Hola! Bueno, pues por fin se me hizo continuar y ponerles completo el songfic, aunque no es en la misma página, verdad? Pero creo que esta está mucho mejor que el otro famoso foro...

Espero que les guste y lo disfruten... de verdad sufrí para poder terminar este songfic... y creo que vale la pena... uno de los pocos fics de los que me siento orgullosa:D

AT THE BEGINNING

El verano acababa de terminar dando inicio al más frío otoño que recordaban haber vivido en el castillo, y era el último que pasarían ahí. En unos meses se graduarían y pronto harían su vida cada uno por su lado.

Se conocían desde hacía 6 años, seis años en los que habían compartido más cosas que ningún otro grupo de amigos. Habían afrontado juntos problemas que ningún chavo de su edad podría soportar, pero lo habían logrado sólo porque estaban juntos, porque contaban con su amistad.

Él había perdido a sus seres queridos, sus padres habían sido asesinados cuando él apenas tenía un año de edad y cuando estaba apunto de cumplir sus 16 años había perdido a su padrino y ahora sólo los tenía a ellos.

La vida de ella en el mundo mágico era cada vez más difícil, pues el segundo blanco de el Señor Tenebroso eran los magos y brujas como ella, Sangres Sucia, pero contaba con la protección de sus amigos, bueno, la protección de Ron; uno de sus mejores amigos; se había centrado en su novia y ahora sólo podía contar con Harry, aunque no quería ser demasiado egoísta, él ya tenía suficientes problemas como para que ella le cargara los suyos.

– ¿vas a ir a Hogsmeade este fin de semana? – le preguntó Harry a su mejor amigo mientras se dirigían al Gran Comedor.

Ron negó – Luna está enferma, me quedaré a hacerle compañía – dijo con calma – ¿irás con Hermione, no? – le preguntó sonriendo, pero Harry negó.

– quiere hacer su trabajo de Aritmancia – le informó mientras entraban al Gran Comedor.

– ¡oh, vamos! Lo puede hacer el domingo – le dijo Ron sorprendido, haciendo que Harry riera.

– pareciera que no la conoces... – le dijo con tono burlesco – ¿no te han bastado casi 7 años de amistad para saber que Hermione nunca dejará nada para después? –

Ron se encogió de hombros – bueno, tenía la esperanza de que hubiéramos tenido más influencia en ella – dijo sonriendo – ¿y dónde est�?... pensé que cenaría con nosotros – dijo al ver que su amiga no estaba en la mesa Gryffindor.

– se quedó con Ginny, le está ayudando con una poción –le dijo Harry con calma mientras ocupaban sus lugares en el centro de la mesa, junto a los demás Gryffindor de su curso.

– ¿ha pensado en ser profesora? – le preguntó Ron con tono serio – se la pasa estudiando o explicando – dijo sonriendo antes de darle un mordisco a su pierna de pollo.

Flash Back

– ¡Wingardium Leviosa! – gritó agitando sus largos brazos como un molino.

– lo estás haciendo mal – Hermione lo reñía – es Win-gar-dium levi-o-sa, pronuncia gar más claro y largo –

– dilo tú si eres tan inteligente – le dijo Ron con rabia.

Fin

Flash Back

– yo conozco un maleficio cuando lo veo, Hagrid. Lo he leído todo sobre ellos. Hay que mantener la vista fija y Snape ni pestañeaba¡yo lo vi! –

Fin

Flash Back

Estaba allí de nuevo, con un enorme libro entre los brazos.

– ¡nunca pensé en buscar aquí! – susurró excitada – lo saqué hace semanas para tener algo ligero para leer –

Fin

Flash Back

– no sé si habrás conseguido que lo capte – comentó Ron poco después, cuando, tras comprobar que no había peligro, volvían al castillo por la espesa capa de nieve sin dejar rastro tras ellos gracias al encantamiento de obliteración que Hermione realizaba a medida que avanzaban.

– pues mañana iré a verlo otra vez – afirmó decidida – si es necesario le programaré las clases. ¡No me importa que echen a la profesora Trelawney, pero no voy a permitir que despidan a Hagrid! –

Fin

– sabes que a Hermione no le interesa eso... – le dijo Harry con tono serio.

– pero sería muy buena en eso... digo, le encanta leer... y si fuera por ella se la pasaría haciéndonos estudiar todos los días – le dijo Ron sonriendo – creo que sería como McGonagall – dijo divertido.

– ¡sí claro!... pero McGonagall no es bonita – dijo Harry poniéndose sumamente colorado y provocando la risa de Ron.

– ¡deberías dejar de sonrojarte! – le dijo sonriendo – ¡no lo hiciste cuando se lo dijiste! –

– pero era diferente... ella decía que yo la encontraba fea y no era así... ¡no es así! – le aseguró volviendo a sonrojarse.

– ¡vamos¡Deja de hacer eso! – dijo Ron entre risas.

– ¡deja de reírte! – le dijo enojado – mejor dime... ¡que te calles!... ¡contigo no se puede! – dijo antes de levantarse de su asiento.

– ¡ey¡Vamos¡Sólo bromeaba! – le dijo Ron sin dejar de reír, pero Harry no le hizo caso – ¡oye¡No cenaste nada! –

We were strangers starting out on a journey, never dreaming what we'd have to go through. Now here we are and I'm suddenly standing at the beginning with you.

Estar en ese momento en la sala común no era su máxima prioridad, pero le había prometido a Ginny que le ayudaría y no podía, simplemente, echarse para atrás.

Llevaba horas intentando explicarle el procedimiento para hacer la poción y su efecto, así como sus consecuencias. Y sabía que Ginny era muy lista, pero era ella la del problema, tenía bastante tiempo distraída y confundía el orden de los ingredientes constantemente. Y es que últimamente; desde hacía más de dos años; no podía dejar de pensar en su mejor amigo, lo tenía constantemente en su cabeza, pero eso era su culpa, cada vez se mostraba más preocupado por ella, más atento a lo que le pasaba.

Flash Back

– ¿quieres una, Granger? – le dijo Malfoy, ofreciéndosela – tengo montones. Pero con la condición de que no me toques la mano. Me la acabo de lavar y no quiero que una sangre sucia me la manche –

La ira que Harry había acumulado días y días pareció a punto de reventar un dique en su pecho. Antes de que se diera cuenta de lo que hacía había cogido la varita mágica. Todos los que estaban alrededor se apartaron y retrocedieron hacia el corredor.

– ¡Harry! – le advirtió Hermione.

Fin

Flash Back

– no, no me importa – chilló Hermione.

– ¡ésta es Hermy, Grawp¡Vendrá a hacerte compañía! Qué bien¿verdad? Tendrás amiguitos para... ¡NO, GRAWPY! –

De pronto la mano de Grawp salió lanzada hacia Hermione, pero Harry agarró a su amiga, tiró de ella hacia atrás y la escondió tras un árbol. La mano de Grawp rozó el tronco, y cuando se cerró sólo atrapó el aire.

Fin

Flash Back

Harry agarró a Hermione y la tiró al suelo; él se tumbó también boca abajo y sintió un momento de pánico al oír lo cascos de los centauros que tronaban a su alrededor, pero estos saltaban por encima de ellos gritando y aullando de rabia.

Fin

Flash Back

– �¡CORRAN! – gritó Harry mientras las estanterías oscilaban peligrosamente y seguían cayendo esferas de cristal.

Agarró a Hermione por la túnica y tiró de ella hacia delante, a la vez que se cubría la cabeza con un brazo para protegerse de los trozos de madera y cristal que se les echaban encima. Un mortífago arremetió contra ellos en medio de la nube de polvo, y Harry le dio un fuerte codazo en la cara enmascarada; todos chillaban, se oían gritos de dolor y un fuerte estruendo, y las estanterías se derrumbaron en medio del misterioso eco de los fragmentos de profecías liberadas de las esferas.

Fin

Flash Back

El segundo mortífago, sin embargo, se había apartado de un salto para esquivar el hechizo de Harry y apuntaba con su varita a Hermione, que salía arrastrándose de debajo de la mesa para poder apuntar mejor.

