..::Tregua::..
Manta se siente un "poco" incómodo en esa situación, el pobrecito esta sentado en una mesa cuadrada de la cafetería del hospital bebiendo de un vaso con una pequeña pajilla.
-Como va tu relación? – comienza actuando despreocupadamente el muchacho sentado al lado derecho de Manta.
-Bien… de lo mejor… - Continúa la chica sentada al otro lado del pequeño rubio, recargada hacia atrás en la silla, con los brazos cruzados y mirando firmemente a los ojos dorados que del muchacho sentado frente a ella. – Que tal con tu vida?...
-Bien… de lo mejor… no podría estar mejor… - Evita los ojos azules.
-Cuando fue que volviste?
-Poco menos de un mes.
Manta mira de reojo, nota toda la tensión que hay en ese momento. Pensó que quizás cuando se vieran se iban a abrazar y besar como si de eso dependieran sus vidas. Pero fue muy diferente, la joven peliazul al descubrir la presencia del joven chino, su expresión en el rostro no fue precisamente de alegría… si no de un profundo rencor. En cuando a la de Len, no es muy diferente, conociendo lo orgullosos que es, no le debe causar ninguna gracia que la joven tenga novio.
-Supongo que en las pocas semanas que llevas con Lyserg no ha pasado nada… - Len mira hacia un punto lejano.
-Pues… en realidad si… - Lo mira desafiante. – Justo cuando comenzamos a ser novios.
Pilika se gana la atención de Len – No juegues… no serías cap…
-No me subestimes… - Lo interrumpe la muchacha – Hay muchas cosas que han cambiado desde que te fuiste…
-No me fui por que yo quería…
-No mantuviste ningún contacto…
Len calla en seguida, recuerda lo que le dijo Hao y que no tuvo valor para preguntarle directamente a ella.
-Además… dudo mucho que tú no te hayas acostado con alguien en este tiempo…
Manta mira a Len, en eso ella tiene mucha razón.
Len se queda mirándola, ese hermoso rostro lo mira con tanto rencor, esos ojos ya no demuestran el amor que en algún momento le perteneció tan sólo a él… y lo peor de todo… es que quizás es tan sólo su culpa.
-Cree lo que quieras… - evita la firme mirada de la muchacha… uno de los cambios que reconoce en ella es que dejó de ser una niña, su mirada inocente ya no existe .Al igual que la delicada voz, a pesar de que no ha cambiado mucho, ya es de una adulta.
-Bien… - mira a Manta que inmediatamente se pone nervioso – Ya no necesitarás mi ayuda… Adiós - Se retira.
Len la sigue con la mirada. A penas la figura femenina desaparece a lo lejos mira asesinamente a su amigo quién se encuentras más nervioso que antes.
-No me veas así!!!
-Por que demonios no me dijiste que ella era la enfermera que te estaba ayudando!!??
-Porque…. Porque…. Porque no la conocía? – pone una carita inocente.
-Has visto miles de fotografías de ella!!
-Porque … e… estaba pendiente de otras cosas?
-¬.¬
-Porque … se me olvidó contarte?
-¬'.'¬
-Bien!!! Bien!!! – reclama Manta al ver que la idea de "asesinar" le esta pareciendo muy buena a su amigo, especialmente, considerando que es a él a quien esta mirando – Ni yo lo sé… ya estabas afligido por lo que te dijo Horo… pensé que sería peor para ti si te contaba.
Len se queda mirándolo en silencio, en parte tiene razón.
-Qué?! – Al notar el cambio de expresión de "matar" a calmada el pequeño se extraña.
-Bueno… si lo pones así…
Manta se sorprende por la expresión de tristeza que acaba de poner su amigo, quien ahora mira en la dirección donde chica se fue hace unos minutos.
-Esta muy hermosa… más de lo que recordaba…
-o.O
-Soy un idiota…
"Len con depresión?? Esto es muy extraño!!" – Sabes?... podríamos pedir un traslado de hospital… vayamos a Australia!! Emmm… Egipto!.... eehhh… África!!! No se!!
El joven lo mira, ese rubio siempre encuentra una manera de distraerlo
-Maldita! Como es posible que se le haya ocurrido meterse con ese estúpido
-Aún queda la opción de irnos a África.
-No dejaré que esta estupidez me baje el orgullo.
