Hola a todos!!!!!

Perdón por el atraso, como ya he explicado en mis otros fics la Universidad ha absorbido prácticamente todo mi tiempo, así que ahora que salí a vacaciones estoy aprovechando para seguir con todas mis historias.

Gracias, a los que han leído, leen y continúan leyendo este fic a pesar del retraso. Los personajes son propiedad de JK Rowling, Warner Brothers y empresas asociadas.

Contesto reviews y los dejo con el capítulo!!!!!!!

D.Mo: sé que no seguí rápido, aún así espero que puedas leer esto, a mi Bellatrix tampoco me agrada, y espérate, que todavía no ha salido mucho. Pero bueno, al menos seguí, espero que te haya gustado.

oOKaOrU BlAcKOo : ¡Hola Annie! ¡Que bien que te hayas pasado por una de mis historias! No sabía por cual ibas a empezar, me alegra que esta te llamara la atención y sobretodo que te gustara. Bueno, yo no seguí rápido con esta pero tu tampoco con la tuya, así que estamos a mano. Que bien que te arreglaran la PC, espero que siga buena para que puedas publicar más!!!!! Seguiré leyendo tus historias, claro, si las sigues, porque hace siglos no actualizas. Supongo que estarías en exámenes como yo. ¿Propaganda? ¡Vaya, gracias! Eres muy buena conmigo. Y sí, es el review más largo que me han dejado en esta historia, ya casi parece un super review de los que hago yo con mucho tiempo. Bueno, Sirius es Sirius, así que habrán varias relaciones amorosas, después de todo se supone que es una biografía, pero la principal sí que será Sirius/Amelia. Y de slash nada, ni la sombra. No me gustan para nada. Vamos con tus preguntas. La mamá de Sirius no lo sé, seguro que si saldrá, pero no sé cuanto, no la tengo toda planeada. Amelia, pues sí, pero no voy a matarte la historia, ya verás lo que pasa. Claro que Remus saldrá en la historia y será importante, muy importante de hecho. Al padre de James no le gusta mucho la presencia de Sirius porque es un Black y podría ser una mala influencia para su hijo, es que casi no lo conoce todavía, pero como el mismo Sirius dice siempre lo trata bien. No, Andrómeda mala no, pero tampoco es que sea una santa... ¿tu en la historia? Pues mirá vos, tal vez, pero quien sabe que tan bien te vaya si te meto. Es capaz que sí. Está bien tu "venganza", si yo hago muchísimas preguntas, pero es bueno no quedarse con la curiosidad. Espero que te vaya bien en tus pruebas, espero que de verdad tengas tiempo de leer mis otras historias y si quiero saber lo que pasó con tu profesor. Pues espero tu próximo review, a ver que tan grande será.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

"...Aún recuerdo ese primero de septiembre, mi primer día en Hogwarts... mi primer día de libertad "

8

-¡Mañana es el gran día! – dijo James por todo saludo al ver a Sirius. Era 31 de agosto, al día siguiente sería su primer día en Hogwarts.

-Ya lo sé James –dijo Sirius con una sonrisa- ¿qué vamos a hacer hoy? Es nuestro último día en el ministerio.

-Mi papá trajo me prestó su cámara –dijo James sacando el aparato que traía en su estuche- vamos a tomarle fotos a los lugares donde hemos realizado nuestras más memorables travesuras. Y tenemos que despedirnos de mucha gente.

Sirius aceptó de buena gana. Se fueron a despedir de la vendedora de chocolates, quien lamentó profundamente la marcha de sus dos mejores clientes. Salieron del ministerio para ir a despedirse del dueño de Zonko, quien le regaló a sus clientes favoritos un gran surtido de todos sus productos, y los chicos le prometieron seguir haciendo pedidos por lechuza.

Se tomaron varias fotos en sus lugares favoritos. Cuando bajaban de nuevo al primer piso se encontraron con Amelia Bones.

-¡Amely! – la llamó James- ¿qué haces hoy por aquí?

-Nos vamos mañana para Francia –dijo la niña seria- papá tenía que arreglar unas cosas y yo me quería despedir de alguna gente.

