CAPITULO 6: ATAQUE

Saga subió al cuarto piso de un edificio de departamentos. Buscó el número 404 y llamó a la puerta. El rostro sonriente de Clara apareció tras abrirse la puerta.

-Hola, ¿ya estás lista- preguntó Saga.

-Sí- sonrió Clara.

La joven salió, y Saga la miró embobado varios segundos. Con el cabello así arreglado, su vestimenta y su maquillaje, se veía muy hermosa. Clara se ruborizó ligeramente al sentir sobre ella la mirada de Saga, y bajó la mirada. Saga se percató de ello y se ruborizó también.

-¿Y Zalika- preguntó Saga.

-Se quedó con José otra vez- dijo Clara- no te preocupes por ella, él también la quiere como si fuera su padre-

Saga sonrió y le ofreció el brazo, el cual la chica aceptó con una sonrisa. Los dos caminaron por las calles de la ciudad, platicando alegremente.

-¿Al cine- preguntó Saga.

-Ese fue el trato- dijo Clara- vamos...-

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Un par de horas más tarde, Kanon pensó en ir de nuevo al Recinto de las Amazonas. Salió de su templo, pero al llegar al de Aries, cambió de idea.

-¿A quien quiero engañar- dijo para sí mismo, sacudiendo la cabeza- Tetis no quiere verme ni en pintura, de nada sirve que yo esté haciendo esto. Si mañana vuelve con Julián Solo será lo mejor para ambos-

-¿Kanon- dijo Mu, saliendo de su templo- ¿qué haces aquí-

-Hola, Mu-

-¿Saga no ha vuelto aún- preguntó Mu al ver a Kanon pasar cabizbajo por su templo.

-No, aún no- dijo Kanon- no sé que se ha traído estos últimos días, ha estado saliendo mucho y parece como en otro mundo...- Mu sonrió, y Kanon continuó- pero me haces sentir mejor al no confundirme con él-

Mu sonrió de nuevo.

-¿Y tú qué tienes- le preguntó el caballero de Aries.

-Nada, estoy cansado, eso es todo- mintió Kanon.

En ese momento, Kanon sintió un cosmo, el mismo que había sentido dos días antes, pero más cerca y mucho más fuerte que antes. Y por la cara que Mu puso, también él lo había sentido.

-¿Qué es eso- preguntó Mu, señalando la entrada del Santuario. Kanon se volvió. Había destellos de luz y reflejos de hojas de espadas.

-No lo sé- dijo Kanon.

-Son ellas- dijo Mu- son las hechiceras de Salem, nos atacan-

-Van hacia el recinto de las amazonas- dijo Kanon, mirando la dirección que tomaban los destellos que alcanzaba a ver- iré a tratar de detenerlos...-

-Avisa a los caballeros de bronce, Kanon- dijo Mu- yo iré a avisar al resto de caballeros dorados y a Atena...-

-Ve, y date prisa- dijo Kanon. Mu se teletransportó de ahí. Kanon, por su parte, bajó corriendo hacia ese sitio, y llamó a su gemelo por su cosmo.

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-¿Puedes creerlo- rió Saga- y yo creía que tenía problemas...-

-Yo también- rió Clara a su vez. Los dos habían salido del cine y, después de comprar un helado, habían vuelto al departamento de la chica. No hubo puesto la llave en la cerradura, cuando Saga sintió el cosmo de su hermano llamándolo.

-Oh, no- dijo Saga- no ahora...-

-¿Qué sucede- preguntó ella.

-Mi hermano me llama- explicó Saga- parece que están atacando el Santuario- y se volvió para correr hacia ese sitio, pero Clara lo detuvo.

-Déjame acompañarte- dijo la chica.

-Claro que no- dijo Saga, sorprendido de que ella le pidiera algo así- es una batalla, es algo muy peligroso para una persona como tú-

-Pero si te lastiman...- comenzó ella.

-Será mi problema- la interrumpió Saga- no puedo llevarte a ese sitio, porque si lo hago te pondría en un peligro muy grave-

-No tengo miedo- dijo Clara, comenzando a molestarse.

-Entiende que esto no es un juego, y no es cuestión de si tienes miedo o no- dijo Saga- será más peligroso que un simple hombre con una pistola...-

Clara frunció el entrecejo, ahora francamente enfadada. Saga pareció darse cuenta de su error, pero Clara ya había abierto la puerta de su departamento y había entrado. Saga entró tras ella y tiró algo de la mesita junto a la puerta: un estetoscopio. Saga lo levantó.

-No puedes hacerlo todo, Clara- le dijo Saga, sin mirarla a los ojos, mirando más bien el objeto que acababa de levantar.

