Capítulo 4: Reuniones Parte I

 "¡Hitomi, Van, Merle!" Millerna los saludó desde el final de las escaleras.

Hitomi miró hacia ellos mientras desmotaba. Millerna seguía siendo tan bella como siempre. Alta y real, cada parte de Millerna se veía como la reina que era, de pie con un brazo alrededor de la cintura de Millerna estaba su esposo, el Rey Dryden. Van le había dicho que pronto después de que se fuera, Dryden y Millerna habían encontrado la manera de estar juntos. Ahora estaban felizmente  casados y habían sucedido al trono hacia tres años. Bajo su guía, Asturia había continuado prosperando.

Al otro lado de Millerna estaban Allen y Serena. Allen seguía impresionando. Hitomi suspiró mientras recordaba cuando no pensaba en nada más que él. Había cambiado un poco, pero el más grande cambio era su cabello. Allen lo había cortado y en su opinión era un poco más corto que su cabello y lo sostenía en una cola sobre su nuca. Hitomi dirigió su atención a Serena. No se conocían mucho y Hitomi estaba nerviosa por conocerla. Esperaba que ella y Serena pudieran ser amigas. 

"¡Hola!"  Hitomi devolvió el saludo y caminó siguiendo los pasos de Van y Merle. Una vez en el final, abrazos y saludos fueron intercambiados. Pronto risas y entusiasmo resonó entre los amigos. "Me alegra tanto verlos de nuevo a todos". Comentó Hitomi.

Dryden sonrió e indicó a todos que le siguieran, "Vamos. La cena nos aguarda en el comedor. Continuaremos hablando ahí".

El grupo rápidamente asistió y se dirigieron hacia el palacio. Una vez dentro, se dirigieron hacia el comedor. Tan pronto como estuvieron sentados inmediatamente bombardearon a Hitomi con preguntas.

 "¿Cuánto tiempo te vas a quedar?" Allen preguntó.

 "La carta de Van no era muy especifica. ¿Hay algún problema?" Dryden continuó.

"¿Qué has hecho todo este tiempo?" Millerna sintió que era grosero discutir negocios durante la cena y dio un pequeño fulgor a ambos Dryden y Allen para hacer entender su punto.

   Serena fue la última en preguntar algo a Hitomi. "¿Necesitaras cualquier ayuda?"

   Hitomi parpadeo. Aun que todas sus preguntas se parecían un poco eran todas tan consecutivas que no podía  contestar, fue la pregunta de Serena la que llamó su atención. Cuando ella había conocido a Serena era tímida, pero al parecer en un ambiente  familiar rodeada de personas familiares la abrían un poco. Decidió que contestaría primero la pregunta de Serena. Hitomi sonrió a Serena, "Estaría alegre de cualquier ayuda que estén dispuestos a ofrecer. Lo que vamos a empezar a hacer seguro será difícil y estaría encantada de tener tu compañía en nuestro viaje".

    Serena esbozó una sonrisa, "Me encantaría acompañarlos si necesitan mi ayuda". Serena ignoró la mirada desaprobatoria que venia de Allen.

    Hitomi rió nerviosa ante la mirada que vio a Allen dar a Serena. Suspiró,  "Para las preguntas del resto: estoy aquí indefinidamente. No se si habrá problemas, y he estado creciendo estos cinco años".

   El grupo de amigos estalló en risas dándose cuenta en que torpemente habían estado bombardeando a Hitomi con preguntas.  Millerna sofoco la risa para hablar, "Hitomi, perdónanos. Estábamos tan emocionados una vez que Van enviara el mensaje de que tu vendrías. Nos tomó un tiempo acostumbrarnos al hecho de que estabas de vuelta en Gaea".

    "Todos están perdonados" Hitomi les dio una gran sonrisa, "Pero es bueno estar todos juntos de nuevo".

     Todos convinieron sinceramente. La cena fue servida pronto y se apegaron a los asuntos de Fanelia, Asturia, como estaba la Luna Fantasma como le iba a Allen como cabeza de los Caballeros Reales de Asturia, y entre varias anécdotas de todos los sentados a la mesa. Millerna estaba alegre que su esposo y los otros en la mesa tomaran su silencioso decreto de no discutir negocios durante la cena.

    Para Hitomi la cena estuvo llena de remembranzas. Echo un vistazo a Van que estaba sentado a su lado a la izquierda de Dryden. Él y Dryden estaban absorbidos en la política del país. Allen quien se sentón enfrente de ella participaba en su conversación. La mayor parte estaba escuchando la conversación que se llevaba entre Merle, Serena y Millerna. Hitomi notó como cada uno estaba dentro de su conversación mientras que  Millerna alcanzó y apretó la mano de su esposo en muestra de su afecto. Dryden correspondió frotando su mano de arriba debajo de su antebrazo. Hitomi imaginó como se sentiría si Van le hiciera eso a ella.  Desplazo el agradable pensamiento y trajo a su mente de regresó a los varios asuntos que eran discutidos.

