AAAAAAHHHH!
Lz: TUVE UNA VISIÓN ESCALOFRIANTE EN EL ESCUSADO!
Ak¬¬U… no pregunten
Lz¡Ahora entiendo porque el símbolo del pensamiento es un hombre sentado en un escusado! xD
Ak¬¬U te privas
Lz¡Este fic va para muuuuuuy largo!
Ak: bueno, la base del fic va para largo. "The Kidnap" termina en este capitulo
Lz: espera… ¿Y el epílogo?
Ak: nunca eh considerado un epilogo como el final de un fic, este fic no tendrá un fin "pronto" pero a este cap y al epilogo les podemos llamar "Conclusión"
Lz: lo entenderán cuando lean este capitulo
Ak: el último de…
Lz: "THE KIDNAP"
Ak¡AL FIC!
"THE KIDNAP"
Capitulo 12:
"El final de la pesadilla"
PUERTO DOMINÓ
Una limosina se estacionaba en el puerto de Ciudad Domino, pronto, dos jóvenes salían de ella. Seto Kaiba había permanecido callado desde que habían salido de KaibaCorp. y Yugi estaba consiente del terrible sufrimiento e ira del que era victima su compañero.
¿Kaiba-kun- preguntaba Yugi, para llamar la atención del CEO
- Muéstrame donde es Yugi - le decía, y Yugi señaló una bodega en el centro del puerto.
Se dirigieron a aquella bodega, Yugi con paso firme y Kaiba unos pasos atrás. Yugi intentaba descifrar que estaría pensando en esos momentos su compañero, pero no se imaginaba los terribles sentimientos de Seto.
Kaiba se sentía humillado, traicionado, burlado y derrotado.
Humillado, por que todos habían visto la verdad antes que el.
Traicionado, por que le había entregado su confianza… ¡Y su cuerpo! A la mismísima captora de su pequeño hermano.
Burlado, por que le habían visto la cara de imbecil ¡Y el ni las luces!
Derrotado, por que había dado a su hermano por muerto.
Tan sumido estaba en sus pensamientos que solo pudo sentir como Yugi lo jaló hacía un lado de la bodega a la que iban con violencia, estaba a punto de reclamar cuando sus labios fueron sellados por la mano de Yami, quien solo señalo la cubierta de un barco, y en ella, toda una tripulación trayendo de un lado a otro montones de cajas... y una jaula se hizo presente.
Una jaula con el vicepresidente de KaibaCorp.
Kaiba abrió los ojos de par en par, y estaba a punto de ir corriendo al barco cuando fue detenido por Yami.
¿Qué diablos haces¡No ves que mi hermano esta alla!
¿Y crees que tu solo podrás contra ellos- cuestionaba Yami - déjame ayudarte
¿Quieres ayudar? Ayuda - mientras decía esto, Kaiba le entregó en sus manos un celular que sacó de su bolsillo - llama a KaibaCorp para que manden un helicóptero aquí.
- … - Yami permaneció en silencio, hasta que escucho la voz de su Aibou por su mente
- Hagamos lo que dice, Kaiba-kun debe tener alguna idea - le decía Yugi a Yami por medio de su link mental
- Pero Yugi…
- La mejor forma para ayudarlo será dárselo… el sabrá que hacer con el.
- … - después de un corto silencio, Yami rebuscó en sus ropas y sacó de su pantalón el Cetro del Milenio -… vas a necesitarlo
¿Qué¡No juegues Yugi! no necesito de esa baratija
- Tómalo, o no llamaré al helicóptero - regañaba Yami, Kaiba la tomo de mala gana y se fue corriendo al barco, para esconderse entre unas cajas.
Yugi, mientras tanto, llamó al helicóptero.
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En una oscura habitación se encontraban tres jaulas con tres cuerpos. Unos de ellos comenzó a moverse lentamente, sobando su cabeza y haciendo una mueca de dolor; miró a su alrededor y sus ojos se abrieron de par en par.
- Mokuba… ¡Mokuba- llamaba insistentemente, hasta que vio como el pequeño pelinegro comenzó a moverse lentamente. ¿Mokuba?... ¿Estas bien?
- …Ari?...hnn… ¿Dónde estamos- preguntaba, para poder enfocar a Ari y al lugar en donde estaban.
