CAPITULO VIII: MAGIA ANTIGUA

Harry se encontraba frente a la estatua de la gárgola, pronuncio la contraseña y esta le dejo el camino libre hacia el despacho del Director. Cuando llego a la puerta escucho voces a través de esta, sin duda había alguien con el Profesor y estaban discutiendo de algún asunto. Sin embargo Harry no conseguía escuchar de lo que hablaban, así que no tuvo más remedio que llamar a la puerta.

- Profesor soy Harry - dijo Harry.

- Adelante Harry - contesto Dumbledore. Harry entro despacio ante la mirada hiriente de Snape - Severus, será mejor que terminemos esta conversación en otro momento.

- Muy bien Profesor - dijo Snape marchándose del despacho.

- Siéntate Harry - dijo amablemente el Director.

- Gracias - respondió Harry, tomando asiento en una de las butacas frente al escritorio del Director - ¿Profesor para que necesitaba que viniese? - pregunto Harry con curiosidad.

- Veras Harry, yo quería hablarte sobre las clases que te dije de magia mas avanzada - dijo Dumbledore.

- Pero, Profesor... - iba a comentar Harry, cuando Dumbledore le interrumpió levantando la mano, en señal de alto.

- Harry, los dos conocemos la profecía y llegará el día en el que te tendrás que enfrentarte a vida o muerte contra Voldemort. Yo no puedo librar esa lucha por ti, pero lo que si puedo hacer es entrenarte en la Magia Antigua. Voldemort no la conoce y tú tendrás ventaja con esto - dijo el Director, sin apartar su penetrante mirada de los ojos de Harry.

- Profesor...- Harry miraba al Director con la boca abierta de par en par - Pero, Magia Antigua...

- Voldemort tiene muchos conocimientos de Artes Oscuras, y esto hará que las fuerzas y los conocimientos se igualen entre vosotros - razono Dumbledore.

- ¿Cuanto tiempo me llevara aprender Magia Antigua? - pregunto Harry, aun asombrado por lo que el Profesor le estaba contando.

- Depende de lo que tardes en abrir el libro, venga inténtalo - dijo Dumbledore.

- Si, Profesor - Harry saco el libro y lo puso encima de la mesa, tiro con todas sus fuerzas para ver si podía despegar la portada y abrir el "maldito" libro - Es imposible - repuso Harry.

- Tranquilo Harry, para abrir el libro no necesitas la fuerza bruta, de echo no es necesario ni tocarlo. El libro se abrirá ante tus sentimientos y deseos - dijo Dumbledore divertido al ver el esfuerzo que Harry había echo.

- Pero como... - pregunto Harry con curiosidad.

- Muy sencillo, debes vaciar tu mente y concentrarte en el libro. Tu deseo debe ser ayudar a la gente, proteger lo que quieres y siempre con intención de hacer el bien - dijo Dumbledore - Si no cumples eso el libro no te permitirá acceder a su Magia.

- ¿Su Magia? - pregunto Harry.

- Si Harry su Magia, este un libro muy especial, tiene poder propio - respondió Dumbledore.

- Muy bien profesor lo intentaré - afirmo Harry.

Harry intento vaciar la mente, solo con la esperanza de salvar a sus amigos y conocidos de las fauces del mal. Su concentración aumentaba, Harry empezaba a tener una sensación extraña de calor dentro de su cuerpo, un calor que le reconfortaba y animaba. Un instante después sobre la mesa el libro empezó a vibrar y la tapa comenzó a despegarse de las hojas y con un rápido movimiento este se abrió de par en par, Harry al ver que el libro se había abierto perdió la concentración, el libro se cerró tan rápido como se había abierto.

- Muy bien, Harry - dijo Dumbledore con una amplia sonrisa que denotaba una gran felicidad y asombro - No creí que consiguieras un logro tan importante en tu primer intento, tu determinación para con los demás debe de ser asombrosa.

- ¿Pero, Profesor por que se ha vuelto a cerrar?

- Por que dudaste y tu concentración fallo. El libro lo noto y se cerró - afirmo el Director.

