Capítulo 18


Kanon es un aprovechado!cómo se atreve a amenazar de esa forma a mi Shaka...ese maldito desgraciado merece que alguien lo ponga en su lugar!


Kanon apretó con fuerza el mentón de Shaka y por un momento logró introducir su ávida lengua por entre la boca abierta por la presión de su mano y la sorpresa del rubio. Pero tan rápido como había logrado entrar en la cavidad tuvo que salir al sentir como los dientes del santo se cerraban con furia sobre ésta. El geminiano se apartó un poco del caballero y lo miró divertido mientras quitaba un rastro de saliva de la comisura de sus labios. Shaka no pudo más que enfurecerse aún más con la actitud de Kanon...cómo era capaz de mirarlo de aquella manera después de lo que había hecho?acaso dudaba de la firmeza de sus amenazas?...pues entonces no sabía con quién se estaba metiendo...

-Ahora te das cuenta de que hablo en serio?...será mejor que me dejes ir o sino...

-O sino qué?...jajaja...me vas a cortar la lengua?...-dijo el geminiano conteniendo una risita burlona entre sus dientes-...mi lengua es sólo uno de mis tantos atributos...-continuó mientras hacia muestra de ésta relamiéndose los labios.

-No sé qué es lo que te resulta tan gracioso caballero!estoy hablando muy en serio!...es mejor que dejes de lado esto o me veré obligado a usar la fuerza...

-Ah sí?...de verdad que voy a tener el honor de recibir un golpe de esta bella mano...?-murmuró al oído de Shaka al tiempo que tomaba la mano de este y surcaba con sus labios los nudillos.

-Ya es suficiente!-exclamó el santo de virgo en un tono poco usual dejando escapar su cosmo y propinándole un fuerte golpe en el rostro con la mano que éste había estado sujetando.

Kanon se levantó trabajosamente entre los escombros esparcidos al haberse estrellado contra la pared. Contempló a Shaka con un dejo de impaciencia y exasperación y se aproximó a él esforzándose en denotar cada una de sus pisadas en el suelo. Su expresión había cambiado y aquel brillo de altivez en sus ojos daba ahora lugar a un claro y creciente enojo. Una vez más se colocó delante del hindú y sin vacilar lo tomó del mentón, presionando con más fuerza el rostro contraído del caballero.

-Escúchame bien Shaka...será mejor que te comportes, porque cuando me enojo no soy muy compasivo con mis amantes...y aún más....puedo no ser muy compasivo con la gente querida de mis amantes...si éstos no me tratan como es debido...

-Qué querés decir...?-inquirió el hindú intentando encontrar algo de calma en su cuerpo que de a poco se convertía en un manojo de nervios

-Acaso ya te olvidaste de lo frágiles que son las mentecitas de algunos caballeros?...tal vez no quieras que repita aquello que yo y mi hermano hicimos que ellos no?...

-Pero qué...?

Shaka parpadeó un instante al notar el cambio en el ambiente y se dio cuenta de que sus nervios comenzaban a controlarlo cuando sintió el sudor frío recorrer su frente caliente. Sus ojos se abrieron con sorpresa cuando la persona delante de él ya no era más que un borroso juego de colores que por momentos mostraba figuras y por otros se deshacía en una confusión de gamas interminables...dos figuras...dos rostros se hacían notar más nítidamente de a poco...dos figuras...dos rostros ardientes en placer que gemían sin más que esbozar gestos en sus labios...dos figuras....dos rostros que no eran otros que los de Ikki y Mu. El santo de virgo quitó bruscamente el rostro de entre las manos de géminis cerrando los ojos con fuerza sintiendo un fuerte dolor en su pecho...acaso aquellos caballeros estaban condenados a ser víctimas de Kanon cada vez que él quisiera?...acaso tendría que estar cuidando de su amado y de su amigo cada vez que pudiera para que no cayeran en las lascivas manos de aquel pervertido?Shaka sabía que por más que les advirtiera....por más que hiciera lo que hiciera Kanon siempre podría estar allí...acechándolos cuando sus frágiles mentes enamoradas se permitieran un solo instante para divagar entre sueños felices...un solo instante en el que perdieran el control de sus actos y simplemente se entregaran a la pasión que se les ofrecía tan generosamente en un mundo fantasioso y falso.

-Y?...qué te pasó?...viste algo que no te gustó o te sirvió para que te decidieras?

-Me das asco...

-Nada de lo que me digas me va a afectar...sólo quiero saber si ya te decidiste?vas a comportarte como un buen amante o tengo que hacer sufrir a tus amiguitos para que accedas?-dijo Kanon ya sin poder contener la sonrisa triunfal que se abría camino sola entre sus labios.

El santo de virgo agachó la cabeza un momento y le respondió secamente escondiendo su vergüenza entre sus cabellos rubios.

