CAPITULO V: SORPRESAS EN HOGWARTS
Pocas horas tras el amanecer los chicos se levantaron para prepararse. La mañana transcurrió más despacio de lo que los muchachos hubiesen deseado, estaban impacientes por llegar a Expreso dirección Hogwarts, para reencontrarse con sus amigos. Los coches llegaron una hora antes de la partida del tren, rápidamente todos colocaron sus equipajes y estuvieron montados en los coches. El viaje transcurrió con total tranquilidad, a excepción de los movimientos bruscos de los coches que desencadenaron una fiesta digestiva a Ron, el cual tubo que ir a los servicios nada más llegar a la estación de King's Cross.
Llegaron ante la barrera de anden 9 ¾, comenzaron a cruzarla de dos en dos, primero pasaron Ron y Harry, después pasaron Ginny y Hermione, que no dejaban de hablar en voz baja y con pequeñas risitas de acompañamiento.
- ¿Qué estarán tramando? - le pregunto Ron a Harry.
- No lo se, pero llevan así todo el camino - respondió Harry.
- En serio no me he dado cuenta - admitió Ron.
- Será por el mareo que te ha dado - supuso Harry.
- Si habrá sido eso - sentencio Ron.
- Creo que están hablando de nosotros, por que en el coche no dejaban de mirarnos y reírse - le susurro Harry a Ron.
- Tú crees, ¿Y que estarán hablando sobre nosotros? - respondió Ron.
- No tengo ni idea, ya sabes mujeres - dijo Harry resignándose - Quien las entiende.
Harry y Ron se echaron a reír a pleno pulmón, lo que produjo cara de enfado a las chicas que habían escuchado parte de la conversación de los chicos.
Los chicos se despidieron de sus acompañantes y subieron al tren, Ron y Hermione se marcharon al compartimiento para los Prefectos, mientras que Harry y Ginny buscaron uno vació para ellos. Al rato de haber salido con destino Hogwarts llego Neville que se sentó con ellos, un rato más tarde llego la extraña Luna Lovegood, la cual también se les unió. Comentaron todo lo que les había sucedido durante el verano, Luna decía haber estado cazando un tipo de animal mágico, que según sabia Harry no existía. Cuando llegaron Ron y Hermione, las cosas se animaron. Entonces a Neville le sobrevino una cuestión.
- Harry, ¿Quería saber si este año también nos vas a dar clases en el ED? - pregunto con ilusión y ansia Neville, lo que provoco que todos mirasen a Harry con intenso interés.
- ¡¡COMO!! - se sorprendió Harry ante la pregunta de su amigo - Pero si ya no esta Dolores Umbridge, no creo que necesitemos una clase especial para Defensa Contra las Artes Oscuras.
- Pues yo creo que deberíamos continuar desde donde lo dejamos el año pasado, ahora mas que nunca debemos prepararnos para lo que esta pasando - insistió Neville. Las palabras de Neville dejaron a todos desconcertados. Harry volvió a acordarse de su padrino Sirius y el dolor por su perdida volvió a hacerse latente.
- Lo siento Neville, pero no voy a tener tiempo este curso para el ED, estaré muy ocupado - respondió Harry con resignación, ya que la idea de continuar con el ED le agradaba en demasía.
- ¿Por qué no vas a tener tiempo? - pregunto inquisitivamente Luna.
- Ya te enteraras a su debido momento, Luna - respondió rápidamente Ginny, antes de que los demás reaccionaran.
Justo cuando Neville iba a intervenir, entraron por la puerta Dean Thomas y Seamus Finnigan. En ese momento Harry noto como la expresión de la cara de Ginny cambiaba por completo, su antes alegre expresión se había tornado en cara de enfado absoluto. Giro la cabeza y miro por la ventana, Harry no comprendía el repentino cambio de actitud de su amiga, ya que como bien sabia Ginny estaba saliendo con Dean. Dean y Seamus entraron el en compartimiento con los demás y también quisieron tener noticias del ED, la noticia no les agrado, ambos insistieron que si eran necesarias. Pero fue inútil su insistencia ya que Harry tenía muy claro cual eran sus prioridades, y las clases de Defensa Contra las Artes Oscuras eran la prioridad absoluta.
