Capítulo 23
Una declaración bajo al luz de la luna.
Después de dejar sus cosas. Obs se sumergió en el mar.
-La sal del mar es buena –Se frotó los brazos y piernas con ella. Cuando de repente ve a tres personas surgir del agua -... Un momento –Dijo al ver una de ellas -¡Ryddle!
-¿Obs? –Sheyla se acercó nadando hasta ella.
-¿Qué haces aquí? ¿Acaso la gran guardiana de las criaturas mágicas a renunciado? –Preguntó.
-No, pero hay cosas importantes que hacer –Le aclaró y se volteó a ver a Severus y Auki -¿Encontraron perlas? –Les preguntó.
-Yo tres –Severus le puso las perlas en la mano y estas eran de un tamaño grande.
-Yo cuatro –Yukito también se las entregó.
-Gracias –Sheyla salió del mar para guardar las perlas en su bolsita y Obs salió detrás de ella.
-¿Perlas? ¿Tu vanidad llega a mucho? O ¿Es que acaso buscas la perla negra de obsidiana?
-Algo así –Sheyla de nuevo corrió hacia el mar y se sumergió.
-Harry ¿Acaso tú nunca traes contigo alguna foto de tus padres? –Su prima Stella estaba con él.
-Sí, las traía en un guardapelo, pero mis tíos me lo quitaron y nunca me lo devolvieron.
-Mmm que tristeza –Stella lo abrazó.
-Sí, y espero que mis tíos paguen muy caro por eso –Draco se acercó al escuchara Harry.
-¿Tus tíos eran aquellos que estaban en el juicio de Bill? –Harry le asintió al güerito.
-Chicos, ya sálganse para que coman un poco –Poppy y Sprout estaban haciendo carne y hamburguesas.
-¿Comer? Pero sí comimos hace cuatro horas y media –Se quejó Sirius.
-Cierto –Severus salió del mar, y tenía dos perlas más en la mano y se las da a Sheyla.
Por mientras Harry usaba el enorme pecho de Hagrid como colchón, al igual que Draco.
-Veo que te has conseguido un buen flotador, Harry –Dijo Remus quien nadaba junto a Ceywen.
-¿Nadas conmigo, Sirius? –Le preguntó Naiko, quien ya se había aburrido de hacer busitos sola.
-Claro. Me lo hubieras pedido desde hace mucho.
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Fueron pasando las horas, y se fueron retirando todos hasta que sólo quedaron los miembros del Clan.
-Tomate esto Remus –Severus le pasó una poción.
-Cierto, hoy es luna llena –Ceywen sacó un termo y sirvió un poco de su contenido en dos vasos –Toma u no Remus, es para que la transformación a lobo no te duela –Remus le agradece y en cambio le pasa a ella uno de la poción mata lobos.
-Ceywen: Recuerda que tienes que darme la receta de tu poción cuando lleguemos a Hogwarts –Le pidió Severus.
-Claro –Ceywen ya tenía puesto un camisón y unos shorts.
-Será bastante interesante ver un lobo macho en traje de baño –Dijo Sirius.
-Sí, bueno. Y tú piensa que le dirás a Naiko, por que ya sólo te quedan unas cuantas horitas para que oscurezca por completo –Severus seguía tomando refrescos.
-Tú eres Coca adicto –Sirius se volteó a verlo -, y tomaré una antes de que te las acabes –Saca una del empaque.
-Caro, sigo alimentando a mi ulsera, y lo bueno es que Albus aún no me ha visto –Se tomaba las cocas de un solo trago.
-Si Albus te viera, ya me imagino el escándalo que armaría –Severus y Sirius asintieron mientras se imaginaban al director furioso.
-Bueno, hay que meterse al mar, ya que en unos minutos saldrá la luna llena –Sheyla se aventó al agua.
-¿Buscarás más perlas? –le preguntó Yukito.
-No, ahorita es imposible ver las ostras en el fondo del mar –Yukito asintió ante esta razón.
-Cierto, ya mañana las buscaremos –Todos se fueron a nadar, mientras Remus y Ceywen se quedaban en la arena abrazaditos.
-Shey, todavía hay luz de día –Severus desapareció bajo el mar.
-Cierto –Yukito también se sumergió.
-Bueno está bien –Sheyla los siguió.
-¿Acaso Sheyla piensa hacerse una joyería de perlas? –Preguntó Aileen.
-No, lo que ella busca es la perla negra de obsidiana –Dijo Akiko -, peor no me pregunten para que por qué yo ni siquiera lo sé -Akiko se llevó a Harry más para allá.
-Cuidado y le hagas algo indebido a Harry –Sirius amenaza a Akiko con el puño.
-Deja de pensar en eso ¿Acaso estás celoso? –Naiko se acercó a Sirius.
-No, por supuesto que no, pero Harry es mi ahijado –De repente se voltea a verla -¿Puedo hablar contigo más barato? –Naiko estaba sorprendida.
-Sí, claro –se veía preocupada.
-No te preocupes, no es nada malo. Bueno al menos para mi no –Sirius se sumergió bajo el agua.
-¡Sirius, no me dejes sola! –Naiko lo buscaba desde arriba.
-Aquí estoy –Sirius apareció detrás de ella.
-Oye, mejor dime lo que tienes que decirme, de una vez –Sirius dice que no.
-Ya falta poquito par que te lo diga –De nuevo se sumerge.
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Las horas pasaron.
-Vean eso; un palo peludo en traje de baño –Dijo Severus al señalar a Remus y Ceywen, quienes ya eran lobitos y estaban dormiditos uno encima del otro.
-Caray, eso no se ve todos los días –Sirius se acercó a ellos –Bueno, yo tengo algo importante que hacer –Se voltea a ver a Naiko -, acompáñame.
-No vayas a regarla –Le dijo Severus por lo bajo.
-Descuida –le palpa el hombro y se llevó a Naiko a una terraza que estaba en la playa.
-¿Qué querías decirme? –Los dos estaban apoyados en el barandal de la terraza.
-Créeme que no es fácil –Suspira -... ya que esto se puede ver sólo con lo más puro que alguien puede tener.
-¿Qué cosa es?, vamos dime –Naiko sentía su corazón latir rápidamente.
-Bueno –Sirius se pasa la mano repetidas veces por el cabello –Bueno, ya vele. Nai ¿te gustaría andar conmigo? –Naiko abrió los ojos enormemente.
-¡Sí, claro que sí! –Dijo ya más respuesta y los dos se perdieron en un beso apasionado.
-¡Bravo! –Aplaudieron los demás.
-Pero ustedes nunca dejan de dar lata –Sirius abrazaba a Naiko por la cintura, y le regala una flor que arranco de una jardinera.
-Ya sólo faltamos nosotros –Fred y George se señalaron así mismos.
-Mentira. Faltan: Rúbrica, Draco y Shey... Ahhhh y las chicas nuevas: Rika, Stella, Kylie y Sam –Dijo Severus.
-Claro, como fuiste el primerito –Dijo Sirius.
-Claro –Dijo Severus como dándose importancia.
-Ajá, sí –Sirius lo puso patas pa' arriba.
-¡Bájame! –le golpeaba las rodillas.
-¡Vas para abajo! –lo aventó a la alberca que estaba a un lado de la terraza.
-¡Severus! –Harry se asomó.
-¿También quieres acompañarlo? Yo hice lo que me pidió y lo baje –Sirius Toma a Harry por los pies, y esta a punto de aventarlo, pero Akiko avienta a Sirius por el balcón y este cae a la alberca, justamente encima de Severus.
-Auch, que golpe –Fred y George se asomaron desde arriba.
-Auuu, mi trasero –Harry se sobaba atrás, por que se golpeó contra el suelo de la terraza a la hora de caer.
-Deja eso y dale las gracias a Akiko –Le dijo Sheyla.
-Sí, pero que duro ta' el suelo, creo que el agua es más blandita –Harry se seguía sobando.
-En ese caso... -Sheyla hace cara de maldita y carga a Harry sobre sus hombros (claro soy strong woman).
-¡No espe... -Harry fue arrojado a la alberca y de nuevo se llevó otro golpe.
-Ay Dios, creo que aquí quieren matarme –Severus se sobó la cabeza.
-Lo siento –dijo Harry.