-¡Está bien, ya lo entendí- dijo ella casi gritándole-¡ya no me molestes y vete de aquí-

-¡Bien- gritó Saga, y le puso el estetoscopio en sus manos- toma, supongo que lo usas para hablar con Dios-

-¡Lo uso para escuchar el corazón de mis pacientes- gritó ella a su vez.

En ese momento, Saga se dio cuenta de su error y trató de decir algo, pero Clara ya había tenido bastante. La chica le arrebató el estetoscopio y cerró la puerta de su departamento prácticamente en las narices.

-¡Mujeres- exclamó Saga.

Molesto y aún sintiendo el llamado de Kanon, el caballero de Géminis no perdió más el tiempo y abrió un portal a otra dimensión para volver al Santuario, y se introdujo en él.

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Dentro de su departamento, Clara se dejó caer sobre la cama y cerró los ojos. Estaba sola, porque Zalika se había quedado con José. Cerró los ojos y se quedó dormida

x-x-x FLASHBACK x-x-x

-Chiririka! Bumburuka! Wao cha kwa ninyi- gritó un hombre de raza negra, entre el ruido de disparos y explosiones. (traducción: ¡Corran!¡Huyan de aqui!¡Vienen por ustedes!)

-¡Corre, Clara- dijo José, tomándola de la mano y haciéndola subir las escaleras del hospital.

-Nos van a encontrar, José- exclamó Clara- no podremos huir de ellos...-

-Ten confianza- dijo José- estoy seguro de que volveremos a Grecia... volveré a ver a Natalia...-

-Madakta- dijo otro hombre de raza negra, quien cargando a la pequeña Zalika en sus brazos- ninyi chiririka, miye acha wao- (traducción: doctores, ustedes corran, yo los detendré-

-Hukana, Gyasi- dijo Clara- wao ua wewe- (traducción: ¡No, Gyasi! Ellos te matarán)

-Chiririka- dijo Gyasi. (traducción: Corran!)

En ese momento, se escuchó un fuerte grito proveniente del nivel inferior. Una mujer blanca era quien había gritado, y venía siendo perseguida por un grupo de militares negros.

-¡Sue- exclamó Gyasy. Entregó a Zalika a José y bajó corriendo las escaleras.

-¡Hukana, Gyasy- gritó Clara. (traducción: No, Gyasy)

Gyasy se interpuso entre la mujer blanca y los militares, gritando algo que ni Clara ni José pudieron entender. Se escuchó un disparo, y Gyasy cayó hacia atrás, haciendo que Sue gritara horrorizada. Un segundo disparo hizo caer a Sue junto a su esposo.

-No es posible...- murmuró Clara, cubriéndose los ojos con las manos.

-Hukana- exclamó Zalika, soltándose de los brazos de José y corriendo hacia abajo- Mama! Abu- (traducción: No! Mamá! Papá!)

-Hukana, Zalika- exclamó Clara, horrorizada al ver que la niña llegaba a la zona del peligro y lloraba sobre los cuerpos de sus padres. Ella y José bajaron tras ella. Casi llegaron ellos también, cuando vieron a un militar obeso atrapar a Zalika y apuntarle en la cabeza con una pistola.

-Hapa ni wageni- dijo el militar en tono malicioso. (traducción: aquí están los extranjeros)

-Kigoli achilia mbali- dijo José, tratando de calmarlo-wewe hozi siye - (traducción: deja a la niña, nos tienes)

-Hukana- dijo el hombre con una sonrisa maliciosa- chote dado- (traducción: no, todos morirán).

José frunció el entrecejo y hábilmente golpeó al hombre en una rodilla, obligándolo a soltar a Zalika. La pequeña mulata corrió hacia los brazos de Clara mientras José forcejeaba con el hombre para quitarle el enorme rifle que llevaba.

-Wageni hapa! Wageni hapa! Cha chapuchapu- comenzó a gritar el hombre negro. (traducción: Extranjeros aquí! Extranjeros aquí! Vengan rápido!)

Al final, José le arrebató el arma. El hombre negro no se rindió y sacó un largo machete. Se abalanzó contra el médico, con toda la intención de atravesarlo con el largo cuchillo. Éste no dudó y accionó el gatillo, y el oficial negro cayó muerto también.

-¡José- exclamó Clara- Sue aún está con vida-

-¡Sue- exclamó José, acercándose a ella y examinándola. La bala le había perforado el tórax, muy cerca del corazón. José sacudió la cabeza.

-No se preocupen por mí, ustedes dos- dijo Sue con dificultad- ya sé que moriré, iré a reunirme con Gyasy. Por favor, cuiden a Zalika y vean por ella-

-Así lo haremos, Sue- dijo Clara. José asintió.

-Zalika, daktari iko zako mama mbele papa- dijo Sue- miye abiri enye Abu. Nakupenda- (traducción: Zalika, doctora va a ser tu madre desde ahora, yo me iré con papá. Te quiero)

-Hukana, mama- dijo Zalika- hukana abiri! Nakupenda- (traducción: no, mamá, no te vayas! Te quiero!)