     Hitomi se dio cuenta de que no estaba participando en ninguna conversación para continuar con la atenta lectura de sus amigos. Sonrió mientras miraba a Serena  estar cómoda con todos. Seguía siendo tímida pero ciertamente tiene una fuerte personalidad.  Aun que Serena miraba de reojo a su hermano solo en caso de dijera algo que él no aprobaría, parecía haberse ajustado bien a su nueva vida. Allen la mayor parte, mantenía un ojo protector sobre su hermana. Hitomi esperaba que su sobreprotección no condujera a ningún mal entendió.  Hitomi se prometió que como nueva amiga de Serena, encontraría una forma de facilitar la tensión mezclada entre una creciente joven mujer y un incierto hermano mayor.

     Satisfecha con sus observaciones, Hitomi esperaba que hicieran igual las observaciones hacia ella. Serena y Merle notaron la mirada perdida de Hitomi. "¿Hitomi?" Merle paso una mano enfrente del rostro de Hitomi, "¿Dónde estas?"

      Todos en la mesa se dirigieron hacia Hitomi. "No donde". Hitomi respondió, "Solo pensando". 

     "Buenos pensamientos espero," Van acaricio la mano de Hitomi.

      Hitomi sonrió, "Por supuesto".

     La conversación se dirigió de nuevo a las políticas y 21 celebración del cumpleaños de Millerna.  Hitomi entro de nuevo a la plática, ofreciendo comentarios propios ocasionalmente. Pero Hitomi nunca realmente había regresado su completa atención a la conversación. Su mente estaba repentinamente llena de recuerdos de su hermana.

      La cena terminó y Dryden movió al grupo al salón colindante.  Después de que todos se hubiesen sentado, Allen decidió sacar el tema que ellos había evadido durante la cena, "Hitomi, ¿Qué sucede? ¿Qué te trajo de nuevo a Gaea?".

~ La mañana siguiente – Habitación de Myami ~

     "¡Myami despierta!" Tardus entró en la habitación de Myami y dio un jalo las mantas de la durmiente. Tardus ignoró la figura desnuda de Myami y lanzo de nuevo la manta sobre ella. "¿Cómo pude olvidar que tu duermes desnuda?".

     Myami se burlo desde debajo de su almohada, "Que te sirva de lección por tratar de levantarme temprano. Sabes que no soy muy madrugadora". Myami se dio vuelta cubriéndose por completo y haciendo un guiño a Tardus.

    Tardus lanzo sus manos al aire y llamó a Pristelle, "¿Podrías por favor hacer que la 'princesa' levante su trasero de la cama y continué?".

   "¡Voy!" Pristelle apareció fuera de la habitación de Ryley, "Solo voy a levantar a Ryley".  Camino lejos de Tardus y se dejo caer en la cama de Myami.

     Myami sofoco un grito y se reclino sobre su estomago, "Y bien, ¿Qué hora es?".

   "Alrededor de las siete de la mañana".  Pristelle dijo alegre

   "¡Tardus y su infernal reloj interno!" Myami lanzo las mantas a un lado y caminó a su bolso. Sacando varios artículos y ropa, Myami se dio vuelta a Pristelle, "¿Por qué no me dices como terminaste en la habitación de Ryley mientras me visto?"

    Pristelle acostumbrada a la ocasional desnudes de Myami sacudió su cabeza, "¿Y por que debería decirte algo acerca de eso?"

   "Por que soy curiosa y tu sabes que mueres por decírmelo".  Myami se coloca su ropa interior y después se deslizó los pantalones y una blusa.

   "Me conoces tan bien", Pristelle sonrió, "Como sea,  me dormí en mi habitación primero después…"

    Tardus que había estado escuchando desde el umbral sacudió su cabeza y caminó hacia la habitación de Ryley. Yil ya había despertado desde hacia media hora y estaba preparando los caballos. Él se le uniría abajo para el desayuno. Tocando en la puerta de Ryley, Tardus entró.

    "¡Pristelle, estoy despierto!" Ryley grito mientras se estaba vistiendo en la esquina de la habitación.

   "No soy Pristelle". Tardus se sentó en la única silla de la habitación.

   Ryley terminó de abotonar su camisa y se sentó en la cama enfrente de Tardus, "Y bien, ¿Qué estas haciendo en mi habitación?".

    "Evadiendo a un particular par de mujeres que al parecer están hablando acerca de cómo una de ellas terminó en esta habitación contigo".

    Ryley rió entre dientes, "Pristelle no puede  ocultarle nada a Myami. Ambos sabemos eso".

   Ante eso los hombres compartieron una buena carcajada. "No se si eso cause mas problemas que bien". Ryley comenzó a guardar el resto de sus cosas en su bolso.