- no lo se… parece la cabina de un barco… tenemos que salir de aquí
¿pero como- no obtuvo respuesta, pues de pronto se oyeron pasos acercándose.
¡hazte el dormido!
¿Qué- preguntaba confundido
¡Solo hazlo- justo cuando unos hombres entraron, Mokuba se acostó de nuevo.
- … vaya, vaya, vaya… mira quien despertó - decía un hombre negro, fornido y alto, al lado de el se encontraba otro delgado y chaparro con varios conjuntos de cadenas en el pecho, cintura y hombros - pequeña Ari… ¿Qué haces ahí?
- … sácame de aquí
- no, no, no - decía con burla moviendo su dedo negativamente - no creo que ese sea el mejor modo de dirigirte hacia el dueño de las llaves de tu celda ¿o si?
Ari tuvo una idea del tamaño de las de Aleina.
-… si, tienes razón y lo siento… - decía Ari con un muy bien fingido tono de arrepentimiento, lo miro con ojos no muy propios de ella y con su mano comenzó a "acariciar" uno de los barrotes de su jaula -… se que nosotros podemos llegar a un acuerdo… ¿o no?
Aquel hombre tragó duro.
-… supongo - afirmaba, mientras se acercaba a la jaula de Ari, esta tomo la cadera de aquel hombre y comenzó a divagar sus manos. Sus ojos eran cubiertos por los mechones de su cabello. Antes de que ella diera el siguiente paso, una macana azotó en los barrotes de su jaula, Ari retrocedió.
¿por quien carajos me tomas? Debiste haberte entregado a mí cuando tuviste la oportunidad, maldita puta. - tras decir esto, se fue, acompañado del otro hombre.
-… no puedo creer lo que intentaste hacer - le decía Mokuba, con desilusión en sus ojos. Pero vio como rápidamente Ari mostró aquella limpia y pura sonrisa, combinada con un toque de travesura.
- yo tampoco, pero dio resultado - le decía, mientras mostraba unas llaves meciéndose en su dedo.
Mokuba contuvo sus ganas de reír.
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Kaiba veía de lejos como Yugi se intentaba comunicar con el helicóptero de KaibaCorp. Regresó su vista al barco y comenzó a buscar una forma de entrar sin que lo descubrieran. Pronto divisó el ancla del barco y, haciendo uso de su fuerza, comenzó a subir al barco por medio de ella.
Al llegar a cubierta, se escondió entre unas cajas y comenzó a pensar en la forma de sacar a su hermano. No lo veía en ningún lado, así que lo más probable era que lo hubieran escondido dentro del barco. Observó como iban pasando unos hombres cerca de el.
- Puedes creerlo - comentaba un hombre negro y alto a otro chaparro con cadenas - esa estúpida pensó que iba a comprarme.
- No se como pudo traicionar a Aleina por ese mocoso de los Kaiba. No tiene lógica.
- Lo único que quiero es llegar a Cuba y poder rentar al mocoso - Sin previo aviso, Kaiba le saltó encima de entre las cajas. Lo derribó y con sus brazos tomo el cuello del sujeto, quedando en posición para romperle el cuello.
¡Buba- intentaba ayudarlo el otro hombre, pero Kaiba dobló con fuerza el cuello del otro.
¡Un paso mas y arrancaré su cabeza- rugia con ira.
¡MUCHACHOS¡AUXILIO¡UN POLISONTE¡QUIERE MATAR A BUBA! AYU… - sus palabras fueron cortadas por el violento sonido del crujir de unos huesos. Para cuando volteó a ver a Kaiba, este sostenía en su mano el rifle del hombre que había asesinado.
- Silencio…
-…
¿Dónde esta mi hermano Mokuba- preguntaba imponente, sosteniendo el rifle en alto.
-…
¿y bien?
-… ¡AUXILIO¡AYUDA! AUXI…- fue permanentemente callado por una bala de rifle en su cabeza
- Dije…silencio - no tuvo tiempo de reflexionar lo que estaba haciendo, pues llegó de pronto parte de la tripulación. Quince hombres en fila para su muerte.
- … Muy bien, si no quieren salir lastimados, les sugiero que me digan en donde esta mi hermano Mokuba. - todos los hombres del barco se soltaron en carcajadas, y antes de que Kaiba comenzara a disparar, una bala en su rifle lo hizo soltarlo.
