos", pues no querían levantar mayor revuelo del que ya habían conseguido armar en el comedor al mediodía.
Gryffindor tenía ahora clase de Adivinación, aunque era extraño, ya que con su profesor centauro no seguían ningún tipo de libro ni temario y les habían mandado comprar una. Harry subió los dos pisos que le llevaban hasta el aula de Adivinación, dónde ya le esperaban sus dos amigos. Al ver la sonrisa de Harry, Ron se adelant
- ¿¿Qué?? ¡Cuenta, Harry!
- Nada... lo va a dejar con Corner e intentaremos que todo nos salga bien...
- Pero, le ha puesto los cuernos a Corner o no? O sea, quiero decir que si... ¡QUÉ SI OS HABEIS ENRROLLADO!
- Pues... pobre Corner pero... es un verdadero cornudo!!!
- Jajajajajajajajajajajajajajaja!! - rió Ron - ¡ese es mi Potter!
- Enhorabuena, Harry!! Pero debemos entrar a clase.
La decoración de la clase de Adivinación era una réplica del Bosque Prohibido, como el año pasado. El profesor continuaba siendo en centauro, pero les informó que el ministerio le había obligado a seguir un libro y, como había prometido a Dumbledore que impartiría la asignatura, tuvo que aceptar a regañadientes.
Entonces, Hermione preguntó:
- Disculpe Profesor, pero ¿puede usted leer un libro? Me refiero a si usted es capaz de leer el temario del libro que vamos a seguir...
- A eso quería yo llegar señorita Granger. Como sabréis, aunque los centauros tengamos medio cuerpo de humano, no poseemos la virtud de aprender a leer, por eso, haremos un sorteo y uno de vosotros estará aquí delante conmigo y leerá el libro en voz alta, así yo sabré de qué trata el texto y os explicaré todo como yo mejor pueda.
El sorteo se realizó con papelitos. Había 18, los alumnos que iban a Adivinación, ya que rea una asignatura optativa, y en capa papelito figuraba el nombre de un alumno. El profesor cogió uno y leyó el nombre en alto: Neville Longbottom.
La tarde finalizó tranquilamente, con un par de clases más a la espalda, nada de deberes para entregar el día siguiente y simplemente habiendo repasado el temario que llevarían.
Los tres amigos salieron del aula de la última clase que habían dado: Levitación. No sabía qué hacer esa tarde, aunque Harry lo tenía claro: debía hablar con Cho para ver si lo había solucionado todo.
- Chicos, yo iré a hablar con Cho, ¿vosotros qué vais a hacer? - preguntó Harry mirando a sus dos amigos. Ambos se miraron sin saber a dónde iban a ir.
- Pues ni idea. - le contestó Ron.
- Seguramente estaremos en los terrenos, no? Hace muy buena tarde para meternos en el Castillo... - comentó Hermione. Ron asintió gustoso.
- De acuerdo. Cho y yo también iremos allí lo más seguro... Hasta luego!! - pudieron oír Ronald y Herm, ya que Harry había salido corriendo en busca de Cho. Ella le había dicho que su última clase era Transformaciones y que le esperaría en la puerta.
Allí estaba, radiante, con el pelo recogido en una deshecha coleta alta, con su flequillo a un lado (N/A: ya sabéis, más o menos así (·) jejeje se hace lo que se puede para explicarlo!!) y la túnica medio despasada. Podía ver que llevaba una sexy camiseta de tirantes, con estampado oriental de color rosa, turquesa y plateado. Estaba realmente guapa, o Harry la veía más guapa que nunca...
- Harry!! Estoy aquí!!
- Ya te he visto... estás ¡guapísima!
- Eres tú, que me miras con buenos ojos... ¿qué tal si salimos? - propuso la asiática. Harry asintió y anduvieron un rato conversando sobre cómo les había ido el día hasta que llegaron a un bello paraje, a las orillas del Lago, rodeado de árboles, plantas y arbustos. Era un lugar muy recogido e íntimo. Se sentaron, Harry atrás con las piernas algo abiertas y Cho abrazada delante por él. Era una bonita estampa. Ambos podían mirarse a la cara cuando hablaban y era verdaderamente romántico.
