Al día siguiente, todos se despertaron temprano para desayunar. Después de ahí, salieron a un día de campo para ver mejor la cascada. Len, por su parte, se fue a otro lado. A mitad del camino, no muy lejos del río, Pilika empezó a sentir miedo, pues la caída la asustó mucho.

-Si quieren yo los espero por aquí- dijo algo nerviosa.

-Pero hermanita¿no quieres ir a ver la cascada- preguntó su hermano Horo.

-No gracias, ayer ya la vi demasiado- dijo Pilika con sarcasmo, aunque aún nerviosa.

-Entonces yo me quedo contigo- dijo Horo.

-No gracias, ustedes continúen, estaré bien- dijo Pilika con una gran sonrisa.

-Está bien- dijo algo desilusionado Horo.

-Hay que seguir si queremos llegar pronto- sugirió Yoh.

-Si no, la comida se enfriará- dijo Tamao -ten Pilika- dijo Tamao dándole un par de emparedados junto con un jugo.

-Muchas gracias Tam- le contestó Pilika.

-Está bien, ya vámonos... ¿segura que estarás bien- quiso saber Horo.

-Claro que sí hermano, sé cuidarme muy bien- contestó Pilika.

-Bueno... entonces tampoco te preocupes por nosotros, porque estaremos bien... ¿segura que no quieres venir- siguió preguntando Horo.

-Hermano, estaré perfectamente bien, y mejor váyanse para que puedan disfrutar el paisaje-dijo Pilika.

-está bien, adiós- dijeron todos en coro.

-adiós- contestó Pilika.

En otro lugar, no muy lejos de ahí, estaban Hao y Anna "disfrutando de la belleza del bosque".

Mientras que los demás se divertían, Pilika estaba sentada en una piedra a pocos metros del río, metida en sus pensamientos.

-No puedo creer que Lyserg y Jeanne ya lleven dos años- pensó Pilika- bueno, era de suponerse, eran excelentes amigos desde la primaria, además los dos son ingleses.- suspiró- quisiera tener novio... y que él fuera... –se interrumpió ella misma ya hablando- como si pudiera ser... él jamás se fijaría en mí, sólo me ve... sólo me ve como la pequeña hermana de su mejor amigo- dijo Pilika algo desilusionada.

¿A quién te refieres- le interrumpieron.

¡Len- gritó Pilika asustada.

-Perdón¿te espanté- preguntó Len.

-Un poco... pero no te preocupes, estoy bien- dijo Pilika.

-Qué bien... escuché tu voz, y vine hacia acá, y escuché sin querer... por cierto¿de quién estabas hablando- preguntó Len.

-Ah... no, de nadie- dijo algo nerviosa Pilika.

-Puedes decirme, confía en mí- dijo Len.

-No te puedo decir- dijo Pilika con la cabeza baja.

-Oh- baja la cabeza también- entonces no confías en mí- empieza a caminar hacia otro lado- entonces te dejaré sola-

-No Len¡no te vayas- lo alcanza y lo sujeta de la mano- sí confío en ti-

¿Entonces por qué no me quieres decir- preguntó Len.

¿Y si te digo no te enojas- quiso saber Pilika, soltando su mano.

-Claro que no, lo prometo- dijo Len.

-Yo... yo estaba hablando... ¡yo estaba hablando de ti, Len- dijo Pilika muy sonrojada, y al ver la cara de asombro de Len, volteó su mirada para otro lado.

¿De mí- dijo algo ruborizado también.

-Sí- dijo Pilika en voz baja, pero audible.

¿Y porque dices eso- preguntó Len sonrojado.

-Porque es verdad... ¡yo te quiero mucho, Len- dijo Pilika sonrojada- y tú... tú nunca te fijarías en mí- empezó a derramar algunas lágrimas y a correr hacia otro lado.

Pero Len fue más rápido, se puso frente a ella y la sujetó de los hombros...

Continuará...

Sí, soy muy mala al dejarlo así, pero créanme, valdrá la pena la espera.

Creo que dentro de una semana tendrán el resto, porque voy a estar muy ocupada, así que... ¡hasta el siguiente capítulo!