Condicional Devoción

Por:

KriKri Weasley Black


Último capítulo y mi preferido. Ha sido una gran experiencia escribir este fanfic. Gracias a todos los que lo leyeron, a los que les gustó y a los que no. Siempre es bueno tener opiniones en contra que sean constructivas. Bellatrix es fascinante.

Gracias.

KriKri


Capítulo 8

No más

Como decidir entre cosas importantes? Como tratar de ignorar el vacío y la culpabilidad de ignorar a quien quieres? De tomar una decisión que te afectará por siempre? Ella nunca pensó que las vidas que quitara o perdonara harían la menor diferencia... Ahora lo estaba dudando. Recordaba las muchas personas a las que ella puso a elegir de la misma manera, se repudiaba por primera vez de sus actos. Algo muy extraño sucedía con ella últimamente, parecía no actuar por devoción ni por lealtad, algo más se había apoderado de ella y de sus acciones. El amor, el amor a Rodolphus, a su hermana. Esto la confundía profundamente, nunca había sentido la necesidad de anteponer sus necesidades a los deseos de su maestro, ahora parecía obligada, porque el sentimiento dentro de ella al tomar una decisión no la dejaba ni respirar.

Aún así, la presión crecía, y cada día se esperaba que ella actuara, no soportaba las miradas de la gente, ni la propia carga que llevaba. Las tijeras, puestas encima de la mesa de su habitación, brillaban a la luz del alba, después de una noche en vela y de pensar. Cualquiera fuera la decisión, dolería, y sería mucho más de lo que ella pudiera soportar. Aún así, analizó las posibilidades. Se dio cuenta que, al elegir salvar a Narcissa, ella moriría, Rodolphus no volvería, y Narcissa seria obligada por el mismo Señor Oscuro... en definitiva, todos morirían. En cambio, si Narcissa se va... todos los demás se quedan. Fríamente, y como ella estaba acostumbrada a pensar, se decidió por la opción que menos pérdidas representaba, debía dejar ir a Narcissa. Así que esa misma mañana, con el sol reflejado en las tijeras, decidió ir a casa de su hermana, y hacer, lo que desgraciadamente tenía que hacer.

Bellatrix había cambiado tanto... ya no era capaz de matar con tanta facilidad, ya no era capaz de enfrentarse a las misiones sin miedo y segura. Parecía haber perdido confianza en sí misma y respeto hacia sus ideales, es más, ya no creía creer en nada, excepto en Rodolphus, era lo único que creía, aunque Bellatrix sabía, que muy dentro de ella, estaban esos sentimientos mezclados que aún tenía por su amo... aún creía en ellos? Aún... lo amaba? Algo de lo que estaba segura, era que su amo le había encargado esta misión a ella para probarla, y ella, aunque a veces contra su voluntad, sentía la necesidad de probarse a sí misma... lo haría, y lo haría bien, por las razones indicadas o las erróneas.

Tan rápido como sabía, se apareció en casa de su hermana, la luz de la hermosa mansión la deslumbró, encontrándose de pie en una alta y larga sala, con un par de tijeras en la mano, sola. Era una visión algo desconcertante. Su pelo negro largo ondeaba al viento que entraba desde una ventana, al igual que su capa. Caminando decididamente se dirigió a la habitación de su hermana, un lugar amplio y pintado limpiamente de blanco, donde todo parecía estar totalmente impecable, era obvio que los elfos domésticos ponían gran empeño en el cuidado de esta habitación. Una cama gigante se interponía entre ella y su hermana, muebles blancos y un balcón hacían una vista maravillosa... Y allí ella estaba, terminando de vestirse, sorprendida por la llegada de Bellatrix.

-Bellatrix? –dijo Narcissa sorprendida- Esto si que es sorpresa- Dijo levantándose de una pequeña silla y caminando hacia su hermana- Pensé que estarías muy ocupada para venir a visitarme. Es bueno verte viva! Oí lo de Rodolphus, lo siento mucho.

El hecho de oír a Narcissa sentir pena por lo de Rodolphus, le daba a Bellatrix una sensación de nauseas dentro de sí, se contuvo y fue a abrazar a su hermana, lo más naturalmente que pudo. Después de algunas palabras de bienvenida, Bellatrix pidió lo que tenía que pedir.

-El hecho, es que sí estoy en una misión, necesito tu ayuda.

-Mi ayuda? Esto es inesperado, me siento halagada! Todo lo que sea por nuestra causa hermana!

Bellatrix trató de sonreír, en otro momento hubiera podido reír con la reacción de Narcissa... ahora, se le hacía imposible.

-Recuerdas el velo de la muerte no es cierto? Supongo que Lucius te ha hablado algo de él.

-Por supuesto! Se cuantos problemas ha traído, se cuan poderoso es!

-Entonces también sabrás que soy la única sobreviviente al contacto con este velo. Esta misma razón, es lo que hace mi sangre, y la sangre de mi familia más fuerte. – Bellatrix suspiró, dándose cuenta que hasta aquí podía llegar la verdad...- De alguna manera, el Señor Oscuro ha logrado desactivar las grandes defensas mágicas del velo y ahora solo necesita ser cortado por las personas fuertes en sangre. Se necesita de dos personas para esto... Necesito que me ayudes a cortarlo... De inmediato.

Narcissa abrió en grande los ojos, sorprendida por la novedad de la noticia y lo inesperado, confiaba en su hermana, todo parecía tener sentido y ella estaría feliz de ayudar...

