Hola!..ya lo sé..me demore DEMASIADO..pero es que he tenido muchos problemas y no he tenido cabeza para nada…a puesto a que ya me gane un regaño por parte de cierta personita por actualizar este fic y no "posibles engaños"..--UU….no podré escapar por siempre..jejeje…por cierto .estoy muy feliz porque escribieron muchas personas..y TAMBIEN A MI E-MAIL!!!...jejeje..pero lo siento ..no tuve mucho tiempo para contestar los reviews que dejaron..gomenasai!..pero les responderé en general:
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PARA TODOS:
Por lo que leí a algunos les encanto la idea de ver a shu-chan con pancita y a otros no....por ello haré dos versiones desde el CAP 9 así todos quedaran contentos…en el próximo Cáp. les hablare mas de eso. Otra cosa que note fue que muchos están enojados por el peculiar comportamiento de Yuki (me pareció muy gracioso lo que dijo alguien por hay que lo llamo "rubio oxigenado"..jajaja), la verdad es que (no puedo creer que vaya a decir esto) no lo hace con mala intención (XP)..es solo que en el fic creció así y pues no hay modo que arreglarlo..pero les aseguro que quiere a Shuichi..simplemente no lo demuestra como debería ser...y ...me da la impresión que hasta el ultimo Cáp. les seguirá molestando ese maldito modo de ser.. UU. Por cierto también odian a la familia de shu-...bueno esa gente es un caso y en verdad no quería entrar demasiado en sus vidas --..así que por ello creo que parecen un poco insensibles sobre lo que le pasa a Shuichi..pero en realidad lo que pasa es que ellos están engañados sobre la "maravillosa" vida que tiene shu.
Otros tienen MUCHAS preguntas..jejeje..pero pronto sabrán las respuestas...ya se ACERCA EL FINAL!.
También quiero aclarar que shu NO HA DEJADO SUS ESTUDIOS...es solo que ha estado tan ocupado con todo lo que ha pasado que se le ha olvidado.
Oh...y RANDA1 me hablo sobre "entrevista con el vampiro" ..y...¿qué si lo vi?..SI ME ENCANTA!..lo he visto como un millón de veces,..y me fascina...pero sobre lo que dijiste(y creo que muchos comparten tu opinión) sobre que no TENGO que seguir la historia original al pie de la letra..pues yo solo te digo que tienes razón..pero cuando le puse aquel "vestido" a shu para cuando llegaron a Sicilia lo único que quería hacer era dejar esa parte como estaba...me pareció algo muy bonito e interesante y no quería quitarle lo tradicional que tenia ese ritual..solo por eso lo hice.
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-Creo que ya abarque todos los temas...y como me escribieron mucho los recompensare. por eso puse DOS LEMON!!..
(apuesto a que cuando vieron la palabra "lemon" en mayúscula se devolvieron para ver que había escrito..¬¬).. …aunque..O.o…pensándolo bien ..tal vez no les guste uno de ellos por la "forma" que tiene..o mas bien la temática…pero para mi si son dos lemons…además..jamás me especificaron que clase de lemon querían.. UUU
Solo me decían.:- "UNO SOLO!!????!", "QUIERO MAS"…"QUE MALA ERES!"-….jejeje…así que no me culpen…por cierto.. …
RESUMEN(para todos los que se olvidaron por donde iba el fic): en el anterior cap, Shuichi había ido con su muy "querido" esposo hacia Sicilia para pasar su luna de miel de la cual el pelirosa no fue enterado sino hasta que su madre se lo comento, Shuichi unos días antes fue a visitar a su madre y a su hermana y allí se entero que la pobre de Claire parecía muy engañada acerca de su "maravillosa vida" con Eiri, …en Sicilia, shu-chan conoció a la familia del rubio: tío Vito, tía Paola y la odiosa de Adriana, a esta ultima no le hizo mucha gracia el casamiento de shu con Eiri y todo hace suponer que le hará la vida imposible a nuestro protagonista…por otro lado, shu se dio cuenta que ya no tenia caso oponerse al insaciable deseo que tenia su esposo por su cuerpo y quedo muy claro con lo de la carpeta de fotografías sobre shu que el rubio tiene muchos secretos…mm…que mas….mmmm…creo que eso es lo mas importante, no?...jejeje…pero por si acaso vuelvan a leer el cap..UUU
GRACIAS A TODOS!
CAP 8.
MENTIRAS. Parte II.
Shuichi se sirvió otra taza de té, mientras por la ventana abierta miraba el impresionante paisaje que se extendía ante él.
El castillo había sido erigido en el punto mas ato de la montaña y desde él se podían apreciar las salinas del pueblo costero de Trapani, así como, a la distancia, se alcanzaba a distinguir la sombra de la costa de África del Norte.
Suspirando satisfecho, Shuichi cerró los ojos y aspiro el aroma de pinos que le llevaba la brisa mañanera.
Eiri tenia razón, determino perezosamente, sus vacaciones estaban resultando ser muy agradables; de hecho, casi una bendición. Nunca se hubiera imaginado que tan solo en el lapso de una semana se iba a enamorar tanto de Sicilia como de Castello Tancredi, el hogar ancestral de Eiri.
Todas las mañanas, el rubio volaba en helicóptero al puerto de Gela, el centro de su emporio petroquímico, dejando a Shuichi desayunar con toda calma en la sala de estar de su suite, y después explorar el castillo a su gusto.