Pero Sue cerró los ojos y no los volvió a abrir. Hubo nuevos disparos. No había tiempo que perder. José tomó a Zalika y subió corriendo las escaleras, seguido por Clara.

x-x-x FIN DEL FLASHBACK x-x-x

Clara despertó con la respiración agitada. Otra vez esa pesadilla. Odiaba admitirlo, pero tenía un gran miedo a las peleas y los sonidos de las balas. Y más aún, no quería volver a ver morir a alguien en una pelea, sin poder hacer nada para evitarlo. Luego recordó lo que le dijo Saga.

-Hombres...- exclamó, cruzando los brazos molesta.

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La reina Deyana entró al Santuario, seguida de su ejército. Esta vez no llevaba ninguna máscara cubriendo su rostro, así que todos pudieron ver su rostro encolerizado.

-¡Entren- gritó la reina- ¡entren y destruyan a los caballeros-

-De aquí no pasarán- dijo Tetis, obstruyéndoles el paso. Marín, Shaina y Melody estaban con ella.

-¿Mujeres- dijo la reina, sorprendida- ¿acaso ustedes también son caballeros-

-Somos amazonas o caballeros femeninos- dijo Shaina orgullosamente.

-Nuestro objetivo es destruir a los hombres de este Santuario- dijo la reina- déjenos pasar o las destruiremos también-

-En tus sueños- dijo Marín.

-Entonces ustedes también sufrirán el mismo destino que los hombres de este sitio- dijo la reina Deyana, y las apuntó con su vara dorada- ¡a ellas-

Todas las hechiceras encendieron sus cosmos y apuntaron sus varas hacia ellas.

-¡A MI, COBRA- gritó Shaina.

-¡METEORO- dijo Marín.

-¡DEAD END SYMPHONY- atacó Melody.

Con estos ataques, las amazonas lograron frenar a las hechiceras. La reina Deyana se enfureció e hizo aparecer una espada de nuevo, y atacó con ella a Melody, quien ejecutaba su música con los ojos cerrados.

-¡Cuidado, Melody- gritó Tetis, empujándola y recibiendo ella misma una herida superficial en el abdomen. La chica rubia se levantó y encendió su cosmo- ya verás... ¡TRAMPA DE CORAL-

Encerró dentro de la trampa a la reina, y atrapó los pies de varias hechiceras. Por desgracia, tras un destello color rojizo, la reina se libró fácilmente de su trampa y golpeó a Tetis con el mango de su espada, dejándola en el suelo.

-Muy lista- dijo la reina, levantando su espada- lástima que no te sirvió de nada. Ahora, el golpe final...-

-¡No- gritó una voz masculina.

Kanon llegó y detuvo la espada con su brazo, ya que llevaba la armadura de Géminis, antes de que diera el golpe, luego la empujó hacia atrás y la tiró de sus manos.

-Vaya, te encuentro de nuevo, insolente caballero- dijo la reina una vez que se levantó- me pagarás la osadía de haber apuntado tu espada contra mí-

-¿Qué- exclamó Kanon, alzando una ceja- ¿de qué demonios habla-

-De que me amenazaste con una espada en mi castillo antes de que mi nieta les entregara el collar con el diamante mágico...- respondió la reina.

-¡Yo no fui, fue mi hermano gemelo- dijo Kanon entre dientes, muy molesto.

-No mientas- dijo la reina.

-Maldita sea- exclamó Kanon, cruzando los brazos de mal humor- que asquerosa suerte tengo...-

-¡CRISTAL WALL-

Una pared de cristal separó a las hechiceras de Kanon y de las amazonas.

-Kanon dice la verdad- dijo Mu, materializándose junto a Kanon- en cambio, yo fui quien estuvo en tu castillo y tomó ese diamante en sus manos...-

Después de Mu llegaron Aioria, Touma, Milo, Camus, Aioros y Sorreto a pelear. El resto de los caballeros se habían quedado atrás en una línea para detener a las hechiceras que lograran evadirlos.

-¿Puedo unirme a la fiesta- dijo Saga, saliendo de un portal a otra dimensión, y colocándose junto a su gemelo.

-Claro, hermano- dijo Kanon- y tienes una vieja amiga que me confundió contigo- añadió señalando a la reina.

-¿Y a qué debemos tan placentera visita- preguntó Saga en tono sarcástico- Mu, quita el muro de cristal, por favor-

Mu asintió e hizo lo que dijo Saga. Se desató una feroz lucha entre caballeros, amazonas y hechiceras. La reina se dedicó a pelear personalmente contra Saga.

Un par de hechiceras se colaba hacia el recinto de las amazonas. Milo las alcanzó a ver y las detuvo con su ataque de restricción. Ellas lo rompieron fácilmente.