-Por supuesto, vámonos ya si así ha de ser... Bellatrix, hay algo malo?

Bellatrix no había sido capaz de esconder su cara de frustración, muy adentro, esperaba que su hermana se negara.

-Nada, es que estoy cansada, eso es todo, debemos ir.

Narcissa conocía muy bien a su hermana para creerse eso. Sabía que Bellatrix nunca diría que estaba cansada, siempre haría su trabajo con todos los ánimos, aparte, había sentido un cambio en la presencia de su hermana desde el momento en que esta entró a la habitación. Pero aún así confiaba en ella. Sea lo que fuera que pasaba, Bellatrix tampoco se lo iba a decir, y ella lo sabía, por lo tanto, tomó la mano de su hermana y ambas fueron trasladadas con la magia de Bellatrix al lugar donde residía el Velo. Narcissa se maravilló con su belleza y entró en el respectivo trance que todos tienen al verlo, no creía que algo tan simple pudiera tener tanto poder. La habitación, oscura y fría, estaba aparentemente vacía.

Por alguna razón, Bellatrix se sentía especialmente atraída al velo en esta ocasión, mucho más que la primera vez, de hecho, le fue difícil separar la vista de este para hablar con Narcissa, era como si el velo la llamara.

-Toma- dijo Bellatrix aún mirando al velo y trató de pasarle las tijeras a Narcissa después de dudar unos segundos. Ya no había vuelta atrás, ya estaba decidida- Tu debes cortarlo primero, pues, relativamente tu sangre es más débil, después, yo iré con el corte más fuerte y lo terminaré.

-Así como así? – dijo Narcissa preocupada- Lo corto como yo quiera, donde sea?... Que pasará después?

-Solo lo abriremos, no sacaremos su contenido- Bellatrix no sabía lo que decía, solo quería terminar con esto, no pensar, no razonar, no tomar un gran respiro antes de la caída, solo caer...

Pero la atracción del velo fue más fuerte que Bellatrix, y se sumió totalmente a mirar el velo, tanto, que se olvidó de Narcissa. Sentía que el velo la llamaba, sentía, a su lado la presencia de alguien que extrañaba, de alguien que la llenaba, sentía, al mirar al velo, que Rodolphus estaba con ella. Y de repente, en esa paz que sentía, todo se puso negro, y lo único entre Bellatrix y la oscuridad eran imágenes, sentimientos, sonidos. Vio cosas reconfortantes de su vida, su matrimonio, su infancia, momentos de gran felicidad, pero también vio muertes. Vio las caras de todas y cada una de las personas que había asesinado, sintió todo el dolor que había causado, toda la amargura, la tristeza. Y lloró y se dio cuenta que nunca había tomado el camino correcto, aún así, cierto aprecio sentía hacia ese Señor, que le había enseñado todo lo que sabía. Pero todo cesó y vino una imagen que ella nunca había visto, era una alta silla, vista desde la parte posterior, y a su lado, una chimenea, una habitación sin ventanas y una serpiente en la alfombra.

-Será muy fácil Nagini- decía una voz oscura y familiar desde la otra parte de la silla- Será muy fácil- una risa malévola llenó el ambiente- Una vez que pongamos el velo de vuelta a su lugar y que yo tenga todos mis conocimientos, sacaremos a Salazar de ahí, juntos, los dos magos más poderosos de toda la historia, gobernaremos todo lo existente y ya no necesitaré a nadie... todo será mío, todos serán míos... sí, será fácil...

Ya no había amor. Había un sentimiento más conocido para ella... había odio, rabia, desprecio... Pero esta vez, hacia la única persona que ella pensó nunca odiaría. Toda visión desapareció, para ella habían pasado años, para Narcissa, unos pocos segundos, en los cuales había mirado a su hermana incrédula, sin saber que hacer con esas tijeras.

Bellatrix la miró, un con un hechizo de la varita, le arrancó las tijeras de la mano y las destruyó. Sabía lo que venía, sabía quien estaba en la habitación con ella.

-Vete Narcissa- dijo profunda y decididamente- vete ya!

Narcissa entendió que era grave, supo hacerle caso a su hermana. Esa mirada, no traía cosas buenas... nunca. Corrió, salió por la puerta en el otro extremo, mientras Bellatrix seguía parada en el centro de la habitación, esperando... esperando.

-Decepción... decepción- dijo una voz llena de odio desde uno de los rincones- Nunca lo vi venir Bella...

Bellatrix miró un hombre alto salir de las sombras... por primera vez, lo miró a los ojos fijamente sin sacar la mirada, lo miró, con odio, con desafío, y ya no tenía miedo, tenía un sentimiento que ya no podía contener.

-No más...Voldemort

Pronunciando fuerte lo que nunca pensó decir, Bellatrix sonrió a una visión que nunca pensó tener.

-Avada Kedavra!

Había sido muy rápido, aún para Bellatrix, no tuvo tiempo de reaccionar, tampoco quiso hacerlo. El cuerpo inerte de Bellatrix yacía en el suelo después de que un relámpago verde atravesara la habitación desde una varita en manos del Señor Oscuro. La pequeña porción de la mente de Bellatrix pasó inadvertida por el aire mientras se introducía en el velo... El Señor Oscuro atravesó la habitación mirando al cadáver que ahora tenía a sus pies.

-Que pena Bella... que pena que este fuera tu fin. Nunca pensé que tendrías una Devoción Condicional...