-¿Entonces de verdad no vas a ir a Hogwarts? –le preguntó Sirius en el mismo tono serio.

-No –negó la niña- supongo que no volveré a verlos.

-Es una lástima –dijo Sirius- pero te irá bien en Francia, ya verás.

-Gracias.

La chica les sonrió y siguió su camino. Sirius y James continuaron rumbo al Departamento de Misterios cuando oyeron la voz de la chica de nuevo.

-¡Sirius!

Sirius se volvió lentamente y vio que la niña lo llamaba. Miró un momento a James y luego se acercó a ella.

-¿Qué pasa Amely?

-¿Tu empiezas en Hogwarts mañana verdad?

-Sí –dijo Sirius sin entender.

-Ten –la niña se quitó un hilo que llevaba alrededor del juego del que pendía un pequeño unicornio de cristal azul.

-Pero Amely...

-Para que te vaya bien –dijo la niña rápidamente al tiempo que le daba un rápido beso en la mejilla y se iba.

Sirius miró el unicornio en silencio y lo guardó en su bolsillo. Luego volvió junto a James quien lo esperaba con una sonrisa burlona.

-¿Qué fue eso? –le preguntó James.

-Nada –dijo Sirius evasivamente.

-¿Nada? – siguieron caminando y James empezó a cantar muy bajito – A Sirius le gusta Amely...

-Oh ya cállate –le dijo Sirius al tiempo que le pegaba en la cabeza- vamos a tomar unas fotos en las Cámaras.

Pasaron el resto del día recogiendo sus cosas de las oficinas de sus respectivos padres. Se fueron más temprano, porque la madre de James quería que su hijo durmiera temprano para que estuviera listo al otro día, y Sirius no quería quedarse en el edificio sólo con su padre dándole recomendaciones sobre lo que debía hacer un Black como todo un buen Slytherin.

Al salir se despidieron de Eddie, el guarda del ministerio que más había tenido que luchar con ellos.

-La verdad es que voy a echar en falta a este par de merodeadores –comentó cuando le explicaron que se marchaban a Hogwarts al día siguiente- siempre vagando por todos los pasillos planeando una que otra travesura...

-¡Hogwarts no sabe lo que le espera! –dijo James con una sonrisa.

"En definitiva, no lo sabía".

9

Al día siguiente Sirius estaba solo en su cuarto. Terminaba de empacar las cosas. Una vez que guardó su juego de ajedrez en el baúl y metió a su lechuza Harla en su jaula se sentó sobre su cama. Suspiró al tiempo que miraba su cuarto.

No podía decir que estaba triste por irse, pero tampoco se moría de ganas por llegar a Hogwarts. Sería genial estar con James todos los días y aprender magia, pero si llegaba a quedar en Slytherin no sabía que haría.

Tendría a sus primas encima todo el tiempo, alertándole a sus padres si él no se comportaba como todo un Black, y a los "amigos" que su padre había seleccionado cuidadosamente para él.

"Un Black no tiene amigos, sólo está bien relacionado, y debe establece buenas relaciones desde joven". Eso le había dicho su padre para comunicarle que sus primas le presentarían a sus nuevos amigos no más tomar el tren de las once de la mañana.

Lo único bueno era que habían cambiado al director del colegio y el nuevo no era amigo de su familia. Su padre había estado furioso cuando supo que Albus Dumbledore sería el nuevo director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Decía que ese hombre era un amigo de los sangre-sucia y los mestizos y le faltaba el debido orgullo de mago.

"Lo peor que puede haberle pasado a Hogwarts" Así lo había dicho su padre.

-¡Chico! ¡¡¡Apresúrate que te va a dejar el expresso!!!

-Ya voy mamá –dijo Sirius con un suspiro. Se levantó para irse, ya Kreacher se ocuparía de sus cosas. Pero antes de salir del cuarto vio sobre su escritorio el pequeño unicornio azul. Lo cogió y lo guardó en la caja de recuerdos que llevaba con él. Luego salió de la habitación para encontrarse con su madre, quien lo esperaba para llevarlo a la estación de King Croos.

10

-¡Mamá no encuentro mi sapo!

-¡Me escribes a penas llegas!

