CAPITULO XIII: CONVERSACIONES NAVIDEÑAS
El amanecer despertó a Harry, se encontraba más feliz que nunca. Cuando abrió los ojos tomo sus gafas de la mesita y miro a su lado, la felicidad que lo invadía aumento muchísimo. Por primera vez en su vida había dormido tranquilo y totalmente calmado, creía haber estado en el paraíso. Repentinamente pudo notar una inmensa fuerza crecer y desarrollarse en su interior, sin duda eso era lo que había estado intentando exteriorizar con su estudio. Empezó a concentrarse en la sensación que recorría todo su ser, logro ver y poder controlar ese enorme poder. Decidió que lo mejor seria probarse a si mismo, se dio cuenta de que Ginny y el no tenían ropa normal para poder cambiarse. Así que, que mejor prueba que traer ropa desde las habitaciones. Dicho y echo, se concentro en su baúl donde estaba su ropa, acto seguido la ropa que el había solicitado apareció encima de sus manos. Una amplia sonrisa circundo su rostro, no pudo evitar su alegría apartando la ropa y abrazando tiernamente a Ginny. Poco a poco Ginny fue despertando de su agradable sueño, se giro en la cama para estar frente a frente con Harry.
- Buenos días, Harry - dijo Ginny visiblemente feliz.
- Buenos días, Ginny - dijo Harry besando suavemente a Ginny.
- ¿Por qué estas tan contento? - pregunto Ginny intrigada por la alegría que emanaba Harry.
- Por dos motivos - respondió Harry - El primero eres tú, por primera vez en toda mi vida he dormido agradable y tranquilamente, nada de pesadillas ni sueños intranquilos. La felicidad que siento por tenerte a mi lado es inmensa, me gustaría repetirlo - dijo Harry besando repetidamente a Ginny.
- Bueno ¿Y la segunda? - pregunto Ginny curiosa.
- La ropa - dijo simplemente Harry - Cuando me desperté, pude notar el poder dentro de mí. Decidí concentrarme para probarme, conseguí verla y controlarla. Así que decidí probar ese poder y traernos algo de ropa - dijo Harry señalando el montón de ropa que tenía a su lado.
- Genial - dijo Ginny - Pero, ¿Y yo? - pregunto Ginny preocupada.
- No te preocupes, he traído ropa apropiada para ti - dijo Harry.
- Gracias - dijo Ginny melosa y abrazando fuertemente a Harry.
Permanecieron varias horas tumbados en la cama disfrutando mutuamente de la compañía, a media mañana se ducharon y se cambiaron de ropa, cada uno por separado. Decidieron irse directamente al gran salón para desayunar, así que dejaron las túnicas de gala en la habitación. Cuando llegaron agarrados de la mano algunas miradas curiosas los seguían, vieron rápidamente a Ron y a Hermione que estaban desayunando.
- Buenos días - dijo Harry a sus amigos.
- ¡¡Como que buenos días!! - dijo Ron mirándoles con mala cara - ¿Dónde demonios han estado? - pregunto visiblemente enfadado.
- Eh... - Harry se quedo sin respuesta, no había pensado en que contarles a sus amigos. Sobre todo a Ron, como se iba a tomar todo aquello.
- Buenos días, a ti también Ron - dijo Ginny sentándose al lado de Harry - Donde estuvimos no es asunto tuyo - respondió Ginny, sacando a relucir el genio Weasley - ¡Además yo te podría preguntar a donde fuisteis ayer durante el baile!
- ¡Como que no es asunto mió! - cuestiono Ron.
- Claro que no - dijo Hermione que estaba sonrojada ante la apreciación de Ginny.
- Tranquilo Ron, luego te contamos - dijo Harry ya mas tranquilo.
- Esta bien, pero luego me lo contáis, o se lo digo a mama - dijo Ron mirando a Ginny.
Mas tarde mientras daban un paseo por los alrededores del castillo, Ginny hablaba en voz baja con Hermione. Unos pasos por delante de ellas estaban Ron y Harry.
- Bueno Harry, ¿Vas a explicarme que has estado haciendo con mi hermanita esta noche y donde os habéis metido? - inquirió Ron visiblemente alterado.
- OK, te lo cuento pero júrame que no te lo vas a tomar mal - dijo Harry intentando asegurarse que su mejor amigo no le matase.