Cuando Dean y Seamus salieron del compartimiento, aparecieron por la puerta las últimas personas a las que a Harry le apetecía aguantar.
- ¡Vaya, aquí están Potter y sus apestosos amiguitos! - la voz de Draco Malfoy perforo los tímpanos de Harry, haciendo que este se enfureciera con solo mirarle a la cara.
- ¿Qué te pasa Malfoy? - pregunto de forma agresiva Harry.
- Nada, solo que ver a tanta escoria junta me revuelve el estomago - dijo Draco mofándose de Harry y compañía. Los comentarios de Draco estuvieron acompañados de la risa-gruñido, de Crabbe y Goyle.
- A mi me revolvería las tipas, ser Tú - enfatizo Harry.
- Maldito Potter, un día de estos te voy a hacer pagar todo - dijo Malfoy, mientras su cara se ponía roja de enfado.
- ¿Y quien se supone que va ha hacer eso, acaso a tu papi le han permitido salir de Azkaban para dar un paseito - dijo Hermione alzando la voz.
- ¡¡CALLA SANGRE SUCIA!! ¡¡QUIEN TE HA PERMITIDO HABLAR!! - grito Malfoy cada vez más alterado.
- ¡¡ELLA PUEDE HABLAR CUANDO QUIERA!! - grito Ron sacando su varita mágica y apuntando con ella a la cara de Malfoy. Crabbe y Goyle se disponían a saltar sobre Ron cuando Harry velozmente saco su varita magia y les apunto con ella.
- Espero que me deis una excusa para poder echaros una buena maldición - dijo Harry - Largaros de aquí si no queréis que me enfade, Ron guarda la varita - sentencio Harry, con tal suma autoridad que a todos le obedecieron.
- Te acordaras de esto Potter - dijo Malfoy mientras salía del compartimiento.
- Caray, Harry - dijo Ron - Nunca te había visto así de serio y tajante, hasta me asustaste. Te parecías a McGonagall.
- ¡Pero que dices Ron! - dijo Harry sentándose pesadamente.
- Ron, tiene razón Harry estabas atemorizador - corroboro Hermione. Harry se sorprendió de la actitud de sus amigos, los cuales le miraban atónitos ante la reacción de este.
El resto del viaje transcurrió con plena tranquilidad, cuando estaban a punto de llegar Ron y Hermione se marcharon al compartimiento de los Prefectos. Al salir del tren y dirigirse a los carromatos, Harry volvió a ver a los Thestrals, tal y como los recordaba. Subieron en un carruaje mientras esperaban a que llegasen Ron y Hermione. Cuando todos estuvieron montados en los carruajes, estos partieron en dirección al colegio.
- Ya tenia ganas de llegar - afirmo Ron.
- Si yo tambien, me muero por dar DCAO con Dumbledore - dijo Hermione.
- Hermione no lo digas muy alto o no recuerdas que es un secreto hasta la ceremonia de bienvenida - critico Harry.
- Si es cierto, se me había olvidado con la emoción - dijo una avergonzada Hermione.
Llegaron a la entrada del colegio donde como de costumbre la multitud de alumnos se agolpaba. Todos intentando pasar al mismo tiempo al interior del gran comedor. Cuando todos estaban sentados se abrieron las puertas del gran comedor y comenzaron a entrar los nuevos alumnos de primero, precedidos por la Profesora McGonagall. Emanaba un aspecto de seriedad muy habitual en ella, con su típica túnica color verde oscuro y sus gafas, infundía en todos los alumnos respeto y temor, en casi la misma medida.
Los alumnos de primero se colocaron enfrente de la mesa de los profesores, la Profesora McGonagall saco el taburete con el Sombrero Seleccionador al centro. Todos en el gran comedor miraban con impaciencia al viejo y raído sombrero, cuando de repente comenzó su canción anual.