    "¿Qué causa mas problemas que bien?" Myami asomó la cabeza dentro de la habitación. "Pristelle y yo vamos para abajo ahora".  Myami entonces levantó sus cejas a Ryley mientras le daba una mirada de valoración mirando de arriba abajo su cuerpo, "A menos que quieras demostrarme lo que hiciste para Pristelle anoche".

    "¡Myami!" Pristelle golpeó la cabeza de Myami.

    "¡Ouch!" Myami indignada gritó.

     "Vamos," Pristelle sacó la cabeza de Myami de la habitación de Ryley, después asomando su cabeza, "Nos veremos abajo".

     Ryley y Tardus escucharon a las mujeres alejarse caminando con Pristelle reprendiendo constantemente a Myami.  Los dos hombres rompieron en risas. Una vez que se hubiesen calmado, comenzaron a bajar.

   Tardus no pudo resistir, "Y bien, ¿Qué fue exactamente lo que le demostraste a Pristelle?".

      Tardus se ganó un buen codazo bien colocado en sus costillas.

~ A la siguiente mañana – Habitación de Hitomi ~  

       Hitomi despertó con el sonido del océano afuera de la ventana de su habitación. Se sentó y estiró,  respiró profundamente el aire fresco, "Había olvidado que hermosa es Asturia".

      Coloco sus piernas a un lado de la cama y se acomodó su corto camisón. Después dio vuelta hacia el baño, Hitomi regresó rápidamente a su habitación para cambiarse. En esencia estaba levemente fresco debido a la brisa del océano, Hitomi se vistió en forma similar – pantalones apropiados, una blusa de lino y una corta capa para mantener el calor.  Hitomi se secó el cabello tanto como pudo y después los acomodó en una media cola. Una vez que estuvo satisfecha con su apariencia,  ella se puso un poco de brillo de fresa en sus labios que había traído de la tierra con ella y se alejó para encontrar a Van y a los otros.

    Hitomi tarareaba para si mientras vagaba por lo pasillos del palacio. Asumió que eran entre las siete y las ocho de la mañana y que probablemente  estuviesen dormidos, ella podría esperar hasta que alguien la encontrara en lugar de andar en los alrededores. Vagó hasta que llegó al balcón donde había visto a Millerna besar a Allen. Caminado hacia afuera al aire libre, se perdió en la vista. Caminó fuera hacia el pasamano y se inclinó levemente.  Hitomi observó a las olas estrellarse en la orilla. Aunque aun era temprano, el puerto estaba ya concurrido de comerciantes.

    Hitomi colocó sus codos en el pasamano y luego recargó su barbilla en ellos. Después de que todo fuera explicado anoche, les había tomado un tiempo en procesar todo la información. Una vez que se hubieran recuperado del choque inicial, fue entonces que las preguntas llegaron. Hitomi se había preparado y contestó todas las peguntas que pudo. Las preguntas iban desde "¿Desde cuando tienes una hermana?" a "¿Qué va a pasar ahora?".  Era la última pregunta la que Hitomi no pudo contestar. Todo lo que le pudo ofrecer a sus amigos era que tendría más respuestas cuando encontrara a Myami.

    Van después les propuso el unírseles en la búsqueda de Hitomi. Allen acepto inmediatamente y se dirigió a Dryden para pedir permiso para irse por un tiempo. Dryden había aceptado, aunque él y Millerna querían acompañarlos, ellos no podrían debido a la próxima celebración de cumpleaños. Después sugirieron ir en busca del apoyo del Duque Chid. Eries, la hermana mayor de Millerna había dejado recientemente Asturia para visitarlo y sería bueno para Hitomi visitar al sobrino de Millerna y Eries. Hitomi estuvo de acuerdo, indicando que estarían alegres de cualquier ayuda que pudieran conseguir. Dryden prometió enviar un mensajero por la mañana para notificar a Chid de sus Próximos visitantes.

   Con todos inmersos en la elaboración de un plan de acción, Serena tomó la oportunidad de susurrar a Hitomi que ella quería ir con ellos. Hitomi entusiasmada acepto y se dirigió a los demás para anunciar que Serena se le uniría a su viaje también.  Allen no había tomado el deseo de Serena de unírseles bien. Había estado en desacuerdo inmediatamente y había terminado discutiendo con Hitomi. Hitomi había saltado como la defensora de la causa de Serena.  La discusión continúo por cerca de diez minutos  cuando para sorpresa de todos Serena habló. Había agradecido a Hitomi y luego se dirigió hacia su hermano y procedió a ponerlo en su lugar. Serena había explicado que era lo suficientemente mayor para tomar sus propias decisiones, que ella podría ser una ventaja para su viaje y que podía cuidar de ella gracias a la lecciones de esgrima. Por el resto de la noche el rostro de Allen reflejó  asombro.

