Capítulo 14


Wiiii acá lo que sigue....estoy subiendo bastante rápido no?no pueden quejarse!así que ya saben qué hacer..XDDDDD


´´...en realidad...tú sólo fuiste como...la prueba que necesitaba para saber si mi plan funcionaría..´´

Las palabras de Saga habían calado hondo en la mente de Camus y aún no podía quitárselas de encima. Caminaba pesadamente subiendo las escaleras de mármol del santuario mientras la impotencia de saberse amado por la persona que él amaba y no poder haber hecho nada para no perderla atormentaba los pensamientos del santo.

-Y todo por una estúpida prueba...todo por ser el maldito experimento de Saga...quién hubiera pensado que mi vida valiera tan poco?qué mi dignidad no tiene valor?...

En su corazón aún concebía esperanzas de salvar su relación con Milo...de que éste lo escuchara y lo entendiera...pero no tenía experiencia en ese campo...no sabía cómo enfrentarlo. Lo había visto furioso como nunca...lo había herido en su orgullo y eso no era lo peor...el dañar los sentimientos de una persona tan cerrada como él propiciaba a que nunca volviera a darle otra oportunidad. Pero y si él correspondía su amor de la misma manera?...no era algo demasiado alocado pensar que Milo hubiera desconfiado de lo que había pasado con Saga y guardara esperanzas de que en realidad fuera todo un mal entendido. Esa posibilidad era por la única que podía jugarse...era la única razón por la cual podía tener una luz de esperanza...la única razón por la cual estaba ahora dirigiéndose a la casa de escorpio. Porque...si Milo lo amaba como él lo hacía....sería capaz de perdonarlo...si...estaba casi seguro de que lo haría. Ahora estaba seguro de su propósito y nada lo detendría...sus expectativas no eran tan desenfundadas y pelearía hasta el final al darse cuenta de que había una posibilidad de que pudiera estar con su amado....pensar que todo se había echado a perder por un descuido suyo...cómo es que no se había dado cuenta cuando Milo dejó la habitación?cómo es que no había podido notar la diferencia entre la persona que él amaba y el caballero de géminis?...tuvo que haber estado demasiado ciego...demasiado abrumado por la declaración de Milo... Una extraña brisa recorrió su cabello destilando ondas azules en el aire...podía reconocer fácilmente ese cosmo, ya estaba acercándose. Algo raro bañaba el ambiente...algo que no auguraba nada bueno...

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Saga y Mu permanecieron inmóviles mientras Shaka e Ikki se alejaban tomados de la manos bajo el paisaje de la víspera del anochecer. Tanto tiempo habían estado allí adentro discutiendo?...una batalla sagrada se solucionaba más rápido que aquello...en una milésima de segundo se decidía el vencedor...en una milésima de segundo alguien perdía la vida, otro la conservaba.

-Saga...sobre esto...no tienes nada que decirme si no lo deseas...no sé qué es lo que va a pasar de ahora en adelante...sólo te diré que aún no estoy preparado...- Mu se dio cuenta por primera vez de la confesión de Saga...al final él había terminado siendo la causa de algo que en un principio para él no tenía sentido.

En parte se sentía halagado porque alguien hubiera hecho todo lo que Saga sólo por amor...en parte se sentía apenado por haber hecho sufrir a aquel caballero como él había sufrido por Shaka y haber provocado así, sin quererlo, todo el problema que se había armado. Ahora se debatía entre la posibilidad de amar a aquel que le quería o esperar... esperar a enamorarse de nuevo. Lo cierto era que estaba adolorido y cansado por los golpes de Ikki y las intensas emociones que acabara de vivir....sólo quería recostarse en su cama y dormir, quizás cuando despertara todo podría ser un poco más claro. Aunque había algo que aún le interesaba saber, algo que lo incitaba a mantenerse despierto un tiempo más por miedo a perder por siempre la oportunidad...

-No es que no te haya creído Saga...pero...-Mu desvió la mirada hacia el piso al sentir que Saga por fin había reaccionado y ahora tenía sus ojos en él-...no sabes quién me engañó a mi?

El santo de géminis pareció incomodarse con la pregunta, pero no mostraba respuestas del porqué. Había sido él el que lo había hecho y no se había atrevido a decirlo antes?Sabía él quién lo había hecho y no quería delatarlo?...

