Decisiones y sorpresas

Cuando las luces fueron encendidas, el faraón Ikram dio la noticia de lo sucedido en ese repentino apagón. El solo dijo que no era nada para alarmarse y que el culpable del apagón había sido el viento solamente. Inmediatamente después del aviso, todos continuaron con la fiesta; Neelam y Seth aun seguían juntos, y cuando por fin su deseo de besar uno al otro, este se vio interrumpido por el faraón Yami quien necesitaba la ayuda de su fiel hechicero y amigo:

Yami: Disculpen mi intromisión, pero necesito hablar con Seth, claro si no les molesta.

Neelam: No te preocupes Yami, solo estábamos bailando, nada importante.

Yami: Por cierto, tu padre dijo que te necesita con el en este momento.

Neelam: ¿Por qué, que le sucedió?

Yami: Nada, creo que quiere anunciar algo.

Neelam: Ahora entiendo. En ese caso me voy, los veré.

Con esto Neelam se dirigió con su padre, en ese momento la música se detuvo y la mirada de todos los ahí presentes se dirigió hacia el gobernante y anfitrión de la fiesta:

Ikram: Damas y caballeros, faraones, princesas y demás invitados. Se les ha invitado esta noche por una sola razón, para anunciar que en solo dos días, mi hija y heredera, Neelam, asumirá el trono de Rabat.

Todos los invitados comenzaron a murmurar de la situación, ¿Cómo era posible que una niña gobierne?, ¿en que piensa el faraón?, ¿Por qué tomo esa decisión?, eran solo algunas de las preguntas que se hacían todos los presentes. Después de que la fiesta llego a su fin y los invitados se habían ido, Yami y Seth hablaban de la situación de Rabat:

Yami: ¿Ahora que vamos a hacer para llevar a Bakura a Fez?

Seth: ¿Por qué lo dice?

Yami: Por que Neelam no va a permitir que me lleve a Bakura.

Seth: ¿Por qué lo haría?

Yami: No lo se, pero ella siempre ha tratado de defender y justificar todo lo que hace ese ladrón.

Seth: ¿Y que haremos?

Yami: Tengo un plan, tu te vas a encargar de averiguar por que es que Neelam protege a Bakura.

Seth: Como usted ordene.

Cuando Seth se retiro, Yami fue a hablar con su hermana, para saber por que estaba con Bakura cuando lo capturaron y saber si ella sabía algo de la relación de Neelam y Bakura:

Yami: Hola hermanita.

Leyli: Hola. ¿Ya supiste lo de Neelam?

Yami: Sí, pero no vengo a hablar de eso.

Leyli: A no entonces, a que se debe tu visita.

Yami: ¿Por qué estabas con Bakura?

Leyli: Sabia que me preguntarías eso. Déjame explicarte, yo estaba en tu habitación cuando las luces se apagaron, cuando fui a ver que había pasado me tope con algo, pero como no ví nada volví a intentar pasar, sucedió lo mismo y cuando iba a intentar por tercera ultima vez, de la nada apareció Bakura y me pregunto donde estaba la sortija.

Yami: Y ¿Qué hiciste?

Leyli: Se la di. Pero antes que digas algo, se la di por que no quería meterme en problemas, no sabia que podía hacerme si no se la daba.

Yami: Esta bien, te creo. Y tu como buena amiga de Neelam, ¿no sabes como puedo convencerla de que me deje llevar a Bakura a Fez?, para juzgarlo por todo lo que a hecho,

Leyli: Nunca la convencerás sin importar lo que hagas.

Yami: ¿Por qué?

Leyli: Eso no te importa.

Yami: Claro que me importa, y lo voy a averiguar si tu no me lo dices.

Leyli: No te lo voy a decir, no traicionare a mi amiga.

Sin decir más, Yami se fue, ya que sabía que su hermana era la persona más terca de todo Egipto. Cuando Leyli vio que Yami se había ido fue directamente con Neelam y contarle lo ocurrido con su hermano:

Neelam: Así que eso dijo.