    Hitomi rió ligeramente ante el recuerdo. Serena había hecho un buen trabajo con su hermano. Hitomi solo esperaba que las cosas continuaran yendo bien. Hitomi aclaró su mente y observó en silencio mientras las gaviotas volaban sobre el agua. Desde que descubriera que era un Ryujinbito había extendido sus alas solo una vez. Echando un rápido vistazo alrededor para ver si alguien podía verla, Hitomi se quitó su blusa. Manteniendo su sostén, se concentro y desplegó sus alas.

    Era así como Van la encontró. Al principio Van no podía creer en sus ojos. Después recordó que Hitomi era como él, se escondió en las sombras para mirarla. Era increíblemente hermosa. En ese momento no podía pensar en nada más asombroso que Hitomi.  

   Hitomi no había notado a su visitante. Agarro su blusa a su pecho, Hitomi estiró sus alas. Aleteo una vez y las ráfagas de aire se arremolinaron alrededor de ella. Hitomi rió con  jovialidad.  Doblo las alas hacia ella  y paso una mano a través de las suaves plumas. Como ella tenia algo como eso. Repentinamente dándose cuenta de que podría ser vista, Hitomi rápidamente contrajo sus alas. Una vez que estuvo segura que ya no estaban, se puso su blusa y regresó a su posición inicial en el balcón.

    Van sonrió para si. Recordó como había sido para él cuando había descubierto que tenía alas. Aunque su madre le había prohibido usarlas, se escondía solo para ver sus alas. Van miró a al mujer que amaba. Ella era todo para él, su alma gemela. Algo lo llevó a ella esta mañana y estaba alegre de que así fuera. Van sonrió mientras caminaba hacia Hitomi, "Buenos días".

    Hitomi alejo su mirada del escenario del océano hacia los ojos de Van. "Me pregunto si él me vio". Pensó.  Encontrando su voz de nuevo, "Buenos días, Van". Hitomi observó mientras él asistía y procedía a unírsele en el pasa manos. "¿Es hermosa, no es así?".

    "Si lo es". Van no se refería exactamente al paisaje que Hitomi estaba viendo, "¿Te gustaría acompañarme a desayunar?".

     "¿Qué hay de los otros?" Hitomi se maravilló.

     "Estoy seguro que ellos ya están ahí o se nos unirán pronto". Van ofreció su brazo, "Permíteme ser tu escolta".

      Hitomi ligo gentilmente su brazo con el de él, "Por supuesto".

      Van condujo a Hitomi en un confortable silencia al comedor. Se prometió una cosa mientras abría la puerta del comedor. 'Prometo llevarte a volar muy alto Hitomi'.

    Como si leyera sus pensamientos, Hitomi lo miró a los ojos y ofreció un silencioso juramento en gratitud.

  "¡Buenos días a ustedes dos!" Millerna saludó alegre mientras Van y Hitomi entraban en el comedor, "Por favor sírvanse ustedes". Millerna apunto a la tabla de bufete en uno de los lados de la habitación, "Nuestro cocinero siempre prepara los mas suculentos platillos para el desayuno".

    "¿No se nos unirá nadie mas?" Hitomi preguntó mientras comenzaba a servirse un plato de comida.

    Millerna tomó un sorbo de jugo, "Dryden debe estar aquí pronto así como Serena. Allen ya desayunó, como el se levantó mas temprano que todos nosotros. ¿Qué hay d Merle?".

    Van se sentó a la derecha de Millerna y respondió, "Fui a ver a Merle antes de encontrar a Hitomi. Sigue durmiendo. La despertamos tan temprano ayer para llegar aquí antes de que oscureciera, que se siente un poco fatigada".

    "¿Millerna?"  Hitomi se sentó en el lado opuesto de la mesa enfrente de Van.

    "Si, ¿Hitomi?".

    "Me preguntaba desde que nos vamos a quedarnos dos días mas si no te importaría mostrarme un poco los alrededores". Hitomi inquirió con esperanza.

     Millerna choco sus manos con emoción, "Por supuesto que te mostrare los alrededores. Hay tanto de Asturia que tu nos has visto que estoy muriendo por mostrarte".

   "Arigato, Millerna-sama". Hitomi sonrió.

   "Llevaremos a Merle y Serena con nosotros y haremos un día de solo chicas". Millerna planeaba, "Te puedo llevar de compras por vestidos para que vistas en el baile por mi cumpleaños".

     Hitomi rió nerviosa, "Millerna-sama, por favor, una cosa a la vez. Es posible que no estemos aquí a tiempo para la celebración de tu cumpleaños".

   "Será mejor que regresen a tiempo para mi cumpleaños",  Millerna asió la mano de Hitomi, "No puedo celebrarlo sin ti. Me encantaría conocer a tu hermana y toda mi familia estará ahí. Creme Hitomi, te considero a ti, Van, Merle e incluso a tu hermana a quien no conozco, mi familia". 

