Capítulo 5: El Príncipe Mestizo
Las semanas transcurrieron muy rápidamente y el calor comenzó a disminuir. Cuando los tres amigos se dieron cuenta, ya sólo faltaba un día para regresar a Hogwarts. La cara de difunto de Ron durante la última semana había sido un factor clave para saber que las vacaciones ya se estaban acabando y comenzaba un nuevo año de estudio.
Por primera vez para Harry la idea de regresar a Hogwarts era un poco latosa. Lo había pasado realmente bien esas vacaciones en casa de Hermione. Aunque quizás volver al colegio lo ayudaría un poco a distraerse de todo lo que pensaba, porque dentro de la misma casa era algo realmente difícil. Sin embargo, por lo menos, ya habían aclarado el incidente sucedido el 1º de Agosto. Hermione le había aclarado muy bien las cosas y le pidió que esta vez, por favor, no volviera a suceder. Harry lo había entendido perfectamente y eso le explicaba que era verdad que ella sólo lo quería como un amigo, o hermano. Su corazón había vencido a su voluntad, aunque sabía que esa explicación sólo quedaba para él.
Ron comenzó a sospechar sobre la actitud de sus amigos al día siguiente de lo ocurrido y le preguntó a Harry, mientras Hermione había salido a hacer unos encargos que le habían dejado sus padres. El chico de ojos verdes ya no podía más guardándose todo ese peso para él solo y decidió soltarlo todo. Su amigo lo había comprendido e incluso le ofreció todo su apoyo. Hasta confesó estar enamorado de Padma Patil desde el baile de navidad de 4º curso.
Harry despertó sobresaltado, había tenido hace un segundo la primera pesadilla desde que había salido de Privet Drive. Intentó reunir todas las imágenes en su cabeza antes de que se le escaparan, pero no logró visualizar nada, era todo tan confuso…
Miró el despertador de la mesita de noche, marcaba las 10:30 am…dentro de media hora saldría el tren con destino a Hogwarts. Ron aun dormía lanzando sus feroces ronquidos. Harry tomó su almohada y se la lanzó en la cara. La reacción fue instantánea.
Se levantaron rápidamente. Ya se escuchaban pasos en el corredor. Seguramente era Hermione corriendo de aquí para allá buscando los últimos libros sueltos que quedaban por toda la casa.
Los chicos se vistieron a toda velocidad y tomaron sus baúles. Bajaron apresuradamente las escaleras y fueron a la cocina a tomar desayuno. Hermione comía a toda velocidad.
¡Se nos hace tarde! – Exclamó de pronto - ¡Coman rápido vamos!
Terminaron lo más rápido que les permitió el aparato digestivo y salieron cada uno con su baúl en la mano hacia la calle. El Autobús Noctámbulo llegó casi al instante. Subieron las cosas después de escuchar el ya conocido dialogo de Stanley Shunpike.
Cinco minutos más tarde ya estaban en King Cross. Cruzaron a toda velocidad hacia el Andén nueve y tres cuartos y ya arriba del tren pudieron respirar. El Expreso de Hogwarts comenzó a avanzar a su paso lento que luego comenzó a aumentar su velocidad.
Espero que este año sea mejor – Dijo de pronto Harry rompiendo el silencio
Ron y Hermione lo miraron con tristeza. Sabían perfectamente que su amigo todavía no podía asimilar que su padrino se había ido y jamás volvería.
Será mejor…ya verás – Lo consoló Hermione – Piensa que habrá partidos de Quidditch, estará Hagrid…
Si claro – Musitó Harry tristemente – Y seguramente otro asesinato. ¿Ustedes no piensan? Voldemort ha vuelto y está más poderoso que nunca. Si a él le place en este mismo momento podría hacer añicos el colegio, pero no, seguramente está esperando a que yo llegue para eso.
No parecías tan preocupado en vacaciones – Murmuró Ron.
¿Realmente crees que no lo estuve? – Inquirió Harry intentando no enfadarse.
Harry es mejor que te olvides del asunto – Sugirió Hermione – Es mejor…espera el momento adecuado para preocuparte, por ahora deja de amargarte.
No es gracioso ver a tus amigos morir…¿Sabías?
Hermione prefirió guardar silencio y así siguió largo rato. Pronto pasó por ahí la señora con el carrito de las golosinas, pero nadie le compró nada. Unos fuertes golpeteos se escucharon venir del techo del tren. Había comenzado a llover torrencialmente y apenas se podían distinguir sombras de árboles por la ventana del compartimiento. Hasta que…
¿Qué es eso?
Hermione se había corrido de su asiento arrollando a Ron para lograr distinguir algo (al parecer inexistente) por la ventana.
