..:: De Vuelta en Casa ::..
La mañana comienza tal como siempre para los ojos dorados que se abren ante un ligero rayo de sol que se cuela por la abertura que dejan las cortinas en el centro de la ventana.
Se levanta alejando las mantas, y estirándose perezosamente. Hace algunas semanas que esta de vuelta en la ciudad. Tantos recuerdos, tantas vivencias que pasó ahí…
Un joven de poca estatura (por no decir nula) se adentra en la habitación – Ah!! Esta es tu habitación… - Luego cierra la puerta tras él dejando a Len algo extrañado.
-Manta… que buscas? – se dirige a la puerta que se acaba de cerrar.
-Recorro la casa! – responde la voz que se alejaba.
El Dr. Miller les dio unos días de descanso, pues han sido una gran ayuda para el hospital con un incansable entusiasmo. Al ver que no tenían nada más que hacer Len invitó a su amigo a la casa que en algún tiempo compartió con sus padres y que por unas maravillosas semanas, compartió también con la peliazul. El pequeño rubio ha sido una gran compañía, pensó que se llevaría mejor con Chocolov, pero ante un repentino cambio de planes, se le dio la oportunidad a Manta de ser el otro ayudante del Dr. gracias a eso, se han comenzado a llevar mucho mejor que antes.
Luego de la respuesta del rubio se levanta y se dirige a la ventana para recargarse en el marco por unos minutos. Le encanta respirar ese puro aire que sólo en ése lugar logra sentir. No pasa mucho tiempo para que se decida salir a sentarse en su lugar preferido desde que era niño. Es un día muy hermoso, se recuesta dejando que el sol le ilumine la cara. Comienza a recordar tantas cosas, incluso su vieja amistad con Horo-Horo con el que no habla hace ya mucho tiempo. Ante esa nueva idea se levanta con gran entusiasmo – Eso es!! Visitaré a Horo!! – entra nuevamente a la casa para anunciarle a Manta sobre su idea.
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Sin previo aviso llega a la enorme casa con la que vivió junto a su mejor amigo. Acompañado por Manta, se dirigen a la puerta y toca el timbre.
Le sorprende un poco reconocer la voz de Tamao en el interior, es la misma que antes, pero notoriamente algo más adulta.
Al abrirse la puerta ambos se quedan mirando. – Len?!! – la reacción se da sin aviso previo, vuelve a cerrar la puerta de golpea dejando perplejos a los visitantes.
-Quien era ella?
-La novia de Horo… - explica Len completamente extrañado.
La puerta vuelve a abrirse pero esta vez lentamente. Tras ella, se deja ver la misma figura femenina de antes que ahora solo muestra su cabeza – En verdad eres tu?
-No… soy un holograma digitalizado… ¬¬ - contesta irónico.
-Len!!!! – La chica lo abraza – Tanto tiempo!!
-Len???? – otra voz se oye en el interior, pero que luego se acerca para saludar con un fuerte abrazo a si amigos – Que haces por estos lados?? – Dice mientras pasa un brazo por sus hombros y lo encamina a entrar. Manta es recibido por Tamao y todos juntos van al living.
-Has cambiado muchas cosas… - comenta el recién llegado mirando curiosamente el nuevo estado de esa casa que por algún tiempo fue suya también.
Se quedan conversando por varios minutos, recordando viejos tiempos y cosas de las que solían disfrutar años anteriores. Pero inevitablemente llegaron al tema del cual Len se quería enterar, de esa astilla en su corazón que le causa dolor, pero a la vez no desea sacarla.
-Que ha sido de Pilika? – el tono de su voz es una mezcla de melancolía con curiosidad.
Un intercambio de miradas por parte de la pareja, da a entender que hay algo de lo cual no quieren informarle.
-Pues….-Comienza Horo- Pilika…
-Aún esta con Lyserg? – El desinterés con que Len formula la pregunta deja perplejos a la pareja que ahora vuelve a mirarse.
-Como sabes…?
-Hao me lo dijo una vez que llamé a su casa.- interrumpe el muchacho mientras lleva una lata de cerveza a su boca.
-Hao? Pero él….
-Bueno… solo pregunté si aún estaban juntos…- Len comienza a fastidiarse.