-¿Estás bien, Sirius? –le preguntó Naiko.
-¡Sí amor, no te preocupes! –la saluda desde la alberca.
-Miren nada más –Ven subir a los dos lobitos.
-Mientras no les nazca el instinto animal, todo estará bien. No pensamos tener una camada de lobitos muy pronto –Sheyla sonrió y se sentó en el barandal.
-Dirás una camada de hombres lobo –Akiko sonrió.
-Sí tienes razón... digamos que si se pueden tener hasta tres hijos en casos normales, claro sí es que ellos son humanos, peor no quiero pensar en cuantos tendrían si están como lobos –Sheyla tomó una copa con vino y se la llevó a los labios –Simplemente delicioso -Se limpio los labios.
-¿Y no crees que el agua de la alberca esté más rica? –Sonrió Akiko maldosamente.
-¿A qué te refieres? –Sheyla la vio fijamente.
-¡A esto! –La empuja desde el balcón y Sheyla cae en la alberca.
-¡Shey! –Ante el asombro de todos, Severus la atrapó entre sus brazos -¿estás bien? –le preguntó.
-Sí, pero será mejor que me sueltes, no creo que a Kathie le agrade mucho esto, si se entera –Dijo Sheyla.
-Cierto, puedes tener razón –Para suerte de Severus, Kathie había decidido irse a dormir al hotel con los demás.
-No sé, como que pienso que Kathie es muy sangrona –Dijo Aileen.
-Sí, así es mi hermana -Sirius salió del agua y se secó con una toalla.
-Cambio mucho –Dijo Hermione, quien tomaba un refresco con Ron Weasley (este punto hay que aclararlo, por que podrían pensar en otro ron).
-Y sí sigue así, Severus la va a dejar –Los gemelos Weasley asienten.
-Bueno. Hay que salir a levantar las casas de campaña –Severus salió de la alberca y se dirigió hacia donde estaban todas las casa de campaña.
-Vengan, vamos –Todos comenzaron a armarlas.
--Yo soy una experta en esto –Dijo Akiko.
-Claro, como siempre te mando a dormir afuera cuando me haces enojar –Dijo Sheyla.
-¿Quieres apostar? –Preguntó Akiko.
-Muy bien, ¡Dejen que Akiko levante todas las tiendas de campaña! –Dijo Sheyla con voz determinante.
-¡Yo no quise decir eso! –Akiko se puso de pie y bastante molesta.
-¿Ah, no? Entonces no alardees –Sheyla se fue caminando por la arena.
-Creo que has perdido a tu amiga –Wood se puso una mano en la barbilla.
-No te apures, ese es nuestro deporte preferido, aunque no te lo recomiendo que te metas con ella. Sheyla sabe hacer unos ganchos realmente espectaculares, que te pueden dejar en el hospital por meses, incluso por años en el peor de los casos –Akiko levantaba una tienda de campaña.
-¿Quieres que te ayude, hermana? –Yukito se acercó a ella.
-Vaya, ya te estabas tardando –Akiko le avienta otra tienda de campaña.
-A ver, veamos –Lee las instrucciones –No todas las tiendas de campaña se arman igual –Se tumbó en la arena.
-¿Ya acabaron? –Sheyla se acercó de nuevo.
-¿Acaso ya la vez armada? –Gruñó Akiko.
-Mmm no creo que una experta se tarde tanto –Ven que en su mano trae otra perla.
-¿Te metiste a nadar, Shey? –preguntó Severus un poco sacado de onda.
-No, me encontré una almeja en la arena y por suerte tenía una perla –La guarda en su bolsita acostumbrada.
-Listo, ya está la primera –Akiko se sacudió las manos.
-¿Cómo cuántas faltan? –Harry se metía por un lado de la casa y salía por otro (era una casa de doble entrada).
-Mira, esta casa está perfecta para dos personas –Dijo Sirius.
-¿Para ti y Nai? –Preguntó Severus.
-Por supuesto que no imbécil, para mi y Harry –Sirius le estampó la caja con todo y tienda de campaña incluida, a Severus en la cabeza.
-¡Zaz! Creo que lo desmayaste –Dijo Naiko quien se hincó a un lado de Severus.
-Le diste muy duro, y sobre todo con esa cosa –Sheyla le tocó la cabeza a Severus.
-Que va, lo mandé a dormir con los angelitos –Sirius estaba muy quitado de la pena
-Lo bueno es que no fue eternamente –Seguían levantando las tiendas de campaña.
-¿Qué te diría Dumbledore, si te hubiera visto? –Preguntó Harry.
-Me hubiera felicitado –De repente vieron a Severus incorporarse -¿Ya te despertaste? –Vieron que se sobaba la cabeza.
-¿Puedes venir un momento, por favor Sirius? –Le pidió Severus. Mientras seguía sobándose la cabeza.
-Ya voy ¿Qué quieres? –Se acercó a verlo con una gran sonrisa en los labios.
-Ven, sólo quiero decirte algo –Lo llamó con la mano y cuando Sirius se acercó -¡Toma! –Le estampo la misma caja, que el le estampo hace unos momentos.
-¡Sirius! –Naiko corrió a su lado, mientras Sirius en el suelo veía estrellitas a su alrededor.
-Para que aprendas a no golpearme –Severus se puso de pie y fue a ayudar a armar más tiendas de campaña.
-Ustedes siempre tendrán pleito casado –Dijo Naiko.
-Mientras Sirius me siga golpeando, así será –Severus saca unas varillas de una funda.
-¿Sabes armar casas de campaña? –Se le acercó Harry.
-Sí –Severus se puso de pie.
-¿Me enseñas? –Harry lo siguió –Es que no creo que Sirius sepa armar tiendas de campaña Harry ayudaba a Severus a cargar las cosas.
-Yo también lo dudo. Harry, pásame la varilla más larga –Le enseña una que está en el piso.
-Toma –Harry se la extiende -¿Y con quién dormirás? –Preguntaba mientras le ayudaba a meter la varilla en la lona.
-Con Draco –Dijo mientras apoyaba ya la primera varilla en el suelo.
-¿Quién ha visto las estacas de esta tienda? –Akiko alzaba todo lo que tenía enfrente.
-Te sentaste en ellas –Le señaló Sheyla.
-Cierto, y supuestamente para no perderlas –Se para y las ve.
-Lo bueno es que no se hundieron –Sheyla la ayudaba.
-En eso vuelves a tener razón –Akiko ya había terminado de armar su tienda y la de Sheyla.
-¿Cómo vamos? –Sirius por fin reaccionó.
-Pues ahí vamos –Severus y Harry ya habían terminado también de armar la tienda de campaña, mientras los gemelos Weasley perseguían a la suya, ya que no le habían puesto las estacas.
-Tanto que nos tardamos en armarla y ahora esto –Los dos corrían tras ella.
-Eso les pasa por no poner las estacas cuando debían –Yukito les ayudaba, y 20 minutos después ya estaban todas armadas.
-Bueno, ahorita regreso –Severus se dirigió hacia los lobitos Remus y Ceywen –No me vayan a morder –Les puso una correa para tenerlos ahí, uno cerca del otro, pero lo suficiente mente lejos, para que no los dominaran sus instintos animales no los dominaran, y ambos lo miraban sonrientes, con las lengüitas de fuera y moviendo las colitas –Sí, yo también los quiero a ambos –los acarició.
-Severus, hemos traído un poco de comida y agua para ellos, por si les da hambre y sed en la noche –Severus se giró y vio detrás de él a Draco y Harry.
-Gracias –Tomó los platos en sus manos y se los puso enfrente a los dos lobitos mientras sonreía.
-¿Qué pasa Draco? –Le preguntó Harry al ver que este veía detenidamente al profesor de pociones.
-¿Sabes Harry? -Le dijo en un susurro –Ya sé que han sido varias las ocasiones en que lo que lo he visto, pero aún no puedo creer que Severus sonría –Harry ahora le sonrió a Draco.
-Lo sé, yo también me sorprendí la primera vez que lo hizo –los dos susurraban.
-Les aseguro que él más sorprendido fui yo – Ambos chicos voltearon y vieron a Severus detrás de ellos y sonriéndoles de una manera muy dulce.