¡Miren! – Exclamó.
Harry echó un vistazo hacia la oscuridad. Miró a Hermione y levantó una ceja.
No veo nada – Concluyó.
No digas tonterías – Hermione dio otro vistazo. Había desaparecido.
Hermione ¿Te sientes bien? – Preguntó Ron casi ahogándose bajo el peso de la chica.
¡Ahí estaba! – Insistió ella – Estoy segura, era…alguien…montado en un caballo ¡Estoy segura!
¡Quizá sólo lo imaginaste¡Ahora apartate! – Exigió Ron – ¡No puedo respirar!
Hermione se volvió a sentar en su sitio muy molesta.
¿Tú si me crees verdad? – Preguntó dirigiéndose a Harry.
Yo no vi nada…- Respondió el chico, pero al ver la expresión de su amiga agregó- Pero si tú dices que viste algo yo te creo.
El resto del viaje siguieron hablando sobre el siguiente curso y quién sería el nuevo profesor de Defensa Contra Las Artes Oscuras. Hermione casi no hablaba, parecía muy sumida en sus pensamientos. El tren comenzó aminorar su marcha y ya era hora de bajar. Al hacerlo se encontraron, como siempre, con Hagrid, quien guiaba a los alumnos de primero hacia el lago para llegar al castillo en botes, como era la tradición. Saludó desde lo lejos a Harry y sus amigos. La lluvia empapaba las ropas de los estudiantes y el viento azotaba paraguas y capuchas. Pronto llegaron los carruajes que los conducirían hacia el colegio.
Después de largo rato, finalmente, ya estaban sentados cómodamente en el Gran Comedor. Harry y sus amigos miraban a cada lado de la mesa de los profesores, buscando algún rostro nuevo y lo encontraron. Un hombre, de aspecto nervioso y tímido miraba hacia el gentío de alumnos, temblaba mientras se comía las uñas. Harry se acordó inmediatamente del Profesor Quirrel.
Las puertas de roble del salón se abrieron y apareció la larga fila de estudiantes de primer año para el ritual de selección de su casa. Todos parecían sumamente nerviosos y miraban maravillados del lugar. Harry notó algo fuera de lo común. Un muchacho alto, de pelo castaño claro caminaba junto a la fila de los alumnos menores. No recordaba haberlo visto nunca en su vida, seguramente era nuevo, no tendría más de 15 o 16 años.
Dumbledore se levantó.
Bienvenidos Alumnos a un nuevo año en Hogwarts – Comenzó – Antes de empezar el ritual de selección quisiera presentarles a…muchacho ¿Puedes acercarte un momento?.
El muchacho mayor de la fila subió hacia la mesa de los profesores.
¿Cómo me dijiste que te llamabas? – Preguntó Dumbledore.
Timothy Spell – respondió.
Bien…quiero presentarles a Timothy, él viene desde una escuela muy lejana a estudiar magia aquí en Hogwarts. Es hijo de dos de los empresarios más exitosos que hay en el mundo de la magia, los Spell, quienes son considerados como los reyes de su región.
En lo personal, a Harry, de haber llegado a una nueva escuela, no le habría gustado en lo absoluto que lo presentaran delante de todo el colegio.
Timothy regresó a la fila. Después de escuchar la acostumbrada canción del Sombrero Seleccionador la profesora Mcgonnagall comenzó a llamar a los estudiantes para ser seleccionados. El primer muchacho se veía muy seguro de sí mismo. Fue a parar a Ravenclaw. Los 3 siguientes a Hufflepuff, otros 2 para Slytherin y 1 para Gryffindor.
Creo que estaremos cortos este año – Dijo Ron molesto observando a los nuevos Slytherins.
Finalmente, lo que todos los alumnos mayores esperaban, el turno de Timothy Spell.
El muchacho se sentó en el taburete. Pasó 1 minuto…Harry pensó que, seguramente, al sombrero le estaba costando seleccionarlo.
¡GRYFFINDOR! – Decidió finalmente.
El Gran Comedor se llenó de aplausos departe de la mesa de los leones. Timothy corrió a sentarse, fue a dar junto a Ron.
Hola – Saludó Ron al nuevo extendiéndole la mano y señalando a sus amigos – Ellos son Harry Potter y Hermione Granger.
Hola – Contestó él correspondiendo al saludo – ¿Harry Potter?
Harry suspiró…"aquí vamos de nuevo…"
Si – Respondió mirando hacia otro lado.
¿De qué escuela vienes, Timothy? – Preguntó Hermione mirando con desaprobación a Harry.