El sonido de las aspas del helicóptero al aterrizar dentro de los terrenos, era la señal de aviso de que el almuerzo pronto estaría listo. Nadie osaba comer antes que Eiri llegara.
La manera dramática en que Eiri había reafirmado su autoridad durante la primera noche de su estancia en el castillo, parecía haber producido los resultados requeridos. Por su parte, Shuichi hubiese preferido un poco menos de ese "respeto" que era tan importante para el rubio.
En una ocasión en que trato de darle las gracias a una de las doncellas que le había llevado el desayuno, todo lo que él consiguió había sido un apresurado:- chiedo scusa, conte!!-, y una mirada asustada por parte de la chica al salir de la habitación, que delataba su temor de haber incurrido en algo imperdonable.
El día anterior Eiri lo había llevado a conocer el Palazzo dei Normanni, en Palermo. Shuichi recordaba que él había echado tanto hacia atrás la cabeza, para poder apreciar las magnificas tallas de los techos de madera de la Capilla Palatina, que Eiri se había reído con ganas, diciéndole que si no ponía cuidado, se caería.
Sus relaciones habían sufrido un ligero cambio desde que estaban en Sicilia. Por supuesto que aun eran tensas, pero ciertamente había un cambio.
Hacia mucho calor y, cuando Shuichi insistió en usar ropa ligera y sandalias, se sorprendió mucho cuando Eiri no le puso ninguna objeción.
Por la noche tenia que vestirse formalmente, pero eso no era ningún problema, pues en su equipaje llevaba muchas prendas de noche.
Desde que había salido de Japón, Eiri no le daba tantas órdenes y se dirigía hacia Shuichi en forma más amistosa. Pero no solo el rubio había cambiado…
Shuichi enrojeció al recordar la forma en que había cambiado la manera en que hacían el amor, con cuanto deseo y abandono respondía él al toque de Eiri. Se movió inquieto al pensar en la dulzura de su apasionado encuentro la noche anterior, y por largo rato los revivió en su mente, con toda nitidez.
(ejem..ustedes quieren acción, no recuerdos..Así que pasémoslo de largo..jejej)
Los pensamientos de Shuichi se vieron interrumpidos por una llamada a su puerta. La tía Paola entró en la habitación llevando un pesado arcón de madera.
-espero que no te moleste…-dijo titubeante.
- por supuesto que no. No hacia algo especial, tan solo gozaba del sol, matutino.-
- va bene. Siento mucho no haberte traído esto antes, pero fueron necesarios algunos trámites para sacarlo del banco.-
-¿de que se trata?- pregunto con curiosidad por la caja que tía Paola le había colocado en su regazo.
- ábrela y lo sabrás.-
Shuichi tuvo alguna dificultad para abrir la cerradura de pesado bronce, pero al fin, con un rechinido de protesta, logro hacerlo.
-no!, no puedo!...quiero decir..-dijo estupefacto al mirar en contenido.
- si, si. Por supuesto que puedes. Como esposo de mi sobrino son tuyas.- la tía Paola levanto la bandeja forrada de terciopelo que contenía un collar de rubí y diamantes, junto con un brazalete y un anillo que hacían juego.- mira esto… y esto…-
Shuichi observaba sorprendido, mientras la señora continuaba mostrándole más y más aderezos y toda clase de joyería que él nunca había visto.
-es increíble.- exclamo Shuichi moviendo la cabeza confundido.- no puedo aceptarlas..Además, me parece que algunas de las piezas son muy antiguas.-
- oh, si.- la tía de Eiri suspiro complacida al levantar lo que parecía ser una gargantilla de oro sólido, con cuatro rubíes engarzados y que tenia una apariencia que le confería mayor antigüedad que las otras joyas.
-increíble, pero debe ser un collar muy incomodo.-
-¡oh, no!-tía Paola lo miro sorprendida-. No es un collar, es una diadema… una corona para ser usada por una mujer. Es muy apreciada por nuestra familia porque se dice que perteneció a la reina Sibylla, la esposa del rey Tancredo.-
Shuichi se quedo contemplando la tiara que tía Paola le había puesto en las manos y trato de recordar la línea de sucesión de los reyes normandos que habían gobernado Sicilia aproximadamente en la misma época de la conquista normanda de Inglaterra.
Esa había sido la época dorada de Sicilia cuando, por primera y única vez en su historia, los pueblos europeos, islámicos y bizantinos habían vivido en armonía, antes de que el linaje normando casi desapareciera y la isla cayera en manos de los emperadores romanos.
Tancredo había sido el ultimo rey normando y había reinado solo 4 años, antes de sucumbir ante una enfermedad fatal a la edad de 45 años.
Shuichi interrumpió sus reminiscencias históricas, para decir:
-pero, según tengo entendido, Tancredo tuvo únicamente dos hijos. Uno que falleció antes que él y otro que murió mas tarde en cautiverio. No comprendo como es que Eiri y tu esposo puedan alegar ser descendientes suyos.-
-pero no fue así. Cuando la reina Sibylla huyo al llegar los invasores alemanes, estaba embarazada. Tuvo un varoncito que dejo oculto en Caltabellota cuando ella se vio forzada a asistir a la coronación del nuevo rey, antes de ser enviada al cautiverio en Alemania.-
Aunque la explicación de tía Paola parecía convincente, la mente analítica de Shuichi pasó una rápida revista a la posible veracidad de un evento que había tenido lugar hacia tantos años.