"Aun así no quiere separarse de ella" – A Egipto?
-Que no! Aquí me quedo!! Me profesión como médico no la mandaré a volar por estas ridiculeces.
"Mentiroso… " – Suecia me suena bien…- dice tomando su mentón y mirando hacia el techo.
-¬.¬
-Bien!! Bien!!! Tu profesión… tu profesión… - alza las manos dándose por vencido
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-No… no te preocupes…
-Segura que estas bien? Te oyes muy extraña…
-Es por el teléfono… no es nada.
-Pilika…
-Te extraño…
-Yo a ti….y solo han pasado dos días…
-Lo se… cuando piensas volver?
-Creo que en 3 meses más… es lo más probable….
"Tres largos meses…" – De acuerdo…
-Tengo clases ahora… apenas pueda te llamo…
-Esta bien…
-Te amo…
-…. – La joven abre los ojos de par en par.
-Adiós!!
-Adiós…. – Su voz ya comenzaba a quebrarse, cosa que Lyserg no nota por estar algo apurado.
Pilika deja el teléfono inalámbrico a un lado en su cama. Se queda mirando el techo por algunos minutos mientras trata de ordenar sus ideas.
"Te amo…" Es la primera vez que Lyserg le decía eso. No le sorprendió tanto… sabe perfectamente lo que él siente… pero ¿Por qué no le contestó? no sería la primera vez de que esas palabras salen de su boca… pero en ese segundo le parecieron tan difíciles de decir…
Siente como una frustración la comienza a invadir. El tan sólo volver a Len le hizo recordar todos los momentos que vivió con él… desea odiarlo… lo desea tanto. Pero por más que su mente lo implore, su corazón hace caso omiso a tales peticiones.
Algunas lágrimas se desbordan de sus ojos para luego ser secadas con furia, gracias a Lyserg había olvidado esa sensación, y ahora… gracias a Len… vuelve a recordar lo que se siente.
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Los días se pasan con eternas horas en el hospital, desde que ambos jóvenes se vieron por primera vez, hay una enorme tensión entre ellos cada vez que se juntan, tensión, que pasa también al ambiente.
Los días se convierten en semanas, semanas que unidas ya forman un mes.
Era una mañana tranquila, tan calmada como cualquier día. Pero ese día iba a tener demasiadas sorpresas.
El Dr. Miller, como tutor, ha decidido que la joven peliazul forme parte de su grupo de trabajo, especialmente por que es una chica muy trabajadora. Nota algo extraño el comportamiento que tienen Len y ella cuando están juntos, pero como doctores trabajan con una sincronización perfecta.
-De pura curiosidad – El Dr. dice discretamente a su pequeño aprendiz – ellos se conocían de antes?- apunta a la pareja que no esta muy lejos de ahí revisando unos papeles. Ambos mirando a lugares opuestos sin intercambiar ningún tipo de gesto siquiera.
-Ehh….si… n.n'U.
-Eso pensé…. Por que se llevan tan mal?
-No es que se lleven mal….- los mira. Mágicamente aparece el aura de cada uno apuntando asesinamente al otro.
-Tu lo crees?
–Bueno… quizás un poco…
-Así veo… pero muy sabio es el dicho – El Dr. levanta un dedo y cierra los ojos para darle alta importancia a lo que va a decir – Del odio al amor… hay un solo paso.
-n.nU…. "este caso fue el contrario"
La hora del almuerzo pasa igual que otras situaciones, Len y Pilika sin dirigirse ni una palabra y los otros dos, Manta y el Dr. Miller, tratando de mantener un tema de conversación para evitar la tensión.
La soleada tarde no demora en transformarse en un anaranjado atardecer.
Pilika y Len están terminando el papeleo del día. En el momento en que Pilika se iba de la habitación sin siquiera despedirse, nada fuera de lo normal, El joven se extraña al ver que la muchacha se detiene para sostenerse en el marco de la puerta sujetando también su estómago, se queda mirándola por algunos momentos. Al momento en que la chica cae arrodillada por el dolor es cuando Len se le acerca sosteniéndola por el hombro.
-Estas bien?
-No me toques! – La joven se suelta, pero el malestar es demasiado por lo que vuelve nuevamente a cubrir su estómago, esta vez con ambas manos.