- Bueno, ¿hablaste ya con Corner? - preguntó Harry ansioso por saber que Cho estaba de nuevo libre y podían comenzar a salir de nuevo.
- No he visto la ocasión Harry - él la miró con ojitos tristes y ella sació su tristeza con un besito en los labios - es que, no sé muy bien cómo decírselo...
- Te entiendo pero, no me hagas esperar demasiado, por favor...
- Cuando vea que es el momento oportuno... es que, además, no hemos estado solos ni un segundo y con todos a nuestro al rededor no era la situación adecuada...
- Vale... no pasa nada... pero promete que lo harás lo antes posible!!
- Te lo prometo- y ambos se fundieron en un tórrido beso apasionado.
Un rato después, Cho consultó su reloj...
- ¡Caramba! Se me hizo súper tarde... tengo que hacer unos deberes de Pociones, Snape es un hueso duro de roer... Mañana nos vemos, Harry - y se despidió con otro piquito en los labios.
- Bueno, que no te aburras mucho!!
- Eso espero - dijo Cho, saliendo rápidamente hacia el Castillo.
Harry se levantó y fue en busca de Hermione y Ron. Minutos después de haber comenzado la búsqueda, los escuchó discutir a pocos metros de allí.
... - No entiendo Ron por qué eres tan cruel con los elfos...
... - No soy cruel, Herms. Sólo digo que ellos están para hacer lo que nosotros les ordenamos... a fin de cuentas somos sus amos...
... - Ves! Eres cruel... tu no eres amo de ningún otro ser viviente e inteligente!!! La naturaleza, casi por error, les ha clasificado en ese grupo de seres que "deben" servir a los humanos pero no!!! No debería de ser así!! Si un elfo quiere servir a un humano por GUSTO SUYO PROPIO está en el derecho de hacerlo, igual que las personas que son del servicio de casas... pero eso es decisión suya y no una obligación...
- De nuevo con el PEDDO, chicos? ¿No podéis cambiar de tema de debate? Ese ya lo tengo aprendido de memoria...
- Si es Ron, que sigue con lo mismo...
- No, eres tú que defiendes más a esos animalejos que a los propios humanos...
- Ya! de acuerdo?? Me he visto con Cho - comenzó Harry, cambiando de tema de "discusión".
- Y qué? Ya sois pareja oficial? - preguntó Ron.
- Aún no, es que no ha tenido ocasión de explicárselo a Corner...
- Ya... - le contestó Hermione poco crédula.
Se hizo la hora de cenar y la gente ya rebosaba en el Gran Comedor. Comieron cuanto pudieron y Harry pudo ver a Cho hablando alegre y tranquilamente con el asqueroso Corner. Parece ser que no se lo había comunicado todavía... ¿a qué esperaba?
Cuando hubieron terminado de cenar, el profesor Severus Snape se alzó y comenzó a hablar.
- El profesorado y yo esperamos que hayáis pasado gustosamente el primer día, sin demasiado esfuerzo en clase y sin ningún tipo de tarea en ninguna asignatura... Es para que cojáis fuerza, ya que mañana comienza en serio el curso. De todos modos, hemos decidido que esta semana será muy ligera y que la siguiente ya os meteremos "caña". Os deseo buenas noches a todos y a todas.
Los alumnos estaban sorprendidos de las palabras de Snape y de la dulzura y simpatía que demostraba tener en sus palabras...
- Pues sí, la verdad que han cumplido con la normativa de no mandar ejercicios en ninguna asignatura...
- Mujer, Hermione hay una normativa que así lo dicta... - le contestó Ron.
¿Ninguna tarea? ¿Sin deberes? ¿Por qué me ha mentido Cho? Seguramente está algo nerviosa por todo lo que está sucediendo... (N/A: Sí, seguramente...)
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Hooooooooooooooooooooooooooooooooooola!!
¿¿¿¿QUÉÉÉEÉÉ???? ¿¿¿OS LO ESPERABAIS??? DE NUEVO JUNTITOS... PERO COMO SEGUNDO PLATO... YA VEREIS, YA VEREIS!!
BESOS!!
