CAPITULO 5: TALIO

Cuando Aioros, Saga y Clara llegaron al hospital, en el tercer piso encontraron el hombre y la mujer que habían visto unos días antes, junto con el resto de la familia de la niña.

El hombre, Howard Stevens, era un hombre alto y moreno, de grueso bigote, que tenía una mirada que a ninguno de los dos caballeros le agradaba mucho. Saga y Aioros recordaron que días anteriores él había dicho algo muy extraño mientras Clara e Iván luchaban por resucitar a su sobrina.

Clara ignoró a todos los familiares y entró a la habitación de la niña, seguida por Aioros, Saga y Zalika, quien se encontraba en los brazos del caballero de Géminis. La niña rubia ya no tenía el grueso tubo en la boca, sino respiraba regularmente y estaba profundamente dormida, aunque aún hacía gestos de dolor.

-¿Me llamaste, Iván- dijo Clara, cruzando los brazos, al ver a su compañero- hay algo de esa familia que no concuerda... no me agrada-

Saga estaba totalmente de acuerdo con Clara, pero no dijo nada. Zalika miraba con tristeza a la niña rubia desde los brazos de Saga.

-No es por eso que te llamé- dijo Iván- mira esto...-

Iván pasó sus dedos por los cabellos de la niña, y varios gruesos mechones rubios quedaron atrapados en sus manos. Clara alzó una ceja al ver eso, mientras los dos caballeros lo miraban horrorizados, y Saga sintió que Zalika dejó escapar una exclamación de asombro y lo apretó ligeramente.

-¿Le hiciste las pruebas para envenenamiento por arsénico- preguntó Clara.

-Salieron todas negativas- dijo Iván- no es el arsénico...-

-Si no es el arsénico, entonces podría ser el... despiértala, por favor- dijo Clara, con una extraña chispa en sus ojos. Saga la miró confundido. Había algo extraño en su mirada. Al parecer, ella había visto algo que los demás no. Iván movió ligeramente a la niña hasta que despertó.

-Emily, voy a tocar tus pies, y me vas a decir si lo sientes, ¿de acuerdo- dijo Clara. La niña asintió. Clara apretó ligeramente uno de los pies de la niña con sus manos- ¿sentiste eso- Emily sacudió la cabeza. Acto seguido, Clara pasó su dedo por la planta del pie de Emily. No hubo respuesta.

-¿Qué sospechas- preguntó Iván en voz baja.

-Espera- dijo Clara- Emily, muéstrame tus manos...-

La niña obedeció, y Clara mostró a Iván unas líneas blancas horizontales en las uñas de Emily.

-Son líneas de Mee's- dijo Clara. Saga y Aioros seguían mirándola sin entender, y la joven se volvió hacia ellos- las líneas de Mee's son líneas blancas que aparecen en las uñas en algunas intoxicaciones, como el arsénico-

-Pero si el arsénico salió negativo- protestó Iván un poco malhumorado.

-Ya sé que no es arsénico- dijo Clara- Iván, por favor llama a Madaí, de Medicina Legal...-

-Pero no sabemos que...-

-Confía en mí, amigo- dijo Clara, dándole una palmada en el hombro. Iván odiaba admitirlo, pero no podía desconfiar de su mejor amiga, así que solo asintió y salió a tomar el teléfono.

-Si no es arsénico ¿entonces que...- comenzó Saga, pero Clara tomó el teléfono de la habitación y marcó cuatro números. Mientras esperaba, Zalika bajó de los brazos de Saga y caminó junto a la cama de Emily.

-Maradhi angami, ninyi ona- dijo la pequeña mulata en voz baja, apretando la mano de la niña enferma. Emily se volvió a ella y le sonrió. (traducción: la enfermedad se irá, tú verás).

-¿Sí? Hola, Susana, habla Clara. Necesito tu ayuda. Tengo una niña de 8 años que necesita una dosis de antídoto Thallii. Te lo explicaré todo cuando llegues. Adiós-

Saga iba a preguntar algo, cuando Iván volvió a entrar algo molesto.

-¿Y bien- dijo Iván cruzando los brazos-¿se puede saber que demonios crees que es-

-Talio- dijo Clara.

