"¿QUIÉN ME LO IBA A DECIR?"

Capítulo número diecisiete: Arroja tus problemas...

QUIÉN ME LO IBA A DECIR A MI QUE RECIBIRÍA TANTOS REVIEWS...DIOOOOOS!!

nethy: hola!! muchas gracias por tu review!! Aquí cuneto toda la verdad sobre Hermione y la explicación de por qué lo hace.. tiene que ver con su cuerpo pero no al 100.. más bien lo hace para "arrojar sus problemas" Respecto a lo de la pareja, llegará dentro de un par de capítulos y, te aseguro, que te vas a sorprender bastante, aunque bueno, qué personas más perfecta podría ser su pareja..?? Lo dejo en puntos suspensivos... Espero que te guste el capitulo!!Muchos besitos!!

Monik: hola!! miiil gracias por tu review!! Jejejeje sí, bueno, parte de la historia está basnada en los serrano.. es que adoro esa serie!!! Yo tambien creo que lían mucho las cosas los guionistas pero, si lo hiciesen todo fácil y marcos y eva estuviesen juntos, se acabaría la serie y eso NO ME GUSTARÍA NADA!! Sí, mi fic tiene un final feliz, pero aun queda una poquillo para que llegue..Qué raro que te guste el nombre... por qué será?? ) Bueno, aquí está la conversación de Hermione y Harry, espero que te guste cómo actua Hermy!! Ahora mismito voy a leer tu fic!! De nada!! Kisses!!

Sandokan: Qué bien que me hayas dejado review de nuevo!! Bueno, aquí está lo que dice Hermione y, en fin, es normla que actúe de ese modo!! Jajajaja no te desvelo si Hermione esta enamorada de él todavía, auqnue bueno, es de suponer... Bueno, Ron está con todas y con ninguna... su último ligue es Julieta, pero no me voya a centrar mucho en esa relación. En verano sólo estuvo un poquito con Parvati y con la muggle Patricia... En fin, espero que te guste este capítulo y que sigas dejándome review!! M!l besos!

Ginny84: hola wapetona!! Jajajajaja sííííííiííí!! Es que me vuelve loca esa serie... suena a plagio pero, para nada!!Yo sólo modifico la historia a mi gusto!! Además, sólo es está eso basado en los Serrano, nada más!!!Jujuijujujuju con estas pistas ya sabes si se liarán o no!!Espero quue te guste el capítulo y que sigas igual de maja!! Muuuxos bexitos!!


Nota: capítulo muy "sentido", en el que se incluyen dos fragmentos de los diarios de Harry y Hermione, con sus distintos puntos de vista... Espero que os guste!! P.S--- POBRE HERMIONE!!Pero todo esto la ayudará para encontrar a su príncipe azul!! Ahí os dejo!! Besos y seguid así!!


¿Mónnika? ¿Y esa quién es?

Mónnika, Herm, tía, Mónnika Pataky, la profesora de Alquimia.

Aaaaaah! Ya... bueno y ¿es maja? ¿Te contó algo sobre su clase?

Hermione, sí, es maja... pero no hablamos de Alquimia...

¿Entonces? Harry las cosas claras y el chocolate espeso... ya puedes ir desencorchando y cuéntame qué pasó ayer.

Pues... ayer fue uno de los días más maravillosos de mi vida... (N/A: y le cuenta todo lo sucedido...)

¿Es eso cierto o sólo quieres preocuparme? Harry, eso está prohibido, te expulsarán de Hogwarts y, y, y... ¡tú no puedes estar con una chica tan mayor y menos si es tu profesora!

Parece mentira, Hermione. Te confío esto que es tan importante para mí y tú... ¡ni me apoyas!

¿Cómo quieres que te apoye, niño?

Hermione, ese "niño" no ha sonado muy comprensivo...

Pues porque no lo es...

No me esperaba esto de ti.

Ni yo de ti, Harry. Estoy harta de ti, de tus problemas, tus amores y desamores. ¡Aclárate de una vez! Y lo peor de todo es que ¡es tu profesora! ¿No podía ser cualquier otra?

¡NO! ¿Es que no te alegras por mí? ¿No puedes alegrarte al verme feliz y contento porque ya me he olvidado de Cho?

¡Pues no! Prefiero mil millones de veces antes que estés con esa...Cho que con una profesora. ¡No ves que es una mujer hecha y derecha, Harry? ¡Esa mujer seguro que no se juega con tonterías y va a lo que va! ¡Esa no quiere romanticismo ni amor! ¡Sólo quiere tirarse al joven Potter!