-Caray Severus, me cae que tú tienes oídos biónicos –Dijo Harry y Draco rió.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.--Puede decirse que sí, bueno. Vamos todos a las tiendas de campaña, creo que Sirius ya debe de estar desesperado por ti –Se lleva a ambos –Entrega inmediata para Sirius –Aventó a Harry dentro de la tienda de campaña.
-Auch ahora los servicios de paquetería son más salvajes –Sirius levantó a Harry del suelo -¿Qué paso Draco? –Sirius miró a Draco pensativo.
-¿Acaso sigues pensando en lo de hace rato? –Harry se giró a verlo.
-No, ahora estoy pensando en cual es el apellido de soltera de mi madre –Pasa a la tienda de campaña de Harry y Sirius y ve que esta ya está adaptada por dentro.
-Bueno, tarde o temprano tenía que descubrirse. Tu madre se apellida Black –Los tres se voltearon atónitos a verlo –Sí Draco, tú eres mi sobrino –El que menos lo creía era Harry.
-Pero eso... -Quiso una explicación.
-Lo sé, lo mantuve en secreto por muchos años –Draco y Harry se voltearon a ver.
-Entonces Draco sería como mi primo y Severus como mi tío, claro sí este se casa con Kathie –Harry parecía feliz.
(Para la información del parentesco de Black con Malfoy; favor de leer el libro 5 de Harry Potter de Rowling).
-Y también eres tío de Akiko –Draco se referiría a Sirius.
-Cierto, tío político –Ven a Severus preocupado -¿Ocurre algo? –Sirius le pasó una mano sobre los hombros.
-Sí, no creo que terminando este viaje, continué yo con Kathie –Ahora los otros tres lo veían asombrados.
-Y hace días le comenté que yo también lo dudo. Catalina debe cambiar, o si no nunca podrá casarse –Sirius arreglaba las camas para él y Harry.
-Bueno –Severus voltea a ver hacia fuera mediante una pequeña ventana que se hallaba en la tienda de campaña.
-Un momento ¿Quién camina a lado de Akiko? –Señaló Harry.
-No sé ¿vamos tras ellos? –Los cuatro salieron de la tienda de campaña y siguieron a Akiko y a su acompañante a una distancia prudente.
-¿A dónde van estos? –Sheyla salió de su tienda de campaña detrás de los cuatro muchachos, que seguían a Akiko y su acompañante.
-Mira Fred, hay desfile o fila de Conga le señaló Fred a su gemelo la fila que seguía Sheyla de los cuatro muchachos, los cuales iban detrás de Akiko y su acompañante.
-¡Vamos! –Los gemelos salieron detrás de ellos.
-¿Qué andará haciendo mi Sirius? –Naiko vio a los gemelos correr detrás de una fila donde iba Sheyla, siguiendo a cuatro muchachos (entre ellos Sirius), los cuales iban detrás de Akiko y su acompañante.
-¿De qué trata esto? –Ron y Hermione también alcanzaron a la fila que Naiko siguió detrás de los gemelos, los cuales se pusieron detrás de Sheyla, la cual seguía a cuatro muchachos que a su vez seguían a Akiko y su acompañante.
-Es lo que yo quiero saber... Que se traen estos cuatro –Sheyla se asomó detrás de los matorrales donde todos se habían escondido para ver que hacían Akiko y su acompañante -... ¡Ah! –Exclamó –Bueno chicos, no es nada, es Akiko hablando de cosas sin importancia con su hermano –Anda vámonos –Sheyla empujó a todos.
-Diablos, quiero ir al baño –Dijo Sirius.
-Pues ve –Le dijo Severus.
-Pero los baños públicos ya están cerrados –Dijo.
-Entonces transfórmate en perro y ve a uno de los postes –Le dijo Severus.
-Sí tú como no –Sirius se cruzó de brazos.
-Mira, sería más penoso que lo hicieras como humano –Lo ve fijamente.
-Creo que tienes razón –Sirius se transformó en un gran perro negro y se fue a un poste que estaba en la playa.
-Esto sí no me lo pierdo –Severus lo siguió -¡Sirius sonríe! –Severus sacó una cámara y le tomó una foto a Canuto cuando hacía sus necesidades biológicas.
-Grrrr –El perro comenzó a ladrarle furioso y persiguió a Severus como tal perro entrenado persigue a un ladrón y Severus iba muerto de la risa, y se encerró en su tienda de campaña.
-¿Qué te traes? –Le preguntó Draco.
-Se esconde la cámara detrás y por lo mientras con Sheyla.
-Otro poco más y te descubren transformándote –Sheyla se dirigió hacia una chica, cuyos ojos rojos parecían de fuego y sus alas de vampiro capaces de cortar el viento y hacerle cumplir su voluntad.
-¿A qué te refieres? –Akiko no entendía.
-A que Harry y los demás casi te descubren, pero los corrí, al único que alcanzaron a ver fue a Yukito ¿O debería decir Yue?-Sheyla cruzó los brazos –Pero como que no se fijaron bien en su transformación.
-Vaya –Akiko regresa a su nivel normal.
-Yue ¿puedo preguntarte quien te dirige? –Sheyla lo vio de pies a cabeza.
-Sí claro, era Morgana... Ella me dirigió después que Clow y Sakura dejaron las cartas, aunque Sakura las dejo muy joven –Se notaba triste.
-Se nota que extrañas mucho a Clow y Sakura, pero bueno. Con que quedaste con Morgana, vaya; ella es buena. Una espiritista, Sí la recuerdo, ella fue una de mis mejores alumnas –Sheyla se sentó en al arena.
-Pero no creo que te siga dando gusto –realmente quiero que tú me dirijas ahora, puesto que Morgana, se a unido a tu primo –Dijo Yue con un tono sombrío.
-Me debes de estar bromeando –Sheyla se paró de golpe.
-No, así fue –Yue regresa a su estado de Yukito –Será mejor que nos vayamos a dormir.
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De regreso con Severus y Sirius, este último jalaba la tienda de campaña furiosamente y la mordía, pero ésta era muy resistente, hasta que Sirius recuperó su forma normal, pero aún así el cierra de la tienda de campaña, por la parte interna tenía un candado.
-¡Severus Snape, te ordeno que en este momento me des esa cámara, con el rollo incluido, sí no me convertiré en un asesino verdaderamente! –Severus el hacía burla a Sirius, mostrando al silueta o sombra de la cámara desde el interior de la tienda de campaña -¡Tú lo pediste! ¡Alohomora! –Agitó su varita y abrió la tienda de campaña –Dame la cámara si no quieres que tu cara se tiña de rojo –Estaba apretando los dientes.
-Vaya, pero ni una broma resistes. La cámara no tiene rollo, es más ni sirve –Severus le muestra la cámara –Y sí quieres, puedes hacer el hechizo para aparecer cosas o buscar el rollo por toda la casa –Le indicó.
-Vale, pero no vuelvas a hacerlo –Sirius dejó de apretarle el cuello a Severus y zangolotearlo.
-Eso es algo que no te puedo prometer –Decía Severus mientras se sobaba el cuello.
-Pues tendrás que hacerlo –Sirius le apuntó con la varita a la cara.
-Ok, ok –Severus se sentó en la cama.
-Nos veremos después –Sirius salió de la tienda de campaña.
-Que pase buena noche –Le dijo Severus antes de que abandonara por completo la tienda de campaña.
-Igualmente –Sirius salió y cerró el cierra de la tienda, mientras que afuera dos lobitos le aullaban a la luna –Más vale que te calles Lupin, si no quieres que me haga un abrigo con tu piel –El lobito sin prestarle atención siguió aullando.
-Déjalo pobrecito –Sirius vio venir detrás de él a Sheyla, Akiko y Yukito.
-Y si no te parece te pones unas orejeras y listo –Le dijo Akiko.
-¿Tú me darías unas? –La retó Sirius.
-Claro –Akiko sonrió y le puso las dos mitades de un coco en las orejas –Para que aprendas –Se va tarareando una canción de burla.
-Diablos –Sirius echaba humo hasta por las orejas.
-La solución e s muy simple: Pon un quietus dentro de tu tienda de campaña, ya sí no escucharas los ruidos de afuera –Sheyla le dio esa idea.
-Creo que tienes razón –Sirius despareció detrás de su tienda de campaña y vio a Harry ya dormidito.