Iván se golpeó la frente, como comprendiéndolo todo. Saga y Aioros aún los miraban alternadamente sin entender nada.

-El talio hace esto- les dijo Clara- va perdiendo la sensibilidad del cuerpo, desde los pies hacia arriba; se le cae el cabello y aparecen esas líneas blancas en las uñas. El talio es un componente de algunos venenos para ratas...-

-Pero si ella lo ingirió por error...- comenzó Aioros.

-No se lo dieron por error- interrumpió Iván -Emily, ¿quién te trae de comer-

-Mi tía- dijo Emily- mi tía Molly me trae una sopa todos los días...-

-Y la obliga a beberla toda- añadió Aurora, la enfermera, quien estaba escuchando toda la conversación- yo la he visto-

-En resumen- dijo Clara- alguien de su familia la está envenenando-

-Exactamente- dijo Iván- tenías razón sobre su familia. Daré la orden de que nadie le traiga comida a menos que sea estrictamente vigilada, y pondré un guardia en la entrada de su habitación. Clara- añadió mirando a Zalika, quien había vuelto al lado de Saga- sabes que esto significa que tenemos que cerrar...-

Clara asintió, y se volvió a los caballeros.

-Saga- dijo Clara- ¿puedo pedirte un gran favor? ¿podrías...-

Pero no terminó la frase, porque un doctor joven, de lentes, se acercó.

Dakta-exclamó Zalika, saltando a los brazos del recién llegado.

-Clara, ya salí de mi turno, y me llevaré a Zalika- dijo José, tomando a la niña mulata de la mano.

-Por favor y gracias, José- dijo Clara sonriendo.

-Natalia preparó la cena- dijo José- traeré a Zalika mañana en la mañana...-

-Hasta mañana, daktari- dijo Zalika, ondeando su mano mientras José se la llevaba del hospital- hasta mañana, Saga-

-Y nada para su tío Iván- dijo Iván, cruzando los brazos algo celoso de que la niña prefiriera a Saga.

En ese momento llegaron dos médicos. Uno era alto y corpulento de barba de candado, que parecía que iba a golpear a cualquiera que se acercara, y llevaba cargando una caja. La doctora que iba con él era mucho más pequeña y morena. Detrás de ellos llegó una doctora más, de cabellos color violeta oscuro, que llevaba un portapapeles y una pluma.

-¿Es ella- preguntó la doctora más pequeña señalando a Emily, e Iván asintió- de inmediato, vamos-

La doctora pequeña y el doctor corpulento abrieron la caja y comenzaron a sacar varios medicamentos, tubos, jeringas y agujas de ella.

-¿Puedo preguntar quien...- comenzó a preguntar Aioros, después de que los dos desaparecieron tras la puerta.

-Se llaman Susana y Librado- les explicó Clara- son esposos, y trabajan en el centro antivenenos...-

-Vaya- dijo Saga con una gruesa gota de sudor en la frente. No pudieron seguir preguntando, porque la doctora de cabellos color violeta se aclaró la garganta.

-¿Y bien- dijo la recién llegada, accionando su pluma- vengo de medicina legal, ¿ustedes dos tienen un cadáver para mí-

-No, Madaí- dijo Clara en voz baja- un probable intento de asesinato con veneno de talio...-

-Oh, muy interesante- dijo Madaí, escribiendo- dame los detalles-

-Emily tiene 8 años, sus padres murieron hace tres semanas por causas no especificadas, y tiene síntomas de envenenamiento por talio- dijo Iván.

-Pero no tienes un motivo...- dijo Madaí.

-Tal vez sí- interrumpió Aioros, de pronto- ¿cómo se llama la niña-

-Emily Stevens- dijo Clara.

-¿Recuerdas a los socios de Saori, Saga- dijo Aioros, volviéndose a su compañero.

-¡Claro- dijo Saga, golpeándose la frente- Samuel Stevens...-

-Saori dijo que acababa de morir uno de sus socios y su esposa hace poco- dijo Aioros- y que solo tenía una niña de ocho años, que no podía manejar sus negocios...-

-¿Y eso significa que...- comenzó Madaí.