-Está bien...pero si llego a enterarme que te metiste con alguno de ellos...-apretó el puño en señal de impotencia, monopolizando toda su furia en aquellos nudillos emblanquecidos-...no te voy a perdonar...

-Como quieras...de todas maneras ya me divertí bastante con Mu y además Ikki no está en mi lista por si no lo notaste...todavía le falta experiencia, pero vos seguro que ya lo estuviste instruyendo no?

Shaka levantó la cabeza y clavó sus cerúleos irises en los divertidos ojos de Kanon manifestando en su mirada todo el odio que sentía hacia él. El geminiano apartó el rostro indiferente, sin darle mayor importancia al latigazo recibido por aquella mirada...de todas maneras ya nada podía hacer el hindú por más cara de fastidiado que pusiera.

-Y bien?...supongo entonces que podemos comenzar no?

Kanon pegó su cuerpo al de Shaka atrayéndolo a este con sus brazos apoyados con firmeza en su cintura. Observó el resignado rostro del hindú y como éste apartaba sus ojos sin poder ocultar la vergüenza que sentía al tener que someterse a los deseos del geminiano sin réplica alguna. ´´De todas maneras me lo comería entero aún cuando fuera un mero trozo de carne´´, pensó al imaginarse haciendo el amor con un caballero que en ningún momento quitara esa expresión de desafecto que el santo de virgo estaba empeñado en mostrar. Aunque al menos no se resistía y eso era un comienzo, podía hacer todo lo que quisiera de él aún cuando fuera una sola noche...y es que con lo que tenía planeado estaba seguro de que quedaría satisfecho y más tarde se encargaría de los demás caballeros en su lista.

Sus manos comenzaron a deslizarse lentamente en dirección a los firmes glúteos del hindú, masajeando con avidez esa zona. Conforme al crecimiento de su excitación , liberó la ardiente lengua de su boca permitiéndole que saboreara a gusto aquella tersa piel que se le ofrecía...y esta resbaló juguetonamente por el cuello de Shaka, trazando una línea diagonal hacia su oreja izquierda. Allí se detuvo el caliente órgano, introduciéndose con destreza, lamiendo y mordiendo el cartílago hasta dejarlo rojo. Una de sus manos subió hasta su estrecha cintura y continuó su camino con suavidad hasta la espalda y los hombros del rubio caballero...en a penas un roce de sus yemas. Se abrió paso torpemente entre los labios del virginiano y lo besó apasionadamente, tratando de disfrutar al máximo de aquella candente cavidad. Pero después de unos minutos de afanosos movimientos con su boca se vio obligado a detenerse mientras intentaba dar con la lengua del hindú que no parecía querer moverse. Había creído que iba a poder terminar convenciendo a Shaka por la fuerza a que cediera a sus encantos, pero éste no parecía querer cooperar y al final resultaba un tanto embarazoso tener sexo con un muerto viviente. Era por demás cierto que la presencia del inmaculado caballeros podía encender a cualquiera, mas no podía quitar de su mente el ridículo que sería penetrarlo una y otra vez sin que éste emitiera un solo gemido...simplemente no podía deleitarse completamente sin escuchar los sonidos originados por el placer que otorgaba a sus conquistas. Se detuvo en seco observando la expresión consternada y confundida de Shaka que probablemente se estaba preguntando qué había hecho para que Kanon se detuviera tan abruptamente.

-Shaka...mi amor...parece que no me has comprendido del todo cuando te pedí que fueras un amante obediente...creo que puedes hacerlo mejor no te parece?...poner algo de pasión en tus actos?...ya sé...estás en lo cierto cuando piensas que me excitas con sólo pararte cerca de mí, pero me gustaría que tu también disfrutaras el momento...eso me excitaría aún más...

El hindú lo miró inexpresivo, guardando el resentimiento de sus ojos bajo unos mechones rubios que cubría a penas su mirada. Sabía que se estaba complicando la situación pues ya entregarse había sido difícil pero al menos le quedaba algo de dignidad al enfrentarse al hecho más como una violación que como una ronda de sexo placentero que al fin y al cabo para él no era otra cosa que un engaño a la confianza de Ikki. Y ahora Kanon le pedía que ser rindiera con él al placer...que disfrutara con él el momento como si no hubiera tenido ya suficiente satisfacción de tocarlo como lo había hecho...de probar los labios que sólo una persona habían probado. Tragó saliva sabiendo que no había otra opción, no quedaba salida alguna más que la que le otorgaba aquel desgraciado y después olvidarse del asunto si su conciencia se lo permitía. Entonces, lo único que podía hacer era proyectar ilusiones para sí mismo...evocar a la única persona que lo hacía sentirse de esa manera...esa era la única forma con la que podría lograr excitarse en una situación como esa que no le producía otra cosa que desagrado. Cerró los ojos y mientras sus labios se encontraban con los del Kanon, se perdió en las imágenes que su propia mente representaba, en donde no había otra cosa que el rostro apacible de su amado. El geminiano percibió enseguida el cambio y observó como aquel rostro hace un instante tieso, se deshacían en un desenfrenado encuentro entre sus lenguas. Sea lo que sea que había hecho seguramente tendría que ver con el joven caballero que a escondidas había visto un día cómo esperaba al santo de virgo en una pequeña casita en las afueras del santuario...por un momento sintió envidia de pensar lo que lograba despertar aquel muchacho en el rubio caballero...pero sólo un momento porque al instante se vio atrapado en un sueño erótico en el que él y Shaka batallaban por el dominio de un beso.