El nuevo curso comienza,
con el incierto futuro acechando,
las casas están separadas,
pero su deber es estar unidas,
con el valor en sus corazones
los Gryffindors afrontaran la lucha,
con la inteligencia en la cabeza
los Ravenclaw crearan la estrategia,
con el orgullo de la amistad
los Hufflepuff apoyaran a los compañeros,
con la necesidad de poder
los Slytherin combarían el mal,
al final de la lucha las casas
volverán a estar unidas,
sed bienvenidos y que comience
la selección de las casas.
Tras la canción estallo en vítores al sombrero, aunque no con tanta intensidad como en anteriores años. Muchos de los presentes se preguntaban que había querido decir el sombrero con la canción, puesto que llevaba dos años seguidos advirtiendo del peligro. Ha Harry no le extraño en absoluto que la canción del presente año tambien estuviese dedicada a concienciarlos de estar unidos, es mas se esperaba que la canción fuese de ese estilo.
Los aplausos y vítores cesaron, la profesora Mcgonagall, comenzó a llamar a los alumnos de primero, uno tras otro fueron pasando por debajo del sombrero seleccionador que los iba repartiendo en las diferentes casas. Cuando termino la selección, la profesora Mcgonagall retiro el sombrero y el taburete. Dumbledore se levanto.
- BIENVENIDOS A UN NUEVO CURSO - grito el anciano Director - Solo unas palabras... ¡¡¡¡AL ATAQUE!!!! - con un suave movimiento de la mano del Director aparecieron el la mesa infinidad de manjares.
- Ya tenia ganas de cenar - dijo Harry.
- Gi go tamgien - asintió Ron con la boca llena de puré de patata.
- Ron no seas cerdo - critico Hermione.
La cena transcurrió alegremente hablando con los compañeros, muchos tenían noticias de sucesos extraños acaecidos en el mundo mágico. Tras la cena el Director se levanto nuevamente para pronunciar su habitual discurso.
- Ahora que todos estamos bien cenados, es el momento para unas palabras. El señor Filch me ha recordado que la lista de normas se encuentra disponible en la puerta de su despacho, creo que la lista llega ya casi a 200 - dijo el Director con aire alegre - Tambien debo comunicar muy a mi pesar, que nos a sido imposible encontrar un Profesor para Defensa Contra las Artes Oscuras... - el silencio habitual en los discursos de Dumbledore se vio interrumpido por un gran alboroto - ...PERO - dijo el Director elevando la voz y consiguiendo que todo el comedor quedase de nuevo en silencio - He de decir que las clases pertenecientes a los EXTASIS, las de 6º y 7º, las impartiré yo en persona - el comedor arranco en ovaciones a excepción de algunos sectores de la mesa Slytherin, cuando las largas ovaciones cesaron el Director continuo - Es una lastima que no pueda impartir el resto de clases, puesto que mis obligaciones como Director me requieren - en gran parte de los alumnos de cursos inferiores hubo lamentos - Sin embargo he encontrado un buen Profesor, es la primera vez que se toma una medida así, antes de revelaros su nombre he de decir que el Ministerio de Magia y Tribunal de Exámenes Mágicos están de acuerdo con la decisión que he tomado, el nuevo Profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras de los cursos 1º a 5º es... - el silencio mas absoluto se izo en el gran comedor - ...El señor Harry Potter - el comedor quedo por un segundo en silencio, y a continuación la mesa de Gryffindor interrumpió dicho silencio con grandes vítores y urras, seguidamente las mesas de Hufflepuff y Ravenclaw se unieron a esta. Sin embargo la mesa de Slytherin al principio en silencio comenzó a abuchear. Harry se sentía muy cohibido, no sabia a donde mirar, todas las miradas del comedor se dirigieron hacia él.
- Harry, enhorabuena - dijo Neville - Ahora entiendo por que no podías continuar con el ED - continuo Neville sonriendo de oreja a oreja.
- Increíble, Harry, increíble - dijeron Dean y Seamus a la vez.
- Es estupendo - decía un grupo de chicas de 5º entre las que se encontraba Ginny, cuando Harry la vio esta le sonrió y le izo un guiño. Esto sorprendió y puso nervioso a Harry, "¿Por qué?" se pregunto para si mismo.