-Bueno, creo que Harry estaba muy rendido –Sheyla lo vio desde la entrada.
-Parece que sí, Bueno. Hasta mañana –Cuando Sheyla se marcha. Sirius cierra la tienda de campaña.
-¡No, a Severus nooooooooo! –Harry gritó en sueños y eso hizo a Sirius brincar.
-Harry –Sirius lo sacude.
-¿Eh? ¿Cómo? ¿Quién? –Harry vio a todos lados.
-Era una pesadilla Harry –Sirius se comienza a poner su pijama.
-De nuevo esa maldita pesadilla –Harry encoge sus piernas y abrazando a sus rodillas, esconde la cara en ella y comienza a sollozar –Ya es la tercera vez que la tengo –Sirius se acerca a él.
-No te preocupes por eso Harry –Sirius lo volvió a acostar, hay sueños que suelen ser repetitivos y son sólo eso... sueños –Sirius le dio a entender.
-Pero los míos se vuelven reales –Harry no había dejado de convencerse de eso.
-No todos Harry, no todos. Recuérdalo –Ve su reloj –Bueno ya es hora de que me duerma. Buenas noches –Sirius se va a su cama y se queda dormido.
-Espero que tengas razón Sirius –Harry se tapa la cabeza con la cobija y se queda dormido.
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A la mañana siguiente vieron que Remus y Ceywen ya eran humanos de nuevo y platicaban con Severus.
-Buenos días –Severus saludó a Harry y Sirius cuando los vio venir.
-Bueno días Severus –dijo Harry y volteaba a todos lados.
-¿A quién buscas? –Preguntó Severus.
-A Draco –No lo veía por ningún lado.
-Él aún duerme, lo que pasa es que lo atacaron los mosquitos –Le explicó Severus –, y yo le tuve que poner una poción, para desaparecerle los piquetes –En las manos tenía las dos correas con las que amarró a los dos lobitos, y ene ese instante ven salir a Akiko y Yukito cada cual de su tienda y al mismo tiempo.
-¡Hola! –Saludan los dos al mismo tiempo.
-Vaya, ahora sí creo que son hermanos –Dijo Sirius al verlos.
-¿Eh? –Dijeron los dos al mismo tiempo y se voltearon a ver y para su sorpresa los dos traían un traje de baño negro, y en la pierna derecha de la bermuda de Yukito había una luna plateada y en la parte derecha del bikini de Akiko había también una luna plateada -¡Oye, te pusiste un traje del mismo estilo que el mío! –Se pusieron a discutir entre ellos.
-Son tal para cual –Mientras los veían discutir, los gemelos Weasley salían de su tienda.
-¡No discutan! –Les decían los gemelos mientras corrían al mar.
-Fred trae mi traje y yo el de él –Dijo George antes del chapuzón.
-Que locos –Dijo Sheyla y los siguió.
-¿A qué hora vendrán a buscarnos? –Akiko se sentó en la arena.
-Como por las dos de la tarde. Así que será mejor que vayamos recogiendo todo –Remus se acercó a las tiendas de campaña y comenzó a guardar todo.
-Sí, y si tenemos tiempo, pues ya nos pondremos a jugar –Severus fue a ayudar a Remus.
-Cierto, será mejor que guardemos nuestras cosas –Las chicas se metieron en las tiendas de campaña para sacar todo.
-Lo bueno es que no traemos mucho –Aileen guardaba todo en su bolsita playera.
-Y lo bueno es que tú si quisiste quedarte con nosotros –Sheyla se puso su mochila al hombro.
-¿Ya te vas a ir? –Aileen la miró extrañada.
-Sí, nos veremos al rato –Después de alzar lo que le correspondía, Sheyla se fue.
-¿A dónde vas? –Severus la alcanzó y ya estaba vestido.
-Iré a dar un pequeño paseo fuera d e Grecia, tengo ganas de ir a Francia –Le explica.
-Mmm iré contigo, no puedo permitir que vayas sola –Le aclaró.
-Creo que Sirius te ha contagiado y aparte a tu novia no le agradará –Le dijo Sheyla.
-Eso no importa, yo soy libre –Severus agarró su mochila y se la echo al hombro -. Ahí le avisan a Albus que llegaremos en la noche –Los otros asienten.
Severus y Sheyla van a una de las tantas terminales de Grecia, y abordan el tren que los llevará a Francia.
-¿Gustan alguno? –Una señorita les pasó unos refrescos.
-Gracias –Dijo Severus mientras los tomaba -, aquí tienes el tuyo –Le dio a Sheyla uno de fresa.
-Gracias –Sheyla le toma un poco con un popote (pajita).
-¿No quieres nada de comer? Nos venimos con el estómago vacío, y el viaje va a ser un poco largo –Ahora le pasa un Sándwich.
-Sí, gracias –Se lo comienza a comer –Oye ¿Qué le dirás a Kathie, cuándo se de cuenta de que no estás allá? –Sheyla parecía preocupada.
Que te acompañe por qué ibas a comprar unas cosas y que te ayudaría a traerlas –Le toma un sorbo a su coca.
-¿Y piensas que los chicos le dirán una mentira? –Severus cayó en cuenta de que Sheyla podría estar en lo cierto.
-No creo que ellos me traicionen –Severus se recargó en el respaldo de su sillón.
-Pues esperemos –Sheyla se volteo a ver el paisaje.
-Ellos ya no son como antes –Severus también giró la cabeza, para ver el paisaje.
-Es una pena –Dijo Sheyla de repente.
-¿Qué cosa? –Quiso saber Severus.
-Que existan personas que no sepan apreciar lo bello de este mundo –Puso su barbilla sobre su mano derecha.
-¿Cómo tu primo por ejemplo? –Sheyla asintió ante la pregunta de Severus –Bueno, es cierto. Aunque en un principio yo también era así –Le confesó.
-Pero Harry te hizo cambiar –Sheyla se giró a verlo fijamente a los ojos.
-Exacto. La persona a la que más detestaba en estos momentos, fue la que me hizo ver las cosas de diferente forma –Severus sonrío –Que irónica es la vida –Tomó otro sorbo a su refresco.
-Esta fue una de las tantas ocasiones donde vez que tu peor enemigo tiene encerrado dentro de él a tu mejor amigo –Ahora Severus asintió ante las palabras de la chica.
-Y lo mismo ocurrió con Sirius, y al igual con Draco y Harry –Ambos rieron.
-Sí James te viera con Sirius y su hijo, yo creo que se desmayaría –Dijo Sheyla.
-No lo creo, James era alguien especial en su forma de ser –El tren hace su primera parada en un pequeño pueblo europeo.
-En 6 paradas más nos bajamos –Sheyla sacó un mapa.
-De acuerdo – Severus también observó el mapa.
-Por otra parte parece ser que Ron ya no es el mejor amigo de Harry –Sheyla dobló el mapa y lo guardó.
-Pero yo quiero que lo siga siendo. Yo no pretendo ocupar su lugar, y es por eso también, que decidí acompañarte a este viaje –Severus contestó con toda la sinceridad de este mundo.
-Sí, pero aunque Ron y Harry siguen siendo amigos ambos viven en mundos muy diferentes. Harry está cambiando y eso se demostró cuando te brindó su amistad –Severus inclinó levemente al cabeza.
-Sí no hubiera sido pro él, en estos momentos no sé en donde estaría –Una señorita se les acerco y se llevó los trastes sucios y los cascos de los refrescos.
-¿Y no tienes planes a futuro? –Les dieron otros refrescos.
-Sí. Este será mi último año en Hogwarts, como profesor de pociones. Regresaré a la música y planeó hacer un viaje muy largo –Le comentó.
-¿Y a dónde? –Sheyla abrió una revista.
-Me encantaría conocer Japón y América. También África por los ritmos africanos –Se oía emocionado.
-¿Y del grupo? –El tren por lo mientras hizo su segunda parada.
-Lo haré con los chicos que formaron mi antiguo grupo, y tal vez le diga a Akiko que entre por una temporada, sí es que ella lo desea –Sheyla sonrió –Sí quieres, tú también puedes entrar –Ahora ella rió abiertamente.
-No gracias, yo no cantó ni en la regadera –Se recargó en el respaldo del sillón.