– ¡Avada...! –

Entonces Harry se lanzó por el suelo y agarró por las rodillas al mortífago, que perdió el equilibrio y no pudo apuntar a Hermione.

Fin

– ¡ey¿Hermione, sigues aquí? – le preguntó Ginny, pues su amiga había dejado de prestar atención en lo que estaba haciendo.

– ¿eh?... ¿me hablas? – preguntó Hermione completamente confundida, y no pudo evitar sonrojarse al ver la mirada divertida de su amiga – lo siento, estaba pensando en... –

– lo sé... no te preocupes, si quieres lo dejamos para el fin de semana, no tengo que entregarlo hasta el miércoles – le dijo Ginny con calma y comenzó a recoger sus cosas, pero Hermione la detuvo.

– ¡no puedo! – le dijo haciendo que dejara de guardar sus cosas – tengo cosas que hacer el fin de semana – le dijo algo apenada – vamos... sólo nos está fallando el orden de los ingredientes... bueno, me está fallando – se corrigió al ver la mirada de su amiga – mira, por qué no la haces tú... si recuerdas el orden que... que te indiqué aquí¿verdad? – dijo mostrándole un pedazo de pergamino – vamos, ya una vez que lo logres se lo aplicamos a... – decía mientras buscaba algo en la sala común.

– �¿a Harry! – preguntó Ginny divertida, haciendo que Hermione la volteara a ver escandalizada.

– �¿estás loca! – le preguntó con el entrecejo fruncido – mejor lo probamos en mmm... ¿es que si no sale bien...? – se excusó, con las mejillas sonrosadas, al ver la mirada ofendida de Ginny – ¿crees que a Ron le moleste si usamos a Pig? – preguntó observando preocupada a su amiga.

– talvez le sirve un poco¡a ver si así se calma! – dijo mientras acomodaba los ingredientes que usaría.

Hermione se volvió a perder en sus pensamientos, no esperaba que todo fuera miel sobre hojuelas, pero hasta ahora todo le estaba resultando mejor de lo que ella misma se había imaginado. Bueno, para haber empezado como había empezado, era de celebrarse que no hubiera terminado de la misma forma.

Hermione no había sido del completo agrado de sus amigos cuando recién se conocieron, y estaba conciente de que en muchas ocasiones lograba sacarlos de sus casillas, pero las cosas habían cambiado y tanto Hermione como ellos habían cambiado, ella había aprendido a relajarse más y ellos a ser un poco más responsables y menos testarudos.

Flash Back

– te... lo... dije... – añadió Hermione apretándose el pecho – te... lo... dije... –

– tenemos que regresar a la torre Gryffindor – dijo Ron – lo más rápido posible –

– Malfoy te engañó – dijo Hermione a Harry – te has dado cuenta¿no? No pensaba venir a encontrarse contigo. Filch sabía que iba a haber gente en el salón de los trofeos. Malfoy debió de avisarle –

Fin

Flash Back

– bueno¿quién le enviaría algo tan caro sin siquiera decir quien es? –

– ¿y qué más da? – preguntó Ron con impaciencia – ¿escucha, Harry, puedo dar una vuelta en ella¿Puedo? –

– creo que por el momento nadie debería usar esa escoba – dijo Hermione.

Fin

Flash Back

Inspiró hondo y gritó – ¡Cru...! –

– ¡NO! – chilló Hermione, a quien Millicent Bulstrode continuaba sujetando – ¡no¡Harry, tendremos que contárselo! –

– ¡nada de eso! – bramó él fulminando con la mirada a lo poco de cuerpo de Hermione que alcanzaba a ver.

– ¡tendremos que hacerlo, Harry! Va a obligarte de todos modos¿así que qué sentido tiene? –

Y Hermione se puso a llorar débilmente sobre la parte de atrás de la túnica de Millicent Bulstrode. Esta dejó de aplastarla contra la pared de inmediato y se apartó de ella con asco.

– ¡vaya, vaya! – exclamó la profesora Umbridge, triunfante – ¿doña preguntitas nos va a dar algunas respuestas¡Adelante, niña, adelante! –

– lo... lo siento, pe... perdónenme – balbuceó la chica – pe... pero no puedo so... soportarlo –

– ¡está bien, niña, tranquila! – dijo la profesora Umbridge, que agarró a Hermione por los hombros y la sentó en la butaca. Se inclinó sobre ella y añadió – a ver¿con quién se estaba comunicando Potter hace un momento? –

– bueno – contestó Hermione, y tragó saliva – intentaba hablar con el profesor Dumbledore –

Fin

Una risa la sacó de sus recuerdos – ¿de qué te ríes? – le preguntó confundida al ver a su amiga desternillándose – ¡no la habrás probado! – dijo preocupada al ver lo mal que le había quedado la poción, pero Ginny negó sin dejar de reírse.

– Hermione... en serio... deberías... ¡ay!... – se quejó sosteniéndose la barriga sin dejar de reír – por qué no... ay... espera... – decía entre risas, intentando controlarse.

– ¿ya? – preguntó Hermione un poco molesta, al ver que Ginny por fin dejaba de reírse.

– lo siento... es que... deberías haberte visto... por tu culpa eché dos gotas más de jarabe de eléboro – dijo aún sonriendo – ¿en qué tanto pensabas, eh? Que hasta jugabas con tu cabello – dijo sonriendo aún más.

– �¿yo¿Con mi cabello? – le preguntó Hermione confundida, con las mejillas sonrosadas de nuevo, y Ginny asintió.

– ¿en qué pensabas?... o más bien¿en quién? – le preguntó divertida.

– olvídalo... tenemos qué ponernos con esto – dijo Hermione señalando la poción de Ginny – así podrás hacer tu ensayo y te lo reviso el domingo – dijo con tono distraído mientras se levantaba de la silla.

– ¡Hermione! – la llamó Ginny – ¡oye¡Esos son los dormitorios de los chicos! – le advirtió al verla comenzar a subir por las escaleras equivocadas.

– eh... sí... yo, voy por Pig – dijo aún con tono distraído, e ignoró los llamados de su amiga.

Tenía que pensar en lo que estaba pasando, no podía seguir así, comenzaba a dejar de poner atención en las clases; aún era la primera, pero le era bastante difícil atender a los profesores;, se dejaba ir en sus recuerdos y desatendía a sus amigos. Y ahora estaba ahí metida, y ya había estado ahí en otras ocasiones, pero ahora le resultaba tan diferente, ella ya no era una niña y sabía que si entraba alguno de los compañeros de sus amigos, pensaría mal, "aún son unos niños!".

"demonios!" se quejó al darse cuenta que la lechuza de su mejor amigo no estaba ahí. Caminó un poco por la habitación y se dirigió a la ventana que estaba entre las camas de sus mejores amigos. Intentó llamarla chiflando como lo hacía Ron, pero ella apenas si podía hacer un sonido agudo.

– Ron, nos prestarías a Pig para... – dijo al escuchar que la puerta del dormitorio se había abierto, pero se quedó muda al darse cuenta de que no era Ron el que había entrado.

– ¿querías hablar con Ron? Si quieres voy y le hablo – dijo con tono serio e hizo ademán de salir de la habitación, pero Hermione lo detuvo.

– ¡no!... digo, sí lo necesito, pero no es importante... prefiero estar contigo... – dijo sonrojándose en extremo.

– creo que deberíamos dejar de hacer eso – le dijo mientras se acercaba a ella.

– lo sé, pero no puedo evitarlo... fue más fácil cuando todos pensaron que éramos novios por culpa de Rita – le dijo sonriendo, aún sonrojada, mientras la rodeaba por la cintura – te quiero, Harry... – le dijo mientras recostaba su cabeza en el hombro de su "amigo", y Harry besó su cabello.

– y yo a ti... – le dijo uniendo su cabeza a la de ella – ¿crees que estén preparados? – le preguntó luego de un largo silencio, en el que permanecieron abrazados.

– yo quería que lo supieran desde el principio... – le dijo Hermione con tono serio.