Por supuesto que había tenido sueños como esos alguna vez en su vida, pero nunca se le hubiera cruzado por la mente participar en alguno de ellos y mucho menos que el hindú fuera mucho más ardiente incluso que en sus alucinaciones más absurdas. Y es que sus suaves manos se cerraban con apetito en su cuello y su boca se movía con pasión y hambre mientras la separación de sus cuerpos se reducía a una fina capa de ropa que aprisionaba sus cuerpos sudorosos. Kanon aprovechó el desvarío de Shaka para conducirlo lentamente a la cama, sin mucha dificultad pues estaban a unos pocos pasos de ella. Lo sentó con delicadeza, permitiendo un espacio a su rodilla izquierda entre las piernas abiertas del hindú, sin dejar un solo momento que éste descansara su rostro pues lo tenía atrapado entre sus manos pidiendo sus boca hacia arriba. Antes de que el virginiano pudiera ser verdaderamente consciente de lo que acababa de hacer se vio acostado en la cama de Kanon y bajo un imponente cuerpo que imposibilitaba sus movimientos notoriamente. Apartó su boca fingiendo que necesitaba respirar y así pudo conseguir al menos una salida a aquella situación embarazosa en la que había puesto de manifiesto sus más bajos instintos...aquellos que sólo el fénix provocaba. Kanon estaba más que satisfecho con la el beso que acabaran de terminar, por lo que le permitió a Shaka descansar un poco esa zona para que no perdiera energías ni ganas y se dispuso a desabotonar la camisa de algodón blanca que humedecida en el pecho y el abdomen del virginiano se había entallado suavemente denotando los músculos de su cuerpo. En un intento por escapar de la mirada libidinosa que el geminiano no tenía reparo en mostrar, el santo de virgo viró la cabeza hacia arriba buscando una mancha en el techo...cualquier estupidez que pudiera dejar algo de cordura en su comportamiento...algo que por más tonto que fuera lo mantuviera atado a la realidad. Kanon se deshizo con magistral destreza de la ropa de su compañero a excepción de los diminutos boxers blancos que cubrían el semiexcitado sexo de Shaka. Había decidido que la noche sería larga y si quería disfrutarla al máximo no había que apurar las cosas...ya habría tiempo para deleitarse con aquello que se escondía bajo la ajustada tela de lycra. Al extender su cuerpo sobre el de del hindú, se sorprendió al notar que sus caricias habían logrado su cometido, aunque a medias, pues sus miembro erecto rozaba levemente con el otro que probablemente no tardaría demasiado en acabar de la misma manera si conducía las cosas del modo adecuado. Tomó el pezón izquierdo de Shaka con una mano y el otro lo cubrió con su boca. Apretó fuertemente el primero, moviendo luego sus dedos rítmicamente en círculos suaves y lentos, y al otro lo envolvió con sus labios mientras su lengua se encargaba de dibujar placenteras caricias al tiempo que dejaba un rastro de saliva por donde pasaba. Shaka intentaba bloquear sus sensaciones, hallar un vacío mental que le permitiera encerrarlas para evitar que aquello que estaba provocando en él Kanon no se manifestara en su cuerpo...pero conforme al despliegue del peliazul por su pecho...el frote de sus manos contra su abdomen...el desliz de su incansable lengua a través de su ombligo...la simultánea presión que había sentido en sus erectos pezones...el leve roce de su caliente cuerpo contra su miembro...todo un sinfín de sensaciones que sabía que muy pronto acabarían venciéndolo y cuando se diera cuenta de que su cuerpo ya había comenzado a tomar temperatura...y cuando se diera cuenta de que su sexo endurecido pedía a gritos los labios de Kanon...y cuando se diera cuenta de que gemía extasiado por el descontrol que aquellas caricias perfectas le incitaban...sería demasiado tarde y probablemente para ese entonces ya no podría evitar que el geminiano lo penetrara cuantas veces quisiera y se jactara en su rostro ruborizado de placer que todo aquello no lo había disfrutado sólo él, sino ambos.