- Buen intento - le dijo un marinero, que sostenía un rifle aún más poderoso - pero el único aquí con los pantalones para manejar un rifle soy yo.
¿A si? Entonces ven a pelear como hombre - decía Kaiba, con los puños en alto. Nervioso
- "Un hombre no es un hombre, si no sabe disparar" - recitaba ¡Mátenlo!
Al momento, todos los tripulantes presentes recargaron sus armas y le apuntaron. A Kaiba no se le ocurrió otra cosa más que poner algo enfrente suyo, y por instinto, puso entre ellos y él el Cetro del Milenio.
La reliquia comenzó a brillar con fuerza al ser blandido por su verdadero y único dueño. El ojo milenario brilló en la frente de Kaiba.
Las balas que fueron disparadas contra Kaiba, fueron anuladas y caían secamente alrededor de el como si estuviera cubierto por un campo de fuerza. Seto se dio cuenta de esto y, luciendo una cínica sonrisa, levantó en alto su Cetro y este envió a los 15 hombres al Reino de las Sombras.
Poder, mucho poder, en la palma de su mano.
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¿De que diablos gritan- le preguntaba Ari a Mokuba, mientras se escabullían entre pasillos y corredores.
- No lo se…deberíamos ir a ver - comentaba Mokuba para despues intentar dirigirse a popa. Ari lo detuvo
- No Mokuba, nos podrían descubrir, será mejor que vayamos a proa y escapemos en cuanto podamos.
- Pero Ari, en proa debe haber mas hombres, si salimos por popa y saltamos al mar podremos escapar.
-… eres inteligente
¡pus claro¡Soy hermano del Gran Seto Kaiba- presumía Mokuba, con la frente en alto y el pecho inchado. Ari entristeció su mirada.
- Mokuba…- lo llamaba la muchacha, deteniéndose en seco. Mokuba se detuvo y regresó a donde ella.
¿Qué sucede?
- Escucha…- Ari se puso en cuclillas para quedar a su estatura, claro que quedó un poco mas baja que el. - el plan de Aleina… bueno, ella llegó a tu mansión y… se hizo pasar por una simple mujer que llevaba información para ayudar a tu hermano a… encontrarte.
Mokuba escuchaba atentamente, pero sus ojos mostraban clara impresión.
- Y… bueno… Kaiba creyó cada una de sus palabras mientras Noa se negaba a creer de tu muerte. Mientras Kaiba confió en Aleina, Noa pagó el precio por encontrarte - decía esto último, recordando el cuerpo androide destrozado.
- Pero mi hermano se dará cuenta de lo que pasa, tal vez ya se dio cuenta y esté buscándome, tal vez…
- Mokuba - Ari levantó un poco más la voz, para que Mokuba se callara, pero este comenzó a tener los ojos vidriosos. - Me temo… que tal vez tu hermano le entrego algo mas grande que su confianza.
¿A que te refieres?
- Mira… Aleina jamás me contó su plan, porque quería que fuera sorpresa… pero creo que las piezas encajan.
¿Encajan en que?
- Creo que el verdadero plan de Aleina era e… - sus palabras fueron cortadas al oír que los gritos eran más fuertes, la curiosidad era enorme.
Demasiada.
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¡DIGANME DONDE ESTA MI HERMANO- al no obtener respuesta, mandó al Reino de las Sombras a uno de los hombres que Kaiba había hecho formarse. El era el Coronel, y los demás sus Cabos.
Todos comenzaron a temblar, pues no sabían que hacer, o eso hacían suponer.
¡me estoy cansando de todos ustedes- rugía amenazadoramente. Siguió sin obtener respuesta - bueno…
Blandió el Cetro, dispuesto a enviar a todos los tripulantes a las Sombras, pero de pronto fue derribado.
Uno de los tripulantes se había escondido en el techo de la cabina, donde Kaiba estaba de espaldas, le saltó encima y luchaba con el para quitarle tan poderoso artefacto. En la posición en la que se encontraba, no podía hacer suficiente fuerza para mantener en sus manos la reliquia; el Cetro fue despojado de el.
- Eso fue todo - el marinero tomó en sus manos el Cetro y se dispuso a golpear con el la cabeza de Kaiba. Un bulto se estrelló en uno de sus costados, alejándolo del cuerpo de Seto.