– lo sé... – le dijo separándose un poco de ella – pero no quiero que pases por lo mismo de hace tres años –

– bueno, ahora sólo ando contigo... no estoy tras de Víctor – le dijo con tono divertido – además de que Rita no dirá nada y no tiene por qué saberlo todo el mundo mágico... – le dijo mientras le hacía una caricia en la mejilla – ¡oh sí! Ya está... ¡sólo era una mancha! – se apresuró a decir, mientras sus mejillas se tornaban rosa intenso, al ver que la puerta se había abierto, y apartó las manos de Harry de su cintura.

– ¿Hermione también tenía una mancha en la cintura, Harry? – le preguntó Ron con gesto divertido.

– ¿eh?... ¡oh, no, no! Sólo estaba bromeando... – dijo un poco nervioso.

– oh, claro... ¿y puedo saber qué hacía Hermione aquí? – le preguntó aún sonriendo divertido.

– bueno, yo te estaba buscando a ti... bueno, más bien a Pig – dijo Hermione intentando sonar tranquila.

– ¿a Pig¿Y para qué?... ¡esa lechuza está loca! – dijo Ron olvidándose del asunto de Hermione-quita-manchas.

– por eso... Ginny está haciendo el filtro de paz y queríamos ver si funcionaba bien... ¡en ella! – se apresuró a decir al ver la mirada molesta de Ron – para ver si logra tranquilizarse un poco... –

– bueno... ¡pero no lo hagan hasta que estén bien seguros de que la poción está bien! – le advirtió mientras pasaba a un lado de ellos.

– ¿podrías hablarle? – le pidió Hermione alejándose, discretamente, de Harry.

Ron asintió y se acercó a la ventana – esa lechuza está tonta, tendrás que ir a buscarla... – dijo luego de llamarla varias veces.

Hermione se encogió de hombros y se dirigió a la puerta del dormitorio.

– ¡te acompaño! – dijo Harry justo antes de que Hermione abriera la puerta – eh... necesito enviar una carta – dijo tomando un pergamino que estaba sobre su mesilla de noche.

– ¿a quién le escribes, Harry? – le preguntó Ron con tono interesado.

– a Remus... – dijo con tono distraído mientras alcanzaba a Hermione, y salió junto con ella del dormitorio.

– ¿de verdad le escribirás? – le preguntó Hermione incrédula, y Harry negó sonriendo.

– a menos que le interese saber que saqué una A en mi trabajo de Pociones avanzadas... – le dijo mostrándole el contenido del pergamino, en el que había una A trazada; visiblemente; con desgano.

Hermione le sonrió, pero no pudo decir nada al respecto, pues acababan de llegar a la Sala Común.

– ¡Hermione¡Hermione¡Lo hice¡Mira, lo hice! – la sorprendió Ginny poniéndole su caldero frente a sus narices.

– ¡Ginny... ten más cuidado! – dijo Hermione asustada, pues casi le cae encima el contenido del caldero, que emanaba una reluciente neblina de color plateado – ¡vaya¡Lo hiciste! – dijo bastante sorprendida – iré por Pig para probarla – le dijo sonriendo, antes de volver a retomar su camino hacia el hueco del retrato, seguida por Harry.

– ¡oye, Harry! Se acerca nuestro primer partido, podrías explicarme lo de... – decía Ginny emocionada, pero Harry la interrumpió.

– ¡tengo que enviar una lechuza! – dijo mostrándole el rollo de pergamino que llevaba en la mano, sin siquiera voltearla a ver, y siguió caminando detrás de Hermione.

– ¿puedo abrazarte? – le preguntó al oído luego de unos minutos de silencio, pero Hermione negó.

– no hasta que hablemos con Ron y Ginny... – le dijo sonriendo.

– ¡ah¡Con que me estás castigando! – le dijo Harry con tono sorprendido.

– no, es sólo que los demás pueden comenzar a hablar y estoy segura que Ron se molestaría bastante si le llegaran rumores antes de que nosotros se lo dijéramos – le dijo con tono serio – ven, tendrás que ayudarme a atrapar a Pig – dijo mientras salían del castillo.

– �¿para eso me quieres! – le preguntó Harry fingiendo tono sorprendido – ¿para hacer el trabajo pesado? –

Hermione le sonrió – bueno, siempre lo has hecho muy bien¿no? – le dijo fingiendo tono serio, pero enseguida comenzó a reír – lo que pasa es que tu eres el bueno atrapando cosas que vuelan como locas – le dijo mientras lo tomaba de la mano para guiarlo hacia la lechucería y Harry la abrazó por la cintura.

– ¿ahora sí puedo abrazarte? – le preguntó al oído, sonriendo antes de darle un beso en la mejilla.

Aún no podía creer que estuvieran juntos, habían comenzado siendo sólo amigos, amigos y nada más. Ella siempre lo había visto como un buen chico, siempre se le hizo muy lindo, pero lo conocía demasiado bien como para pensar en fijarse en él. Pero cuando menos se lo había imaginado, se había dado cuenta de que estaba enamorada de él, después de haberle dicho a Ron que sería demasiado raro para ella fijarse en sus mejores amigos; pues él seguía intentando acercarse a ella como algo más que su mejor amigo;, se detuvo unos segundos a pensar en lo que había dicho y se había dado cuenta de que no se le haría raro andar con Harry, él también era su mejor amigo, pero al pensar en una relación con él, se le hacía muy posible que sucediera o por lo menos que le gustaría que sucediera. Y, conforme pasaba el tiempo, cada vez le gustaba más la idea y el cariño que sentía por su amigo ya no era el mismo.

Ambos se confesaron que se sentían atraídos el uno por el otro, pero el momento no era justamente el mejor para iniciar una relación, no sólo eran los exámenes, también estaba el Señor Tenebroso, y sabían, por la Orden del Fénix, que se encontraba cerca del castillo, así que dejaron pasar ese verano, además del año que habían tardado en confesarse lo que sentían.

– aún no puedo creer que ya vayamos a cumplir dos meses – le dijo Hermione mientras entraban a la lechucería.

– ¡oye¡El que mi última relación haya durado menos de un día no fue mi culpa! – se defendió Harry, cerrando la puerta tras de él.

Hermione se rió – no estoy diciendo que sea increíble que podamos durar dos meses... si no que hemos podido aguantar mantenerlo en secreto – le dijo sonriendo mientras buscaba a Pig con la vista.

– oh, sí... lo único que no me gusta es que tengo que contenerme cuando quiero hacer esto... – le dijo acercándose a ella, antes de darle un beso en los labios, abrazándola por la cintura.

– no podemos seguir usando esto como pretexto – le dijo Hermione sonriendo – ¡nunca le había escrito tanto a mi mam�! –

– bueno, a pesar de todo, el momento que está viviendo el mundo mágico puede excusarte de escribirle casi todos los días – le dijo Harry con calma, hablándole al oído, aún abrazándola.

– quien diría que alguna vez serviría de algo Voldemort – le dijo Hermione sonriendo mientras acariciaba el cabello de su novio – hemos pasado por muchas cosas... y no dejaremos que Voldemort nos dañe¿está bien? – le dijo con tono serio al ver la mirada preocupada de Harry – estaremos juntos... – le dijo antes de darle un beso en los labios.

– podré con lo que me pongan enfrente mientras estemos juntos – le dijo Harry sonriendo.

– podremos juntos – le aseguró Hermione.

Harry la abrazó con fuerza, contaba con ella. Sabía que siempre había contado con ella, pero ahora era diferente, ahora se sentía con más confianza de expresar todo lo que sentía, todo lo que le preocupaba, y sabía que esa era una de las ventajas que traía el haber sido mejores amigos antes de comenzar a andar.

Flash Back

– pensé... – balbuceó Cho salpicando la mesa de lágrimas – pensé que tú... ¡lo entenderías¡Necesito hablar de ello¡Y seguro que tú ta-también necesitas hablar! No sé, tú viste co-cómo pasó¿no? –

– bueno, he hablado de ello con Ron y Hermione – dijo Harry en susurro – pero... –

– ¡ah, con Hermione Granger sí puedes hablar! – exclamó ella con voz estridente mientras las lágrimas seguían resbalando por sus mejillas.

Fin

Claro que podía hablar con Hermione, era su mejor amiga, y ahora podía hablar con ella con más libertad, podía contarle cómo se sentía cuando tenía pesadillas sobre la desaparición de Sirius, sobre Voldemort y, a veces, sobre sus mismos padres.