   "No se que decir". Hitomi estaba sin habla.  La tocó profundamente que Millerna la quisiera lo suficiente como para considerarla de su familia. Miró a Van y él le sonrió en apoyo, "Gracias".

   "No me agradezcas todavía. Y no digas nada. Solo piensa en regresar a tiempo para mi fiesta y mantén eso en mente mientras encuentran a Myami".

    Hitomi asistió y el trío continúo comiendo su desayuno. Poco después Dryden y Serena llegaron a unírseles y por último pero no menos por ello Merle quien llego estirando sus brazos y bostezando. "¿Llego muy tarde?".

    "Apenas a tiempo", Van rió mientras terminaba su té. "Por mi ya termine". Levantándose de su silla se acercó a Hitomi y pasó una confortable mano sobre su hombro, "Que te diviertas y si necesitas cualquier cosa voy a estar con Allen en el cuartel de los soldados".

     Hitomi pasó una mano sobre la de Van y le agradeció. La mirada de atracción que pasó entre ellos no pasó inadvertida por el resto de los ocupantes de la habitación. Después de que Van se fuera, Serena se dirigió a Hitomi, "¿Qué fue todo eso?".

    "Oh, Millerna-sama nos llevará a todas por un día fuera en la ciudad". Hitomi explicó.

    "No quiero decir…" Serena se comenzó y atrapó las miradas que venían de Millerna y Merle.     

     "¿Qué?" Hitomi vio cuestionadoramente a las tres mujeres. Dryden se encogió cuando Hitomi lo miró fijamente.

     "Nada" Merle intercedió rápidamente, "Ne, Hitomi-chan. Por qué no vas a alistarte y para cuando estés lista yo ya habré terminado. Eso deberá ser tiempo suficiente para que Millerna-sama y Serena se preparen también".

    Hitomi, quien tenía una sensación distinta más bien le pareció una forma sutil de decirle que se fuera, asistiendo y excusándose de la mesa, agradeciendo a Dryden por su hospitalidad. Tan pronto como Hitomi saliera, Merle puso su atención en Serena, "Disculpa por eso, pero hay algunas cosas que olvide decirte acerca de Van y Hitomi".

    Serena miro fijamente con curiosidad a Millerna y Merle, "Y Millerna-sama sabe de esto".

    "Si," Merle suplió, "Y también Dryden-sama. Hable con ellos anoche después de nuestra reunión en el salón".

    Dryden cabeceo afirmando a Serena, "Allen no lo sabe todavía, pero asumo que una vez que Van hable con él entenderá".

   "¿Qué es lo que todos saben que yo no se?" Serena comenzaba a sentirse impaciente.

    Merle sonrió, "Van y Hitomi están enamorados. Nosotros solo les estamos dando tiempo para que ellos lo digan. Hasta que eso pase, ignoraremos sus demostraciones de afecto".

   "Merle tiene razón". Millerna afirmó y dio a Dryden una conocida mirada, "Es mas difícil expresar los sentimientos de uno a otro cuando siempre hay otros haciendo  preguntas. El amor, al principio es una emoción cohibida. No se debe intervenir. A menos que Hitomi pida un consejo, solo deberemos pretender que lo que hacen es normal".

    "Supongo que entiendo," Serena inclino su cabeza, "Pero cómo Onii-chan sabrá una vez que Van hable con él. ¿Si le dices a Van lo que me acabas de decir eso no frustraría el propósito de dejarlos sacar sus sentimientos?"

     "Lo que te acabamos de explicar, Van no lo sabe". Dryden continuó "Tengo el presentimiento de que Van va a pasar tiempo con Allen para saber si el sigue sintiendo algo por ella. Y si así es, él pondrá su demanda sobre Hitomi."

~ En el camino que lleva a Asturia ~

    "¡Despacio, Dorser!"  Nigel llamó molesto, "Al paso que vamos los caballos no podrán recorrer la distancia que habías planeado para ahora".

    Dorser redujo renuente su velocidad. Su caballo ya estaba cansado y aun les faltaba recorrer la mitad del camino para llegar a un lugar donde conseguir otros caballos.  Buscando un lugar donde podrían dar a sus caballos un poco de reposo, Dorser pronto marchó hacia una arboleda que tenía un pequeña corriente de agua fresca. "Descansaremos ahí".

    Nigel agradeció silenciosamente a cualquier ser supernatural por forzar a su compañero a tomar un descanso. Habían dejado el mesón antes del amanecer ante la insistencia de Dorser y Nigel no estaba muy feliz. Después de una noche de sexo con una de las mujeres de las que se había rodeado la noche anterior, Nigel comenzaba a sentir la tensión. Una vez en la arboleda, saltó de su caballo y lo condujo al agua para que se refrescara. Nigel hizo lo mismo, echándose la fría agua en su cara para refrescarse. "Es sobre el tiempo".