Leyli: Sí, esas fueron sus palabras.

Neelam: Vaya, gracias. No se que habría hecho sin ti, si Yami se enterara que Bakura es mi hermano mayor.

Ambas siguieron hablando de lo que podría ocurrir si el gobernante de Fez se enteraba del secreto del rey de los ladrones y la futura soberana de Rabat, pero ellas no se habían percatado de la presencia de una tercera persona, la cual había escuchado toda la platica entre las princesas.

Neelam: Casi lo olvido, tengo que hablar con Malik para ver que paso con Bakura, y gracias por ayudarlo.

Leyli: Espera, tengo algo que decirte.

Neelam: Dime…

Leyli: Cuando le entregue la sortija a Bakura…

Neelam: Sí...

Leyli: Lo capturaron.

Neelam no sabia como reaccionar, lo único que pudo hacer es decirle a Leyli que la dejara sola, y en su cabeza se formulaban preguntas sin respuesta, Bakura ¿capturado?, ¿Pero como?, no podía ser, pero ella sabía que tenia que ser fuerte y que tenia que ayudarlo a escapar. Pero mientras Neelam pensaba como podría ayudar a su hermano, un chico de ojos azules se encontraba sentado al lado de su dragón blanco, pensando que es lo que debería hacer, pero algo lo interrumpió y saco de sus pensamientos:

¿?: ¿Qué tienes?

Seth: ¿Quién dijo eso?

¿?: Fui yo (apareció una mujer de larga cabellera roja como llamas de fuego y de piel clara)

Seth: ¿Quién eres tú?

¿?: Mi nombre es Nazira, soy una amiga de Neelam.

Seth: ¿Qué quieres?

Nazira: Yo, solo quiero platicar, ¿te molesta?

Seth medito un momento sobre lo que aquella extraña mujer quería, y al observarla sintió algo dentro de el le decía que esa mujer era de confianza, le comento lo sucedido y sobre el secreto de los soberanos de Rabat:

Nazira: No deberías preocuparte tanto, ve con Neelam y cuéntale lo que escuchaste, según como ella reaccione, esa debe de ser la respuesta a todas tus dudas.

Seth al escuchar lo que Nazira había dicho, fue directo con Neelam para hablar con ella. Pero Neelam tenía otros planes:

Neelam: YAMI!!!

Yami: ¿Qué tienes?

Neelam: Quiero que dejes libre a Bakura.

Yami: Estas loca, no lo voy a hacer, a menos que me digas por que proteges tanto a ese ladró.

Neelam: Nunca!!!

Después de estas palabras, Yami solo le regalo una mirada de amor y comprensión, el sabia que ella no resistiría ver esos ojos, los cuales hacían que el rostro la princesa tomara un suave tono rojizo, pero aunque ella adoraba esos ojos que le recordaban tanto a su querido hermano, no diría nada, sin importar cuanto Yami lo intentara, ella no diría nada:

Neelam: Yami, no me veas así, te diría por que defiendo a Bakura, pero no puedo.

Yami: Lo entiendo.

El con esa mirada hacia que todo fuera tan simple aunque no lo fuera. Yami se acerco a Neelam haciéndola retroceder hasta que quedo entre Yami y la pared, pero el seguía avanzando, hasta que la distancia de sus labios era casi nula, el corazón de Neelam palpitaba cada ves mas rápido, pero Yami se detuvo solo un instante para decir "No sabes cuanto he deseado que este momento pasara", después las manos de Yami se encontraban en acariciando la larga cabellera de la princesa, mientras sus labios formulaban un apasionado beso el cual era correspondido por la albina. Después de ese apasionado beso, ambos se miraron a los ojos sin decir nada, se dedicaron uno al otro una sonrisa. Neelam sentía lo mismo que Yami desde hace algún tiempo, ella había perdido toda esperanza de poder tener a Yami a su lado, pero algo o mas bien alguien evitaba que ella correspondiera el amor que tanto había estado esperando, Seth, ella no sabia si lo que sentía era admiración. . . o amor. . . y hasta que sus dudas no fueran resueltas, no pudo hacer nada mas que salir de la habitación dejando a Yami con las palabras que deseaba decirle a su amada princesa.