Una declaración bajo al luz de la luna.
Después de dejar sus cosas. Obs se sumergió en el mar.
-La sal del mar es buena –Se frotó los brazos y piernas con ella. Cuando de repente ve a tres personas surgir del agua -... Un momento –Dijo al ver una de ellas -¡Ryddle!
-¿Obs? –Sheyla se acercó nadando hasta ella.
-¿Qué haces aquí? ¿Acaso la gran guardiana de las criaturas mágicas a renunciado? –Preguntó.
-No, pero hay cosas importantes que hacer –Le aclaró y se volteó a ver a Severus y Auki -¿Encontraron perlas? –Les preguntó.
-Yo tres –Severus le puso las perlas en la mano y estas eran de un tamaño grande.
-Yo cuatro –Yukito también se las entregó.
-Gracias –Sheyla salió del mar para guardar las perlas en su bolsita y Obs salió detrás de ella.
-¿Perlas? ¿Tu vanidad llega a mucho? O ¿Es que acaso buscas la perla negra de obsidiana?
-Algo así –Sheyla de nuevo corrió hacia el mar y se sumergió.
-Harry ¿Acaso tú nunca traes contigo alguna foto de tus padres? –Su prima Stella estaba con él.
-Sí, las traía en un guardapelo, pero mis tíos me lo quitaron y nunca me lo devolvieron.
-Mmm que tristeza –Stella lo abrazó.
-Sí, y espero que mis tíos paguen muy caro por eso –Draco se acercó al escuchara Harry.
-¿Tus tíos eran aquellos que estaban en el juicio de Bill? –Harry le asintió al güerito.
-Chicos, ya sálganse para que coman un poco –Poppy y Sprout estaban haciendo carne y hamburguesas.
-¿Comer? Pero sí comimos hace cuatro horas y media –Se quejó Sirius.
-Cierto –Severus salió del mar, y tenía dos perlas más en la mano y se las da a Sheyla.
Por mientras Harry usaba el enorme pecho de Hagrid como colchón, al igual que Draco.
-Veo que te has conseguido un buen flotador, Harry –Dijo Remus quien nadaba junto a Ceywen.
-¿Nadas conmigo, Sirius? –Le preguntó Naiko, quien ya se había aburrido de hacer busitos sola.
-Claro. Me lo hubieras pedido desde hace mucho.
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Fueron pasando las horas, y se fueron retirando todos hasta que sólo quedaron los miembros del Clan.
-Tomate esto Remus –Severus le pasó una poción.
-Cierto, hoy es luna llena –Ceywen sacó un termo y sirvió un poco de su contenido en dos vasos –Toma u no Remus, es para que la transformación a lobo no te duela –Remus le agradece y en cambio le pasa a ella uno de la poción mata lobos.
-Ceywen: Recuerda que tienes que darme la receta de tu poción cuando lleguemos a Hogwarts –Le pidió Severus.
-Claro –Ceywen ya tenía puesto un camisón y unos shorts.
-Será bastante interesante ver un lobo macho en traje de baño –Dijo Sirius.
-Sí, bueno. Y tú piensa que le dirás a Naiko, por que ya sólo te quedan unas cuantas horitas para que oscurezca por completo –Severus seguía tomando refrescos.
-Tú eres Coca adicto –Sirius se volteó a verlo -, y tomaré una antes de que te las acabes –Saca una del empaque.
-Caro, sigo alimentando a mi ulsera, y lo bueno es que Albus aún no me ha visto –Se tomaba las cocas de un solo trago.
-Si Albus te viera, ya me imagino el escándalo que armaría –Severus y Sirius asintieron mientras se imaginaban al director furioso.
-Bueno, hay que meterse al mar, ya que en unos minutos saldrá la luna llena –Sheyla se aventó al agua.
-¿Buscarás más perlas? –le preguntó Yukito.
-No, ahorita es imposible ver las ostras en el fondo del mar –Yukito asintió ante esta razón.
-Cierto, ya mañana las buscaremos –Todos se fueron a nadar, mientras Remus y Ceywen se quedaban en la arena abrazaditos.
-Shey, todavía hay luz de día –Severus desapareció bajo el mar.
-Cierto –Yukito también se sumergió.
-Bueno está bien –Sheyla los siguió.
-¿Acaso Sheyla piensa hacerse una joyería de perlas? –Preguntó Aileen.
-No, lo que ella busca es la perla negra de obsidiana –Dijo Akiko -, peor no me pregunten para que por qué yo ni siquiera lo sé -Akiko se llevó a Harry más para allá.
-Cuidado y le hagas algo indebido a Harry –Sirius amenaza a Akiko con el puño.
-Deja de pensar en eso ¿Acaso estás celoso? –Naiko se acercó a Sirius.
-No, por supuesto que no, pero Harry es mi ahijado –De repente se voltea a verla -¿Puedo hablar contigo más barato? –Naiko estaba sorprendida.
-Sí, claro –se veía preocupada.
-No te preocupes, no es nada malo. Bueno al menos para mi no –Sirius se sumergió bajo el agua.
-¡Sirius, no me dejes sola! –Naiko lo buscaba desde arriba.
-Aquí estoy –Sirius apareció detrás de ella.
-Oye, mejor dime lo que tienes que decirme, de una vez –Sirius dice que no.
-Ya falta poquito par que te lo diga –De nuevo se sumerge.
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Las horas pasaron.
-Vean eso; un palo peludo en traje de baño –Dijo Severus al señalar a Remus y Ceywen, quienes ya eran lobitos y estaban dormiditos uno encima del otro.
-Caray, eso no se ve todos los días –Sirius se acercó a ellos –Bueno, yo tengo algo importante que hacer –Se voltea a ver a Naiko -, acompáñame.
-No vayas a regarla –Le dijo Severus por lo bajo.
-Descuida –le palpa el hombro y se llevó a Naiko a una terraza que estaba en la playa.
-¿Qué querías decirme? –Los dos estaban apoyados en el barandal de la terraza.
-Créeme que no es fácil –Suspira -... ya que esto se puede ver sólo con lo más puro que alguien puede tener.
-¿Qué cosa es?, vamos dime –Naiko sentía su corazón latir rápidamente.
-Bueno –Sirius se pasa la mano repetidas veces por el cabello –Bueno, ya vele. Nai ¿te gustaría andar conmigo? –Naiko abrió los ojos enormemente.
-¡Sí, claro que sí! –Dijo ya más respuesta y los dos se perdieron en un beso apasionado.
-¡Bravo! –Aplaudieron los demás.
-Pero ustedes nunca dejan de dar lata –Sirius abrazaba a Naiko por la cintura, y le regala una flor que arranco de una jardinera.
-Ya sólo faltamos nosotros –Fred y George se señalaron así mismos.
-Mentira. Faltan: Rúbrica, Draco y Shey... Ahhhh y las chicas nuevas: Rika, Stella, Kylie y Sam –Dijo Severus.
-Claro, como fuiste el primerito –Dijo Sirius.
-Claro –Dijo Severus como dándose importancia.
-Ajá, sí –Sirius lo puso patas pa' arriba.
-¡Bájame! –le golpeaba las rodillas.
-¡Vas para abajo! –lo aventó a la alberca que estaba a un lado de la terraza.
-¡Severus! –Harry se asomó.
-¿También quieres acompañarlo? Yo hice lo que me pidió y lo baje –Sirius Toma a Harry por los pies, y esta a punto de aventarlo, pero Akiko avienta a Sirius por el balcón y este cae a la alberca, justamente encima de Severus.
-Auch, que golpe –Fred y George se asomaron desde arriba.
-Auuu, mi trasero –Harry se sobaba atrás, por que se golpeó contra el suelo de la terraza a la hora de caer.
-Deja eso y dale las gracias a Akiko –Le dijo Sheyla.
-Sí, pero que duro ta' el suelo, creo que el agua es más blandita –Harry se seguía sobando.
-En ese caso... -Sheyla hace cara de maldita y carga a Harry sobre sus hombros (claro soy strong woman).
-¡No espe... -Harry fue arrojado a la alberca y de nuevo se llevó otro golpe.
-Ay Dios, creo que aquí quieren matarme –Severus se sobó la cabeza.
-Lo siento –dijo Harry.