- Ummm - dijo Ron pensando en lo implicaba la respuesta - Esta bien, pero...
- Pero nada - dijo Harry.
- Esta bien - concedió Ron.
- Veras, desde hace un tiempo he estado estudiando el libro en otro lugar - dijo Harry.
- ¿Ya no estudias en tu despacho? - pregunto Ron.
- No, no era seguro - aseguro Harry.
- Bueno ¿Y? - dijo Ron.
- Dumbledore pensó que seria mejor utilizar los aposentos destinados para el Profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, ya que estaban libres - dijo Harry - Desde que salgo con tu hermana ella me estuvo ayudando a estudiar.
- En un cuarto, A SOLAS - dijo Ron exaltado.
- Si, pero tranquilo - dijo Harry viendo como su amigo empezaba ha entender que ellos ya habían estado mucho tiempo a solas - La cosa es que ayer, viendo que vosotros os habíais marchado - dijo Harry enviando una mirada inquisitiva a Ron, el cual se puso un poco rojo - Queríamos estar un rato a solas, así que decidimos que lo mejor era ir a los aposentos. Estuvimos allí en la sala privada, delante del fuego. Cuando nos estro mucho sueño y decidimos que lo mejor seria ir a dormir, pero como estábamos muy cansados decidimos dormir en el cuarto - dijo Harry esperándose la reacción de su amigo, que lo miraba entre la rabia y la alegría - Ron te juro que solo dormimos - aseguro Harry levantando la mano derecha a modo de juramento.
- Te creo - dijo Ron, bajando la cabeza - Te creo, por que si habríais echo algo más no me hubieses dicho ni nada - Harry se relajo en sobremanera ante la reacción de su amigo pelirrojo, no esperaba que fuese tan comprensivo - Pero... será mejor que mi madre no se entere de esto. Pondría el grito en el cielo, si crees que yo soy sobre-protector. No has visto a mi madre, sobre todo con su pequeña Ginny.
Las chicas que iban pasos más atrás tenían una conversación muy parecida, Ginny contaba la misma historia que Harry. Ellos habían decidió omitir algunas sutiles partes de la historia para que sonara mas "inocente".
- Bueno yo te he contado lo nuestro - dijo Ginny - Me vas a contar a donde fuisteis con tanta prisa, ayer por la noche mi hermano y tu - Hermione torno en un color carmesí.
- Es... que... - decía Hermione.
- Venga no te hagas de rogar - insistía la pelirroja.
- Vale... - accedió Hermione - Como nos lo estábamos pasando tan bien y todo estaba estupendamente, nos dejamos llevar por la situación - dijo Hermione claramente sonrojada - Decidimos ir a dar un pequeño paseo por el castillo a la luz de la Luna - relataba Hermione con voz soñadora.
- Sigue, sigue - apremio la pelirroja.
- Como iba diciendo - continúo Hermione - Estábamos dando un paseo por el castillo, íbamos agarrados de la mano. Me sentía tan feliz - Hermione suspiro - Ninguno hablaba, y sin darnos cuenta nos encontrábamos al lado de la entrada de la Sala del Requisito - Hermione sonrió abiertamente - Pasamos tres veces por delante y la puerta apareció ante nosotros, pasamos a una sala muy confortable y calentita. Nos recostamos en un sofá situado frente a una chimenea, estuvimos un buen rato sin hablarnos ni mirarnos. Solo sentados y agarrados de la mano, hasta que tu hermano se volteo hacia mí y... - Hermione cayó para poder recordar el momento con más claridad.
- ¿Y? - la apremio su amiga pelirroja.
- Y me beso - dijo Hermione roja como un tomate - Después estuvimos mucho rato besándonos hasta que nos separamos y nos miramos a los ojos. Tu hermano estaba al igual que yo rojo como un tomate y muy feliz, pero las palabras no salían de su boca. Así que yo le dije "Creí que no te decidirías nunca", después de decirle esto me miro asombrado y por fin reacciono "Si hubiese sabido antes que no te molestaría lo habría echo antes" - concluyo Hermione visiblemente emocionada.
- ¿Y ya están saliendo? - pregunto Ginny curiosa.
- Bueno... no se - dijo Hermione - Estuvimos un rato mas en la Sala y después fuimos hacia nuestros cuartos, lo dejamos así - dijo Hermione cayendo en la cuenta de que no lo habían hablado.