Hubiera sido un milagro que tal nacimiento real hubiera pasado inadvertido. Lo que él creía mas posible que hubiera pasado era que la familia de Eiri descendía de un hijo bastardo del rey, aunque destruiría la ilusión de tía Paola, a quien él ya había aprendido a querer.
-las joyas son muy hermosas- expreso al colocar la tiara en su lugar.- pero no puedo aceptarlas, además…jamás podría utilizar algo así…es decir…como ya lo dijiste son para un mujer..y yo no tengo ninguna intención de convertirme en una..¬¬.-dijo haciendo una extraña mueca.
Tía Paola parpadeo un par de veces y luego estallo en una carcajada ante un confundido Shuichi.
-jajaja…pero si..jajaja…nadie te ha dicho que debes utilizarlas!..- Shuichi se ruborizo ligeramente.- lo que digo es que como esposo de Eiri es tu deber conservarlas… además.-hizo una pequeña pausa y continuo.- él insistirá en que lo hagas, ya sabes como es él.-porfió la tía Paola.
-oh, bueno…talvez sea verdad, pero…estas joyas son demasiado valiosas. Honestamente, yo nunca había visto algo así.- objeto Shuichi con firmeza.
-¿en tu familia no existe una colección semejante?-pregunto la tía Paola.
-¡claro que no!-rió Shuichi-. No creo que los Talbot hayan tenido alguna vez un penique a su nombre, mucho menos joyas como estas.-
-¿Talbot?¿es un apellido muy común en Japón?- pregunto tía Paola mirando sorprendida hacia Shuichi.
-en realidad no lo sé- respondió shu alzando lo hombros-. Mi familia ha vivido en Bellmont Hall, que Eiri acaba de comprar, durante los últimos 500 años, pero debe haber muchas otras familias Talbot diseminadas por el mundo.-dirigió la vista hacia la señora.-¡tía Paola!¿te encuentras bien?- inquirió preocupado al verla dejarse caer sobre una silla, con el rostro tan blanco como una hoja de papel.
- no es nada… se me pasara pronto… es algo que me sucede a veces.-dijo la señora, titubeante.
Shuichi corrió hacia el baño por un vaso de agua para darle a tía Paola, quien después de tomar unos cuantos sorbos empezó a recuperar el color. (una pregunta..por que siempre agua?..Alguien se desmaya o algo y PAFF!..un vaso de agua…que tiene el agua!?..XP).
-debes ver a un medico.-
-si, lo haré. Pero por favor no te preocupes, ya me siento mucho mejor. Yo… quería decirte que… siento mucho lo… mal que Adriana se porto contigo la semana pasada. Es muy joven y…-
-¡por favor! eso no importa. Lo que me preocupa eres tú, de verdad me asustaste, creo que seria mejor que fueras a acostarte.-
-eres muy bueno, Shuichi. Muy bueno…- tía Paola exhalo un pesado suspiro al ponerse de pie y salir de la habitación con lentitud.
"pobre tía Paola", pensó shu mientras se vestía.
Había sido un buen detalle de la señora disculparse por el comportamiento de Adriana. Shuichi no comprendía por que la chiquilla era tan agresiva con él. Parecía que, por alguna razón desconocida, nada la consolaba del matrimonio de Eiri. Su conducta era una muestra clara de esto.
Shuichi trato de recordar como era él mismo a esa edad, y la única imagen que se presento a su mente fue la de un chiquillo muy serio que siempre estaba estudiando.
Después de terminar de vestirse, Shuichi salió de su habitación y se encamino con pasos lentos hacia la escalera de caracol que conducía hacia la biblioteca, la cual estaba situada en una torre.
El problema de Adriana aun ocupaba sus pensamientos. Tal vez era culpa de sus padres que fuese tan ingobernable y agresiva. No obstante, era difícil culpar a tío Vito y tía Paola, quienes querían mucho a su hija y estaban orgullosos de ella.
Pero al entrar a la biblioteca olvido todo eso. Con ojos muy grandes y brillantes entro y cerró la puerta..u.
No se dio cuenta del transcurrir del tiempo y, cuando la puerta se abrió ruidosamente, shu casi salto en su asiento.
Levanto la vista y muy sorprendido vio que Eiri se encontraba en el umbral y que su rostro estaba tan tétrico como el trueno.
-¡Mannaggia!-gruño Eiri-. Espero que te des cuenta de que ya son la dos de la tarde y que durante una hora el castillo se ha vuelto de cabeza buscándote!.-
-lo…lo-siento. No sabía que hora era. Estaba muy interesado en examinar estos viejos libros y manuscritos.-
-debí haberme imaginado que el instinto investigador te conduciría a esta habitación.-
-he encontrado cosas fascinantes, como este antiquísimo manuscrito "Historia Sicula" escrito por alguien llamado Goffrey Malaterra. Está en una mezcla de latín y francés normando antiguo, pero yo…-
-¡BASTA, BASTA! LA HISTORIA TE ATRAE DEMASIADO!.-
- no…no puedo evitarlo, Eiri, aunque no creo que puedas comprenderlo. Yo…-
-para ti, el pasado es mas importante que el presente. Lo entiendo, Shuichi. ¡LO ENTIENDO DEMASIADO BIEN!- la voz de Eiri era dura.- vamos, no debemos prolongar la espera de la familia.-
Shuichi se sentía confundido, pero lo siguió obediente. No comprendía la razón de su enojo por haberlo encontrado en la biblioteca.