-¿Estás bien, Sirius? –le preguntó Naiko.
-¡Sí amor, no te preocupes! –la saluda desde la alberca.
-Miren nada más –Ven subir a los dos lobitos.
-Mientras no les nazca el instinto animal, todo estará bien. No pensamos tener una camada de lobitos muy pronto –Sheyla sonrió y se sentó en el barandal.
-Dirás una camada de hombres lobo –Akiko sonrió.
-Sí tienes razón... digamos que si se pueden tener hasta tres hijos en casos normales, claro sí es que ellos son humanos, peor no quiero pensar en cuantos tendrían si están como lobos –Sheyla tomó una copa con vino y se la llevó a los labios –Simplemente delicioso -Se limpio los labios.
-¿Y no crees que el agua de la alberca esté más rica? –Sonrió Akiko maldosamente.
-¿A qué te refieres? –Sheyla la vio fijamente.
-¡A esto! –La empuja desde el balcón y Sheyla cae en la alberca.
-¡Shey! –Ante el asombro de todos, Severus la atrapó entre sus brazos -¿estás bien? –le preguntó.
-Sí, pero será mejor que me sueltes, no creo que a Kathie le agrade mucho esto, si se entera –Dijo Sheyla.
-Cierto, puedes tener razón –Para suerte de Severus, Kathie había decidido irse a dormir al hotel con los demás.
-No sé, como que pienso que Kathie es muy sangrona –Dijo Aileen.
-Sí, así es mi hermana -Sirius salió del agua y se secó con una toalla.
-Cambio mucho –Dijo Hermione, quien tomaba un refresco con Ron Weasley (este punto hay que aclararlo, por que podrían pensar en otro ron).
-Y sí sigue así, Severus la va a dejar –Los gemelos Weasley asienten.
-Bueno. Hay que salir a levantar las casas de campaña –Severus salió de la alberca y se dirigió hacia donde estaban todas las casa de campaña.
-Vengan, vamos –Todos comenzaron a armarlas.
--Yo soy una experta en esto –Dijo Akiko.
-Claro, como siempre te mando a dormir afuera cuando me haces enojar –Dijo Sheyla.
-¿Quieres apostar? –Preguntó Akiko.
-Muy bien, ¡Dejen que Akiko levante todas las tiendas de campaña! –Dijo Sheyla con voz determinante.
-¡Yo no quise decir eso! –Akiko se puso de pie y bastante molesta.
-¿Ah, no? Entonces no alardees –Sheyla se fue caminando por la arena.
-Creo que has perdido a tu amiga –Wood se puso una mano en la barbilla.
-No te apures, ese es nuestro deporte preferido, aunque no te lo recomiendo que te metas con ella. Sheyla sabe hacer unos ganchos realmente espectaculares, que te pueden dejar en el hospital por meses, incluso por años en el peor de los casos –Akiko levantaba una tienda de campaña.
-¿Quieres que te ayude, hermana? –Yukito se acercó a ella.
-Vaya, ya te estabas tardando –Akiko le avienta otra tienda de campaña.
-A ver, veamos –Lee las instrucciones –No todas las tiendas de campaña se arman igual –Se tumbó en la arena.
-¿Ya acabaron? –Sheyla se acercó de nuevo.
-¿Acaso ya la vez armada? –Gruñó Akiko.
-Mmm no creo que una experta se tarde tanto –Ven que en su mano trae otra perla.
-¿Te metiste a nadar, Shey? –preguntó Severus un poco sacado de onda.
-No, me encontré una almeja en la arena y por suerte tenía una perla –La guarda en su bolsita acostumbrada.
-Listo, ya está la primera –Akiko se sacudió las manos.
-¿Cómo cuántas faltan? –Harry se metía por un lado de la casa y salía por otro (era una casa de doble entrada).
-Mira, esta casa está perfecta para dos personas –Dijo Sirius.
-¿Para ti y Nai? –Preguntó Severus.
-Por supuesto que no imbécil, para mi y Harry –Sirius le estampó la caja con todo y tienda de campaña incluida, a Severus en la cabeza.
-¡Zaz! Creo que lo desmayaste –Dijo Naiko quien se hincó a un lado de Severus.
-Le diste muy duro, y sobre todo con esa cosa –Sheyla le tocó la cabeza a Severus.
-Que va, lo mandé a dormir con los angelitos –Sirius estaba muy quitado de la pena
-Lo bueno es que no fue eternamente –Seguían levantando las tiendas de campaña.
-¿Qué te diría Dumbledore, si te hubiera visto? –Preguntó Harry.
-Me hubiera felicitado –De repente vieron a Severus incorporarse -¿Ya te despertaste? –Vieron que se sobaba la cabeza.
-¿Puedes venir un momento, por favor Sirius? –Le pidió Severus. Mientras seguía sobándose la cabeza.
-Ya voy ¿Qué quieres? –Se acercó a verlo con una gran sonrisa en los labios.
-Ven, sólo quiero decirte algo –Lo llamó con la mano y cuando Sirius se acercó -¡Toma! –Le estampo la misma caja, que el le estampo hace unos momentos.
-¡Sirius! –Naiko corrió a su lado, mientras Sirius en el suelo veía estrellitas a su alrededor.
-Para que aprendas a no golpearme –Severus se puso de pie y fue a ayudar a armar más tiendas de campaña.
-Ustedes siempre tendrán pleito casado –Dijo Naiko.
-Mientras Sirius me siga golpeando, así será –Severus saca unas varillas de una funda.
-¿Sabes armar casas de campaña? –Se le acercó Harry.
-Sí –Severus se puso de pie.
-¿Me enseñas? –Harry lo siguió –Es que no creo que Sirius sepa armar tiendas de campaña Harry ayudaba a Severus a cargar las cosas.
-Yo también lo dudo. Harry, pásame la varilla más larga –Le enseña una que está en el piso.
-Toma –Harry se la extiende -¿Y con quién dormirás? –Preguntaba mientras le ayudaba a meter la varilla en la lona.
-Con Draco –Dijo mientras apoyaba ya la primera varilla en el suelo.
-¿Quién ha visto las estacas de esta tienda? –Akiko alzaba todo lo que tenía enfrente.
-Te sentaste en ellas –Le señaló Sheyla.
-Cierto, y supuestamente para no perderlas –Se para y las ve.
-Lo bueno es que no se hundieron –Sheyla la ayudaba.
-En eso vuelves a tener razón –Akiko ya había terminado de armar su tienda y la de Sheyla.
-¿Cómo vamos? –Sirius por fin reaccionó.
-Pues ahí vamos –Severus y Harry ya habían terminado también de armar la tienda de campaña, mientras los gemelos Weasley perseguían a la suya, ya que no le habían puesto las estacas.
-Tanto que nos tardamos en armarla y ahora esto –Los dos corrían tras ella.
-Eso les pasa por no poner las estacas cuando debían –Yukito les ayudaba, y 20 minutos después ya estaban todas armadas.
-Bueno, ahorita regreso –Severus se dirigió hacia los lobitos Remus y Ceywen –No me vayan a morder –Les puso una correa para tenerlos ahí, uno cerca del otro, pero lo suficiente mente lejos, para que no los dominaran sus instintos animales no los dominaran, y ambos lo miraban sonrientes, con las lengüitas de fuera y moviendo las colitas –Sí, yo también los quiero a ambos –los acarició.
-Severus, hemos traído un poco de comida y agua para ellos, por si les da hambre y sed en la noche –Severus se giró y vio detrás de él a Draco y Harry.
-Gracias –Tomó los platos en sus manos y se los puso enfrente a los dos lobitos mientras sonreía.
-¿Qué pasa Draco? –Le preguntó Harry al ver que este veía detenidamente al profesor de pociones.
-¿Sabes Harry? -Le dijo en un susurro –Ya sé que han sido varias las ocasiones en que lo que lo he visto, pero aún no puedo creer que Severus sonría –Harry ahora le sonrió a Draco.
-Lo sé, yo también me sorprendí la primera vez que lo hizo –los dos susurraban.
-Les aseguro que él más sorprendido fui yo – Ambos chicos voltearon y vieron a Severus detrás de ellos y sonriéndoles de una manera muy dulce.