- Pues creo que tendrías que ir a hablar con mi hermano, o sino va a creer que lo de ayer fue un sueño - dijo Ginny - Ya conoces lo cabezón que es - afirmo la pelirroja.
Se encontraban en el Expreso de Hogwarts camino ha Londres, el viaje transcurría con calma extraña. Ni siquiera tuvieron su habitual incidente con Malfoy y compañía, esto ha Harry le resulto bastante extraño. De repente le vino a la mente algo que había pasado por alto el día anterior, con la preocupación por contarle a Ron lo que había pasado entre él y su hermana. La carta de Sirius, como podía ser tan despistado. Esta vez para no olvidarse de la carta decidió que lo mejor seria decírselo a Ginny, se lo susurro a esta para que luego se lo recordara.
En la estación de King's Cross se encontraron con su comitiva de seguridad, por parte de la Orden del Fénix. Allí estaban en "Permanente Alerta", Moody, Tonks, Arthur y Molly Weasley, Lupin y Kingsley Shacklebolt. Los muchachos junto con la Orden se dirigieron en unos coches cedidos por el Ministerio hasta Grimmauld Place, allí se despidieron de la gran mayoría de ellos excepto de Tonks y de Lupin. Tras llegar a la mansión Black los chicos dejaron sus cosas en las habitaciones, y bajaron hasta la cocina a cenar. La conversación durante la cena fue muy agradable, Harry reía con las transformaciones de Tonks.
- Harry, cariño ¿Cómo te encuentras de ánimos? - pregunto preocupada la Sra. Weasley.
- Me encuentro perfectamente - respondió Harry, extrañado por la pregunta.
- Pe-pero, ¿Y no estas nervioso por la amenaza? - pregunto extrañada la Sra. Weasley.
- No - respondió tajante Harry - Desde los 11 años he tenido que vivir con la amenaza sobre mi cabeza, esa carta no ha hecho más que darme confianza - afirmo Harry con una ligera sonrisa.
- ¿Co-como que confianza? - pregunto incrédula la Sra. Weasley, mientras el resto de la mesa se encontraba en silencio observando la conversación.
- Veréis, esa carta me da a entender que Voldemort me tiene miedo - dijo Harry mientras un estremecimiento recorría a la mayoría de las personas sentadas en la mesa - No me tiene miedo como persona sino por lo que simbolizo, y tambien tiene miedo a lo desconocido - concluyo Harry.
- ¿Cómo? - dijo Molly.
- Es simple, el no sabe que decía la profecía que estaba guardada en el Ministerio. La profecía nos incluía a Voldemort y a mí - otro estremecimiento recorrió la mesa - Por eso me teme, desconoce lo que esta decía.
- Ya te he entendido - salto Hermione de repente.
- ¿Pues yo no? - dijo Ron, recibiendo el apoyo de su madre y gran parte de la mesa.
- Yo tambien te he entendido - confirmo Ginny.
La conversación se vio interrumpida por la llegada de dos nuevos invitados, acababan de entrar por la puerta de la cocina Bill Weasley acompañado de la deslumbrante Fleur Delacour.
- Hola, chicos - saludo Bill muy alegremente.
- Hola - saludaron los sentados a la mesa.
- ¿Que hacéis aquí? - pregunto Ginny mientras se levantaba para abrazar a su hermano.
- Pues a que vamos a venir a una reunión - dijo Bill - Dumbledore ha convocado una reunión, casi toda la Orden va a estar aquí - aseguro Bill.
- Bueno, a nosotros no nos interesa que vaya a estar la Orden entera - aseguro Ron - No creo que nos dejen acercarnos.
- No se pgeocupen, creo que tendgan una pequeña sogpgesa - dijo Fleur.
- ¿A que te refieres? - pregunto Hermione.
- Ya se enteraran chicos - respondió la Sra. Weasley - ¿Queréis cenar algo chicos? - pregunto la Sra. Weasley a los recién llegados.
- Pues no estaría mal - dijo Bill mientras él y Fleur tomaban asiento.
Durante el resto de la cena Harry estuvo muy ausente, permaneció en silencio mientras de vez en cuando observaba a la pelirroja de su corazón. "Tengo que dejar de mirarla tanto o se darán cuenta" pensó para si mismo. Después de la cena se fueron hasta el salón principal para seguir conversando, se hicieron pequeños grupitos con diferentes conversaciones. Por un lado estaban los señores Weasley con Lupin y Tonks, por otro lado estaban Ron, Hermione, Fleur y Ginny. Y por otro lado estaban Bill y Harry que se limitaban a observar el salón, Harry mantenía la mirada fija en la joven pelirroja.