Mira niñata – la cara de sorpresa y enfado de Hermione se tiñó de rojo fuerte y de un momento a otro el humo le saldría de por dentro de la cabeza – piénsate las cosas y cuando tengas esa cabeza llena de libros estúpidos algo ordenada y sepas lo que dices te diriges a mí y me hablas.

Tranquilo, que eso haré.

Pues ala.

Pues nada.

¡Vete ya niña!

¡Vete tu asqueroso engreído!

¡No me da la santísima gana!

Aaag! Te odio Potter.

Hermione salió corriendo con los ojos hinchados conteniendo las lágrimas hacia el Castillo de nuevo. Entró en su sala común que, como era de esperar un domingo cualquiera a las doce del mediodía, estaba completamente vacía. Se sentó en el sillón rojo más pequeño de todos, el de una plaza, el que más le gustaba y más acogedor le resultaba y empezó a llorar desconsoladamente. Lloró por ella, por lo poco que disfrutaba su vida, por lo estresada que estaba, por Potter, por el tonto de Harry Potter, porque estaba con una profesora, lloró porque nadie se fijaba en ella, porque no tenía ningún verdadero amigo y volvió a llorar por ella y por lo sola que se sentía. Cogió su bolso, uno muy bonito color rosa palo que llevaba consigo a todos lados, lo abrió y sacó una bolsa violeta y plateada, una bolsa de SUGAR HOGSMEADE. Rebosaba de chocolatinas variadas, gominolas, chupa-chups, lacasitos y dulces mágicos que se componían un 99 de puro azúcar nefasto para la salud. Abría los envoltorios a pares y se introducía las cosas en la boca con mayor rapidez si era posible. Daba verdadero asco verla comer; sin acabar de tragar, otra golosina entraba en su boca y el ciclo se repetía en innumerables ocasiones; mientras lo hacía, seguía llorando. Estuvo así más de media hora, alerta por si entraba alguien, engullendo y pensando en lo poca que la valoraban y lo poco que sus supuestos amigos la apreciaban. El único modo de saciar su tristeza era engullir de ese modo. Pero no la saciaba de veras, al terminar de tragar se sentía peor y se veía obligada a vomitar en el baño, ayudada por un botellín de agua y un grifo abierto, que hacía que le entraran arcadas. Se arrodillaba ante la taza de váter, introducía sus dedos en la boca y, llena de asco, probaba a tocarse la campanilla. Al principio, unas semanas antes de aquél día, no lo conseguía y lo intentaba varias veces. Se veía invadida por un sentimiento de asco y se sentía culpable después de haber vomitado; se prometía que nunca más lo haría, pero al día siguiente repetía y así todos. Ya tenía tanta práctica que, incluso, a la segunda, todos los snickers y lacasitos le salían por la boca. Era una imagen lamentable. Pero, al fin y al cabo, no estaba tan mal. Se sentía bien al engullir como una cerda, lo que resultaba peligroso para su figura y, después, para apagar ese sentimiento de culpabilidad, el simple hecho de introducir sus finos y delicados dedos en la boca la llenaba de esperaza. Al terminar de sacar todas sus calorías de más, se ponía en pie débilmente, lavaba sus finas manos en la pila con algo de jabón para arrancar de ellas el olor a bilis y salía de nuevo por la puerta, como si nada. En ocasiones utilizaba un cepillo de dientes con algo de pasta de dientes: los pelillos del cepillo rozaban su campanilla, lo que le producía arcadas y el sabor de la pasta de dientes las multiplicaba por cinco, llamando a las chocolatinas que acudían en su busca. Todo era cuestión de práctica.

Pasaron los días y continuaba enfrentada a Harry. Él se veía con la profesora, estaba claro. A Harry se le veía feliz, no parecía afectado por la discusión que tenía con su amiga. Ella seguía vomitando. Un día, al cepillarse el pelo, decenas de cabellos se quedaron enredados en las púas del cepillo. Le pediré a la enfermera hierro para parar la caída. pensó Hermione al ver parte de su ahora menos rizado pelo en el peine.

Nadie se daba cuenta de lo que sucedía, lo que alegraba a Hermione y le hacía pensar que era tan inteligente como para engañar a todo Hogwarts.