-Pero Hao no esta en el país hace algo más de un año – comenta la pelirroja completamente extrañada.
-Y eso qué?
-Pilika y Lyserg no llevan más de algunas semanas… - explica el peliazul.
La expresión en el rostro de Len se vuelve desafiante – No me vengan con eso!! El mismo me dijo que…
-Pues te mintió!! – Horo lo enfrenta – desde que Anna terminó con él se volvió muy extraño.
-Además Pilika quedó muy mal desde que te fuiste – continúa la pelirroja – Sabes que ella es la consentida de Hao, es normal que te tenga algo de rencor por haberla hecho sentir así…
Hay un silencio por unos segundos, la cabeza de Len comienza a dar vueltas.
-Pilika no tubo a nadie con ella… - La pelirroja logra la atención de los ojos dorados – por fin esta rehaciendo su vida… no se la arruines, Len… - Horo mira a su pareja, las palabras que dice son bastante crudas, pero es la pura verdad.
-Así es… era muy difícil verla en el estado en que estaba… - Continúa el peliazul.
El que su propio amigo le este diciendo eso le causa una impresión muy grande. Se recarga hacia atrás guardando un silencio muy incómodo en la habitación.
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Un ligero grito se escapa de su boca al momento en que un dedo es cortado tenuemente por un cuchillo – Ay!!
La atención de la joven se centra ahora en el chico que sacude su mano herida de arriba hacia abajo – Duele!!
Pilika deja a un lado el libro, dejándolo descansar en el sofá mientras ella se levanta para dirigirse a la cocina.
Sin que el chico notara la presencia de la peliazul, sus brazos rodean al muchacho por la cintura, cargando su frente en la fuerte espalda.
-Mmm? – Lyserg voltea, por lo general ella lo habría molestado, dicho algo como "que tonto el cuchillo" pero en esta ocasión hay algo muy extraño en ese abrazo.
-Que pasa? – Los ojos esmeraldas buscan los celestes que se resisten a mostrarse.
Por fin decide voltear para quedar abrazándola de frente – Pilika…?
Los ojos celestes se dirigen a los verdes que ya los esperaban, se ve un ligero temblor – No quiero que te vayas… - dice la joven, por fin.
Lyserg se queda mirándola – Tengo que hacerlo… - se acerca para darle un corto beso en los labios – Mis vacaciones terminar…
-No quiero que te vayas – repite la joven recargando más su voz. Ya se alejaron de ella una vez y por el mismo motivo, no quiere que lo que sintió en ese momento se vuelva a repetir.
-Pilika….
La joven recarga su rostro en el pecho del muchacho, venir a darse cuenta tan tarde de que ese joven le podía devolver la felicidad que creyó perdida, quizás no de la misma manera, pero se siente feliz estando a su lado… y ahora el tiene que irse por unos meses…. Infinitos meses.
Pilika siente como su rostro es levantado tiernamente por una de las manos del joven y sus labios son sellados por los de él.
-No quiero verte así… por lo menos deja que me acuerde de ti sonriendo…
Pilika lo mira a los ojos, esa sinceridad característica en ellos. Sonríe.
-Puedo hacer que me recuerdes de otra manera… - su mirada se transforma.
Una gotita se escapa por la nuca del muchacho al ver que en el rostro de la chica refleja completamente sus intenciones.
-Ehh… no era lo que tenía en mente… nñU
Una pequeña risa por parte de la muchacha complementando su expresión de malicia. Para luego acercarse al muchacho sellar sus labios con un tierno beso.
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Manta se encuentra en una de las salas del hospital viendo los exámenes de un paciente. Esta un poco preocupado por Len, desde que fueron donde ese chico peliazul hace 4 días que no se ha aparecido por el hospital.
-Joven Manta… - se oye una voz adulta que lo distrae de sus pensamientos.
-Hmm? - lo mira, inmediatamente su postura despreocupada se torna atenta y con gran respeto – Doctor… Buenos días…
-Buenos días...- El adulto de cabello y barba negros y cortos, lo mira con sus ojos celestes a través de sus gafas. – Quiero saber que le ha sucedido a Len, no lo he visto hace algunos días.
