Te digo adiós

He tenido pocos reviews por este fic, pero creo que es porque no se han atrevido a dejarlos ya que las estadísticas me señalan muchas visitas. Si eres lector y no dejas reviews, no importa, me basta con que lo leas.

Sigo aquí, junto a ti.

Es tu amor licor

que envuelve mi razón

con un sabor a miel

Heero acariciaba los cabellos de Dúo que dormía a su lado como todas las noches, pero esta era diferente, el trenzado había tenido cierto interés en sus actividades fuera de casa, quería saber de su trabajo y de quienes lo rodeaban, había abierto el cuaderno de notas y lo había leído a escondidas de él, pero cuando Heero lo vio se asustó y le rogó que lo perdonara.

"Puedes revisar todo lo mío, si quieres" le dijo besándolo con ternura y aquello había sido como un detonante puesto que Dúo le había tomado la palabra y le había revisado absolutamente todo, incluido su propio cuerpo, tanto así que en el baño lo había registrado entero "curioseando" hasta sus rincones más secretos hasta terminar haciendo el amor no sólo en la ducha sino que en la cama de la manera más salvaje que se le pudo ocurrir a su loquito.

El mejor motor

que empuja mi adicción

al roce con tu piel

Y no sólo era aquello, Dúo había asumido que debía cuidarlo para no perderlo así que lo obligó a sentarse en un rincón y ver como limpiaba todo, lo que lo divertía mucho, el Dúo de antes dejaba la casa patas arriba en menos de un segundo y después debían contratar una empresa para limpiarlo todo. Luego de dejar todo reluciente, hizo que lo acompañara a la cocina y que lo viera preparar la comida, cantidades que no sería capaz de comerse, pero no quiso decirle nada, se le veía tan feliz haciéndolo que se quedó embobado mirando como su trenza bailaba en su espalda con cada uno de sus movimientos.

Cuando al fin termino con aquello, se dedicó a preparar el postre y le dio una sonrisa devastadora a Heero que perdió los restos de cordura que le quedaban y se lo levó de regreso al cuarto en donde se volvió a adueñar de su carne con le mismo frenesí que había mostrado antes, él era su mejor droga y no le importaba si luego se volvía una sobredosis.

es tu amor la clave

de mi vida indescifrable

Despertó sólo en la habitación, cosa realmente extraña porque Dúo jamás se apartaba de él, ni siquiera tomaba el teléfono o iba al baño si él no estaba con él, pero un rico olorcito despertó su estómago y lo siguió hasta el comedor. Allí estaba su trenzado terminado de poner la romántica mesa con velas y todo, se volvió hacia él y le regaló una sensual sonrisa que hizo que la boca se le hiciera agua mientras miraba como iba vestido.

"Debes cambiarte" le dijo al pasar por su lado mientras él trataba de tragarse toda la saliva que se le había acumulado en la boca "es una cena formal" le dio un beso en la mejilla mientras lo giraba y lo empujaba de regreso al cuarto con una lijera palmadita en el trasero "ponte bonito" le pidió al oído en tono sensual y Heero sintió que se derretía.

Al final regresó a la mesa vestido con su mejor traje de etiqueta, uno que resaltaba intensamente el color de sus ojos según el propio Dúo le hizo ver mientras estos se desviaban invariablemente a la seda semi transparente de la camisa de Dúo que más mostraba que ocultaba su pecho bien formado.

"Yo vengo después del postre en el menú" le dijo este divertido y Heero bajó la mirada a su plato más rojo que un tomate "espero que te guste lo que hice para ti".

"Sabes perfectamente que todo lo que hagas para mí está bien" le respondió tomando una cuchara para comenzar a comer bajo la mirada atenta de Dúo que contenía el aliento "está delicioso" le sonrió complacido y Dúo soltó el aire feliz de haberlo complacido.

Es tu amor mi guía,

mi dolor y mi alegría.