– creo que deberíamos volver, si no van a sospechar algo – le dijo Hermione sonriendo.

– bueno, todo es culpa de Pig, no quiere bajar... no creo que pretenda que suba a agarrarlo, con lo loco que está seguro me caigo – dijo Harry observando con recelo la pequeña lechuza.

Hermione sonrió – si quieres subo yo... – le dijo con tono divertido – o cómo demonios hace Ron para bajarlo –

– ¡ven para ac�, estúpida bola con plumas! – le gritó Harry observando a la lechuza que revoloteaba por lo alto de la lechucería. Y, para sorpresa de ambos, la lechuza voló en picada hacia ellos, haciendo que Hermione se partiera de risa.

– ¡ese animalito, definitivamente, está loco! – dijo Hermione entre risas – vamos... – dijo al ver que Harry sostenía a la revoltosa lechuza.

No one told me I was going to find you, unexpected, what you did to my heart.
When I lost hope You were there to remind me: this is the start.

– ¡ey¡Hasta que vuelven¡Se desaparecieron por bastante tiempo! – les dijo Ron en cuanto los vieron entrar a la Sala Común.

Harry y Hermione se separaron por lo menos un metro, aunque siempre había sido normal verlos caminar a menos de medio metro de distancia, ahora que ocultaban su noviazgo temían que fueran a descubrirlos, aunque así les daban más razones para creer que eran novios.

Hermione sonrió tranquila – ¡tu lechuza está loca! – le dijo mientras Harry y ella se acercaban a la mesa donde Ginny tenía su poción – estaba en lo más alto de la lechucería¿cómo pretendías que la hiciéramos bajar? – le preguntó sentándose frente al caldero.

– ¿y hasta ahora te das cuenta? – le preguntó Ron con sarcasmo – ¡ey¡Cuidado¡Está loca, pero no la quiero muerta, eh! – le advirtió a Hermione al ver que ponía un poco de la poción en un gotero.

– la poción quedó bien... no te preocupes – le dijo Hermione con calma y, sin pensarlo más, se lo dio a la pequeña lechuza, aún agitada, que sostenía Harry. Y, en cuestión de segundos, Pig dejó de intentar safarse de las manos de Harry, que la dejó sobre la mesa y los cuatro la observaron expectantes.

Ron la observó sorprendido – �¡se está muriendo! – dijo preocupado, pero en segundos abrió los ojos y comenzó a revolotear por toda la sala común.

– �¿qué le pasa¡Sólo le hizo efecto por tres segundos! – se quejó Ginny observando a la pequeña lechuza.

– ¡no entiendo! – dijo Hermione decepcionada – en el libro no decía que tuviera diferente efecto con los animales –

– ¿estás segura que leíste bien el libro? – le preguntó Ron comenzando a hojear el libro de su hermana.

Hermione lo observó ofendida – ¡he leído ese libro miles de veces¡Aprobé ese TIMO con S! – le recordó.

Harry se rió – vamos, no te preocupes, chaparra, seguro es cosa de esa lechuza loca – le dijo sonriendo mientras le pasaba el brazo por los hombros.

Ron y Ginny lo observaron sorprendidos, mientras Hermione se ponía completamente roja.

– ¿desde cuando le dices chaparra a Hermione? – le preguntó Ron con tono burlesco.

Harry lo observó sorprendido – �¿que yo qué! – le preguntó arqueando las cejas.

– sí, tú llamaste a Hermione cha... – decía, pero un gritito de unas niñas de 2° curso, que estaban en la sala, llamaron su atención – ¡oh¡Maldita bola piojosa¡Anda¡Sal de aquí! – dijo enojado mientras perseguía a su lechuza – ¡anda¡Sal¡Nadie te quiere aquí! – decía mientras perseguía a Pig por toda la sala común, y Harry y Hermione aprovecharon para salir por el hueco del retrato.

– ¡ves¿Por eso te dije que es mejor que lo sepan! – le dijo Hermione preocupada mientras caminaban por los pasillos.

– lo sé, pero fue... fue... lo dije sin pensarlo – le dijo Harry apenado.

Hermione le sonrió intentando restarle importancia – no te preocupes, a mi no me molesta... es sólo que pienso que deberíamos decirles... aunque sea sólo a ellos – le dijo con mirada suplicante.

Harry lo pensó por unos segundos – ¿crees que se molesten? – preguntó preocupado, pero Hermione negó – dame unos días – le pidió pasándole un brazo por la cintura y, sin que Hermione se lo esperara, le dio un beso rápido en los labios.

– ¡Harry! – dijo sonriendo nerviosa, volteando a ambos lados para asegurarse de que no había nadie en el pasillo y Harry le sonrió.

Si se lo hubieran dicho cuando la conoció, jamás lo hubiera creído, eran muy diferentes, a ella le encantaba seguir las reglas y evitar cuantos problemas fueran posibles, y él tenía bastante facilidad para meterse en problemas rompiendo un montón de reglas, pero talvez esa era una de las razones por las que habían terminado juntos, se complementaban, mientras ella intentaba evitar que se metiera en problemas, él la enseñaba a ser un poco más relajada en cuanto a las normas.

– ¿no podríamos escabullirnos por ahí? – le preguntó Harry con una sonrisa traviesa, mientras regresaban a la sala común, pero Hermione negó.

– ¿qué te parece si salimos más tarde, cuando nadie se de cuenta? – le dijo sonriéndole.

– bueno, creo que me gusta más tu idea – le dijo mientras la tomaba de la cintura, aprovechando que los pasillos estaban desiertos, la acorraló contra la pared; cerca del retrato de la Dama Gorda; y la besó.

Hermione intentó resistirse apoyando sus manos en el pecho de Harry y empujándolo, pero ella también quería besarlo, y comenzó a acariciar su mejilla y su espalda.

– ¿dónde se habrá metido ese par? Harry me había dicho que nos explicaría las jugadas para el partido –

Harry y Hermione se separaron de golpe y desearon poder camuflajearse con la pared mientras Harry arrinconaba a Hermione cubriéndola con su cuerpo.

– ¡no debiste haberte burlado! – lo reprendía Ginny mientras se alejaban – talvez lleva tiempo diciéndole así y tú ni te habías dado cuenta... – decía, pero su voz se fue apagando con forme avanzaban. Y al asegurarse de que ya no se escuchaba nada, Harry se separó de Hermione.

– estuvo cerca... – le dijo Hermione sonriendo nerviosa mientras observaba sobre el hombro de Harry para asegurarse de que no se veían sus amigos.

– vamos... entremos antes de que regresen – le dijo Harry observando detrás de él, tomó a Hermione de la mano y entraron juntos.

– bien... yo me iré a dormir... ¿a qué hora nos vemos? – le dijo Hermione dirigiendo cortas miradas nerviosas al hueco del retrato.

– supongo que me desocuparé temprano... mira... sube a mi dormitorio y toma la capa invisible – le dijo temiendo que fuera a tardar más de lo esperado y, estando Ron y Ginny todavía en la sala común, bajara Hermione y le hicieran preguntas innecesarias.

– pero ahí ya están los otros chicos... si me ven se volverán locos... creerán que ando de pervertida o algo –

Harry le sonrió – esta bien... espérame un segundo – le dijo antes de subir hacia su dormitorio.

– ¿estás seguro que ellos no se lo esperan? – le preguntaba Ginny nerviosa, era más de media noche y ellos seguían ahí.

– sí... mira, Malfoy es un idiota como capitán, él sólo se está enfocando en atacar... – decía Harry pero se quedó callado al sentir algo en el hombro.

– sí, pero eso no quiere decir que vayan a descuidar la defensa – dijo Ron sin darse cuenta del inesperado silencio de su amigo.

– hemos podido hacerlo durante un año... no tiene porqué salirnos mal este año... – le dijo Harry intentando sonar tranquilo – además, tenemos las nuevas jugadas –

– bueno, hay una que aún no entiendo – dijo Ron señalando el pergamino que estaba sobre la mesa.

– esa jugada no tienes que entenderla, de eso nos encargamos los cazadores y los golpeadores... – le dijo Ginny con tono cansado – creo que mejor... voy a dormir – dijo bostezando y se levantó de su lugar.