   "Es por mi que eliminamos un día de nuestro tiempo de viaje". Dorser se sentó en la piedra enseguida de su caballo. "Asturia no esta muy lejos después de esas colinas. Yo diría que cerca de tres o cuatro días mas".

    Nigel gruño en respuesta y de dejo caer en el agua, "¿Ese dispositivo que te dio el amo Kirok sigue apuntando en dirección de Asturia?"

    "Si. La luz se hace mas fuerte entre mas cerca estamos".

    "¿Qué garantía tenemos de que la hermana aun estará ahí una vez que lleguemos?"

    Dorser afilo su daga en la roca, "Ninguna, pero el viaje a Asturia no será infructuoso", ante la mirada curiosa de Nigel Dorser continuó, "El amo cree que hay páginas perdidas del último volumen del los hechizos y profecías de los Ryujinbito".

   "Lo que explica por que los investigadores han tenido problemas descifrándolo," Nigel comenzó a limpiar su caballo con la fría agua, "¿Entonces hay una de las paginas en Asturia?"

    "Él lo cree" Dorser masticaba una hoja, "Las escondieron en diferentes tesoros. En Asturia, el amo piensa que la página esta escondida en el centro real".

   "Eso va a ser difícil, tomarlo bajo las narices de Asturia. Piensa en la guardia real".

  "No me digas que le temes a algunos niños mal entrenados. Además recuerdo lo que el amo Kirok nos ordenó hacer". Dorser recordó a Nigel.

    Los ojos de Nigel se ensancharon un poco y asistió entendiendo, "Eliminar a cualquiera que se atraviese en nuestro camino".

~ Asturia – Tarde por la noche ~

   "¡Tengo sueño!" Pristelle bostezó,

   "No te preocupes, Pristelle." Myami la consoló, "Vamos a detenernos ahí por esta noche".

   Los ojos de Pristelle siguieron el brazo extendido de Myami al mesón. Acababan de alcanzar las puertas de Asturia y había sido un día muy largo. "¡Gracias al cielo!" exclamó.

   Tan pronto como habían entrado en Asturia, Myami había tenido una fuerte sensación de familiaridad. Rápido echo un vistazo a los alrededores. Hitomi estaba aquí. El pequeño grupo se detuvo enfrente del mesón, Myami se dirigió a Yil y silenciosamente le indicó que asegurara el área.  Yil asistió aceptando su orden, bajo de su caballo y comenzó a vagar en el perímetro del mesón.

   "¿Problemas?" Ryley preguntó mientras ayudaba a Pristelle a bajar de su caballo.

    Myami sacudió su cabeza, "No. Solo precaución". Entonces desmontó de su caballo. "Ella esta aquí, puedo sentirla".

   "¿Hitomi?" Tardus comenzaba a conducir a los caballos a los establos.

   "Hai" Myami veía que Pristelle estaba por quedarse dormida de pie, se dirigió a Ryley, "Toma". Le dio algo de dinero, "Por que no consigues nuestras habitaciones y llevas a Pristelle a la cama. Es realmente tarde y podemos hablar acerca de los que vamos a hacer mañana en la mañana".

   Ryley asistió y medio cargando, medio caminado llevó a Pristelle dentro del mesón. Myami espero un poco a que Yil y Tardus regresaran de sus tareas. Una vez que ambos volvieron, el trío fue al mesón para pasar ahí la noche. Mañana seria un nuevo día y entonces todos buscarían a la hermana de Myami, Hitomi. 

~ Habitación de Hitomi – Palacio de Asturia ~

      Hitomi se sentó en el asiento de la ventana de la habitación que ahora ocupaba. Vestida en una vieja playera que había traído con ella de la tierra, Hitomi se sintió confortable y segura. Hacia tres semanas apenas ella había estado en la Luna Fantasma, la tierra. Ahora de regreso en Gaea, había pensado al principio que se sentiría fuera de lugar. Para su sorpresa, había sentido como si hubiese llegado a casa. 

   Había sido un largo día. Especialmente desde que Millerna era su guía turística. Pareciese que tenía fuentes de energía sin fin. Había ido a cualquier lugar que se le ocurriese a Millerna mostrarle. Desde costureros hasta vendedores de comida, el día había estado lleno de aventuras.

   El entusiasmo de Millerna había demostrado ser contagioso  y no tomo mucho tiempo antes de que las otras tres chicas se hubiesen contagiado de su humor. Hitomi rió ante las travesuras del día. En todos los aspectos Hitomi había tenido un gran día. Inclino su cabeza en la ventana.  Pensó de nuevo en sus recuerdos de Myami. Ahora que recordaba, todos los sentimientos de amor que tenia por Myami se reforzaron en su mente, Myami era y seria su apoyo. Era familia y sabía que lo que fuese que se estuviera aproximando, podría confiar en Myami.

