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Condicional Devoción
Por:
KriKri Weasley Black
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Capítulo 1:
Una decepción y un besoÉl corrió, la tomó de la mano y desaparecieron. Ella estaba un poco aturdida por todo lo que había pasado, había sido todo muy repentino. Sentía la mano de él agarrar la suya, mientras una sensación muy parecida a la de tocar un Traslador envolvía su cuerpo. De repente la sensación acabó y él le soltó la mano. Cuando abrió los ojos, después de esta extraña tele transportación, se vio a sí misma en una habitación sin ventanas y muy oscura, con una butaca en frente de una chimenea en la cual todavía ardía un tenue fuego y al lado de esta una serpiente.
Vio que estaba boca abajo en el suelo, le dolía el cuerpo y respiraba agitadamente, y no era por la gran batalla que acababa de tener, era porque se sentía frustrada y asustada...sí asustada, le había fallado a su señor y eso debía tener consecuencias.
El Señor Oscuro estaba de pie, delante de ella, esperando que se levantara, cuando ella estuvo conciente de esto se levantó rápidamente y miró a su señor a los ojos, los ojos rojos de este la miraban con rabia y desapruebo. Bellatrix sabía que eso no podía ser una buena señal. Retiró rápidamente su mirada de los ojos del Señor Oscuro, nunca se había sentido lo suficientemente fuerte para tener contacto visual con él por mas de 4 segundos. Respiró hondo y buscó las palabras exactas que debía decir en ese momento, pero ella sabía que no importaba cuanto perdón y misericordia pudiera pedir, lo que ella había hecho merecía un castigo y seguramente uno muy fuerte. Sentía los ojos del Señor de las Tinieblas fijos en ella, sin más poder esperar empezó a hablar.
-Señor...Mi señor!- dijo esta mirando hacia el suelo- Señor perdóneme! Yo traté! Yo traté, pero llegaron Aurores señor! Y estaba peleando con el Animago Black! No tuve oportunidad de buscar la Profecía Señor, perdo...
-Cállate!, cállate inútil...-le espetó el Señor Oscuro interrumpiéndola- Me decepcionaste Bella-agregó con un tono pasible- Pensé que podía confiar en ti, pensé que un buen grupo de mis Mortífagos podría contra una pequeña cantidad de mocosos, pero no! Una vez más se prueban inútiles e idiotas! Por su culpa, y la de su estupidez ahora el Ministerio sabe de mi existencia, todo gracias a tu incompetencia Bellatrix! Yo te tenía en mas alta estima, yo pensé que....
-¡¡Señor perdóneme!!- le gritó Bellatrix interrumpiéndolo.
-¡NO interrumpirás al Señor de las Tinieblas cuando habla!... ¡Crucio!
Bellatrix cayó al suelo y se retorció gritando de dolor, era el peor dolor que se puede experimentar, quería morir, no lo soportaría mas... Pero el dolor se detuvo y ella, todavía adolorida miró hacia arriba, Su Señor estaba allí, y la miraba con desprecio, ella se levantó con las pocas fuerzas que le quedaban y se quedó mirando al suelo.
-Bella...Bella...Bella..., sabes mucho, sí, pero te queda mucho por aprender, no voy a olvidar este error, aunque debe ser recompensado. Bellatrix me he dado cuenta de tu arrogancia últimamente, no estarás pensando que estás superando al Señor de las tinieblas o si? Estarás pensando que ahora eres mejor que yo Bellatrix.
-No Señor!- dijo ella lo más convincente e inocente que pudo- nunca señor! Soy su más fiel sirviente, vivo para usted mi señor, yo nunca pensaría algo así!
-El tiempo dirá Bella...El tiempo dirá.
Dijo estás ultimas palabras con un toque de misterio y Bellatrix se preguntó que estaría insinuando con estás palabras, habían tantas cosas acerca de Su Señor que ella ignoraba, con cada frase Él se las manejaba para encerrar un significado indescifrable, y a la vez tan obvio después de descifrarlo, que habrá querido decir esta vez? No lo sabía pero le daba un mal presentimiento.
Su señor se había acercado a la chimenea y se había sentado en la butaca que ahí estaba, Nagini se acercó a el y este la acarició como si se tratara de un perro normal y corriente. Bellatrix respiró hondo, no se atrevería a moverse de ese lugar, si su señor no le había dicho que se fuera algo tendría que significar. Comenzó a pensar, como pudo esto pasar? Ella estaba tan segura de que conseguiría esa Profecía para su maestro, y de nuevo sería la Mortífaga más destacada, la más fiel, la mejor... pero le había fallado. Nunca antes había pasado, ella nunca había fallado, pero ahí estaba ella, de pie frente a su maestro, el cual estaba decepcionado de ella. Ese maldito Potter, ella se haría cargo de traérselo a su Señor, verlo sufrir, ver morir al chico que había hecho que ella fallara, sería algo que haría, no importa cuanto le tiempo le tomara o cuanto tuviera que sacrificar.
-Tendremos que hacer algo con respecto a mis Mortífagos- Dijo el Señor de las Tinieblas mientras sacaba a Bellatrix de sus pensamientos y esta daba un respingo- Tendrás que hacer algo para sacarlos, mejor dicho.
-Lo que usted diga Señor, no volveré a fallar, lo juro.
-Así lo espero Bella, espero un mejor rendimiento de tu parte de ahora en adelante.
-Daré todo lo que tenga mi Señor.
La butaca se movió un poco mientras el se levantaba, caminó con pasó firme hasta Bellatrix, y se colocó en frente de ella, muy cerca. Bellatrix trató de mirarlo a los ojos, pero no lo soportó por más de 4 segundos y miró abajo, Su Señor tomó la barbilla de ella y alzó su cara, dejándolos frente a frente y nariz con nariz, ella sin embargo trataba de mirar a todos lados menos a sus ojos.
-No me fallarás de nuevo Bella- dijo este en un susurro
Bellatrix asintió, mirando todavía en otra dirección. Sentía que el corazón se le iba a salir del pecho, pensó que seguramente el también podía oír su corazón de lo fuerte que latía, trató de respirar calmadamente aunque no tuvo mucho éxito, sentía los ojos de Su Señor clavados en ella. Trató de mirarlo a los ojos de nuevo y se encontró con sus ojos rojos, mucho mas brillantes de lo acostumbrado, el le sonrió con una sonrisa irónica y acercó sus labios a los de ella en un beso corto y simple, sus labios eran ásperos y el beso era brusco, Bellatrix cerró los ojos, sintiendo una especie de sabor ácido en su boca y trató de responder a este beso pero cuando empezaba a hacerlo el ya había retirado sus labios de los de ella. Bellatrix abrió los ojos lentamente y miró rápidamente en otra dirección.
-Buenas noches Bella.
Bellatrix asintió mientras El Señor Oscuro soltaba su barbilla en un gesto brusco lastimando su cuello, la miró por tres segundos más, se alejó varios pasos, dio vuelta y salió de la habitación seguido por Nagini dejando a Bellatrix sola en el medio de la habitación respirando entrecortadamente y con lágrimas cayendo por sus mejillas.
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