– creo que yo igual – dijo Ron estirándose – ¿no vienes, Harry? – le preguntó al ver que no se levantaba de su lugar, y Harry negó.

– me quedaré a revisar unas cosas – dijo fingiendo poner atención a los pergaminos – anda, ve a dormir, no te preocupes – se apresuró a decir al ver que Ron regresaba a su lugar.

– esta bien... buenas noches – dijo antes de desaparecer por las escaleras.

Harry siguió fingiendo atención a sus pergaminos hasta que escuchó que se cerraba la puerta de su dormitorio.

– ¿dónde estás? – preguntó en susurro, volteando a ver a todos lados – Hermione, no es gracioso... – dijo levantándose de su lugar para buscarla, pero enseguida sintió que alguien tomaba su mano y, sonriendo, estiró su otro brazo y tomó la invisible tela tirando de ella, descubriendo a una sonriente Hermione – te divertías¿eh? – le preguntó mientras la abrazaba.

Hermione asintió sin dejar de sonreír y los cubrió a ambos con la capa – creo que es mejor que salgamos... – le dijo sonriendo divertida y comenzó a caminar de la mano de Harry.

– ¿a dónde vamos? – le preguntó Harry luego de estar caminando por varios minutos sin rumbo fijo. Él la rodeaba por los hombros con un brazo mientras ella iba aferrada a su torso.

– a dónde tú quieras... – le dijo Hermione sonriendo – tú eres el que conoce el castillo –

Harry le sonrió y se detuvo – ¿y si nos vamos? – le dijo sonriendo nervioso – ¿si nos vamos y nos olvidamos de todo? – le preguntó mientras la abrazaba.

Hermione lo observó seriamente y sin decir nada lo guió a un aula que estaba a unos cuantos metros – ¿Harry... te das cuenta de lo que me estás diciendo? – le preguntó manteniendo el gesto serio y Harry asintió.

– podemos irnos, sabemos todo lo que necesitamos saber, y hasta un poco más de lo que sabe cualquiera de nuestra generación... podemos irnos, tengo dinero... conseguiría un empleo... podemos hacerlo, los gemelos lo hicieron – le decía con tono ansioso.

– Harry, piensa por un minuto en lo que estás diciendo, los gemelos lo hicieron, pero ellos llevaban años planeándolo, tenían un montón de inventos y tú les diste un saco lleno de galeones, montaron su tienda y es todo un éxito... pero nosotros... no tenemos nada, Harry... yo todo lo que tengo es un tonto título de premio anual, que perdería automáticamente si nos vamos y me convertiría en una... en nada –

– tienes mi amor... – le dijo con tono serio.

Hermione lo observó sorprendida – Harry... – le dijo apenada.

– ¿no es suficiente? – le preguntó Harry con tono dolido.

– Harry, no se trata de eso... tu amor es más de lo que puedo merecer... pero no sirve huir del castillo... él nos encontraría – le dijo Hermione con tono serio.

– ¡podemos irnos del país! – le sugirió con tono urgente, pero Hermione negó.

– ¡Harry, no tenemos por qué estar huyendo de él! – le dijo manteniendo su tono serio.

Harry bajó la mirada decaído y Hermione lo observó preocupada mientras se sentaba en una de las sillas que había en el aula. Estuvieron en silencio por varios minutos hasta que Harry se acercó a ella – no quiero que te haga daño... no quiero que te vuelva a lastimar... – le dijo con tono preocupado, hincándose frente a ella y se refugió en su pecho como un niño pequeño.

– no importa lo que pase... – le dijo Hermione mientras lo abrazaba – lo único que podría hacerme daño es que ese... ese bastardo te hiciera algo... – le dijo con tono preocupado mientras acariciaba su cabello.

– él no sabrá que nos fuimos... – le decía con miedo – Hermy, no estoy preparado... no creo poder enfrentarlo y... y si me pasa algo... irá tras de ti... no quiero... Hermione, no quiero que te pase nada... – le dijo ocultando su rostro en las piernas de su novia.

Hermione se inclinó hacia él y besó su cabello – aquí estaremos bien... aquí tenemos apoyo... no dejarán que te pase nada... no te dejaré... ¿esta bien?... Harry... – lo llamó haciendo que la volteara a ver – te amo... estamos juntos en esto... no nos pasará nada – le dijo antes de darle un beso en los labios, Harry le correspondió acariciando su cintura y espalda, y detuvo el beso, uniendo su frente con la de ella.

– eres lo mejor que me ha pasado... – le dijo en susurro – te amo... no soportaría que te pasara algo... – le dijo sin poder evitar que su barbilla temblara un poco.

Hermione le hizo una caricia en la mejilla – yo también te amo... y no me pasará nada mientras esté contigo... mientras estemos juntos – le dijo antes de volverlo a besar.

Life is a road, and I want to keep going, love is a river I want to keep flowing, life is a road, now and forever, wonderful journey.

I'll be there when the world stops turning, I'll be there when the storm is through, at the end I want to be standing at the beginning... with you.

– no¿quieres decirme dónde te habías metido?... Ginny te estuvo buscando por todo el castillo – la reprendió Ron mientras se dirigían al gran comedor.

Hermione lo observó con el entrecejo fruncido – que yo sepa, no tengo por qué decirte dónde estoy las 24 horas del día – le dijo mientras buscaba a su novio, con discreción.

– ¡en esta ocasión sí! McGonagall quería que le... ¿a quién buscas? – le preguntó al darse cuenta de la poca atención que recibía de su amiga.

– a Harry... – dijo con tono distraído, pero enseguida se dio cuenta de su error – me pidió que le ayudara con su trabajo de Pociones avanzadas – le dijo intentando sonar despreocupada mientras ocupaban sus lugares.

– ¿Pociones avanzadas?... ¡pero si tu no llevas esa asignatura! – le dijo Ron confundido.

– lo sé, pero necesita ayuda... supongo que si reviso la poción podría ayudarle – dijo con tono distraído.

Ron prefirió no seguir intentando que sus amigos hablaran de lo que pasaba entre ellos, así que se dedicó a lo suyo.

– ¿a dónde vas? – le preguntó Hermione al ver que Ron se levantaba de su lugar.

– voy con Luna... – dijo señalando hacia un punto exacto de la mesa Ravenclaw, en donde se encontraba su novia.

Hermione intentó ponerle atención a lo que había dicho, pero se distrajo al ver a Harry entrar al Gran Comedor.

– ¿a dónde va Ron? – le preguntó mientras se sentaba a su lado observando a Ron alejarse de la mesa.

Hermione se encogió de hombros, pero en seguida recordó lo que había dicho su amigo – ¡oh, sí!... va con Luna – le dijo un poco contrariada.

– ¿estás bien? – le preguntó Harry preocupado y Hermione asintió.

– sí, no te preocupes... – le dijo sonriéndole – ¿vamos a ir a Hogsmeade? – le preguntó en susurro mientras fingía buscar algo en su mochila.

Harry asintió sonriendo y metió su mano en la mochila, dejando con discreción algo en la mochila de Hermione, que sonrió inmediatamente al ver la extraña flor que había dejado dentro – normalmente dura sólo una noche – le decía en susurro – pero encontré un hechizo (gracias a la profesora Sprout) para mantenerla por una semana... es lo más que pude hacer – le dijo con tono apenado.

Hermione le sonrió y estuvo apunto de besarlo, pero se detuvo al darse cuenta de que había más de trescientas personas en la misma habitación que ellos – gracias... – se limitó a decir sin dejar de sonreír.

– les diremos el domingo... – le dijo Harry en susurro – no quiero que nos molesten mañana... – le dijo sin dejar de sonreír y Hermione se mostró de acuerdo.

– nunca había visto una flor así – le dijo Hermione, media hora después, mientras caminaban por los pasillos.

– lo sé... la profesora Sprout me dijo que era muy difícil de encontrar, ni ella estaba segura de cómo se llama... me dijo que muy pocas personas la han encontrado y cree que lo más seguro es que no tenga nombre – le decía sonriendo y tomó su mano – le pregunté a la profesora si yo la podía nombrar y me dijo que investigaría, pero que no creía que hubiera ningún problema –

Hermione lo observó confundida – no sabía que nombrar flores fuera una de tus aficiones – le dijo sonriendo y Harry negó.

