Capitulo 6: Love and Pain
Ginny salió corriendo. No quería seguir estando enfrente de él. No quería volver a mirarlo a los ojos. No podría... Las lagrimas no tardaron en llegar. Todo ese día, había estado encerrada en su cuarto. La noticia del embarazo, la había enfermado. Había levantado fiebre, y la cabeza le daba vueltas. Pero tenía que contárselo a Kate. Ella la ayudaría a decidir que hacer... entonces le escribió una carta y decidió llevársela a la biblioteca. Durante la cena, le dijo que estaba escondida en la baldosa floja y que vaya a buscarla... pero cuando las dos amigas se encontraron en su cuarto y se disponían a dormir, Kate le había dicho que había olvidado pasar por la biblioteca a buscar lo que ella le había encargado. Ginny casi se le tira encima para ahorcarla. Pero se dio cuenta de que lo mejor era ir en busca de la carta, antes de que Peeves la encontrara y se lo comunicara a toda la escuela... o peor... que la encontrara Ron...
Y ahora, la tenía Malfoy. Encontró un aula vacía y entro. No podía volver a su sala común en ese estado. Todos los gryffindors estaban festejando el triunfo en la copa de Quidditch... y no podían verla llegar llorando. Se apoyo contra la pared y comenzó a llorar. No solo porque Malfoy sabia lo de su embarazo... sino porque no sabia que hacer. ¿Cómo iba a sobrevivir con un hijo a cuestas? ¿Cómo iba a vivir lo que le quedaba de su juventud, si tenía que aprender a ser madre? Pensó en él... y un escalofrío le recorrió el cuerpo. Posó su mano en su vientre, y no pudo evitar pensar que dentro de ella corría la sangre del maldito Fudge. No podía creer lo que le pasaba. ¿No era demasiado lo que ese bastardo le había hecho, que ahora también le agregaban un hijo? No podía entenderlo... se dijo que debía hacer algo. No podía quedarse de brazos cruzados... además, estaba su familia... ¿cómo explicarles que estaba esperando un bebe? ¿Cómo explicarles que la habían violado?¿Qué decirles cuando preguntaran quien había sido?
No puedo soportar tanta carga... es demasiado pesada para mí... Se dijo al mismo tiempo que se dejaba caer en el suelo y rompía a llorar nuevamente.
De pronto, alguien entró en el lugar.
- Malfoy... yo... vete... – Le dijo intentado que no la viera en el estado en que se encontraba.
- No pienso hacerlo... no puedes quedarte callada... debes denunciarlo... –
- ¡Tu no entiendes! –
- ¡Si entiendo! Yo sé que es el hijo de Fudge... pero el tipo no es Dios y... –
- Espera un momento... ¿Cómo sabes que es el hijo de Fudge? – Draco se quedó con la boca abierta. No se había dado cuenta de su error... se acercó a ella.
- Te escuche hablando con la boca floja de tu amiga –
- ¡Me estabas espiando! –
- ¡Y si lo hacia! ¿Qué? – Malfoy la tomo por la cintura y con una mano, la obligo a que lo mirara. Se dio cuenta de que había estado llorando mucho tiempo. Sintió pena. ¿Pena? ¿Pero que diablos te pasa?¿Acaso no recuerdas que tu no puedes sentir mas que odio y repugnancia? Malfoy ni se inmutó. Estaba muy ocupado perdiéndose en los ojos de Ginny que no se dio cuenta de que su mente intentaba alejarlo de sus pensamientos hacia ella.
- Malfoy... yo no sé que hacer... necesito ayuda... no puedo denunciarlo... me da miedo... – Draco no sabia que decirle. No le dijo nada. Luego de meditarlo un momento, la besó. Y con ese beso Ginny se sintió contenida... querida... comprendida... La chica no solo le respondió el beso, sino que pasó sus manos por el cuello del muchacho acercándose aún mas a él. Lentamente, se fueron separando.
- Mira, Weasley, no quiero que pienses que me aprovecho de tu estado... –
- ¿Desde cuando te interesa lo que piensen las chicas de ti? –
- Desde que te conocí – Ella se quedó callada. Las lagrimas habían cesado de fluir de sus cansados ojos. Lo miraba realmente sorprendida. No podía creer lo que escuchaba. Lo tenía allí, enfrente, abrazándola y diciéndole que de verdad la quería... de una forma indirecta... pero estaba bien para tratarse de él. Le sonrió. Y Draco pensó que había amanecido en medio de la noche. Le paso la mano por la mejilla para cerciorarse de que era ella y no una alucinación. Sintió un tibio calor que lo embriagó por dentro. La quería, si, la quería. Pero su orgullo interior le impedía decírselo de frente... Sin embargo, se lo demostraba con besos, caricias y abrazos.