   Hitomi también pensó en Van. No podría olvidarse de él. Él también había probado ser otro apoyo en la vida de Hitomi. Su amor por él solo se había vuelto más fuerte en las últimas tres semanas. Van había salido de su país para hacerla sentir en casa y  había tenido éxito por esto Hitomi siempre le estaría agradecida. Su sola presencia la confortaba.

   Después estaban el resto de sus amigos: Merle, Millerna y Dryden, Allen, Serena, Chid y Eries. Una vez que estuvieran todos juntos, incluyendo a Myami, Hitomi sabía que las cosas estarían bien. Hitomi pensó por un momento y decidió que mañana haría otra lectura del tarot para ver si podría encontrar el reino en el bosque que había aparecido en su última visión. Myami estaba cerca. La podía sentir.  Diciendo un rápido rezo de gracias y suerte, Hitomi se alejó de la ventana y se fue a la cama.

~ En el jardín trasero ~

    Sin saberlo Hitomi, su tiempo en la ventana había sido observado por dos hombres. Ambos hombres observando a Hitomi desde lados opuestos del jardín no se había dado cuenta que no estaban solos. En un lado estaba Van, deseando con todo su corazón que pudiese encontrar las palabras correctas para entrar en la habitación de Hitomi en ese mismo momento y confesarle su amor. En el otro lado de pie Allen. Para Allen habían sido cinco años de pensamientos de Hitomi que se había sacado en su ventana. Después de su conversación con Van tenia que determinar que seguía sintiendo por la hermosa mujer.     

~ Flashback ~

    ¡Clang! ¡Clang! ¡Clang! El sonido de la práctica llenaban los oídos de Allen. Como el capitán de la guardia real, Allen estaba a cargo de mantener todos esos bajo su agudo comando y listos para la acción. Aunque habían sido cinco años desde que una espada había sido realmente necesaria, la tropa de Allen seguía siendo la mejor en toda Gaea.

   Allen caminó levemente lejos de la práctica para observar el progreso de cada uno. Mientras observaban su mente vago al único pensamiento que había estado evadiendo por los últimos tres días, Hitomi. Desde que Dryden le había informado que había llegado un mensajero de Fanelia y que el mensaje era que Hitomi había vuelto y venia hacia Asturia, Allen no podía parar de pensar en el amor no correspondido por ella. Aun no sabia que era lo que Hitomi realmente sentía por él o por Van, pero sabia que tenia que encontrarlo. Estaba preparado para actuar según el sentimiento que predominara su mente y corazón para descubrir si Hitomi era realmente la que quería con él.   

   Allen levanto la vista para encontrar a Van acercándose a él desde la entrada del campo de práctica. Allen sonrió para saludar,  "Van".

   "Ohayo, Allen". Van indico a varias espadas en un suporte cerca de la pared, "Viene haber si te sentías bien como para probar mis habilidades".

    Allen levantó una ceja, "¿Estas seguro? Quiero decir, aun no has podido derrotarme por completo". Allen agregó arrogantemente.

   "Bueno ya veremos eso mi amigo". Van tomo una espada y saludó a Allen con ella.  

   Allen escogió su arma y la pelea comenzó. Ni uno ni otro retrocedía, pronto llamaron la atención del campo entero. Los soldados estaban todos gritando a su favorito y la multitud pronto llamó la atención de los guarias del castillo. Ataque por ataque los dos combatientes parecían estar en iguales condiciones.  Empuje, ataque, bloqueo, empuje, ataque y bloqueo; así continuó el patrón. Allen estaba impresionado con la mejora de Van. Al parecer Van había estado practicando después de la Gran Guerra. Allen hizo una mueca de dolor cuando el último ataque de Van había tocado su brazo.

   Van sonrió mientras sus energías empezaba a disminuir. Allen seguía siendo tan bueno como siempre. Su duelo  había continuado por los últimos diez minutos y parecía que cobraba a los combatientes. Ningún de los dos combatientes podía tomar ventaja sobre el otro. El rostro de Van se volvió serio al recordar el por que había venido a ese lugar en primer lugar. Desde que había visto la manera en que Allen había visto a Hitomi cuando llegaron, Van no podía mas que sentirse amenazado. Sabia cuan cercanos había sido durante la Gran Guerra. Por que seguía sin saber como se sentía Hitomi hacia él, Allen era competencia por su corazón.  Van necesitaba saber como se sentía Allen.  No sabía que lo había hecho desafiar a Allen pero sacaba rápidamente mucha de la agresión que ni siquiera sabia que tenía. Otro choque sonaba entres sus espadas, "La amo".  Van gruño.