Ron se mantenía algo ocupado con Julieta. Se le veía contento y no parecía acordarse de Patricia. De vez en cuando conversaba con la chica, pero no con la frecuencia de años atrás. Todo estaba al revés, nada era como hasta entonces y. de una manera u otra, influía en la vida de los tres antiguos mejores amigos.

El verdadero apoyo de Hermione eran sus chocolatinas y su diario.

Viernes, 20 de Noviembre de 2004

Querido diario

Hoy sí que estoy mal. No levanto cabeza, no me aplico en mis estudios y no puedo dejar de vomitar después de pegarme esos atracones de comida. ¿Qué me sucede? ¿Por qué estoy así? Creo que no lo merezco.

Mi vida ha cambiado demasiado y ya no soy la misma de antes, ni tan siquiera me parezco en mi aspecto físico. Adelgazo a la carrera, los pantalones y faldas se me caen y debo hacerme arreglillos para no ir enseñando la ropa interior. Pierdo el pelo, se me rompen las uñas y no me viene la menstruación desde hace varios meses. Aún pensando en todos los experimentos que tiene mi cuerpo y recapacitando la asquerosidad y la impureza de mis actos, no puedo dejarlo.

Estoy triste y... no puedo más con esto. A veces pienso en dejarlo todo, abrir la ventana y saltar. Pero no, aparecen esos ojos verde esmeralda que me vuelven loca. ¿Me he enamorado de él? No, es imposible. Yo le odio y, además, él nunca se fijaría en mí teniendo a su lado a la maravillosa Pataky. ¡Cómo la odio! Todo es por su culpa... si ella no hubiese llegado aquí, yo no estaría de este modo, sería feliz y no haría esa cosa tan asquerosa de vomitar. Quizá la culpa sea de Harry, de él es toda la culpa, sí. Nunca ha sido un buen amigo y yo lo he dado todo por el... ¡cuánto lo odio! Le mataría, una noche me levantaría de mi cama, me dirigiría a su habitación y le realizaría un hechizo mortal... pero no soy capaz, le amo tanto que me aterra estar lejos de él, no soy capaz de imaginarlo muerto y yo, aquí, viviendo con mi culpabilidad y mi... bulimia. Esa es la palabra que me tiene encadenada al bolsito rosado... lo mejor de todo es que nadie lo sabe y yo puedo hacer lo que quiera conmigo y con mi cuerpo y, con lo poco que me aprecian y quieren, tampoco harían nada para salvarme.

Me despido, no tengo más fuerzas para escribir y me tiembla ya el pulso del esfuerzo realizado.

H. Granger.

Cerró las tapas de su diario y realizó un hechizo que impedía que nadie más abriera el libro y pudiese leer sus secretos. ¿Realizaría Harry algún hechizo a su diario? Lo dudaba, los chicos no se preocupaban de sus cosas y de mantener ocultos lo más mínimo posible sus secretos, los cuales terminaban siendo a voces.

Esta vez era Harry el escribía en el suyo, de tapas duras.

Viernes, 20 de Noviembre de 2004

Querido diario,

Aquí estoy de nuevo, escribiéndote mis más secretos pensamientos que soy incapaz de expresarle a nadie, como me sugirió mi gran amiga Hermione.

Mónnika me da una de cal y dos de arena. Pasamos un día tan emocionante, los dos juntos y al día siguiente voy a buscarla y me evita... no sé muy bien qué quiere de mí. Pensarás que juega conmigo pero yo no lo creo, vamos, espero que no sea así...

Ella está mal por su hijo. No le ve desde que empezamos el curso y aún no han comenzado las clases de Alquimia. Si tanto lo quiere, cosa de la cual no dudo, y aquí no tiene nada que hacer creo que debería irse. Aunque si se va, yo me voy con ella. Me da igual todo, ¿qué tengo que hacer yo aquí en el Castillo? Tengo mi vida resuelta, soy Harry Potter y fácilmente alguien me enchufaría en un puesto de trabajo.

Por otra parte me preocupa Hermione. Vale, estamos enfadados desde hace tiempo, pero ella es mi amiga... quizá debería arreglar las cosas y además la veo muy desmejorada. No sé qué le pasa. Tengo que solucionarlo todo con ella. Tampoco sé muy bien por qué debería hacerlo. Somos lo suficientemente mayorcitos como para cuidar cada uno de nosotros mismos y si necesitase algo ya vendría ella a pedírmelo. (N/A: ay Harry, que poco sabes de mujeres...)

Primero arreglaré todo con Nika y después vendrá Mione.