- Cuando encuentre a Thomas Fudge, te juro que lo mato. –
- ¡No! No quiero que te conviertas en asesino... por mí... – Estas ultimas palabras estaban llenas de temor.
- Ginny, a esa basura hay que erradicarla de este planeta... hay que torturarla hasta que no de mas de dolor... y... ¿por qué me miras de esa forma? –
- Porque es la primera vez en toda mi vida que me llamas por mi nombre de pila... – A ella le brillaban los ojos. Un pequeño rubor comenzó a florecer en las pálidas mejillas del rubio.
- No me di cuenta... pero creo que es mejor que Weasley ¿no? – Ella le volvió a sonreír. Cada vez que estaba con él, sentía que todo a su alrededor no existía. Que nada importaba. Solo ellos dos. Pero siempre había algo que oponía. Y eso la ensombreció.
- Malfoy... –
- Dime Draco... ya que yo te llamo Ginny, tu llámame así... –
- Bueno... mmm... dra... Draco... –
- Así esta bien –
- No le dirás a nadie ¿verdad? – Sus ojos le suplicaban y él no sabia que contestar.
- Ginny, tu no puedes esconder una cosa así. Y además, si demostramos que ese bebe es de él, podremos hacer que lo condenen... –
- ¡Es que no entiendes! Nunca podré probar que él me violo... –
- Claro que si... podemos usar las miles de pociones que sabe Snape para hacer que los prisioneros confiesen... es fácil... –
- Draco, me da miedo intentarlo... ¿Qué pasa si no lo logramos? ¿Qué pasaría conmigo? –
- Eso no va a pasar... vamos a lograrlo... y yo estaré contigo para cuidarte... siempre... – La vocecita interior de Draco, estaba desesperada. Le gritaba groserías e intentaba por todos los medios recordarle quien era su padre y a quien estaba volviendo a besar... ¡Es una Weasley! ¡Y tu un Malfoy! ¡No puedes defenderla! Pero Draco había aprendido a evitar a su conciencia por lo que ya no le afectaba... lo único que le importaba ahora era ella... y solo ella...
Ginny regresó a su habitación intentado que nadie le preguntara dónde había estado. Pero no hizo falta. Estaban todos tan doblados por el alcohol, que ni siquiera la notaron. Subió apurada la escalera y se metió en su cama. Suspiró. Todo lo que le había pasado ese día era incontable. Sonrió. El recuerdo de Draco y de los besos que le había dado, la hacia inmensamente feliz. Pensó en el bebe que crecía dentro de ella. De pronto, ante su sorpresa, un sentimiento de madre comenzó a surgir. Se preguntaba como seria... su cabello... sus manos... sus ojos...
No podía creer que pese a todo lo que había sufrido ahora no se sentía tan mal. No puedo dejar que él gane sobre mi... voy a tener a este hijo... voy a criarlo y a quererlo... le voy a dar todo el amor que le haga falta... Algo bueno tiene que resultar de todo el dolor...
Y pensando de esta forma, se fue quedando dormida...
Soñó con un hermoso bebe rubio, que ella mecía en sus brazos... luego otra persona llegaba al lugar... Draco...
Draco estaba es su cuarto. Pensaba. Su corazón aún estaba acelerado debido a ella. ¿Cómo podía ser que él, estuviera dependiendo de una chica? ¿Cómo podía ser que Draco Malfoy quisiera de esa forma a una Weasley? Aunque no podía entenderlo, le gustaba... Su sonrisa seguía presente en su cabeza. Me he convertido en un idiota... Se decía. Y se sonreía...
En aquel momento, algo le saltó en la cabeza. No quería dejarla... no iba a dejarla sola nunca... se quedaría con ella y la protegería... y por sobre todas las cosas...
Iba a matar a Thomas Fudge...
Los gryffindor saltaban de la alegría. Cada vez que se cruzaban con un Slytherin, se ponían a reír como locos en las caras amargadas y de odio que estos les ponían. Ron aun no caía en la cuenta de que gracias a él, el partido final había sido todo un éxito... para ellos, claro... Había atrapado la Quaffle de una forma increíble y todo el estadio se había quedado observando atónito. Ese fue el momento justo para que Harry hiciera una maniobra y atrapara a la Snitch que parecía haberse quedado observando también al pelirrojo que aun no cerraba la boca...