Las felicitaciones por parte de sus compañeros de casa continuaron por un buen rato, tambien se acercaron desde otras mesas gente a felicitar a Harry. Cuando Cho Chang se acerco a felicitarle y a desearle buena suerte, Harry se sorprendió de no estar nervioso en su presencia. Estaba claro que había superado perfectamente su amorío anterior.
- Ejem, ejem - tosió de forma graciosa el Director, el silencio se izo poco a poco mientras los que estaban levantados comenzaban a sentarse - Bueno, creo que esto es todo lo que tenia que comunicarles, vayan a dormir que mañana empiezan las clases.
El gentío comenzó a levantarse y a dirigirse a la salida del gran comedor, Ron y Hermione reunieron a los de 1º y comenzaron a conducirles hasta la sala común, mientras Harry seguía recibiendo felicitaciones de la gente que pasaba por su lado una mano le toco el hombro. Tras darse la vuelta descubrió la silueta del Director.
- Señor Potter, ¿Podría acompañarme a mi despacho? - dijo el Director.
- Por supuesto Director Dumbledore - respondió Harry.
Harry siguió a Dumbledore a lo largo del castillo, hasta llegar a la ya conocida gárgola. Dumbledore pronuncio la contraseña y seguidamente la gárgola se aparto. Entraron en el despacho y se acomodaron.
- Siéntate Harry, tenemos que hablar - dijo Dumbledore señalando una silla enfrente de su escritorio - Tengo que explicarte como van a ser tus clases.
- Si, Profesor, me lo estaba preguntado - dijo Harry con ansia de conocimiento.
- Tranquilo, esta todo estudiado - respondió Dumbledore con una sonrisa en el rostro - Tendras clases dobles por las tardes, así solo tendrás que dar dos clases por día. Los lunes tendrás clases con los alumnos de 1º, los martes a los de 2º y así consecutivamente, así cada día estará dedicado a un curso. En tu despacho te he dejado los libros y el temario que tendrás que impartir, si tienes alguna duda pregúntala.
- ¡¡Perdone Director, a dicho mi despacho!! - pregunto Harry incrédulo.
- Si, por supuesto un Profesor tiene que tener despacho - respondió Dumbledore sonriendo.
- Creí que lo utilizaría usted - dijo Harry.
- Yo ya tengo uno, y bastante bonito por cierto - respondió divertido el Director - Deberías pasarte para coger el material que utilizaras mañana, me he permitido amueblarte el despacho, espero que te guste.
- Ehh, gracias - dijo Harry - ¿Es todo Profesor?
- No tambien esta la cuestión de la profecía - el semblante de Dumbledore se altero hasta volverse serio - ¿Les has contado a tus compañeros el asunto de la profecía sobre ti y Voldemort?
- No, profesor, todavía no les he contado nada - respondió Harry.
- Bueno, eso es decisión tuya - dijo Dumbledore - Pero, creo que tienen derecho a saber el motivo por el que se jugaron la vida. Es sumamente importante que solo se lo cuentes a los de confianza.
- Eso haré Profesor - confirmo Harry.
- Existe otra cuestión que quizás te tenga intrigado - examino Dumbledore.
- Ahora que lo dice, ¿Sabe usted algo acerca de un libro que tenia que comprar? - pregunto Harry, mientras observaba como en la anciana cara de su Director se vislumbraba una sonrisa.
- Si, Harry he sido yo el que ha incluido ese libro en tu lista - confirmo el Director - He creído necesario que estudies magia mas avanzada para poder defenderte adecuadamente.
- Pero Profesor, ¿Cómo voy a estudiar magia más avanzada, si ni siquiera he conseguido abrir el libro? - indago Harry.
- Tranquilo Harry yo tarde unos cuantos meses en abrir mi ejemplar, tendrás que practicar para eso te daré clases especiales, ya te diré el horario de esas clases - le respondió Dumbledore
- Gracias Profesor - agradeció Harry.
- Ahora creo que deberías ir a tu dormitorio, sin duda mañana tendrás un día interesante - se despidió Dumbledore de Harry - Por cierto toma la llave de tu despacho, casi se me olvida.