- ¿Cuando quiera abrir el libro tendré que estar concentrado todo el tiempo? - pregunto Harry algo desanimado.

- Si, Harry deberás estar concentrado en todo momento, sin embargo al principio te resultara costoso y agotador. Pero cuando alcances el nivel suficiente lo harás sin esfuerzo alguno - dijo Dumbledore mientras Harry lo miraba con cara de asombro - Creo que ya a sido suficiente por hoy, ya puedes regresar a tu sala común. Deberás practicar con el libro todos los días, pero tendrás que hacerlo en secreto, no es conveniente que nadie te vea con ese libro. Lo mejor es que lo hagas en tu despacho, y cuando tengas alguna duda sobre el libro o la Magia Antigua no dudes en venir a verme - Harry se levanto del sillón y noto como sus piernas flaqueaban un poco. Pero instantáneamente recupero las fuerzas, se dirigía hacia la salida - Ah, Harry felicidades por ser el nuevo Capitán de Gryffindor, estoy seguro de que lo harás muy bien - dijo Dumbledore con una amplia sonrisa.

- Gracias, Profesor - dijo Harry mientras salía del despacho del Director.

Harry regreso a la sala común, que aun se encontraba muy animada. Se escabullo rápidamente hacia su habitación para dejar el libro, seguidamente bajo para seguir con la fiesta.

- Ya era hora - dijo Ron, algo mosqueado.

- Eh, tranquilo que solo he estado fuera un rato - dijo Harry.

- Mira que irte en mitad de una fiesta en tu honor - dijo Ron.

- Ron, que yo vea nadie me ha echado en falta - dijo Harry mirando hacia donde estaban todos los demás pasándoselo en grande.

- Nosotros si - dijo Ginny. Harry se giro para mirarla encontrándose con esos ojazos marrones mirándole fijamente.

- ¿Dónde has estado? - pregunto finalmente Hermione.

- ¿Es que no os lo ha dicho Ron? - dijo Harry extrañándose.

- Pues no, por que no te he oído con el jaleo que había montado - se excuso Ron.

- Tenia que ir al despacho del Director - dijo Harry.

Harry estuvo explicando a sus amigos todo el asunto durante casi media hora, obviamente omitiendo detalles como el de la profecía, cuando termino la sala se había vaciado visiblemente, solo quedaban en ella unos pocos alumnos de 3º y algunos de 7º. Hermione y Ginny decidieron que era hora de acostarse y se fueron para sus habitaciones. Harry y Ron viendo el panorama también las imitaron.

Harry se despertó de golpe sudoroso y con la respiración entrecortada, había tenido un extraño sueño en el un Fénix sobrevolaba un gran valle dominado por un inmenso castillo de líneas majestuosas, se parecía a Hogwarts pero fijándose un poco Harry se dio cuenta de que no lo era. El Fénix entraba por la ventana y se posaba en el hombro de un mago muy viejo, llevaba una túnica azul añil con destellos dorados en forma de pequeños rayos. Cuando el mago se estaba dando la vuelta y Harry iba a divisar su cara se sobresalto y fue cuando se despertó. Todavía aturdido por el extraño sueño que había tenido decidió bajar a la sala común para recuperar la tranquilidad, ya que presentía que no podría volver a dormirse. Salio de la habitación sigilosamente para no despertar a sus compañeros, después se deslizo por las escaleras hasta la sala común. Cuando ya estaba en la sala se dio cuenta que no estaba solo, vio a una pelirroja acurrucada en un sillón al lado del fuego que crepitaba en la chimenea. Estaba dormida, Harry sintió una euforia desconocida por el hasta ese instante, "¿Qué demonios me pasa?" pensó Harry "Esta tan guapa así dormida", de repente Ginny se despertó notando que alguien la observaba.

- ¿Harry? - pregunto Ginny, mientras se desperezaba.

- Si, Ginny - dijo Harry.

- ¿Qué haces aquí? - pregunto Ginny.

- Lo mismo te iba a preguntar yo - dijo Harry con una sonrisa.

- Yo he preguntado primero - afirmo Ginny.