-Caray Severus, me cae que tú tienes oídos biónicos –Dijo Harry y Draco rió.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.--Puede decirse que sí, bueno. Vamos todos a las tiendas de campaña, creo que Sirius ya debe de estar desesperado por ti –Se lleva a ambos –Entrega inmediata para Sirius –Aventó a Harry dentro de la tienda de campaña.
-Auch ahora los servicios de paquetería son más salvajes –Sirius levantó a Harry del suelo -¿Qué paso Draco? –Sirius miró a Draco pensativo.
-¿Acaso sigues pensando en lo de hace rato? –Harry se giró a verlo.
-No, ahora estoy pensando en cual es el apellido de soltera de mi madre –Pasa a la tienda de campaña de Harry y Sirius y ve que esta ya está adaptada por dentro.
-Bueno, tarde o temprano tenía que descubrirse. Tu madre se apellida Black –Los tres se voltearon atónitos a verlo –Sí Draco, tú eres mi sobrino –El que menos lo creía era Harry.
-Pero eso... -Quiso una explicación.
-Lo sé, lo mantuve en secreto por muchos años –Draco y Harry se voltearon a ver.
-Entonces Draco sería como mi primo y Severus como mi tío, claro sí este se casa con Kathie –Harry parecía feliz.
(Para la información del parentesco de Black con Malfoy; favor de leer el libro 5 de Harry Potter de Rowling).
-Y también eres tío de Akiko –Draco se referiría a Sirius.
-Cierto, tío político –Ven a Severus preocupado -¿Ocurre algo? –Sirius le pasó una mano sobre los hombros.
-Sí, no creo que terminando este viaje, continué yo con Kathie –Ahora los otros tres lo veían asombrados.
-Y hace días le comenté que yo también lo dudo. Catalina debe cambiar, o si no nunca podrá casarse –Sirius arreglaba las camas para él y Harry.
-Bueno –Severus voltea a ver hacia fuera mediante una pequeña ventana que se hallaba en la tienda de campaña.
-Un momento ¿Quién camina a lado de Akiko? –Señaló Harry.
-No sé ¿vamos tras ellos? –Los cuatro salieron de la tienda de campaña y siguieron a Akiko y a su acompañante a una distancia prudente.
-¿A dónde van estos? –Sheyla salió de su tienda de campaña detrás de los cuatro muchachos, que seguían a Akiko y su acompañante.
-Mira Fred, hay desfile o fila de Conga le señaló Fred a su gemelo la fila que seguía Sheyla de los cuatro muchachos, los cuales iban detrás de Akiko y su acompañante.
-¡Vamos! –Los gemelos salieron detrás de ellos.
-¿Qué andará haciendo mi Sirius? –Naiko vio a los gemelos correr detrás de una fila donde iba Sheyla, siguiendo a cuatro muchachos (entre ellos Sirius), los cuales iban detrás de Akiko y su acompañante.
-¿De qué trata esto? –Ron y Hermione también alcanzaron a la fila que Naiko siguió detrás de los gemelos, los cuales se pusieron detrás de Sheyla, la cual seguía a cuatro muchachos que a su vez seguían a Akiko y su acompañante.
-Es lo que yo quiero saber... Que se traen estos cuatro –Sheyla se asomó detrás de los matorrales donde todos se habían escondido para ver que hacían Akiko y su acompañante -... ¡Ah! –Exclamó –Bueno chicos, no es nada, es Akiko hablando de cosas sin importancia con su hermano –Anda vámonos –Sheyla empujó a todos.
-Diablos, quiero ir al baño –Dijo Sirius.
-Pues ve –Le dijo Severus.
-Pero los baños públicos ya están cerrados –Dijo.
-Entonces transfórmate en perro y ve a uno de los postes –Le dijo Severus.
-Sí tú como no –Sirius se cruzó de brazos.
-Mira, sería más penoso que lo hicieras como humano –Lo ve fijamente.
-Creo que tienes razón –Sirius se transformó en un gran perro negro y se fue a un poste que estaba en la playa.
-Esto sí no me lo pierdo –Severus lo siguió -¡Sirius sonríe! –Severus sacó una cámara y le tomó una foto a Canuto cuando hacía sus necesidades biológicas.
-Grrrr –El perro comenzó a ladrarle furioso y persiguió a Severus como tal perro entrenado persigue a un ladrón y Severus iba muerto de la risa, y se encerró en su tienda de campaña.
-¿Qué te traes? –Le preguntó Draco.
-Se esconde la cámara detrás y por lo mientras con Sheyla.
-Otro poco más y te descubren transformándote –Sheyla se dirigió hacia una chica, cuyos ojos rojos parecían de fuego y sus alas de vampiro capaces de cortar el viento y hacerle cumplir su voluntad.
-¿A qué te refieres? –Akiko no entendía.
-A que Harry y los demás casi te descubren, pero los corrí, al único que alcanzaron a ver fue a Yukito ¿O debería decir Yue?-Sheyla cruzó los brazos –Pero como que no se fijaron bien en su transformación.
-Vaya –Akiko regresa a su nivel normal.
-Yue ¿puedo preguntarte quien te dirige? –Sheyla lo vio de pies a cabeza.
-Sí claro, era Morgana... Ella me dirigió después que Clow y Sakura dejaron las cartas, aunque Sakura las dejo muy joven –Se notaba triste.
-Se nota que extrañas mucho a Clow y Sakura, pero bueno. Con que quedaste con Morgana, vaya; ella es buena. Una espiritista, Sí la recuerdo, ella fue una de mis mejores alumnas –Sheyla se sentó en al arena.
-Pero no creo que te siga dando gusto –realmente quiero que tú me dirijas ahora, puesto que Morgana, se a unido a tu primo –Dijo Yue con un tono sombrío.
-Me debes de estar bromeando –Sheyla se paró de golpe.
-No, así fue –Yue regresa a su estado de Yukito –Será mejor que nos vayamos a dormir.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
De regreso con Severus y Sirius, este último jalaba la tienda de campaña furiosamente y la mordía, pero ésta era muy resistente, hasta que Sirius recuperó su forma normal, pero aún así el cierra de la tienda de campaña, por la parte interna tenía un candado.
-¡Severus Snape, te ordeno que en este momento me des esa cámara, con el rollo incluido, sí no me convertiré en un asesino verdaderamente! –Severus el hacía burla a Sirius, mostrando al silueta o sombra de la cámara desde el interior de la tienda de campaña -¡Tú lo pediste! ¡Alohomora! –Agitó su varita y abrió la tienda de campaña –Dame la cámara si no quieres que tu cara se tiña de rojo –Estaba apretando los dientes.
-Vaya, pero ni una broma resistes. La cámara no tiene rollo, es más ni sirve –Severus le muestra la cámara –Y sí quieres, puedes hacer el hechizo para aparecer cosas o buscar el rollo por toda la casa –Le indicó.
-Vale, pero no vuelvas a hacerlo –Sirius dejó de apretarle el cuello a Severus y zangolotearlo.
-Eso es algo que no te puedo prometer –Decía Severus mientras se sobaba el cuello.
-Pues tendrás que hacerlo –Sirius le apuntó con la varita a la cara.
-Ok, ok –Severus se sentó en la cama.
-Nos veremos después –Sirius salió de la tienda de campaña.
-Que pase buena noche –Le dijo Severus antes de que abandonara por completo la tienda de campaña.
-Igualmente –Sirius salió y cerró el cierra de la tienda, mientras que afuera dos lobitos le aullaban a la luna –Más vale que te calles Lupin, si no quieres que me haga un abrigo con tu piel –El lobito sin prestarle atención siguió aullando.
-Déjalo pobrecito –Sirius vio venir detrás de él a Sheyla, Akiko y Yukito.
-Y si no te parece te pones unas orejeras y listo –Le dijo Akiko.
-¿Tú me darías unas? –La retó Sirius.
-Claro –Akiko sonrió y le puso las dos mitades de un coco en las orejas –Para que aprendas –Se va tarareando una canción de burla.
-Diablos –Sirius echaba humo hasta por las orejas.
-La solución e s muy simple: Pon un quietus dentro de tu tienda de campaña, ya sí no escucharas los ruidos de afuera –Sheyla le dio esa idea.
-Creo que tienes razón –Sirius despareció detrás de su tienda de campaña y vio a Harry ya dormidito.