Sin prestar atención a las alegaciones de la muchacha para que la dejara en paz, Len la toma en brazos y la recuesta en la camilla.
-Pero que haces?!!
-Quédate tranquila!! – Len trata de examinarla, pero la chica no se deja
-Que no me toques!!
Len comienza a fastidiarse por la terquedad de la muchacha. – Que te quedes quieta!!
El dolor que siente es demasiado, así que termina por obedecerlo.
El joven desabrocha la camisa de la chica por la zona del vientre y comienza a palpar con sus manos. Como pensó, tiene algo hinchado, característico de algún timo de intoxicación leve.
-Que comiste hoy?
-Sólo lo del almuerzo.
-Que comiste ayer?
-Lo mismo…
-Toda la semana has comido aquí?
-Si…
-Ya veo… - Len la mira – debe ser algo de la cafetería… hace unos días que varios funcionarios se han enfermado por lo mismo.
Pilika se queda mirándolo, le sorprende la preocupación que demuestra Len.
-Que pasa? Aún te duele?
-….si..
-Te sacaré una muestra de sangre… - dice mientras comienza a preparar una jeringa.
La chica sólo lo mira, el dolor la agobia demasiado.
El joven comienza con lo de siempre, le toma el brazo, la pequeña correa para cortar un poco el flujo sanguíneo, encontrar la vena, etc. Mientras extrae la sangre, Len mira a la muchacha, se debe sentir demasiado mal, sus ojos comienzan a cerrarse demostrando el cansancio.
-Creo que será mejor que te quedes en el hospital… - termina la extracción y alista la muestra para que sea examinada.
La joven vuelve a abrir los ojos
-Te vez muy mal…
-Donde te estas quedando?
La pregunta desconcierta al chico que se queda mirándola sin articular respuesta.
-En la casa de tus padres?...
Hay una pequeña pausa – Si…
-Ya veo…
Otra pausa, un poco más larga que la anterior.
-Bien… creo que me conseguiré una cama para ti… - El joven se dirige a la puerta pero un sutil llamado lo hace detenerse.
-Len… - al voltear ve que la chica comienza a sentarse ahora en la camilla – No me dejes sola…
El chico se sorprende, pero termina por acceder. Le da pastilla que puede que le ayude a calmar el dolor, luego le ayuda a recostarse nuevamente y se sienta en una silla cercana a la camilla, se queda mirándola por varios minutos en silencio. Tiene los ojos cerrados, descansando.
Len no puede evitar que su corazón lata con fuerza, es muy hermosa, no ha podido sacar esa idea de su mente desde que la vio por primera vez.
No puede evitar que los recuerdos vuelvan a su mente, pensar que hace unos años vio ese mismo rostro que lo miraba con pasión, ese cuerpo que se le entregó más de una vez, esa voz que lo llamaba entre gemidos, recuerdos van… recuerdos vienen… pero son sólo recuerdos… imágenes que la mente reproduce en el interior de la cabeza y causando algún tipo de sentimiento de por medio, en este caso… un sentimiento que causa un latido más frecuente en su pecho acompañado por un ligero apretón poco molesto en el estómago.
-Por que estas sonrojado?
-Hmm? – en el momento en que su mente vuelve a concentrarse en la muchacha se da cuenta de que ella lo esta mirando.
-Qué por qué estas sonrojado?
Len se toca la cara, esta algo tibia, claro indicio de que tiene algo de rubor – Ehhh…. – nada en mente… bueno… nada en mente que se pueda contar, no le puede decir a la chica lo que en ese minuto reina en su cabeza.
-Ya te sientes mejor? – Trata de evadir el muchacho.
-Si….
Len se levanta y vuelve a tocar el vientre de la chica – La pastilla que te di debería calmarte un poco el dolor…
La hinchazón ha disminuido un poco, pero ya su mente no se concentra en el malestar de la muchacha, el volver a tocar esa suave piel del tierno vientre de la muchacha ha hecho que a su memoria vuelvan las veces en que esa piel le pertenecía sólo a él.
-Len…?
El joven deja de tocarla para meter las manos a los bolsillos del delantal.
-Ya estas mejor… - le anuncia ahora volteando hacia el escritorio – creo que será mejor que te deje en tu casa… no creo que puedas manejar con el dolor molestándote.