-¡Pero yo también quiero ir!

-¡No olvides mandarme mañana lo que haya dejado!

Como todos los primeros de septiembre la estación de King Croos los chicos y chicas se dirigían rápidamente a los vagones en busca de sus amigos mientras sus padres se despedían de ellos rápidamente. Los premios anuales y los prefectos se reunían en su vagón especial mientras que los de primer año contemplaban el alboroto algo asustados, mientras sus padres les recordaban escribir para contar en que casa habían quedado.

El chico que nos interesa, por su parte, se despidió de su madre sin mucha emoción. Bien sabía que sus padres estaban felices de deshacerse de él por un tiempo. Esperaban que ya en Hogwarts con gente de su clase sentara cabeza y se convirtiera en el Black que debía ser. Pero el no era cualquier Black. Él era Sirius Black.

Miró a su alrededor buscando una cabeza de pelo negro azabache y totalmente desordenado, pero no encontró el menor rastro de este.

Sin embargo vio a un chico que no sabía porque le resultaba familiar. Era un chico de pelo castaño claro que parecía muy cansado, y por que no, enfermo. Parecía ser de primer año.

Un grupo de chicos que también parecían de primero se acercaron a él.

-Miren, es un pobretón... –dijo el chico rubio que los lideraba. Sirius entrecerró los ojos. Si no se equivocaba aquel chico era hijo de un amigo de su padre, pero él nunca se había relacionado con los amigos de su padre, no le simpatizaban.

-¡Hey, chico, ¿cómo te llamas?! –le gritó otro de los chicos al tiempo que empujaba le carrito con el baúl y botaba parte de su equipaje. .

-Tiene pinta de debilucho –dijo un chico de cabellos negros y acercándose al chico lo empujó- seguro que queda en Hufflepuff.

Sirius avanzó un paso para acercarse y decirles que lo dejaran en paz, pero en eso uno de los guardas de la estación se acercó.

-¿Qué pasa aquí? –dijo en voz fuerte. Los chicos perturbadores se alejaron y el chico de cabellos castaños suspiró y recogiendo sus cosas siguió su camino al tren. Sirius iba a acercársele cuando...

-¡Hey, primo, tanto tiempo!

"Oh no" pensó Sirius. Había olvidado que Narcisa empezaba en Hogwarts ese año. Pronto se vio rodeado por Bellatrix, Andrómeda y Narcisa.

-Vamos pequeño gnomo –le dijo Bellatrix empujándolo- tengo que llevarte con tus amigos y quiero deshacerme de ti rápido.

Sin que Sirius pudiese resistirse lo llevaron a uno de los vagones que estaba más lleno. Andrómeda iba hablando con él.

-Pero Andrómeda –susurró a su prima- yo ya tengo un amigo en Hogwarts. James Potter. ¿Lo recuerdas? No me interesan los amigos que pueda buscarme papá.

-Recuerda que eres un Black, Sirius. –le dijo Andrómeda seriamente al oírlo - Tío Rigel no te perdonaría si se entera de que tienes a ese por amigo frente a todo el colegio, o que alguien más es el líder del grupo de Slytherin de esta generación. Tienes que llevarte muy bien con Malfoy, ya sabes que es el socio de Tío. Y con el mejor amigo de él también, su familia son otros sangre limpia influyentes.

Cuando llegaron al vagón Bellatrix entró y carraspeó. Todos la volvieron a ver y Sirius vio que los chiquillos sonreían como idiotas, y los reconoció. Eran los mismos que estaban hostigando al muchacho momentos atrás.

-Aquí esta Sirius Black. Sirius, "querido" primo –dijo tomándolo del cuello de la camisa, impidiéndole irse, que era claramente la intención del chico y poniéndolo al frente- ellos son tus amigos. Lucius Malfoy (el chico rubio que le había parecido conocido lo saludo con la cabeza), Rabastán Lestrange (un chico de pelo castaño lo saludo con la mano), Bartemius Crouch...

-Ya nos conocemos –interrumpió Sirius- Es hijo del señor Crouch, del ministerio. James y yo siempre hemos dicho que un...