-Mu...yo no he tenido nada que ver con eso...lo juro...me acabo de enterar por tus propios labios- sus ojos parecían estallar en furia al responder a Mu y no sólo eso, sino que se podía ver a través de ellos que no había mentira en sus palabras-...no sé quién es tampoco...pero no te preocupes...no tardaré mucho en averiguarlo...

-......-

-sobre lo otro...no tengo nada para decir...ya sabes lo que siento por ti Mu...pero creo que aún no comprendes ese sentimiento...creo que aún no eres capaz de entender que alguien pueda quererte de la misma manera en que tu quieres a Shaka...aún no eres capaz de ver lo valioso que eres...lo especial que eres Mu...yo...más allá de que quiero con todas mis fuerzas que me ames como yo lo hago, quiero que comprendas eso...lo especial que eres...

-Saga...yo...gracias...-dijo Mu casi susurrándole por lo avergonzado que se sentía. No estaba acostumbrado a recibir cumplidos de esa índole y no pudo evitar sonrojarse un poco.

El caballero de géminis asintió conforme y sonrió amablemente dando señales de que ya no podría soportar mucho tiempo más al lado del lemuriano sin intentar algo o echarse a sus brazos a lloriquear como un niño pequeño...pero aquellos no eran los modos de Saga ni mucho menos, entonces no quedaba otra salida que salir del lugar antes que sus instintos, que poco veteranos en asuntos del amor eran, lo dominaran. Llevar las cosas con calma sería lo mejor...no sólo para él, sino, y sobre todo, para Mu quien estaba aún resentido por su infortunio con Shaka. Así se fue sin decir más...su mirada tierna y enamorada fue el último regalo para el santo de aries.

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-Gracias por todo Ikki...yo...siento haber reaccionado de esta forma...nunca debí desconfiar de ti...me siento apenado....realmente lo siento...-Shaka apretaba con firmeza la mano de su amado mientras intentaba mantener la compostura y no derramar una lágrima en un momento en que no le parecía apropiado hacerlo...era suficiente con lo que había tenido, ya bastante drama por hoy, no quería exasperar a Ikki con un comportamiento tan infantil. Mantenía la cabeza baja cuando hablaba, como si le costara dirigirse al fénix sin sentir algo de pudor y si el poder estar a su lado era un regalo que había obtenido sin mérito propio...sin haber hecho nada para merecerlo. Así se sentía...incapaz de merecer a una persona tan buena como Ikki.

-No pienses eso ni un segundo Shaka...eres todo lo que tengo...y todo lo que jamás hubiera imaginado que podía tener...yo no sé qué hubiera hecho si hubiera estado en la misma situación...pero sé por algo no has terminado acostándote con Mu...no es así?

Parecía que el fénix le había leído la mente...tan fuerte era su sentimiento que hasta no hacía falta decir nada para que éste supiera lo que pensaba?...El santo de virgo no sonreía por más tranquilizadoras que sonaran sus palabras. Nada podría corregir su error, nada podría borrar lo que había hecho...y si el amor que sentía por Ikki no era el que este merecía?...ahhhh....las palabras de Ikki no hacían más que cargar un peso más en su conciencia ya que al comparase con él sólo veía a una persona miserable y desconfiada. Qué podría hacer para compensarlo?

-Qué pasa Shaka?aún piensas en eso?...te dije que ya está todo olvidado...en serio, no te preocupes...debe haber sido feo estar en tu lugar...haberme visto con otro hombre...

Ikki frenó el paso y detuvo a Shaka por los hombros. Lo miró fijo y lo tomó por la barbilla al tiempo que buscaba esos claros ojos azules que tantas noches habían bañado con su fulgor cerúleo y claro.

-Shaka...crees que si no te amara como lo hago te perdonaría?soy egoísta, y no lo niego, al tomar para mí un ángel tan hermoso como tú...un ángel que podría estar surcando los cielos en alguna estrella para proteger a alguna desafortunada persona bajo su estela...

-Basta Ikki...-el santo de virgo apartó la mano de su amado con delicadeza y bajó la mirada apenado. Lo último que necesitaba ahora era que el fénix estuviera dándole una lección de cómo amar a una persona...porque así era como lo sentía él en ese momento, como si clavara una espina una y otra vez haciéndole ver lo mal que había actuado y lo lejos que estaba de poder llegar a ser como él. Pero por qué pensaba en eso?!!!...se odiaba completamente por ser tan contradictorio-.....perdona...es que...no sé que me pasa...soy un estúpido...

