Capitulo 3: Sorpresas
Draco tuvo muchos problemas para llegar a la sala común con una Gryffindor en brazos. Intentó esquivar a sus compañeros y casi lo había logrado cuando una voz lo heló por completo.
- ¡Hey, Draquilin, perdiste la apuesta! – El aludido se dio la vuelta lentamente. Blaise Zabini estaba al pie de la escalera. Malfoy le dirigió una fría mirada. Le agradó ver que el chico se caía de la borrachera que tenía.
- Mira Zabini, no tengo tiempo para perder contigo... –
- Ahhh... no... tu no tienes tiempo ¡HIP! Porque tienes a una chica en tus ¡HIP! Brazos... – Draco cayó en la cuenta de que aun tenía a Ginny con él. Se maldijo por tercera vez en el día, y se apresuró a subir a su habitación junto con la chica que no daba signos de vida. Apenas Draco hubo desaparecido de su vista, Zabini cayó dormido en medio de la sala común...
- Pero Pansy, ¿Qué querías que hiciera? – Ginny oía las voces muy cerca, pero ella se sentía muy lejos.
- ¡Cualquier cosa! La hubieras dejado allí tirada... no lo sé... pero ¿Traerla a la Sala Común? ¡A tu habitación! La verdad es que estás loco dragón... si tu padre se enterara... –
- ¡Mi padre ya no puede enterarse de nada! Después de lo del beso del dementor... ¡Para mí esta muerto! – Ginny intentó levantarse, pero sentía que su cabeza pesaba toneladas. Sin embargo, Draco se dio cuenta.
- ¡Weasley! ¿Estas bien? – Pansy no creía lo que veía. ¿Draco Malfoy preguntándole si estaba bien a una simple Weasley?
- ¡Draco! ¿Qué te ha hecho? – El muchacho bufó. Intentó ayudar a la pelirroja, pero esta se encontraba demasiado aturdida como para aceptar ayuda. Lentamente se fue sentando en la cama y asimilando los hechos.
- ¿Dónde estoy? – Les preguntó, visiblemente asustada por encontrarse en presencia de dos Slytherins en una habitación con cortinas verdes... colchas verdes... serpientes colgadas de las paredes... Ginny pensó un poco... ¿serpientes? ¿Demasiado color verde? – Oh Dios... – Dijo, llevándose las manos a la cabeza - ¡Estoy en una habitación de Slytherin! – Pansy se echó a reír.
- Al parecer la Weasley no es tan tonta como parece... – La pelirroja le dedicó una mirada de odio.
- Si, estas en mi habitación... – Le contestó Malfoy, notando con satisfacción la cara de horror que se instalaba en Ginny.
- ¿Qué diablos hago aquí? – Le preguntó ella intentando pararse. Malfoy utilizó sus manos para detenerla y volver a sentarla en la cama.
- Estas aquí, porque yo te salve de un tipo que te quería violar y te desmayaste. La verdad es que debes agradecerme... por segunda vez... –
- ¡Yo no te pedí que me salvaras! – Le dijo ella casi gritándole en la cara. El rostro de Malfoy se ensombreció.
- ¿Entonces debí dejar que ese tipo hiciera lo quisiera contigo? – La chica se quedó sin habla. Las imágenes de la noche anterior se repetían en su cabeza. Y se dio cuenta que por primera vez, Malfoy tenía razón. Si no hubiera sido por él... Pero ya era tarde, la había embarrado y ahora no sabía que hacer... no quería pedirle perdón a Draco, aunque sabía que era lo correcto. Tragándose su orgullo, le escupió un extraño "perdón". Pansy creía estar viendo un partido de Ping Pong. Su cabeza iba de derecha a izquierda de derecha a izquierda y así sucesivamente. El rostro de Draco se volvió a ablandar.