-Ah, no, no se acercarán a Selene- dijo Milo frunciendo el entrecejo- ¡AGUJA ESCARLATA-

Tras un rato de pelea, Touma y Melody tenían heridas de espada en el abdomen, pues las atacantes eran muy buenas usando las espadas. Una hechicera alcanzó a Kanon con un rayo de luz al interponerse él entre la atacante y Tetis. El exgeneral marino salió disparado hacia atrás y chocó contra una roca.

-¡Kanon- gritó Tetis, preocupada.

Saga se volvió hacia él, por un segundo estuvo inconscientemente preocupado por su hermano. La reina Deyana aprovechó su distracción y clavó su espada en el abdomen del caballero de Géminis, del lado izquierdo.

-¡Saga- exclamó Aioros al ver lo sucedido.

-¡POLVO DE DIAMANTE- exclamó Camus, encerrando a la reina en un grueso bloque de hielo hasta el cuello, para evitar que siga atacando.

-¡Camus! ¡Basta- gritó una voz femenina. Todos se volvieron, y vieron a Saori acompañada de Shion.

-¡Atena- exclamó Aioria- no debería estar aquí, es muy peligroso...-

-Gracias, Aioria- dijo Saori- Camus, por favor, retira tu hielo-

Camus hizo una mueca, pero obedeció y retiró el bloque de hielo. Con el ceño fruncido, la reina apuntó su espada hacia Saori, pero Shion encendió su cosmo junto a su diosa con las manos extendidas, como mostrándole sus palmas. La reina palideció y dio un paso atrás con una mirada muy peculiar.

-¡Tú- exclamó la reina Deyana con odio.

-Sí, yo- dijo Shion, impasiblemente- y ya sabes lo que te puede suceder si te acercas a Atena...-

-¿Porqué nos atacan- preguntó Saori.

-¿Y todavía lo preguntas- exclamó la reina- nosotras hemos sido tus subordinadas desde hace varios siglos, no olvides que gracias a nosotras tienes caballeros... y mandas a tres de ellos a amenazarme y a quitarnos el diamante de Gioia por la fuerza-

-¿Y para qué quieres ese diamante- dijo Saori.

-Porque el diamante de Gioia no solo es la herencia de la futura reina- dijo una de las mujeres que acompañaba a la reina- sino es su fuerza vital. La princesa está muriendo. Cada hora que pasa el diamante fuera del palacio, la princesa se debilita. Por ello todas vinimos a pelear, y aún la misma reina se arriesga a venir por él...-

Saori, Shion y los caballeros la miraron asombrados. Mientras tanto, Mu lo recordó: la princesa entregándole el diamante con sus ojos color violeta llenos de lágrimas. Volvió la vista a su maestro, quien captó su mirada y asintió.

-Está bien- dijo Saori- Shion, entrégale el diamante-

La mayoría de los caballeros abrieron los ojos desmesuradamente. No podían creer que Saori fuera a devolverlo. Shion sacó el collar de su bolsillo, el cual estaba envuelto en un pañuelo blanco, y lo puso en las manos de la reina.

-No creas que te libras de nosotras- dijo la reina, apretando el collar en sus manos- en cuanto a ti, Shion, marca mis palabras... un día se arrepentirán de esta afrenta-

Y al terminar de pronunciar esas palabras, se desvanecieron como niebla.

Al verlas desaparecer, Mu suspiró un poco aliviado. Al parecer, la reina no se había percatado de lo sucedido con la princesa. Y en lo que a él respectaba, estaba perfectamente bien.

Kanon se levantó. Estaba ileso, ya que el rayo de luz solo lo había impulsado hacia atrás. Se acercó a su hermano gemelo junto con Aioros para examinar sus heridas.

-¿Saga- dijo Aioros. No obtuvo respuesta.

-¿Saga- dijo Kanon al ver que su hermano no respondía- ¿Saga, estás bien-

Saga abrió los ojos y asintió débilmente. Apretó su mano contra su abdomen, pero no podía detener la cálida sangre que fluía de su herida. La voz de Kanon le parecía muy lejana, y su vista comenzaba a nublarse. Escuchaba la voz de una mujer que pronunciaba su nombre, y alcanzó a distinguir una figura delgada vestida de negro antes de perder la conciencia.

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CONTINUARÁ...

A todos, muchísimas gracias por sus reviews. Bueno, me resta decirles: paciencia... faltan dos capis para el fin del fic. De Mu y la princesa sabrán en el próximo fic, por lo pronto, este es de Saga y Kanon. Trataré de no torturar tanto a Máscara Mortal. Espero que les esté gustando hasta ahora, y no dejen de mandar reviews para sus dudas, comentarios, quejas y recetas de cocina...

Abby L. / Nona