A la hora del postre Heero ya no podía comer más, no había querido despreciar la comida que Dúo tanto se había esmerado en preparar, pero su estómago no estaba acostumbrado a comer tanto, había querido rechazar el postre, pero vio que los lindos ojos de su amor se cristalizaban y no tuvo corazón para negarse y se dirigieron a la sala a tomar el postre llevando la bandeja con cuidado. Se sentaron en el sofá dejando la bandeja sobre la mesa ratona y Dúo se recostó sobre el pecho del japonés que sentía que iba a estallar si probaba un bocado más, pero sin fuerzas para negarle a su amor lo que le pidiera.

"¿Sabes, Heero?" le dijo acariciando sus costillas "Está es la mejor noche de mi vida, incluso mejor que nuestra primera cita, aquella vez salí vestido de mujer con es vestido que le arrebaté a la Bruja sólo para fastidiarla y demostrarle que yo lo llenaría mejor que ella, pero ahora estoy a solas contigo y es mejor, soy yo mismo y puedo acariciarte a mi antojo, amarte con fuerza y darte mi calor sin que nadie nos mire, sin que nadie piense que estamos dando un espectáculo, sólo porque te amo y me amas"

"Nunca me habías dicho por qué usaste ese famoso vestido" dijo Heero mirándolo ¿era acaso que el verdadero Dúo comenzaba a regresar o eran sólo chispazos del pasado?

"Me da pena recordarlo" le dijo ocultando el rostro bajo su chaqueta "Me hubiera muerto si uno de los muchachos me hubiese visto haciendo semejante estupidez" se rió "En especial Wufei, no me habría dejado en paz nunca más"

El amor de mi vida

es tu amor sin medida

Heero sonrió divertido, la relación de amistad que mantenía en trenzado con el chino era bastante extraña y cómica, estrafalaria en muchos sentidos. En un principio había sentido celos de la facilidad conque estos se relacionaban, pero después notó que eran un par de locos que siempre buscaban una excusa para pelearse y decirse tonterías terminando uno siempre maltrecho, generalmente Dúo, e interviniendo para que no se mataran.

"Creo que deberíamos invitarlos a nuestra boda" le dijo pensativo "ya tengo pensado el banquete, aunque sería paras seis personas, tal vez Wufei se busque alguien para que no se sienta solo, porque Trowa y Quatre van a estar juntos como nosotros y no quisiera que se sintiera como violinista entre nosotros ¿no te parece" le acarició el abdomen.

Heero lo miró asombrado, Dúo quería boda, incluso tenía planes para la misma y nunca le había preguntado que pensaba al respecto. Respiró hondo sintiendo el calor de sus manos traspasar su camisa y se decidió, lo que fuera por verlo contento y a su lado, importaba poco si estaba loquito.

"Claro que sí, Dúo, los invitaremos a nuestra boda, pero debemos fijar la fecha y pedir la hora en el registro primero" le acarició el cabello con ternura

Es la luz de tus ojos

claridad de mis días

Dúo suspiró feliz y tomó el postre para servirlo mientras se apartaba de Heero sin notar que este se tensaba al ver las proporciones del helado que le servía, pero no dijo nada, vería si no estallaba antes de comerse esa bomba. Lo tomó de sus manos justo cuando sonó el teléfono.

"Yo contesto" le dijo Dúo sonriendo y se puso de pie, Heero lo miró asombrado, normalmente no habría ni escuchado el teléfono y lo habría dejado sonar y sonar interminablemente, pero ahora parecía estar de regreso a la tierra de los cuerdos. "¡Quatre!" fue su voz alegre saludando a su amigo árabe "Claro que soy yo ¿conoces a otro chico que vida con Heero acaso?" le dijo mirando a Heero que había dejado el postre sobre la mesa "Cómete el helado, que se va a derretir" le dijo cubriendo el auricular con la mano. "Si, estoy bien, llamas justo a tiempo, amigo mío" se rió "Si, es tu don" se volvió a reír "Estoy feliz, Heero me ha pedido matrimonio y estábamos pensando en invitarlos a la boda, claro que todavía no tenemos fecha" se quedó escuchando al árabe unos segundos "Por supuesto que yo, no me imagino a Heero de Uke" miró al japonés sonrojándose "¿En serio? Me encantaría" miró a Heero y vio que no comía "espero que Wufei no me moleste por eso, ese pesado no me dejaría en paz jamás".