Bellatrix le dio un cosco a Sirius y prosiguió con la presentación.

-Igor Karkarov (un chico de aspecto extranjero saludo, era el mismo que le había botado las cosas al chico) y Severus Snape (un chico de cabello negro y grasoso y una nariz ganchuda lo miró sin sonreír. Ese era el que lo había empujado.).

-Mucho gusto –dijo Lucius en nombre del resto - estábamos esperándote. Seremos muy buenos amigos.

-En tus sueños –dijo Sirius mientras lo miraba con desprecio.

-¿Qué dijiste Sirius? –preguntó Bellatrix en tono peligroso. Sirius sintió que apoyaba su varita contra su espalda.

-Lo que oíste, "querida" prima –dijo Sirius deshaciéndose del brazo de su prima mayor y mirando con evidente repulsión al grupo de chicos que le acababan de presentar- que no voy a quedarme en este vagón ni un minuto más con este montón de… gusarajos.

Sirius se volvió para salir. Andrómeda no se atrevió a detenerlo, más bien lo miró de manera muy especial. Ella llevaba años deseando poder hacer eso.

-¡Tendrás que rogarnos para que te admitamos de nuevo! – le gritó Malfoy, pero Sirius no le hizo caso.

-Déjalo irse –dijo en voz suave Snape- es un idiota. Estaremos mejor sin él.

-Nadie desprecia a un Malfoy –dijo el chico rubio con rencor.

11

Sirius sabía que la acababa de hacer buena. Su prima no tardaría en avisarle a sus padres y ya podía imaginarse la paliza que le podía esperar después de despreciar a los hijos de todas las influencias de su padre.

Sin embargo sonrió. Tardaría todo una año en ver a sus padres de nuevo, así que la paliza se habría esperar. A menos que se la encargaran a Bellatrix…

Todos los vagones parecían llenos. Sirius revisó su reloj. Quedaban menos de cinco minutos. ¿Ya habría llegado James? Abrió la puerta de un compartimiento que se oía silencioso. Sólo había un chico dentro. Era el mismo chico de pelo castaño y aspecto débil.

-¿Puedo pasar? –preguntó Sirius – todo el tren está lleno.

-Claro, adelante –dijo el muchacho con una afable sonrisa. Sirius miró a sus lados: ni rastro de sus primas. Entró y cerró la puerta tras si.

-¿Primer año? –le preguntó Sirius tratando de romper el hielo.

-Así es –dijo el chico, no parecía muy conversador.

-¿Nos conocemos de antes? Me eres vagamente familar…

-Bueno, en realidad…

-¡JAMES!

El tren empezaba a moverse y Sirius acababa de ver por la ventana a su mejor amigo que entraba corriendo en la estación. Olvidándose de lo que decía su compañero abrió la ventana y empezó a gritar:

-¡JAMES! ¡APRESÚRTE! ¡EL TREN YA SE VA!

Su amigo lo había visto y le había dicho hola con la mano. Luego había dado un rápido abrazo a su madre y a su padre.

-¡JAMES!

El chico corrió y subió al tren cuando este ya estaba saliendo. Cuando entró al compartimiento iba todo sudado y con un aspecto más desordenado que de costumbre.

-¡Creí que no ibas a llegar! –le dijo Sirius en tono de reproche.

-Mi madre quería peinarme para que me viera bien el primer día de clases…

Sirius se rió sonoramente al ver los desordenados e indomables cabellos de James, y el chico con el que compartían vagón rió disimuladamente.

-¿Tu quien eres? –preguntó James al verlo.

-Él llegó primero al vagón –dijo Sirius- le pregunté si lo podíamos compartir con él. Va también por primera vez.

-Se me hace familiar –dijo James mirando al chico como si lo inspeccionara. –bueno, creo que debería presentarme. Mi nombre es…

El chico castaño sonrió y dijo:

-No es necesario. Yo sé quienes son ustedes. Sirius Black y James Potter

Los mencionados se miraron sorprendidos. El chico continuó:

-Mi nombre es Remus J. Lupin.

"Ese día encontr a mi otro gran amigo, él único que me quedaba y el que ahora estoy dejando sólo…otra vez…"