-Bueno, creo que Harry estaba muy rendido –Sheyla lo vio desde la entrada.
-Parece que sí, Bueno. Hasta mañana –Cuando Sheyla se marcha. Sirius cierra la tienda de campaña.
-¡No, a Severus nooooooooo! –Harry gritó en sueños y eso hizo a Sirius brincar.
-Harry –Sirius lo sacude.
-¿Eh? ¿Cómo? ¿Quién? –Harry vio a todos lados.
-Era una pesadilla Harry –Sirius se comienza a poner su pijama.
-De nuevo esa maldita pesadilla –Harry encoge sus piernas y abrazando a sus rodillas, esconde la cara en ella y comienza a sollozar –Ya es la tercera vez que la tengo –Sirius se acerca a él.
-No te preocupes por eso Harry –Sirius lo volvió a acostar, hay sueños que suelen ser repetitivos y son sólo eso... sueños –Sirius le dio a entender.
-Pero los míos se vuelven reales –Harry no había dejado de convencerse de eso.
-No todos Harry, no todos. Recuérdalo –Ve su reloj –Bueno ya es hora de que me duerma. Buenas noches –Sirius se va a su cama y se queda dormido.
-Espero que tengas razón Sirius –Harry se tapa la cabeza con la cobija y se queda dormido.
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A la mañana siguiente vieron que Remus y Ceywen ya eran humanos de nuevo y platicaban con Severus.
-Buenos días –Severus saludó a Harry y Sirius cuando los vio venir.
-Bueno días Severus –dijo Harry y volteaba a todos lados.
-¿A quién buscas? –Preguntó Severus.
-A Draco –No lo veía por ningún lado.
-Él aún duerme, lo que pasa es que lo atacaron los mosquitos –Le explicó Severus –, y yo le tuve que poner una poción, para desaparecerle los piquetes –En las manos tenía las dos correas con las que amarró a los dos lobitos, y ene ese instante ven salir a Akiko y Yukito cada cual de su tienda y al mismo tiempo.
-¡Hola! –Saludan los dos al mismo tiempo.
-Vaya, ahora sí creo que son hermanos –Dijo Sirius al verlos.
-¿Eh? –Dijeron los dos al mismo tiempo y se voltearon a ver y para su sorpresa los dos traían un traje de baño negro, y en la pierna derecha de la bermuda de Yukito había una luna plateada y en la parte derecha del bikini de Akiko había también una luna plateada -¡Oye, te pusiste un traje del mismo estilo que el mío! –Se pusieron a discutir entre ellos.
-Son tal para cual –Mientras los veían discutir, los gemelos Weasley salían de su tienda.
-¡No discutan! –Les decían los gemelos mientras corrían al mar.
-Fred trae mi traje y yo el de él –Dijo George antes del chapuzón.
-Que locos –Dijo Sheyla y los siguió.
-¿A qué hora vendrán a buscarnos? –Akiko se sentó en la arena.
-Como por las dos de la tarde. Así que será mejor que vayamos recogiendo todo –Remus se acercó a las tiendas de campaña y comenzó a guardar todo.
-Sí, y si tenemos tiempo, pues ya nos pondremos a jugar –Severus fue a ayudar a Remus.
-Cierto, será mejor que guardemos nuestras cosas –Las chicas se metieron en las tiendas de campaña para sacar todo.
-Lo bueno es que no traemos mucho –Aileen guardaba todo en su bolsita playera.
-Y lo bueno es que tú si quisiste quedarte con nosotros –Sheyla se puso su mochila al hombro.
-¿Ya te vas a ir? –Aileen la miró extrañada.
-Sí, nos veremos al rato –Después de alzar lo que le correspondía, Sheyla se fue.
-¿A dónde vas? –Severus la alcanzó y ya estaba vestido.
-Iré a dar un pequeño paseo fuera d e Grecia, tengo ganas de ir a Francia –Le explica.
-Mmm iré contigo, no puedo permitir que vayas sola –Le aclaró.
-Creo que Sirius te ha contagiado y aparte a tu novia no le agradará –Le dijo Sheyla.
-Eso no importa, yo soy libre –Severus agarró su mochila y se la echo al hombro -. Ahí le avisan a Albus que llegaremos en la noche –Los otros asienten.
Severus y Sheyla van a una de las tantas terminales de Grecia, y abordan el tren que los llevará a Francia.
-¿Gustan alguno? –Una señorita les pasó unos refrescos.
-Gracias –Dijo Severus mientras los tomaba -, aquí tienes el tuyo –Le dio a Sheyla uno de fresa.
-Gracias –Sheyla le toma un poco con un popote (pajita).
-¿No quieres nada de comer? Nos venimos con el estómago vacío, y el viaje va a ser un poco largo –Ahora le pasa un Sándwich.
-Sí, gracias –Se lo comienza a comer –Oye ¿Qué le dirás a Kathie, cuándo se de cuenta de que no estás allá? –Sheyla parecía preocupada.
Que te acompañe por qué ibas a comprar unas cosas y que te ayudaría a traerlas –Le toma un sorbo a su coca.
-¿Y piensas que los chicos le dirán una mentira? –Severus cayó en cuenta de que Sheyla podría estar en lo cierto.
-No creo que ellos me traicionen –Severus se recargó en el respaldo de su sillón.
-Pues esperemos –Sheyla se volteo a ver el paisaje.
-Ellos ya no son como antes –Severus también giró la cabeza, para ver el paisaje.
-Es una pena –Dijo Sheyla de repente.
-¿Qué cosa? –Quiso saber Severus.
-Que existan personas que no sepan apreciar lo bello de este mundo –Puso su barbilla sobre su mano derecha.
-¿Cómo tu primo por ejemplo? –Sheyla asintió ante la pregunta de Severus –Bueno, es cierto. Aunque en un principio yo también era así –Le confesó.
-Pero Harry te hizo cambiar –Sheyla se giró a verlo fijamente a los ojos.
-Exacto. La persona a la que más detestaba en estos momentos, fue la que me hizo ver las cosas de diferente forma –Severus sonrío –Que irónica es la vida –Tomó otro sorbo a su refresco.
-Esta fue una de las tantas ocasiones donde vez que tu peor enemigo tiene encerrado dentro de él a tu mejor amigo –Ahora Severus asintió ante las palabras de la chica.
-Y lo mismo ocurrió con Sirius, y al igual con Draco y Harry –Ambos rieron.
-Sí James te viera con Sirius y su hijo, yo creo que se desmayaría –Dijo Sheyla.
-No lo creo, James era alguien especial en su forma de ser –El tren hace su primera parada en un pequeño pueblo europeo.
-En 6 paradas más nos bajamos –Sheyla sacó un mapa.
-De acuerdo – Severus también observó el mapa.
-Por otra parte parece ser que Ron ya no es el mejor amigo de Harry –Sheyla dobló el mapa y lo guardó.
-Pero yo quiero que lo siga siendo. Yo no pretendo ocupar su lugar, y es por eso también, que decidí acompañarte a este viaje –Severus contestó con toda la sinceridad de este mundo.
-Sí, pero aunque Ron y Harry siguen siendo amigos ambos viven en mundos muy diferentes. Harry está cambiando y eso se demostró cuando te brindó su amistad –Severus inclinó levemente al cabeza.
-Sí no hubiera sido pro él, en estos momentos no sé en donde estaría –Una señorita se les acerco y se llevó los trastes sucios y los cascos de los refrescos.
-¿Y no tienes planes a futuro? –Les dieron otros refrescos.
-Sí. Este será mi último año en Hogwarts, como profesor de pociones. Regresaré a la música y planeó hacer un viaje muy largo –Le comentó.
-¿Y a dónde? –Sheyla abrió una revista.
-Me encantaría conocer Japón y América. También África por los ritmos africanos –Se oía emocionado.
-¿Y del grupo? –El tren por lo mientras hizo su segunda parada.
-Lo haré con los chicos que formaron mi antiguo grupo, y tal vez le diga a Akiko que entre por una temporada, sí es que ella lo desea –Sheyla sonrió –Sí quieres, tú también puedes entrar –Ahora ella rió abiertamente.
-No gracias, yo no cantó ni en la regadera –Se recargó en el respaldo del sillón.