– no es una afición, pero una flor tan bella necesita un nombre... – decía con tono serio e hizo entrar a Hermione a un aula vacía – el nombre de una chica tan hermosa como ella... – le dijo abrazándola por la cintura – espero que no te moleste que tenga tu nombre – le dijo antes de besarla.

Hermione al principio lo observó sorprendida, pero no tardó en corresponder a su beso bastante conmovida. Acarició su cabello mientras Harry acariciaba su cintura y se separaron lentamente, Harry recibiendo una caricia en la mejilla de parte de su novia, que sonreía.

– ¿por qué esa sonrisa? – le preguntó Harry también sonriendo.

– bueno, creo que tengo muchas razones por las cuales sonreír – le dijo mientras seguía acariciando su mejilla – y ahora es sólo por diversión... – le dijo sonriendo aún más – jamás imaginé que fueras un romántico – le dijo sin dejar de sonreír mientras tomaba sus manos y Harry le devolvió la sonrisa.

– bueno, la única culpable de eso eres tú... sólo contigo he sido así... sólo tú me has hecho así... y me gusta... pero sólo contigo... sólo tú te mereces que sea un romántico incorregible – le dijo antes de volverla a besar.

– ¿irás a Hogsmeade? – le preguntó Ron confundido, al verlo arreglarse el sábado por la mañana y Harry asintió – ¿solo? – le preguntó sorprendido, pero Harry negó.

– nos vemos... – dijo antes de salir del dormitorio y bajó las escaleras escuchando los reclamos de su amigo.

– ¡hola! – lo saludó Hermione sonriendo mientras se acercaba a él – ¿que tal pasaste la noche? – le preguntó acercándose aún más a él para besarlo, pero se detuvo a medio camino – no, no veo nada en tus ojos... ¿seguro que te molesta? – le preguntó poniéndose bastante pálida y Harry la observó confundido – ¡ah¡Hola, Ron!... ¡pensé que te quedarías acostado hasta tarde! – dijo con una sonrisa forzada, dirigiéndose a alguien que estaba atrás de Harry.

– bueno, eso pienso hacer, sólo quería preguntarle algo a Harry – dijo el pelirrojo con tono serio – ¡oye, amigo! – llamó a Harry volviendo a sonreír, aunque había un extraño brillo en sus ojos – ¿vas a ir con la chica linda que te abordó ayer en la comida? – le preguntó sin dejar de sonreír, haciendo que Harry lo observara completamente sorprendido – ¡sabía que te iba a interesar¡Y cómo no¡Después de ese beso que te dio! – le decía ahora, más que sonriendo, con gesto molesto.

– ¿qué?... �¿de qué hablas! – le preguntó Harry con tono confundido e inmediatamente volteó a ver a Hermione y ésta lo observaba con gesto dolido y, antes de que dijera cualquier cosa, salió a pasos apresurados de la sala común, murmurando un "tengo cosas que hacer" casi inaudible – �¿qué hiciste! – le preguntó enojado, volteando a ver de nuevo a su amigo.

– ¿qué?... ¿dije algo malo?... ¿acaso se molestó Hermione por lo que dije? – le preguntó fingiendo tono sorprendido – ¡no entiendo por que se molestó, si ustedes sólo son amigos! –

– ¡eres un tonto! – dijo enojado – ¡se los íbamos a decir, no tenías por qué hacerle eso! –

– ¿nos lo iban a decir! – le preguntó Ron fingiendo tono apenado – �¿después de cuánto tiempo¿Ya que se fueran a casar! – decía enojado y Harry quiso contestarle, pero prefirió no perder tiempo e ir a buscar a su novia.

La buscó por todos los lugares que frecuentaba, aunque de ante mano sabía que ahí no estaría, pues Hermione quería evitarlo, así que ahora tenía que pensar en los lugares donde pudiera esconderse de él, comenzó revisando las aulas y los servicios de chicas, recibiendo de vez en cuando gritos molestos, y cuando estaba apunto de rendirse en su búsqueda, recordó que había olvidado revisar el aula de Astronomía.

Corrió hasta una de las torres más altas, en dónde se encontraban todos los telescopios, sistemas solares y mapas lunares. Cuando entró al aula de primer instante no vio a nadie, y tal vez no la habría visto, pero escuchó un débil sollozo provenir de algún lugar de la habitación. En seguida se dio cuenta de que era Hermione, lo que le hizo sentir una fuerte presión en el pecho. Entró al aula cerrando la puerta tras de sí y comenzó a buscarla, guiándose con los débiles sollozos.

– Herm... – la llamó al verla acurrucada detrás de una enorme esfera que contenía algunas constelaciones.

La aludida detuvo sus sollozos y se enjugó las mejillas – ¿qué haces aquí? – le preguntó con tono serio, sin voltearlo a ver.

– no quiero verte llorar – le dijo Harry con tono preocupado, intentando acercarse a ella, pero Hermione lo detuvo.

– puedes regresar por donde viniste... nadie quiere tu lástima – le dijo manteniendo su tono molesto.

– no me voy a ir... no me gusta que llores, Hermy... – le dijo hincándose a su lado, pero Hermione se levantó inmediatamente.

– pues lo hubieras pensado antes de hacerme creer que me amabas... supongo que lo de la flor es una tontería¿no?... al igual que esa idiotez de escaparnos juntos... ¿cuál era tu meta, eh?... ¿sólo querías que me enamorara o querías algo más? – le decía enojada, aún dándole la espalda pues seguían corriendo lágrimas por sus mejillas y no quería que Harry la viera llorar.

– ¡mis intenciones contigo nunca fueron malas! – le dijo Harry con tono serio – ¡en verdad te amo! – le dijo mientras la rodeaba por la cintura y le impidió que se separara de él – Ron ya sabe lo de nosotros, por eso dijo lo que dijo... está enojado por que se lo ocultamos – le decía mientras tomaba sus manos con una mano y acariciaba su cintura con la otra – te amo, Hermione... nunca hubo ningún beso de ninguna chica... la única chica linda que me ha besado has sido tu... – le dijo antes de darle un beso en el cuello.

– �¿ah, entonces te besó una chica fea! – le preguntó fingiendo tono molesto, pero enseguida rió un poco, recibiendo otro beso de Harry en el cuello – Ron me las pagará... – dijo con tono serio – no tenía por qué hacer eso... – dijo frunciendo el entrecejo, pero en seguida sonrió – ¿qué te parece si por el momento nos olvidamos de esto? – le preguntó mientras apoyaba su cabeza en el pecho de Harry – vamos a Hogsmeade como lo habíamos planeado... ¡y después buscaré a Ron para lanzarle una maldición! – le dijo con tono decidido y luego sonrió – te amo... – le dijo volteándolo a ver.

– y yo a ti... – le dijo Harry acariciando su mejilla y le dio un beso en los labios, que detuvo a los pocos segundos – felices dos meses – le dijo sonriendo y la volvió a besar.

– no, Harry... ¡hay demasiada gente! – dijo Hermione, entre risas, intentando evitar que Harry la siguiera abrazando mientras caminaban por las calles, llenas de gente, de Hogsmeade.

– ¿y qué importa? – le preguntó Harry también sonriendo – ¡quiero que todos se den cuenta de cuanto te amo! – le dijo antes de besarla, elevándola unos cuantos centímetros del suelo.

– Harry... espera... – le decía Hermione aún riendo – quedamos en que... anda, bájame... – le pidió intentando separarse de los brazos de su novio y Harry la obedeció – gracias... quedamos en que daríamos a conocer nuestra relación hasta que lo supieran Ron y Ginny – le dijo intentando mantener un gesto serio, pero su mirada la delataba.

– Ron ya lo sabe, y no dudo que Ginny también... ¿qué más da que los demás se den cuenta? – le preguntó intentando volverla a besar, pero Hermione lo detuvo.