¡Aléjense de mi hermano- gritaba Mokuba, reponiéndose de la embestida que le había dado a aquel hombre. Todos los tripulantes se abalanzaron contra los hermanos Kaiba, pero una red de pesca intercedió y todos los marineros quedaron atrapados en ella.
¡Aléjense de Mokuba- decía Ari, con una sonrisa malévola en sus labios. Kaiba intentó ponerse de pie, pero fue ayudado por Ari y Mokuba.
Un momento de silencio, dos miradas enfocadas, diamantes azul prusiano con azul marino, unos ojos expectantes que ni siquiera parpadeaban. Unos ojos, llenándose de lágrimas al unísono.
¡MOKUBA- Kaiba abrazó a su pequeño hermano como nunca lo había hecho en toda su vida. Lo pegó a su cuerpo con fuerza y extrema sobreprotección. Mokuba abrazó el cuerpo de Seto como si su vida dependiera de ello, casi encajando sus uñas en la espalda de su hermano mayor.
No había cuadro más conmovedor.
¡Mokuba- Kaiba no podía articular otra palabra más que ese nombre, que le parecía la palabra más hermosa de todo el universo, prácticamente saboreaba la pronunciación de ese nombre en su boca. Sus ojos no pudieron contener más todo el sufrimiento de las pasadas semanas, su alma no podía seguir acarreando la angustia y desesperación de todo el tiempo en que no lo tuvo en sus brazos. Su corazón no podía mantener la alegría desbordada del momento. Se soltó en llanto.
¡Seto!... ¡Yo sabía que no ibas a abandonarme!... snif… ¡Yo lo sabía- Mokuba ya llevaba rato llorando, su cara casi oculta en el hombro de su hermano.
- Nunca volveré a dejarte, nadie te volverá a apartar de mi¡nadie!... snif… ¡nunca mas- Kaiba besó la frente de Mokuba entre lágrimas, y volvió a abrazarlo con fuerza.
Ari miraba con respetuoso silencio el reencuentro de los hermanos Kaiba, sin poder dejar de recordar a Aleina y el tiempo que pasaron en el orfanato. Aleina podía ser muy mala, pero era su hermana, al final de cuentas.
Y la quería.
Kaiba se levantó del suelo mientras se limpiaba los ojos con el torso de su mano, aún con Mokuba en brazos, no pensaba soltarlo por nada en el mundo. Ari observó el Cetro del Milenio a pocos centímetros de su pie, se agacho y lo tomó entre sus manos. Se lo extendió a Kaiba.
Este lo tomó y, en cuestión de segundos, envió al resto de la tripulación al Reino de las Sombras.
- No pienso estar ni un momento más en este lugar - decía Kaiba, y después escuchó un helicóptero acercándose. Ari y Mokuba miraron hacia arriba y solo vieron como Yugi soltaba una escalera del helicóptero.
Ari miró a Kaiba, y este hizo el ademán de esperar a que ella subiera primero, esta asintió y subió por la escalera. Seto despegó a Mokuba de su cuerpo y el menor comenzó a subir, Ari lo tomó en cuanto estuvo a su alcance.
Kaiba miró por un momento más ese lugar, luego comenzó a escalar y el avión despegó. Vio como una mano le era tendida para ayudarlo, era la de Yugi, quien lo miraba con una amplia sonrisa. Kaiba correspondió con una de las suyas, completamente sincera.
¿Que haremos ahora- preguntaba Ari a Seto, obviamente pensando en Aleina. Kaiba la miró por unos momentos, Mokuba se pasó inmediatamente a los brazos de su hermano.
¿Cómo que qué haremos¡Vamos a encontrarla- le regañaba Mokuba, abrazando a Kaiba.
¡Roland- llamaba Seto al piloto, quien era su mano derecha.
¿Si señor Kaiba?
- Pide a KaibaCorp. que localicen a Aleina Castrus Devil, debemos encontrarla antes de que…
- No es necesario - interrumpía Yugi, con una sonrisa - cuando pedí el helicóptero también mandé que la localizaran.
- …bien pensado - confesaba Kaiba. Mokuba miraba a Ari, quien mantenía la cabeza baja.
¿Ari- la aludida pasó su mano por sus ojos y volteó a ver a Mokuba. Sus ojos vidriosos y enrojecidos no ocultaban su tristeza. - se que esto es muy difícil para ti… a nadie mas que a mi le gustaría ver a Aleina pudriéndose en una cárcel, pero…
- A mi me gustaría verla muerta - comentaba Kaiba, con ira en su voz.