- Harry - llamo Bill.
- Si, dime - reacciono Harry.
- ¿Qué tienes con mi hermanita pequeña? - pregunto repentinamente Bill, dejando ha Harry en el desconcierto total.
- Eh... yo - atino a responder Harry "¿Cómo se ha enterado?" pensaba Harry - ¿Cómo...?
- Es fácil darse cuenta - respondió Bill a la pregunta inconclusa de Harry.
- ¿Tanto se nota? - pregunto Harry.
- Si, te he visto mirarla durante toda la cena y tambien me he dado cuenta que ella te miraba con la misma intensidad que tú a ella - aseguro Bill.
- Bueno, pues... estamos saliendo - dijo Harry rendido.
- ¿Desde cuando? - pregunto Bill divertido.
- Desde hace 2 meses - respondió Harry.
- Tranquilo no se lo diré a mis padres, eso es cosa vuestra - dijo Bill para tranquilizar un poco a Harry - Por que nos unimos a su conversación - propuso Bill.
- Vale - dijo Harry levantándose del sillón y acercándose a donde estaban los demás.
Fleur había estado contando su historia con Bill, mientras los demás escuchaban atentos. Después de la conversación Harry se separo un poco para estar mas relajado, Fleur se sentó a su lado mientras veían como Ron discutía con sus hermanos sobre Quidditch.
- Estas cambiado, Haggy - declaro Fleur, mirando ha Harry.
- Como que estoy cambiando - cuestiono Harry.
- Estas mas alto y guapo - dijo Fleur consiguiendo que Harry se sonrojara - Estoy seguga de que ahoga eges todo un gonpecogazones - aseguro Fleur.
- Yo - dijo Harry mirando de reojo a Ginny, cosa que no paso desapercibida para Fleur.
- OH, ya veo - se rió Fleur - Además estoy seguga de que ahoga eges mucho mas podegoso que antes, han pasado dos años y si antes egas bueno ahoga no me lo puedo ni imaginag - concluyo Fleur.
- Venga, no es para tanto - aseguro Harry, visiblemente colorado.
- Además sigues igual de modesto - rió Fleur.
Las conversaciones se fueron apagando, según avanzaba la noche los contertulios fueron ascendiendo hasta sus respectivas habitaciones. Harry y Ron se encontraban ya en su habitación cambiados y conversando, cuando Harry le dijo a Ron que iba al baño. Cuando estaba saliendo del baño, alguien le volvió a empujar hacia dentro dejándolo tirado en el suelo.
- ¿Pero, que pa...? - empezó a decir mientras escucho como se cerraba la puerta con el seguro. Levanto la vista y se fijo en que Ginny se encontraba frente a el con una sonrisa.
- Ya te tengo - dijo divertida la pelirroja, mientras se sentaba encima de las piernas de Harry a horcajadas.
- ¿Ginny que estas hac...? - iba a preguntar Harry cuando se encontró con la boca de Ginny bloqueando la suya propia. No tardo mucho en reaccionar y corresponder el tierno beso, unos minutos mas tarde se separaron para respirar un poco.
- He estado toda la noche esperando - aseguro Ginny mientras se relamía.
- Tu hermano se ha dado cuenta - dijo Harry.
- ¡¡Que!! - dijo Ginny sorprendida.
- Además creo que Fleur tambien lo sabe - dijo Harry - Pero no tienes de que preocuparte, no dirán nada - aseguro Harry - Al menos eso me dijo Bill.
- Ufff - suspiro Ginny recuperando la respiración.
- Tendremos que ser mas disimulados - dijo Harry - Oh al final lo va a acabar sabiendo todo el mundo.
- Bueno, pero eso delante de los demás - dijo Ginny mientras rodeaba a Harry con sus brazos, durante un buen rato estuvieron haciéndose arrumacos.
- Creo que deberíamos irnos, o alguien podría venir al baño y pillarnos - dijo Harry.
- ¿Qué pasa es que no te gusta estar conmigo? - dijo Ginny haciéndose la ofendida.
- No, es... que... - intento explicarse Harry.