-¡Emily es su hija- exclamó Aioros- sus padres eran millonarios...-

-Y su familia- dijo Iván- toda su familia está allá afuera, esperando a que... bueno, a que muera-

Madaí abrió los ojos desmesuradamente, luego asintió y se puso a escribir sobre la hoja que tenía en el portapapeles como si su vida dependiera de ello.

-¡Qué divertido- exclamó Madaí- cerraremos de inmediato y los arrestaremos a todos. La custodia de la niña será del hospital...-

-Tengan cuidado...- dijo Saga- si trataron de asesinar a la niña...-

-Oh, lo tendremos- interrumpió Madaí, sacando un teléfono celular y marcando, mientras salía de la habitación-¿seguridad? Quiero reportar...-

-No debemos salir de la habitación- dijo Clara, mientras Susana y Librado estaban administraban diversos medicamentos a Emily

-No se preocupen- dijo Susana, después de revisar a Emily- estará bien, lo detectaron justo a tiempo. Se recuperará completamente-

Por la ventanilla, Saga y Aioros pudieron ver a varios gendarmes en la sala de espera, arrestando a todos los presentes. Unos minutos después llegó la doctora de cabellos color violeta.

-Listo, chicos- dijo Madaí- Susana y Librado se encargarán de la niña... deberían ir a descansar los dos -

-Por supuesto, yo ya me iba- dijo Clara, haciendo una señal a Saga y Aioros para que salieran con ella. Iván los siguió. Vieron a todos los familiares de Emily salir esposados.

-Nos las pagarán todas, par de doctores entrometidos- dijo Molly Stevens, visiblemente enfurecida. Clara e Iván parpadearon, pero al fin la ignoraron. Saga, por su parte, buscó al hombre de grueso bigote entre los detenidos, pero no lo alcanzó a ver.

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-Saga aún no regresa- dijo Kanon, un poco desesperado- no es su estilo llegar tan tarde-

-Recuerda que está con mi hermano- dijo Aioria- de seguro se entretuvieron...-

-Aioria tiene razón- dijo Aldebarán- pensaría mal de Saga si no estuviera con Aioros...-

-Gracias, Alde, eres de gran ayuda- dijo Kanon en tono sarcástico, un poco molesto.

-Vamos, Kanon, anímate...- dijo Aldebarán.

Pero Kanon no podía pensar en otra cosa. Esperaba a que llegara su hermano para contarle lo que había sucedido con Tetis, pues aunque no se llevaba muy bien con él, era lo mejor que podía hacer, al menos para desahogarse.

En ese momento, Kanon creyó sentir un cosmo acercándose, pero desapareció casi de inmediato. Creyendo que era solo su imaginación, se cambió y se metió a la cama. Ya le contaría todo a su hermano después.

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-Será mejor que vuelvan a casa, ya es muy tarde- dijo Clara al salir del hospital, mirando su reloj, el cual marcaba las diez de la noche- yo haré lo mismo...-

Los caballeros asintieron. Sintiéndose como un estorbo, Aioros se separó de ellos alegando que tenía algo que hacer antes de llegar al Santuario, y permitió que Saga acompañara a Clara por las calles de Atenas.

-Espero que no te metas en problemas por esto...- comenzó Saga- con esa mujer que te amenazó, quiero decir-

-No lo creo- dijo Clara.

Ambos iban caminando, platicando de otras cosas. Inesperadamente, Saga sintió un golpe en la mejilla que lo derribó al suelo y Clara dejó escapar un grito de sorpresa. Saga se levantó limpiándose la sangre de su boca, y vio al hombre de grueso bigote del hospital, quien había atrapado a Clara contra él, con el cañón de la pistola en la mejilla.

-Te creíste muy lista, ¿verdad, doctorcita- dijo el hombre en tono amenazante- yo perdí quince millones de Euros por tu culpa, pero tú perderás la vida, así como tu amiguito el doctor Iván... nadie desafía a Howard Stevens y sale con vida...-

-Suélteme...- dijo ella.

-Despídete de este...- pero no alcanzó a terminar la frase, porque el puño de Saga hizo contacto con su rostro, obligándolo a soltar a la chica.

-Vuelve a tocarla, maldito, y yo te mataré- dijo Saga, colocándose entre Clara y el hombre.

Como respuesta, el hombre le disparó varias veces, y Saga detuvo las balas en su mano.