Heero se puso de pie con la bandeja en las manos y le dijo al oído "lo guardaré para mañana, así lo comeremos juntos" y le mordió la oreja antes de salir.

Se perdió el resto de la conversación, pero al parecer no duró mucho dado que el trenzado entró en la cocina corriendo al poco rato mirándolo angustiado y se aferró a él como si temiera no volverlo a ver.

El amor de mi vida

es tu voz encendida

Heero lo levantó entre sus brazos con gran delicadeza y lo llevó a la habitación besándolo apasionadamente, se iba a desquitar con creces y quemar todas las calorías que el trenzado lo había hecho consumir mientras hacían el amor sin descanso, de manera salvaje, le mostraría que jamás iba a volver a abandonarlo, lo amaba de todo corazón, nunca fue sólo lujuria de su parte, había perdido la cabeza por él y tenía que hacérselo saber de alguna manera.

Es tu amor, el amor

de mi corazón.

Dejó los recuerdos a un lado y se acostó al lado de su trenzado, le había dicho que lo amaba de todo corazón mientras sus entrañas se inundaban de su semilla y lo había dejado caer en un dulce sueño reparador, era tan grato verlo dormir así, relajado, en paz, sin asomo de la locura que lo había hecho ver el mundo vacío y sin vida, ahora tenía deseos de vivir, de luchar, de amar, de salir a mundo a gritarle su amor. Sonrió cerrando los ojos, se sentía tan bien el amar y ser correspondido que ya nada importaba, el dolor quedaría atrás siempre que pudiera contar con el dulce calor y aroma de su trenzado.

Es por ti así

no puedo decidir

ya no tengo el control

Pasaron tres día y Heero andaba de un lado a otro ayudando a Dúo a buscar lo que le faltaba para la boda, no se preocupaba por el "vestido de novia" porque el trenzado le había dicho que Quatre se iba a hacer cargo de este como regalo de bodas y que le había pedido a este que hiciera de "madrina" cosa que al mismo Trowa le dio un ataque de risa, según le había contado Quatre bastante molesto, no le hacía gracia que su novio se riera de él, pero Trowa le contó que se veía muy "linda" con su vestido rosa.

"Me gustaría ver el vestido que Quatre ha encargado para mí" le dijo mirando las tarjetas de bodas "Pero me dijo que no podía ser porque tú lo verías y sería de mala suerte para nuestro enlace, aunque pienso que nosotros no podemos tener mala suerte si nos amamos así siempre ¿no te parece?"

Heero sonrió moviendo la cabeza, Dúo era bastante loco como para olvidar el pasado y dejar a un lado el rencor, pero demasiado cuerdo como para aceptar las supersticiones de su amigo.

"Creo que mejor olvidamos las invitaciones" le dijo al fin al ver que no se decidía "mejor vamos por las argollas, son más importantes"

"Por supuesto, serán el símbolo de nuestro amor" le sonrió enlazando sus dedos caminando con él rumbo a otra tienda "espero que no me cueste tanto decidirme, no quiero que te aburras de compras conmigo" le dijo apoyándose en su hombro.

"Contigo, nada es aburrido" le sonrió y entraron en la joyería.

Mas, yo soy feliz

que más puedo pedir

voy preso de tu olor

Al final, hacer los preparativos había sido lo de menos, la verdadera locura había comenzado cuando sus amigos llegaron a su casa y los hicieron dormir en habitaciones separadas la noche anterior a la boda, Heero no había puesto problemas pero Dúo no quería y reclamaba que si Quatre y Trowa dormían juntos él también dormiría con Heero por lo que esa noche fue de abstinencia forzada para ambas parejas. Y el único que se divirtió con todo eso fue Wufei que no dejaba de reírse cada vez que veía los maniquíes cubiertos con forros en los que estaban los vestidos, pero por ello se había ganado que tanto Quatre como Dúo lo persiguieran por todos lados hasta conseguir acorralarlo y dejarlo todo maquillado y rayado sin que se pudiera quitar la pintura.