Prefiero no comentar esas cosas – respondió – Estoy en una nueva escuela y no creo que valga la pena hablar de eso…
Bueno…yo soy prefecta de Gryffindor – le anunció Hermione – Así que si necesitas alguna cosa…alguna duda o consulta…me dices.
Timothy asintió, a Harry le vino una puntada de celos.
Después del banquete los alumnos comenzaron a agruparse para dirigirse a sus respectivas salas comunes. Hermione y Ron dirigieron a los nuevos Gryffindors hacia la sala común. Harry se fue detrás mientras hablaba con Timothy.
Había escuchado de los Spell…pero no sabía que tuvieran un hijo – Le dijo Harry de repente.
¿Entonces yo qué soy? – Contestó el muchacho levantando una ceja – Pues si…somos una familia muy numerosa, mis abuelos por parte de mi padre eran muggles y en la familia de mi mamá todos son magos, así que soy de sangre mezclada.
Ya veo…- Dijo Harry – Supongo que eso será lo único que sabré de ti por el momento…eres muy misterioso.
No lo soy, sólo que no soy de esas personas que andan por ahí ventilando sus asuntos personales…nos veremos, Harry Potter.
Timothy se alejó entre la multitud, a Harry le vino un arranque de ira inmenso, en ese comentario había un dejo de ironía notorio. Lo que más lo molestaba era que él no tenía la culpa de que una periodista loca publicara "asuntos personales" que, además, eran puras mentiras.
Llegaron al retrato de la Señora Gorda.
¿Contraseña?
Arañas – Dijo Hermione casi al instante.
¿No pudieron elegir una mejor? – Gruñó Ron.
Se formó un agujero y los alumnos comenzaron a ingresar. La luz era escasa en la sala común, a pesar de la chimenea.
Bueno – Hermione tomó aire antes de volver a hablar – Escaleras arriba están los dormitorios, los niños dormirán en la habitación de la izquierda y las niñas en el de la derecha. Sus pertenencias ya han sido ubicadas ahí.
Poco a poco el ruido fue disminuyendo y la sala común quedó vacía, excepto por Hermione y Ron.
Yo me voy a la cama – Anunció Ron bostezando – Son un trabajo duro esos enanos…
No hiciste nada, yo tuve que guiarlos todo el trayecto mientras tú mirabas como bobo a Padma.
No empieces – Exclamó enojado el pelirrojo – Mejor me voy.
Ron se encaminó hacia su habitación y se topó con Harry quien venía bajando en ese momento. El muchacho de ojos verdes llegó a la sala común y vio a Hermione de espaldas y con la cabeza gacha, seguramente leyendo algún libro. Harry se acercó por detrás y le puso ambas manos en los ojos.
¿Quién soy?
Veamos – Murmuró Hermione – Harry, sé que eres tú, tienes un corte en la palma de la mano.
Harry se apartó y se miró la mano, lo recordaba perfectamente, en las vacaciones cuando intentaba ayudarle un poco en la cocina, picando cebollas se había cortado.
Que inteligente – Río Harry - ¿Qué lees?
Nada – Cerró el libro rápidamente y lo echo al otro lado del sofá – Oye Harry…¿Podrías hacerme un favor?
El muchacho asintió.
¿Podrías entregarle esto a Terry Aboot? – Dijo Hermione sacándose un sobre del bolsillo
¿No es el prefecto de Ravenclaw? – Preguntó Harry intentando contener la rabia
Si
¿Por qué no se lo entregas tú? – Dijo bruscamente el chico.
Si no quieres hacerme el favor entonces no importa – Dijo Hermione en voz alta quitándole el sobre – Era sólo un favor porque, por si no sabías, no tendré tiempo para nada mañana en la mañana.
Hermione se levantó tomando su libro y se dirigió hacia la escalera que se dirigía al dormitorio de chicas.
¡ME PARECE BIEN¡NO SOY MENSAJERO DE NADIE! – Gritó Harry, pero no obtuvo respuesta.
Miró alrededor furioso y le dio una fuerte patada a la mesa llena de pergaminos arrugadas volteándola y rompiéndole una de las patas. El muchacho sacó su varita.
¡Reparo!
La mesa recobró su estado original. Harry se sentó en el sofá furioso. Unos celos absurdos se habían apoderado de él. "¿Por qué soy tan tonto, es prefecta, es obvio que quizá ese papel tenía información para el nuevo curso, nuevas rondas o cosas así…"
Ese tal Aboot – Gruñó antes de quedarse dormido.
Pff...me costó un poco de tiempo terminarlo, necesitaba algún tipo de inspiración y la encontré, bueno, pronto el 6º capítulo...