Durante la comida, el ambiente se sentía pesado aunque, por fortuna, Adriana no estuvo presente. Eiri contestaba con monosílabos a cualquier comentario que se le dirigía y estaba muy abstraído.
"tal vez tenga preocupaciones de trabajo", pensó shu mientras miraba los retratos que colgaban de los paneles de madera de las paredes. Representaban a varios miembros de la familia y uno era de la madre de Eiri, quien, según le había explicado tía Paola el día anterior, murió de una larga enfermedad cuando su hijo tenia tan solo 16 años de edad.
-pobre Helena- había dicho tía Paola-. Es una lastima que no haya vivido para ver el éxito de su hijo en los negocios.-
Eiri no parecía haberse repuesto de la muerte de su madre, pensó Shuichi.
Se volvió a mirar a su esposo y noto que mantenía una conversación en voz baja pero agitada con tía Paola.
De pronto, Eiri se puso de pie y, acercándose a Shuichi lo tomo de la mano y lo llevo hacia su habitación.
-¿¡que es lo que pasa ahora!?¿¡que es lo que he hecho!?-
-no se trata de lo que has hecho, sino de lo que vas a hacer, mi Shuichi-
el pelirosa lo miro alarmado.
-¡Eiri!...no...no puedes..ni siquiera es de noche!..-
-¿lo dudas, angelo? Ah, mi querido esposo, cuan pudoroso pretendes ser.- y empezó a desvestirlo, lo que hizo que shu empezara a sentir que un estremecimiento le recorría la espina dorsal. Parecía haberse convertido en piedra, hipnotizado por la mirada de halcón de Eiri mientras le quitaba con rapidez la última prenda y lo empujaba sobre la cama con suma facilidad. Shuichi trato de levantarse mientras Eiri se dependía de su vestimenta, pero no pudo.
-no!...no por favor-jadeo asustado al ver el deseo que brillaba en los ojos de el rubio mientras le sujetaba el tembloroso cuerpo con la dureza del suyo contra el colchón.
-¡Ma si! ni el tiempo ni la hora tienen importancia para el amor.- y su boca descendió hasta cubrir la de Shuichi con fuerza.
Shu deseaba gritar que eso no era amor, pero de pronto se sintió inmerso en un Oceanía tan profundo y brutal como el ataque del que era objeto.
Mientras era besado vorazmente, Shuichi trato de alejar al rubio de su cuerpo pero sus intentos fueron inútiles…en un último esfuerzo, rasguño los brazos el rubio el cual se separo del cuerpo de shu y con algo de brusquedad alzo los brazos del pelirosa acomodándolos encima de su cabeza.
-quédate quieto!.. -dijo con una voz dura lo cual provoco un intenso escalofrió por parte de shu.
El rubio beso de nuevo con fuerza los labios del pelirosa el cual emitió un leve jadeo cuando el rubio mordió con salvajismo sus labios; luego, bajo una de las manos que tenía sujetas al más joven para acariciar la piel de este con avidez y deseo. Shuichi quería gritar para que alguien viniera en su auxilio..pero la boca del rubio sofocaba sus intentos y lo dejaba sin alientos..el rubio alejo sus labios de los del otro y bajo hasta el cuello de shu, el cual inhaló fuertemente el aire que necesitaban sus pulmones, para luego emitir un jadeo de dolor cuando Eiri mordió su cuello con rudeza...
Por otro lado, Eiri siguió con su tarea sin prestar demasiado atención a la protestas y sollozos de su esposo, siguió mordisqueando y lamiendo aquella delicada piel dejándola roja y llena de marcas…lamió los pequeños botones sonrojados para luego morderlos sin compasión y arrancarle gemidos de dolor al pelirosa…
Shu sollozaba mientras el rubio parecía deleitarse con su dolor…su mente no podia comprender la razón por la cual el rubio lo trataba así, siempre había sido muy suave y delicado con él y ahora….
-AHHHHHHHHHHH-emitió un grito de dolor cuando fue penetrado sin consideración, en algún momento durante su tortura el rubio este había abierto sus piernas aprovechando SU Ensimismamiento y lo había penetrado sin prepararlo.
-me duele ..por favor…ahhhhhhhh.-el rubio lo embestía fuertemente…parecía segado por el deseo y no oía sus suplicas.
-eres-…tan..estrecho-gimió con una voz profunda y llena de deseo mientras lo embestía y lamía su cuello enrojecido…
Shuichi tenia la mirada perdida en algún punto de su habitación..ya no oía las palabras cargadas de lujuria por parte de su esposo..su mente se había alejado de allí.. y rogaba porque todo esto terminara pronto…sintió una profunda repulsión mientras el rubio lamía las lagrimas de su rostro…sentía nauseas y. una profunda repudio por ese hombre y por si mismo por no ser capaz de un profundo gemido el rubio termino en su interior para luego salir de el cuerpo de shu y recostarse a su lado…Shuichi siguió en la misma posición con la mirada perdida y con lagrimas en los ojos, pronto sintió como aquel liquido blanco y viscoso escurría por sus piernas, cosa que lo hizo sentirse sucio y miserable….se recostó de lado haciéndose un ovillo mientras lloraba desconsolado..el rubio pareció por fin escuchar los sollozos de su esposo y como si hubiera despertado de un profundo sueño tomo a Shuichi en brazos y empezó a limpiarle las lágrimas con mucha gentileza…..