Es tu amor la clave

de mi cofre de ansiedades

La ceremonia fue bastante sencilla, Trowa y Quatre eran los testigos que firmaban, y Wufei, más por molestar que por otra cosa, les preguntó a ellos cuando darían el gran paso y harían legal su situación. Quatre lo miró con una de las miradas patentadas de Heero, pero Trowa se rió diciendo que ellos debían esperar un poco más porque en la cultura de Quatre debían casarse todas las hermanas mayores antes de que él pudiera hacerlo.

"Así no se van a casar nunca" les dijo el chino divertido.

"Solo falta que se case mi hermana la mayor de todas para que se casen las demás" replicó Quatre "Si se casa ella, se casan las demás que ya están comprometidas y yo podré hacerlo también".

"Deberías buscarle novio a tu hermana" le dijo Trowa divertido.

"Preséntale a Wufei" dijo Dúo divertido "Así todo quedará en familia"

Pero a Quatre no le pareció divertido y no dijo nada, pero Trowa lo notó y lo abrazó "no te enojes, corazón, es que el hecho que tu hermana no se haya casado es la única traba que tenemos para casarnos nosotros también" le dijo besándolo en la frente "te amo".

tu amor sin herida

es la tierra prometida

Fueron a cenar a la casa de ellos dado que Quatre y Dúo se habían esmerado la tarde anterior preparando un banquete frío para después de la boda, lo celebraron en grande comiendo grandes cantidades de alimentos y riéndose de cosas del pasado, cosas que ya no los herían, burlándose a ratos de sus vivencias y fantasías infantiles, en especial de las de Dúo que aún se juraba Shinigami y del duro entrenamiento que habían tenido. Para Heero era grato tener de regreso al Dúo que él conoció y amó durante la guerra, pero echaba de menos a su Dúo callado y amoroso, loquito por él y se lo hizo saber. Dúo lo miró molesto, no le agradaba que le recordara aquellos días ingratos, pero terminó por admitir que ese tiempo había sido más tranquilo y que esos últimos meses habían sido los mejores de su vida porque se había descubierto a si mismo más enamorado que antes y que era correspondido con el mismo fervor.

"Cada loco con su tema" les dijo Wufei y se consiguió cuatro miradas asesinas "vamos, ahora me van a salir con que no están locos de amor por sus parejas" les dijo divertido y los vio asentir "Ah, el amor" suspiró burlón y se vio obligado a escapar para que no lo pintaran de nuevo.

El amor de mi vida

es tu amor sin medida

Heero miró a su ahora esposo para luego abrazarlo atrayéndolo hacia su pecho con ternura, le encantaba tenerlo así, tan cerca de su corazón, dueño de su vida y perteneciéndole por completo, la alegría se sentí en el aire, la paz le salía por los poros, la felicidad lo desbordaba.

"Me pregunto" dijo Dúo pensativo "Que pensará la bruja cuando se entere que estamos casado al fin"

"Lo mejor sería que ni te acordarás de Reelena, podrías invocarla"

"¡No pronuncies su nombre!" dijo saliéndose de su abrazo mirando para todos lados "podría materializarse aquí en cualquier momento y lanzarme un maleficio".

"¡Ay, Dúo!" se rieron todos carcajeándose "cualquiera pensaría que es bruja de verdad" agregó Quatre sin dejar de reírse.

"¿Acaso tienes pruebas de que no lo es?"

Y tuvieron que reírse con más ganas, el trenzado no tenía vuelta.

Es la luz de tus ojos

claridad de mis días

Terminaron con el postre y luego de brindar por los novios, Heero hizo que Dúo se pusiera de pie para ir a cambiarse, pararían la noche de bodas en una cabaña en la playa, regalo de Quatre, y los siguientes dos días de luna de miel en Venecia, regalo de Trowa, este afirmaba que no había lugar más romántico en la Tierra para los novios que ese.

Al poco rato regresaron a la sala con sus amigos y se despidieron antes de partir de luna de miel.

Heero notó en los ojos de Quatre una tristeza grande y lo abrazó con fuerza diciéndole "ya llegará tu turno, paciencia, amigo" y este le sonrió al apartarse yendo a refugiarse a los brazos de su novio, haría lo que le decía.