- Seto… - Kaiba volteó a ver a Mokuba, quien lo intentó reprender con la mirada, pero no podía. Lo quería demasiado - Aleina es la hermana de Ari, y…
- Yo puedo decírselo Mokuba…- el pelinegro calló -… Aleina y yo venimos de un orfanato y…
- esa historia ya la se, tu no eres su hermana de sangre y sin embargo se criaron como tales. Y no entiendo como puede sufrir por alguien que no es tu hermana…
- Es igual que usted y el joven Noa - interrumpía Ari, y Kaiba dejó de interrogar - ese sentimiento no se puede explicar joven Kaiba, pero existe. Es poderoso, y puede vencer cualquier mal.
Mokuba abrazó a su hermano con fuerza. Ahora le tocó a Kaiba bajar la mirada.
¡La han localizado, señor Kaiba! esta a pocos kilómetros de aquí. - informaba
¿Dónde?
- en una montaña pequeña cerca de las vías del "Tren Domino"
- Vamos
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El cielo despejado y la suave brisa la relajaban. ¡Era un día perfecto para un plan perfecto!
Sacó de sus bolsillos el tan ansiado documento, mirándolo con malevolente alegría. Lo acercó a su rostro y pegó el papel a sus labios, como si fuera la cosa más importante para ella. ¡Vaya que estaba feliz! Volvió a guardar el papel en el sobre y este a uno de sus bolsillos para después apagar el motor del auto en el que estaba.
Salió lentamente y aspiró con fuerza en aire, vaya que había gente que tenía razón, el dicho de "Los genios son confundidos por locos" era toda la verdad. Ella no estaba loca, solo era otro genio incomprendido. Un sonido la sacó de sus pensamientos.
Miro hacía el cielo, para descubrir uno de los helicópteros de KaibaCorp. Su ojiazul no se tardó nada en encontrarlo.
Tomo una de sus poses mas actuadas, mostrando su mascara de inocencia y vulnerabilidad. Estaba más que lista para decirle…pero nada la prepararía para la impresión que iba a venir en poco…
El helicóptero aterrizó a unos cuantos metros de ella.
¡Seto- saludaba Aleina, para después ver como el empresario salía del transporte.
- … - Kaiba permaneció en silencio, quería abalanzársele y ahorcarla con las mismas fuerzas con las que la hizo suya. El solo recuerdo le hacía sentir aún mas odio y repulsión, hacía ella y hacía el mismo.
¿Cómo me encontraste- preguntaba la rubia, pero su tez palideció hasta casi verse albina cuando vio a Ari y al "Rey de los Duelos" Yugi Motou. Retrocedió.
- Supuse que estarías aquí…- decía Ari, sus ojos eran tapados por su insistente flequillo.
-… veo que ya me descubriste…pues ya ni modo…- decía con voz resignada y moviendo la cabeza negativamente. Kaiba no soportó tal hipocresía.
¡TE VOY A MATAR- rugía Seto con incontenible furia. Fue detenido en seco por la visión de un arma.
- Alto ahí, querido - Aleina empuñaba una pistola enorme, que, por unas pulgadas más se haría pasar por un rifle.
- Aleina… aún es tiempo… esto no necesita terminar con sangre…entregate, por lo que mas quieras, entregate. - rogaba Ari, con ojos suplicantes.
- No es necesario "Hermanita" - esta última palabra fue con sarcasmo - ya tengo todas las cartas del "Full" para mostrar. Pronto, el arma de Aleina fue arrebatada de su mano por un disparo proveniente del helicóptero. Todos voltearon a ver quien había sido el valiente.
Mokuba temblaba de ira, con un rifle sostenido en sus manos, arriba del helicóptero.
- Vaya vaya vaya, pero si es el pequeño Mokuba. Vaya que tienes pantalones, mojados, pero pantalones. - Kaiba no entendió el último comentario, pero al voltear a ver a Mokuba, entendió. Su pequeño hermano se estaba orinando del miedo.
- … Jamás…te perdonaré lo que le has hecho a mi familia - con Aleina desprotegida, Kaiba corrió hacía ella dispuesto a lincharla.
¡ALTO SETO KAIBA- decía Aleina imponente, mostrando frente a el un sobre blanco. Kaiba se detuvo. - no es necesario que preguntes que es… solo léelo.