- Me desperté y no me podía dormir - dijo Harry mientras se sentaba en el sillón que estaba frente a Ginny - Ahora tu.

- No conseguía dormir y he bajado para leer un rato, pero al parecer el sueño me ha vencido - dijo Ginny. Harry la miraba fijamente, como si se le fuese a olvidar su cara - Harry... ¿Estas bien? - pregunto Ginny.

- Eh... si - respondió Harry - ¿Por qué lo preguntas?

- Por que volvías a tener la misma mirada de ayer en clase - respondió Ginny.

- Ah... no era nada - dijo Harry sonrojándose - Por cierto, ¿Te vas a presentar a las pruebas para cazadora?, como el año pasado dijiste que te ibas a presentar.

- Si ya lo había decidido, tengo muchas ganas de entrar en el equipo - dijo Ginny - ¿Espero que me des ventaja sobre los demás!

- ¡¡¡Como!!! Ginny no puedo hacer eso - dijo Harry.

- Ja, ja, ja - empezó a reírse Ginny como una histérica - Solo era broma Harry.

- Ah... yo creí... - se corto Harry cuando volvió a fijarse en los ojos de la pelirroja.

En ese momento Ginny también callo en la trampa y se quedo embobada mirando a los ojos a Harry. Cuando ambos se dieron cuenta se sonrojaron y se levantaron a la vez, quedando a escasos 2 centímetros el uno del otro. Se iban aproximando uno a otro poco a poco hasta estar casi rozándose, "¿Qué estoy haciendo?" pensó Harry. Consiguió controlarse y se retiro hacia atrás, no sin antes sonrojarse visiblemente.

- Creo que debería irme a la cama - se excuso Harry.

- Si... yo también - dijo Ginny dando un paso atrás.

- Esto... mañana vamos a ir a jugar al Quidditch, ¿Te apetece acompañarnos? - pregunto Harry, desviando la mirada.

- Claro... como no - respondió Ginny.

- Hasta mañana - dijo Harry dirigiéndose a las escaleras del dormitorio.

- Hasta mañana, Harry - respondió Ginny, desde las escaleras.

Harry subió las escaleras recordando la sensación que había sentido instantes antes, estando tan cerca de Ginny. Cuando llego a la habitación se metió en la cama, corrió las cortinas y se durmió profundamente, pensando en la situación anterior.

Ya era casi hora de comer Harry, Ron y Hermione estaban en la sala común acabando las tareas que habían dejado sin acabar el día anterior. Ha Harry le costaba una barbaridad mantener la concentración en sus tareas, no dejaba de pensar en la noche anterior. No les había contado nada a sus amigos, ni siquiera estaba seguro que había sucedido. Pero estaba seguro de que le había gustado.

Tras la comida los chicos se reunieron con Ginny en la sala común, que les esperaba con la escoba al hombro. Todos juntos se dirigieron al campo de Quidditch. Harry, Ron y Ginny se divertían como niños pequeños sobre escobas nuevas, mientras Hermione les observaba desde las gradas del estadio. Harry se fijo en que Ginny volaba mejor que el año pasado, parecía que habia estado practicando para poder entrar en el equipo como cazadora. "Ahora esta mucho mas en forma y mucho mas guapa" pensó Harry, se sobresalto con sus propios pensamientos y se sonrojo. Lamentablemente estaba tan absorto en sus pensamientos que una quaffle casi le da de lleno, "Menos mal que nadie se dio cuenta" pensó Harry.

Cuando ya estaban abandonando el campo de Quidditch se encontraron de frente con Malfoy y compañía.

- Potter, ¿Para que practicas? - dijo burlonamente Draco Malfoy.

- Cállate Malfoy - dijo Harry en tono amenazante.

- No te servirá de nada, ahora que eres el capitán no tenéis ninguna oportunidad de ganar, antes por lo menos había alguien menos inútil que tu - dijo Malfoy riéndose a carcajadas.

- Harry será un gran capitán y gracias a el volveremos a ganar este año la copa de Quidditch y la copa de las casas - dijo Ginny roja de furia.