- Tranquilo, cariño mio, que era broma - dijo Ginny con cara de no haber roto un plato, mientras se levantaba de encima de su chico.
Salieron del baño todo lo silenciosos que pudieron, miraron hacia todos los rincones para comprobar que no había nadie y se despidieron con un suave beso. Cuando Harry entro en su habitación Ron estaba ya dormido, cosa que alivio a Harry ya que si hubiese estado despierto de seguro le preguntaba como habia tardado tanto, y no le apetecía tener que explicar nada.
Harry se despertó tarde, sin embargo se levanto antes que Ron. El cual todavía roncaba en la cama de al lado, se vistió rápidamente y en silencio. En su camino hasta la cocina no encontró a nadie, inexplicablemente no parecía haber nadie en la casa. Empezó a preparar el desayuno mientras esperaba a que los demás habitantes de la casa fuesen abandonando los brazos de Morfeo. La primera en hacerlo fue Ginny, entro en la cocina todavía en pijama y con legañas en los ojos. Su cara denotaba que todavía no se había despertado del todo.
- Buenos dias, preciosa - dijo Harry dándole un beso en la mejilla.
- Buenos dias, Harry - dijo Ginny feliz.
- ¡Toma! - dijo Harry extendiéndole un plato con el desayuno, que constaba de beicon, huevos revueltos, tostadas con mermelada y zumo de calabaza.
- Ummm - se relamió Ginny al ver su desayuno - Que rico - dijo después de probarlo - ¿Lo has hecho tu? - pregunto.
- Si - respondió Harry divertido de ver la intensidad con que devoraba Ginny.
- Genial, esta todo buenísimo - dijo Ginny - Me llevo una joyita - dijo mirando a Harry.
- Ja ja ja - rió Harry ante la apreciación de la pelirroja.
- Ummm, por cierto - dijo Ginny sobresaltándose - ¿Y la carta de Sirius? ¿Acaso te has vuelto a olvidar de ella?
- Ahhh, es cierto - dijo Harry mientras salía corriendo de la cocina para dirigirse hasta la habitación. Sorprendentemente Ron seguía profundamente dormido, fue hasta su baúl, tomo la carta del interior del libro y regreso a la cocina.
- Bueno, que la vas a leer o que - dijo Ginny mirando la carta que Harry sostenía en las manos.
- Si, ahora - dijo Harry tomando asiento al lado de Ginny, abrió el sobre y saco una cuidada carta. Extendió la carta para que Ginny alcanzara a leer.
Querido Harry,
Si estas leyendo estas líneas significara que he fallecido. No te sientas mal, estoy seguro que fallecí dando una buena muestra de mi valor. Esta carta tiene dos motivos:
El primero es despedirme de ti, el tiempo que estuve contigo lo disfrute plenamente y me hiciste sentirme orgulloso de ser tu padrino. Estoy seguro que tus padres tambien estarían muy orgullosos de la nobleza y grandeza demostradas por su hijo. Guíate por tu corazón, el te dará las respuestas necesarias para seguir adelante.
El segundo motivo, es tal vez el más importante. Cuando tus padres se escondieron para huir de Voldemort, pensaron que tendrían que dejar las cosas bien atadas por si les ocurría algo. Ellos prepararon una cámara en Gringotts y le dieron la llave a Dumbledore, sin embargo la cámara solo era una pequeña parte de sus pertenencias. A mi como tu padrino me entregaron el control del resto de sus posesiones, todas ellas están detalladas en una pequeña caja. Esta caja se encuentra oculta en la Mansión Black, esta pequeña caja esta protegida por varios encantamientos. La caja esta oculta tras el retrato de mi "Adorada" madre, para separar el cuadro de la pared solo tienes que exigírselo como heredero de los Black.
Me hubiera gustado estar contigo más tiempo, sin embargo las circunstancias de nuestra situación no lo permitieron. Siempre estaré contigo.
Muy afectuosamente,
Sirius Black
- Harry ¿Estas bien? - pregunto Ginny mirando a la cara a Harry.
- Si - respondió Harry sin apartar la vista de la carta - Es solo que...
- Lo se Harry, lo se - dijo Ginny abrazándole con fuerza.
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Bueno aquí esta el siguiente capitulo, me ha costado escribirlo. Y creo que hasta dentro de unos cuantos dias no podré volver a actualizar.