Pilika solo lo mira, el nerviosismo que el chico demuestra de un momento a otro es algo que le sorprende un poco.
El muchacho arregla sus cosas y de paso arregla las de la peliazul.
-Que me dices? Te voy a dejar a tu casa y mañana te paso a buscar para que vengas por tu aut…
-Quiero ir contigo… - le interrumpe.
Len se queda calladamente mirándola con una expresión de sorpresa en su rostro.
-Hace tiempo que he querido ir a esa casa… - confiesa la chica evitando la mirada del muchacho –Se que me diste una copia de las llaves… pero…- la chica vuelve a mirarlo – hay tantos recuerdos ahí que no quise volver…me hacía mucho daño…
La boca del muchacho se mantiene ligeramente abierta, pero sin poder articular palabra alguna ante la confesión de la chica.
-Bueno… si no es problema para ti…
-Ehhh…yo… no… eehh… problema…- "¿que demonios le pasa?" – Cre… creí que… - "¿Cómo era esa palabra?" – pensé… Bueno… creí que… - "Maldita palabra!!"
-Sé que no he sido muy amable contigo desde que llegaste… pero - evita un poco la mirada del muchacho para ordenar las palabras que va a decir, luego vuelve a mirarlo – que esperabas luego de desaparecer casi 2 años y volver como si nada?
"Eso quería saber!" – Pero… entonces… por qué quieres…?
-Ya te dije… hay mucho recuerdos en esa casa…, pero si es un problema… no te preocupes… no insistiré.
-No… no es eso… es solo que…no me lo esperaba… - Lo de que esa casa guarda tantos recuerdos, es la pura y santa verdad, el tener que volver a ella cada noche para dormir en la misma cama que ene algún momento compartió con ella es una tortura casi insoportable.
-Entonces?
-Bien… eehh… vamos… - Len levanta sus cosas y las de la peliazul, las carga saliendo de la habitación seguido desde cerca por la chica.
Hablan con el Dr. Miller para excusarse y luego se dirigen al auto del muchacho.
El silencio reina en el viaje desde el hospital hasta la casa, viaje que le parece eterno a ambos por la tensión que se respira.
Len enciende la radio para tratar de alivianar el ambiente… pero le sale al revés, en la radio, justo en ese momento, están tocando una de las tantas canciones que ellos decían que representaban el amor que tenían.
Apenas las notas de esa melodía se logran escuchar con claridad, Len atina solamente a apagar rápidamente la radio.
-Me…mejor no… - dice nervioso.
La joven sólo le asiente en silencio.
Luego de otros largos minutos de viaje, la chica se queda mirando al muchacho, le da algo de gracia que el pobre de Len se encuentre tan tenso. Mientras lo mira, pasan por su mente las imágenes que se mantienen en la memoria, el temor que le tenía en un principio, su primer beso, su momento más íntimo… recuerdos…. Tan sólo recuerdos…
-Que tengo? – la pregunta del chico la distrae de sus pensamientos.
-Cuanto nos falta? – ella piensa definitivamente más rápido que Len… aunque la pregunta no es muy acertada para distraer.
El joven la mira levantando una ceja – No reconoces esta calle?
La vista de la muchacha se concentra en el pavimento, en efecto, están a menos de 3 cuadras de la casa.
-jejeje… n.nU – una pequeña sonrisa nerviosa hace que el muchacho también curvara la boca, hace mucho tiempo que no veía esa expresión… esa hermosa expresión.
En pocos segundos llegan a la casa, tan sólo con verla los recuerdos que estaban guardados en un recóndito lugar de la mente, vuelven a la memoria.
La chica mira al muchacho que sale por el otro lado del auto, le dedica una hermosa sonrisa para luego adelantarse a entrar.
"Veo que se siente mucho mejor del estómago…. Pero que estoy pensando?!.... me sonrió? – El chico la sigue con la mirada para luego encaminarse a su lado en la puerta de entrada.
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Bien… bien…. Aquí comenzamos con algo de LXP… ¬.¬ que hace tiempo que me lo están.
Espero les haya gustado éste capitulo y esperen el proximo.
PD: en este no me demoré tanto como los otros :3
Un beso a todos!!
Y ti fea tb!! Ojala te haya ido muy bien en la PSU!!!
Muchos abrazos!!
SAYIONARA