Kaiba tomo el sobre, que fue lanzado por Aleina. Lo abrió con rapidez y pronto vio que se trataba de un documento del Hospital de KaibaCorp., le vastó medio segundo para entender todo…miró la parte importante del papel.
Su rostro palideció.
¿Cómo te gustaría llamarlo¿"Seto Jr."? O tal vez prefieras ponerle "Ari" - esto último lo dijo mirando a su "hermana".
- No tienes corazón Aleina - Ari estaba igualmente pálida, pues sus miedos se volvieron realidad.
¿Qué pasa¿Qué están diciendo- preguntaba Mokuba, pero sus preguntas fueron terriblemente contestadas por Aleina.
- Estoy embarazada.
La palabra congeló hasta el mismo aire, sepultando el momento en un terrible silencio.
- Así es, tengo a un Kaiba en mi vientre, engendro del mismísimo Seto Kaiba. ¿No te da gusto Mokuba¡Ya eres tío¡Deberías estar agradecido¡¡MUAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA- su malévola carcajada resonó por todo el lugar.
Kaiba pudo despertar de su shock, rápidamente tomó el arma de Aleina y de un movimiento se la pegó a su frente.
- voy a matarte…me estas escuchando… ¡VOY A MATARTE- rugía Kaiba con tremenda ira.
- adelante, mátanos, asesina a tu pareja y a tu hijo, pero debe ser rápido… la sangre saldrá con fuerza. - Aleina pegó la boca del arma a su frente - te estoy esperando. No le temo a la muerte.
Aleina sonrió cuando sintió el rifle despegarse levemente de su frente.
- GRRR- Kaiba rugió, y pegó de nuevo la pistola… lo intentó sostener con fuerza. Sus manos temblaban.
Un hijo.
Un pequeño infante.
Un ser que no tenía la culpa de nada.
Su mente no podía dejar de mostrarle macabras escenas de Mokuba, podía vengarse en ese mismo instante de todo lo que su hermano había sufrido…pero por el otro lado estaba el pequeño…
-… - Aleina permanecía en silencio, por cada segundo de silencio de Kaiba, era un paso más hacía la victoria.
¡Es mentira¡Ese niño no es mío!
¿Quién crees que soy¿Una zorra?... además, las pruebas de ADN podrán comprobártelo.
¡CALLATE- Kaiba pegó con fuerza el arma a la boca de Aleina.
¡HAZLO SETO¡TE ESTA ENGAÑANDO¡ES UNA MENTIRA- gritaba Mokuba, aunque mas bien parecían ruegos.
Las manos del empresario comenzaron a sudar, la pistola se sentía extrañamente pesada, su cabeza mandaba punzadas de dolor. Apretó el arma con fuerza, ahora con ambas manos, aumentó el arco de sus piernas, sus ojos no podían mostrar mas odio y confusión…
Arrojó la pistola al suelo.
- No te mataré… pues considero a la muerte como un descanso y no como un castigo. Tu sufrimiento será tan grande que desearás mil veces morir que seguir en este mundo.
- Creo que no has podido carburar… nuestro crío…
- MI hijo…, si es que realmente existe, será entregado en mis brazos en cuanto nazca. - Kaiba podía sentir la victoria en sus manos.
- … - Aleina tomó pose derrotada, pero no se daría por vencida tan fácilmente.
¡Roland! Amárrala con lo que puedas y métela al helicóptero - demandaba, mientras se dirigía de nuevo a este.
¡Si señor- Roland llegó rápidamente con una soga pequeña, y la amarró a las muñecas de Aleina. La rubia caminó lentamente al helicóptero.
Mokuba bajo del techo del helicóptero, dirigiendose a Ari, quien estaba con la cabeza gacha y viendo el pesado andar de su hermana.
Una sonrisa cruzó sus labios.
Ágilmente una filosa navaja fue sacada por las mismas manos de Aleina, cortó de un movimiento las sogas que la sujetaban, pero no las dejó caer. Solo hasta que estuvo a pocos centímetros de Mokuba…
Todo sucedió en un parpadeo.
Con la soga que anteriormente la sujetaba, Aleina tomó a Mokuba por el cuello y se hecho a correr hacía su auto. Lo aventó a la parte trasera por una de las ventanas abiertas y se metió al coche. Tardó un poco en encender.
