Capítulo 17


XDDDD acá traje el otro cap...XDDD espero que les guste, gracias a todas las que están siguiendo mis fics y gracias por sus mensajes. La verdad que era bastante evidente que era Kanon el culpable de todo; en algún momento pensé en poner al caballero de poseidón que se podía transformar en cualquier persona pero después iba a tener que hacer una historia muuuucho más larga explicando sus razones a parte de que quedaba bastante descolgado. Dejen sus comentariosXDDD chausss


-Kanon Kanon Kanon Kanon Kanon Kanon…..-Se repetía ininterrumpidamente en una vocecilla que sólo él podía escuchar.....había sido él todo el tiempo y no lo había notado. Se culpó por no haber recordado sus dos encuentros con el caballero y aquellas miradas intensas que clavaba en sus ojos. Pero aún quedaba tiempo, si se apresuraba tal vez podía ir al templo de géminis y hablar a Saga del problema...por lo que había deducido el geminiano estaba mucho más interesado que Mu en encontrar al ladrón de su pureza.

El fénix lo vio partir apresurado y en silencio, por lo que decidió permanecer así también mientras lo observaba atravesar la entrada de la sexta casa a toda prisa. Se preguntó qué podría pasarle, todo el día se había comportado de esa manera...algo evadido e indiferente...seguro Mu era la respuesta pero de ninguna manera creía que pudiera estar involucrado en algo que pudiera afectar su relación con Shaka. Suspiró y se dio un golpe suave en la cabeza, lo menos que quería imaginarse ahora era que iba a terminar nuevamente en un inconveniente como el que habían tenido el día anterior, con lo cual se reprochó haber dudado si quiera un segundo de la honestidad de su amado

Cual rayo de luz incandescente, Shaka se dirigió al la casa de géminis sabiendo que tal vez esa era su única oportunidad de sacar de una vez por todas a la luz la verdad. Si se retrasaba un poco más, probablemente ya no habría pruebas que inculparan al sujeto causante del dolor de su amigo...o...parte de su dolor... Sabía que si había algo que lo moviera de una forma tan ciega y desesperada a llevar a cabo la investigación era la necesidad de redención que tenía para con Mu...aún no lograba creerse del todo que éste lo hubiera perdonado y lo que era peor, que éste se lo dijera de un modo tan directo y sincero lo hacía sentir miserable al compararse con él. Él no había hecho nada para que el lemuriano lo perdonara, así que por lo menos cumpliría con su deber como amigo para devolverle parte de la felicidad que le había quitado. Escalones antes de ingresar observó con recelo la entrada, en la que entallados en un frontis triangular, se dibujaban dos pequeños gemelos representando la constelación a la que cuidaban...tan análogos y diferentes pensó con ironía recordando como el menor de los hermanos había sido el que plantara en Saga la semilla de la maldad según había escuchado hacía mucho tiempo...pero así era su estrella guardiana y ellos dos meros artificios del destino que les había tocado: la cara buena y la cara mala. Sin más preámbulos pero con un cierto temor por las desconocidas intenciones de Kanon, ingresó al templo. En su interior no encontró más que oscuras sombras y el frío de la noche que se colaba por las paredes helando sus huesos. Un basto y amplio pasillo cubierto de columnas dóricas a sus costados y revestido de un mármol níveo y salpicado por la penumbra de la noche. En un costado, como en todas las casas zodiacales, un pasillo más pequeño y a penas perceptible se hacía paso entre la hilera de columnas e indicaba la entrada hacia las recámaras y demás habitaciones interiores. Asomó su cabeza con desconfianza, escuchando como los latidos de su corazón cada vez más acelerados, rompían aquel silencio tenebroso que envolvía el lugar.

-Saga...?estás ahí?...-llamó sin recibir respuesta y con un leve temblor en sus cuerdas vocales. Tenía miedo...miedo al desconocido propósito de Kanon...por qué habría tomado a Mu de esa manera?celos...de su hermano?...tal vez alguna disputa que lo hubiera llevado a la venganza?...lo que más le aterraba era pensar que quizás no había razón alguna para que lo hubiera hecho, sino un simple deseo carnal...un apetito que no pudiera saciar hasta tener a todos los que quisiera entre sus sábanas...y tal vez también al caballero de virgo. De todas formas, se estaba arriesgando aún si Kanon no hubiera hecho nada, pues le era difícil terminar de creer la confesión de Saga...él hubiera sido la última persona de la que podría haber esperado algo como lo que había hecho y sin embargo había visto con sus propios ojos como penetraba sin compasión a su amado Ikki. No sería fácil perdonarlo, pero si por algo lo haría sería por Mu...y por la culpa que sentía al haber jugado tan torpemente con sus sentimientos.

A fuerza de voluntad, decidió adentrarse por aquel estrecho pasillo. Quizás Saga estaba durmiendo y por eso no lo escuchaba, además si iba a hablar con él de algo tan delicado y pretendía hacerlo sin que Kanon supiera nada, lo mejor iba a ser hacerlo a puertas cerradas...aunque pensar en eso lo hiciera sudar más de la cuenta. Con el plan en mente se aproximó a las puertas que había visto a penas hubiera asomado su cabeza por la abertura y decidió abrir una al azar: era una habitación.