- Bien, empecemos de nuevo. Estas aquí porque te rescate ¿ok? Luego te desmayaste, y pensé en llevarte a la enfermería... – Viendo la expresión que ponía la chica, continuó – Pero decidí preguntarte primero y traerte aquí. Si te gusta, perfecto... y sino, bien tendrás que aceptarlo – Ginny se quedó callada unos instantes. No podía creer que el Draco Malfoy que ella conocía, se había tomado algún tipo de consideración por ella... cuando sus hermanos se enteraran de que había estado en la misma habitación que Draco Malfoy, la matarían a ella y a él...
- Gracias por no haberme llevado... no quiero preocupar a nadie... –
- Muy bien, ya es demasiada cursilería para mí. Me voy. Y, Dragón, la próxima vez que quieras hacer la gran Potter salvando chiquillas por ahí, ¡no cuentes conmigo! - Le escupió Pansy antes de cerrar la puerta de un golpe. Un silencio incómodo inundó la habitación.
- ¿Qué hora es? – Se le ocurrió preguntarle a la chica.
- Las tres de la mañana... – Le contestó él despreocupadamente.
- ¡Es muy tarde! ¡Debo volver a mi Sala Común! – Ella pegó un salto y se dispuso a salir, pero un brazo se lo impidió.
- No creo que quieras salir ahora, con todos los Slytherins ebrios ¿o no? – Malfoy tenía una detestable sonrisa en la cara... y toda la razón...
- ¿Y que propones? ¿Qué me evapore? – Ella ya estaba temiendo la respuesta que llegó muy pronto.
- Que te quedes a pasar la noche aquí. Mañana podrás salir temprano, total todos estos vagos se despertaran entrada la tarde... – Ginny estuvo a punto de cachetearlo, pero se dio cuenta de que no había otra salida.
- Esta bien... me quedare, pero si te atreves a ponerme una mano encima... –
- No me amenaces, Weasley. – Hablaba muy serio. Ambos se quedaron mirando un buen rato a los ojos, hasta que Ginny rompió el hielo.
- ¿Dónde voy a dormir? –
- ¿No te parece suficiente todo lo que has dormido hoy? – Ante la mirada de ella, Draco se apresuró a agregar – Era broma, dormiremos en la cama ¿Dónde sino? –
- ¿Dormiremos? –
- ¿No piensas que te voy a dejar mi cama o sí? Además, si duermo en el piso, muchos de mis compañeros van a sospechar... – Ella volvía a perder. No podía creerlo. Encima de todo lo que había pasado, ahora tenía que dormir con Malfoy, en una misma cama rodeada de Slytherins...
- Bien, entonces me voy a dormir... –
- ¿Sigues teniendo sueño? - Le preguntó él asombrado.
- Si, y además no quiero que llegue ninguno de tus amiguitos y me vea aquí.- Y dicho esto, se metió dentro de la cama tapándose hasta la nariz con las sabanas verdes. Y Draco, que no quería quedarse atrás, también se metió en la cama, haciendo que Ginny se sonrojara. Con magia, hizo que las cortinas se cerraran.
Ambos se quedaron en silencio. Draco sentía que los párpados le pesaban. Demasiado había tenido en ese día. Empezó a vagar por su mente... pero a cada lugar que iba, se topaba con alguien. Y resultaba ser que ese alguien se llamaba Ginny Weasley...
De pronto, una imagen se le cruzó por delante. La pelirroja, llorando cuando él solo la había asustado... ¿Cómo podía ser que llorara solo por eso? Y una idea descabellada le surgió. No podía ser... pero tal vez...
- Hey, Weasley, ¿Ya estas dormida? –
- Si... estoy soñando y todo... y te hablo porque soy sonámbula... –
- Pero que genio... – Le contestó él, feliz de haberla hecho enojar nuevamente. Pero luego recordó su propósito. – Tengo que preguntarte algo –
- ¿Y desde cuando me pides permiso para preguntarme algo? –
- Yo no te pedí permiso – Le dijo molesto – Te estoy avisando que te lo voy a preguntar... –
- Entonces hazlo... que quiero dormir –
- ¿Conocías al tipo de anoche? – Ginny notó como su corazón latía mas fuerte. ¿Por qué tenía que salir con ese tema?