– creo que sería mejor que habláramos con ellos, para aclarar todo, aún tengo que echarle una maldición a Ron – dijo fingiendo tono molesto, pero enseguida sonrió – mejor vamos a tomar una cerveza de mantequilla, que me estoy muriendo de frío – le dijo, jalándolo de la mano para hacerlo caminar y Harry no tardó en rodearla por la cintura, haciendo que Hermione se sonrojara, pero sin poder evitar que se plasmara una sonrisa en su rostro.

– ¿te avergüenza que te vean a mi lado? – le preguntó Harry sin dejar de sonreír al entrar a Las Tres Escobas, pues todas las miradas se habían centrado en ellos en segundos y Hermione se había sonrojado completamente.

– no... – dijo negando, intentando ignorar las miradas o separarse de Harry, lo que le resultara más fácil – es sólo que... no creí que me fuera a afectar tanto sentir las miradas de todos encima... – decía mientras caminaban entre las mesas, Harry aún la rodeaba por la cintura – es decir, ya había sucedido una vez y no me había molestado, en lo absoluto, pero ahora... en lugar de que me importara menos por que es verdad, me afecta bastante... – decía sin dejar de sentir las miradas de todos sobre ellos.

– pues no debería importarte... – le dijo Harry sonriendo y, sin que se lo esperara, la besó en los labios, provocando; no sólo la sorpresa de Hermione, si no; la sorpresa de todos los que estaban en el local, que inmediatamente comenzaron a murmurar entre ellos mientras Harry le indicaba que se acercaran a una mesa que estaba al final del local.

– sí... bien... creo que así ya no tendrán dudas... – decía Hermione consternada, sentándose en el lugar que le había indicado Harry, quien le sonrió al ver su continuo nerviosismo.

– no te preocupes... – le dijo, sin dejar de sonreír, mientras tomaba su mano – Ron ya se desquitó de todo lo que podamos hacerle en unos diez años – le dijo sin dejar de sonreír, provocando la sonrisa de su novia.

– ¡ah, claro¡y no se librará de que le eche una maldición! – dijo Hermione con tono decidido, haciendo que Harry riera.

– está bien¡pero no lo vayas a matar, eh! – le dijo sonriendo mientras se levantaba de su lugar – voy por las bebidas – le informó al ver la mirada interrogante que le dirigía.

Hermione le sonrió y lo observó dirigirse a la barra, y le sorprendió bastante ver cómo lo abordaban un par de chicos, pero mayor fue su sorpresa al ver a tres chicas sentarse frente a ella.

– ¿y bien? – le preguntó Parvati con una amplia sonrisa, sin siquiera fijarse en la mirada desconcertada de Hermione.

– ¿y bien, qué? – preguntó aún desconcertada.

– vamos, Hermione... ¡ahora no podrás negar que andas con él! – le dijo Lavender sonriendo al igual que Parvati y Padma.

– ¡así es¡Todos lo vimos! – intervino Padma.

– �¡quizá nunca terminaron! – volvió a hablar Parvati con tono emocionado – ¡quizá tienen tres años juntos! – decía más hablando con su hermana y Lavender, que con Hermione.

– ¡estás loca¡No se puede ocultar un noviazgo en Hogwarts por tres años!... además, Harry anduvo con Cho... ¡eso me consta! – dijo Padma con gesto serio – aunque Cho nunca me gustó para Harry... es una arpía, y Harry es tan dulce... –

– entonces¿aceptarás que andas con Harry? – la interrumpió Lavender volviendo a dirigir la conversación a Hermione.

– bueno, eso ya no se puede negar, pero... ¿desde cuándo andas con él? – le preguntó Parvati, sin dejar que Hermione dijera nada.

– ¡hola! – las interrumpió Harry.

– �¡oh, Harry!... dinos¿cuánto tiempo llevan Hermione y tu?... yo le digo a mi hermana y Lavender que nunca terminaron... en cuarto hacían muy bonita pareja... – decía Parvati sin darles tiempo de decir una palabra.

– creo que mejor los dejamos... – intervino Padma haciendo que su hermana se levantara de la silla y se alejaron sin decir nada.

– ahora resulta que a todos les parece genial que seamos novios – le dijo Harry sonriendo mientras dejaba los tarros sobre la mesa.

– eso es lo que parece – dijo Hermione sonriendo mientras observaba a Harry sentarse a su lado.

Harry se acomodó de frente a ella, mientras Hermione fingía interés en su bebida – siempre pensé que esto era de mal gusto – decía mientras la rodeaba por la cintura – pero ahora no me importa que me vean siendo un zalamero – le decía sin dejar de sonreír y besó su quijada, cerca de su oreja – ¿y qué si los demás nos ven, eh? – le preguntó haciéndola voltear hacia él y Hermione le sonrió mientras lo abrazaba por el torso.

– te amo... – le susurró al oído, recibiendo un beso de Harry en el cabello – bien... no me importa que sepan todos, pero no dejan de vernos... eso es incómodo – le dijo, minutos después, al ver que no dejaban de dirigirles miradas curiosas.

Harry le sonrió – pensé que no te importaba que la gente hablara a tus espaldas – le dijo con gesto burlesco.

– oh, bueno, no me importaba cuando sabía que era mentira, pero ahora es verdad y es molesto que no nos dejen de ver – le decía frunciendo el entrecejo mientras Harry tomaba sus manos.

– vamos... seguro encontraremos un lugar más privado – le dijo Harry mientras se levantaba de su lugar sin soltar las manos de Hermione, que asintió y salieron juntos, seguidos por las miradas de todos.

– ¿y a dónde vamos a ir? – le preguntó Hermione sonriendo mientras Harry la rodeaba por la cintura.

– bueno, tengo que darte tu regalo, así que iremos a donde lo tengo – le dijo sin dejar de sonreír, recibiendo una mirada sorprendida de Hermione.

– ¡dijimos que no nos estaríamos dando regalos cada mes! – dijo con gesto apenado.

– lo sé, pero es sólo que lo vi y supe inmediatamente que debía ser tuyo – le dijo sin dejar de sonreír e intentó darle un beso, pero Hermione lo detuvo.

– ahora me sentiré mal por no haberte dado un regalo – le dijo frunciendo el entrecejo y Harry la observó negando.

– no tienes por qué sentirte mal, si te doy regalos no es con la intención de que tú me des uno de vuelta... sólo es por que me nace dártelo – le dijo mientras la volvía a abrazar – no quiero que me regales nada... no necesito de regalos, sólo te necesito a ti... – le decía en susurro, uniendo su frente a la de ella – te amo... – le dijo antes de besarla, aún dando lentos pasos hacia el lugar dónde tenía el regalo de su novia – aunque... si quieres ya no te doy nada – le dijo sonriendo divertido.

– no, no... ya gastaste en el regalo... no me hará daño aceptarlo – le dijo fingiendo tono serio y Harry la volvió a abrazar sin dejar de sonreír.

– bien, entonces vamos... – le dijo separándose un poco de ella para comenzar a caminar tomados de la mano.

– ¿lo tienes en la casa de los gritos? – le preguntó confundida al ver a donde se dirigían y Harry asintió aún sonriendo.

– vine la semana pasada a dejar unas cosas... – le dijo con calma mientras se detenían frente a la cerca que impedía el paso a la casa y, con un movimiento de varita, hizo que se abriera para que pudieran pasar.

– ¿y puedes entrar por aquí? – le preguntó Hermione confundida, observando las puertas y ventanas selladas, mientras pasaba con cuidado por la abertura que había hecho Harry, que asintió.

– logré abrir una ventana en la parte de atrás... – le decía sonriendo, pero se detuvo al escuchar unos pasos y risitas detrás de ellos.

– ignóralos – le dijo Hermione en susurro tomándolo del antebrazo al darse cuenta de quiénes eran.

– ¿qué pasa, Potter¿por fin decidiste ocultar ese adefesio? – le preguntó el chico de cabello platinado que encabezaba el grupo, Harry intentó irse contra él, pero Hermione lo detuvo susurrándole que se calmara y lo ignorara – me agrada tu idea, espero que pronto traigas al idiota de Weasley – le decía arrastrando las palabras y Hermione no pudo evitar que Harry sacara su varita.

– �¿por qué no te largas, idiota! – le gritó enojado, aún intentando librarse de la mano de Hermione.