¡¡MOKUBA- gritaban Ari y Kaiba, los dos igualmente de impactados y asustados.
El auto arrancó, a toda velocidad, y Ari se abalanzó hacía el. Cayendo en la cajuela del mismo, subió hasta la cabina del conductor y entró por una de las ventanas.
Kaiba intentó alcanzarlos corriendo, pero unas fuertes manos lo tomaron y sintió como sus pies abandonaban el piso. Pronto se halló de nuevo en el interior del helicóptero, Yami lo mantenía firmemente sujeto.
- Vamos por ellos - le dictaminaba Yami, para tranquilizar a Seto.
Mientras tanto en el auto, Ari peleaba con Aleina para mantener el control del vehículo.
¡DETENTE ALEINA¡ESTO HA LLEGADO MUY LEJOS- gritaba Ari, tomando con fuerza el volante mientras Aleina se aferraba fuertemente a el.
¡JAMAS¡MI HIJO SERÁ MI BOLETO PARA EL DOMINIO DE KAIBACORP!
¡Aleina¡Te estas dejando dominar por tu enfermedad- Ari dio un giro al volante, y Aleina lo acomodó rápidamente.
¡NO ESTOY LOCA, CARAJO¡ALEJATE DE MÍ- Aleina aceleró con brusquedad.
¡ARI¡EL BARRANCO- gritaba Mokuba, pero sus palabras se perdieron en el viento.
¡ALEINA¡REACCIONA- Aleina volteó a verla - aún ay tiempo, dejamos a Mokuba con Kaiba y nosotras huimos. Comenzaremos desde el principio… ¡POR DIOS ALEINA¡DETENTE!
¡¡¡ARI- Mokuba logró hacer que Ari mirara de nuevo el camino. Un barranco.
¡SALTA MOKUBA- gritaba la castaña.
¿Qué?
¡¡VETE- Ari oprimió un botón del auto y la puerta de Mokuba se abrió, el menor de los Kaiba fue empujado del coche por Ari, rodó por el suelo.
- kkk…- Mokuba intentaba incorporarse, rápidamente volteó a ver al auto. Ari se asomó por la ventana.
Sus miradas se encontraron.
Y eso fue todo.
¡¡¡¡¡ARIIII¡¡¡¡¡NOOOOO- como respuesta, ella solo se despidió.
¡¿QUÉ DIABLOS HAS HECHO- gritaba Aleina
- No lo entiendes hermana… pero esta es la única forma para evitar que sigas dañando a personas. - Ari pisó el acelerador, aún con el pie de Aleina en el.
¡NO¡DETENTE- Aleina intentó cambiar de dirección, pero el cuerpo de Ari se aferró al de ella, evitando que pudiera maniobrar el volante.
- Nos vemos en el Infierno Aleina… - Ari sonó decidida, mientras sentía como el auto comenzaba a inclinarse.
Adiós hermana mía…
Adiós Seto Kaiba…
Y…Adiós Mokuba…
El auto cayó por un inmenso barranco con salida al mar.
Cayó en las filosas rocas cerca del lugar.
Se encendió en llamas rápidamente…
¡¡ARI- Mokuba observó la enorme hoguera, con esperanza a que llegara a salir…Nada. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, pues aquella persona fue la única a la que llegó a amar tanto como a su hermano. Ari estaba muerta.
Un grito desgarrador.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAAARIIIIIIII¡¡¡¡¡NOOOO- Mokuba se soltó en llanto. Un poderoso brazo lo levantó del lugar, y pronto se elevó a los cielos.
Mokuba volteó a ver a su hermano, quien tenía una mirada llena de una gama de sentimientos que el pequeño no pudo descifrar. Sin embargo solo se abrazó al cuerpo de Kaiba, sintiendo el dulce calor de su cuerpo, mojando su camisa de interminables lagrimas.
- Terminó Mokuba… la pesadilla terminó. - Kaiba lo abrazó con fuerza, queriendose perder en el paraíso que era su pequeña razón de ser, su pequeño hermano.
Yugi miraba todo sin poder saber que hacer, así que solo hizo lo que le dictó su corazón. Colocó una mano en el hombro de Kaiba, intentando mostrarle que no estaba solo.