- Adiós, Profesor - se despidió Harry cogiendo la llave del escritorio del Director.
Harry abandono el despacho del Director, lo primero que quería hacer era dirigirse a su nuevo despacho, en su cabeza todavía le sonaba raro pensar en su despacho "¿Desde cuando un alumno tiene despacho?" le decía una voz en su cabeza. Avanzo rápidamente por los pasillos, conocía demasiado bien ese despacho, había estado en la multitud de ocasiones y no todas buenas. Sobre todo el curso anterior cuando la cruel y despiadada Dolores Umbridge, le estuvo torturando con su pluma de sangre. Al recordar las largas horas de castigo sufrido se apretó la mano en la que aparecían los cortes, al tiempo que el escribía con su sangre. Se encontraba frente a la puerta del despacho, saco la llave del bolsillo y la introdujo en la cerradura. Ante el se encontraba el despacho, pero estaba muy cambiado. Dumbledore había llenado las pareces con tapices de bosques, jardines y océanos. También había incluido unas grandes estanterías, todas ellas llenas hasta los topes de libros y cosas útiles para sus clases de DCAO. El escritorio parecía antiguo y a la vez elegante, sobre el había unas pocos libros y una nota, en la que Dumbledore había especificado el temario de cada curso "Esto me será muy útil" pensó para si Harry. Estuvo un rato en el despacho curioseando las estanterías, finalmente cogió los libros y material que iba a necesitar en la clase del día siguiente y se marcho en dirección a la sala común de Gryffindor. Unos minutos mas tarde Harry ya se encontraba frente al retrato de la señora gorda.
- ¡Contraseña! - musito la señora gorda, cuando Harry se acerco.
- "Pezuña de Centauro" - respondió Harry. El cuadro de la señora gorda se izo a un lado, en cuanto Harry asomo la cabeza un gran estruendo sacudió sus oídos. Una gran multitud lo arrastro hasta dentro de la sala común, todos le daban la enhorabuena y le deseaban suerte.
- Enhorabuena, Harry - decían Parvati y Lavander.
- ¿Cómo es posible? - preguntaban alumnos de 2º.
- Es genial - comentaban otros de 3º - Con todo lo que ha hecho, no veo a nadie mejor para darnos clase.
Ante estos comentarios Harry estaba muy abrumado, todos se lo habían tomado muy bien, demasiado bien para su gusto. Poco a poco la gente se fue marchando a la cama, ya que con el día que habían tenido estaban bastante cansados. Finalmente solo se quedaron Harry, Ron, Hermione y Ginny.
- Caray, creí que no acabaría nunca - dijo Harry dejándose caer en la butaca de al lado de Ron - Parece que se lo han tomado bien.
- ¡¡Bien!! No, se lo han tomado mejor - dijo Ginny - He estado hablando con compañeros de mi curso y de 4º y están todos entusiasmados con que tu les des clase. Les he estado contando como el año pasado nos diste las clases de ED y se han quedado impresionados.
- Yo tambien he estado hablando con pequeños y todos me preguntaban como eras de Profesor - dijo Hermione - Parece que la noticia de que el año pasado nos diste clase ha corrido como la pólvora.
- A mi tambien me han preguntado, hasta gente de otras casas se ha enterado - comento Ron.
- ¿Sabéis que tengo despacho? - comento Harry divertido al ver las caras de sus compañeros.
- Increíble, que suerte tienes - dijo Ron.
- Es lógico - dijo seriamente Hermione - Era de esperar que Dumbledore te dejase el despacho, el ya tiene uno.
- Además, me lo ha amueblado y dejando libros y material de defensa - comento Harry - Creo que me va a ser muy útil.
- Tengo ganas de que me vuelvas a dar clase, Harry - dijo Ginny.
- Pues tendrás que esperar al viernes - dijo Harry.
- Ya tengo ganas de que llegue el viernes - comento Ginny.
La conversación se extendió durante un buen rato, finalmente y totalmente agotados por el viaje y la llegada a Hogwarts, se fueron a la cama.