-¿Qué demonios...- comenzó el hombre. Saga tomó al sujeto por el cuello y lo estrelló contra la pared.

-Estás advertido- le dijo Saga con odio- acércate a ella de nuevo y morirás-

El hombre palideció y salió corriendo de ahí. Saga sonrió a Clara y la ayudó a levantarse, pero ella lo abrazó, llorando asustada.

-Tuve mucho miedo...- dijo ella entre sollozos.

-Tranquila, no sucedió nada- le dijo Saga en voz baja- no dejaré que ese abusivo vuelva a acercarse a ti-

-Muchas gracias por salvarme- dijo ella.

-Ven, vamos a tu casa- dijo Saga- verás como te sentirás mejor estando allá-

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Dos días después de ocurrido eso, Kanon era quien estaba desesperado. Aparte de que Tetis se iría a la mañana siguiente, ahora Saga era el que estaba olvidadizo y distraído. Y dos olvidadizos en el mismo templo no hacían buena combinación. Sus errores llevaron a Máscara Mortal a intentar asesinarlos un par de veces.

Cuando estaba a punto de anochecer, Saga salió de bañarse y dejó una barra de jabón en el suelo. Por desgracia, el santo de Cáncer pasó por ahí y terminó en el suelo al pisarla, dándose un golpe tan tremendo que no podría sentarse a gusto en una semana.

-¡Vuelven a dejar el jabón en el suelo por donde yo paso y les juro que les cortaré la cabeza a los dos- exclamó a todo pulmón el airado caballero de Cáncer.

-Sí, Máscara Mortal, lo que digas- dijo Saga, secándose el cabello con una toalla, con una sonrisa muy peculiar.

Máscara Mortal se fue de mal humor, y Kanon se volvió hacia su hermano.

-¿Y tú que te traes- dijo Kanon.

-Nada- dijo Saga casualmente.

-Sí, claro- dijo Kanon- ¿en qué demonios has estado pensando estos últimos dos días-

-En nada- dijo Saga, abotonándose su camisa.

-¿Y adonde planeas ir...-

-Mira, Kanon, ya no preguntes, y así no tendré que mentirte, ¿de acuerdo- interrumpió Saga- es un asunto que tengo que arreglar yo mismo...-

-¿Qué dices...-dijo Kanon.

-Que no metas tus narices en asuntos ajenos- dijo Saga cortantemente- te veré luego...-

Saga salió de la casa y bajó las escaleras, mientras Kanon lo vio alejarse con un tinte rojo en su rostro. Aioros llegó por donde Saga había salido, llevando consigo un vaso térmico que despedía un delicioso aroma a café caliente.

-¿Qué te sucede, Kanon- preguntó Aioros.

-Nada- dijo Kanon de mal humor- ¿y como sabes que soy yo-

-Fácil, porque escuché parte de tu conversación con Saga, y así pude deducir cual es cual... aunque debo confesarte que fue difícil...-sonrió Aioros.

-Muy gracioso- dijo Kanon sin ánimo- ¿y tú tienes idea de donde fue Saga y podrías decirme-

-Sí y no- dijo Aioros, sin dejar de sonreír- sí sé adonde fue, y no puedo decirte-

-¿Y eso porqué- preguntó Kanon.

-Porque es su secreto- dijo Aioros- es su problema...-

-Como sea- dijo Kanon, cruzando los brazos, molesto.

-Te veré luego, Kanon- dijo Aioros- y anímate, que parece que acabas de ver a un muerto...-

Aioros volvió a su templo de Sagitario y bebió tranquilamente su café, sonriendo y mirando las estrellas.

-Que suerte tiene ese Saga- murmuró para sí mismo con una sonrisa- espero que su cita con Clara salga muy bien...-

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CONTINUARÁ...

Hola, chicos. Muchas gracias por su apoyo. Volví a subir el fic después de revisarlo y corregirlo para asegurarme que no hubiera nada ilegal. En cuanto a Mu y la princesa, ya verán lo que sucede en el próximo capítulo. Bueno, como tengo la costumbre de actualizar todos los jueves, y pues creo que la espera fue demasiada (hasta para mí) por eso actualicé tan rápido.

¡Gracias por seguir leyendo, y manden reviews por favor!

Abby L. / Nona