– sí, no te preocupes, nosotros ya nos íbamos, sólo queríamos asegurarnos de que no se te escapara la sangre sucia – dijo con su común tono burlesco, haciendo que sus acompañantes se rieran.

– ¡imbécil! – gritó Harry intentando irse contra él.

– ¡no, Harry! – lo intentó detener Hermione tomándolo por los hombros – ¡Harry... de-déjalo! – le decía forcejeando con él, aunque, evidentemente, Harry era más fuerte que ella.

– ¿lárgate, idiota! – le gritó Harry tratando de contenerse – ¡vete y no vuelvas a insultar a mi novia o correrás la misma suerte que el imbécil mortífago de tu padre! – le advirtió apuntándolo con su varita, recibiendo una mirada llena de odio de Malfoy, que intentaba ocultar el miedo.

– con que eres novio de la mugglecita... – le dijo con tono altanero, enarcando una ceja – cuídala por que podría correr la misma suerte de su asqueroso padre muggle – dijo dirigiéndole un gesto de odio y se alejó junto con sus seguidores mientras Harry intentaba irse sobre él.

Hermione se apresuró a plantarse frente a él para intentar detenerlo – ¡no... Ha-rry... déjalo! – le decía sosteniéndolo por los hombros – Harry... por favor... – le dijo mientras se abrazaba a su pecho y Harry la observó preocupado.

– no... Hermy... – dijo correspondiendo al abrazo de su novia – es un idiota... me las va a pagar ese imbécil, no se quedará así, Herm, te lo prometo... – le decía con tono enojado, pero sin dejar de preocuparse por su novia, quien negó inmediatamente.

– no quiero que te busques problemas – le dijo con tono serio, volteándolo a ver – ignóralo, no me importa lo que diga... – le dijo intentando contener los deseos de llorar, recibiendo una mirada preocupada de su novio.

– lo siento... – le dijo con tono apenado, antes de darle un beso en la frente – de verdad lo siento, no quería que te hiciera recordarlo... –

Hermione negó – no fue tu culpa – le dijo acariciando el cabello de su nuca – no te preocupes... – le dijo en susurro antes de darle un beso cerca del oído.

– ¿quieres entrar?... – le preguntó Harry casi sin hacer ruido y Hermione asintió.

Se dirigieron juntos a la casa, Harry la ayudó a entrar por la ventana de atrás y él entró luego de ella.

– está igual que la última vez que venimos... – dijo Hermione observando el lugar – y ya tiene más de tres años de eso... – dijo y sonrió de nuevo al sentir los brazos de Harry rodearla por la cintura.

– tardé siglos en limpiar una habitación... prefiero mantener esa limpia a intentar arreglar las otras – le dijo Harry con tono serio, haciéndola salir de la habitación para dirigirse escaleras arriba – espero que te guste mi regalo... – le dijo en susurro mientras se acercaban a una de las habitaciones de la planta alta – si no te gusta, lo podemos devolver¿está bien?... – le dijo un poco preocupado, alejándose de ella para abrirle la puerta, Hermione asintió sonriéndole y volteó hacia el interior de la habitación llevándose varias sorpresas.

We were strangers on a crazy adventure, never dreaming how our dreams could will come true, now here we stand unafraid of the future, at the beginning with you.

La habitación estaba como nueva, si alguien que nunca hubiera estado en la casa se apareciera en esa habitación no le creería a nadie que alguna vez había estado tan deteriorada como el resto de la casa.

– ¿y bien? – le preguntó Harry preocupado, pues Hermione no decía nada y la chica sonrió aún más.

– Harry, es... es... ¡es hermoso¡Todo! – le dijo dándose media vuelta para abrazarlo – ¡el vestido está hermoso! – le dijo mientras Harry entraba a la habitación aún abrazando a Hermione por la cintura, pero elevándola un poco del suelo.

– espero que te quede – le dijo antes de darle un beso en los labios.

Hermione le sonrió – eso se puede arreglar... – le dijo sin dejar de sonreír mientras se acercaba al vestido que flotaba en el centro de la habitación como si lo estuviera portando un cuerpo invisible.

– entonces... ¿te gusta? – le preguntó Harry sin poder evitar sonreír al ver tan contenta a su novia, quien asintió.

– pero... ¿a qué se debe?... digo, no lo puedo usar aquí... es un vestido muggle... – le decía confundida, pero inmediatamente se puso seria – el vestido es muggle... eso quiere decir que lo compraste hace tiempo... – le dijo sorprendida y se sorprendió aún más al verlo asentir.

– lo compré en el verano, mis tíos (aunque se escuche sorprendente) me llevaron a un centro comercial muggle y me separé un tiempo de ellos (lo sé, lo sé, pero no me pasó nada) y me topé con este vestido e inmediatamente te imaginé usándolo... no pude evitar comprártelo... aunque aún no fuéramos novios, te lo pensaba dar en tu cumpleaños, pero al final decidí esperar un poco más – le explicó sonriendo mientras la rodeaba por la cintura – lo puedes usar en la cena de navidad a la que irás con tu mamá... – le dijo antes de darle un beso en el cuello, haciendo que Hermione lo volteara a ver.

– bueno, al usar un vestido así necesito llevar algo más conmigo – le dijo con tono serio y Harry la observó confundido.

– bueno, talvez necesites un abrigo... bueno, lo necesitarás... – dijo con tono serio.

– el abrigo no es problema, mi mamá tiene uno que le queda perfecto – le dijo manteniendo su tono serio.

– ¿los zapatos?... ¿el bolso?... ¿maquillaje?... ¿un collar? – preguntaba confundido, pero Hermione negaba a todo – ¿entonces? – preguntó aún más confundido y Hermione sonrió.

– me gustaría que fueras conmigo a la cena – le dijo sonrojándose un poco, mientras se acercaba a él – ¿te gustaría ir conmigo a la cena? – le preguntó un poco apenada, recibiendo una mirada sorprendida de Harry, que asintió un poco confundido.

– ¡me encantaría! – le dijo sonriendo e, inmediatamente, recibió un abrazo de su novia – sólo hay un problema – dijo con tono serio, recibiendo una mirada preocupada de Hermione – yo voy a pasar las navidades en el castillo... no puedo ir con Ron porque él irá a casa de Luna... y no me gustaría regresar con mis tíos... –

– eso no es problema – le dijo Hermione sonriendo – podrías quedarte con nosotras... no creo que a mi mamá le importe... y podrías usar la habitación de huéspedes – Harry le sonrió y la besó – ¿irás? – le preguntó Hermione un poco preocupada y Harry asintió.

– ¿crees que te compré ese vestido para que sólo los amigos de tu mamá y sus hijos pudieran verte? – le preguntó fingiendo tono serio y Hermione negó sonriendo – muy bien, entonces seré tu pareja en esa cena – le dijo sonriendo mientras le hacía una caricia en la mejilla – nunca imaginé que podría llegar a amar tanto a alguien – dijo con tono serio, sin apartar su mirada de la de ella – y menos que alguien me quisiera como tú lo haces... – le dijo volviendo a acariciar su mejilla, enjugando una lágrima que se había escapado de uno de sus ojos.

Hermione le devolvió la caricia, recorriendo su mejilla y cuello, hasta llegar a su pecho y, cerrando los ojos, lo abrazó – te amo, Harry... ¡te amo y nunca cambiará eso! – le dijo con sinceridad, aferrándose a su tórax.

Harry correspondió a su abrazo acariciando su cabello con una mano, abrazándola con fuerza por la espalda con su otro brazo y le dio un beso en la sien – ¡me haces el tipo más afortunado del planeta! –

Hermione le sonrió – nos complementamos... tu me haces la chica más feliz del universo – le dijo antes de darle un beso en los labios, acariciando su cuello. Era un beso dulce, como todos los que ella solía darle, pero había algo diferente en él y Harry sabía qué era lo que lo hacía tan diferente, habían pasado de quererse como dos buenos amigos y algo más a amarse como dos adolescentes que, por las circunstancias, habían madurado antes que los demás.

Y aún no podía creer que las cosas hubieran comenzado de esa manera, parecía que nunca serían, ni siquiera, grandes amigos.