- Potter, ¿Siempre dejas que tu novia te defienda? - Malfoy dijo estoy con toda la sorna que pudo. Ginny se puso aun más roja, pero esta vez no era de rabia. Ron agarraba su Barredora 260 con mucha fuerza para controlarse, y no pegar al Malfoy.

- No merece la pena que te conteste Malfoy, vosotros tenéis un capitán que nunca nos a podido ganar, creo que eso lo dice todo al respecto de quien es mas apropiado para el puesto, además yo no tuve que comprar mi puesto en el equipo - dijo Harry calmadamente, mientras a Malfoy le cambiaba la cara - Supongo que ahora que eres el capitán, tambien habrás comprado el puesto - termino Harry. Malfoy metió su mano en la túnica para sacar la varita, sin embargo cuando este la agarro ya tenia tres varitas apuntándole. Crabbe y Goyle estaban con los puños apretados, pero ante la imposibilidad de librar a Malfoy de las varitas se contuvieron.

- Ni lo intentes Malfoy - dijo Harry.

- Eh vosotros dejarlos en paz - grito Hermione mientras se acercaba corriendo desde la grada.

- Vaya, aquí llega la maldita sangre sucia - dijo Draco en tono hiriente. En ese momento Ron tiro la barredora al suelo y se abalanzo sobre Malfoy.

- No Ron, basta - gritaba Hermione sin lograr que el pelirrojo pasase. Se estaban pegando puñetazos mutuamente, Harry separo a Ron de Malfoy.

- Ni se os ocurra moveros - les grito Ginny a Crabbe y Goyle que se disponían a intervenir.

- Será mejor marcharnos - dijo Hermione.

- Si será lo mejor - dijo Harry, arrastrando a Ron en dirección al castillo. Harry seguido por Ginny y Hermione se dirigieron hasta el castillo.

La semana siguió tranquila a excepción de la clase de pociones que se habia convertido en una tortura continua para todos los que no fuesen Slytherin. En especial para Harry, ya que sabía lo que había pasado el domingo en el campo de Quidditch.

Cada rato libre harry lo aprovechaba para irse a su despacho y concentrarse en el libro de Magia Antigua, en una semana había conseguido mantener el libro más de media hora abierto. Sin embargo cada vez que intentaba leerlo se le cerraba.

Llego el viernes, Harry pensó que seria bueno ir a visitar a Dumbledore a su despacho, para mantenerle al tanto de sus avances. Dumbledore lo recibió de buen agrado, le dijo que iba por buen camino. Que pensara en lo que más le relajase del mundo y se imaginase en esa situación. Tras sopesar durante medio segundo que seria lo que mas lo tranquilizaba Harry pensó en su saeta de fuego, la sensación que sentía al volar con ella. El libro se abrió con un golpe sordo, se aproximo y leyó. Si has tenido acceso a este libro significa que eres digno de aprender el Antiguo Arte de la Magia que se lleva en el corazón. En ese instante el libro volvió a cerrarse.

- ¿Que significa esto Profesor? - pregunto intrigado Harry.

- Significa que la magia mas poderosa es la que nace de los sentimientos de los magos buenos de corazón, como tu - afirmo Dumbledore visiblemente contento.

- Pero, ¿Cuando aprenderé Magia Antigua? - pregunto con curiosidad.

- Ya has dado el primer paso para llegar al final - dijo Dumbledore - Ahora que sabes como abrir el libro, y leerlo deberás leer el primer capitulo, cuando lo hayas logrado ven a verme.

- Muy bien Profesor, hasta luego - dijo Harry saliendo del despacho.

El sábado por la mañana había gran expectación en la sala común, Harry estaba muy nervioso con las pruebas para los nuevos jugadores. Las había preparado a conciencia durante toda la semana con la ayuda de Ron. Estando ya en el campo de Quidditch, Harry se sorprendió de la cantidad de gente que habia acudido a las pruebas y no solo para presentarse sino tambien para verlas, casi todos los Gryffindor estaban en las gradas.