-Él… él esta…. Algo enfermo…
-Qué le sucede? Siendo médico es raro que se enferme.
-No es nada físico señor… le ha sucedido algo en los días que llevamos acá…. Y bueno… no esta nada bien.
-Pero esta faltando con su deber de profesional.
-Le ruego lo disculpe… pero en el estado de animo que esta no creo que sea lo mejor para sus pacientes.
Una pausa pensativa – En eso tiene razón…
-Por eso le pido, si es posible, que le de un par de días libres…
El Dr. Miller lo mira, se queda pensando un par de segundos – Bien…sólo le doy 1 semana para que mejore su ánimo.
-Bien… muchas gracias….
-Por ahora, será algo difícil para ti estar con tantos pacientes, llamaré a una enfermera para que te ayude.
-Muy bien… se lo agradezco mucho señor – Una reverencia por parte del pequeño.
Manta se queda viendo cómo el Doctor va saliendo de la habitación y desaparece tras la puerta. "Len tiene mucha suerte" piensa mientras vuelve a lo que hacía.
Pasan algunos minutos en calma antes de que se oiga unos delicados golpes en la puerta.
-Adelante – anuncia mientras observa la puerta mientras se abre.
-Permiso… El Dr. Miller me llamó y me dijo que viniera – Al oír la voz femenina Manta se pone algo nervioso, inmediatamente reconoce que es la enfermera que el Dr. le había mencionado.
-Buenos días – dice él acercándose a la puerta para luego quedar atónito mirándola.
-Tu debes ser Manta – Sonríe la joven.
Los ojos del pobre muchacho se abren cada vez más por la sorpresa. Esta pasmado, no tan solo por la belleza de la joven, sino también por que…
-Mi nombre es Pilika Azakura… Mucho gusto.
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Sus ojos dorados no se han despegado de la fotografía en donde está la peliazul abrazándolo sonriente, tan hermosa y tierna como siempre.
-Soy un idiota… - piensa en voz alta, se ha llamado tantas veces de la misma manera que ya no encuentra que esa palabra sea una gran ofensa. Se decide a seguir contemplando una que otra fotografía donde estuviese la chica.
Pensar que hace tanto tiempo pensó que ya la había perdido, perdido para siempre. Llegar ahora a descubrir que tan sólo fue un mal entendido. Lo que consideraba perdido aún le pertenecía con la misma intensidad. Si tan solo se hubiera dado el tiempo de hablar con ella, oír por ella que su corazón le pertenecía a otro sujeto… pero no… se cegó tanto por los celos y la rabia que no quiso volver a hablarle.
-Soy un idiota…
Escucha el auto de su amigo que acaba de llegar a casa, se apresura a guardar las fotografías, sabe que si lo descubre el pequeño rubio lo regañaría demasiado, luego se recuesta nuevamente mirando hacia el techo.
-Ya llegué! – se oye la voz de Manta proveniente de abajo.
Se levanta para ir a recibirlo, después de todo ha trabajado todo el día y debe tener hambre "En que momento me volví la señora de éste sujeto?" piensa divertido tomando en cuenta las intenciones de atender a su amigo apenas llega.
-Hay comida en el microonda… - comenta bajando las escaleras.
-Ya la vi!... gracias…
Algo raro en la voz del pequeño le llama mucho la atención.
-Oye… el Dr. Miller te da sólo una semana para que te mejores, dice que ya son demasiadas vacaciones en un periodo donde hay más enfermos.
-Le pediste algunos días?
-Sip… bueno… para ti… yo estoy muy bien con el trabajo que hago.
-Gracias… y lo haces solo?
El pequeño delibera unos segundos antes de contestar – eehhh… no… una enfermera me va a ayudar desde hoy.
-Ya veo… y es bonita?
Otro silencio por parte de Manta – Oye… tienes una fotografía de la chica esa que te tiene como un idiota?
-Otra vez con eso??? La otra vez que te las pasé quisiste quemarlas.
-Solo quiero ver algo…
Len le pasa una que tenia guardada en su bolsillo. Le llama la atención la expresión de sorpresa de Manta.
"No hay duda…. Es ella"
-Que te pasa Manta?