-perdoname, mi amor- musito el rubio con una mirada de asombro en los ojos-.¡oh Dio, Dio....!perdoname , te suplico que me perdones angelo..no sé lo que me sucedió- gruño arrepentido.-¡oh Cristo!.....lo siento, lo siento-
Casi sin pensárselo, Shuichi se volvió hacia él y abrazo el tembloroso cuerpo de su esposo, haciéndolo que le colocara el rostro sobre el pecho y acunándolo como si fuera un bebe.
"¿qué...que es lo que me pasa?"se pregunto Shuichi. Debía sentir que odiaba al hombre que lo había sometido a un ataque tan imperdonable!. ¿cómo era posible que ahora lo estuviese tranquilizando a EL?. Con soñolienta consternación trato que su cansada mente llegara a la conclusión lógica que su subconsciente le estaba indicando...
¿lo amaba? ¡por supuesto que no! Era ridículo pensarlo, se dijo así mismo mientras se quedaba dormido.
(ehmmmm…mejor lo dejamos asi)
Shuichi se apoyo contra el muro de piedra de la lata torre del reloj, mirando por sobre las murallas, mientras la bola de fuego del sol se ocultaba tras el horizonte, pareciendo convertir a las islas Egadi en distantes barcos oscuros que navegan en el océano ígneo.
Era casi como si las extraordinarias relaciones que tenia con Eiri hubieran llegado esa tarde a un momento decisivo. Pensó en los pasados días...
Titubeante y con mucha cautela, Eiri había bajado lentamente su guardia, permitiéndole a shu algunos atisbos de un carácter mas suave, una calidez interior que, como oculta por una mascara, yacía latente bajo la personalidad dura, enérgica e implacable que en forma normal presentaba al mundo.
Hasta tía Paola había parpadeado sorprendida cuando vio que a pesar de los muchos compromisos de negocios del rubio, este llevaba a Shuichi todos los días a visitar los muchos sitios de interés de la isla, los cuales, seguramente, él había visto cientos de veces antes. Incluso había tenido que pasar el sacrificio, según shu, de acompañarlo hasta la cima del Monte Etna, yendo en auto, funicular y a veces a pie.
Y las noches, las noches que pasaban uno en brazos del otro, habían poseído una magia de tan dolorosa dulzura que muchas veces Shuichi casi había llorado de gozo. (que cursi salió eso!..XP).
Había necesitado de dos días de fieras y constantes discusiones consigo mismo para verse forzado a reconocer que, pese a su firme determinación de rechazar a Eiri siempre, de algún modo, en algún lado entre su suplantación de Claire y sus vacaciones en esta isla encantada, se había enamorado profunda e irrevocablemente de su esposo.(ya era hora..)
Quizá era debido al calor asfixiante del sol o la humedad de la atmósfera de los largos días de verano, pero ahora Shuichi parecía envuelto en una lánguida y fatalista aceptación de su destino, algo sobre lo que ni siquiera se le hubiera ocurrido pensar en Tokio.
Aunque la razón le decía que vivía en un paraíso tonto, que él era tan solo uno más de una larga línea de amantes que habían caído victimas del encanto de Eiri, no tenia ni el deseo ni la voluntad para hacer alguna otra cosa que no fuese amarlo con todo su corazón.
Se oyó un chasquido y la torre se ilumino. Shuichi se volvió sorprendido pues oyó que alguien subía por la escalera de caracol.
-me imagine que te encontraría aquí. También era el lugar favorito de mi madre a esta hora de la tarde- dijo Eiri con una sonrisa cálida al caminar sobre las grises baldosas.
Le entrego a shu un vaso de vino y se quedo a su lado, contemplando la vista panorámica de las montañas, llanuras, mar y cielo que se extendía ante ellos.
-Eiri, yo... nunca te he preguntado nada acerca de tus padres. ¿los extrañas mucho?-pregunto el pelirosa con gentileza.
-a mi padre casi no lo recuerdo, angelo- respondió con un encogimiento de hombros-. Murió durante una tormenta en el mar cuando yo tenía 7 años de edad. Por supuesto que a mi madre sí la extraño mucho. Su vida fue muy difícil de varias maneras, y desearía que ella viviese ahora que podría cuidarla y hacerme cargo de ella.- dio un sorbo a su bebida-. Ah, pero la vida es así.-
-háblame acerca de tu madre- pidió Shuichi, quien había captado la nota de dolor en la voz de Eiri-. Me gustaría saber a cerca de ella.-
Eiri pareció complacerse por ese interés de su esposo.
-era inglesa, Shuichi. Conoció a mi padre durante unas vacaciones y, a pesar de las objeciones y desaprobación de sus padres, se caso con él. Después de eso, su familia se negó a volver a saber de ella.-
-l-lo siento mucho, Eiri...-
la mente de el rubio se remonto a los recuerdos...