Buenas Noches diario,

H Potter

Terminó de escribir y bajó a la sala común. A esa hora estaba vacía y era el mejor momento para relajarse en ella tranquilamente en el sillón mirando el fuego.

Cuando observabas empanado las llamas, alguien abrió la puerta de su habitación y fue al cuarto de baño. Era una chica morena y delgaducha, Harry no la reconoció.

Mientras todo estaba en silencio, escucho unos sollozos desde el baño: en el grifo el agua corría a chorro suelto y esa chica estaba vomitando. ¡Qué extraño! pensó Harry sin darle más importancia.

La puerta del cuarto de baño fue abierta y, entonces, Harry sí que se fijó en la persona que se debía encontrar indispuesta.

¿Hermione? – preguntó él algo sorprendido.

¿Qué quieres? – respondió ella con voz irritada.

¿Te encuentras bien? Estás muy desmejorada...

Sí, sólo es que... la cena me ha debido de sentar mal.

Me alegro de que hablemos... - le dijo él en voz baja y dulce.

¡Qué lástima que no pueda decir lo mismo...!

Vamos, Hermione, no me hables así... ¿Es que no quieres arreglar las cosas conmigo?

¿A caso no te van ahora las cosas bien con la Pataky, Harry? Claro, no tienes a nadie más a tu lado por culpa de tu arrogancia y vienes a ver si la pobrecita de Hermione puede ayudarte...

Por favor, Mione, yo sé que tú no piensas así...

¡Por supuesto que pienso así!

Hermione, escúchame, te lo ruego...

¡DÉJAME EN PAZ, HARRY! ¡YO TE DETESTO! No quiero saber nada más de ti...

Pero estas palabras no resultaban nada convincentes en los oídos de Harry, y menos aún cuando lágrimas de agua cristalina recorrieron las mejillas de Hermione. Le dolía en el alma todo lo que había dicho a Harry, no lo pensaba, pero le hubiese gustado más que nada en el mundo que eso hubiese sido cierto...

Harry la arropó entre sus brazos y la abrazó. Notó sus huesos débiles en sus brazos, estaba muy, muy delgada.

¿Qué te ha pasado, Hermione? – le preguntó él – estás extremadamente delgada...

No es nada, sólo es que he empezado a adelgazar y adelgazar...

Ven aquí – la abrazó más fuerte todavía y se sentaron abrazados en el sillón rojo de la sala.

Estuvieron así durante horas, sin decirse nada, notando la respiración del otro en sus nucas, los cabellos de Hermione estaban en la cara de Harry, pero a él le gustaba notar el olor de sus cabellos. Los fuertes brazos de Harry hacían que Hermione se estremeciera y que deseara besarle. Su corazón la incitaba a hacerlo, pero su sabia cabeza la frenaba. No le beses, le ordenaba, pero su corazón la obligaba. Se batían en un duro duelo entre la pasión y la inteligencia. Era la única ocasión que tendría de besarle y no debía desaprovecharla. Por otra parte, si lo hacía y, como era de esperar, Harry la evitaba, Hermione se sentiría peor y le perdería como hombre y como amigo. No debía, y menos ahora que él estaba con la perfecta, la guapísima, la inigualable Mónnika Pataky. ¿Por qué no se habrá fijado en otra persona? No, Harry es el mejor chico de Hogwarts, además, ¿en quién se va a fijar si no?

Se hace tarde, Harry. Mañana hay clase...

Ya lo sé, pero estaba muy a gusto abrazado a ti.

No me lo pongas más difícil, por Dios

¿Estabas escribiendo en el diario? – le preguntó ella, que pensaba que no mantendría su diario con regularidad.

Sí, lo hago todos los días desde que me lo recomendaste.

Yo escribo siempre, también. Podrías ponerle un hechizo que impidiese que otra persona lo leyera. Yo lo tengo así...

¿Tantos secretos escondes en él? Cuando seas la mejor bruja del mundo, en un futuro no muy lejano, los magos pagarán millones de galeones por él.

No digas chorradas... quién va a querer el pobre diario de una bruja de 16 años...

Yo sí lo compraría. – Harry dio un beso a Hermione de buenas noches y cada uno subió a su habitación.


Hola!!!

Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaay, pobre Hermione!! Qué mal lo pasa... además, por qué es Harry tan capullo y le dice esas frases??No se da cuenta?? ... Bueno, espero vuestros reviews!! Gracias por leerlo!!

Bexitos de chocolate!!

MaRiNeTa MaLFoY