Ginny y Kate todavía no habían hablado. Pero luego de desayunar, las dos se dirigieron al baño de Myrtle la llorona.
- Ven Gin, aquí no creo que nos encuentren... –
- Este baño no me trae muy buenos recuerdos... – Le dijo la chica un poco asustada.
- Ve aquí, no recuerdes nada por el momento. Solo dime que diablos paso anoche... y que era eso tan importante que escribiste en la carta... –
- Escucha con atención, Kate. Si dices una sola palabra de esto, yo misma te convierto en rata... y sabes muy bien que soy la mejor alumna de Transformaciones... –
- Ay no, Gin... sabes que puedes confiar en mi... – La pelirroja la observó con ojo crítico. Luego, continuó.
- Bueno... es que... me hice el examen... el que me diste tu... – Kate solo la observaba. Pero al ver que su amiga no hablaba comprendió con espanto lo que quería decirle...
- Ay no... por favor... dime que estas jugando conmigo... por favor... no me digas que ese bastardo te dejo embarazada... – Ginny no respondió. Se limito a bajar la cabeza y jugar con sus dedos. Kate se abalanzó sobre ella y la abrazó. Las dos chicas permanecieron allí un buen rato, sin hablarse.
- Pero eso no es todo... –
- ¿QUÉ? ¡NO ME DIGAS QUE ENCIMA DE TODO SON MELLIZOS! – Ginny no sabia si reírse.
- ¡Claro que no! Oh... bueno... no lo se... ¡Pero no lo creo! Es... otra cosa... –
- ¡Y bien! ¿Qué pasa? –
- Es que... volví a besarme con Malfoy... y... me dijo que me quiere... –
- ¿QUÉ DRACO MALFOY TE DIJO QUE TE QUIERE? – La chica estaba con la boca abierta y sus ojos parecían dos pelotas de Ping Pong.
- ¡Shh! Eres una boca floja... -
- ¿Qué soy que? –
- Una boca floja... cortesía de Malfoy... –
- ¡Cuándo encuentre a ese rubio cabeza de alcornoque, me va a oír...! –
- Kate... Es imposible no oírte... Pero, como sea... he decidido tener al bebe. –
- Mmm... o sea que vas a ser madre a los 16 años... –
- 17... porque según mis cálculos, nacerá después de mi cumpleaños... –
- ¿Has calculado la fecha de nacimiento? –
- Bueno... quería pensar en otra cosa... –
- Esta bien... bueno... sabes que te apoyo incondicionalmente... y que siempre estaré contigo para ayudarte... – Ginny le agradeció que estuviera allí. Continuaron hablando hasta que se dieron cuenta que llegaban tarde a sus clases. Ginny estaba felíz... ya no volvería a sufrir... nunca mas...
Sin embargo, estaba muy equivocada...
Malfoy salía de su ultima clase se Pociones. Se estaba despidiendo de su profesor preferido, por eso demoró en salir. Cuando terminó de hacerlo, comenzó a caminar hacia los jardines. Las semanas habían pasado... Ginny y él se veían a menudo y cada vez que lo hacían los besos y las caricias eran muy frecuentes...
Draco estaba asombrado de si mismo. Jamás había estado tanto tiempo con una chica... y menos sin habérsela llevado a la cama en ese tiempo. Pero con Ginny era diferente. Con ella no pensaba en el sexo... demasiado... él sabía que para ella iba a ser muy difícil estar con un hombre de verdad, después de lo que ese canalla le había hecho.
Draco recordaba una situación en le que él, le había preguntado si alguna vez había hecho el amor... con alguien mas...
Y ella le había dicho con lagrimas en los ojos, que no... que aquella fue su primera vez... Y la sangre le hirvió. O sea, que además de violarla, la había desvirgado... y quiso tenerlo enfrente para lanzarle muchos Crucio... quería hacerlo sufrir... y mucho...
De repente, volvió a la realidad. Había quedado con ella en los jardines... y hacia allí se dirigió. Pero algo estaba mal. Se sentía observado... durante los últimos días lo había sentido... pero ahora había algo mas. Intuía el peligro. Dobló precipitadamente en una esquina para ver que pasaba. Y pasó. Alguien lo golpeó fuertemente en la nuca. Cayó al piso dolorido. Intentó buscar su varita, pero no pudo hacerlo. Tenía las manos y las piernas atadas. Levantó la vista.
- Nos volvemos a ver, señorito Malfoy... – Fue lo ultimo que escuchó antes de sentir fuertes golpes en todo el cuerpo. El dolor lo adormecía... y sin darse cuenta, se desmayó...