-con su hermano mayor siempre se llevo bien, pero él murió y, poco después de casarse, sus ancianos padres murieron, con muy poco tiempo de diferencia entre uno y otro.-
-yo creo que aquí se sentiría solitaria..-
-ella y mi padre fueron muy felices juntos. Nuestra familia podrá ser muy antigua, pero después de la subida de Mussolini al poder en Italia, gran parte de nuestras tierras fueron confiscadas porque mi abuelo se negó a unirse a los fascistas. Mi padre se olvido de la política y se dedico a hacerse de una pequeña flotilla de buques de petroleros. Por supuesto que no era ningún Onassis, pero sí le fue bastante bien. Estaba muy lejos de ser el "pobre pescador" que sus suegros consideraban que era.-
-¿y quien se hizo cargo del negocio cuando murió tu padre?-
-al principio mi madre, pero algunos competidores de mi padre le hicieron "ofertas que no pudo rehusar"-sonrió con acritud ante la sorpresa reflejada en el rostro de Shuichi-. No debes olvidar que Sicilia es la tierra de la mafia, lo cual constituye la principal razón por la cual yo no vivo aquí en forma permanente. Bueno, mi madre siguió al frente del negocio hasta que yo cumplí 16 años y me hice cargo de la dirección.-
-debió ser muy difícil para ella encargarse sola de todo. ¿por que no la ayudo tío Vito o alguien mas?-
-angelo-rió Eiri-. Tu mismo podrás haberte dado cuenta que tío Vito es un hombre muy simpático, pero no es alguien en quien apoyarse. No, después de que su hermano la rechazo, ella se quedo sola, y así continuo su lucha.-
-pero...-lo miro con el ceño fruncido-. Dijiste que su hermano había muerto, o por lo menos eso fue lo que creí entender.-
-si...-hizo una pausa-. Mencione a su hermano mayor, pero también tenia un hermano menor. Cuando mi padre murió, ella le...le escribió a este hermano suyo diciéndole que tenia un niño pequeño a quien mantener y que... que se hallaba en problemas.-
-¿qué hizo él para ayudarla?-
-por supuesto que nada. De hecho tan solo hizo que sus abogados le enviaran una carta diciéndole que al casarse con mi padre no solo había matado a sus propios padres, sino que había ruinado la carrera de su hermano, y que este no deseaba volver a saber de ella.-
-que cruel!..tu pobre madre debe haber sufrido mucho.-
El tierno corazón de Shuichi estaba inflamado de amor y ternura hacia Eiri, quien era obvio que aun llevaba las cicatrices de la forma en que había sido tratada su madre.
-yo creo que se vio obligada a trabajar duro, que no tuvo tiempo de pensar si sufría o no. De hecho, fui yo quien durante años clame pidiendo venganza en contra del rechazo de su familia... Pero ahora eso ya no me parece importante.-
-el comportamiento del hermano de tu madre fue desalmado por completo, no puedo creer que alguien pudiera hacer algo tan atroz como eso...-
-todo sucedió hace mucho tiempo, angelo. En este momento me importa más el hecho de que súbito acabo de descubrir que tengo hambre.-
-entonces iré a la cocina y te traeré algo-
-no creo- y le quito el vaso de las manos, colocándolo sobre una pequeña mesa de mármol-, que estemos hablando de la misma clase de apetito.-
-¡Eiri!-
-¡oh, Dio!-emitió un gruñido burlón-. Ahora me dirás que el atardecer no es un momento adecuado para hacer el amor... que tendré que esperar a que sea más de media noche.-
-bueno, no creo que...-lo miro de soslayo y se ruborizo al notar el deseo que brillaba en sus ojos.
-¿no lo crees?-deslizo un brazo alrededor de su cintura y le levantó el rostro para hacerlo mirar hacia él de forma directa.
-no, es que... que... me preguntaba por que te tomaba tanto tiempo...¡Eiri!-grito asustado mientras, riendo a carcajadas, el rubio lo tomaba en brazos.
-ah, mi encantador esposo, te extrañaré mucho mañana que me vaya a Roma.-
-¿a Roma?¿mañana?-lo miro triste.
-será por pocos días. El tiempo pasara pronto- dijo el rubio mientras bajaba las escalera con Shuichi en brazos.- y, después de todo, aun contamos con esta noche…-
Con extrema gentileza, el rubio deposito al pelirosa en la cama para luego deshacerse de su ropa. Shuichi aparto la vista de la desnudez de su esposo y su cuerpo comenzó a temblar, su mente viajo al momento ocurrido días a tras y comenzó a llorar sin aparente razón. Eiri observo la escena y se sintió inmensamente culpable por sus acciones aquella tarde, se acerco a su esposo y se recostó a su lado; tomo el rostro del su esposo haciendo que lo viese a los ojos...Shuichi aun con lagrimas en los ojos y con algo de temor observo el rostro de Eiri el cual le dedicaba una dulce sonrisa,
-perdóname, angelo-dijo mientras secaba su rostro con delicadeza.-jamás podré perdonarme lo que hice.-Shuichi se abrazo al rubio ocultando su rostro en su pecho, mientras el rubio seguía susurrándole mil y un perdones. Eiri acaricio con dulzura la espalda del pequeño y le beso la cabeza con la intención de que se calmara; se separo un poco de aquel cuerpo y tomando aquel delicado rostro entre sus manos deposito en los labios del pelirosa un delicado beso que hizo entremeter al mas joven, luego, lo hizo recostar boca arriba y se recostó con cuidado sobre él, ante los intensos temblores del mas bajo, Eiri comenzó a repartir besos suaves por su rostro.