   Allen fue tomado por sorpresa, "¿Que?" casi fallo en bloque la espada de Van.

   Van avanzó, "Me escuchaste".

   "¿Entonces por que me lo dices?"  Allen balanceó su espada.

   "Te lo estoy diciendo por que quiero que te alejes de ella. No quiero que seas mas que su amigo".

   Allen le dio una pequeña sonrisa a Van, "¿Y que si esas no son mis intenciones?".

   "Entonces la próxima vez que combatamos", Van dio un paso atrás y la espada de Allen cayó. Extendiendo una mano a Allen y esperando hasta que la tomara, "tendrá que ser real".

~ End Flashback ~

   Allen se dio vuelta y se alejo de la ventana una vez que Hitomi estuvo fuera de la vista. Aunque el no le dijo a Van exactamente como se sentía por Hitomi, sabía que cualquier cosa que fuera no podría, no sería ignorado.

   Van se volvió hacia el sonido de movimiento que provenía del otro lado del jardín. Vio a Allen alejarse silenciosamente de regreso al palacio. Van volvió su mirada a la ventana de Hitomi y encontró que se había ido. "Probablemente a dormir". Pensó. Van rasco su cabeza mientras el también se dirigía de regreso al palacio. No esperaba ver a Allen ahí. Aunque ya había hablado con Allen, Van no podía sacudirse la sensación de que Allen quizás seguía estando enamorado de Hitomi.  Van sacudió su cabeza. Si esperaba ganar el corazón de Hitomi, seria mejor que pensara en algo rápido. Van solo pensaba que nunca se compararía con alguien como Allen.

~ En algún lugar cercas a Vastras ~

   Nigel se perturbó mientras el carruaje pasaba a través de un bache en el camino.  Sentado enfrente de él estaba Dorser. Ante la insistencia de Dorser estaba viajando por la noche en un carruaje rentado. Llegarían a Vastas por la mañana y otros dos días serían eliminados de su viaje. Solo habían detenido lo suficiente para cambiar a los caballos para el carruaje dos veces.

   Nigel, pensaba que Dorser estaba dormido, abrió los ojos para apreciar el carruaje. Dorser era irremediablemente serio pero tenía buen gusto. Nigel aprobó su estilo de viaje. Aunque le molesto en extremo que tuvieran que viajar de noche, pero tenia mucho sentido. Miró fijamente a su compañero. Pensando en los años en que había competido por todo, incluyendo por el afecto de Myami. Dorser había sido el claro vencedor en ese combate, pero pronto perdió todo cuando ella se fue. Entonces compitieron por el favor del amo Kirok y Dorser una vez mas había ganado a Nigel.  Se preguntaba por que él nunca estaba amargado a pesar de todo. Nigel se encogió. Dorser era lo más cercano que tenía a un amigo y aunque no siempre se llevaban bien sabía que siempre serian leales el uno al otro. "Prometo que la próxima vez, yo seré el ganador". Nigel susurro para si mientras cerraba sus ojos, regresó al mundo de los sueños

   Dorser mantenía sus ojos cerrados mientras escuchaba a Nigel caía dormido. Era esencial para ellos tomar este carruaje. Sin el tendrían que seguir su viaje por mucho mas a para llegar a Asturia. Dorser escuchó a Nigel suspirar y luego dormir de nuevo. Dando vuelta a ver la pequeña ventana, pensó en como podría ser Myami ahora. Se había dejado acercar demasiado a ella y casi se había permitido escapar con ella cuando ella escapó, pero Dorser no lo permitió. En su lugar el cortó todos los lasos con ella y eligió el poder del amo Kirok estaba dispuesto a darle. Para Dorser, el poder lo era todo.  Había tenido el amor de Myami una vez y sabía que Myami había correspondió a ese amor,  pero eran jóvenes entonces. Cuando estuvo frente a la decisión de irse o quedarse, sabía que había roto su corazón cuando había elegido quedarse bajo la tutela del amo Kirok.

   Dorser saco en pequeño instrumento que el amo le había dado. La luz brillaba con mas intensidad entre mas cerca de Asturia estaban.  La hermana de Myami estaba ahí, y de alguna manera sabia que Myami estaría ahí también. Ella se arriesgaría a ser encontrada por el amo Kirok por aventurarse fuera y encontrar a su hermana. Si ella estaba ahí, Dorser le haría ver por que hizo lo que hizo. Para él, él no era digno de nada sin poder, pero Myami nunca había podido prever eso. Ella le había dicho que no necesitaba poder para amarla. Él entonces le había dado una bofetada. Había sido la única vez que él le había levantado la mano.  Había empezado a explicarle que el poder era todo y que con el él formaría el mundo a su entero gusto. No sería más la victima de nada.    

   "Myami",  Dorser pronuncio, "Nunca te olvide".

~ Fin del Capítulo 4 ~