Mientras tanto en un calabozo del castillo, un albino se encontraba pensando como salir de ese lugar para poder desasease de su mayor enemigo, el faraón de Fez, Yami, quien entro al calabozo interrumpiendo los pensamientos del albino:

Yami: Ladrón.

Bakura: Intento de faraón.

Yami: ¿Sabes por que estas aquí?

Bakura: A que viniste, obviamente no fue para ver que se me acusa, ve a l grano que no tengo tu tiempo.

Yami: Esta bien Bakura. Dime, ¿que es lo tienes con la heredera al trono de Rabat?

Bakura: Nada que a ti te importe.

Yami: En ese caso prepárate para partir a Fez.

¿?: El no va a ningún lado.

Yami: ¿Por que no?

¿?: Por que le devolveré todo a lo que renuncio hace 10 años.

Bakura: Al fin reconsideraste mi oferta, Ikram.

Ikram: Así es, hijo mío.

Yami no podía creer lo que estaba escuchando, así que esa es la razón por la cual Neelam defendía tanto a Bakura, son hermanos, pero eso no importaba, ¿por que Bakura había renunciado a se el príncipe?, ¿por que el no sabia nada de el?

Yami: Espera, este ¿es hijo tuyo, Ikram?

Ikram: Así es, escucha Yami, si mal no recuerdas, nuestros reinos no se llevaban bien hasta hace algunos años, de hecho, nos comenzamos a llevar bien al año de que Bakura se fuera de palacio. Por eso no sabias todo esto.

Yami indignado ante lo que escuchaba, no tubo mas que remedio que irse con ira al saber que no podría hacer nada ante todo lo que sucedía. Después Ikram mando llamar a su hija e invitados que aun se encontraban en palacio, dentro de una hora, un nuevo anuncio debía ser dado…

Transcurrida la hora, todos bajaron al salón principal para escuchar la tan esperada noticia, el faraón Ikram comenzó:

Ikram: Damas y caballeros, faraones, princesas y demás invitados presentes, e de molestarlos de nuevo, pero después de horas de meditación, e llegado a la conclusión de que mi hija menor no puede reinar sola, y e decidido que mi hijo mayor, Bakura, junto con mi hija menor, Neelam, quienes, a partir de mañana serán los nuevos faraones de Rabat. (Personas murmurando por todo el salón) Se que todo esto suena muy precipitado, pero Ra así lo desea, ya que yo en pocos días he de reunirme con los dioses y los antiguos faraones.

Toda la habitación quedo en completo silencio, nadie crítico lo que el faraón había dicho, era una noticia devastadora tanto para el reino, como para sus hijos, quienes se quedaron atónitos ante la noticia. La mañana siguiente, todo estaba listo para la coronación de Bakura, excepto Ikram, su salud empeoraba a cada segundo, tal ves su cuerpo apenas resistiría la coronación y después dejaría este mundo.

Durante la coronación todo marcho bien, el faraón Ikram no mostró ningún signo de su estado de salud, parecía sano, Bakura se mostraba seguro y digno de recibir este nuevo deber y todo el reino se encontraba reunido, excepto Neelam. Ella se encontraba en la habitación de su padre, esperando que este llegara, no podía dejar de pensar que seria la última vez que lo vería. Después de la coronación, Ikram fue directo a su habitación, donde encontró a su hija, ninguno habló, Ikram se acostó en su cama, Neelam se sentó en una silla junto a su padre, después de unos minutos llego Bakura e hizo lo mismo que su hermana, y el silencio fue interrumpido por el padre de los albinos, "Los voy a extrañar, pero no los espero hasta dentro de muchas lunas, los quiero", "Nosotros también" dijeron ellos, y los ojos de Ikram se cerraron.