El pequeño le devuelve la fotografía – Nada… - luego trata de cambiar el tema – Que es esto? – mira el platillo que gira en el interior del horno microonda – se come? ôô.
-Algo te traes… que te pasa? – se cruza de brazos – nunca has sido bueno para mentir…
"Maldición" – Oye… es que me he quedado muy pensativo desde que fuimos a ver a tu amigo ese…
-Qué pasa con él?
-Creo que la chica de él esta esperando un bebé..
-OO Ah?? De donde sacas eso???
"Bien!"- Intuición de médico…
-¬.¬…
-Además que me estoy especializando en eso… - recalca levantando su dedo índice.
-Bueno… no lo sé… - Toma su mentón mientras mira hacia el techo. – Tamao esperando un bebé… - comienza a salir de la cocina sin despegar esa idea de su cabeza.
-Ufff! u.u – un suspiro de relajo se escapa por la boca del pequeño.
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Abre los ojos al oír el despertador y se apresura para apagarlo. Se queda sentada en la orilla de la cama intentando despertar un poco más.
Se queda viendo el suelo por un par de minutos, Luego se pone de pie y se encamina al baño para cepillar sus dientes y tomar una ducha.
Ya en el interior de la ducha y a través del vidrio ve una figura masculina entrar y se sitúa al frente del espejo, se lava la cara y luego comienza a cepillarse.
-A que hora es el vuelo? – pregunta mientras arrastra el jabón por sus brazos.
Una seña con los dedos sin voltear le da la respuesta "a las 3"
Comienza a enjabonar su cabello, tan poco tiempo le queda para permanecer con él. Primero tiene que ir a la universidad y luego al hospital… ni siquiera alcanzará a despedirse.
No se dio cuenta en que momento Lyserg entró a la ducha. Los fuertes brazos ahora rodean su cintura y sus labios besan tiernamente su cuello.
-No vayas a la universidad… - vuelve a acariciar el cuello son sus labios – quédate conmigo…
Pilika mira frente a ella, podría ser una posibilidad, el faltar al examen recuperativo de hoy no le dañará sus calificaciones.
-Pero luego tengo que ir al hospital… - entrecruza los dedos con una de las manos que están en su cintura.
-De acuerdo… - el joven cierra los ojos para deleitarse con el suave aroma de la chica.
La tarde pasa sin inconvenientes. La pareja se pasea por el parque cercano al departamento, tomados de la mano y abrazandose de vez en cuando, causando que más que alguien volteara para ver la hermosa pareja.
Cerca de las 12, cuando ya volvieron al departamento. La chica se apresura a levantarse, saca de golpe el brazo que rodea su cintura y se dirige al closet en busca de su vestimenta.
-Qué pasó? – El joven se sienta en la cama soñoliento, restriega ligeramente sus ojos para poder ver mejor.
-Tengo que estar en el hospital a las 12:15!!!
Lyserg mira algo divertido a la chica, se encuentra algo despeinada y completamente desnuda, definitivamente esa era la mejor forma en que lo han despedido.
El chico se levanta para ir junto a ella, se las ingenia para despistarla y sellar muy bien su boca con la propia en un apasionado beso.
La joven queda perpleja al principio, pero luego comienza a formar parte del nuevo juego.
El joven se encarga de recostarla nuevamente en la cama con ambas manos entrelazadas, para comenzar un nuevo romance de amantes.
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-Oye…. Te vez cansada… - comenta el pequeño médico mirando atentamente a su ayudante.
-Hm?... – Pilika lo mira. – No… no es nada… nnU
Hay una pausa mientras hacen papeleo. Manta mira nuevamente a la enfermera.
-Ese chico que te vino a dejar… es tu novio?
-Ahh? Eehh… si… hoy se tiene que ir a Inglaterra…
-Inglaterra??
-Si… estudia allá, vino a verme para las vacaciones.
-Ya veo… - Comienza a revisar unos papeles – Desde cuando que estas con él?
-Hace unas semanas… - lleva una de sus manos tras su nuca – vino a visitarme como amigo.
"Era cierto lo que dijo Horo" – Hacen linda pareja…
-Gracias… nn , pero… en que rato fue que nos viste juntos?
-Cuando llegué los vi en la entrada del hospital.
-Ya veo...