Como respuesta, Kaiba tomó con una mano el brazo de Yugi, atrayéndolo hacía el y su hermano. Yugi abrazó a Kaiba y a Mokuba.
Mientras tanto, el pelinegro solo podía pesar en la felicidad de estar de nuevo con su hermano… y en la tristeza de saber que Ari ya no estaba con el.
El helicóptero se perdió en el horizonte.
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Lz: AAAAHHH! Semi-terminamos!
Ak: veremos luego cuando bajamos el epilogo.
Lz: de seguro los dejamos con la duda de cómo va a estar todo el rollo del fic.
Ak: la cosa esta así, decidimos darles una sorpresita algun dia
Lz: ALGUN DIA, osease que no muy pronto ni tampoco muy tarde.
Ak: mientras tanto… DEJEN REVIEWS! nunca se sabe cuando puede haber actualización xD
Lz: por cierto¡VISITEN "AULLIDO NOCTURNO"! disponible en la sección de romance y de horror
Ak: y ahora…
Lz: a contestar reviews…
ZEN/KURAI KURAYAMI KAGE
Lz: o bien, no todos los capitulos pueden ser largos
Ak: pero aki esta el capitulo mas chido
Lz: y sip, vamos a poner un epílogo pero lo q pasa es q no consideramos a un EPILOGO como un capitulo
Ak: seh, estamos fumadas
Lz: en el próximo veras lo q le pasó al perro.
Ak: esperaremos tu próximo review
HISAKI RADIEN
Lz: BIENVENIDA A "THE KIDNAP"!
Ak: mas vale tarde que nunca n n
Lz: que bueno que te gusto el fic, me gusta complacer n n
Ak: por cierto…ALEINA!
Aleina: mandeme?
Ak: aki que esta hisaki está hablando de ti
Aleina: en serio? Y que dice… (leyendo el review) ooooh! Pues muchas gracias, tienes razón¡SOY UNA HIJA DE PUTA! xD
Lz: tampoco es para que te insultes
Aleina: no en serio, mi madre es una prostituta o.ó
Lz: O.O
Aleina: y sip, soy una malnacida pero… ¡NI CREAS QUE HAS ESCUCHADO LO ULTIMO DE MI¡El nombre de "Aleina Castrus Devil" será recordado para toda la eternidad!
Ak: ya Aleina, te privas ¡
Aleina: xD
Lz: esperaremos tu próximo review!
KIMMY ANGY
Lz: hola!
Ak: no te pongas triste, como digimos, este fic va para largo n n
Lz: pero será una sorpresita que revelaremos en el epílogo
Ak: se van a morir en cuanto la sepan
Aleina: y me odiaran más por eso MUAJAJAJAJAJA!
Lz Ak: o.O!
Aleina: xD
Lz: y bueno, si pensabas lo que yo estaba pensando que Akire pensó pues… pensaste bien xD
Aleina: tengo un hijo del "Sexy Seto Kaiba" xD ¡MUÉRANSE TODOS!
Ak: será magnifico! XD
Lz: y bueno, con la nueva idea que nos surgió para este fic… tal vez, y SOLO tal vez, "Aullido Nocturno" no sea tan famoso como este.
Ak: no sabemos
Lz: esperaremos tu próximo review!
KIDA LUNA
Aleina: hola (con mirada dominante y llena de hipocresía) ¿me extrañaste?
Ak: amm… yo no lo creo Aleina u u¡
Lz: aki va a correr sangre O.O
Aleina: sobre si recibiré lo q me merezco… ¡NO LO CREO! Difícilmente me atrapan, y cuando lo hacen… tengo muchos recursos para escapar xD
Ak: Aleina es Diabla, solo la Impía trinidad son Demonios, luego lo entenderás
Aleina: espero que te haya parecido suficientemente sádico el que Akire nos tirara a mi y a la traidora de mi hermana por un barranco
Ak: xD
Aleina: tienes razón rex, sigue soñando con que Seto es tuyo… porque "MIO! ESE HOMBRE ES MIO! A medias pero MIO, MIO, MIO, para siempre MIO! Ni te le acerques es MIO!"
Ak: OK! Ya callate
Aleina: jejejeje
Lz: menos mal no fue una amenaza
Ak: lo siento, es que la locura es contagiosa (mirando a Aleina)
Aleina: xD
Ak: U
Lz: esperaremos tu próximo review
Y ya saben, DEJEN REVIEWS!