Como todo en aquel templo, era bastante oscura y melancólica. Cualquiera que entrara a la misma y no supiera a quien pertenecía pensaría que se trataba de alguien muy solitario y no muy predispuesto a entablar amistad fácilmente. Los muebles eran sencillos y toscos de alguna manera, complementándose con aquel ambiente desolado que a primera impresión otorgaba. Aún no podía suponer de quién era el cuarto, pues a pesar que la cama en la que descansara su dueño era de dos plazas...no se le hubiera cruzado por la mente que los gemelos tuvieran una relación incestuosa...por el amor platónico de Saga, claro está...entonces tendría que haber otro cuarto parecido...un momento...esa no podría ser la causa por la que Mu había resultado víctima?...eso después...primero había que encontrar algo que pudiera verificar su teoría acerca de Kanon.

Se acercó a la mesa de luz luego de inspeccionar un momento el lugar en un vistazo rápido. Una vela derretida se apoyaba en un pequeño candelabro de metal y a su lado unas flores marchitas desolaban a todo aquel que las mirara. Shaka las tomó delicadamente para contemplarlas con mayor precisión, pero a penas las hubiera visto sintió un aroma especial y conocido en ellas. Sonrió complacido y suspirando aliviado...aquellas flores le daban una idea del dueño de esa cama...su fragancia se percibía clara e inconfundible a pesar del estado en que se encontraban...no había dudas de que aquellas habían sido obsequiadas por el lemuriano como muestra del afecto fraternal que le tenía(por lo menos ese era el único cariño que había demostrado para con Saga hasta el momento)pues sólo se encontraban en el jardín del santo de aries en representación de las muchas que cubrieran con su belleza las tierras del Tibet. Shaka también había recibido un pequeño ramo de aquellas...pero nunca imaginó que tuvieran otro significado que el de la amistad que mantenían. Las apoyó nuevamente, extasiado por recordar los buenos tiempos en los que había visto sonreír a Mu más de una vez a su lado...qué buenos tiempos aquellos y cómo dolía recordarlos viviendo el presente que vivían.

Salió del cuarto esperando no encontrarse con Saga mientras tomara en forma tan descarada aquellas flores que representaran un tesoro para el guardián de esa casa. No había pensado en qué podría decirle si lo descubrieran fisgoneando en sus aposentos pero una vez hubiera decido hacerlo no iba desistir hasta que no terminara de resolver el problema de su amigo. Se dirigió hacia la puerta de enfrente y la abrió con lentitud asomando en una pequeña abertura primero los ojos para que fuera más fácil cerrar la puerta si encontraba alguien adentro....pero el cuarto estaba vacío. A pesar de la seguridad que la soledad le otorgaba, Shaka no dejaba que esta falsa idea lo hiciera actuar irresponsablemente y se tomaba todas las precauciones caminando lo más sigiloso que podía. El cuarto era en extremo parecido...pero en vez de flores en la mesa de luz había un libro abierto y un lápiz en su cercanía. Luego de realizar la misma inspección que había hecho con el cuarto anterior, se aproximó al diminuto mueble temiendo que en aquellas páginas estuvieran las respuestas a sus preguntas. Respiró profundo sintiendo que su corazón se agitaba y antes de tomar el cuaderno miró de reojo la puerta cerciorándose de que nadie lo observaba. Aquel parecía una especie de diario en el que Kanon a puño y letra hacia una especie de confesión-catarsis de sus actos. Un nombre le llamó la atención...y lo que parecía ser una lista de caballeros...estaba separada y no parecía tener relación directa con el anterior relato que había ojeado y hasta parecía que la hubieran resaltado a propósito...

Mu X

Aioria

Milo

Camus

Afrodita

Shaka 0

Sus manos temblaron un momento al ver su propio nombre escrito en ese pequeño listado y aún más al desconocer el significado de aquella marca que lo diferenciaba de los otros...Algo estaba claro, Mu había sido su primera víctima, corroborando que su plan ya había sido llevado a cabo con éxito. Pero ese círculo en su nombre acaso podría significar que él era el siguiente?

-Vaya Shaka...al fin te has dignado a aparecer...creí que nunca que te darías cuenta...

El libro calló de sus manos pesadamente al notar la presencia de quién le había hablado tan seductoramente y amenazante hace un instante. No hacía falta si quiera girarse para saber de quién se trataba pero lo haría si así le demostraba al sujeto que no tenía miedo...aunque lo tuviera. Se armó de valor y con la mayor seriedad que sus nervios permitían se viró hacia el hombre apoyado en el marco de la puerta.

-Kanon...así que fuiste tú...-respondió secamente en un esfuerzo por mostrar calma.

-Estuviste viendo mi lista?...habrás notado que tú estás en ella...-dijo el geminiano acercándose peligrosamente al hindú-...es que...sabes?tú eres uno de los más bellos guardianes de las doce casas...-susurró seductoramente mientras tomaba sin preámbulos uno de los mechones rubios que descansaban en los hombros del santo de virgo, aspirando el aroma que despedían aquellas hebras doradas.

-Apártate Kanon!-exclamó Shaka enfurecido quitando de un rápido golpe la mano de éste-tus juegos ilusorios no funcionarán conmigo!

-Eso lo sé-respondió dejando que su rostro se deslizara pausadamente a través del aire hasta quedar a centímetros del de Shaka-...es por eso que todo este tiempo...he estado esperando a que vinieras por tu cuenta...