Nuevamente otra pausa, no incómoda, pero hay un momento en que el único sonido de la habitación es el roce de las hojas entre ellas.
-Y tu no tienes novia? – pregunta que rompe el hielo nuevamente.
-Nop… - contesta despreocupadamente.
Pilika recuerda algo – Es cierto… el Dr. Miller me dijo que tu habías venido de EEUU junto con otro médico... – La chica nota como el pequeño comienza a palidecer, pero no le da mucha importancia. – Qué le pasó?
-Ehhh… pues… - Con Len le era mucho más sencillo mentir… es uno de sus mejores amigos y sabe perfectamente que tema sacarle para despistarlo, pero a ésta chica…
-Hmm? – Lo mira interrogante para que continuara.
-Pues…. Él…. Es…. Muy buen médico… - "Eres un idiota!!"
-Si… eso ya me lo había coment…. – el ligero de la puerta para luego ser abierta por otra enfermera los distrae de la conversación.
-Srita Pilika… la llaman en el piso 3…
-En seguida voy… - gira nuevamente hacia Manta – Con permiso…
-Adelante!! – por poco grita el joven aliviando su desesperación. Sigue a la joven peliazul con la mirada y apenas se cierra la puerta no puede evitar el enorme suspiro de consuelo.
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No pasan más de 30 minutos para que la puerta volviera a abrirse. Menos mal… ya estaba necesitando la ayuda de la joven peliazul con el aburrido papeleo.
-Adelante… ahí están los que ya revisé… - apunta a un montón de papeles - necesito que me ayudes con los restantes – Dice de espaldas a la puerta.
-De acuerdo…
Manta voltea con extrañeza, primeramente porque la voz que oyó no era precisamente de una mujer… y lo peor de todo, es que le es demasiado familiar.
-Que haces aquí????? – Se pone de pie en la silla apuntando abiertamente al recién llegado.
-Bueno… no me des las gracias por venir a ayudarte… ¬.¬ - Mira los alrededores de la oficina – no estarías siendo ayudado por una enfermera?
-Si…. O sea… no…. Bueno… en realidad si… pero… - El nerviosismo de Manta no le deja pensar con claridad.
-Oye… pues hombre… que te pasa? Te vez pálido o.O
-Len…. Puedes ir a buscarme un calmante?? – vuelve a sentarse
-Claro…. En seguida… - se retira rápidamente, es raro ver al calmado de Manta de esa manera.
En menos de 3 minutos la puerta vuelve a ser abierta – Manta… - La palidez del joven se vuelve en un tono medio verdoso… - Que te pasa?? – Pilika se le acerca para ver su estado.
-CALMANTEEE!!! – es la única palabra que se le ocurre.
-En seguida…- sale apresuradamente
Casi al mismo tiempo en que la chica sale, llega su mejor amigo. – Aquí está…
Manta toma la pastilla con toda el agua de un vaso. Mira a Len, le extraña que no haya notado a la chica que salió segundos antes de que él llegara… pero no iba a preguntar para evitase complicaciones.
-Manta! Este es muy bueno… bébelo con mucho agua… - La joven entra centrando su atención tan sólo en el pequeño doctor que ahora… paso de tener un color medio verdoso a medio morado, se demoró mucho menos de lo que Manta esperaba, más que nada por que en una de las habitaciones conjuntas está un botiquín en para este caso de emergencias.
-Ya le dí uno… no te preoc….
-Me acaba de ped…
Las miradas de los muchachos se cruzan por fin… esos ojos dorados se vuelven a encontrar con los de color cielo que por tanto tiempo se encontraban perdidos el uno del otro.
-YO ME VOY DE AQUÍ!!! – Manta se levanta y sale de la habitación pasando por entre medio de los otros dos… ya tomó el calmante… y con la tensión que se respiró en ese pequeño instante, ahora lo que más necesita es aire.
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Mil trescientas sesenta y cuatro disculpas por el atraso!, espero que les haya gustado este nuevo capitulo.
Un besote a todos los que han seguido mis fics!
Un saludo muy especial a mis niñas de msn nn
Ah! Y otro saludote más a mi amiguis que también sigue mis fics nn ¡¡para ti fea!! TQM