- ¿Por qué lo preguntas? –
- No des vueltas y contéstame – Ella se quedó callada. Lentamente, se dio vuelta en la cama, dándole la espalda. Casi con un susurro, le contestó.
- Si – Draco tuvo que hacer mucho esfuerzo para oírla. Ahora si que estaba desconcertado. Ella lo conocía. Él había intentado violarla, pero ella no hacia nada...
- ¿Por qué no lo denuncias? – Otra vez el silencio inaguantable que Draco tanto odiaba. Y creía estar hablándole a su espalda... – Oye, te estoy hablando, ¡mírame a los ojos y dime que diablos pasa entre tu y él! – Ginny se dio la vuelta. Draco pudo notar que una lagrima bajaba por su hermoso rostro... ¿hermoso? Otra vez su inconsciente molestándolo...
- Mira Malfoy... no creo que esto sea de tu incumbencia... –
- Escúchame Weasley, esto SI es de mi incumbencia, porque ya estoy metido en esto, y si tu querías que lo que casi pasó ayer, pasara, entonces me hubieras dicho que me vaya y te dejaba con aquel idiota... – Ya estaba molesto. Pero él no tenía ni idea de lo que pasaba... y Ginny ya estaba harta de ocultárselo a todo el mundo...
- ¡Yo no quiero que eso vuelva a pasar! – Le gritó, y apenas lo hizo se tapó la boca con las manos. Draco frunció el entrecejo.
- ¿Vuelva? ¿Qué quieres decir con "vuelva"? – la chica no supo que contestar. Su mente era un torbellino de emociones. Las imágenes le daban vueltas en la cabeza y el dolor se incrementaba. Draco no podía creer lo que obviamente era la realidad... la cruel realidad... - ¿Ese tipo ya te ha violado? – A Ginny las palabras le cayeron como un balde de agua fría. El llanto no tardó en instalarse en ella. Su alma y su corazón estaban sangrando y la herida abierta en ella no cicatrizaba. Draco se la quedó mirando. No podía entenderlo. No le cabía en la cabeza que ella se aguantara todo eso. Y que ese tipo estuviera suelto, buscándola... asechándola... un sentimiento de odio y repugnancia se hizo presente en él, y decidió que no pararía hasta encontrarlo. Ginny no podía levantar la mirada. Lloraba en silencio, como si no quisiera que nadie se enterara... Draco la tomó por la barbilla, obligándola a mirarlo a los ojos.
- No quiero que llores más por él... – Le dijo suavemente con una mirada muy profunda que a Ginny le llegó hasta el alma.
- Por favor... no se lo digas a nadie... – Le suplicó.
- ¿Qué no se lo diga a nadie? ¡Ese bastardo tiene que ir a Azcaban! –
- Pero es que... tu no entiendes... –
- Yo lo único que entiendo es que te hizo mucho daño y... –
- ¿Y? – Ella ahora tenía los ojos puestos en él. Draco no aguantó. Su inconsciente volvió a aparecer y le dijo: A ver, Draco... tienes a una hermosa chica en tu cama... ¿Qué diablos piensas hacer? ¡Aunque sea bésala! No faltó más.
- Y que si no te beso no podré vivir en paz... – Y dicho esto, la aprisionó entre sus brazos y posó sus labios en los de ella. Ginny no sabía que hacer. Por un lado, tenía miedo de seguir, pero es que ese chico le daba mucha confianza... y un sentimiento de seguridad... Ahora, Ginny tenía a su inconsciente obligándola a continuar ¿Y que mas da? ¡Es el chico más deseado de todo el colegio! Si te esta besando... ¿Vas a negarte?
Así, ella le respondió el beso. Ginny sentía como un cálido sentimiento la envolvía... se sentía protegida... Y de pronto, todo el dolor que había sentido, todo aquel sentimiento de furia y de rabia se mezclaron con esa paz... y lo olvidó... al menos por unos segundos... lo olvido...
Y se quedó junto a él... junto a Draco Malfoy...