-ya hemos pasado por bastante hoy Shaka, olvidémonos de eso por un rato...

Shaka lo observó con picardía y tomándolo por el rostro le dedicó un apasionado beso. Ikki se sorprendió al principio, pero pasado su asombro por la inmediatez de la acción del rubio, deslizó sus manos bajo sus túnicas y lo correspondió sin reparo alguno. Shaka abrió su boca en un gemido para dar lugar a la lengua de Ikki que esperaba ansiosa recorrer su cavidad.

-te necesito Ikki...me he dado cuenta al saber que casi te pierdo que te quiero más de lo que creía...te necesito...por favor nunca te apartes de mi lado...

Se separaron lentamente sabiendo que el deseo era necesidad y la necesidad debe ser calmada...sus respiraciones entrecortadas...el calor en sus cuerpos...las ropas no hacían más que estorbar sus manos. El caballero de bronce rasgó un poco las vestiduras del santo de virgo para poder impregnar con sus labios la candidez que lo invadía. El virginiano no hacía más que echar la cabeza hacia atrás y suspirar al sentir el roce de los labios de Ikki mientras sus manos recorrían vigorosamente su cof….-toció levemente una voz a sus espaldas en un tono que detonaba una burla al haberlos descubierto en pleno desenfreno.

Los sedientos caballeros giraron torpemente hacia el lugar de donde provenía la voz ruborizados por la humillación. Shaka acomodo su túnica rasgada tratando de aparentar que nada había sucedido y se dirigió al sujeto lo más tranquilo que podía en una situación como esa.

-Ho...hola Kanon...- dijo al fin restando importancia al incidente.

-Buenas noches Shaka...buenas noches Ikki-respondió conservando en su voz ese tono misterioso y socarrón-...muy buenas diría yo...

-Nosotros ya nos íbamos...-dijo el fénix mirando a Shaka de reojo para que lo siguiera-adiós...

-Que poco cordial eres fénix...yo sí te saludé...

-Buenas noches-contestó Ikki levantando la voz al tiempo que le daba la espalda para marcharse.

-Buenas noches Kanon...-dijo Shaka y lo siguió a su amado que ya bajaba algunas escaleras.

-Buenas noches...

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-permiso...Milo estás ahí?-el santo de acuario entró sigilosamente a la casa de escorpio. Por alguna razón tenía miedo de que el escorpiano intentara algo...no sabía de qué sería capaz en el estado en que se encontraba...o tal vez...tal vez ya había encontrado a alguien más no?...a él no le resultaba difícil llevar a cualquiera a su cama. No! No había que pensar así!...pero si Shaka era capaz de hacer algo así no era irracional pensar que una persona como Milo lo hiciera...

-Milo?...por favor...necesito hablar contigo...

Camus tragó saliva y obligó a sus piernas a seguir caminando...al final iba a costarle más de lo que había pensado...estaba asustado...más que asustado. Pero en qué se fundaban esos temores?en que Milo lo golpease hasta incrustar sus puños en sus mejillas?en que una vez más sus palabras se trabaran en su boca sin hacer nada más que permanecer abierta sin emitir sonido alguno?...no...eso no era nada comparado con lo que sentiría si Milo le gritara directamente a la cara lo mucho que lo odiaba por lo que había hecho y le estrujara despiadadamente una y otra vez el corazón, pisoteándolo hasta que dejara de sangrar...eso sería lo peor, que el escorpiano confirmara sus terribles sospechas que le decían que había dejado de amarlo.

-Mi...milo...

Una mano tapó su boca al pasar éste cerca de una de las columnas del largo y frío pasillo del templo. Bruscamente lo empujó contra el mármol y allí quedó atrapado entre dos brazos que se posaban en ambos lados de su cara.

-Qué es lo que quieres decirme Camus...

-Yo...yo...

En sus ojos no se veía lujuria ni amor...sólo furia, una furia contenida. Se acercó peligrosamente a su boca respirando fuertemente para denotar su cercanía. Desvió su trayectoria a la oreja del francés y allí le susurró:

-Qué es lo que quieres Camus?