- Bienvenidos todos - dijo Harry en voz alta para que todos los que se iban a presentar a las pruebas - Haréis las pruebas de uno en uno, tendréis que salir desde el medio campo esquivar las budger que os enviaran, Andrew Kirke y Jack Sloper, nuestros golpeadores - dijo Harry señalando a los muchachos que sobrevolaban el campo con bates en las manos - Después tendréis que evitarme a mi, y seguidamente tendréis que intentar meter gol a nuestro Guardián Ron - indico Harry señalando a Ron y a los tres aros - Tendréis tres intentos cada uno.

Uno a uno los aspirantes a Cazador/ra, fueron realizando sus intentos. Tras pasar toda la mañana realizando las pruebas Harry ya lo tenia casi decidido, solo 4 lograron conseguido marcar, la mayoría no consiguió esquivar la budger. A algunos Harry les robo la quaffle, sin embargo unos pocos consiguieron llegar hasta Ron y lanzar pero esté que se mantuvo muy alerta las detuvo casi todas. Solo Ginny con gran maestría consiguió colarle dos quaffle en los aros, otra chica de cuarto llamada Anna Green marco una vez, y la otra vez Ron la despejo. Para su sorpresa Colin Creevey se presento a las pruebas y consiguió marcar un gol a Ron, pero la segunda vez una budger le dio en la cola de la escoba y se le cayó la quaffle. Esos eran los mejores de todos los que se habían presentado. Harry pensó que necesitarían mucho entrenamiento para alcanzar el nivel de Katie, Angelina y Alicia, pero que podrían conseguirlo.

Después de pensárselo unas horas Harry decidió en quienes serian los mejores y los escribo en un pergamino.

- Bueno, aquí están los nuevos componentes del equipo - dijo Harry clavando el pergamino en el tablón. Una avalancha de gente se precipitaba sin remedio hacia él. Harry corrió a sentarse a un sillón en la esquina de la sala común, mientras los demás empezaban a montar una pequeña celebración. Al rato se acerco Ginny que estaba muy contenta por haber entrador en el equipo.

- Muchas gracias, Harry - dijo esta visiblemente sonrojada.

- Nada de gracias, lo hiciste muy bien y te merecías el puesto - dijo Harry mirándola detenidamente. Con estas palabras Ginny se puso roja, y sin poder controlarse de la emoción se abrazo a harry con mucha fuerza.

- Gracias por confiar en mi, no te defraudaré - digo Ginny sollozando de alegría.

- Lo... se - alcanzo a decir Harry por la impresión. "¿Qué demonios me pasa últimamente, cada vez que estoy cerca de Ginny, es como si perdiera las fuerzas y a la vez las diese?" se pregunto para sus adentros. "Acaso será que me esta empezando a gustar... NO, no puede ser o..." siguió pensando hasta que noto que mucha gente los estaba mirando. Ginny se despego de él todavía más roja que antes y sintiendo que habia miradas que no dejaban de observarles.

- Bueno... esto... voy a celebrarlo - dijo Ginny yéndose a donde estaba el genio celebrando las noticias.

Al poco rato llego Hermione, con un enorme libro bajo el brazo y cara de enfado.

- ¿Es que siempre tienen que hacer fiestas? - se quejo Hermione - Pronto no van a necesitar ni excusas - dijo bufando.

- Venga Hermione no te pongas así - dijo Harry intentando tranquilizarla.

- Así nadie se puede concentrar en el trabajo, tengo que acabar este trabajo de Aritmancia - siguió quejándose Hermione.

- Hermione, ya sabes que cualquier excusa es buena para montar una fiesta, sobre todo si Ron se lo ha propuesto - comento Harry. Hermione miro en dirección al mogollón de gente que se arremolinaba en el salón, Ron se encontraba en el centro del jolgorio pasándoselo bien con sus nuevos compañeros de equipo.

- El siempre esta igual, no se cuando va a cambiar - dijo Hermione suspirando.

- ¿Para que quieres que cambie? - pregunto Harry con tono interrogativo.

- ¿Yo? para que voy a querer que cambie, para nada - dijo esto poniéndose un poco nerviosa y mirando hacia otro lado.

La fiesta duro hasta bien entrada la noche, a pesar de las quejas de Hermione.