El amor de mi vida

es tu voz encendida

Dúo no había dejado de parlotear todo el camino hacia la playa, estaba realmente nervioso, aunque no fuera la primera vez, ahora se sentía como si tuviera que pasar una prueba crucial para que Heero no se arrepintiera de haberlo elegido por esposo para el resto de sus días, no quería que cambiara de parecer si parecía demasiado ansioso de sentirlo dentro, de llenarse de él y por eso hablaba sin parar, pero Heero lo miraba divertido sin interrumpirlo, esa era la manera en que recordaba a Dúo, hablando casi sin tomar aire, era su voz tan embriagadora que se perdía sin entender sus palabras.

"¿Me estás escuchando?" le dijo de repente.

"Sólo tu voz" admitió deteniéndose en un alto para tomar su mano "Te amo, Dúo, no lo dudes" le sonrió y volvió a arrancar "relájate y duerme un poco, vas a necesitar todas tus energías cuando lleguemos"

Es tu amor, el amor

de mi corazón.

Dúo se acurrucó en el asiento sonriendo, Heero era muy dulce con él, nunca se imaginó que le tuviera tanta paciencia y que aguantara todas sus locuras, después de todo este no le había pedido que se casaran, había aceptado y ya, y lo mejor era que lo había dejado hacer lo que quisiera con los preparativos de la boda, pero aún le reservaba una sorpresa, la boda saldría en las páginas sociales al otro día, cuando ya estuvieran de luna de miel y la "bruja" sabría que el soldado perfecto tenía dueño al fin.

"Pareces gatito que se comió la crema" le dijo Heero mirándolo por el espejo "¿Se puede saber qué te tiene tan complacido?"

"El saber que eres mío por completo" le dijo sonriendo y se quedó dormido.

"No tienes arreglo, Dúo" se sonrió y siguió su camino.

Es tu amor, el amor

de mi corazón.

La cabaña era bastante grande por lo que se podía ver desde el exterior, así que Heero se estacionó a un lado y vio que Dúo estaba profundamente dormido, de seguro el pobre, tal como él, no había podido dormir sin su calor y ahora la noche en vela le pasaba la cuenta. Se bajó y rodeó el vehículo para sacar a Dúo con sumo cuidado, con él en brazos abrió la puerta haciendo equilibrio y entró en la sala, era más de lo que imaginó, el suelo estaba acolchado, los sillones eran muy amplios y tenía un aroma que invitaba al amor. Cerró sus sentidos a esto y se dirigió a la habitación dejando a Dúo sobre la cama para llevarse una enorme sorpresa, en el techo, sobre la cama, que estaba con sábanas y colcha de seda, había un enorme espejo biselado.

"Es excitante ¿verdad?" le dijo Dúo atrayéndolo contra él "Se supone que eso enciende más tus sentidos al hacer el amor"

"¿Cómo lo sabes?" le dijo con voz ronca subiéndose sobre Dúo.

"Trowa me lo dijo, dice que ver a Quatre retorcerse de placer es la imagen más excitante que puede tener de él" le respondió pasando sus manos por su pecho mientras le abría la camisa "¿Hacemos la prueba?"

"Si tú quieres" respondió dejándose hacer.

Es tu amor, el amor

de mi corazón.

La ropa había quedado repartida por todos lados, según pudo ver el propio Heero descansando luego de hacer el amor por primera vez como esposos, la había hecho volar por los aires sin ningún cuidado en esa ansiedad que tenían de poseerse y descubrieron que lo del espejo era verdad, verse haciendo el amor había aumentado la pasión hasta límites desconocidos y no quería ni imaginarse lo que pasaría cuando Dúo descubriera los del baño.

"¿No vas a dormir?" le dijo el trenzado "debes recobrar tus fuerzas".

"Estaba pensando" lo atrajo de nuevo y lo puso sobre él "podríamos practicar otra pose" agregó al sentir que su cuerpo estaba listo otra vez.

"Como tú quieras" sonrió el trenzado y se dejó hacer...

Es tu amor, el amor

el amor

Fin (espero)

La canción es "El amor de mi vida" de Los Nocheros y me costó encontrarla porque he tomado y desechado montones, pero al fin me pareció esta la mejor.

Gracias a todos y en especial los que me dejaron Reviews.

Wing Zero.