-déjame hacerte olvidar aquel día- le susurro a Shuichi quien lo miraba con un atisbo de temor.-déjame, borrar las huellas que deje en tu cuerpo.- dijo y procedió a apoderarse de aquellos tembloroso labios, Shuichi no reacciono hasta que sintió como la lengua de su esposo trataba de entrar en su boca, abrió un poco los labios permitiéndole acceso al rubio para besarlo mas profundamente. Las imágenes de lo sucedido aquel día aparecieron en la mente de shu provocándole un leve sollozo, el rubio se alejo algo preocupado de Shuichi temiendo a verlo lastimado..
-shui…-no logro terminar la frase cuando sintió el fuerte abrazo de su esposo que aun seguía sollozando en su pecho. Eiri correspondió el abrazo y se sentó en la cama con el pelirosa en brazos, acaricio el largo cabello rosado de su esposo mientras trataba de consolarlo con dulces palabras.-
-tengo..miedo-susurro Shuichi.
El rubio alzo su rostro y le seco las lagrimas.- te prometo que no te haré daño..mi querido Shuichi-susurro con dulzura mientras le acariciaba una de sus mejillas. Shuichi se sonrojo levemente al observar la dulce mirada que le regalaba su esposo y aun con algo de temor se acerco al rubio y le beso levemente. Por otro lado, Eiri rodeo la cintura del chico y lo acerco a su cuerpo profundizando así el beso. Pronto, Shuichi se vio envuelto en una ráfaga de deseo y su cuerpo se estremeció cuando las manos de su esposo comenzaron a despojarle de sus ropas. Una vez desnudo, Shuichi sintió un escalofrío y con algo de vergüenza se abrazo a su esposo ocultando su rostro en su cuello. Eiri emitió una sonrisa suave e hizo que shu lo mirara.
-eres hermoso.-dijo mientras miraba embelesado el rostro sonrojado de Shuichi, acerco sus labios a los del pelirosa y los beso con pasión, el cuerpo del mas joven se relajo completamente en los brazos del rubio.
Eiri recorrió el rostro de shu hasta bajar a su cuello, sus ojos dorados se concentraron en la marca que había en aquel lugar….lamió aquella marca con dulzura como si tratara de borrarla mientras Shuichi suspiraba ante las caricias de su esposo. El rubio levanto el cuerpo de shu hasta hacerlo quedar arrodillado y comenzó a besar y lamer todo el cuerpo de Shuichi, concentrándose en aquellas zonas en donde aun quedaban marcas de aquella horrible tarde…Shuichi gemía levemente a medida que recibía las caricias húmedas de Eiri; gimió fuertemente cuando sintió uno de los dedos del rubio rozar su entrada, mientras este ultimo tomando aquel sonido como un signo de aprobación lamió sus dedos e introdujo un de ellos en la entrada de shu…este comenzó a gemir fuertemente mientras sentía como su esposo dilataba su entrada y como el numero de dedos dentro suyo aumentaba cada vez. Cuando Eiri considero que su esposo estaba lo suficientemente dilatado, saco sus dedos de aquella zona ganándose un jadeo de protesta por parte del pelirosa…emitió una suave sonrisa y dispuesto a complacer a su pequeño tomo su miembro en su mano masajeándole dulcemente para luego introducírselo por completo en su boca. Shuichi grito de placer cuando se sintió rodeado por aquella húmeda cavidad y extasiado tomo entre sus manos algunos cabellos dorados evitando que su esposo terminara con aquella deliciosa tortura.
Eiri sacaba e introducía aquel miembro dentro de su boca con avidez, extasiado con los gemidos de su esposo. Shuichi se sentía explotar y se lo hizo saber al rubio…
-para…para por.. favor…yo..quiero.-un sonrojo aun mas intenso apareció en su rostro; Eiri pareció comprender lo que quería decirle y con unos de sus brazos jalo de la cintura a shu hasta dejarlo sentado sobre sus piernas, luego, procedió a besar con avidez aquellos labios que se le ofrecían… pero, la indecisión aun surcaba su mente y con algo de preocupación le pregunto:
-¿en verdad deseas que lo haga, angelo?.- le pregunto mirándolo a los ojos recibiendo como respuesta una dulce sonrisa y un beso que hizo vedar cualquier duda en su mente.
Levanto levemente el cuerpo de su pequeño y con lentitud bajo aquel delgado cuerpo sobre la longitud de su erección, Shuichi emitió un jadeo cuando se sintió invadido por completo, Eiri lo tomo de sus caderas marcándole un ritmo suave a la vez que le besaba los labios…pronto los movimientos del rubio se hicieron mas rápidos y profundos provocándole fuertes jadeos al pelirosa; Eiri tomo el miembro de shu y comenzo a masajearlo al ritmo de su embestidas…un estremecimiento recorrió el cuerpo de shu y supo que pronto se vendría….abrazo a Eiri con fuerza y pronto con un profundo gemido por parte de ambos llegaron juntos al orgasmo…Eiri abrazo el cuerpo de su pequeño aun sin salir de este mientras ambos recobraban la respiración…momentos después alzo con delicadeza el cuerpo de shu saliendo de su interior para luego recostarlo sobre la cama, luego, se recostó a su lado y sonrió cuando el pelirosa se volvió hacia él para abrazarlo y ocultar su rostro sonrojado en su cuello…quedaron abrazados por unos cuantos minutos antes de que cayeran en un profundo sueño….
Los largos y vacíos días que siguieron a la partida de Eiri, parecieron ser eternos. Debido a presiones de trabajo, se vio forzado a prolongar su estancia en Roma y, a pesar del hecho de que él llamaba a Shuichi por teléfono con frecuencia, este ultimo se vio torturado por visones de las hermosas mujeres que sabia habitaban la Ciudad Eterna.
El trabajo era una cosa, pensaba Shuichi, pero las horas de descanso eran algo muy diferente. En ese tiempo él había desmejorado mucho, quizá debido al intenso calor del verano. Pero durante los últimos días había sentido una somnolienta laxitud y una soporífera fatiga que hacían que hasta la tarea mas simple le fuese muy difícil de emprender.
Había planeado aprovechar el tiempo estudiando los manuscritos que había encontrado en la biblioteca, más ni siquiera de eso tenia ganas. Prefería pasar el tiempo sentado en un sillón de su dormitorio, contemplando el panorama que se podía admirar desde la ventana y pensando en la perspectiva del regreso de Eiri.
Tía Paola empezó a preocuparse por la palidez de Shuichi y por su falta de interés en la deliciosa comida que colocaban frente a él.
Una tarde, lo abordo con resolución.
-vamos, niño, debes comer algo. Tu apariencia no es muy buena y tu esposo se enojara cuando regrese y te vea así. Dirá que no te cuidamos bien.-
Adriana intervino.
-¡bah! A ver si así se da cuenta del error que cometió al casarse con él. ¡Mi fa schifo!¡Me da asco!- grito, se levanto de su lugar ante la mesa del almuerzo y corrió hacia la puerta.-¡si, quizá ahora comprenda lo estúpido que fue!-
Tanto tía Paola como tío Vito parecían muy apenados por el comportamiento e su hija.
-siento mucho que yo no le sea simpático.-respondió Shuichi con tristeza.- pero no hay nada que yo pueda hacer para evitarlo, ¿no es cierto?..así que es preferible que olvidemos el asunto.-
Los padres de Adriana guardaron silencio, avergonzados por el incidente...
Shuichi había tratado muchas veces de hacer amistad con la tempestuosa chica, pero no lo había logrado, por eso se sorprendió mucho ese día en que al abrirle la puerta de su habitación, cuando él esperaba que fuera una doncella que le llevaba el té, al levantar la mirada vio que se trataba de Adriana, quien se encontraba de pie en el umbral con los brazos llenos de flores.
-vengo a...-titubeo ruborosa y con la vista baja-. V-voy a poner las flores en la capilla y quería saber si... bueno, me preguntaba si te gustaría ir conmigo. Creo que algunos de sus mosaicos son muy interesantes.-
Sintiéndose escéptico, pues ni por un momento creyó en que la chiquilla tenia la intención de enseñarle la capilla, trato de verla a los ojos, pero ella seguía obstinada con la vista baja.
Lo más probable era que tía Paola hubiese obligado a su hija a invitarlo, y por lo menos Adriana trataba de ser cortes y quizá su intención fuera remediar su mal comportamiento.
Como Shuichi no conocía la capilla, pues la llave se había perdido, según le había dicho Eiri, accedió acompañarla.
-me imagino que esta es la parte mas antigua del castillo-dijo shu mirando a su alrededor cuando Adriana abrió la pesada puerta de roble y le indico que entrara primero-es... un lugar muy hermoso-exclamo falto de aliento al contemplar los mosaicos de los muros que relataban la historia de la creación y alguno otros episodios de Antiguo y Nuevo Testamento.
Shuichi se acerco para tocar con los dedos las pequeñas partículas de piedra, mármol y metales preciosos que formaban escenas tan perfectas y hechas hacia tantos cientos de años.
-aquí hay algo que puede interesarte- le indico Adriana desde una pequeña capilla lateral-. Mira esto...-dijo al señalar una placa de mármol gris colocada sobre el blanco muro desnudo.
La inscripción estaba en ingles, pero Shuichi pudo leerla perfectamente...la expresión de su rostro reflejaba el horror que sintió al acabarla de leer.
Adriana lo miraba con una radiante mirada de triunfo.
-¿qué te parece, primo?. Tu esposo se ha burlado de ti.-
Sintiéndose enfermo Shuichi volvió a leer la inscripción:
EIRIGIDA POR DU HIJO
EIRI DI TANCREDI
A LA AMADA MEMORIA DE
HELEN TALBOT
ORIGINARIA DE BELMONT HALL
AMADA ESPOSA DE EMILIO DI TANCREDI
CONDE DE MONTREAL
Shuichi recodo las palabras de Eiri:… "fui yo quien busco venganza..."
De pronto, las palabras de la inscripción se volvieron borrosas y la capilla se convirtió en un lugar oscuro y frío. Lo ultimo que oyó antes de caer dentro del remolino de niebla, fue la aguda y escalofriante risa histérica de Adriana...
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aclaración: haber el padre de shu nació en Japón pero su tía no...ella nació durante un viaje que hicieron los abuelos de shu a Inglaterra por ello Helen es inglesa y su hermano no.
ejem ...ahora comprenderán porque odio a esa niña..¬¬#... bueno... ¿qué opinan?...sean sinceros...desde el próximo Cáp. la historia se dividirá en dos...ah, por cierto quería recomendarles un fic que leí hace muchoooooo tiempo de gravitation llamado "Remembrance" escrito por Nagi-chan…es muy bueno y se encontraba en una pagina en la que hasta ahora no he podido entrar..-.-….a los interesados puedo mandarle el fic con su continuación(la cual no ha sido terminada)...Solo díganme y yo se los mando…y ya saben...
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